Bosch - El Pentagonismo
Bosch - El Pentagonismo
Bosch - El Pentagonismo
p
El
EL PENTAGONISMO
La poltica pentagonista ha sido llevada a niveles insospechados a travs de la doctrina de la guerra preventiva expuesta por el presidente George W. Bush; a partir
de los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Esta obra,
escrita en 1967, penetra en el carcter y la mentalidad
historia
del pueblo estadounidense; una doctrina de guerra ante
sucesos ocurridos, una justificacin ideolgica de anlisis del poder militar de
Estados Unidos, que ha llegado a reemplazar al clsico concepto de imperialismo, en el sistema de toma de decisiones en la Casa Blanca y advierte la necesidad de sus gobernantes de justificar ideolgicamente sus intervenciones.
sustituto
imperialismo
del
Juan Bosch
CONOCER
PARA DECIDIR
Embajada
de Repblica Dominicana
en Mxico
EN APOYO A LA
INVESTIGACIN
ACADMICA
CONOCER
CONOCER
PARA DECIDIR
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INVESTIGACIN
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PARA DECIDIR
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CONSEJO
EDITORIAL
Embajada
de Repblica Dominicana
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Mxico 2009
Impreso en Mxico
Printed in Mexico
www.maporrua.com.mx
Amargura 4, San ngel, lvaro Obregn, 01000 Mxico, D.F.
Introduccin
Leonel Fernndez*
Ahora, lo que Estados Unidos hace es promover negocios y contratos ventajosos para la industria local norteamericana como resultado de la creacin de una estructura de poder al servicio de una
economa de guerra.
He aqu sus propios argumentos:
Las fuerzas militares de un pas pentagonista no se envan a conquistar
dominios coloniales. La guerra tiene otro fin; la guerra se hace para conquistar posiciones de poder en el pas pentagonista, no en un territorio
lejano. Lo que se busca no es un lugar donde invertir capitales sobrantes
con ventajas; lo que se busca es tener acceso a los cuantiosos recursos
econmicos que se movilizan para la produccin industrial de guerra; lo
que se busca son beneficios donde se fabrican las armas, no donde se
emplean, y esos beneficios se obtienen en la metrpoli pentagonista, no
en el pas atacado por ella.
Leonel Fernndez
haba 370,000 personas en las fuerzas armadas norteamericanas. Durante la guerra, llegaron a enrolarse 11400,000.
Para los norteamericanos, la guerra haba trado prosperidad. Ahora, la interrogante era cmo mantener esos niveles de progreso y de
avance en un contexto de paz mundial.
La respuesta habra de venir con el surgimiento, a partir de 1947,
de la Guerra Fra. sta cre el escenario ideal para que Estados Unidos
pudiera no solamente mantener la estructura de poder militar creada
durante los aos de la Segunda Guerra Mundial, sino adems ampliarla, sobre la base de una rivalidad poltico-ideolgica con la otra gran
superpotencia de la poca: la Unin Sovitica.
De esa manera, la poltica de contencin del comunismo se convirti en el soporte sobre el cual se erigi la justificacin para el
mantenimiento de una economa de guerra permanente en Estados
Unidos.
La conviccin de que la gran nacin del Norte le haba tocado
desempear el papel histrico de gendarme de la libertad y de la democracia se reforz en los ncleos dirigentes de esa sociedad a raz de
diversos acontecimientos a nivel mundial. Entre ellos estn: la Revolucin China, en 1949; la Guerra de Corea, 1950-1953; la Revolucin
Cubana, 1959; la Guerra de Vietnam, que heredaron de los franceses en
1954, luego de la derrota francesa en Dien Bien Phu; la propia Revolucin de Abril, en la Repblica Dominicana, en 1965, as como varios
otros episodios en Asia, frica y Amrica Latina.
Entre los lderes militares poda haber diferencias acerca de la
doctrina que deba prevalecer. Por ejemplo, precisamente al trmino
de la Segunda Guerra Mundial, la sabidura convencional deca que
deba establecerse un sistema de armamentos nucleares para disuadir a la Unin Sovitica de cualquier posible ataque sobre territorio
norteamericano. sa fue la llamada doctrina de la retaliacin masiva,
elaborada por el Pentgono durante los gobiernos de los presidentes
Truman y Eisenhower.
Leonel Fernndez
Leonel Fernndez
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Y como si todo eso fuese poco, agrega: () el militarismo norteamericano actual tiene profundas races en el pasado. Representa un
proyecto bipartidista. Como resultado, es poco probable que vaya a
desaparecer en el porvenir inmediato ()
Fue acaso a eso a lo que quiso referirse Juan Bosch cuando dijo que
la sociedad norteamericana en su conjunto se haba pentagonizado?
Extraiga el lector sus propias conclusiones, revisando las pginas de
esta nueva edicin de El pentagonismo, sustituto del imperialismo.
del gran maestro y humanista puertorriqueo, el padre de su magisterio social y tico. En ese ao fund, junto a otros exiliados de su
pas, el Partido Revolucionario Dominicano (prd) para luchar contra
el rgimen tirnico en Repblica Dominicana y los dems gobiernos dictatoriales del Caribe. Establecieron agrupaciones en Estados
Unidos de Norteamrica y en varios pases del continente americano. En 1947 organizaron contra Trujillo la frustrada expedicin de
Cayo Confites, en la que, entre otros latinoamericanos, particip un
joven estudiante de Derecho llamado Fidel Castro. Con las armas
no utilizadas de esa expedicin logr Jos Figueres que triunfara
su revolucin costarricense en 1948; fueron los mismos fusiles que,
desenterrados en los aos setenta, ayudaron a derrotar el somocismo
en Nicaragua.
En la Cuba de los aos cuarenta y cincuenta, Bosch realiz las
ms variadas actividades: fue editor de libros y peridicos, trabaj como visitador mdico, dirigi programas de radio, trabaj en
publicidad, escribi en revistas y peridicos, public libros, gan
concursos literarios y de historia, particip en la elaboracin de la
Constitucin democrtica de 1940, pero tambin fue perseguido y,
a raz del asalto al cuartel Moncada al mando de Fidel Castro, en
julio de 1953, fue encarcelado en la fortaleza La Cabaa, acusado
de participar en esa accin revolucionaria. Pocos das despus de
liberado, en agosto de ese ao, parti a Costa Rica acogido por el
gobierno de Jos Figueres.
En abril de 1954, tras un frustrado atentado contra el dictador
nicaragense Anastasio Somoza, ste presion, a travs de la Organizacin de Estados Americanos (oea), al gobierno de Costa Rica
para que obligara a Bosch a abandonar el territorio, con la denuncia
de que el lder antitrujillista haba organizado la accin. Bolivia
sera su nuevo destino, donde conoci y palp el terrible drama de
los indgenas de los Andes. De esta experiencia surgieron la novela
El oro y la paz y el cuento El indio Manuel Sicuri. Meses despus
se traslada en tren a Chile, pas en el que se relacion con el mundo poltico e intelectual, especialmente con Salvador Allende. En
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Tres meses despus, el 30 de mayo de 1961, Trujillo era ajusticiado en una emboscada en las afueras de la capital dominicana. Para
entonces, Bosch imparta clases en el Instituto de Educacin Poltica
en Costa Rica, recinto en el que se formaba a los jvenes lderes democrticos de Amrica Latina. El acontecimiento cambi todas las
agendas. Ya el 5 de julio de 1961 llegaba al pas el primer grupo de
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dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (prd): ngel Mioln, Nicols Silfa y Ramn A. Castillo.
Despus de su largo y tortuoso exilio de 23 aos, Bosch regres a
Santo Domingo el 20 de octubre de 1961, convertido en una destacada figura de las letras hispanoamericanas. Lleg con el mensaje de
la concordia y de la necesidad de impulsar la transformacin social,
econmica y poltica. Al final del discurso de ese da, afirm:
() Yo he venido aqu para pedirles esto y para servir en esto. Yo estoy
dispuesto a hacer cuanto deba hacer, a arrodillarme ante quien deba
arrodillarme, para que podamos sacar de mi humillacin, si es imprescindible, una frmula de convivencia democrtica.
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Los integrantes del pld, segn Bosch, deberan tener no slo conciencia de que la sociedad cambia, sino tambin la voluntad de ser
agentes vivos de cambios que conviertan al pueblo dominicano en
una sociedad libre en todos los aspectos, y han de ser los que provoquen, dirijan y realicen esos cambios. As lo consign en su obra El
Partido: concepcin, origen y desarrollo.
Juan Bosch particip, desde 1978 hasta 1994, en cinco procesos
electorales. Aunque en 1990 el pld fue el partido ms votado, no fue
reconocida oficialmente su victoria en aquellas elecciones consideradas fraudulentas. En 1996, Leonel Fernndez, candidato de ese partido en alianza con el Partido Reformista Social Cristiano, alcanz el
triunfo frente al prd. Luego de un periodo gubernamental perredesta,
Fernndez ha vuelto a ocupar la Presidencia para el cuatrienio 20042008. Y a los 32 aos de su fundacin, el pld se ha convertido en la
fuerza poltica mayoritaria de la Repblica Dominicana.
Juan Bosch, un caribeo universal
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Este libro fue presentado como tesis del autor a la Tercera Conferencia
Interamericana de Ciencias Polticas y Sociales, que tuvo lugar en la
Universidad Autnoma de Santo Domingo, Repblica Dominicana, en
el mes de noviembre de 1967, y al mismo tiempo apareci, all mismo,
su primera edicin, hecha por Publicaciones Ahora!, C. por A. Unos
das despus, el 11 de diciembre, David R. Jones, del New York Times,
cablegrafiaba a su peridico, desde Bal Harbour, Florida, una crnica
detallada de la convencin de la American Federation of Labor-Congress of Industrial Organization (afl-cio) que estaba celebrndose en
ese lugar del sur de Estados Unidos; y el cable comenzaba as: La Convencin de afl-cio reafirm hoy, mayoritariamente, su apoyo a la poltica
del presidente Johnson en Vietnam, despus de derrotar fcilmente una
proposicin para que (la afl-cio) se mantuviera neutral en la guerra.
