El documento resume la vida de San Martín de Tours, obispo francés del siglo IV. Nació en Hungría en el seno de una familia militar romana y se convirtió al cristianismo cuando era joven. Sirvió en el ejército romano pero renunció para dedicarse a la vida religiosa, fundando el primer monasterio de Galia. Fue nombrado obispo de Tours a pesar de su reticencia y sirvió allí durante más de 25 años promoviendo el cristianismo en la región. Es recordado por haber
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El documento resume la vida de San Martín de Tours, obispo francés del siglo IV. Nació en Hungría en el seno de una familia militar romana y se convirtió al cristianismo cuando era joven. Sirvió en el ejército romano pero renunció para dedicarse a la vida religiosa, fundando el primer monasterio de Galia. Fue nombrado obispo de Tours a pesar de su reticencia y sirvió allí durante más de 25 años promoviendo el cristianismo en la región. Es recordado por haber
El documento resume la vida de San Martín de Tours, obispo francés del siglo IV. Nació en Hungría en el seno de una familia militar romana y se convirtió al cristianismo cuando era joven. Sirvió en el ejército romano pero renunció para dedicarse a la vida religiosa, fundando el primer monasterio de Galia. Fue nombrado obispo de Tours a pesar de su reticencia y sirvió allí durante más de 25 años promoviendo el cristianismo en la región. Es recordado por haber
El documento resume la vida de San Martín de Tours, obispo francés del siglo IV. Nació en Hungría en el seno de una familia militar romana y se convirtió al cristianismo cuando era joven. Sirvió en el ejército romano pero renunció para dedicarse a la vida religiosa, fundando el primer monasterio de Galia. Fue nombrado obispo de Tours a pesar de su reticencia y sirvió allí durante más de 25 años promoviendo el cristianismo en la región. Es recordado por haber
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Martn, pobre y humilde, entra en el cielo como rico.
Desde all, as lo espero, nos mira y nos custodia, a m,
que escribo esto, y a ti, que lo lees Sulpicio Severo. Vida de San Martn de Tours. Vista actual de Szombathely, Hungra 1. Vida de San Martn, obispo de Tours Nos remontamos imaginariamente a la primera dcada del siglo IV, cuando el Imperio Romano estaba gobernado por Licinio en el oriente, y Constantino en la parte occidental. Afnales del 316 y principios del 317, se produce entre ambos uno de sus primeros enfrentamientos armados. Tras el acuerdode paz, Liciniopierde algunos ter- ritorios entre los que se encuentra la provincia de Pannonia. All, en esos meses, en la fronteriza colonia y guarnicin de Sabaria, la actual Szom- bathely (Hungra), naca Martn, en el seno de la familia de un ofcial del ejrcito romano. En esos aos, gracias a la decisin de Con- stantino, haban concluido las persecuciones a los cristianos y se poda practicar la fe con lib- ertad; sin embargo, los padres de Martn con- tinuaban profesando los cultos de sus antepasados romanos. Junto a su familia se traslada a la ciudad de Pavia (actualmente en Italia), donde pasa la mayor parte de su in- fancia y juventud y donde es educado para cumplir con el mandato paterno que aspiraba para l una carrera en el orden militar del im- perio. Es durante este perodo que Martn conoce la fe cristiana y comienza, en secreto, el catecumenado, un extenso tiempo de preparacin que antiguamente se acostum- braba antes de recibir el bautismo. A los 15 aos ingres oficialmente a las mili- cias romanas obligado por su padre. No le fue fcil conciliar su vida de soldado con la exi- gencia de la fe cristiana; pero a pesar de todo fue buscando la forma de llevar su vida del modo que Jess le enseaba en en su Palabra. 5 6 Fue bautizado aproximadamente en el ao 334, cuando contaba con 18 aos. Sin embargo, con- tino en el ejrcito por algn tiempo ms. Su bigrafo, Sulpicio Severo, relata las difciles cir- cunstancias que tuvo que enfrentar para poder, por fn, retirarse en al ao 356. Liberado de sus obligaciones militares y deseoso de profundizar en el camino de la fe, se traslada a Poitiers, en la provincia de las Galias (actualmente Francia) para encontrarse con el obispo de esa regin, el venerable Hilario. Si bien este primer encuen- tro fue breve porque el obispo debi marchar al exilio, determin el comienzo de una larga y fe- cunda amistad. Despus de varios aos de una existencia mar- cada por el ritmo militar, Martn necesitaba en- contrar una forma de vida que llenara los deseos ms profundos de su corazn. Luego de la par- tida de Hilario, emprende un viaje - muy pare- cido a una bsqueda interior - que lo devolver a su pueblo natal, donde logra convertir al cris- tianismo a su madre aunque no tuviera la misma suerte con su padre. Desde all parti a Miln, donde entra en contacto con grupos de hom- bres y mujeres que se dedicaban a una vida de retiro, oracin y ascetismo. Se instala en una pe- quea ermita en las cercanas de la ciudad pero al poco tiempo es expulsado por el obispo Auxen- Una capa para Jess Uno de los hechos de la vida de San Martn que el arte ms ha repre- sentado a lo largo de los siglos, es la entrega de una parte de su capa a un pobre mendigo. As lo relata su primer bigrafo, Sulpicio Severo, en el ao 397 aproximadamente: Cierto da, no llevando consigo nada ms que sus armas y una sencilla capa militar, encontr Martn en las puertas de la ciudad de Amiens, a un pobre desnudo. Como la gente que pasaba a sulado no atenda los ruegos que les haca para que se apiadarande l, el varn, lleno de Dios, comprendi que si los dems no tenan piedad, era porque el pobre le estaba reservado a l. Qu hacer? No tena ms que la capa militar. Lo dems ya lo haba dado en ocasiones seme- jantes. Tom pues la espada que cea, parti la capa por la mitad, dio una parte al pobre y se puso de nuevo el resto. [] A la noche, cuando Martn se entreg al sueo, vio a Cristo vestido con el trozo de capa con el que haba cu- bierto al pobre. Luego oy al Seor que deca con voz clara a una multitud de ngeles que lo rodeaba: Martn, siendo todava catecmeno, me ha cubierto con este vestido. En verdad el Seor, recordando las palabras que l mismo dijera: Lo que hagana uno de estos pequeos, a m me lo hicieron(Mt. 25, 40), proclam haber recibido el vestido en la persona del pobre. Sulpicio Severo. Vida de San Martn de Tours. 3, 1-4. Simone Martn Renuncia a las armas (1317), Capilla de San Martn, Iglesia inferior de la Baslica de San Francisco, Asis La Caridad de San Martn (1440) Museo Diocesano de Rottembourg, Alemania 7 cio, seguidor de las doctrinas de Arrio. Desde all pasa a la pequea isla de Gallinaria, frente a la costa de Gnova, donde con un compaero pone en prctica una vida monstica ms exi- gente que la anterior. Hacia el ao 361 Martn se entera del retorno de Hilario; ante la noticia, rpidamente parte hacia Poitiers al encuentro de su maestro espiri- tual. Decidido a continuar con una vida de oracin y penitencia, en acuerdo con el obispo, se instala a unos pocos kilmetros de la ciudad, en Ligug, donde levanta el que ser el primer monasterio de las Galias. All se van a agregar numerosos discpulos deseosos de compartir un estilo de vida centrado enla oraciny la pobreza. All va a permanecer casi 10 aos. Durante ese tiempo muere Hilario entre el 367 y el 368. Pero la estabilidad conseguida en su comunidad de Ligug, va a concluir con un episodio ines- perado para Martn. En el 371 muere Liborio, obispo de la ciudad de Tours, a pocos kilmet- ros de Poitiers. En aquellos tiempos la partici- pacin de la comunidad cristiana en la eleccin de su pastor era mucho ms activa. Conocida la fama de santidadde Martn, es nom- bradoobispoa pesar de supropia negativa. Si bien cuenta SulpicioSeveroque algunos dignatarios se oponan al candidato porque era indigno del episcopado un hombre con un exterior despre- ciable, con los vestidos sucios y los cabellos des- greados, para el pueblo de Tours, ese mismo hecho era la muestra de la humildad y la entrega que deseaban ver en su nuevo pastor. La infuencia de Hilario La posicin social del obispo de Poitiers, su cultura, la profundidad de su ingenio, tal como se manifesta en sus obras, lo hacen en muchos aspectos superior al antiguo hombre de armas que se ejercitaba en practicas ascticas. Aunque Martn haya llevado vida de ascesis antes de la se- gunda estancia en Poitiers y su fundacin de Ligug se ase- meje mucho a las de Miln y Gallinaria, hay motivos para creer que Hilario infuenci en la espiritualidad asctica de Martn. Christine Mohrmann. Introduccin a la Vida de San Martn de Sulpicio Severo. San Hilario de Poitiers Naci en esa ciudad, alrededor del ao 315. A pesar de ser un rico propietario de tierras con una familia ya formada, la in- quietud de su corazn lo llev a buscar algo que le diera mayor sentido a su vida. En un primer momento se inclin por las doctrinas neoplatni- cas pero a travs de la lectura de la Biblia descubri la fe cris- tiana. Poco tiempo despus de su bautismo fue proclamado obispo de su ciudad. Luch contra las doctrinas arrianas a travs de sus escritos; el ms famoso es el De Trinitate. Debi sufrir el exilio durante seis aos y, vuelto a Poitiers, tuvo como colaborador a Martn. Muri en el 367. Ordenacin de San Hilario Manuscrito del siglo XIV Simone Martini Capilla de San Martn, Iglesia inferior. Baslica de San Francisco, Asis. 8 George R Clarke. Iglesia de Marmoutier Como obispo, Martn trat de mantener un justo equilibrio entre su marcada vocacin al si- lencio y la oracin, con las nuevas tareas que este servicio le exiga. A unos tres kilmetros de la ciudad fund, junto con 80 discpulos, la co- munidad denominada Maius Monasterium, ms conocida como Marmoutier. All trat de mantener su vida conventual en los tiempos que le dejaba libre su tarea pastoral. En esa impor- tante comunidad monstica se formaran mu- chos de los que, aos despus, seran obispos y esforzados misioneros en las Galias. San Martn de Tours: Maestro de santos A lo largo de los aos muchos hombres y mujeres que queran vivir las palabras de Evangelio de Jess de una manera radical, buscaban en los santos de los primeros siglos una enseanza a seguir. San Martn siempre fue el ejemplo vivo de la caridad cristiana, por haber entregado la mitad de su capa a un mendigo. Pasaron muchos aos y hacia 1896, Santa Teresita del Nio Jess escribi a su superiora: Este ao, Madre querida, Dios me ha concedido la gra- cia de comprender lo que es la caridad. Es cierto que tam- bin antes la comprenda pero de manera imperfecta. No haba profundizado en estas palabras de Jess: El se- gundo mandamiento es semejante al primero: Amars a tu prjimo como a ti mismo. Este descubrimiento fue acompaado por un gesto: de una Historia de Francia cort la figura de San Martn e hizo una estampa para tenerla siempre en el Breviario, el libro que utilizaba para rezar. De esta manera el santo obispo de Tours se convirti en el maestro que le recordaba a Teresita qu significaba amar verdaderamente al prjimo. Santa Teresita del Nio Jess, foto de principios de julio de 1896 Imagen de San Martn de Tours que llevaba en su breviario 9 Simone Martn - Muerte de San Martn (1317) Capilla de San Martn Iglesia inferior de la Baslica de San Francisco, Ass Durante ms de 25 aos Martn va a desplegar su caridad y celo apostlico a lo largo de las re- giones de Turena, Chartres, Pars, Autun, Sens y Vienne. Visitaba las parroquias ms alejadas, sobre todo en las zonas rurales donde se man- tenan todava muchas prcticas cultuales con- sideradas paganas. El obispo obraba con frmeza en la extirpacin de esos ritos favoreciendo la difusin de la fe cristiana, acompaando su tarea - segn Sulpicio Severo - con abundantes milagros que manifestaban la accin de Dios a travs de su persona. Contaba con ms de 80 aos, cuando fue a la comunidad de Candes para intentar reconciliar a algunos sacerdotes enfrentados entre s. Es- tando en esa tarea sinti que su vida se acababa y se lo comunic a los discpulos, a quienes an- imaba diciendo: Djenme, djenme, her- manos, mirar al cielo ms que a la tierra para que el espritu que va a emprender el camino se dirija al Seor. Martn muri alrededor del 8 de noviembre del 397. Se lo celebra el da 11, fecha en la que segn las antiguas tradiciones fue enterrado en el pueblo de Tours. 10 La difusin del culto a San Martn de Tours Al poco tiempo de la muerte de Martn, se levant una capilla sobre su sepulcro que, con el tiempo, se convirti en una es- plndida Baslica. Los diversos confictos polticos y religiosos que atraves la regin hicieron que la iglesia fuera destruda por los normandos en el siglo Vy los hugonotes en 1526, para ser fnalmente demolida durante el tiempo de la Revolucin Francesa. La actual Baslica fue inaugurada en 1925 y custodia los restos del santo obispo de Tours. A lo largo y ancho de Europa son muchos los templos levantados desde los primeros siglos en honor de San Martn. Pero, sobre todo, es en la cultura popular de manera especial dentro del mundo agrcola, donde se encuentran mayores mani- festaciones festivas y de devocin. La celebracin del 11 de noviembre es conocida con el nombre de Martinmas y se la relaciona con la cosecha de las uvas, sobre todo en Francia. En las Canarias ese da se abren las bodegas, se hacen inmensas fogatas con muebles viejos y los estudiantes se van de clase en lo que se conoce como la Fuga de San Martn. Como esa fecha del invierno europeo coincide con la poca de la inmigracin de las ocas o patos silvestres, tambin las antiguas im- genes lo representan a San Martn acompaado con esa ave. Los campesinos lo invocaban como intercesor por las enfer- medades de los animales. En Espaa coincida la festa del santo con la matanza de los cerdos, de ah naci el refrn popular: A cada chancho le llega su San Martn. En muchas regiones es considerado protector de los jinetes, por eso es costumbre dejar como ofrenda herraduras, algunas de oro, en las iglesias dedicadas a San Martn. Tambin es conocido como patrono de los soldados, los mendigos, los sastres, los vendedores de telas e incluso de los borrachos. Adems de Buenos Aires es patrono de las ciudades de Szombathely (Hungra), el lugar donde naci; tambin de Utrecht (Holanda) y del municipio de San Martn de Loba, en el Departamento de Bolvar (Colombia). Martinmas , Alemania 11 por suerte cupo a esta ciudad por patrn della el seor San Martn. Acta del Cabildo de Buenos Aires. 