El Trabajo Con Fuentes en La Ensenanza de La Historia
El Trabajo Con Fuentes en La Ensenanza de La Historia
El Trabajo Con Fuentes en La Ensenanza de La Historia
I. Un enfoque.
Enseanza para la comprensin en Historia
En el campo de la enseanza, una preocupacin constante tiene que ver con la necesidad de
contribuir a la formacin de un pensamiento crtico. Si entendemos que aprender es incorporar
significativamente conceptos a la estructura cognitiva, entonces leer el diario, ver televisin,
escuchar radio u observar una pintura, son instancias de recepcin propicias a un aprendizaje
significativo, entendido ste no como una simple memorizacin detallista, sino como, una
reestructuracin o ampliacin de nuestras redes conceptuales. En otras palabras, un aprendizaje
es significativo cuando puede incorporarse a las estructuras de conocimiento que posee el sujeto,
es decir cuando el nuevo material adquiere significado para l a partir de su relacin con
conocimientos anteriores. Este aprendizaje tiene consecuencias directas sobre la forma de
entender el mundo, y especficamente sobre el aprendizaje escolar.
En este sentido, una enseanza de la historia que tenga entre sus propsitos romper con un
modelo de pensamiento estereotipado, debera contemplar distintas maneras de acceder al
conocimiento que se propone ensear.
Al decir de Howard Gardner cualquier tema rico y enriquecedor cualquier concepto que
valga la pena ensear- puede enfocarse como mnimo de cinco modos distintos que, grosso
modo, se proyectan a partir de las inteligencias mltiples. Podemos pensar en el tema si
imaginamos una habitacin con por lo menos cinco puertas o puntos que nos permiten acceder a
ella. Los estudiantes divergen en relacin con el punto de acceso que es ms apropiado para
ellos y con qu trayectorias son las ms cmodas de seguir una vez que han entrado ya en la
habitacin. La conciencia de estos puntos de acceso puede ser de ayuda para que el maestro o
profesor presenten nuevas materias atendiendo a los modos en los que una gama de estudiantes
pueden dominarlas con facilidad; entonces, a medida que los estudiantes exploran otros puntos
de acceso, tienen la posibilidad de desarrollar aquellas mltiples perspectivas que resultan ser
el antdoto mejor para el pensamiento estereotpicoi.
Actualmente Gardnerii describe ya unas siete puertas de entrada o vas de acceso para presentar
el conocimiento a los alumnos:
- Un punto de acceso narrativo, mediante la presentacin de un relato o narracin
acerca del concepto de que se trata.
- Un punto de acceso numrico, se enfoca el concepto recurriendo al trabajo con nmeros
y relaciones numricas.
- Un punto de acceso lgico, mediante la presentacin de proposiciones lgicas o
procesos de razonamiento deductivo.
- Un punto de acceso fundacional, mediante el abordaje de cuestiones profundas
acerca de la existencia o examinando las facetas filosficas y terminolgicas de un
concepto.
- Un punto de acceso experimental o practico, que comprende el trabajo con
procedimientos o materiales fsicos que favorecen la comprensin del concepto a
ensear.
Este apartado se basa en las ideas expresadas en Miguez, Eduardo (1992) Reflexiones sobre la enseanza de
la Historia y el uso de fuentes en la escuela media en Argentina en Propuesta Educativa Nro. 7. Buenos Aires,
Flacso-Mio Dvila. Si bien este trabajo se circunscribe a la escuela media consideramos que sus hiptesis
pueden extenderse a la escuela primaria, donde el trabajo con fuentes, de todos modos ha tenido una
importancia menor.
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Cabe aclarar que el positivismo "no se interrog acerca de cmo construye el sujeto la realidad en su
pensamiento. Supuso un conocimiento libre de valores, neutral y objetivo, porque el sujeto cognocente poda
y deba abstraerse de esos valores [...] todas las personas percibirn las mismas cosas, vern los mismos
fenmenos, tendrn las mismas experiencias. [...] (Por tanto,) desde el positivismo se califica como ideolgico
transposicin de lo que dicen las fuentes a los libros de manera mecnica. Unas fuentes
primarias que, por otra parte, los alumnos toman como algo definitivo, donde es verdad todo lo
que se dice, y no se plantea ningn interrogante ante ellas. Tampoco diferencian hechos de
interpretaciones de los mismos [...]"v.