Jones informaba que los nombres del senador Eugene McCarthy y del
economista John Kenneth Galbraith haban sido abucheados por los
delegados a la convencin lderes obreros todos ellos, debido a que
el senador y el economista se oponan a la poltica de guerra en Vietnam del presidente Johnson, y que unos 1,200 delegados expresaron su
voto favorable a Johnson, puestos de pie y aplaudiendo mientras slo
alrededor de una docena de delegados se levantaron en el saln de
baile del Hotel Americana en seal de oposicin.
Eso no fue una novedad, ni una sorpresa para los que a esa fecha
el 11 de diciembre de 1967 haban ledo este libro. En el captulo
IV La sociedad pentagonizada se deca, como puede verlo el lector,
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Para Fulbright, en Estados Unidos la mayora de los grupos de intereses estn equilibrados (counterbalanced) por otros grupos de intereses, pero como el complejo de defensa (militar-industrial) es mucho
mayor que ningn otro, no hay contrapeso efectivo para l No es
sa una manera de decir lo mismo con palabras diferentes?
En su discurso, el senador Fulbright ofrece datos y dice cosas que
no estn dichos en El pentagonismo, sustituto del imperialismo, pero
son una ampliacin de los argumentos usados en el libro. Por ejemplo,
el presidente del Comit de Relaciones Exteriores del Senado cree
que las universidades (norteamericanas) debieron haber formado
un efectivo contrapeso al complejo militar-industrial reforzando su
dedicacin a los valores tradicionales de nuestra democracia, pero
muchas de nuestras ms importantes universidades, en vez de hacer
eso, se han unido al monolito, aadindole en gran medida poder e
influencia y esto se explica, dice Fulbright, porque no menos que
a los comerciantes, los trabajadores y los polticos, a los profesores
les gusta (tener) dinero e influencia, y habiendo carecido tradicionalmente de ambas cosas, han dado la bienvenida a los contratos y
las consultas que les ha ofrecido la jefatura militar. Pero el senador
Fulbright llega mucho ms all, pues adems de llamar corruptores
a los contratos gubernamentales celebrados con universidades para
poner a los cientficos al servicio del podero militar, dice que est
sobrentendido que los contratos lucrativos se dan como premios, no
a aquellos que ponen en duda las decisiones (militaristas) del Gobierno, sino a aquellos que le proporcionan al Gobierno los instrumentos
y la tcnica que l desea, y as copiando una frase de la Comisin
sobre Educacin Internacional, Fulbright acepta que la honestidad
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Captulo I
Qu es el pentagonismo
Si en una gran parte del mundo se sigue diciendo que hay pases imperialistas y pases colonizados es porque no nos hemos dado cuenta
todava de que el lugar del imperialismo ha sido ocupado por el pentagonismo.
En los das de su vigencia, que se prolong hasta el final de la guerra
de 1939-1945, la sustancia del imperialismo se explicaba como la conquista de colonias para aplicar en ellas los capitales sobrantes del pas
conquistador con el fin de sacar de las colonias materias primas con
que mantener funcionando las instalaciones industriales de la metrpoli; al mismo tiempo las colonias se convertan en mercados compradores de las industrias metropolitanas, con lo que se estableca una
cadena sinfn que ataba la vida econmica de las colonias, mediante
la sumisin poltica, al centro metropolitano.
De acuerdo con esa somera descripcin del fenmeno llamado imperialismo, una colonia era a la vez una zona de aplicacin de bienes
de capital y una zona de acumulacin de beneficios porque su mano de
obra era barata, sus materias primas se pagaban a precios bajos, el
sistema bancario de la metrpoli prestaba poco dinero, a corto plazo
y a inters alto, los transportes de y hacia la metrpoli estaban bajo
control y tenan tarifas elevadas para lo que compraban los colonos, y
en cambio los productos manufacturados de la metrpoli llegaban a la
colonia a precios altos. Esa situacin de control econmico se reduca,
a un propsito: que el trabajador colonial recibiera, pongamos, 10 unidades monetarias por hora de trabajo y tuviera que pagar 50 unidades
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Cuando el presidente Johnson afirm que los gastos militares haban producido un cambio significativo en el clima de la opinin (pblica), se refera, desde fuego, a un cambio favorable al gobierno, no a
un cambio adverso; luego, la estabilidad del gobierno se afirm gracias
a los gastos militares que fueron hechos con motivo del escalamiento
de la guerra en Vietnam.
Aunque vamos a seguir copiando las declaraciones del presidente
Johnson por el momento queremos llamar la atencin hacia la frase
clave que se refiere a los hombres de negocios americanos, pues volveremos sobre ella al estudiar las consecuencias del pentagonismo en
la vida poltica de Estados Unidos.
La cita del presidente Johnson, que hemos tomado de un documento oficial norteamericano, desmiente a los estudiosos de encargo
que han querido demostrar, manejando estadsticas con habilidad de
prestidigitadores, que los gastos militares han influido poco en el aumento de la produccin y de la productividad en Estados Unidos.
Unas pocas lneas despus de lo que hemos copiado, el presidente
Johnson dijo: El aumento en los gastos de defensa infl lo que era ya
(del segundo trimestre de 1965 al primer trimestre de 1966) una fuerte
marea alta de gastos en inversiones de negocios. Inmediatamente dio
las siguientes cifras:
Desde el segundo trimestre de 1965 al primer trimestre de 1966, los gastos
de los negocios en nuevas estructuras y en equipos subieron a 9 billones
(de dlares). La liberalizacin de los gastos para la defensa y para la
seguridad social aumentaron velozmente el crecimiento de entradas disponibles. Los gastos de los consumidores respondieron fuertemente, aumentando en 29 billones sobre este intervalo de tres cuartos de ao. En
total, el pnb (producto nacional bruto) avanz a un promedio de 16 billo1967. Las palabras del seor Johnson fueron las siguientes (p. 46). Furthermore, the expansion
of defensa spending contributed to a significant change in the climate of opinion. The Vietnam
build up virtually assured American businessmen that no economic reverse would occur in the
near future.
Fuente mencionada. Copiamos en ingls (pp. 46 y 47): The increase in defense spending
swelled an already strongly rising tide of business investment. La mencin del tiempo correspondiente figura en el prrafo siguiente.
Un billn equivale en Estados Unidos a 1,000 millones; as, pues, 9 billones de dlares son
9,000 millones de dlares.
Qu es el pentagonismo
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nes por trimestre. La produccin real subi a un promedio anual fenomenal de 7.2 por ciento, y la produccin industrial subi a un promedio
anual del 9.7 por ciento.
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Hay que tomar en cuenta que para cumplir un contrato de produccin de bombarderos B-52 para seguir con el ejemplo se necesita
descontar en uno o en varios bancos cientos de millones de dlares, y
esos slo pueden hacerlo fcilmente los industriales que son, directa o
indirectamente, directores de esos bancos, esto es, los grandes contratos tienen que ir a firmas establecidas que disponen de antemano de
poder financiero e industrial.
En trminos de negocios, el pentagonismo es la ms fabulosa invencin hecha por el hombre y tena necesariamente que producirse en
el pas capitalista por excelencia, en el del capitalismo sobredesarrollado, puesto que era all donde la capacidad para acumular beneficios se
haba colocado en lo ms alto de la escala de los valores sociales.
El pentagonismo tiene varias ventajas sobre el decrpito y ya intil
imperialismo. De esas ventajas podemos mencionar dos: una de tipo
econmico y una de tipo moral. La primera consiste en que proporciona la manera ms rpida y ms segura de capitalizacin que poda
concebirse en el mundo de los negocios, puesto que la totalidad de los
beneficios o por lo menos la casi totalidad llega a manos de negociantes de la guerra antes aun de que los equipos militares hayan sido
puestos en uso. En este aspecto, tal vez slo el trabajo en los placeres de oro California proporcion ganancias tan rpidas y tan netas,
aunque desde luego relativamente limitadas. La segunda ventaja la
de aspecto moral consiste que deja a salvo el prestigio del pas pentagonista, es el atacante, porque puede decir al mundo y al propio
pueblo, que da el dinero para los equipos y para los beneficios de los
negociantes y al mismo tiempo proporciona los soldados que van a
manejar equipos y a morir mientras los usan que no est haciendo
la guerra para conquistar territorios coloniales, es decir, que no est
actuando con propsitos imperialistas.
Esto ltimo es verdad, pero al mismo tiempo oculta la verdad ms
importante; el pequeo grupo de banqueros, industriales comerciantes,
generales y polticos est haciendo la guerra para obtener beneficios
rpidos y cuantiosos, que se traducen en acumulaciones de capital y
por tanto en las inversiones nuevas con las cuales vuelven a aumentar
sus beneficios.
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Captulo II
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La verdad social norteamericana ahora es que el pueblo est encuadrado, sin su consentimiento y sin su conocimiento, en una sociedad
de masas; su idea es que l es parte de una sociedad individualista. La
solucin de ese conflicto entre lo que el pas es y lo que cree que es,
se presenta en trminos de actuacin masiva dirigida por una voluntad externa a su conciencia. Esa voluntad externa a su conciencia se
halla instalada en poderes que no figuran en la constitucin poltica
de Estados Unidos ni en ninguna de las leyes del pas que podran
considerarse de categora constitucional.
La sociedad de masas ha producido, pues, rganos de poder que no
tienen un puesto ni en las instituciones tradicionales del pas ni en los
hbitos del pueblo. Uno de esos poderes es el militar; otro, aunque no
viene al caso mencionarlo en este trabajo, es la cia.