20 de octubre de 1580. Segunda Fundacin de Buenos Aires por Juan de Garay. leo de Jos Moreno Carbonero (Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires) 2. Buenos Aires y su Santo Patrono Luego del primer intento de poblacin real- izado por Don Pedro de Mendoza en 1536, las pobres chozas levantadas en el fuerte Santa Mara de los Buenos Aires, van a ser destruidas y los sobrevivientes van a remontar el ro Paran hacia llegar a un asentamiento ms benigno lla- mado Asuncin, la actual capital de Paraguay. Pasaron 46 aos hasta que desde esa ciudad partiera una nueva expedicin al mando de Don Juan de Garay, con el mandato del adelan- tado Juan Torres de Vera y Aragn, de fundar las poblaciones que pareciere ser conve- niente para ensalzamiento de nuestra santa fe catlica y para aumento de la real corona. As, el sbado 11 de junio de 1580 despus de buscar un lugar propicio y convocando al grupo de 64 hombres que lo acompaaban, de los cuales slo 11 eran espaoles y el resto criollos, Juan de Garay dio la orden al escribano Pedro de Jerez para que hiciera la solemne lectura del acta en que se proclamaba que: estando en este puerto de santa Mara de Buenos Aires hago y fundo en el dicho asiento y puerto una ciudad, la cual pueblo con los soldados y gente que al presente tengo y he trado para ello y mando que se intitule la ciudad de la Trinidad Segn las normas reales vigentes en ese tiempo, para fundar una poblacin se tenan que cumplir una serie de actos que completaban la 12 lectura y frma del acta; se deba constituir el Cabildo y elegir a sus miembros, hacer una traza repartiendo las tierras con los pobladores y alzar en el terreno destinado a plaza mayor, un madero que se denominaba rbol de Justicia donde se ejecutaran a los culpables de algn delito. Luego de realizado todo esto, Garay tom posesin de la ciudad en nombre del Rey y. en seal de esto. hech mano a su espada y cort hiervas, y tir cuchilladas, y dijo, si haba alguno que lo contra- diga y no apareci nadie que lo contradijese Ya no como una disposicin Real pero s como tradicin, a los pocos das de la fundacin de una ciudad, el Cabildo se reuna para darle a la misma un santo protector. En algunos casos esa eleccin corra directamente por parte del fun- dador o por consenso de los cabildantes; en otros casos se haca un sorteo poniendo en un bolsa los nombres de los santos ms conocidos y venerados en ese tiempo. As sucedi en Buenos Aires el 20 de octubre de 1580: los miembros del Cabildo se reunieron como lo hacan habitualmente, con un orden del da de- tallado. El primer asunto era el de elegir al cus- todio divino de la famante poblacin: que por suerte cupo a esta ciudad por patrn de ella, el seor San Martn, y aquel da (el 11 de noviembre) es justo solemnizar la festa, y que se d orden quien saque y debe sacar el estandarte real, y se platic el uso y costumbre que en esto hay, y se acord y mand en conformidad de todos los seores del cabildo que el regidor ms antiguo de cada ao lo saque, y esta costumbre se guarde siempre (Acta del Cabildo del 20 de octubre de 1580) De esa sencilla forma, San Martn, obispo de Tours pas a formar parte de la vida cotidiana de esa aldea colonial que creca lentamente a orillas del Ro de la Plata. A lo largo de los aos, incluso hasta el da de hoy, corre una versin distinta sobre la eleccin del patrono porteo, segn la cual habra suce- dido gracias a una situacin milagrosa. El his- toriador Antonio Larrouy, en su trabajo Los orgenes de Buenos Aires (1536-1580), dice: Una tradicinrefere que al encontrarse con el nombre de San Martn, los cabildantes quedaron poco satisfechos: hubieran preferido sin duda algn santo de Espaa o ms conocido en ell, y San Martn fue obispo de Tours y se llam el Apstol de las Galias, aunque no era nacido en ellas. Porfaron pues, aquellos en que se Lonie Matthis, La plaza mayor en el ao 1600. Propiedad de Oscar Carbone 13 El Pastor del ro (1792) Es loco el pampero, pero no se le conoce locura como la de ayer. Alas oraciones su furia arrastr al ro hasta las balizas. Durante la noche no par de correr y silbar. Las gentes de Buenos Aires durmieron ape- nas. Hubo que sujetar los postigos, porque a la menor imprudencia se apareca por las habitaciones donde ardan las velas ante las im- genes, soplaba y suma todo en la oscuridad. Las seoras tornaban a encender los candiles. Rezabansus rosarios, implorando a SanMartn de Tours, el Patrono, para que intercediera ante el Seor y aplacan al Diablo. Yel viento, sinreposo, se revolcaba enlos patios y se llevaba por las cinturas grises a las delgadas columnas de humo que escapabande los fogones, a que bailaran con l. Manuel Mujica Linez, Misteriosa Buenos Aires. Lonie Matthis, Eleccin de San Martn de Tours. Museo Colonial e Histrico de Lujn Pinturaconel escudodelaciudadde Buenos Aires, de 1744. En el extremo derecho aparece la fgura de un obispo quien sera San Martn de Tours. Museo Histrico Nacional del Cabildo y la Revolucin de Mayo volviera a echar suerte, pero el Santo porf en salir segunda y tercera vez, hasta quedar en fn posesionado de la ciudad. Si bien este relato es repetido muchas veces de boca en boca, en forma anecdtica y simptica, lo cierto es que el nico documento existente nada trae de esa reiterada eleccin. 14 El Altar y Retablo a San Martn en la Catedral Metropolitana Un personaje que aparece ms de una vez en la historia de la Catedral de su tiempo, don Gaspar Santa Coloma, diriga a un amigo, don Bernardo Sancho de Larrea, una misiva con fecha 12 de marzo de 1791, que dice: Habin- dome concedido el Rey Nuestro Seor la gracia de quedar exento de cargos concejiles de esta Capital, en virtud de la oferta que hice de hacer el Retablo a Nuestro Glorioso Pa- trono San Martn, dejando a mi libre y espontnea volun- tad el hacerlo o no, cumpliendo con mi palabra y devocin ste sera el que hoy admiramos y que se con- struy para la nueva Catedral, cuya reconstruccin ya es- taba en marcha. En cuanto a la imagen que se encuentra en el retablo, no hay mayores datos sobre su origen, aunque se habl de haberlo tenido en un taller de Francia y llegado a la Catedral a fnes de 1838. Jos E. Mos. La Catedral de Buenos Aires. Tiempos y Espacios. Retablo de San Martn de Tours. Catedral Metropolitana 15 San Martn, nuestro patrn y abogado, y su casa que es hospital de esta ciudad. Acta del Cabildo de Buenos Aires. 16 de octubre de 1589. Plano que manifesta el repartimiento de solares que hizo el gral. Juan de Garay a los fundadores de Buenos Ayres. Ao 1583. Archivo General de Indias, sobre el margen inferior derecho puede verse la manzana destinada al Hospital San Martn 3. El Hospital San Martn Como ya hemos visto, uno de los actos formales de la fundacin de una ciudad consista en el reparto de parcelas en favor de los primeros pobladores. En el ms antiguo plano que se con- serva de la ciudad se pueden ver los lugares que Juan de Garay destin para el Cabildo, la Plaza y el Fuerte, como tambin los terrenos para la construccin de la Iglesia Mayor (actual Cate- dral) y los conventos de franciscanos y domini- cos. En la manzana 36, comprendida entre las actuales calles Reconquista, Corrientes, 25 de Mayo y Sarmiento, se puede leer la siguiente in- scripcin: San Martn Hospital. El fundador quiso poner bajo la tutela del pa- trono de la ciudad, el lugar destinado en el fu- turo a atender las dolencias de la poblacin, donde adems se construira un templo anexo para venerar la imagen del santo. Pero la con- crecin de este proyecto sera muy difcultosa. Siguiendo las desventuras que padeci la insta- lacin del hospital, podemos rastrear el destino de la ermita o iglesia dedicada al protector porteo. La responsabilidad sobre la creacin y marcha del dispensario recaa sobre el cabildo de la ciu- dad. ste deba procurar los medios econmi- cos, no slo para construirlo sino tambin para proveerlo de mdico y de medicina. Para esto, contaba con una parte de los ingresos por im- puesto o diezmos. Recin en las Leyes de Indias, editadas en 1680, se va a determinar claramente el porcentaje correspondiente al hospital: mandamos que de los diezmos de cada Iglesia Catedral se saquen las dos partes de cuatro para el Recopilacin de las Leyes de Indias, 1681 16 Prelado y cabildo, como cada ereccin lo dispone, y de las otras dos se hagan nueve partes: las dos novenas de ellas sean para Nos; y de las otras siete, las tres sean para la fabrica de la Iglesia Catedral y Hospital, y las otras cuatro novenas partes, para el salario de los curas, que la ereccin mandare Leyes de Indias, XXIII. La nueva poblacin era tan pequea y escasa de riquezas, que esa novena parte resultar siempre insufciente para tanimportante obra. Apesar de eso, el cabildo puntualmente designaba todos los aos a una persona con el cargo de Mayordomo del Hospital, el que se encargaba de la adminis- tracindel dinero del cual tena que rendir cuen- tas, as como tambin del estado edilicio de la obra. Era frecuente que enese periodo, el mayor- domo viviera en el lugar que deba custodiar. La mayora de las construcciones de ese tiempo en Buenos Aires eran provisorias y no contaban ms que con algunos locales hechos en adobe, palo, madera y paja. Si bien no hemos encon- trado algn documento que confrme concreta- mente la existencia y las caractersticas de la capilla u hospital, las fuentes nos dan algunos indicios para afrmar que, por lo menos en forma rudimentaria, algn espacio estaba dedi- cado a ese fn en la ltima dcada del siglo XVI y en la primera del XVII. En 1608, al hacerse una mensura del jido ur- bano, al referirse a la distribucin de los lotes hacia el norte de la Plaza Mayor, se menciona a la Cruz Grande de la ermita del Seor San Martn de Tours. En las actas del Cabildo consta que unos aos antes en junio de 1605, se haba contratado al vecino portugus Ruy Gmez de vila para la construccin del dis- pensario e iglesia pero, aparentemente, no cumpli con su parte ya que en el Acta del 20 de junio de 1605 fgura la intervencin del Procurador que pide se le exija: que pague en Plata lo que est obligado a hacer en la casa del Hospital para que se traiga una imagen de bulto del Seor San Martn patrn. Habr sido esa imagen la que despus fue puesta en la ermita que se menciona en 1608? No lo sabe- mos pero es posible. A partir de 1611 se nota un mayor inters de parte del Cabildo en concretar la construc- cin tanto del dispensario como del templo y que la advocacin [] sea de San Martn, Patrn de esta ciudad, lo cual se haga con la brevedad que fuere posible. Los fun- cionarios designados hicieron prontamente las diligencias encargadas y presentaron una dificultad no prevista y que consta en el acuerdo del 7 de marzo de ese ao: a partir de la forma en que se fue desarrollando la vida de la ciudad, la ubicacin destinada por el fundador para el hospital no era la ms adecuada, por lo cual proponen: Unas vacas para el Patrono Era tan poco el dinero para hacer el Hospital e Iglesia, que el Cabildo no perda oportu- nidad de agrandar un poco sus fnanzas. En un acta de 1589, refrindose a las vacas salvajes que deambulaban por el jido urbano, dice que: en esta ciudad no hay ninguna, porque todas son de los vecinos de esta ciudad, y que si han dejado por descuido de herrar algunas, se han aplicado a San Martn, nuestro patrn y abogado, y a su casa que es hos- pital de esta ciudad. Acta del Cabildo de Buenos Aires. 16 de octubre de 1589. 