Por ltimo, cabe destacar que la inclusin de las fuentes en la enseanza de la historia "no slo
tiene que estar dirigido a aproximar a los alumnos al trabajo de un investigador social" vi. El
trabajo con ellas contribuye a ampliar el universo de los alumnos, enriqueciendo sus
perspectivas tanto frente a lo conocido como a lo desconocido. La presencia de estos materiales
de un mundo que nunca han visto ampla sus intereses de conocimiento y profundiza su
capacidad de observacin
Pero alcanzar estos propsitos enunciados, no puede garantizarse con cualquier trabajo con
fuentes. Depender de la concepcin historiogrfica y de las estrategias didcticas en se inscriba
el mismo. Por eso resulta imprescindible responder a la pregunta "cmo trabajar con fuentes?,
cuestin que trataremos de responder a medida que abordemos el trabajo con los distintos tipos
de fuentes.
A travs del material del cual esta hecho un objeto, de su forma, su decoracin, podemos deducir
el uso que tuvo dicho objeto en un determinado contexto histrico, esto es, un uso domstico o
ritual, militar, funerario, entre otros.
Como con el abordaje de todas las fuentes histricas, la consideracin aislada de un objeto es
una abstraccin. Es imprescindible considerar un conjunto de ellos ya que "[...] cada objeto se
nos muestra en relacin con otros objetos y es esta relacin peculiar la que le da su verdadero
significado"viii. Por ejemplo, es preciso considerar el conjunto de restos existentes en una
excavacin arqueolgica para estudiar las caractersticas de uno de los restos encontrados. Sin
embargo, al mismo tiempo cada objeto transporta una informacin nica. Esta singularidad
puede referirse a la materia la tcnica con que est construido, su forma o su decoracin o al
lugar o la fecha donde fue hallado o la fecha de uso. Por ejemplo, no es lo mismo encontrar en un
basurero vajilla de cermica rstica descartada a fines de siglo XIX cuando la loza inglesa ya era
de uso masiva que haberla hallado un siglo antes.
Los museos, en especial los de historia y arqueloga, son los lugares caractersticos para el
descubrimiento y la interpretacin de objetos. Tambin los museos regionales que se centran en
la historia de una zona las casas-museo que presentan el contenido biogrfico de un personaje
famoso o de algn acontecimiento importante como en el caso del Cabildo o la Casa de
Tucumn.
Al mismo tiempo, organizar museos escolares puede constituirse en una oportunidad para
considerar los objetos como fuentes, abordando temticas como la vestimenta, la vida cotidiana,
la tecnologa domstica, los juguetes, la vida escolar o la historia de la comunidad barrial y sus
cambios a lo largo del siglo XX.
Ms all de las visitas al museo, en el trabajo cotidiano en las aulas puede resultar interesante
analizar los objetos materiales de distintas culturas que suelen aparecer fotografiados en los
manuales escolares, por ejemplo cuando se estudian las sociedades sin escritura o la cultura de
los primeros habitantes de las tierras americanas. En estos casos, es posible analizar instrumentos
de piedra de distinto tipo, cermicas, restos de viviendas, entre otros objetos. Otra opcin es
utilizar la oferta de museos virtuales que ofrece Internet.
escritura de ningn modo pueden encasillarse como simples actividades de "Lengua", ya que
tanto nios como adolescentes las realizan prcticamente en todas la reas curriculares. 3
Partiendo de esta premisa creemos que usar fuentes escritas en las clases de historia genera una
oportunidad para ensear a leer (y a escribir) conjuntamente con la enseanza de los
contenidos especficos. Tambin constituye una ocasin para leer textos de informacin, que, a
diferencia de los textos de ficcin, no son los de lectura ms comunes, en particular en la escuela
primaria.4
Tal como plantea Jean Hebrard, todos los maestros y profesores debemos ser maestros de lectura y
escritura. Esta proposicin tiene particular trascendencia en el contexto actual porque "la alfabetizacin en la
sociedad de fines del siglo XX no es la misma que la de fines de siglo pasado. Hoy leer es mucho ms difcil
y la manera en que las sociedades utilizan la escritura tambin es muy distinta. Las culturas escritas se han
puesto mucho ms complejas, intervienen permanentemente en la vida social y obligan a cada uno de nosotros
a saber leer y escribir [...] (las sociedades actuales) generan con ms fuerza an, iletrados (define a aquellos
nios y jvenes que, a pesar de la extensa trayectoria de escolarizacin, continan sin leer comprensivamente
y sin escribir eficazmente)" en Hebrard, Jean (2000). El aprendizaje de la lectura en la escuela, discusiones y
nuevas perspectivas. Conferencia brindada en la Biblioteca Nacional. Buenos Aires.
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Basamos este planteo en la afirmacin de D. Wray y M. Lewis quienes sealan que "los textos de ficcin
ocupan una posicin de preponderancia casi absoluta en muchas aulas de educacin primaria, tanto desde el
punto de vista de lo que se lee como de lo que escribe. Los profesores se sienten mucho ms seguros" en D.
Wray y M. Lewis (2000) Aprender a leer y escribir textos de informacin, Madrid, Ediciones Morata, pp. 30.