El poder militar norteamericano est concentrado en el Pentgono
en trminos de mando de todas las fuerzas armadas. Ese mando tiene
autoridad de vida y muerte sobre los ciudadanos, puesto que todos los
ciudadanos de Estados Unidos deben tericamente servir en algn momento bajo la autoridad militar; ese mando tiene tambin un podero
econmico superior al del gobierno federal y dispone de l sin cortapisas. Nos hallamos, pues, ante un poder real, no ante una entelequia;
ante un poder que se ejerce sobre los ciudadanos de su propio pas y
sobre sus bienes, sobre su tiempo y sobre sus vidas; sin embargo, nadie
sabe cul es la base jurdica de ese poder tan enorme.
Un elector norteamericano puede elegir al Presidente y al Vicepresidente de la Repblica, a los senadores y diputados al Congreso federal
y a los diputados de las legislaturas de los Estados, a los gobernadores
de los Estados, a los alcaldes y a los miembros de los consejos municipales. Se le reconoce el derecho a elegir sus autoridades porque l las
paga y pasa los gastos de la nacin y adems porque lo que hagan esas
autoridades le afectar en una medida o en otra. Sin embargo, l paga
los gastos militares, a l le afectan las decisiones de las autoridades
militares en una medida ms importante que las que toman las autoridades civiles, pero no pueden elegir ni a los generales ni a los coroneles
que disponen de sus bienes y de su vida. Tampoco puede el ciudadano
elegir a los jefes de la cia, cuyos actos provocan en algunas ocasiones
El nacimiento del pentagonismo
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litar de 13,176; esto es, mientras el presupuesto nacional haba aumentado un poco ms de 13 veces, el militar haba aumentado casi 22 veces
y era inferior en menos de 100 millones al presupuesto general del pas
en el ao 1941. Diez aos despus, en 1960, el presupuesto general era
75,200 millones y el del Pentgono alcanzaba al 5 por ciento de esa
cantidad; esto es, era de 46,300 millones, ms de 2,220 millones ms
elevado que el presupuesto nacional de 1951. Los gastos del pentgono
sobrepasarn en el presupuesto 1967-1968 todos los gastos nacionales,
incluidos los militares, del presupuesto 1960-1961.
Con excepcin de los aos de la gran guerra de 1939-1945, que para
Estados Unidos comenz a partir de 1941, los gastos militares del pas
haban sido siempre desde 1925, inferiores a los del gobierno federal
en un tanto por ciento importante; pero desde el ao 1951 el captulo
de gastos militares comenz a ocupar cada ao ms de la mitad de los
fondos fiscales. En estas proporciones est el verdadero fenmeno poltico que podemos calificar como lanzamiento del poder real en Estados
Unidos de las manos del poder civil gobierno federal a las del poder
militar Pentgono. En los datos que acabamos de dar no figuran las
sumas que gastan los departamentos civiles del gobierno a causa de
actividades militares.
Estas cifras se refieren al poder militar en trminos de soldados,
sean generales o sargentos. Pero el pentagonismo no est formado slo
por militares. El pentagonismo es un ncleo de poder que tiene por
espina dorsal la organizacin militar, pero que no es exclusivamente
eso. En el pentagonismo figuran financieros, industriales, comerciantes, escritores, periodistas, agentes de propaganda, polticos, religiosos;
el pentagonismo es una suma de grupos privilegiados, la crema y nata
del poder econmico-social-poltico de Estados Unidos.
La mejor demostracin de hasta dnde el pentagonismo ha tomado
ventaja del conflicto que tiene el pas en sus estructuras sociales y
jurdicas debido al hecho de que su organizacin social es de masas
y su organizacin institucional es individualista, lo tenemos a la vista
en la guerra de Vietnam: al tiempo que de acuerdo con la Constitucin
federal es el Congreso, y slo l, quien tiene la facultad de iniciar una
guerra por el expediente de declararla, los ciudadanos norteamericanos
El nacimiento del pentagonismo
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del Libro Sagrado no deba ser perseguido. Adems, los norteamericanos prefieren usar el poder armado antes que los medios polticos en
los casos en que encuentran oposicin a sus planes en otros pases.
Esta tendencia norteamericana a reaccionar como lo hacan los
germanos puede deberse a varias pero debemos tener presente que
en el torrente de inmigrantes europeos que se establecieron en Estados Unidos entre finales del siglo xviii y mediados del xix, la mayor
cantidad fue de alemanes. En Norteamrica hay regiones enteras que
fueron pobladas por alemanes, y lleg a haber alemanes de nacimiento
en todas las ramas del gobierno federal y de los estados. Los hbitos de
pensar y de sentir tpicos del germano debieron ser predominantes en la
poca de la elaboracin de eso que podramos llamar los fundamentos
del carcter nacional norteamericano.
Por otra parte, Estados Unidos comenz temprano cuando todava
eran colonias inglesas a glorificar a los hombres de armas. Su gobierno era civil, su sociedad era civil, no militar, pero el pueblo adoraba a
los guerreros vencedores.
Este sentimiento de adoracin a los militares se desarroll paralelamente con la organizacin civil del gobierno y de la sociedad; y eso
explica que al mirar hacia el gobierno y hacia la sociedad de Norteamrica los dems pueblos del mundo se fijaran en su aspecto civil y
no pusieran atencin en las actividades militares de los individuos. Al
final, la inclinacin hacia las virtudes militares acab impregnando el
pas, y hoy Estados Unidos es una nacin de guerreros.
Pero si hemos dicho hoy, debemos volver la vista atrs y recordar
que el pueblo norteamericano ha conocido, en conjunto, muy pocos
aos de paz; que ha llevado a cabo varias guerras contra ingleses,
espaoles mexicanos; contra sus propios indios, alemanes, chinos,
japoneses, italianos; que ha guerreado en su territorio, en Mxico, en
Nicaragua, en las Antillas, en Oceana, en frica, Europa y Asia. Estados Unidos es el nico gran Estado industrial que tuvo una guerra
formal dentro de sus lmites nacionales; no una revolucin en que una
parte del pueblo peleaba contra otra parte del pueblo, sino una guerra
de una parte del pas contra otra parte del pas, cada una con su propio
gobierno, su propio ejrcito, sus propias leyes; fue la guerra del Sur
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Captulo III
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Corea en 1950, haba subido de nuevo a 50,870 millones en 1953 y haba descendido a 40,845 millones en 1956. En 1957 se present la recesin llamada la pequea crisis y al mismo tiempo la Unin Sovitica
sorprendi al mundo con su primer ingenio espacial. A partir de ese
momento el poder militar empez a trabajar en el campo espacial y a
expandir la fuerza atmica del pas. Es probable que fuera entonces
cuando los norteamericanos comenzaran a tomar conciencia del podero militar en trminos de dinero, esto es, como factor importante en
el mantenimiento de un nivel creciente de expansin econmica nacional. Desde 1957 el presupuesto de gastos militares fue ascendiendo
con relativa lentitud, pero con evidente firmeza, y al mismo ritmo que
l creca se afirmaba la situacin econmica del pas.
La gran masa norteamericana tena por fuerza que irse dando cuenta de que a medida que se expandan los gastos militares aumentaba la
produccin en los ramos, se instalaban nuevas industrias, los salarios,
creca la demanda debido a esa alza de salarios, y creca tambin el
nmero de los ocupados. Al mismo tiempo, en los sectores acadmicos
haba ms subsidios para sus investigaciones; los profesionales de la
propaganda cobraban ms; la burocracia oficial aumentaba. Pero tambin, al mismo tiempo y ah estaba la clave real de los cambios los
grandes capitales financiero-industriales iban concentrndose en menos manos, que en el ao de 1962 docientas compaas eran dueas
de ms de la mitad del activo total de todas las manufactureras de
Estados Unidos. El nmero de industrias manufactureras alcanzaba
ese ao a 180,000.
El proceso de aglutinacin de Norteamrica alrededor del podero
militar fue confuso y en cierto sentido tambaleante. Eso se debi a
que no naci planificado. Fue de una excrecencia de una sociedad de
masa que no reconoci a tiempo su existencia como tal. Una sociedad
de masas tan enorme y tan poderosa tena que dar necesariamente
origen a grandes organizaciones de masas, y una de ellas fue el poder
militar. Al no reconocerse como sociedad de masas, el pueblo norteamericano no se organiz como tal; sigui organizado como sociedad
de individuos. Por tanto no previ un organismo militar adecuado a
una sociedad de masas; pero ese organismo tena que nacer y naci,
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cinco aos despus peda que se usara la bomba atmica para acabar
con la resistencia de los vietnameses. Se afirma que lo hizo arrastrado
por su partido el republicano, pero no se toma en cuenta que ese
partido, tanto como el demcrata, haba sido arrastrado antes por la
poderosa corriente pentagonista.
La verdad es que nadie estaba preparado en Estados Unidos para
reconocer el pentagonismo como una fuerza nueva. Hasta los expertos
norteamericanos en ciencias polticas se confundieron, y aunque se daban cuenta de que no se trataba del viejo y conocido imperialismo, no
atinaban a comprender qu era. Por eso le llamaron neoimperialismo.
En cierta medida, la confusin se deba a que el pentagonismo no
fue precedido por una teora, una doctrina o pseudoideologa, como
sucedi con el nazismo. El pentagonismo fue un hijo no esperado que
naci del vientre de la economa de guerra en una sociedad enormemente desarrollada en el campo econmico y sin embargo sorprendentemente subdesarrollada en el terreno de las ciencias polticas.
Pero tambin la confusin se debi al hecho de que igual que en
los mejores das del imperialismo, los ejrcitos pentagonistas fueron
enviados a someter pueblos pequeos y dbiles por la fuerza de las
armas. Las apariencias, pues, identificaban al pentagonismo con el
imperialismo. Sin embargo, como hemos dicho, la clave de la situacin
estaba en discernir cules eran los fines que se buscaban, no como se
usaban los ejrcitos. Los medios del pentagonismo son muy parecidos
a los del imperialismo, pero sus fines son diferentes. El imperialismo
buscaba colonias; el pentagonismo coloniza a su propio pas. Para
colonizar a su propio pas el pentagonismo tena que dominar pases
extranjeros, y para esto mejor y refin los mtodos del imperialismo.