17 que sera ms til y conveniente hacerle y fun- darle en el camino que va al Riachuelo de esta ciu- dad, donde est ms cerca del comercio y a causa de que aqul es el paso por donde entran en la ciudad la gente que viene por la mar y es donde la mayor parte vienen los pobres enfermos Se propone entonces comprar o trocar los cua- tro solares que forman la manzana comprendida entre las actuales calles Mxico, Defensa, Chile y Balcarce. Muy lentamente se van a ir levan- tando las paredes en esta nueva ubicacin. Para 1614 todava el templo no era utilizado para el culto. Esto no impidi que se solicitara a la Sede Apostlica algunos privilegios espirituales para la conmemoracin del Patrono. Efectivamente, a travs del Consejo de Indias lleg a Buenos Aires la comunicacin: de un jubileo plensimo concedido por Su Santi- dad el Papa Paulo V al Hospital e Iglesia de San Martn de esta ciudad, que se gana en ella en el da de las vsperas y enel dadel bienaventurado santo Este importante acontecimiento llev a los cabildantes a decidir el traslado de la imagen del santo Patrono, conser vada y custodiada en la Iglesia Mayor, hacia la hu- milde capilla adjunta al dispensario. Para esto se solicit al vicario, padre Pedro Gonzlez de Santa Cruz, que el domingo anterior a la festividad de San Martn, se lo lleve en procesin aderezndose las calles por donde hubiere de pasar. Segn consta en el acuerdo, el mismo Ca- bildo se hara cargo del gasto de la cera y otras cosas que fuere menester As, en la tarde del domingo 9 de noviembre de 1614, la comunidad portea, presidida por las autoridades y el cura vicario, se encolumn de- trs de la imagen de su patrono para recorrer las El Jubileo Enlatradicincatlica se designa as a untiempo especial donde se invita a la reconciliacin con los dems y con Dios. Ordinariamente se cele- bran en toda la Iglesia cada 25 aos desdeel ao1300. El Papapuedede- cidir la celebracinde algunos extra- ordinarios, ya sea para toda la Iglesia Catlica o para algn lugar en par- ticular. Este ltimo es el caso del otorgado al templo de San Martn enel hospital. El perdnde los peca- dos se ganaba conla realizacinde algunas prcticas devocionales (oracin, confesin, comunin, etc.) desde la vspera del da sealado. Papa Paulo V Plano de la ciudad de Buenos Aires dibujado por el sargento mayor Jos Bermdez, 1713 (detalle). Archivo General de Indias Referencias: A: Plaza Mayor; B: Cabildo; C: Iglesia Mayor; D: San Francisco; E: hospital e iglesia San Martn; F: Santo Domingo 18 El abandono del Hospital No hay noticia de que el Hospital se usara en esa poca pues carecade mdico y de remedios, siendo sus escassimas rentas in- sufcientes paracostearlaceraylas fores depapel queconsumala capilla. Los vecinos, anlos ms miserables, preferanasistirse en sus casas; los soldados, enel presidio. Laasistenciamdicadelos ve- cinos se hacaenlos domicilios, mediante las purgas, sudaciones y paos calientes quelos mismos enfermos serecetaran, reservndose los clsicos candeales y caldos de gallina para fortalecer a los con- valecientes. Jos Ingenieros. La locura en la Argentina. cuadras que separaban al templo principal de la ciudad de la capillita del hospital; el traslado de la imagen dio lugar tambin a la bendicin del nuevo templo. Ese ao las tradicionales festas del 11 de noviembre en honor de San Martn tuvieron una especial solemnidad y signif- cacin: la tan deseada iglesia pareca que comenzaba a tomar forma. Pero este aparente entusiasmo se fue diluyendo en forma progresiva ya que no fal- taron algunas circunstancias que empaaron el progreso del proyecto llevando tanto al hospital como la iglesia de San Martn a una situacin de abandono. Sus destinos, lamen- tablemente, se encontraban unidos y, por mucho que el templo fuera abierto para el culto, no poda progresar materialmente si no pasaba lo mismo con el dispensario. Una solucin posible era la de ceder el manejo de la obra a alguna de las rdenes re- ligiosas que se dedicaban a la atencin de los enfermos. Hacia 1635 va a realizarse un primer intento para que los Hermanos de San Juan de Dios asuman la conduccin del hospital. Pero, en esos aos, la poltica reli- giosa de la corona espaola con respecto a la aprobacin de nuevas casas de frailes en Amrica, no era la ms optimista. Por eso, despus de largos aos de tratativas, a travs de una Cdula Real del 5 de marzo de 1665, se comunica al gobernador que: lafundacinde hospital que proponis, seaconlos hermanos de laordende SanJuande Dios oconotros religiosos, tiene tantos inconvenientes que obligaaex- cluirlatotalmente yamandaros que nopermitis que de ninguna manera se trate de ello La negativa real no va a provocar el cierre de la cuestin. Las autoridades civiles y religiosas de Buenos Aires van a ir reafirmando su con- viccin acerca de la urgencia de contar en forma definitiva con el hospital. Esta necesi- Antigua imagen de San Martn de Tours que se halla en la actualidad en la sacrista de la Catedral. Probablemente sea la ms antigua de las existentes Annimo. Vista de Buenos Aires, 1628 19 Ntra. Sra. de Copacabana la devocinde los marinos en Buenos Aires Copacabana es el nombre de una pennsula en el lago Titicaca en Bolivia; este lugar era sagrado para el pueblo aymar. Posteriormente, tras el establecimiento del im- perio Inca, se respet su sacralidad construyndose en l un templo solar. Al llegar los espaoles, fue arrasado todo rastro de las antiguas creencias, transformndose este espacio en un lugar de culto cristiano. Hacia 1581, Felipe II fue nombrado monarca de Portugal; la unin entre estos reinos facilit el trnsito de comerciantes que venan desde el Per hasta las costas de Ro de Janeiro. Segn la tradicin, alguno de stos construy en ese lugar una capilla en honor de la Virgen de Copacabana como fruto de una promesa que haba hecho en ocasin de haberse salvado de un naufragio. As, esta devocin mariana fue conocida como protectora de los naveg- antes. Su templo, en uno de los puntos comerciales ms importantes del Brasil, hizo que los marinos llevaran su religiosidad a los distintos puertos que tocaban. As, lle- gados al puerto de Buenos Aires, en su subida a la aldea, dejaron una imagen de Nuestra Seora de Copacabana en la pequea capillita de San Martn, anexa al hospital. El culto se fue afanzando hasta el punto que, en los doc- umentos del siglo XVII, muchas veces se referen al tem- plo identifcndolo slo con esta devocin a la Virgen Mara, signo esto del desarrollo que haba tomado. No sabemos por qu, ya hacia principios del siglo XVIII, volvera a designarse al Hospital con el antiguo nombre de San Martn, sin ninguna otra referencia. San Pedro de San Jos de Betancurt, Fundador de los Betlemitas dad va a hacer que las autoridades de la ciu- dad encaren, a cuenta propia, la reconstruc- cin mientras se esperaba un cambio de postura de parte de Espaa. Pasaron muchos aos y gran cantidad de cartas cruzaban el ocano de un lado y el otro, sin encontrar una solucin definitiva; mientras tanto, el hospital no funcionaba y la pequea iglesia de San Martn con su destino atado al dispensario, tampoco mejoraba en su realidad edilicia. Hacia fnales de 1729, el Cabildo de Buenos Aires va a proponer una alternativa nueva que a lo largo del tiempo pudo prosperar: el arribo de los Betlemitas. Esta orden religiosa dedicada a la atencin de los enfermos, haba sido iniciada por San Pedro de San Jos de Betancurt, en Guatemala, en 1653 y lleg a administrar var- ios hospitales en toda Amrica espaola. Las es- peranzas de los vecinos porteos no se vieron satisfechas tan rpidamente, ms de una dcada tard la ansiada autorizacin. Al fn, el 15 de setiembre de 1745, el rey Felipe Vexpresaba su conformidad para que cinco religiosos asum- ieran la administracin del Hospital del Rey, ms conocido como de San Martn. El 7 de Ntra. Sra. de Copacabana, Bolivia Hospital del Rey o de SanMartn(detalle) de una acuarela de Pellegrini noviembre de 1748 tomaron posesin de la abandonada casa que rebautizaron: Convento y Hospital de Santa Catalina Virgen y Mrtir. A pesar de la revitalizada tarea del dispen- sario, la iglesia dedicada al santo patrono lentamente perder el esplendor que nunca logr tener en forma definitiva. Convertida en la capilla interna de la comunidad de reli- giosos y con una estructura edilicia que segua siendo sumamente frgil, la frecuen- cia con la que los vecinos la visitaban sera cada vez ms espaciada. El hospital, en cambio, haba renacido; la actitud servicial de los religiosos haba gen- erado la confianza suficiente para que los habitantes de Buenos Aires se dirigieran a l ante una enfermedad. Esto hizo que el es- pacio existente resultara cada vez ms ajus- tado. Ante esta urgente necesidad, se comenz a pensar en distintas posibilidades de traslado. Los padre betlemitas, al ver disponible la antigua Residencia en los Altos de San Pedro (actual San Telmo), que los jesuitas haban tenido que dejar tras la expulsin decretada por el rey Carlos III en 1767, solicitaron al Cabildo que interponga ante la corona espaola el pedido de sesin. En la solicitud de las autoridades porteas se describe tanto el alto concepto que los frailes tenan ante la poblacin como la situacin desbordada del dispensario: los betlemitas curan y asisten en el hospital con el mayor amor y caridad a todos los enfer- mos que se acogen a l, de todas clases: espaoles, indios, negros, mulatos, presos de la crcel y pre- sidiarios, colocndolos en muchas ocasiones por los rincones de las enfermeras, sobre tarimas y en sus propias celdas, y algunos en el suelo por no tener lugar y auxilio El 22 de setiembre de 1794, el Consejo de Indias aprobeltrasladodelosreligiososydelhospitalalaan- tigua casa jesuita. Sinembargo, por distintas circun- stancias, slo hacia el 6 de junio de 1800 se pudo realizar.ElantiguohospitaldeSanMartnodeSanta Catalina como se lo haba bautizado, sigui funcio- nandocomohospitaldeurgenciaodeprimerasangre. 20 Esto marc el fn defnitivo de la primera iglesia portea dedicada a San Martn de Tours. To- dava no se han encontrado documentos que ex- pliquen qu pas con este templo y cul fue el destino de la antigua imagen del santo que all se veneraba. Es uno de los pocos centros de cul- tos coloniales que han desaparecido de Buenos Aires pero, como bien dice el historiador Julio Luqui Lagleyze: Ignoramos cmo termin sus das, si fue der- ruida, si se derrumb, pero cualquier cosa que haya ocurrido no podr apagar el brillo glorioso que tuvo la cuadra de Defensa entre Mxico y Chile durante los 180 aos que el santo patrono de la ciudad residi all. Leonie Matthis. Cabildo de Buenos Aires hacia 1780 21 22 23 Como estaba formado el Cabildo - Alcaldes: presidan el Cabildo yeranlaprincipal autoridad. Ad- ministraban justicia en primera instancia enlo civil y comercial. - Regidores: administraban la ciu-dad, sus bienes y su polica. - Alfrez Real: funcionario con voz y voto; custodiaba y enarbolaba el Estandarte Real en las festividades. - Alguacil Mayor: cumpla funcio-nes de polica. -Escribano:erasecretariodeactas. - Fiel Ejecutor: vigilabael precio de los artculos y el comercio. La festividad del Santo Patrono en el Buenos Aires colonial era de tal importancia que slo la superaban en los actos pblicos y festejos, las proclamaciones reales Jos Torre Revello Leonie Matthis. Fiesta de San Martn en 1750 4. La festa en honor a San Martn de Tours en los tiempos de la Colonia (siglos XVI-XVIII) Hoy en da, cuando escuchamos que se va a celebrar la festa en honor de un santo, en- seguida nos imaginamos a una parroquia o cole- gio que organiza distintas actividades para congregar a la comunidad en esa fecha; es algo que forma parte meramente del grupo de gente que participa en esa comunidad o tiene devo- cin por ese santo. Las instituciones civiles pueden llegar a participar como invitados o, en algunos casos, colaborando con algo de in- fraestructura pero nada ms. En el Buenos Aires antiguo no era as. En los tiempos de la Amrica espaola no exista unadivisinmarcadaentrelomeramenteeclesial y lo estrictamente civil; la dimensin religiosa era parte integrante de la estructura social colonial. ste es el motivo por el cual, cuando hablamos de la festa portea en honor de San Martn de Tours, tengamos que poner nuestra atencin ms en el Cabildo que en el clero. As como la eleccin del patrono haba sido un acto formal del proceso de fundacin de la ciudad, era esa institucin civil la encargada de rendirle honor y encomendar a los ciudadanos a su intercesin y proteccin. Segn se puede leer en la recopilacin de los Acuerdos del Cabildo, varios das antes del 11 de noviembre, conmemoracin de San Martn, se nombraba a los encargados de organizar los distintos momentos de la festa como as tam- bin, se dispona que los vecinos colaboraran en la limpieza de las calles y en el adorno de las casas. Estas disposiciones las iba proclamando un pregonero que recorra la ciudad anun- ciando tambin el programa de los festejos. A partir del siglo XVII, las autoridades de la ciu- dad dispusieron que los edifcios ms impor- tantes como el Fuerte, el Obispado y el Cabildo, fueran iluminados con lmparas de aceite y grasa de potro. En el da de la festa de San Martn de Tours, los vecinos de la ciudad de Buenos Aires se des- pertaban con la expectativa de participar de uno de los momentos ms importantes del ao. 24 Pregonero dibujado en la obra de Felipe Guamn Poma de Ayala, Nueva Cornica y Buen Gobiern Circa, 1594 El Estandarte Real Era de damasco rojo carmes y se guarneca de fecos dorados; se adhera al asta por medio de un travesao atado con cordones trenzados con los colores rojo y amarillo que remataban en pesadas borlas con largos fe- cos. Por un lado ostentaba bordado, el escudo de la ciu- dad o en su defecto el escudo real y, por la parte contraria, luca la imagen de la Virgen Mara como ocurra en el de Buenos Aires Torre Revello, J. El nombre de Buenos Aires y su santo patrono. Cuando no existan los barrenderos como de presente venia el da del Seor San Martn, patrn de esta ciudad y que las calles de esta dicha ciu- dad estn llenas de yerbas y muchos barrancos, y para que se limpien, se le encarga mande a todos los vecinos y moradores, limpien y aderecen las dichas calles den- tro de un trmino breve. Acuerdos del Extinto Cabildo de Buenos Aires del 26 de octubre de 1609. Estandarte Real, siglo XVII Museo Nacional del Cabildo y de la Revolucin de Mayo Aproximadamente a las 10 de la maana comen- zabanlas manifestaciones civiles enhonor al santo patrono. Aesa hora se reunan las autoridades de la ciudadvestidos contrajes de gala y montados en caballos adornados con costosos aperos. A ellos se sumaban lentamente los vecinos, reunindose en la vereda del Cabildo. La marcha se iba organizando: al frente se colo- caban los negros maceros vestidos con trajes de terciopelo rojo y llevando relucientes mazas de plata de Potos; detrs de ellos se en- columnaban los ediles ordenados en forma jerrquica y el resto de los vecinos. As formado, el grupo se diriga al fuerte a buscar al Gober- nador y, de all, escoltados por soldados de la guarnicin, toda la comitiva se trasladaba a la casa del Alfrez Real. All, ste los esperaba enarbolando en sus manos el Estandarte Real que simbolizaba en la vida de la colonia, la pres- encia misma del soberano espaol y ante el cual se ofrecan actos de respeto y fdelidad. 