Arias C. Pcia. de Tucumán - CSJN-1986

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\b Tribunal:}
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Naci�n(CS)}

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\f0 \fs20 {
\b Fecha:}
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02/04/1985}

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\b Cita}
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\b Online:}
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AR/JUR/1721/1985}

\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \li0 \par


\cbpat0 \li0 \par
\cbpat0 \fi0 \qj \sa0 \sb0 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 {
\b Sumarios:}

\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi0 \qj \sa0 \sb0 \li0 \ri0 \sl240\slmult1


\f0 \fs20 1. Debe dejarse sin efecto la sentencia que rechaz� la demanda
contenciosoadministrativa en cuanto persegu�a la \sa0 \sb0 \li0 nulidad del decreto
que dispuso la baja de un agente p�blico y su reincorporaci�n al cargo, y la
admiti� \sa0 \sb0 \li0 parcialmente en lo atinente a la indemnizaci�n reclamada.
Ello as�, pues si bien los agravios del recurrente \sa0 \sb0 \li0 remiten al
tratamiento de cuestiones de hecho y de derecho p�blico local, tal circunstancia no
constituye �bice \sa0 \sb0 \li0 decisivo para admitir la conclusi�n referida cuando
lo resuelto causa menoscabo a las garant�as constitucionales \sa0 \sb0 \li0
invocadas como ocurre en el caso, en el que los antecedentes invocados por el
apelante ponen de manifiesto que \sa0 \sb0 \li0 la baja tiene el car�cter de una
sanci�n disciplinaria, pues resulta indudable que responde al prop�sito de
excluir \sa0 \sb0 \li0 al actor de los cuadros de la organizaci�n, por estimarlo
vinculado con hechos graves que motivaron la \sa0 \sb0 \li0 intervenci�n de la
justicia penal. (El fallo de la Corte Suprema ordena que vuelvan los autos al
tribunal de \sa0 \sb0 \li0 origen para que se dicte un nuevo fallo, en tanto que el
doctor Belluscio, tambi�n se pronuncia por la \sa0 \sb0 \li0 revocatoria del fallo
pero condena a la Provincia a reincorporar al actor y, de no ser posible, a pagar
los da�os y \sa0 \sb0 \li0 perjuicios a determinar en la etapa de ejecuci�n de la
sentencia).
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi0 \qj \sa0 \sb0 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 2. Las leyes que reglamentan el sistema de prescindibilidad no puede ser
invocadas como sustento normativo \sa0 \sb0 \li0 id�neo para fundar una medida
disciplinaria de cesant�a, prescindiendo del sumario en el que se acrediten los \
sa0 \sb0 \li0 cargos respectivos y en el que medie oportunidad de ejercer el
derecho de defensa, ya que lo contrario \sa0 \sb0 \li0 importar�a convalidar
sombras sobre la reputaci�n de los funcionarios o empleados a quienes se les
imputan \sa0 \sb0 \li0 hechos que no han sido demostrados en legal forma,
vulner�ndose, por esa v�a, garant�as constitucionales.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \li0 \par
\f0 \fs20 {
\b Texto}
{
\b Completo:}
\cbpat0 \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\li0 \f0 \fs20 Buenos Aires, abril 2 de 1985.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 Considerando: 1�) Que contra el pronunciamiento de la Corte Suprema de
Justicia de la Provincia de \li0 Tucum�n que rechaz� la demanda
contenciosoadministrativa en cuanto persegu�a la nulidad del decreto que \li0
dispuso la baja de un agente p�blico y su reincorporaci�n al cargo, y la admiti�
parcialmente en lo atinente a la \li0 indemnizaci�n reclamada, la actora dedujo el
recurso extraordinario cuyo rechazo origina la presente queja.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 2�) Que los agravios del apelante suscitan cuesti�n federal bastante para
su examen en la v�a intentada, pues \li0 si bien es cierto que remiten al
tratamiento de cuestiones de hecho y de derecho p�blico local, materia ajena \li0 -
como regla y por su naturaleza- a la instancia del art. 14 de la ley 48, tal
circunstancia no constituye �bice \li0 decisivo para admitir la conclusi�n referida
cuando -como en el caso- lo resuelto causa menoscabo a las \li0 garant�as
constitucionales invocadas.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 3�) Que, en efecto, al entablar la demanda el recurrente sostuvo que los