Los primeros pasos del pentagonismo se dirigieron a conquistar
en pases coloniales o dependientes el comando de los ejrcitos nacionales o a crear esos ejrcitos donde no los haba. De esa manera esos
ejrcitos quedaban convertidos en extensiones exteriores del poder
militar norteamericano, o lo que es lo mismo, en instrumentos del
pentagonismo.
Para ese fin se us la suma del poder civil de Estados Unidos en
el campo exterior y los organismos internacionales que existan desExpansin del pentagonismo
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blica Dominicana y de Vietnam del Sur estaban en proceso de desintegracin. Entonces el ejrcito pentagonista corri a ocupar el lugar
de esas tropas que se desintegraban. Esto era lgico. En el campo de
batalla, un regimiento derrotado o destruido por el enemigo es sustituido por otro de sus mismas fuerzas. Cuando las fuerzas pentagonizadas
de la Repblica Dominicana quedaron deshechas por la revolucin de
abril de 1965, fueron sustituidas por la infantera de marina de Estados
Unidos; cuando el ejrcito de Vietnam del Sur fue superado por los
guerrilleros del Frente Nacional de Liberacin, el poder pentagonista
despach medio milln de soldados a sustituir a los regimientos pentagonizados de Vietnam.
Nos hallamos, pues, ante un proceso de expansin del pentagonismo que tiene caracteres planetarios, si bien precisamente en esa expansin est el germen de su debilidad. No ha habido en la historia, ni lo
habr mientras el mundo est poblado por seres humanos, un poder
con suficiente fuerza para dominar el Globo, y desde luego, si pudiera
haberlo, no sera el pentagonismo. El pentagonismo dispone de una fabulosa mquina de guerra, pero carece de una causa que entusiasme el
corazn de los hombres que puedan usarla. Y es en el corazn humano,
no en la capacidad destructora de una bomba, donde est la respuesta
a las angustias de los pueblos.
Captulo IV
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El arma ms poderosa con que puede contar una nacin, sea en su favor o sea en su
contra, no es la bomba H ni el anticohete orbital; es la opinin pblica mundial. El
pentagonismo podr tener de su lado el inters de los que acumulan poder y dinero,
pero no tendr de su lado a los que aspiran al reino de la justicia sobre la Tierra.
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la mejor tcnica de venta, las palabras seleccionadas cuidadosamente por los tcnicos ms capacitados en el negocio de la propaganda,
puesto que los tiene a su disposicin; y sumada a esa elevada tcnica
usa la sobrecarga psicolgica de su disposicin, es decir, del enorme
prestigio que confiere la presidencia de Estados Unidos. La televisin
puede ser usada y a menudo lo es para que otras personas digan lo
contrario de lo que ha dicho el presidente pero sucede que en ningn
caso esas otras personas tendrn una audiencia tan grande como la
que tiene el primer magistrado del pas, de manera que hay millones
de norteamericanos que oyen al presidente y no oyen a los que argumentan contra sus opiniones. En general, las opiniones opuestas a
las del gobierno llegan slo a una minora. Tericamente, es posible
emitir ideas contrarias a las del pentagonismo, pero la verdad es que
no se puede competir con los altos funcionarios, sobre todo con el
Presidente de la Repblica.
Qu otros sectores del pas, adems de los cientficos, los trabajadores y los publicitarios derivan beneficios del pentagonismo? O lo
que es igual, cules otros grupos estn pentagonizados?
Los comerciantes de todos los niveles. Las grandes firmas de comercio son, desde luego, parte del ncleo pentagonista, pero las menos
fuertes estn pentagonizadas porque sacan ventajas de la economa de
guerra. El sector comercial, formado por millares de familias extendidas
a lo largo de toda la nacin, es quiz el que tiene ms conciencia de lo
que significan para sostener funcionando un gran mercado consumidor, los cuantiosos gastos militares. La hace mover enormes cantidades
de productos de todos los tipos, de artculos necesarios y de artculos
superfluos, y los comerciantes son los que dan salida a ese ocano de
productos. Todo lo que se vende pasa por sus manos y deja en ellas un
beneficio. La economa pentagonista, con sus altos salarios y su velocidad de desarrollo, ha creado en verdad el paraso de los comerciantes
norteamericanos.
A los comerciantes hay que sumar los banqueros de todos los rangos. Los que controlan la alta banca son directivos del mando pentagonista, pero los de la pequea banca, los banqueros y sus empleados
de ciudades medianas y pueblos agrcolas se encuentran en situacin
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Juan Bosch
parecida a los comerciantes. Este sector del negocio bancario manipula casi la totalidad del dinero que mueve el comercio mediano y
pequeo, los bancos que estn en nivel inferior a los grandes bancos
ejecutan ms operaciones diarias, lo que al fin de cuentas significa
que ganan ms dinero. Lo mismo que su contraparte en el comercio,
esos banqueros tienen conciencia clara de que la enorme actividad
econmica del pas tiene como base la economa de guerra; por tanto,
tambin ese sector se halla pentagonizado.
La verdad es que los grupos ms numerosos de la sociedad norteamericana estaban pentagonizados a finales de 1964. Los observadores
polticos no se dieron cuenta de esto debido a que en las elecciones
de ese ao perdi el candidato que ofreca usar el poder nuclear en
Vietnam y las gan el que deca que no deba llegarse a ese extremo.
La votacin de 1964 pareca ser, pues, un plebiscito contra la guerra,
esto es, contra el ya casi todopoderoso, pero todava oculto movimiento pentagonista. Pero los observadores polticos se dejaron confundir
por las apariencias o confundieron sus propios sentimientos con los
del pueblo. En general, los observadores eran ms o menos liberales
y votaron contra la parte nuclear del programa de Goldwater, pero el
pueblo norteamericano vot contra el candidato republicano porque
anunci que si triunfaba desfederalizara los seguros sociales, esto es,
hara depender los seguros sociales de los gobiernos de los estados, no
del gobierno federal. En la mente de la gran masa del pas ese punto del
programa de Goldwater se entendi como que ste se opona a los seguros sociales, no lo que dijo sobre la bomba atmica, lo que determin
la derrota de Goldwater. Si ste hubiera dicho que usara el podero
atmico de su pas en Vietnam y que adems elevara el monto de los
retiros, rebajara la edad del retiro y aumentara los servicios de salud
sin aumentar su costo, el pueblo norteamericano hubiera votado por
l. En todo caso, sus votantes hubieran sido muchos ms.
No nos engaemos y no convirtamos en realidad lo que deseamos.
La gran masa de Estados Unidos ha sido endrogada con el espectculo
de la fabulosa riqueza de su pas y de su impresionante podero militar.
Esa gran masa votar por el uso de la bomba A en Vietnam y en cualquier otro sitio si el uso de la bomba le proporciona ms seguridad, ms
La sociedad pentagonizada
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Juan Bosch
Lo que Simn Bolvar llam en 1819 la minora activa de la sociedad, refirindose al sector que pone a la cabeza de un pas y lo conduce
a la lucha por la justicia y la libertad, no existe ya en Estados Unidos.
La minora activa de Norteamrica est compuesta por hombres entregados a la pasin del beneficio econmico; y es a ese grupo a quien
sigue el pueblo, no a los liberales. Los liberales corresponden a la sociedad individualista, que ha desaparecido en Estados Unidos. Lo que
hay ahora es una sociedad de masas en la que slo puede influirse con
grandes despliegues de fuerzas y con medios masivos de informacin.
Los liberales no tienen posibilidad de mostrar un poder parecido al del
Pentgono ni podran alcanzar nunca a reunir el dinero que hace falta
para cubrir el pas con programas de televisin. Los que disponen de lo
uno y de lo otro son los beneficiados del pentagonismo y el gobierno,
que es en poltica exterior, el agente pentagonista; y son stos los que
forman la opinin de las masas.
Profesores y estudiantes protestan de la accin militar norteamericana en territorios lejanos de pueblos pobres; lo hacen a travs de
anuncios pagados en diarios y revistas que son ledos nicamente
por los que estn convencidos de antemano de lo que dicen los anuncios. Muchos de esos disenters protestan a nombre de universidades
y centros de estudio que estn financiados por el pentagonismo. Esta
paradoja explica que a la hora de liquidar el movimiento de protesta
que conmovi durante algn tiempo la universidad de California una
gigante, aun en trminos norteamericanos result fcil echar de su
puesto al rector de la universidad, a quien se le achacaba el delito de
pensar igual que los estudiantes que protestaban.
El sector liberal norteamericano, cada vez ms pequeo es ya una
flor extica, producto de una sociedad liquidada. Quedan algunos liberales que sobreviven por razones biolgicas, debido a su edad avanzada. La expresin natural de una sociedad de masas en un rgimen de
libre competencia es el pentagonismo, no el liberalismo. Los liberales
En la organizacin universitaria norteamericana no hay rector sino presidente. En el caso a
que nos referimos, el presidente Clark Kerr fue sustituido por Charles Jonson Hitch, un hombre
estrechamente vinculado al Pentgono, que haba trabajado para la Rand Corporation y para la
Secretara de Defensa. Vase un amplio reportaje sobre las actividades pentagonistas de Hitch en
The Nation, 15 de diciembre de 1967, pp. 682-685.
La sociedad pentagonizada
83
Mientras era Presidente de la Repblica Dominicana recib un cable de un conocido liberal
norteamericano que se haba hecho un nombre como partidario de un mejor trato para Amrica
Latina. En 1963 ese liberal, hombre ya maduro, era miembro del directorio de una poderosa
industria dulcera de Estados Unidos y me cablegrafi pidindome que le vendiera a su firma
azcar o algunos de los derivados de este producto. El Estado dominicano era propietario de
varios ingenios azucareros, pero yo no era vendedor de azcar ni se me hubiera ocurrido que
esa personalidad de la poltica norteamericana negociaba con azcar. En ese momento el azcar
estaba en alza en el mercado mundial de esa manera que en defensa de los intereses de mi pas
ped que no se hicieran ventas si no era a precios estipulados de antemano como buenos. Unos
aos despus, a raz de la intervencin pentagonista en mi pas, ese liberal escribi, en la revista
de libros de New York Times un artculo en que me presentaba como una calamidad pblica para
la Repblica Dominicana. El liberal se llamaba Adolf Berle.
