Chatelet - Una Historia de La Razón - Cap. 8
Chatelet - Una Historia de La Razón - Cap. 8
Chatelet - Una Historia de La Razón - Cap. 8
EL PORVENIR
Ha llegado nuestra ltima charla. Empiezo con esta pregunta in
mente: Tiene un porvenir la filosofa? Oigo a algunos que
gritan que s y a otros que no! Quisiera, como usted imagina,
tener como respuesta otra cosa que una simple exclamacin.
Pero antes, y quizs para aclarar esa respuesta sobre el porvenir de la filosofa, tenemos que volver a Friedrich Nietzsche.
Usted aludi a l como a un aguafiestas, un hombre de la
contestacin radical de la razn. Esto es todo lo que usted dijo
de l. Parece que la razn filosfica encuentra all, en este
hombre, un obstculo mayor.
Pero, es un filsofo?
No un filsofo en el sentido en que Hegel entenda la filosofa,
pero creo que en nuestro sentido actual, s, es un filsofo. Esto
es todo lo que vamos a debatir en el curso de esta demasiado
breve hora que nos resta.
Entonces, Nietzsche?
Y bien, es interesante tomarlo como articulacin, como introduccin a lo que es la filosofa hoy, porque pone en cuestin los
principales pivotes de la racionalidad. En principio, el platonismo. Est de acuerdo con Platn cuando ste dice: o bien elegs
la hiptesis de las Ideas, creis que hay un trasmundo inteligible
y aceptis someteros a l, o bien estis en la desdicha y la
inmoralidad. Nietzsche dice: s, la apuesta existe. Pero no es en
ese sentido que habra que haberla planteado, porque al elegir la
hiptesis de las Ideas, al aceptar el primado de ese discurso
racional unitario, masivo y autoritario, se pierde pura y simplemente la vida en nombre de la seguridad. Se ve cmo Nietzsche
procede: conduce la moralidad, la justicia, etc., a lo que es el
fundamento, a saber, la simple seguridad. Seguridad de ser aqu
abajo un buen hombre y en el ms all, si lo hay, un elegido. Todo
esto para Nietzsche no tiene ninguna importancia, porque lo que
168
169
animales; arriba la razn; entre ambas, las tendencias superiores que permiten pasar de la animalidad a la divinidad del
hombre, segn el esquema platnico de las tres almas: el alma
deseante, el alma valerosa y el alma pensante.
S, Freud sustituye esta bella construccin por una visin ms
dinmica de la realidad humana y de la relacin entre los
hombres, introduciendo lo que siempre haba sido silenciado por
la filosofa, a saber, la divisin de la humanidad en dos sexos. Es
al menos algo importante, me parece, que debe tener sin duda
efectos de algn tipo. En suma, Freud plantea de otra manera,
desplaza la cuestin del hombre.
Nietzsche y Freud no operan revoluciones sino desplazamientos, nos brindan puntos de vista que nos obligan a fijar los
ojos en otra parte, a mirar de otra manera. Esto es muy importante, porque hay una parte decisiva de la obra de Freud, referida al
arte. Siempre estuvo interesado por las obras de arte, las que
nutrieron su reflexin. Trataba de utilizar la relacin con la
cultura para captar la relacin con sus enfermos. Se ha insistido
sobre el aspecto esttico de la obra de Nietzsche. Es una gran
novedad en el pensamiento actual. A menudo, ms que las
ciencias sociales, la historia, la argumentacin filosfica o
cientfica, los artistas nos hacen descubrir aspectos de lo real,
Maurice Merleau-Ponty, L 'Oeil et l'Esprit [El ojo y el
espritu]. Gallimard, p.35.
175
176
177
178
Pero de qu manera?
179
180
181
184
186
187