25 Papa Clemente XII Montado en su caballo lujosamente adornado, se colocaba el Alfrez a la derecha del Gober- nador, dispuesto a comenzar la marcha a travs de las calles de la ciudad, acompaados por las expresiones festivas de los vecinos. As formada, toda la comitiva se diriga hacia la Iglesia Mayor, actual Catedral, donde eran recibidos por el representante ms importante del clero; desde 1620, cuando fue creada la dicesis de Buenos Aires, el anftrin sera el Obispo. A partir de la llegada a la iglesia, comenzaba la parte estrictamente litrgica de la festa con la celebracin de la misa en honor a San Martn de Tours. El Alfrez, ayudado por dos ediles, trasladaba el Estandarte Real hasta el altar mayor, colocndolo del lado del Evangelio. La ceremonia, realizada con gran solemnidad y col- orido, contaba como encargado del sermn a uno de los religiosos ms prestigiosos de la ciu- dad. Tambin, generalmente por la tarde, se re- alizaba una procesin que parta de la Catedral y circundaba la Plaza Mayor. A partir de noviembre de 1740 la celebracin litrgica ten- dr mayor realce ya que para esa fecha, haba lle- gado a estas lejanas tierras americanas la noticia Ropa del Alfrez Real Museo Nacional del Cabildo y de la Revolucin de Mayo Gastos de la festa de San Martn de Tours pagados por el Cabildo En 1765 168 pesos y 4 reales En 1766 126 pesos y 6 reales En 1785 200 pesos En 1807 717 pesos y 6 reales En 1810 725 pesos y 3 reales Fuente: ARCHIVO GENERAL DELANACIN. Acuerdosdel Ex- tinguidoCabildode Buenos Aires. 26 Preparando las Corridas de Toros Los mismos vecinos armaban en la plaza principal las barreras, trayendo cada cual a cuestas, las tablas de sus asientos hasta que el Cabildo determin arrendar la construccin a un empresario quien, para resarcir sus gastos, cobraba un tanto por corrida o se le facultaba a vender asientos. Se construa un espacioso cercado en la plaza que estaba sin empedrar; en el contorno se lev- antaban anfteatros para las familias y palcos para las autoridades. Jos A. Pillado Buenos Aires Colonial. Volumen 1 Buenos Aires, 1910. Festejo taurino en la Plaza Mayor de Valladolid, siglo XVII. de que el papa Clemente XII haba concedido la indulgencia plenaria a los que visitasen la Cate- dral ese da. Terminada la misa cantada, el Alfrez y las dems autoridades repetan el mismo recorrido en forma inversa; el Estandarte quedaba en ex- hibicin en la casa de su portador acompaado por un piquete de soldados. El da conclua frecuentemente con una gran concentracin popular que duraba varias jor- nadas. Apartir de 1609, unas de las atracciones ms importantes eran las corridas de toros real- izadas en improvisadas arenas que preparaban en la Plaza Mayor. Los vecinos de Buenos Aires, como dignos herederos de la herencia espaola, eran muy propensos a esta actividad que realz- aba los festejos ms importantes en la ciudad. Pero esta no era la nica atraccin que a lo largo de los aos los porteos disfrutaron en la con- memoracin del santo patrono; tambin hubo fuegos artifciales, carreras de sortijas y el lla- mado juego de caas. Este ltimo, originado en la Edad Media, vena siempre unido a las cor- ridas de toros y consista en una contienda por equipos, donde cada participante montado a ca- ballo y armado con una adarga (escudo ovalado de cuero) y varias caas, deba atacar con stas a los del bando contrario. El juego duraba hasta que uno de los equipos se renda. Apartir del siglo XVIII, las autoridades del ca- bildo agregaron a los festejos la representacin de breves comedias en improvisados tablados levantados en la Plaza. En un Memorial elevado al Rey de Espaa Carlos III, en 1775, las au- toridades de la ciudad reconocan que todos estos eventos se realizaban sin otro objeto que dar al pueblo esta diversin y hacer ms ad- mirable la festividad de su protector. 27 Con la creacin del Virreinato del Ro de la Plata (1776) y la instalacin de la Audiencia en Buenos Aires (1785) el desarrollo de los festejos tuvo algunas variaciones: el recorrido se empez a hacer de a pie, presidido por el Virrey, acom- paado por el Regente y el Alfrez. De todos modos, hasta las primeras dcadas del siglo XIX, la estructura de la festa dedicada a San Martn de Tours sigui mantenindose similar en sus partes ms importantes. Pero no slo el 11 de noviembre los vecinos porteos se reunan en torno a su patrono para rendirle honor, tambin era comn que, desde las autoridades civiles y ante alguna situacin es- pecial, se determinara la realizacin de Novenas a San Martn de Tours pidiendo su auxilio e in- tersecin - esto pasaba sobre todo en momen- tos en que la ciudad sufra alguna calamidad, como por ejemplo una epidemia, o las fre- cuentes sequas que se soportaron a mediados del siglo XVIII -. El continuo auxilio recibido, hizo que los vecinos se sintieran agradecidos con su protector: por eso el Cabildo dispuso el 4 de abril de 1758, que todos los das 11 de cada mes se celebre una misa en la Catedral en honor al santo patrono porteo de quien tan bene- fciada se halla esta ciudad. Algunos otros acontecimientos en que los veci- nos se sintieron protegidos por San Martn oca- sionaron otros tantos actos de accin de gracias; en las Memorias curiosas. 1717-1855 escritas por Juan Manuel Beruti, se nos cuenta que el da 19 de diciembre de 1779, a las cinco y media de la madrugada, un rayo cay en el depsito de plvora de la ciudad, haciendo temblar todos los edifcios y destruyendo ntegramente el lugar donde se guardaba; a pesar de la fuerte ex- plosin no hubo ni siquiera heridos. Este mi- lagro los pobladores se lo atribuyeron a la proteccin de la Santsima Virgen de la Con- cepcin, al seor San Jos y a nuestro patrn San Martn, en cuyo reconocimiento ha jurado la ciu- dad con voto celebrar una misa solemne todos los aos, el mismo da 19 de diciembre. Auguste de Monvoisin. La Portea en el templo Novena contra una epidemia, 24 de marzo de 1609 de algn tiempo a esta parte muerenenesta ciudady sujuris- diccin mucha cantidad de ganadovacuno, ovejas ycabras, y esto es en tanto extremo que se tiene por ramo de pestilencia, y que llega y cunde ya hasta las chacras del ro Lujn, y an al- gunos Indios que van a buscar de los dichos ganados, mueren sbitamente y, para remedio de lo susodicho, es conveniente el pedir a Dios por su misericor- dia, ataje la dicha pestilencia con oraciones y sufragios, y para ello en el dicho cabildo se acord se haga un novenario sacando en procesin al bienaventurado San Martn, patrn de esta ciu- dad, y llevndolo a la Iglesia Mayor, se ponga cada da en un altar y all se diga misas Archivo General de la Nacin. Acuerdos del Extinguido Ca- bildo de Buenos Aires. 28 Festejo taurino en la Plaza Mayor de Valladolid, siglo XVII. Festejo taurino en la Plaza Mayor de Valladolid, siglo XVII. Pero algunas veces los porteos faqueaban en la realizacin de sus actos devocionales, como la vez que el obispo de Buenos Aires, Fray Se- bastin Malvar y Pinto, se quej ante el virrey Juan Jos de Vertiz por la ausencia de los feli- greses al comienzo de la novena en honor a San Martn, el da 23 de enero de 1781, debido a que se haba autorizado a que, en esos das ,en la ciudad, se realizaran corridas de toros. Para concluir este captulo en el que hemos recordado el protagonismo de las autoridades de la ciudad en el culto a San Martn de Tours, es interesante sealar que el mismo Cabildo cont con una imagen del patrono que fue re- galada por el alfrez Gernimo Matorras, segn consta en el Acuerdo del 9 de diciembre de 1768. En esos aos, este ilustre vecino haba ar- ribado al Ro de la Plata en compaa de su prima hermana, doa Gregoria Matorras del Ser, quien sera, con el tiempo, madre del gen- eral Jos de San Martn. Pasado algunos aos, la imagen del santo se fue deteriorando; en octubre de 1803 y ante esta ev- idencia, el vecino don Julin del Molin. 29 San Martn de Tours es un grandioso Patrn y nuestros antepasados bien lo merecieron. Tratemos de merecerlo nosotros. Helvio I. Botana. Charles Fouqueray. La Reconquista de Buenos Aires (1909) 5. La presencia de San Martn de Tours cuando naca la Patria (siglo XIX) La serie de acontecimientos que a lo largo del siglo XIX van a ir transformando socialmente esta tierra y le van a dar origen a la Republica Argentina como hoy la cono- cemos, va a estar protagonizada por muchos hombres y mujeres que profesaban su fe cristiana. Por eso, no es de extraar que en Buenos Aires encontremos la devocin a su santo patrono engarzada con algunos de los hechos ms importantes que aqu sucedieron. El sentimiento patritico comenz a gestarse lentamente con la actitud decidida de los vecinos de Buenos Aires ante la invasin de las tropas inglesas entre junio y agosto Antigua caricatura que representa la participacin de los religiosos en defensa de la invasin inglesa de 1806. En las Memorias Curiosas escritas por Juan Manuel Beruti, comenta que: En el mismo da que esta leal ciudad fue dominada por las armas britnicas, trataron sus hijos, entusiasmados del celo de la religin y el honor, de la reconquista Por eso uno de los motivos que impulsaron a los porteos a organizarse, fue el de rechazar no slo a una nacin ex- tranjera invasora, sino tambin el combatir contra los que no profesaban su misma fe catlica. As, luego de la ren- dicin del general ingls Beresford, se sucederan distin- tos actos religiosos en accin de gracias, entre los que tambin se incluy el culto a San Martn de Tours. Adems del Tedeum celebrado en la Catedral el da 14 de agosto, el agradecimiento de la ciudad a su protector se ve refejado en el hecho que el 15, el mismo Cabildo decidi que se vuelva a imprimir la novena dedicada a San Martn que el padre Pantalen Rivarola haba escrito en 1790. De igual modo, se consign en los Acuerdos que se invitar a realizar el acto devocional con toda solem- nidad y asistencia del vecindario sin permitir venta en las tiendas durante la misa. Ese ao de 1806 la celebracin en honor de San Martn se ti del entusiasmo que los vecinos porteos seguan Escudo del Regimiento de Patricios Los ingleses enel Conventodelas Catalinas Nos vimos cercadas de estos impos que entraron en tropel en la puerta de nuestro alojamiento, donde estbamos unidas las setenta religiosas que componemos esta comu- nidad, inclusas las doce claustrales sirvientas. All los recibi- mos de rodillas, en profundo silencioUnos nos apuntaban con fusiles, otros nos asestaban con las bayonetas y otros nos amenazaban con sus espadas, sin que por eso rompiese ninguna el silencio ni mudase de posicin Carta de la superiora Madre Teresa de Santsima Trinidad, 21 de julio de 1807. En Cayetano Bruno, His- toria de la Iglesia en Argentina. Tomo VII, p. 110. teniendo por la hazaa de la reconquista. Los actos comenzaron algunos das antes, el 9 de noviembre, con la solemne bendicin de las banderas de los tres batal- lones que conformaban el recientemente creado Cuerpo de Patricios. El 10 de noviembre, el Cabildo luca una nueva y lujosa ornamentacin colgando de sus balcones. Ese da, en el paseo que el Estandarte Real hizo alrede- dor de la Plaza, por primera vez estuvo fanqueado por las banderas de las distintas compaas que se haban originado para la defensa y recuperacin de la ciudad. As, en la festa del Santo Patrono porteo se unan, en un mismo momento, el antiguo smbolo del podero espaol con las insignias de las tropas nacidas en estas tierras. Mas all de todos estos actos y devociones, al fnalizar el ao, el Cabildo se dio cuenta de que la ciudad no haba celebrado una Misa particular en Accin de Gracias a San Martn de Tours por la reconquista; por eso, en el Acuerdo del 23 de diciembre, disponen que el ltimo da del ao se realice en San Ignacio la funcin religiosa, por el singular benefcio que la Divina providencia, medi- ante su interposicin, ha dispensado a esta Ciudad en la ac- cin del 12 de agosto. Al ao siguiente, como todos sabemos, las tropas britni- cas buscaron tener mayor xito en la invasin de estas le- Dibujo que representa la llamada batalla de Santo Domingo Altar de la Iglesia de Santa Catalina 30 Patrono del Cuerpo de Patricios Los Comandantes del Cuerpo de voluntarios Patri- cios de esta Capital, ex- poniendo haber nombrado por Patrono y tutelar al Glo- rioso Seor San Martn e im- plorando la proteccin de este ilustre Cabildo, solicitan se le permita depositar a su cargo las Banderas, y se les tenga presente para los honores que le correspondan en sus fun- ciones, lo mismo que en la guarda del Real Estandarte Archivo General de la Nacin. Acuerdos del Extinguido Ca- bildo de Buenos Aires. Puerta a la izquierda del altar de Santa Catalina por donde entraron las tropas britnicas al convento en 1807 31 janas tierras americanas. Mas all de los preparativos des- tinados a la defensa de la ciudad y del valeroso papel de- splegado por las tropas locales, no tard el Cabildo en pedir nuevamente la proteccin de su patrono, San Martn de Tours; el 2 de julio de 1807, pocos das despus del segundo desembarco invasor y en medio de los preparativos para la defensa, las autoridades porteas prometen la realizacin de una novena al Patrono de la ciudad, para que intercediera con Dios Nuestro Seor, nos diera victoria y nos librara de caer en poder de los in- gleses (Beruti, Juan Manuel. Memorias curiosas. Bib- lioteca de Mayo, T. IV, p. 3698). Luego de la