Captulo V
Poltica y pentagonismo
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de sus ataduras con Rusia Estados Unidos podra mantener relaciones normales
con Cuba aunque siguiera siendo un pas
comunista. Esa lnea poltica era la que
tenan que seguir el secretario de Estado
y el embajador en la onu.
Sin embargo, tal lnea cambi bruscamente hacia una direccin opuesta, hacia
la intervencin armada de Estados Unidos en cualquier pas de Amrica Latina.
El cambio se plane y ejecut en menos
de 72 horas. La revolucin de abril de
El pueblo norteamericano vot
1965 haba estallado en la Repblica Docontra Goldwater porque anunci que si triunfaba desfede- minicana y el pentagonismo estaba listo
ralizara los seguros sociales, para asumir el mando de la poltica exteesto es, hara depender los seguros sociales de los gobiernos rior de Estados Unidos. El pentagonismo
de los estados, no del Gobier- haba decidido lanzar su podero en el
no federal, y fue lo que haba
pequeo pas del Caribe, y aunque eso
de amenaza en ese punto, no
lo que dijo sobre la bomba at- significaba violar pactos multilaterales,
mica lo que determin la desconocer una larga poltica que estaba
derrota.
elaborndose y evolucionando desde los
tiempos de Franklyn Delano Roosevelt, desprestigiar la oea que era
un instrumento creado por Estados Unidos y necesario para sus planes
de largo alcance; y aunque sobre todo significaba poner en evidencia
a los hombres que aparentemente dirigan la poltica exterior del pas,
el cambio se produjo, la Repblica Dominicana fue intervenida, y los
seores Dean Rusk y Adlai Stevenson defendieron la intervencin y
siguieron en sus cargos. Actuaron como burcratas, no como estadistas. Pinsese por un momento que Stevenson, candidato dos veces del
Partido Demcrata a la Presidencia de la Repblica, pudo haber sido
elegido para esa alta posicin, y sin embargo, no tena capacidad de
poltico; era meramente un burcrata.
Ha habido cierta inclinacin a comparar la vida poltica norteamericana con la inglesa basndose en que los dos pases usan el sistema
de dos partidos tradicionales. Pero la vida poltica de Inglaterra tiene
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Juan Bosch
La escalada del Vietnam comenz con 3,500 hombres enviados el 8 de febrero de 1965;
en mayo la cifra haba subido a 45,000 y en diciembre se acercaba a los 200,000.
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Si De Gaulle no hubiera sido un gran poltico adems de ser un ex-celente militar, hubiera quedado relegado al campo de las
glorias guerreras de su pas, pero no habra
sido un gran lder.
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Captulo VI
una era civilizada. Pero a los pentagonistas les gust tanto debido a
que era imposible inventar otra que quisieron honrarla dndole el
nombre de uno de sus bienhechores, y la llamaron doctrina Johnson.
El mtodo para aplicar la nueva ley de la selva o doctrina de las
guerras subversivas o doctrina Johnson es tan simple como su sustancia, y tambin tan primitivo. Consiste en que el gobierno de Estados
Unidos tiene el derecho de calificar todo conflicto armado, lo mismo
si es entre dos pases que si es dentro de los lmites de un pas, y a l
le toca determinar si se trata o no se trata de una guerra subversiva.
La calificacin se hace sin or a las partes, por decisin unilateral y
solitaria de Estados Unidos. Como ya hay precedentes establecidos, sabemos que una guerra subversiva equivalente a una agresin armada
al territorio norteamericano puede ser una revolucin que se hace en
la Repblica Dominicana para restablecer el rgimen democrtico y liquidar 35 aos de hbitos criminales o puede ser la guerra del Vietcong
que se hace para establecer en Vietnam del Sur un gobierno comunista.
Guerra subversiva es, en fin, todo lo que el pentagonismo halle bueno
para justificar el uso de los ejrcitos en otro pas.
Cuando Fidel Castro declar que Cuba haba pasado a ser un pas socialista el pentagonismo era ya una fuerza respetable, pero no era todava
un poder con la coherencia necesaria para imponerse a su propio gobierno. Aun despus de haber alcanzado la coherencia que le faltaba, necesitaba una doctrina que le proporcionara el impulso moral para actuar.
El presidente Kennedy titube en el caso de Baha de Cochinos porque
no tena una doctrina en que apoyarse, y tal vez se descubra algn da
que ese titubeo coloc al gobierno de Kennedy es decir al poder civil del
pas en una situacin de inferioridad frente al poder pentagonista que
fue decisiva para los destinos norteamericanos. No se conocen pruebas
documentales de lo que vamos a decir, pero cuando se dedica atencin
al proceso de integracin del pentagonismo se intuye que su hora determinante, la de su fortalecimiento, est entre Baha de Cochinos y el golpe
militar que le cost el poder y la vida a Ngo Dinh Diem.
Es fcil darse cuenta de que al elaborar la llamada doctrina de las
guerras subversivas estaba pensndose en Vietnam, pero tal vez ms
en Cuba y en Baha Cochinos. La idea de que Fidel Castro se dedicaba
Doctrina y moral del pentagonismo 103
aseguran que ellos estn combatiendo en Vietnam slo para evitar que
el Sur de ese pas sea agredido por el Norte; supongamos, pues, que hay
coherencia entre el papel de polica del mundo que desempean los
norteamericanos y los bombardeos de Vietnam del Norte, es decir, que
ellos persiguen en Vietnam del Norte a varios criminales que han cometido crmenes en Vietnam. Pues bien, aun si aceptamos esas falsedades
nos quedan por hacer algunas preguntas.
Tiene la polica derecho a penetrar en una casa donde se ha refugiado un criminal y dar muerte a los nios de esa casa para obligar
al criminal a rendirse? Puede hacer eso la polica aun en el caso de
que los muertos sean los hijos del criminal perseguido? Qu dira el
ciudadano promedio de Nueva York si la polica de esa ciudad actuara en esa forma? Lo encontrara justo, razonable, lgico; le parecera
moral? Debe hallarlo moral, puesto que eso es lo que su gobierno est
haciendo en Vietnam.
De la falta de conciencia moral a la corrupcin intelectual no hay
distancias. El catlogo de las falsedades que se dicen en los documentos oficiales norteamericanos para justificar la intervencin en Vietnam y los bombardeos a ciudades abiertas de Vietnam del Norte es ya
grande. Hoy se afirma algo maana se desmiente, y los funcionarios ni
siquiera tratan de justificar esas contradicciones.
Al mismo tiempo que se ha hecho un hbito mentir oficialmente,
se ha establecido todo un aparato para desacreditar a las instituciones
y a los hombres que no se someten al pentagonismo y para enaltecer a
los que le sirven. En esta tarea se sigue un mtodo ya probado: se dice
una mentira que ser luego repetida por liberales conocidos, de manera que a poco la mentira queda convertida en verdad propagada por
los supuestos abanderados de la verdad. En esto, los difamadores del
pentagonismo han mejorado las enseanzas del maestro Goebbels.
La doctrina del pentagonismo es deleznable, pero la moral pentagonista no tiene nada que envidiarle.
El ex embajador de Estados Unidos ante mi gobierno, John Bartlow Martin, elabor uno de
esos documentos de encargo para justificar la intervencin de su pas en la Repblica Dominicana
sobre la base de que yo era un loco que viva lleno de miedo.
Captulo VII
Vietnam y Amrica Latina son los dos sitios del mundo donde se ejerce
con mayor intensidad el poder pentagonista. A primera vista puede
parecer exagerado que se compare la situacin de Amrica Latina con
la de Vietnam; pero no se exagera. Vietnam est luchando con las armas en la mano contra el pentagonismo y Amrica Latina se mantiene,
por lo menos en conjunto, en estado de docilidad; y eso hace toda la
diferencia. Pero el control que ha logrado establecer el pentagonismo
en Amrica Latina es similar al que tenan en Vietnam antes de que
comenzara la lucha contra el rgimen de Diem, y dondequiera que se
pierda ese control el pentagonismo actuar igual que en Vietnam. Ya
tenemos la prueba en el caso de la Repblica Dominicana. En Vietnam,
cuando el ejrcito indgena pentagonizado qued material y moralmente desbandado por las fuerzas del Vietcong entre finales de 1964
y principios de 1965, fue sustituido por las fuerzas expedicionarias
pentagonistas, que en poco tiempo se acercaron al medio milln; en
la Repblica Dominicana, cuando el ejrcito pentagonizado del pas
result aniquilado por el levantamiento de abril de 1965, fue sustituido por la infantera de marina norteamericana, que en pocos das
desembarc ms hombres que los que tenan antes de la revolucin las
fuerzas armadas dominicanas.
En Vietnam, frente a las guerrillas del Vietcong, haban fracasado
no slo los ejrcitos indgenas ms compuestos por ms de 600,000
hombres, sino adems la enorme misin militar norteamericana que los
instrua, organizaba y diriga. Esa misin contaba a finales de 1964 con
115
Generals Out of Control, editorial, New York Times, Nueva York, 1o. de septiembre
de 1967.
Me he esforzado en hacer una traduccin cuidadosa, pero de todos modos ofrezco el texto
original, en ingls, en un apndice al final de este trabajo. JB.
del Sur est significativamente por debajo de 100 toneladas al da, cantidad que podra ser transportada en unos pocos camiones.