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Se advierte un uso no como un sustantivo que alude a un proceso, sino como un sustantivo que se refiere al
producto de un proceso: es decir, la cultura como el producto de ese proceso de conversin o cultivo de
algo o alguien.
En las clases de historia y ciencias sociales leemos para aprender y en ellas, la enseanza de
contenidos procedimentales, las fuentes o documentos se han convertido en uno de los objetos de
lectura privilegiada. En este caso, leemos fuentes para extraer informacin histrica.
Este sentido general de la lectura de fuentes se concreta de diferentes modos en cada actividad
ulica: leer para conocer la posicin de diferentes actores sociales frente a los hechos histricos
(la Revolucin de Mayo, la "Semana Trgica", el golpe de 1930, entre tantos otros ejemplos);
para observar la mirada de unos y otros actores sociales (la mirada que tenan los conquistadores
de los indgenas americanos o los colonizadores europeos de los habitantes de frica durante la
expansin colonial, entre otros); para detectar explicaciones, justificaciones o argumentaciones
de historiadores, protagonistas o testigos de los hechos histricos. Es decir, como en todas las
instancias de lectura, tanto dentro como fuera de la escuela, se lee con un sentido, que
consideramos conveniente explicitar, mencionar cada vez que propongamos actividades de
lectura de fuentes.
Cmo preparamos a nuestros alumnos para la lectura de fuentes?
- realizando un reconocimiento explcito y previo de los propsitos de la lectura: los
interrogantes que se quieren responder, la informacin que se quiera obtener y los
problemas a indagar.
- contextualizando las fuentes que se incluirn en una secuencia didctica ya que el
documento es esencialmente producto del contexto en que tuvo origen y no slo parte de l.
haca ms de un siglo en Europa, siempre haba sido asociada a la 'cultura baja'. En ese
momento, el descubrimiento no fue casual, "corresponda a la bsqueda de documentos
"humanos" -una de las palabras clave de la "historia viva", entonces y ahora-. Tambin pareca
responder a nuestro insaciable apetito de la "inmediatez", permitindonos transformarnos literal
y metafricamente en testigos oculares de los eventos histricos. Asimismo, nos prometa una
nueva intimidad entre los historiadores y su materia de estudio, posibilitndonos sino escuchar
el pasado (un rol que pronto sera asignado a los testimonios orales) al menos a verlo, en
trminos cotidianos, "cmo era". Otra de las metas que pareca poner a nuestro alcance era la
de ponerle nombres y rostros a la annima muchedumbre -las "masas", que la renovada historia
social pretenda rescatar"xii.
A partir de entonces, las fotografas comenzaron a utilizarse como textos sustanciales por
derecho propio, con poder de crear su propia narrativa, de contar historias (Samuel,
Raphael: 2003).
Considerar de este modo a la fotografa u a otro tipo de imgenes implica desarrollar tcnicas
propias para su lectura pero tambin inscribir las imgenes a indagar en el contexto
histrico en que fueron producidas, dos premisas claves para ensear historia utilizando
imgenes.
V. Algunas estrategias
El trabajo con fuentes en una secuencia didctica.
Retomando la cuestin acerca de cmo trabajar con fuentes?, podemos referir que el trabajo
con fuentes puede incluirse en las tres fases de una secuencia didctica: como induccin previa o
motivacin a la reflexin de un tema, como ejercicio de aplicacin, contraste o ampliacin
durante el desarrollo conceptual de un tema y como propuesta de integracin (Trepat, 1995) xiv
Resumiendo queremos destacar dos aspectos importantes en el trabajo con fuentes. Por un lado
su contextualizacin como condicin necesaria para su inclusin en una secuencia didctica.
Por otro, como se seal ms arriba, que una fuente no puede ser abordada de manera aislada y
autosuficiente, es conveniente la lectura y contrastacin de un conjunto de fuentes de diverso
tipo. Esta diversidad no solo puede estar motivada por la necesidad de ampliar la informacin
sino tambin por el propsito de poner en juego dos principios explicativos de las ciencias
sociales como son la multiperspectividad (contrastar las distintas perspectivas de los actores
contemporneos a un hecho o proceso a estudiar) y la controversialidad (distinguir las
diferencias en la descripcin y valoracin de los hechos y procesos al interior de la ciencia
histrica, entre los historiadores).
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* Lic. en Historia (UBA), Prof. en enseanza media y superior (UBA); Diploma superior en
Ciencias Sociales con orientacin en Currculo y prcticas escolares; Editora, coordinadora,
autora y coautora de diversos textos escolares y materiales didcticos para EGB y Polimodal y en
Educ.ar y la Unidad de Recursos Didcticos, Ministerio de Educacin de la Nacin (2001).
Profesora de nivel secundario; Ayudante de 1 de la Ctedra de Didctica especial y prcticas de