capitulacin britnica, el 7 de julio de 1807 se sucedieron numerosas jornadas para celebrar la defensa de Buenos Aires, entre los que se destacaron los distintos actos religiosos. Como en esta oportunidad las tropas in- glesas dirigieron su accionar hacia varios templos del cen- tro, como las iglesias de Santo D omingo y de Ntra. Sra. de Beln y el convento de Santa Catalina, algunas de las celebraciones fueron en desagravio por las profanaciones de los lugares sagrados, como la que se realiz el 1 de agosto en San Ignacio y el 2 en Ntra. Sra. del Rosario. Para septiembre de 1807, el Cabildo decidi cumplir con la promesa de la novena a San Martn de Tours. Los veci- nos se comenzaron a reunir todas las maanas en la Cat- edral, a partir del sbado 19 de setiembre, para agradecer nuevamente la efciente proteccin de su patrono. Las oraciones, los cantos, la msica, la accin de gracias y el re- cuerdo de los que dejaron su vida en la defensa de la ciu- dad, inundaban cada jornada el ambiente del templo mayor. El domingo 27 concluy con una vistosa funcin litrgica, rodeando la imagen del santo con los es- Los recuerdos de un vecino Sirve sta para prevenirle los das grandes y festivos que hemos tenido en esta Capital en la rendicin de banderas de todos los cuerpos nuevamente levantados, procesin del Corpus Christi que no se haba hecho en su tiempo, y da de nuestro glorioso Patrn San Martn, en donde lucieron todas las tropas uniformadas Es imponderable la ale- gra que hemos tenido en verlo todo, enteramente trastor- nada la ciudad en jbilo y alegras de cmo hemos vivido hasta aqu, viendo el estado de fuerzas que aqu se han formado para rechazar al enemigo en caso que piense volver con una nueva expedicin Carta de Gaspar Santa Coloma a Celedonio Villota, 16 de noviembre de 1806, en Enrique de Gandia. Buenos Aires Colonial Bs. As., 1957, p. 95. El Tedeumdel 19 de julio de 1807 se hizo misa de gracias en la Catedral y se cant el Tedeum: pontifc su ilustrsima (el obispo de Bs. As. Benito de Lu y Riega), predic el ser- mn el doctor don Joaqun Ruiz y estuvo su Divina Ma- jestad manifesto todo el da. Asistieron a la funcin la Real Audiencia y en su cabeza el seor reconquistador don Santiago Liniers En el pres- biterio estaba puesto en andas nuestro patrono San Martn y a su lado, el real estandarte de esta ciudad: la funcin se hizo lo ms magnfca que cabe: se pusieron dos orquestas de msica, una en el coro por los cantores que a punto de solfa entonaban la misa, y la otra detrs del Tabernculo, que era la msica del cuerpo de patricios Jos M. Beruti, Memorias curiosas, en Biblioteca de Mayo Tomo IV, Buenos Aires, 1960. 32 virtieron una importante suma de dinero para que nada falte en el novenario, las cuarenta horas, la procesin y la misa solemne; incluso ese 11 de noviembre, por primera vez se representaron peras italianas en la Casa de Co- medias, primer teatro porteo. La vida del Ro de la Plata haba empezado a cambiar de una manera defnitiva luego de la destitucin del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y de la eleccin de la Primera Junta de gobierno formada por criollos y es- paoles residentes en Buenos Aires. Fue slo cuestin de tiempo para que los deseos de independencia que ya venan brotando en otras regiones de Amrica, comen- zaran a nacer entre los habitantes de esta extensa regin. No fue fcil conformarse como nacin integrando las, a veces, marcadas diferencias existentes. Alguna de esas di- fcultades las podemos ver refejadas en distintos acon- tecimientos que rodearon la festa de San Martn de Tours en esas primeras dcadas. En noviembre de 1811, la celebracin del patrono de Buenos Aires trajo algunas novedades: despus de mu- chos aos y por primera vez, el Estandarte Real no sali en procesin ni el 10 ni el 11 ya que las nuevas autori- dades determinaron que las honras al smbolo real se trasladaran al da 25 de mayo. Para la festa de San Martn gobernaba el Primer Triunvirato conformado por Juan Jos Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea. stos, al poco tiempo de asumir, anularon el confnamiento del obispo de Crdoba Rodrigo de Orellana, que haba par- ticipado junto con Santiago de Liniers y el gobernador Juan Gutirrez de la Concha, en un intento militar en contra de la Primera Junta; solo l se salv de ser fusilado y en cambio, fue enviado a prisin en la villa de Lujn. La tandartes y banderas de las milicias porteas. Por la tarde del mismo da, se sac la imagen en procesin, recorriendo las calles que rodeanla Plaza Mayor; las andas eranllevadas por los regidores del cabildo y detrs se encolumnaban las dems autoridades, tanto civiles como eclesisticas, junto a las divisiones de voluntarios combatientes y los vecinos. La devocin y el sentimiento de orgullo por las gloriosas jor- nadas de julio acompaabanel lento andar de la imagende San Martn por las calles de su ciudad. Los acontecimientos polticos y sociales que se sucedieron de manera vertiginosa a partir de mayo de 1810 no cambiaron en un principio el protagonismo del Cabildo porteo en la festa de San Martn de Tours. En realidad ese ao, los tradicionales actos realizados en honor al santo patrono se vieron jerarquizados por las propuestas de la Primera Junta que quiso engalanar la fes- tividad de una manera especial. Los cabildantes in- La Junta y los honores para el Cabildo 1810 En atencin a los muy rele- vantes servicios que tienen he- chos a la monarqua esta gran capital, se ha dignado la exce- lentsima Junta en nombre del seor don Fernando VII el con- cederle a los miembros del exce- lentsimo Cabildo, como son los seores alcaldes y regidores que cubran sus bancas, o canaps de terlises de damasco, en todas partes donde tengan que asistir y para ello, lo han efectuado el 10 en las vsperas y el 11 de noviembre de 1810 en la fun- cin de nuestro patrono San Martn que, anualmente se hace en la santa iglesia Cate- dral y sale el paseo pblico del real estandarte Jos M. Beruti, Memorias curiosas, en Biblioteca de Mayo, Tomo IV, Buenos Aires, 1960. Cabildoabiertodel 22demayode1810. PedroSubercaseaux. Primer Triunvirato 33 Cuenta del gasto de la Funcin de San Martn 11 de noviembre de 1810 Cuenta que yo el Regidor Alfrez Real D. Manuel de Aguirre presento al Exmo. Cabildo de los gastos causados en el nove- nario, cuarenta horas y procesin de Nuestro Glorioso patrn el seor San Martn. Primeramente por dos onzas de oro pagadas al Padre predicador, Fray ValentnJos SanMartn: contra el doc. N 1: 34.40 Por 350 $ pagados al Sr. Chantre de la Santa iglesia Catedral, Fray Juan Moreno, por la msica de las cuarenta horas y canto del Novenario, Vsperas, Funcin y Procesin del Santo: contra el doc. N 2: 360.40 Por 36 $ pagados al Colector de los SS. Prebendados D. Manuel Antonio de Castro y Careaga, estipendio de las Misas del Novenario: contra el doc. N 3: 36 Por 217 $ real pagados a D. Pedro Mendiburu por el alquiler y consumo de la cera del Novenario, cuarenta horas y pro- cesin: contra doc. N 4: 217 Por 25 $ pagados a Da. Manuela Villarino por el alquiler de las fores que se pusieron al Santo; contra el doc. N 5: 25 Por 19 $ satisfechos a los SS. Presbteros que dijeron las misas en los dos ltimos das de las cuarenta horas desde las diez, hasta la una inclusive; contra el doc. N 6: 19 Por 25 $ satisfechos al Maestro Flix de la Torre por el trabajo de armar las andas de San Martn, colgar la Iglesia y cuidar de los veladores en las 40 horas; contra el doc. N 7: 25 Por 2$pagados al MaestroFlix de la Torre por el alquiler de una alfombra grande para poner el Presbiterio; contra el doc. N 8: 2 Por 1.2 $ costo un ciento de esquelas impresas para convidar a velar al Santsimo: contra el doc. N 9: 1.20 Por 2 $ que pague al que reparti dichas esquelas: contra el doc. N 10: 2 Por 3. $ que se pago a los dos Negros Sacristanes por los repiques de todo el Novenario, y al que tira los fuelles del rgano; no hay documento por no ser costumbre 3. Total $ 725. Importa la cuenta de lo gastado en el Novenario, cuarenta horas y procesin del Seor San Martn, setecientos veinte y cinco pesos con tres y tres cuartillos reales. Buenos Aires, Noviembre 22 de 1810, Manuel E. de Aguirre Archivo General de la Nacin. Sala IX, legajo 19-10-4. situacin del obispo cambi tanto con la llegada del Tri- unvirato, que lo encontramos presidiendo la vigilia y la misa solemne en honor a San Martn de Tours. En ese ao el prestigioso poeta y sacerdote Don Pantalen Rivarola public una novena en honor al patrono de Buenos Aires. En octubre de 1812, tras ser destituido el gobierno por un movimiento revolucionario, asume el Segundo Tri- unvirato integrado, en un principio, por Juan Jos Paso, Antonio lvarez Jonte y Nicols Rodrguez Pea. Estas nuevas autoridades tomarn una actitud indita hasta ese momentoconrespectoal cultoal santopatrono. Volviendo a las interesantes Memorias Curiosas escritas por Juan Manuel Beruti, nos encontramos conel relato sobre lo que sucedi ese ao, el 11 de noviembre, en nuestra ciudad: Portada de la Novena a San Martn de Tours, compuesta por Pantalen Rivariola en 1811 34 En la funcin de este da que se hace en la iglesia Catedral en honor de nuestro Patrono San Martn, patrn de esta ciudad, como en las vsperas, siempre han concurrido los go- biernos superiores tanto cuando mandaban los virreyes cuanto los seores de la Junta pero en este presente ao, no ha asistido, no slo el superior Gobierno, pero ni an la C- mara de apelaciones; slo s el excelentsimo Cabildo ig- norndose el motivo que haya ocurrido para no concurrir dicho superior Gobierno. Tantos cambios polticos y sociales experimentaba el Ro de la Plata y en especial la ciudad de Buenos Aires, que el culto externo ciudadano a San Martn de Tours entrar lentamente en un perodo de decadencia, aunque seguir siendo fuerte en la devocin privada. Algunos intentos para jerarquizar la festa vendrn de parte de algunos ve- cinos, como por ejemplo doa Ana Garca de Zuiga y Warnes quien don un vestuario totalmente nuevo para adornar la imagen de San Martn en la conmemoracin de 1816. Pero a pesar de esos esfuerzos, la antigua festivi- dad con que se recordaba al patrono va a ir decayendo. Esto se acentu en tiempos del gobierno de Martn Ro- drguez con la activa participacin de Bernardino Riva- davia como Ministro de Gobierno; stos tomaron algunas decisiones que afectaron defnitivamente las an- tiguas costumbre de la cristiandad rioplatense: en 1821, tanto la reforma eclesistica como la supresin de la in- stitucin del Cabildo, protagonista principal del culto a San Martn, van a crear un clima confuso que no ayudar a desarrollar de una manera ms viva la manifestacin ex- terior y social de devocin portea a su Santo Patrono. Imagen de San Martn de Tours que se encuentra en el patio del Cabildo 35 Juan Manuel de Rosas 6. El culto a San Martn de Tours en tiempos del gobierno de Juan Manuel de Rosas. Como en muchos otros temas, con verdad o no, tambinel cultoporteoaSanMartndeTours en relacin con la fgura del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, se vio envuelta en controversias y versiones contradictorias. Ejemplo de esto es el hecho que durante varios aos se dio por ciertas las noticias sobre una supuesta destitucin del patronato de San Martn por parte del restaurador. Alfredo Taullard en su obra Los planos ms antiguos de Buenos Aires, afrma: La lucha entre unitarios y federales se hacia cada vez mas violenta y enconada por el bloqueo fancs, a tal punto que Rosas en uno de sus tremendos arranques dict un decreto, que se conserva en los archivos de la Polica, despojando a San Martn de Tours del Patronato de la Ciu- dad de Buenos Aires, nada mas que por el hecho de ser fancs Segn ese documento, el asedio de la armada francesa al puerto de Buenos Aires y todo el litoral del Ro de la Plata del lado argentino, provoc la indignacin del gobernador Rosas contra el santo protector porteo. Por eso el 31 de julio de 1839, habra frmado un decreto en el que acusa al santo de haber abandonado a aquellos a los que deba cuidar, ya que los ve- cinos nunca se han visto libres de epidemias, invasiones y guerras; por eso determina que Miguel Aucell. San Ignacio y la Santsima Trinidad (Detalle). Siglo XVIII. Iglesia de San Ignacio 36 el fancs unitario, que ha sido hasta hoy pa- trn de esta ciudad, San Martn, obispo de Tours, queda separado para siempre de su em- pleo de patrono, y se le otorga como retiro y jubilacin la pensin de cuatro velas y una misa celebrada en el da de su festa. En su reem- plazo el decreto consagra a San Ignacio de Loy- ola como nuevo protector porteo. Los historiadores que han estudiado el tema con detalle, confrman que el documento referido nunca fue encontrado. Confrontando con otras fuentes de esa poca se puede afrmar que este texto es apcrifo y que form parte de la campaa que los enemigos de Rosas de- splegaron en la sociedad portea en contra de su fgura. Segn algunos autores el origen de este documento debemos encontrarlo en un escrito panfetario publicado en 1859 bajo el titulo Diabluras, diversiones y ancdotas de don Juan Manuel de Rosas, obra de uno de sus acrrimos enemigos, el doctor Rufno de Elizalde (1822-1887). A lo largo de los aos varios autores hicieron referencia al documento, citndolo como verdadero. El mismo Rosas se enter de su existencia 23 aos despus, por las noticias que su yerno, don Mximo Terrero, le escribi sobre una publicacin aparecida en Buenos Aires. Desde Inglaterra el antiguo gob- ernador le contest el 10 de enero de 1875, que durante presid el Gobierno de Buenos Aires, como su Jefe Supremo, estuve siempre, gracias a Dios, en mi entero juicio; agregando adems la lista de decretos frmados por l donde se demuestra la falsedad de la acusacin. Monvoisin, Auguste Raymond Quinsac de. Soldado de Rosas (1842) El historiador Mario Visiconte en su libro: San Martn de Tours y Don Juan Manuel de Rosas, expuso la recopilacin documental hecha a lo largo de varios aos que demues- tran que la actitud del gobernador de Buenos Aires fue muy distinta a la sugerida por sus en- emigos a travs de ese falso documento. A 37 Resumen del decreto de destitucin de San Martn de Tours atribuido falsamente a Don Juan Manuel de Rosas Viva la Federacin! Buenos Aires, 31 de julio 1839 Ao 30 de la Libertad, 24 de la Independencia y 10 de la Confederacin Argentina. Considerando el Gobierno: 1. Que este pueblo puesto desde su fundacin bajo la proteccin del francs San Martn, obispo de Tours, no ha podido lograr hasta el presente verse libre de las febres peridicas, escarlatinas, ni de las continuas secas, y epidemias que han destruido en diferentes pocas nuestros cam- pos, nuestras cosechas y nuestros ganados: ni de las crecientes extraordinarias de nuestro ro que destruyen casi anualmente multitud de obras y edi- fcios litorales de la poblacin: y que aun la viruela ha venido ltimamente a desaparecer con el solo descubrimiento de la vacuna, sin que el patrn por su parte haya hecho jams diligencia alguna efcaz y sensible para librarnos de esta horrorosa calamidad. 