Sin embargo, el presidente Johnson, con su antena dirigida ms a las elecciones de 1968 que a cualesquiera expansiones del frente de batalla, estaba evidentemente tan preocupado con las comparecencias ante el Subcomit que se rindi ante los militares antes de que comenzaran las sesiones
(del Subcomit). El primero de los deponentes el almirante Sharp, comandante del Pacfico, quien tambin haba manifestado su deseo de ms
bombardeos (sobre Vietnam del Norte) llev (al Subcomit) la promesa
del presidente de que otro grupo de blancos para bombardeos haba sido
puesto fuera de la lista de los prohibidos. La capitulacin del presidente
no evit que el Subcomit insistiera ayer en un mayor aumento de los
bombardeos para clausurar el puerto de Haiphong y para golpear otros
blancos, aun si eso significa guerra con China.
Esta no ha sido la primera rendicin del gobierno a la presin militar. La
campaa pblica llevada a cabo por el general Westmoreland en la primavera pasada en pos de ms tropas de infantera produjo su viaje a Estados
Unidos, su controvertido ataque a los que no estaban de acuerdo con l y a
negociaciones abiertas con el presidente que terminaron con el anuncio del
mes pasado de que 45,000 soldados ms seran enviados a Vietnam.
Despus de dos aos y medio de escalamiento en Vietnam, de un aumento (de tropas) a 500,000 soldados y un nivel de bombardeo superior al de
Europa en la guerra mundial segunda, la situacin militar en Vietnam del
Sur no es hoy mejor que cuando comenz la entrada de americanos en
combate directo. El escalamiento americano ha sido respondido por los
comunistas y la contienda ha sido llevada a un nivel ms alto de lucha,
bajas y destruccin.
Inmediatamente, la responsabilidad por este trgico error de clculo
corresponde al presidente ms que a ninguna otra persona. Los lderes
militares que le aconsejaron (el escalamiento) y que han fallado lastimosamente en producir algunos dividendos militares para esta colosal inversin son ahora los principales oponentes de otro receso en los bombardeos, un paso indispensable para abrir negociaciones con Hanoi para una
solucin poltica.
Los chispazos del debate en el Congreso sobre la resolucin del Golfo de Tonkin han hecho hincapi en el socavamiento de los requisitos constitucionales
para (asegurar) el control legislativo sobre el poder para hacer la guerra.
Ahora est tomando cuerpo un socavamiento similar en el balance constitucional que supuestamente coloca a los militares bajo la direccin civil.
122 Juan Bosch
Las afirmaciones del senador Mansfield de que es el Secretario McNamara quien realmente habla en nombre del gobierno estn pobremente respaldadas por los hechos. Slo el seor Johnson puede ejercer las prerrogativas presidenciales que le acuerda la Constitucin y restaurar el control
civil sobre la poltica nacional.
En las ltimas palabras de ese editorial del New York Times est la
clave de la confusin del editorialista. Ya no hay una poltica nacional
de Estados Unidos para el pas y para el resto del mundo. Hay dos polticas, o mejor dicho, dos esferas distintas de poder, una para el pas
y otra para el extranjero, una domstica y otra internacional. El presidente Johnson tiene el control de la poltica domstica, pero a cambio
de que deje el control de la internacional al pentagonismo. Por eso tiene
que capitular como dice el New York Times ante los militares. El presidente Johnson, y cualquier otro presidente que se hallara en su lugar, as
como el que le suceda, no podra ejercer el poder sobre la poltica interior
norteamericana si se opusiera al pentagonismo en la poltica exterior. Los
poderes para dirigir sta han pasado al pentagonismo. Por eso el balance
constitucional que supuestamente coloca a los militares bajo la direccin
civil no funciona ya en Estados Unidos.
La historia de los acontecimientos de Vietnam ha sido hecha aqu
con ciertos detalles, pero muy sucintamente, slo para que los mtodos
del pentagonismo sean conocidos en Amrica Latina. Esta importante
regin del mundo estuvo durante ms de un siglo padeciendo las agresiones del imperialismo, y al quedar ste sustituido por el pentagonismo, pas a ser un objetivo de primera categora para ese engendro del
capital sobredesarrollado. La Repblica Dominicana, por ejemplo, fue
sometida a los mtodos que se haban practicado en Vietnam. El pequeo pas antillano fue vietnamizado. Pero a su vez Vietnam fue dominicanizado, porque en Vietnam se aplicaron experiencias obtenidas en
Santo Domingo. A tal extremo es esto verdad que se nombr embajador
en Saign al seor Elsworth Bunker, slo porque a juicio del pentagonismo haba tenido un xito resonante en la Repblica Dominicana. Cada
En una visita que me hizo el embajador Bunker en la primera semana de julio de 1966,
mientras yo estaba en Santo Domingo, le dije que l no tardara en ser enviado a Vietnam como
sucesor de Cabot Lodge. Desde el ao anterior (1965) yo estaba elaborando la tesis de este trabajo
Ahora bien, los ejrcitos de Estados Unidos no tienen ninguna actividad de guerra dentro de Estados Unidos; su campo de accin est
fuera de su pas, y por tradicin y porque eso es lo que deja beneficios
al pentagonismo seguirn actuando en el exterior por lo menos hasta
el momento en que una gran derrota afuera los obligue a tomar el poder en su propio pas. El caso de los ejrcitos latinoamericanos es el
opuesto. Su actividad militar no es externa; sus hombres no combaten
fuera de sus pases. Por tradicin y porque su fuente de beneficios
ha sido siempre el pas propio los soldados latinoamericanos estn
preparados nicamente para ser los ocupantes militares de sus pases.
Esto es lo que les halaga, esto es lo que les gusta. Al colocarlos en el
plano de obedecer rdenes del pentagonismo y no de sus gobiernos
nacionales, se les estimula en lo que es su inclinacin hacia el atropello de su propio pueblo; en consecuencia, esos ejrcitos establecern
la esquizofrenia pentagonista, pero no en la esfera internacional, sino
en el orden domstico de cada pas latinoamericano. El resultado ser,
desde luego, una precipitacin en tiempo y en intensidad, de la poderosa corriente revolucionaria que agita a Amrica Latina.
Por otra parte, el pentagonismo indgena subdesarrollado que ya
est comenzando a funcionar en los pases latinoamericanos ayudar
a intensificar el descrdito galopante en que ha cado la democracia
en la regin. En poco tiempo ms la palabra democracia ser en Iberoamrica sinnimo de crmenes, robo, brutalidad y persecucin. Ya hay
pases latinoamericanos donde los que ejercen el terror se llaman a s
mismos demcratas y llaman comunistas a todos los que repudian sus
salvajadas, as se trate de sacerdotes catlicos.
La Repblica Dominicana, el primero de los pases de Amrica Latina que cay bajo el poder pentagonista, es uno de ellos.
Captulo VIII
una violencia que no era tolerada en la metrpoli. Pero la metropocolonia tiene tradiciones que deben ser respetadas, por lo menos en las
apariencias; tradicin de juego poltico, tradicin de valores morales y
sociales que no pueden ser atropellados en la forma brutal en que eran
atropellados en la colonia clsica.
Si los negros de Estados Unidos que se levantaron en Watts, en
Detroit y en otras grandes ciudades norteamericanas hubieran sido
habitantes de una colonia tpica, sus lderes no existiran ya, miles de
sus seguidores estaran muertos y la paz hubiera retornado a la colonia
mediante la aniquilacin de los sublevados.
En la metropocolonia hay que actuar con cautela para no poner en
peligro la estabilidad poltica. El pentagonismo necesita una colonia
en paz, que produzca mquinas de guerra y soldados sin cesar; una
colonia que proporcione lo que el pentagonismo pide, y que sea, sobre
todas las cosas, una base poltica firme como una roca. Una fuerza
actuante, cuya razn de ser se encuentra en la accin permanente, no
puede estar a merced de vaivenes imprevistos en la fuente misma de
su vida. El pentagonismo, pues, tiene que preocuparse por la paz interna de Estados Unidos, por la paz social y poltica del pas, porque si
esa paz queda rota, el pentagonismo tendra que restaurarla tal como
los viejos imperios restauraban la paz en las colonias. Esa necesidad
de paz domstica es vital para el pentagonismo, a tal punto que si en
algn momento el gobierno civil de Estados Unidos no estuviera en
capacidad de garantizar la estabilidad social y poltica del pas, el pentagonismo tendra que sustituirlo.
En Estados Unidos, sin embargo, dadas las tradiciones que han
conformado las ideas y los sentimientos del pueblo, el pentagonismo
no podra sustituir al gobierno civil en la esfera domstica mediante el
clsico golpe de Estado que se da en otros pases. Esto slo podra hacerse en el caso de que se produjera una derrota militar norteamericana
de carcter decisivo; entonces el pentagonismo no dudara un instante:
para salvarse a s mismo histrica y fsicamente pondra a un lado al
gobierno civil y establecera en su lugar una junta militar.
Pero el pentagonismo puede ir sustituyendo gradualmente al gobierno civil; puede ir tomando poco a poco posiciones que correspon130 Juan Bosch
En realidad, una cosa no tiene nada que ver con la otra, salvo en su
simultaneidad. Las races del movimiento negro llamado Black Power
son lejanas, aunque es probable que en su organizacin juegue un
papel importante la actividad pentagonista, pero no debido a que esa
actividad consuma los fondos que debieron ser destinados al establecimiento de la Gran Sociedad. En este problema hay dos factores que
deben ser analizados por separado; uno son las razones econmicas
y sociales de la rebelda negra, y otro es su organizacin como poder
militante. Ese poder militante apareci al mismo tiempo que se inici
el escalamiento de la guerra de Vietnam; luego, no poda ser resultado de la transferencia hacia los canales pentagonistas, para ser usado
en Vietnam, del dinero destinado a crear la Gran Sociedad. El Black
Power se organiz sobre la base de un prolongado estado de injusticia
econmica y social como una fuerza destinada a debilitar el poder de
agresin militar de Estados Unidos actuando en la retaguardia de ese
poder. Los lderes del Black Power debieron darse cuenta, de manera
instintiva o por anlisis, de que la posibilidad de mejorar la situacin
de los negros norteamericanos depende en una medida importante de
que en el mundo existan poderes revolucionarios independientes, y,
adems, opuestos a Estados Unidos no slo por razones ideolgicas
sino tambin por razones de otro tipo. La supervivencia del gobierno
comunista de China, un pas considerado por Estados Unidos como
colored, es de importancia decisiva para los negros norteamericanos,
puesto que se trata de un gran poder mundial que los ampara y defiende con su sola existencia. Mao es el lder no slo de China, sino
tambin de los pueblos de color, entre los cuales el ms importante,
debido a que vive en el seno del pueblo norteamericano, est compuesto por los negros y los mestizos de Estados Unidos. Algo similar
puede decirse de la supervivencia del gobierno cubano de Fidel Castro.