t�rminos y circunstancias en que \li0 hab�a sido dispuesta su cesant�a, constitu�an
una descalificaci�n personal y, por lo tanto, una sanci�n que no \li0 podr�a ser
aplicada sin causa justificada y previa comprobaci�n de su existencia mediante un
sumario en donde \li0 se respetase su derecho de defensa en juicio.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 4�) Que, por su lado, el a quo consider� que la baja se hab�a fundado
s�lo en "razones de servicio", o sea de \li0 acuerdo con el motivo previsto en el
art. 1� del dec. 8-3/76, por lo que al no haber mediado imputaci�n de falta \li0
alguna ni encubrir esa medida una sanci�n disciplinaria, no era necesario la
instrucci�n de un sumario.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 5�) Que el tribunal sostuvo tambi�n que el reconocimiento a una
reparaci�n pecuniaria demostraba que, m�s \li0 all� del acierto o desacierto de las
palabras de la ley, la extinci�n del v�nculo de empleo p�blico estaba motivado \li0
por razones que en modo alguno eran imputables al agente ni afectaban su debido y
meritorio servicio.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 6�) Que los antecedentes invocados por el apelante ponen de manifiesto
que la baja tiene el car�cter de una \li0 sanci�n disciplinaria, pues resulta
indudable que responde al prop�sito de excluir al actor de los cuadros de la \li0
organizaci�n, por estimarlo vinculado con hechos graves que motivaron la
intervenci�n de la justicia penal.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 7�) Que, en tal sentido, las referencias contenidas en el legajo personal
del demandante son suficientemente \li0 ilustrativas de la relaci�n de causalidad
existente entre tales hechos -que determinaron que aqu�l pasara a \li0 revistar en
"situaci�n pasiva"- y la solicitud cursada por el Jefe de la Polic�a local a la
autoridad superior, en la \li0 que le solicitaba la baja respectiva con fundamento
en la "necesidad de producir y afianzar un real proceso \li0 reordenador y
moralizador en los cuadros de esta Repartici�n" (fs. 89 del legajo 343 agregado).
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 8�) Que la conclusi�n se�alada encuentra igualmente sustento en los
t�rminos de la respuesta dada por el \li0 mencionado Jefe de Polic�a al Ministro de
Gobierno -con motivo del informe requerido por este �ltimo a ra�z \li0 del pedido
de reconsideraci�n formulado por el actor- en la que se expresa la conveniencia de
no hacer lugar al \cbpat0 \cbpat0 \cbpat0 \li0 \ri0 \qj \f0 \fs20 pedido, dados
"los antecedentes administrativos desfavorables que registra" y por no ser un
"valor humano \li0 recuperable para las filas policiales".
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 9�) Que no se opone a lo expresado el pago de la indemnizaci�n al
interesado ni la alusi�n gen�rica a un \li0 proceso reordenador y moralizador de
los cuadros policiales, ya que esos actos carecen de entidad para obviar el \li0
control judicial respecto de la medida administrativa que dispone la
prescindibilidad del agente, si �sta se \li0 encuentra directamente vinculada a
hechos que requieren una adecuada investigaci�n de la autoridad respectiva.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 10) Que, en consecuencia, resulta aplicable la doctrina del tribunal en
el sentido de que las leyes que \li0 reglamentan el sistema de prescindibilidad no
pueden ser invocadas como sustento normativo id�neo para \li0 fundar una medida
disciplinaria de cesant�a, prescindiendo del sumario en el que se acreditan los
cargos \li0 respectivos y en el que medie oportunidad de ejercer el derecho de
defensa, ya que lo contrario importar�a \li0 convalidar sombras sobre la reputaci�n
de los funcionarios o empleados a quienes se les imputan hechos que no \li0 han
sido demostrados en legal forma, vulner�ndose, por esa v�a, garant�as
constitucionales (Fallos, t. 297, ps. \li0 33, 427; t. 300, p. 955; t. 301, ps.
215, 807 -Rev. LA LEY, t. 1977-B, p. 581; t. 1979-A, p. 565; Rep. LA LEY, t. \li0
XLI-A-I, p. 1336, sum. 223; Rev. LA LEY, t. 1980-B, p. 705; t. 1980-A, p. 279-).
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 Por ello, y habiendo dictaminado el Procurador General, se declara
procedente el recurso extraordinario y se \li0 deja sin efecto la sentencia. Con
costas.- Genaro R. Carri�. - Jos� S. Caballero. - Carlos S. Fayt. - Augusto C. \li0