2. Que para las invasiones de nuestros indios fronterizos y guerras civiles y extranjeras, conque nos hemos visto afigidos, hemos tenido que ocur- rir enlas primeras anuestrasolavirgendel Lujn; yenlas segundas alavirgendel RosarioyMercedes ySantaClaravirgentambin, concuyonicoauxiliohemos triunfado, mientras que nuestro patrnfrancs se ha estado tranquilo enel cielo, sinprestarnos el menor patrocinio como era de sudeber. 3. Que abandonados hoy por l, cuando nos vemos atacados por enemigos exteriores poderosos, en que pareca mas propia su proteccin, como militar, y que prescindiese de toda afeccin de paisanaje ha descuidado hacerlo con una parcialidad reconocida y ha sido preciso que San Igna- cio de Loyola con aquel herosmo noble y caballeresco que le distingui cuando viva en el mundo, e impulsado no mas que de su inclinacin al suelo, a cuya poblacin y conquista, concurri con un hermano suyo, y donde sus hijos tuvieron despus fundadas unas misiones lucrativas para su orden y de las esperanzas fundadas que se les han dado de restaurarlas al presente, 4. Que es un deber del Gobierno con suma y omnipotencia del poder publico que inviste y en virtud del alto patronato que se ha reser- vado en todas las iglesias de la Republica para solas estas restauraciones provechosas, restaurar todas las cosas sagradas y profanas, civiles y religiosas en benefcio del pueblo, purifcando la administracin de los a los servidores extranjeros unitarios, vivos o difuntos, y premiando los buenos ofcios de los buenos servidores a la causa santa y nacional de la confederacin [] Por todas estas consideraciones ha acordado y decreta: Art. 1. Habiendo perdido la confanza del pueblo y del Gobierno, el francs unitario, que ha sido hasta hoy patrn de esta ciudad, San Martn, obispo de Tours, [] queda separado para siempre de su empleo de patrono de Buenos Aires, por convenir as a la seguridad publica, y a la mejor y mas ef- caz proteccin de nuestros derechos en la santa causa de la confederacin. Art. 2. Atendida la antigedad de sus servicios se le acuerda por va de retiro y jubilacin, la pensin de cuatro velas de cera de a libra, y una misa rezada en su altar propio en la Catedral, que recibir todos los aos en su da. Art. 3. Queda nombrado patrn de la ciudad el ciudadano naturalizado San Ignacio de Loyola, con el grado y honores de Brigadier General de la Republica y el uso de la divisa federal. [] Art. 6. Habr todos los aos (el da de su festa) iluminacin pblica, fuegos artifciales, palo, sortija y carne con cuero en la plaza, desde la vspera, y por tres das consecutivos de su funcin: asistiendo las naciones africanas con sus danzas nacionales del candombe y malambo. Art. 7. Su instalacin se har el presente ao solemnemente en la Iglesia catedral con asistencia del Gobierno representado por su ministro de Rela- ciones Exteriores, y de todas las corporaciones civiles y militares el da que el Gobierno designare, Art. 8. Comunquese, publquese, etc. Juan Manuel de Rosas En: Manuel Bilbao. Memorias del edecn de Rosas. Antonino Reyes Editorial Americana. Buenos Aires, 1943. pp. 435-438. 38 continuacin presentamos una sntesis de al- gunos hechos que sealan una actitud de re- speto y veneracin de Rosas y su gobierno, hacia el Patrono de Buenos Aires. Despus del tiempo en que los confictos por la reforma eclesistica haban debilitado varias de las expresiones pblicas de la fe, con la llegada de Rosas en 1829 a la gobernacin se va a vivir un fortalecimiento de las manifestaciones pop- ulares y una renovada presencia en ellas de las autoridades polticas. Cuando el Vicario Apostlico de Buenos Aires, Mons. Mariano Medrano y Cabrera, el 16 de noviembre de 1832, determin la lista de fes- tas religiosas a realizarse en la ciudad, incluy de un modo especial a la de San Martn de Tours. Unos das despus, el gobernador acom- pa esta iniciativa emitiendo un decreto donde se regulaba la participacin en la festa del gobierno y los vecinos, para que se celebre con toda pompa y solemnidad posible. Una de las ms claras muestras de la devocin de Juan Manuel de Rosas hacia el patrono de Buenos Aires, se mostrar en ocasin de la reapertura de la Catedral luego de concluidas las obras de reparacin, que duraron cerca de ocho aos. Desde el comienzo de su segundo mandato, el gobernador haba dispuesto la uti- lizacin de los recursos necesarios para que lo Miguel Aucell. San Ignacio y la Santsima Trinidad (Detalle). Siglo XVIII. Iglesia de San Ignacio Acerrar la Pulpera! Considerando el Gobierno cuanto interesa a la dig- nidad del culto religioso que la funcin de San Martn, se celebre con toda pompa y solemnidad posi- ble, ha acordado y decreta: 4. Durante la Novena del Santo se cerraran todos los das, de las ocho y media a las diez de la maana los talleres, tiendas, pulperas, almacenes y puestos y dems casas de trato, so pena de veinte y cinco pesos de multa en caso de contravencin. 6. La multa ser puesta por la Polica, a disposicindel Ilus- trsimo Sr. Vicario Apostlico para que sea aplicada a los gas- tos de la misma funcin. Rosas Extractodel decretodel 12de diciembre de 1832. Archivo General de la Nacinsala X, legajo 44-6-13. Juan Len Palliere (1823 -1887) Lechero y Panadero. antes posible el templo mayor de la ciudad pudiera estar en uso nuevamente. En honor a San Martn de Tours, se dispuso que la solemne celebracin se realizara en la vspera de su festa 39 ????????????????? el 10 de noviembre de 1836. En el decreto cor- respondiente, Rosas no slo establece la forma de participacin de las autoridades y los hon- ores militares, sino sobre todo dispone que se ponga a los pies del Santo Patrono las banderas, medallas y trofeos obtenidos en la campaa al desierto realizada en los aos anteriores. Junto con esto, incluye en el decreto las decididas y devotas palabras que l mismo dirigira a San Martn. Esta convencida disposicin de honrar al pa- trono de la ciudad va a continuar a lo largo del tiempo; incluso en ese difcil ao de 1839, en el que la Confederacin Argentina, no solo ten- dr que soportar el bloqueo francs, sino tam- bin un intento de complot contra Rosas y la rebelin de los pueblos de Dolores y Chas- coms. A pesar de todas las contrariedades, en el diario ofcialista La Gaceta Mercantil del 9 de noviembre de 1839, se reproduce el decreto donde el gobierno invita: a la funcin que debe tener lugar el da 11 del corriente en celebridad del aniversario de nuestro glorioso Patrn San Martn Invocacin leda por Juan Manuel de Rosas en honor a San Martn de Tours 10 de noviembre de 1836 Sin duda que las glorias militares que han inmortalizado a este Pueblo tan heroico como generoso, han sido con- seguidas bajo el amparo de un Patrono, como vos, que siendo a un mismo tiempo santo esclarecido, y militar va- liente, probasteis en las guerras contra los brbaros de las Fronteras Romanas, que las virtudes cristianas pueden re- unir la bravura, la piedad, la libertad, la defensa de los derechos, y el amor a la humanidad. A nosotros tambin nos ha cabido la fortuna de conducir a vuestros hijos, los porteos, hasta los confines del de- sierto, donde se asilaban la ferocidad de los brbaros para ser el azote constante de esta tierra. Aqu esta la bandera que condujo de triunfo en triunfo a este virtuoso ejercito. Ella queda en vuestras manos, como testimonio de grat- itud debido a la victoria que nos ha concedido el Ser Supremo por vuestra interseccin. Extrado del decreto del 9 de noviembre de 1836. en La Gaceta Mercantil, 12 de noviembre de 1836. El juiciode un historiador: el padre Cayetano Bruno En efecto, ni el citado Reg- istro Ofcial de la Provincia de Buenos Aires, que fue publi- cando ao tras ao cuanta nota ofcial sali de la pluma de Rosas, ni los peridicos de la poca, que reproducan tambin la parte decretal, ni los muchos documentos de entonces, sobre todo de fuentes jesuticas, que son los mas, hacen alguna mencin al referido decreto, que de haber existido, no pudo escapar a las publicaciones y papeles de aquellos aos. [] El argu- mento mejor de la falsa, es que todos los aos se sigui celebrando solemnemente en Buenos Aires la festa del santo patrono San Martn bajo los auspicios del gob- ierno. Bruno, C. Historia de la Iglesia en Argentina. Tomo X. Ed. DonBosco. Bs. As. 1975. p. 46. 40 Volviendo a los interesantes recuerdos escritos por Juan Manuel Beruti en su obra llamada Memorias Curiosas, nos encontramos con la descripcin de algunas innovaciones que el go- bierno de Rosas dispuso para la celebracin del 11 de noviembre de 1843, donde se expresa tambin la importancia que se daba a la misma: En la Catedral, vspera y da se hizo la funcin, con la mayor solemnidad y adorno del templo que nunca se ha hecho en los aos anteriores, ha- biendo salido la procesin a la tarde con el santo en andas que anduvo seis cuadras, cuyas andas cargaban cuatro sacerdotes de sobrepelliz, primer ao que as se hace, y por eso lo anoto, pues en tiempo del Cabildo lo cargaban cuatro regidores, y despus hasta el ao anterior lo hicieron los comisarios de polica. Adems de estos argumentos, los distintos doc- umentos que se conservan en los archivos dan testimonio de que a lo largo de los aos en los que Rosas gobern Buenos Aires, nunca tuvo una actitud contraria al patronazgo de San Martn de Tours, sino que continuamente aus- picio la participacin de las autoridades y co- labor en la realizacin solemne de la festa mostrando expresamente su devocin al santo. De esta manera, y segnlas fuentes consultadas, se confrma que el supuesto decreto de destitucin del patronazgo no fue mas que un invento para deslegitimar la fgura de Juan Manuel de Rosas. Moneda acuada en La Rioja Carlos Morel, Payada en una pulpera. Museo Nacional de Bellas Artes 41 7. La declinacin de la devocin popular a San Martn de Tours Nuestro Patrono, olvidado o no, est aqu con nosotros. No es necesario rogarle que contine. Ha probado que es incapaz de dejar de hacerlo. Helvio I. Botana, San Martn de Tours. Los cambios en las tradiciones culturales y ms an las que tienen que ver con la expresin de la fe de un pueblo, son procesos lentos que muchas veces llevan dcadas. Estas transforma- ciones son el fruto de las circunstancias sociales, polticas y religiosas que atraviesan la vida de los creyentes y que van a veces, en forma impercep- tible, debilitando algunas centenarias costum- bres y haciendo aparecer otras manifestaciones nuevas. La declinacin de la devocin popular a San Martn de Tours, Patrono de Buenos Aires, es un ejemplo de este proceso. Es cierto que la supresin del Cabildo, por parte de Rivadavia en 1821, va a dejar a la tradicional fiesta ciudadana de San Martn sin la institucin que, desde siglos, la promova y sustentaba. Esto provoca una situacin de per- plejidad acerca de a quin le corresponda asumir la convocatoria del pueblo porteo para celebrar y festejar a su Patrono. Como hemos visto, los distintos gobiernos que se fueron sucediendo tuvieron distintos grados de inters en motivar, acompaar, financiar y participar de los actos en honor a San Martn. Las transformaciones sociales y culturales que se promovieron en las ltimas dcadas del siglo XIX sern determinantes en el cambio de ros- tro de la vecindad portea. Helvio Botana, en su libro San Martn de Tours. El amigo de Dios y Patrono de Buenos Aires, intenta una simptica e ilustrativa explicacin: En el perodo liberal de la reconstruccin na- cional, la religin pas a segundo plano. El pro- greso fue la meta necesaria al pas que, sin desearlo, avent muchas nobles tradiciones. Po- dra hallarse un smbolo en los gorriones que trae Sarmiento, que al multiplicarse desalojan a nuestros bellos y autctonos chingolo que huyen de su bullicio, de su desorden, de su promis- cuidad Junto con el chingolo, se olvid por algn tiempo a nuestro Patrono, al entibiarse la devocin ciudadana ocupada en mil cosas que creyeron importantes. 