El Black Power no es una mera rebelin social, aunque ese aspecto es
un ingrediente importante en el movimiento negro y tal vez el que le
comunica su potencia interior; es un movimiento poltico provocado,
Colored es la palabra con que se designa en los pases de habla inglesa a los pueblos que
no pertenecen a la raza blanca. Es una palabra despectiva y con ella se igualan negros, amarillos,
indios y mestizos de todas las razas.
en lo que se refiere a su organizacin y militancia, por la poltica internacional de Estados Unidos, lo que equivale a decir por las actividades
del pentagonismo. Era de esperar, pues, que el pentagonismo reaccionara ante ese movimiento, y dadas las tradiciones norteamericanas,
que sus primeras actuaciones en ese camino fueran las que anunci el
secretario McNamara.
En el cable publicado por The Times se informaba que el da 7 de
noviembre el secretario McNamara anunciara que su departamento
haba decidido contribuir a la solucin de los problemas sociales del
pas mediante el uso de lo que el corresponsal llamaba, con razn, el
enorme poder y (los enormes) recursos de ese departamento. El seor
McNamara, segn el corresponsal del bien informado diario ingls, iba
a dar los detalles de tres programas destinados a ese fin.
Copiamos de The Times:
El primero (de los tres programas) es la reciente orden del Pentgono que
prohbe a todos los militares comprar o alquilar casas cuyos dueos practiquen la discriminacin racial. Esta poltica, que se puso en vigor por
primera vez en el rea que rodea a Washington, ha sido ahora llevada a
California y ser gradualmente extendida a otros Estados.
El segundo Proyecto 100.000 proporciona (r) educacin intensiva a
jvenes pobres que no puedan hacer el servicio militar porque estn por
debajo de los niveles mnimos que (exige) el Ejrcito.
Finalmente, el Proyecto Transicin es un programa voluntario para
dar educacin y empleo a los que son dados de baja.
tendr a su cargo una parte importante de la esfera del poder domstico. Eso significara que del control de la poltica exterior del pas, el
pentagonismo pasara gradualmente al control de la poltica interior, lo
que a fin de cuentas se resume diciendo que el pentagonismo marcha
hacia la conquista del poder total en Estados Unidos.
Los ltimos prrafos del cable de The Times de Londres apuntan
hacia esa direccin. Esos prrafos son los siguientes:
Los problemas del ghetto, (del) control del trnsito y del desarrollo futuro
(sic) de las ciudades estn siendo computados por cientficos de la Research and Development (Rand) Corporation en Santa Mnica, California.
Con financiamientos exuberantes de la Fuerza Area, la Rand Corporation
ha dedicado tradicionalmente sus energas a una investigacin libre de las
polticas de la era nuclear y a asegurar que los armamentos americanos
sean los mejores calculados para descorazonar a un agresor.
guerra en la misma forma en que los seres vivos necesitan aire y alimento para no perecer. Pero la amenaza no es menor para todos los
norteamericanos. Si el poder del pentagonismo sigue extendindose y
entra a dominar la esfera del poder civil dentro de Estados Unidos, el
pas en conjunto y no slo los polticos y los militares acabar provocando la ira del mundo contra l. Y no hay que engaarse: el arma
ms poderosa con que puede contar una nacin, sea a su favor o sea
en su contra, no es la bomba H ni el anticohete orbital; es la opinin
pblica mundial. El pentagonismo podr tener de su lado el inters de
los que acumulan poder y dinero, pero no tendr de su lado a los que
aspiran al reino de la justicia sobre la Tierra.
La simple palabra de Jess acab siendo ms poderosa que las arrogantes legiones de Roma.
Apndice al prefacio*
El complejo militar-industrial-acadmico
Mientras jvenes disidentes ruegan por la resurreccin de la promesa
norteamericana, sus mayores continan subvirtindola. Como si fuese
algo de lo cual sentirse orgulloso, fue anunciado no hace mucho tiem*Discurso del senador J.W. Fulbright, presidente del Comit de Relaciones Exteriores del
Senado de Estados Unidos, pronunciado el 13 de diciembre de 1967. Traducido al espaol por
la editora.
137
norteamericanos todava siguen dando clases a sus estudiantes y participando en investigaciones escolares, pero algunos de los ms famosos
de nuestras academias han dejado de lado estas actividades para as
servir a su gobierno, especialmente en aquellas reas que se ocupan
primordialmente de la guerra.
Los lazos existentes entre el gobierno y las universidades no son
ms el resultado de una conspiracin que lo que igualmente existe
entre el gobierno y el sector privado industrial. Son arreglos de conveniencia que proveen al gobierno con conocimientos polticamente
tiles y a las universidades con recursos econmicos muy necesitados.
La mayora de estos fondos terminan en las grandes instituciones que
los necesitan menos que las academias pequeas y menos conocidas,
pero que en trminos generales contribuyen a la alta enseanza, aunque sea una contribucin adquirida a un alto precio.
Ese alto precio es la rendicin de la independencia, la negligencia
de la enseanza y la distorsin de la academia. Una universidad que
se ha acostumbrado al ingreso de fondos contractuales del gobierno
muy probablemente le dar mayor nfasis a las actividades que atraen
dichos recursos. stas, lamentablemente, no incluyen la imparticin de
docencia y el tipo de escolaridad que, aunque contribuye a la suma
de conocimientos humanos y al conocimiento propio del hombre, no
es rentable al Departamento de Defensa o a la cia. Como Clark Kerr, ex
presidente de la Universidad de California, lo expres:
El problema real no es de control federal, sino de influencia federal. Una
agencia federal ofrece el proyecto. La universidad no tiene que aceptarlo,
pero como asunto prctico, normalmente lo hacen... De esta realidad han
seguido muchas de las consecuencias de la ayuda federal para las universidades; y han sido substanciales. El hecho de que son sutiles, lentamente acumulativos y caballerosos las hacen ms potentes todava.
Segn lo escuchado, el proceso de la adquisicin de contratos gubernamentales no es siempre pasivo y caballeroso. Una de las escenas
ms sombras de la alta educacin norteamericana, escribe Robert M.
Clark Kerr, The Uses of the University Cambridge; Harvard University Press, 1964, pp. 57-58.
Pobreza en Norteamrica
Los estudiantes no son los nicos rencorosos en Norteamrica, ni los
nicos con causa para sentirse as. Tambin est el rencor del pobre
norteamericano, blanco y negro, rural y urbano. Estos son los hijos
desposados de la sociedad afluente, 32 millones de norteamericanos
cuyas esperanzas fueron brevemente levantadas por la proclamacin
de una guerra contra la pobreza, para despus ser sacrificados frente
a los requisitos de la guerra contra el comunismo asitico, o, para ser
ms precisos, frente a la preocupacin ejecutiva y la parsimonia congresional inducidas por aquella guerra.
Por nuestra preocupacin con guerras y crisis extranjeras apenas
nos hemos dado cuenta de la revolucin provocada por cambios sin
direccin aqu en casa. Desde la Segunda Guerra Mundial nuestra poblacin ha crecido en 59 millones, una migracin masiva ha atestado
ms del 70 por ciento de nuestra poblacin sobre poco ms del uno por
ciento de nuestra tierra; grandes nmeros de negros rurales del sur han
llenado los barrios marginales de ciudades norteas mientras familias
blancas y afluentes han huido a nuevos suburbios sin forma, dejando
Apndice al prefacio 143
nos siguen siendo un imn para los negros del sur y los blancos de la
Appalachia, a pesar de lo feo e inhumano que son. Apindose en los
barrios pobres y ftidos y abusando de los servicios pblicos, vienen a
las ciudades en bsqueda de empleos y oportunidad, slo para encontrar que los empleos vacantes requieren habilidades de las que carecen
y tienen poca probabilidad de adquirir.
Uno contempla si esta migracin urbana es irreversible, si sera
posible crear oportunidades econmicas en los pequeos pueblos y
ciudades donde hay espacio y tierra y aire fresco, donde los costos
de construccin son moderados y la gente todava puede vivir en
armona con la naturaleza. La tecnologa de la agricultura moderna
inevitablemente podra continuar reduciendo la empleomana agrcola,
pero apenas hemos comenzado a considerar las posibilidades de la
descentralizacin industrial de subsidios, incentivos arancelarios y
otras formas para hacer posible que la gente se gane la vida en los an
habitables pueblos pequeos de Norteamrica.
Una buena vida en un pueblo pequeo no slo es mucho mejor
que una vida barrial y empobrecida de la ciudad; muy probablemente
es ms barato tambin. El secretario de Agricultura ha sugerido que
sera mejor subsidiar una familia rural con 1,000 dlares anuales por
veinte aos que acomodarlo en una vivienda urbana a un costo de
20,000 dlares. En Nueva York o Chicago 2,500 dlares de asistencia
social mantendr a una familia en subsistencia; en el campo de Ozark,
Arkansas es lo suficiente para una vida decente.