Belluscio (en disidencia).- Enrique S. Petracchi.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 Disidencia del doctor Belluscio:
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 1�) Que contra el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la
Provincia de Tucum�n, que rechaz� \li0 la demanda contenciosoadministrativa en
cuanto persegu�a la nulidad del decreto que dispuso la baja de un \li0 agente
p�blico y su reincorporaci�n al cargo, y la admiti� parcialmente en lo atinente a
la indemnizaci�n \li0 reclamada, el actor dedujo el recurso extraordinario cuyo
rechazo origina la presente queja.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 2�) Que la demada persigui� la nulidad del dec. provincial 3644/14, a�o
1979, dictada por el gobernador \li0 defacto de la provincia, y consecuentemente el
reintegro del actor a las funciones que desempe�aba, o, de ser \li0 ello imposible,
el pago de una indemnizaci�n que atendiese a las remuneraciones percibidas, a su
antig�edad en \li0 el cargo, al tiempo transcurrido desde la cesant�a, a las
constancias de su legajo personal y a lo dispuesto en el \li0 art. 1056 del C�d.
Civil, por el da�o material y moral sufrido. Fund� la nulidad del decreto en su
falta de \li0 motivaci�n, ya que no indicaba ni siquiera sucintamente los hechos en
virtud de los cuales se lo declaraba \li0 cesante, y deso�a un dictamen de la
Fiscal�a de Estado conforme al cual los arts. 1� y 3� del dec. provincial \li0 8-
3/76 (SH) del 9 de abril de 1976 pod�an aplicarse previa valoraci�n de las razones
que fundamentaran la \li0 petici�n. Agreg� que se violaba el derecho de defensa
garantizado en el estatuto del personal de la \li0 administraci�n p�blica y normas
para el personal policial, por cuanto estaban sometido a proceso que concluy� \li0
luego con su sobreseimiento definitivo. Invoc� tambi�n la violaci�n del art. 14 bis
de la Constituci�n Nacional \li0 que garantiza la estabilidad del empleado p�blico,
admitiendo que tal garant�a no es absoluta pero sosteniendo \li0 que su limitaci�n
s�lo puede conciliarse con una justa indemnizaci�n, por lo que impugn� de
inconstitucional el \li0 tope indemnizatorio establecido en el dec.-ley 8-3.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 3�) Que la sentencia dictada en �nica instancia por la Corte Suprema
provincial decidi� como queda \li0 expresado, sobre la base de admitir que la
estabilidad del empleado p�blico es relativa y cede frente a la \li0 invocaci�n de
razones de servicio, sin necesidad de sumario ni de imputaci�n de falta alguna; y
que los topes \li0 indemnizatorios de las leyes de prescindibilidad son
constitucionales cuando los montos resultantes son \li0 razonables.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 4�) Que el recurso extraordinario deducido por el actor resulta
procedente, en tanto se ha puesto en cuesti�n \li0 la validez de un decreto
provincial bajo la pretensi�n de ser repugnante a los arts. 14 bis, 17 y 18 de la \
li0 Constituci�n, y la decisi�n ha sido en favor de la validez de dicho decreto.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 5�) Que, como se sostuvo en el voto disidente de los doctores Aberastury
y Zavala Rodr�guez en el caso de \li0 Fallos, t. 261; p. 336, la concepci�n de la
estabilidad del empleado p�blico introducida en el texto del art. 14 bis \li0 de la
Constituci�n no se compadece con la interpretaci�n conforme a la cual no se habr�a
establecido la garant�a \li0 de estabilidad en sentido propio, que excluye, por
principio, la cesant�a sin causa justificada y debido proceso, y \li0 cuya
violaci�n trae consigo la nulidad de �sta y consiguiente reincorporaci�n,
posibilitando retomar el curso de \li0 la carrera por el agente separado
ilegalmente, derecho a la carrera que integra el concepto de estabilidad. Si esto \
li0 no hubiera sido as�, a lo que ni el texto constitucional ni sus antecedentes
dan sustentaci�n, habr�a sido \li0 suficiente el pasaje anterior relativo a la
protecci�n contra el despido arbitrario, que no otra cosa es la llamada \li0
estabilidad en sentido impropio (consid. 6�).
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 6�) Que no es �bice a lo anterior que el derecho a la estabilidad, como
todos los dem�s que consagra la \li0 Constituci�n Nacional, no sea absoluto, pueda