42 Tambinel prestigiosoprofesor Dr. ngel Battistessa enunaconferenciaofrecidaenelJockeyCluben1963, intentaencontrarlos motivos deestadecadencia: el culto de SanMartnde Tours sigui bastante re- sentidoenloquerestdel siglopasado. Previsiblesecuela, porlomenosenparte, del entreveroinmigratorio, tanfe- cundoenmuchos aspectos; el avancedelas actitudes ag- nsticas; de la desolada chatura del pensamiento escptico, quecuandoniegael misteriosospechaquepro- cede coninamovible rigor cientfco. Quizs, como lo sealaba el profesor Battistessa, uno de las circunstancias que tuvo mayor im- pacto en el debilitamiento del culto porteo a su Patrono, fue la continua llegada de inmi- grantes que desde mediados del siglo XIXtrans- formaron no slo la fsonoma de muchas zonas del interior del pas, sino sobre todo la confor- macin social de la ciudad capital. Muchos de estos hombres y mujeres que llegaban a Buenos Aires, adems de traer sus sueos y esperanzas, nos enriquecan con su cultura y con su fe. En especial los inmigrantes espaoles e italianos quienes portaban en su corazn sus fuertes tradiciones religiosas y culturales e intentaron mantenerlas en esta tierra tan lejana y tan dis- tinta. As, los barrios porteos vieron brotar lentamente un sin nmero de costumbres, ritos y prcticas devocionales. De ese modo y casi sin darse cuenta, la ciudad dej de ser ese grupo de vecinos que ansiosamente esperaba al 11 de noviembre para participar de la fi- esta ms importante que los congregaba an- ualmente: el da de su Patrono. Ms all de los motivos, la decadencia del an- tiguo esplendor no signifca que el culto al santo obispo de Tours no haya continuado vigente a lo largo de los aos en la vida de los porteos. Queremos rescatar en unas breves lneas - slo como ejemplo - algunas iniciativas que se fueron realizando desde principios del siglo XX. Sin querer agotar la importante cantidad de realiza- Familia de inmigrantes italianos 43 ciones, hemos elegido algunas menos recor- dadas y que muestran esa presencia ms silen- ciosa pero siempre fecunda de San Martn en la vida de la sociedad portea. Como suceda en tiempos de la colonia cuando ante una situacin extrema el cabildo determinaba realizar novenas u oraciones a San Martn pidiendo su intercesin, durante el gobierno pastoral de monseor Mariano Antonio Espinosa, cuarto arzobispo de Buenos Aires desde 1900 a 1923, tambin en algunas circunstancias el prelado invit a los fieles a solicitar la ayuda especial de su Pa- trono. Ante la dramtica sequa que asol al pas en el ao 1916, enviaba el 30 de octubre una carta a los prrocos diciendo: Acercndose la festa de nuestro nclito patrn San Martn y siendo cada vez mayores las necesi- dades pblicas de invocarlo con motivo de la seca que tanto perjudica nuestro ganado y de la lan- gosta que desola nuestros campos, ordenamos a los seores curas y encargados de iglesias imploren su proteccin, jams invocada en vano, celebrando con la solemnidad posible su novena con rogativas y preces que su piedad y celo le sugiera, a fn de que interceda ante la infnita bondad de Dios Nue- stro Seor en nuestro favor. Del mismo modo se va a expresar ante la epi- demia de gripe aviar que afect a varios pases del mundo entre 1918 y 1919. En esos mismos aos, el 11 de noviembre, da de San Martn, va a comenzar a celebrarse lo que se conoci como la Misa de los Estudiantes, en la parroquia de Ntra. Sra. de las Victorias, en la es- quinade ParaguayyLibertad. Por iniciativadel Sr. AntonioSolari yenmemoriadel Patronoporteo, se va a convocar a quienes estaban cursando el se- cundarioola universidadpara darle gracias a Dios por el ao de estudios. Enesa primera celebracin asistieron ms de 300 jvenes y algunos profe- Monseor Mariano Antonio Espinosa 44 Las crnicas cuentan que muy temprano, a eso de las 8,10 h, los jvenes iban llegando y ocu- pando los bancos de la iglesia de los misioneros redentoristas. Ya para las 8.30 h no haba lugar libre y los retrasados deban participar desde la vereda. En los primeros asientos se ubicaban las distintas autoridades y la comisin organi- zadora. Terminada la celebracin, los asistentes se trasladaban al saln de las Damas de la Cari- dad de San Vicente de Pal, vecino al templo donde, en unas extensas mesas preparadas, se ofreca a todos los concurrentes un suculento desayuno. Previamente se izaba el pabelln ar- gentino y se entonaba el Himno Nacional. Luego se sucedan los distintos discursos de al- gunas de las personalidades presentes. En 1926, un joven estudiante miembro de la comisin or- ganizadora llamado Florencio Escard, dirigi unas palabras a toda la concurrencia: Piensoque estoyhablandoaunpuadode juventud americanay se me viste de mediodael pensamiento. Y no se crea que me ilusiono con palabras bienso- nantes. Yonollamojuventudaunconjuntode hom- bres de ms omenos aos, sinoalageneracinaquella que tiene el desinters en el entusiasmo, la fogosidad en la accin y la generosidad en el propsitoYo veo el emblema de las generaciones jvenes de Amrica enesas fores de cardo, tantas veces simblicas, que se alzan sobre el pecho dilatado de las pampas, levan- tandosus airones empenachados, sedientos de sol y de Comisin Directiva de la Misa de Estudiantes. En el centro, Mons. Miguel de Andrea y a la izquierda, Antonio Solari. Noviembre de 1923 sores de la Facultad. Ao tras ao se ir convir- tiendo esta misa en una inusual muestra de fe por parte de los estudiantes porteos a los cuales se les irn sumando delegaciones de otros puntos de la provincia de Buenos Aires e incluso de Montev- ideo (Uruguay). La importancia que este encuen- tro celebrativo fue adquiriendo la podemos ver refejada no slo en la cantidad de participantes sinoenlapresenciade importantes personalidades religiosas, universitarias y nacionales; tal es el caso del rector de la Universidad de Buenos Aires (1941-1943) ypremioNobel delaPaz(1936), Dr. Carlos SaavedraLamas; del ministrodeRelaciones Exteriores y Culto (1941-1943) Enrique Ruiz Guiaz y en 1940, el Dr. Ramn S. Castillo, cuando siendo vicepresidente de la Nacin estaba a cargo del Poder Ejecutivo por la enfermedad del presidente Roberto Ortiz. 45 pamperoque luegoencanecidos comotras unaintensa meditacin foral, con impetuosa generosidad entre- ganalos cuatrohorizontes lafecundidadde sus semi- llas, enbrazos de los vientos viajadores. Durante casi 25 aos se realiz la Misa de los Estudiantes, siempre celebrada en el da del santo Patrono de Buenos Aires. Despus de la celebracin en Buenos Aires del Congreso Eucarstico Internacional, en el ao 1934, laparticipacindelos feles enlos actos litr- gicos, especialmente los hombres y los jvenes, se hizo ms frecuente y numerosa. Esto motiv que distintos sectores de la Iglesia acompaaran este despertar de la devocin con distintas iniciativas. Entre ellas queremos sealar lade lacomunidadde monjes del antiguoMonasteriodeSanBenito, que se encontraba sobre la calle Villanueva 955. En el ao 1936 comenzaron con la edicin de unos pe- queos libritos que servanpara participar mas ac- tivamente de los momentos de oracin comunitaria. El primero de estos textos editados fue el Ofcio Monstico de SanMartnObispo, Pa- trono de Buenos Aires. En el prlogo, el padre Bruno vila OSB, deca: El deseo de satisfacer ese afn venturoso de conocimientos litrgicos, cuya pulsacin se percibe cada vez conms extensin, sobre todo enlas almas jvenes, nos ha movido a hacernos divulgadores de esta ciencia sagrada entre esa multitudque, no con- Siervo de Dios Antonio Solari Portada del Ofcio Monstico a San Martn Obispo, Patrono de Buenos Aires. El Siervo de Dios Antonio Solari Naci en Chivari (Italia) el 29 de enero de 1861. A los cinco aos junto a su familia emigr a la Argentina. Tuvo que resignar su deseo de ser sacerdote ya que la muerte de su padre le oblig a hacerse cargo de de su madre y hermanos. Alrededor de los 25 aos, mientras trabajaba en los Tribunales, monseor Federico Aney- ros le ofreci la administracin de las cuentas del obis- pado, cargo que desempe por casi 60 aos. Como laico desarroll su apostolado en la parroquia de Ntra. Sra. de las Victorias, sobre todo en el Circulo Catlico de Obreros y en las Conferencia Vicentinas. Desde ese lugar auxili a un sinnmero de necesitados que se ac- ercaba a l en busca de ayuda. Muri el 14 de julio de 1945. La Iglesia Catlica reconoci su vida de entrega, reconocindolo Siervo de Dios y comenzando el pro- ceso de Beatificacin y Canonizacin con el cual algn da ser declarado Santo. 46 Antfona 4 de Vsperas. El texto dice: Martn es recibido triun- fante en el seo de Abrahn; Martn, este varn pobre y hu- milde entra rico en el cielo y es aclamado con himnos celestiales tenta con tener de ella una noticia desvada, desea saber lo que representa en su vida la ciencia y la prctica de la Liturgia Y empezamos este modo ntimo de instruccinconel ofcio de SanMartn. Es uno de los ms hermosos del Breviario. El 11 de noviembre de cada ao, un nmero im- portante de personas se encaminaba a la iglesia de SanBenito, libritoenmano, para participar junto con los benedictinos del ofcio en honor de San Martn de Tours. En1944el intendente municipal de Buenos Aires, teniente coronel Cesar R. Caccia, decidirescatar el espritude las antiguas celebraciones ciudadanas en honor al santo Patrono. El 7 de noviembre frm un decreto que, entre otras cosas, deca: Visto: que el 11 de noviembre se celebra la fes- tividad de San Martn de Tours, Patrono de la ciudad de Buenos Aires, y Considerando: - Que en acuerdo celebrado el 20 de octubre de 1580, en presencia de Don Juan de Garay, se re- solvi, segn el testimonio de la historia, sacar en suerte a un santo para que les sirviese de patrn e Intercesor ante la Majestad Divina, recayendo la reiterada eleccin en el obispo de Tours, venerado en los altares con el nombre de San Martn; - Que a partir de entonces la festa del Santo Pa- trono fue celebrada en Buenos Aires con grandes festejos religiosos y civiles, llevndose su imagen por las calles circundantes de la Plaza mayor, ilu- minndose los fentes del Cabildo y del Fuerte, en- cendindose luminarias y efectundose festas pop- ulares con el concurso de comediantes, las cuales duraban hasta tres das; [] - Que es propsito de la Intendencia Municipal ll- evar al espritu de la poblacin el recuerdo y el sen- tido de las fechas vinculadas con lo mas entraable de la vida ciudadana El Intendente Municipal interino, DECRETA: Art. 1. el Intendente Municipal asistir con sus Secretarios al solemne Pontifcal que tendr lugar en la Iglesia Catedral Metropolitana, el 11 del corriente a las 10,15. Art. 2. La Comisin Permanente de Fiestas Popu- lares organizar una funcinpopular de variedades circenses enlaPlazade Las Heras, prximaalaIgle- sia de San Martn de Tours. Art. 3. El InstitutoMunicipal de ExtensinArtstica preparar una audicin alusiva que ser trasmitida por la Radiodifusora Municipal, en la que ser evo- cada la vida del santo Patrono. Art. 4. Los gastos que se originen por el cumplimiento del presente decreto sern im- putados a la partida de Eventuales. Ese11denoviembre, BuenosAiresvolviaunirlacel- ebracinlitrgica de SanMartnconla festa popular como haba sucedido durante tantos aos cuando nacamos comoCiudadycomoNacin. mente distinto a los que en esos aos se levan- taron en la ciudad. La construccin estuvo en las manos del arquitecto Alfredo Anfossi. Al- 47 8. Los espacios de la ciudad dedicados a San Martn de Tours Los espacios de la ciudad dedicados a San Martn de Tours Parroquia San Martn de Tours (Iglesia Catlica Apostlica Romana) En el barrio de Palermo, sobre la calle San Martn de Tours al 2949, encontramos el tem- plo de la parroquia de San Martn de Tours que pertenece al arzobispado de Buenos Aires. Hacia 1930 la familia de Martn Jacob y su es- posa, Elvira Elizalde, donan estos terrenos para que se levante una iglesia dedicada al patrono de la ciudad. El 11 de noviembre de 1930, el nuncio apostlico Mons. Felipe Cortesi bendijo la piedra fundamental, asistiendo como padri- nos el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto Ernesto Bosch, el donante Martn Jacob, y las seoras Ins Anchorena de Acevedo y Mercedes Terrero de Mendn. El proyecto fue encargado a los arquitectos Juan Manuel Acevedo, Alejandro Bec y Pablo Ed- uardo Moreno que idearon un templo de estilo neorromnico, de lneas austeras, que produce un clima ntimo y envolvente, signifcativa- Parroquia de San Martn de Tours (frente) Martn Jacob (1871-1951) Este prestigioso abogado fue el primer presidente de la Junta Nacional de la Accin Catlica Argentina entre 1931 y 1935. Adems tuvo desta- cada actuacin durante la or- ganizacin del Congreso Eucarstico Internacional real- izado en Buenos Aires en 1934. En la casa donde resida junto a su esposa y sus cinco hijos en la localidad de San Fernando, hoy funciona el Museo de la Ciudad. 