Agravando los males materiales tenemos la impersonalizacin de
donde sea que vamos, que nuestros nombres y nuestras direcciones
ya no nos identifiquen; las mquinas de ibm requieren nmeros de
cdigos de reas, nmeros de cuentas bancarias y de rdenes. Nuestra
identidad relevante en una economa computarizada es numrica y no
algo personal. Mquinas de negocios dan informacin bsica y servicios bsicos y no hay gente para dar informaciones particulares ni para
brindar servicios para nuestras necesidades particulares. El concepto
gobernante, inventado creo yo en el Pentgono, es la efectividad de
costos, que se refiere no a la relacin del costo con la necesitad y
satisfaccin del humano, sino a la relacin del costo con el sistema
146 Juan Bosch
El ejemplo americano
Aunque nuestro pas es bastante rico y poderoso, no es lo suficientemente rico y poderoso como para encaminar el curso de la historia
mundial en una direccin constructiva y deseada simplemente a travs
del impacto de su poder y poltica. Inevitable y demostrativamente,
nuestro impacto mayor resta no en lo que hacemos, sino en lo que somos. Con toda su influencia mundial, nuestra asistencia y diplomacia
son slo la sombra de Norteamrica; la Norteamrica real y la influencia norteamericana real son algo totalmente distinto. Son la forma en
148 Juan Bosch
Apndice I
Guerrilla Warfare and special forces operations (fm 31-21) Part One,
Introduction, Chapter I, Fundamentals: 2. Definition of Unconventional
Warfare (p. 3):
Uconventional Warfare consists of the interrelated fields of guerrilla
warfare, evasion and scape, and subversion against hostile states (resistance). Unconventional warfare operations are conducted in enemy or
enemy controlled territory by predominantely indigenous personnel ussually supported and directed in varying degree by an external source.
3. Delineation of Responsabilities for Unconventional Warfare:
a. The responsability for certain of these activities has been delegated having primary concern. Guerrilla warfare is the responsability
of the United States Army.
b. Within certain designated geographic areas called guerrilla warfare operational areas the United States Army is responsible for the
conduct of all three interrelated fields of activity as they affect guerrilla
warfare operations.
Chapter 9. Psychological Operations in support: of unconventional
warfare (pp. 169-176):
148. General
c. In peace or war special forces units, by their very presence in a
particular country, have a psychological impact on select military or
paramilitary elements and on informed elements of the population.
The image created by special forces personnel is moulded by a
multitude of factors which bear heavily on the succesful outcome
153
of the population, than these goals are attainable and that the United
States in supporting the guerrilla force is pressing for the sarne political and social goals. Psychological programs aimed at this target audience stress appeals designed to induce the population to support and
obey guerrillas in achieving recognized common objectives.
c. Guerrillas and the Auxiliares: The third mayor target audience to
he considered by the special forces comander cortiprises the guerrillas,
the auxiliares, and those underground elements assisting the guerrillas. The guerrilla force has been given proof that the United States
supports the general objectives of the guerrilla movement. But, as the
representative of the United States theater commander, the special
forces detachment commander must insure that specific goals for the
guerrillas and its support elements are reinterpreted and remphasized
continually during the hostilities phase.
151. Types of Psychological Warfare Operation in Guerrilla Warfare
Operational Areas:
a. Action Operations (4). When area supremacy is achieved, encouraging and assisting the civilian population to resume their normal
activities. Thies may involve use of the guerrillas or auxiliary units in
assiting the local population to repair building, build needed structures, harvest crops, reopen schools and churches, organize social
activity groups, etc.; (5). The institution of honest and effective government in the area. These psychological programs must carry the full
weight of the prestige and legality Of the United States and its allies.
This is demonstrated by having appropriate directives emanate from
United States authorities at theater level or higher. Joint directives issued by United States and indigenous guerrilla leaders or a credible
government in exile give added force to the action programs.
(6) Meeting civilians face-to-face. During those periods of operations before the special forces comander can actively assist the civilian population to resume a relatively normal life, the comander must
reinforce written appeals by conducting Eneetings or discussions with
the local civilians. These provide aciditional tangible evidence to the
population that the guerrillas are supported by the United States and
that both are working in the interest of the population. Members of the
special forces detachment participate in such meetings to establish full
Apndice I 155
by the conventional forces or by the newly constituted government. Individuals or entire units may be incorporated into the police or armed
forces of the new government. Where feasible, assistance in rebuilding damaged houses or farms belonging to guerrillas may be granted.
However, rehabilitation does not usually involve U.S. forces where a
provisional government capable of rendering aid exists.
b. Perhaps the greatest danger in any demobilization program is
the possibility that former guerrillas will resort to dissidence, factional
quarrels or even to banditry. Others may take advantage of the prevalent
unstable conditions to organize quasimilitary or political groups which
will conflict with the provisional government or the U.S. authorities. It
is vital, therefore, that demobilization procedures be executed expeditiously and with foresight. Procedures which are instituted will be an
outgrowth of deliberations on a high level by military and political authorities. In the implementation of directives, maximum. Coordination
between special forces, ca and other appropriate elements is necessary.
To preclude troublesome situations form arising, tight control measures
should be instituted and persons suspected of favoring action hostile to
established authority are kept under surveillance. Every effort is made
to foster acceptance on the part of peaceful means to bring about a restoration of the government structure and assimilate the readjustments in
society which company a cessation of war time pursuits. Psychological
operations can be of considerable assistance in these activities.
Traduccin al espaol
Guerra de Guerrillas y operaciones de fuerzas especiales (fm 31-21),
Parte Uno, Introduccin, Captulo I, Fundamentos: 2. Definicin de
Guerra no Convencional (p. 3):
La guerra no convencional es aquella en que se relacionan entre
s los campos de la guerra de guerrillas, la evasin y la fuga, y la
Me he esforzado en hacer una traduccin cuidadosamente ajustada al original, pero el estilo
del original corresponde al lenguaje de las agencias publicitarias norteamericanas, que resulta
difcil de seguir en espaol. En algunos casos me he visto forzado a aclarar el concepto con palabras que figuran entre parntesis, J. B.
Apndice I 157
Apndice II
Para tener una idea aproximada de lo que significa la industria sobredesarrollada de Estados Unidos en trminos de podero privado
basta leer en Fortune la revista del gran capital norteamericano una
lista de las empresas industriales que ms vendieron en el ao 1965,
con detalles sobre sus ventas, sus beneficios y nmero de hombres
empleados.
Cincuenta y cinco firmas tuvieron ventas por ms de 154 billones
(miles de millones) de dlares, con un beneficio neto declarado que se
acerc a los 12 billones (miles de millones) de dlares y un cuerpo de
empleados de obreros superior a 4230,000.
Las 10 firmas que ocuparon los 10 primeros lugares vendieron ms
de 75 billones (miles de millones) de dlares, con beneficios netos
declarados de ms de 6.5 billones (miles de millones) de dlares y
emplearon ms de 2287,000 asalariados.
Casi todas ellas, si no todas, tienen subsidiarias en la mayora de
los pases capitalistas y algunas estn negociando para establecerse
en pases comunistas. Varias de las firmas petroleras mantienen fuera
de Estados Unidos empresas que significan operaciones y beneficios
fabulosos.
Fortune, 15 de julio de 1966.
L as cifras exactas fueron, para ventas, 154,389967,000 dlares; para beneficios,
11,701663,000 dlares; para empleados y obreros, 4231,793 dlares.
En ventas, 75,299897,000 dlares, en beneficios, 6,589254,000 dlares; empleados y obreros 2287,897 dlares.
163
Los datos que acabamos de dar significan que esas 55 firmas industriales, empleando menos de 4250,000 hombres, hicieron en 1965
ventas superiores a la mitad del producto nacional bruto de Rusia, un
pas de ms de 200 millones de habitantes; que esas firmas vendieron
ese ao 35 billones (miles de millones) de dlares ms de lo que produjo Alemania en el ao de 1966 y 51 billones (miles de millones) de
dlares ms que el producto nacional bruto de Inglaterra en ese mismo
ao de 1966.
Las cinco empresas que encabezan esa lista de cincuenta y cinco son
la General Motors, con una venta de 20,733982,000 dlares, beneficios
netos de 2,125600,000 dlares y 734,594 empleados y obreros; la Ford
Motor Company, con una venta de 11,536789,000 dlares, beneficios
netos de 703049,000 dlares y 364,487 empleados y obreros; la Standard Oil de New Jersey, con ventas de 11,471529,000 dlares, beneficios
netos de 1,035765,000 dlares y 148,000 empleados y obreros (4); la
General Electric, con ventas de 6,213595,000 dlares, beneficios netos
de 355122,000 dlares y 300,000 empleados y obreros, y la Chrysler,
con ventas de 5,299935,000 dlares, beneficios netos de 233377,000
dlares y 166,773 obreros y empleados.
En el mismo nmero de Fortune se afirma que el ao de 1965 el
ao en que el pentagonismo se lanz a actuar resueltamente fue
el ms grande que jams conocieron las 500 ms grandes corporaciones
industriales de Estados Unidos. Segn la mencionada revista, que es el
portavoz ms autorizado del gran capital norteamericano, desde 1958,
un ao de recesin, las 500 compaas registradas en el directorio
anual de Fortune no han cesado de contabilizar nuevas alzas en el total
de ventas.
Debe observarse que 1958 corresponde al cuarto ao de aumento
de gastos militares en Vietnam, en forma de entrega de equipos de
todos los tipos, y de grandes gastos para alcanzar a Rusia en la carrera
espacial. En 1957 haban comenzado las guerrillas budistas contra el
gobierno de Diem y Rusia haba lanzado su spunik; por tanto, los gas
Entre las 55 firmas figuran tambin la Standard Oil de Indiana y la Standard Oil de California.
Pgina 230, bajo el ttulo de The Fortune Directory.
Apndice III
ndice
Introduccin
Leonel Fernndez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Captulo I
Qu
es el pentagonismo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Captulo II
El
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Captulo III
Expansin
del pentagonismo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Captulo IV
La
sociedad pentagonizada
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Captulo V
Poltica
y pentagonismo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Captulo VI
Doctrina
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Captulo VII
El
pentagonismo y
Captulo VIII
El
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
isbn 978-607-401-115-9