ser limitado por las leyes que lo reglamentan y deba armonizarse \li0 con las dem�s
cl�usulas constitucionales, entre ellas las atribuciones del Poder Ejecutivo que
establece la \li0 Constituci�n Nacional, y la que establezcan y puedan establecer
las constituciones provinciales. Pues esas \li0 reglamentaciones, que pueden
atender al origen y regularidad de las designaciones, per�odos razonables de \li0
prueba, causas justificadas de cesant�a y otras disposiciones que sistematicen la
carrera administrativa, no \cbpat0 \cbpat0 \cbpat0 \li0 \ri0 \qj \f0 \fs20 pueden
desnaturalizar la efectiva aplicaci�n de la estabilidad transformando el derecho a
ser reincorporado, que \li0 es de principio y posibilita retomar el curso de la
carrera administrativa, en un mero derecho indemnizatorio, \li0 que por ser de
car�cter sustitutivo, debe estar reservado para casos excepcionales de justicia
objetiva (voto \li0 citado, consid. 7�). En particular, la estabilidad del empleado
p�blico es armonizable con las facultades \li0 atribuidas al Poder Ejecutivo por el
art. 86, incs. 1� y 10 de la Constituci�n, pues entendida �sta como un todo \li0
coherente y arm�nico, dichas facultades deben ser ejercidas con respeto de la
estabilidad (votos del doctor Boffi \li0 Boggero en Fallos, t. 255; ps. 293, 299,
300 y t. 261, p. 336 -Rev. LA LEY, t. 111, p. 498; t. 119, p. 141-) ya \li0 que si
los derechos y garant�as reconocidos por la Constituci�n deben ser ejercidos
conforme a las leyes que los \li0 reglamenten (art. 14), tampoco son absolutas las
potestades que se consagran en el texto constitucional. Con \li0 mayor raz�n, en
virtud del orden jer�rquico de normas establecido por el art. 31 de la Constituci�n
Nacional, la \li0 atribuci�n prevista en el art. 103, inc. 4� de la Constituci�n de
Tucum�n, debe ser ejercida con los l�mites del art. \li0 14 bis de aqu�lla.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 7�) Que entre las razones de cesant�a reparada con indemnizaci�n pueden
hallarse las de servicio invocadas \li0 en el decreto provincial impugnado, pero
para que ellas sean valederas deben fundarse en la prueba por la \li0
administraci�n de su existencia, y, m�s concretamente, de la supresi�n del cargo
ocupado por el agente, pues su \li0 sustituci�n por otro tras la cesant�a
implicar�a la negaci�n de los fundamentos de racionalizaci�n administrativa \li0
que se invocan en normas de la �ndole de la aplicada en el referido decreto.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 8�) Que, en el caso, no s�lo no media esa demostraci�n, sino que puede
presumirse su vinculaci�n con la \li0 existencia de un proceso en el cual el actor
fue luego sobrese�do sin afectarse su buen nombre y honor o con \li0 otros
antecedentes administrativos invocados pero que no parecen coherentes con la
calificaci�n de aptitud para \li0 el ascenso merecida en el a�o anterior para cuya
apreciaci�n era necesario el debido proceso administrativo con \li0 audiencia y
garant�a del derecho de defensa del imputado, amparado por el art. 18 de la
Constituci�n Nacional.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 9�) Que, asimismo, la indemnizaci�n tarifada reconocida en la sentencia
es pasible de la impugnaci�n \li0 constitucional admitida (consid. 6�), de manera
que para el caso de ser imposible la restituci�n del empleo \li0 deber�n
compensarse los da�os efectivamente producidos.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \fi300 \qj \sa40 \sb40 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 Por ello, habiendo dictaminado el Procurador General, se hace lugar a la
queja y, por no ser necesaria mayor \li0 sustanciaci�n, se revoca la sentencia
apelada, y se condena a la demandada a reincorporar al actor al cargo del \li0 cual
fue dado de baja, dentro de 10 d�as, dejando establecido que en caso de que esa
reincorporaci�n fuere \li0 imposible se convertir� la obligaci�n en la de pagar la
indemnizaci�n de los da�os e intereses efectivamente \li0 sufridos, la que en su
caso se fijar� en la etapa de ejecuci�n de sentencia. Con costas.- Augusto C.
Belluscio.
\par\sa0\sb0\ql \cbpat0 \li0 \par
\cbpat0 \li0 \par
\cbpat0 \li0 \par
\cbpat0 \li0 \par
\cbpat0 \fi0 \qj \sa0 \sb100 \li0 \ri0 \sl240\slmult1
\f0 \fs20 {
\b JURISPRUDENCIA}
{
\b PREMIUM:}
\cbpat0 \sa60 \sb60 \li0 \par

\sect}}

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