48 gunas de las familias cercanas se constituyeron en bienhechores del templo haciendo impor- tantes donaciones que fueron enriqueciendo su arquitectura. Muchos de los materiales fueron trados directamente de Francia, como las im- genes de San Martn de Tours, San Jos y Santa Teresita, el rgano que est datado en 1908 y sobre todo el esplendido conjunto de vitreaux que representan la vida del patrono porteo. Por fnel 11 de noviembre de 1931 el obispo aux- iliar de Buenos Aires Mons. Fortunato Devoto, bendijo la nueva iglesia de San Martn de Tours, que es encargada para su atencin sacramental y pastoral a los padres Asuncionistas. Unos das de- spus, el 15 de diciembre, Mons. Santiago Lus Copello en ese entonces obispo auxiliar y vicario general del Arzobispado, frm el decreto de creacinde laparroquianombrandocomoprimer prroco al padre Carmelo Pemoulie. La inaugu- racinofcial serealizrecinel 1deenerode1932 presidida nuevamente por Mons. Devoto. Parroquia de San Martn de Tours (interior) Las capillas Entrando a la iglesia, a ambos costados sobre la pared del fondo, se encuentran dos pequeas capillas que ac- tualmente se utilizan tambin como confesionarios. En una se puede contemplar una expresiva imagen del santo patrono porteo. La otra estaba destinada a con- servar las reliquias de San Martn de Tours que, al- gunos aos despus de la inauguracin, fueron robadas. A pesar de esa desgraciada circunstancia, se las pudo recuperar y fueron restituidas el 27 de marzo de 1942. Nuevamente varios aos despus fueron sus- tradas. Queda como testimonio el relicario junto con las acciones de gracias talladas en las piedras. Parroquia de San Martn de Tours. Relicario Parroquia de San Martn de Tours, imagen del santo Parroquia Ortodoxa San Martn de Tours (Iglesia Ortodoxa de Argentina) En el barrio de Palermo, en la calle Armenia 2133 se encuentra la Parroquia Ortodoxa San Martn de Tours. Actualmente est bajo la pro- teccin de la Eparqua Sudamericana de la Igle- sia Ortodoxa Autocfala Ucraniana, dependiente 49 del Patriarcado Ecumnico de Constantinopla. Esta comunidad nace conel arribo a nuestro pas del padre Jacques Goettmann (1921-2002), primer presbtero rector llegado de Francia en 1977. Juntoa l se reuniuna comunidadconsti- tuida fundamentalmente por argentinos orto- doxos que, si bien se mantienen unidos a los hermanos de las Iglesias orientales, asumen las costumbres, las tradiciones y la lengua del pas, mezclando as la levadura de la Fe inalterable con la masa histrica de la cultura occidental. Su primer lugar de culto fue un pequeo local del barrio de Flores hasta que el 16 de abril de 1983 fue inaugurada la actual parroquia en una vieja casona adquirida gracias a la generosidad de varios donantes. Las caractersticas litrgicas del culto, como un baptisterio con la capacidad sufciente para realizar la inmersin completa de una persona adulta, un altar elevado en varias gradas y una amplia nave que permita las procesiones, llevaron a la necesidad de remod- elar su interior, aunque se mantuvieron la fachada original y la galera posterior. suficiente para realizar la inmersin completa de una persona adulta, un altar elevado en varias gradas y una amplia nave que permita las procesiones, llevaron a la necesidad de re- modelar su interior, aunque se mantuvieron la fachada original y la galera posterior. Con respecto al nombre de la parroquia, los miembros de esa comunidad nos explican que: La figura de San Martn de Tours, gran santo de la Iglesia indivisa de los primeros siglos, se impuso naturalmente para presidir Parroquia Ortodoxa San Martn de Tours - Iglesia Ortodoxa Argentina Misa de accin de gracias por los 30 aos de presencia en la Argentina, presidida por el Obispo Don Jeremas Ferens. 50 cono de San Martn de Tours la vida de nuestra comunidad, que celebra el antiguo rito galicano y visigtico, mar- cado en alguno de sus elementos por la im- pronta litrgica del propio santo. El padre Jacques Goettmann, contaba a San Martn entre sus santos tutelares y reconoci su pro- teccin al afincarse en esta ciudad signada por su patronazgo. Grandes conos murales adornan el bside y el baptisterio: el cono de la Deisis o Splica, con la fgura central del Cristo Pantocrator y el de la Creacin del Mundo, con la fgura del Verbo Creador. La imagen del santo patrono fue don- ada por una icongrafa francesa, miembro del taller St. Jean Damascne, mientras que otros artistas de distintas nacionalidades poblaron las paredes de imgenes sagradas, inspiradas todas en la ms pura tradicin bizantina y romnica. Encambio los altares, las rejas, los atriles y las lm- paras deaceite se adornanconmotivos autctonos como sello del arraigo enla tierra argentina. Las calles San Martn A pesar que desde la misma fundacin de Buenos Aires, don Juan de Garay al separar en parcelas marc las calles que las delimitaban, fue en 1734 que oficialmente estas arterias pasaron a tener un nombre. El gobernador Miguel de Salcedo propuso, segn el Acta del Cabildo del 26 de abril de ese ao que, para una mayor organizacin y control, la ciudad fuera divida en cuarteles y a sus calles se les de- signe un titulo que sera puesto en unas tabli- tas para que todos lo conocieran bien. Unos das despus, el 8 de julio, se decide que esas denominaciones sean nombres de santos. 51 Las actuales calles Reconquista y Defensa en el siglo XVIII formaban una sola arteria ya que la actual Plaza de Mayo originalmente estaba dividida en dos partes. sta era la va principal de acceso a la ciudad de los que arribaban por barco ya que conectaba al puerto con la Plaza Mayor. Por eso era de la ms transitadas y, en ocasiones, era la que se adornaba para recibir la llegada de algn funcionario de la Corona Carlos E. Pellegrini. Laviejarecova. 1830. Tramo de la antigua calle San Martn desde la actual Plaza de Mayo hacia el sur. En segundo plano la iglesia de San Francisco. Real o algn otro personaje importante. Recorrindola desde el centro de la aldea hasta los Altos de San Pedro (Actual barrio de San Telmo) se encontraban a su izquierda los an- tiguos templos de San Francisco y de Nuestra Seora del Rosario, y un poco ms all, la pe- quea iglesia de San Martn junto al Hospital del mismo nombre. Por todo esto, antes de que se le diera oficialmente un nombre a esta calle, se la denomin de distintas formas: Camino Real al Puerto de los Navos, Camino del Ri- achuelo o simplemente Calle del Puerto. A partir de 1738 ya se puede encontrar docu- mentado que el nombre que se le dio a esta im- portante arteria es el de San Martn, en honor al patrono porteo. As se la denomin durante varias dcadas hasta que en 1808, por disposicin del en- tonces virrey don Santiago de Liniers, se pro- cedi a cambiar varios ttulos de calles sustituyndolos por los de los hroes de la re- conquista y defensa de la ciudad ante la in- vasin inglesa. As San Martn pas a llamarse, precisamente, Liniers. Seguramente la actitud de rechazo a la Junta de Gobierno nacida el 25 de mayo de 1810 por parte del antiguo defensor de Buenos Aires, hizo que su nombre sea sustituido ya que hacia 1822 se designa a la calle que viene desde el norte hasta la Plaza: De la Paz, y la que va de la Plaza hasta el Riachuelo: Reconquista. 52 En 1848 el gobernador don Juan Manuel de Rosas decidi una nueva variacin en los nom- bres de las calles, restituyendo algunos nombres de santos. La antigua calle dedicada al santo pa- trono va a tener un nuevo cambio que sera el defnitivo: de la Paz pasara a llamarse Recon- quista, y Reconquista se denominara Defensa, como actualmente se las conoce. Pero San Martn volver a aparecer en la topografa portea. Ala calle que se encuentra al costadode la Catedral y que pasa por frente al Ca- bildo se la denomin en 1738 con el nombre de Compaa de Jess ya que, siguiendo hacia el sur, bordeaba tambinla iglesia de SanIgnacio. Pocos aos despus se crey ms oportuno otorgarle el ttulo que tena la Catedral portea o sea, San- tsima Trinidad. Con el cambio dispuesto por Liniers pas a llamarse: Victoria y posterior- mente: Catedral. Finalmente, Rosas determin que esta arteria tanimportante honrase a los san- tos patronos de la ciudady de Amrica. As, desde la calle Federacin - actual Rivadavia - hasta el norte, la calle pas a llamarse San Martn y de esa hacia el Sur, Santa Rosa de Lima. Pero a partir del comienzo del siglo XX, el sen- tido de la denominacinde esta calle entr enun marco de dudas. Hacia 1903, con motivos de cumplirse el 93 aniversario de la Revolucin de Mayo, fueron colocadas sobre una de las paredes de la Catedral dos importantes plaquetas que sealan que el nombre de esta calle: se referen al Toma de nacimiento de la calle San Martn en la actualidad Carlos E. Pellegrini. Calle de la Catedral. Vista del Cabildo desde el nacimiento de la calle despus llamada San Martn general don Jos de San Martn, libertador de Amrica. Tantola iniciativa comoel textoenellas que podemos leer todava hoy, fueron obra del prestigioso historiador Alfonso P. Carranza, la cual fue presentada y aprobada por el intendente municipal don Alberto Casares. 53 Nacimiento de la calle San Martn Placa colocada en 1903, obra del escultor Jacques Brodsky Desde ese momento comienzan las diver- sas opiniones sobre el sentido de este nombre: A quin est honrando la calle San Martn? Al santo patrono de la ciudad o al prcer patrio. Slo nos gustara sealar algunos puntos: - En primer lugar nos apoyamos en la obra de Alberto Pieiro Las calles de Buenos Aires, en donde se consignan todas las fuentes sobre los distintos cambios en los nombres de esta calle. Con respecto a San Martn, la ltima documentacin es la orden de Juan Manuel de Rosas del 28 de agosto de 1848, sin figurar ninguna otra rectificacin ni variacin. - Hemos visto que la actitud del gobernador con respecto al protector de la ciudad fue de respeto, de devocin y de reconocimiento. No es de extraar que ante la decisin del cambio de nombre de algunas calles, haya dispuesto restaurar una arteria importante con el ttulo de San Martn refirindose al obispo de Tours. - Es coherente que la elegida sea esta calle y no otra, pensando que el tramo que se dirige hacia el sur, recibi la denominacin de la santa patrona de toda Amrica: Santa Rosa de Lima. - Recordemos que durante varios siglos cuando la poblacin y las autoridades se referan a su protector lo hacan simple- mente con el trmino nuestro santo patrono San Martn, sin ninguna referencia a la ciu- dad de donde era obispo. - Por ltimo, tambin en la misma disposicin de 1848, el gobernador de Buenos Aires decide el cambio de nombre de la plaza llamada del Restaurador Rosas por el de General San Martn. Ntese en este caso que al referirse al hroe patrio lo hace no slo con el apellido sino agregando el grado militar, hecho que lo difer- encia del patrono y no deja lugar a duda sobre a quin se esta refriendo. Por esto nos inclinamos en pensar que la ac- tual calle San Martn del centro porteo se llama as en honor del santo al cual genera- ciones de vecinos invocaron cotidianamente en sus necesidades. 54 Como hemos visto anteriormente, en 1932 se inaugura la parroquia catlica en honor al patrono porteo, la que se ubi- caba en esos aos sobre la calle Bulnes al 2900. La confusin sobre la calle San Martn llev a pensar a algunas personas que no exista en la ciudad una arteria dedicada al obispo de Tours. Por eso en 1945 se solicit al gobierno municipal que se designe con ese titulo al ltimo tramo de la referida calle Bulnes, el comprendido entre Avenida del Libertador - que en esos aos todava se llamaba Alvear - y las vas del Ferrocarril Metropolitano - ex Lnea San Martn - que tambin era conocida en la dcada del 40 como Ferrocarril Cen- tral Argentino. El decreto del 8 de noviembre de ese ao expresa que la imposicin de tal nombre tiene el carcter Embajada de la Republica de Corea, en la esquina de San Martn de Tours y Av. del Libertador Detalle de una casa sobre la calle San Martn de Tours San Martn de Tours Nacimiento de la calle San Martn de Tours. 55 de un nuevo acto celebratorio de la festividad del patrono de Buenos Aires. Ubicada entre las calles Posadas, Schiafno y la avenida Alvear se encuentra el nico espacio verde de la ciudad dedicado a San Martn de Tours. Antiguamente en este lugar se encon- traba el llamado Recreo de Belvedere que, para algunos historiadores de las costumbres porteas, fue el lugar en donde por primera vez se bail el tango en forma pblica. Con el tiempo, este espacio pas a ser una plazoleta in- tegrada a la plaza Intendente Alvear. El 10 de octubre de 1962 el intendente municipal Al- berto Prebisch, frm el Decreto-Ordenanza N 15783 por el que dispone que se nombre a este lugar San Martn de Tours, Patrono de Buenos Aires ya que: Equipo de Independiente del ao 1963. Parados: Vzquez, Rodrguez, Conigliaro, Savoy y Guagliardi. Agachados: Santoro, Ferreiro, Navarro, Rolan, Decaria y Pafik. La Plazoleta San Martn de Tours, Patrono de Buenos Aires La Copa San Martn de Tours En el ftbol tambin estuvo presente el patrono porteo. Desde los primeros aos de la dcada del 60, se invit a los equipos lderes del campeonato en juego que se dis- putara un partido amistoso el da 11 de noviembre o en su defecto, alguna fecha cercana. El ganador era premi- ado con esta copa. En 1963 se la entreg por primera vez y el equipo que la gan fue el Club Atltico Independi- ente que venci a River Plate por 2 tantos a 1. En ese ao Independiente saldra campen del ftbol argentino. A partir de 1986 ya no se la disput entre los punteros del campeonato sino entre los dos equipos ms impor- tantes de la ciudad. La ltima vez que se entreg fue el 17 de noviembre de 1996 al equipo River Plate. Vista de la Plazoleta San Martn de Tours, patrono de Buenos Aires 56 Escultura de San Martn de Tours, obra de Ermando Bucci. es una tradicin arraigada en el espritu de la poblacin portea el considerar su nombre como su santo protector, por lo que ser un real motivo de satisfaccin y una cabal demostracin del afecto que esta ciudad tiene para este santo varn. Mucha de la vegetacin que se observa data del tiempo en que estos terrenos formaban parte de las propiedades del convento de los Francis- canos Recoletos que habitaron en los edifcios adyacentes a la actual parroquia de Nuestra Seora del Pilar hasta las primeras dcadas del siglo XIX. En esta plaza encontramos dos monumentos: uno de bronce dedicado a San Martn de Tours, obra del escultor Ermando Bucci y otro de gran- ito y mrmol en recuerdo del ingeniero y peri- odista Emilio Mitre (1854-1909), obra del escultor Hernn Cullen. Monumento a Emilio Mitre Hernn Cullen
Identidad jesuita entre dos mundos: Juan Sebastián de la Parra (Daroca 1546-Lima 1622) su vida escrita por Francisco de Figueroa (Sevilla 1592-Lima 1639)