3. Participación de la población en la actividad económica
Las tendencias de la participación en la actividad económica en el nivel agregado son el resultado de la interacción de múltiples factores de índole económico, demográfico, social y cultural. Entre los principales factores económicos que pueden considerarse encontramos: el volumen y la composición de las oportunidades de empleo, los niveles de salarios, la movilidad del factor trabajo y los ingresos de las familias. La influencia de los factores demográficos se aprecia en el tamaño, crecimiento y distribución geográfica de la oferta de mano de obra.
Entre los factores sociales, el desarrollo del sistema educativo, al volver más amplias las oportunidades de educación, afecta los niveles de participación en la medida en que aplaza la edad de entrada a la actividad. La investigación de Oliveira (1975) reveló en este sentido que entre la población masculina las cohortes de entrada a la actividad en la capital aumentaron su nivel de escolaridad y su edad promedio de incorporación entre 1930 y 1970. También como parte de los factores sociales puede mencionarse la expansión de la seguridad social, que contribuye para que la población se retire de la actividad, una vez que alcanza cierta edad, mediante el otorgamiento de pensiones y jubilaciones. Finalmente, hay pautas culturales que ejercen su impacto sobre la participación en la actividad. En particular, aquéllas que hacen referencia al papel de la mujer y que influyen en la participación femenina en el mercado.
En el Distrito Federal encontramos que la población económicamente activa está constituida en 68.1% por hombres. En el nivel agregado, la población masculina ostenta una tasa de participación de 71.5%, prácticamente la misma que existe en toda la República mexicana según lo indica el censo de población de 1970. Las tasas específicas por grupos quinquenales de edad revelan que la participación masculina hasta los 19 años es menor en el Distrito Federal que en el país en su conjunto, mientras que de los 25 a los 54 años hay una participación ligeramente mayor en la capital (véanse los cuadros II-1 y II-2).
Las diferencias entre el Distrito Federal y el conjunto del país en los grupos de edad más jóvenes y más viejos pueden deberse a las desigualdades regionales en México. Esto es, a que en la capital se abren más oportunidades de estudio, relativas al conjunto nacional, y hay un mayor acceso a los mecanismos de seguridad social. Es posible suponer que en el Distrito Federal operen en efecto las normas de retiro a los 30 años de trabajo y, en consecuencia, que la cobertura de las pensiones y jubilaciones sea mayor que en el resto del país.
Por otra parte, la tasa de participación femenina en el Distrito Federal (29.7%) es prácticamente el doble que la del país en su conjunto (16.4%). Como se reveló en un estudio (Tienda, 1974), en México las tasas de participación femenina siguen muy de cerca los grados de desarrollo de las entidades federativas, y el Distrito Federal ocupa el primer lugar a este respecto. Como se aprecia en los datos del censo de 1970, entre los 15 y los 74 años la participación femenina es decididamente mayor en el Distrito Federal que en el conjunto del país (véanse los cuadros II-1 y II-2). Además, tanto en la capital como en todo el país, la participación femenina aumenta en intensidad hasta los 24 años para después comenzar a decrecer. Esto es, la mujer participa más en la actividad cuando es joven y, probablemente, antes de casarse.
Cuadro II-1 Tasas de participación de la población de 12 años y más por sexo. República Mexicana y Distrito Federal, 1969 (porcentajes).
Cuadro II-2 Tasas de participación de la población de 12 años y más por grupos quinquenales de edad y sexo. República Mexicana y Distrito Federal, 1969 (porcentajes)