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Pastoreos Intro-
ducción
Liturgias: y
penitencial Desarrollo del retiro
recomen-
de consagración según horario
daciones
generales
Entrevistas
El que ha sido evangelizado evangeliza a su vez; de
evangelizandos, son luego evangelizados, y se hacen después
evangelizadores.
Para ese servicio se requieren talentos, cualidades específicas,
carisma, preparación especial, y llamado y reconocimiento
formal por los pastores de esa instancia eclesial donde
trabajamos.
En la Iglesia Católica “evangelizar no es para nadie algo
individual y aislado, sino profundamente eclesial. Va no por una
misión personal que se atribuye a sí mismo, sino a nombre de la
Iglesia y enviado por ella” (EN 60)
Proclamadores y Pastorcitos, para servir en los Retiros de
Evangelización, son escogidos y reconocidos por el párroco, y
actúan bajo su autoridad y dirección.
De la buena selección, calidad y preparación de los equipos
evangelizadores dependerá el resultado de los retiros. El
cuidado puesto a la calidad, y a la buena preparación
garantizarán los frutos positivos y abundantes.
Los proclamadores son los que dan los pregones del anuncio
misionero y evangelizador, los pastorcitos acompañan a las
personas para ayudarlas y verificar su apertura y su respuesta.
Deben ser un verdadero equipo, bajo la dirección del primer
evangelizador. Todo el equipo debe asistir y estar presente en el
retiro de principio a fin.
De la calidad espiritual de ellos, va a depender el resultado de la
evangelización.
Además se necesita una preparación en la forma de llevar el
retiro según el sistema utilizado, con el cuidado de todos los
pasos y elementos.
Aunque el mensaje es el mismo, hay que adaptar el lenguaje, los
ejemplos, e imágenes a los oyentes, por su edad, cultura o
situación.
Deben hacer este curso de “Cómo dar los Retiros de
Evangelización”. Además hay cursos específicos de Formación
de proclamadores y Formación de pastorcitos.
Algunos proclamadores, después de un tiempo, van
perdiendo el impacto espiritual por acostumbramiento y por
caer en la rutina. Se confían ya en sí mismos, en sus
conocimientos, en el dominio del tema y del auditorio, y ya
no dependen del Espíritu.
TAREA RESPONSABLE