Ad pacem
En la liturgia romana, la oración Ad pacem o Pax Domini es aquella que el sacerdote reza para introducir las aclamaciones del Agnus Dei.
Precede inmediatamente a la transmisión del ósculo de la paz entre los clérigos (en el Misal del Juan XXIII) o al saludo de paz entre el pueblo que sigue, si al sacerdote o diácono le parece apropiado, a la admonición «Offerte vobis pacem» (en el Misal de Pablo VI).
Se trata de una invitación para que los fieles se den el saludo de paz, según la costumbre del lugar.
Texto actual
[editar]En la mayoría de los ritos católicos y ortodoxos se impone la fórmula Pacem meam do vobis (Jn 14:27), quedando en el actual Misal Romano de la siguiente manera:
Domine Iesu Christe,qui dixisti Apostolis tuis: Pacem relinquo vobis, pacem meam do vobis: ne respicias peccata nostra, sed fidem Ecclesiae tuae, eamque secundum voluntatem tuam pacificare et coadunare digneris. Qui vivis et regnas in saecula saeculorum.
Amen.Señor Jesucristo,que dijiste a tus Apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Bibliografía
[editar]- José A. Jungmann, El Sacrificio de la Misa, BAC, Madrid 1951