Murillo Herrera 2003

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JJNA RESEA Y CARACTERIZACIN

DEL PERiODO TEMPISQUE (500 A.C.-300 D.C.) EN EL


NOROESTE""COSTARRICENSE
Mauricio Murillo Herrera

Department of Anthropology
Universlty of Pittsburgh
Plttsburgh. Pennsylvanla

RESUMEN
El perodo Tempisque (500 a.C.-SaO d.C.), en la subrea Gran
Nicoya, es uno de los perodos arqueolgicos ms estudiados en la
arqueologa costarricense; es por ello que durante las ltimas
dcadas ha sLifrido constantes modificaciones nominales y tempo rales. Los datos obtenidos hasta laJecha niflejan la imagen de una
sociedad an mvil pero en vas hacia una vida sedentaria, con una
prctica de subsistencia basada en la recoleccin deJrutos y en un
cultivo incipiente, caza y pesca. Sociedades aldeanas emergentes,
dispersas, con un rpido crecimiento demogrfico y con una diferen ciacin social cada vez ms marcada Jueron las que habitaron el
noroeste de Costa Rica durante el perodo Tempisque.

ABSTRACT
The Tempisque period (500 BC-AD 300), located in the Great Nicoya
subarea, is one oJ the most studied archaeological periods in Costa
Rican archaeology. Because Qf this, during the last several decades
the period has undergone several changes alfecting its name and
temporality. The data gathered so Jar does not rliflect a completely
sedentary society. Subsistence activities were mainly based in the
collection oJ wild plants, and in gardening. hunting and Jishing.
Northwestern Costa Rica during Tempisque phase was characterized by dispersed, emerging vil/age socteties, with rapid demograph ic growth, and with social differentiation continuously more marked.

Mauricio Murillo Herrera mauriciomurillo@hotmail.com


mmhaccr@yahoo.es

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Hasta hace muy recientemente el lapso entre el 500 a.C. y 300 d.C. para el Noroeste
de Costa Rica, el cual hoy se conoce como perodo arqueolgico Tempisque, estaba
subsumido dentro del desaparecido perodo llamado "Bicromo en Zonas" (500 a.C.-500
d.C.). Dicho perodo histricamente ha acaparado la atencin de arquelogos
nacionales y extranjeros, lo cual ha significado una constante modificacin de su temo
poralidad y de su abarcamiento geogrfico. El propsito de ste ensayo es el de reca.
pitular e informar acerca de las caractersticas sociales y culturales que se han conocido dentro de dicho lapso con base en el trabajo publ1cado por arquelogos durante
los ltimos 40 aos, creando as un estado de la cuestin. Primeramente se brinda una
resea histrica del perodo Bicromo en Zonas partiendo de su origen y definicin. Una
vez establecido dicho marco contextual se discute y caracteriza el perodo en sus dife.
rentes componentes sociales. tales como tecnologa, economa y subsistencia. particularidades de los asentamientos e ideologa. Finalmente se propone una Imagen prelimJ._
nar del Noroeste de Costa Rica durante el perodo Tempisque. Como el ttulo lo seala,
el presente trabajo se limita geogrficamente al sector sur de la Gran Nicoya (Lange,
1984); ciertamente con esto no pretendemos desconocer que la cobertura cultural del
perodo discutido en el presente ensayo se extienden hacia el Istmo de Rivas en
Nicaragua (sector norte) abarcando as toda la regin arqueolgica de la Gran Nicoya,

CARACTERIZACIN GEOGRFICA Y AMBIENTAL


La provincia de Guanacaste, junto con el sector ms occidental de Puntarenas,
forma en prcticamente su totalidad el Noroeste de Costa Rica. El paisaje que predom.
ina est compuesto por extensivas llanuras regadas por ros que desembocan en el
ocano Pacfico directamente o en el Golfo de Nicoya. sta vista solo es interrumpida
por algunos sectores que presentan colinas no muy altas. No obstante, hacia el Norte
la regin tambin presenta un sector montaoso el cual constituye la Sierra Volcnica
de Guanacaste. compuesta por cerros y volcanes activos e inactivos. El elemento
geogrfico ms conspicuo de la zona es la pennsula de Nicoya, con una extensin de
120 Km. comprende el rea ms surea de la regin. La otra pennsula presente es la
de Santa Elena, bastante menos sobresaliente en tamao, solo 25 Km., se ubica al
oroeste cerca de territorio Nicaragense.
El clima de sta zona geogrfica es propio de la sabana tropical. Segn la claslftcacin de Koeppen. est ubicado en Awh; se caracteriza por tener una distribucin de
lluvias de "tipo pacfico" es decir con una poca lluviosa bien definida desde mayo a
octubre, presentando los mximos de precipitacin en los meses de junio, setiembre y
octubre. La poca seca comprende los meses de diciembre a marzo, abril y noviembre
se podran considerar meses de transicin en que las lluvias estn presentes pero con
menor regularidad. El promedio de precipitacin anual es de 1963.1 mm en las zonas
montaosas y de 1400 mm en las llanuras. El promedio de temperatura ronda los 2811
C (Mena, 2003).
Si bien la biota de esta regin es propia del Bosque Tropical Seco, la cantidad de
bosque an presente es muy limitada debido a la alta deforestacin. En la actualidad
la zona sustenta una amplia variedad de cultivos y de ganado. El cultivo de arroz. algodn, caa de azcar, maz y frijoles, entre otros, son comunes en esta zona; as mismo
el ganado de engorde, la explotacin martima y maderera son importantes industrias.

CONTEXTO mSTRICO DE LA ARQUEOLOGA DEL REA


Histricamente el Noroeste de Costa Rica ha sido objeto de inters por parte de
exploradores, coleccionistas y arquelogos. Con la llegada de los europeos y la exploracin de Amrica la destruccin u o ultamiento de objetos y edificaciones con fines
polticos y religiosos fue rapaz. La conquista espaola fue tanto fsica como ideolgica,

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UNA RESEA Y CARACTERIZACIN DEL PERIODO TEMPISQUE

y por lo tanto conquistadores y colonizadores se encargaron de desarticular para luego


explotar intensamente la cultura indgena y su medio. An hoy en da en Costa Rica
dicha prctica. junto con el saqueo y trasiego comercial de piezas arqueolgicas. se
lIlantiene. Guanacaste. como casi todo el pas. ha sido extensamente devastada por la
accin de huaqueros en busca de oro y jade. espeCialmente; sin embargo la alta valoracin esttica de la cermica policroma tambin ha atrado la atencin de coleccionistas.
por otro lado. no ha habido ninguna otra rea del pas que haya llamado tanto la
atencin arquelogos extranjeros como lo ha hecho el Noreste de Costa Rica. Su particular ubicacin dentro del mapa precolombino de Amrica. posicin que ha sido
comnmente designada como de "frontera sur de Mesoamrica". ha interesado especialmente a Mesoamericanistas interesados 1n.1cialmente en la delimitacin de los mrgenes de dicho horizonte cultural y posteriormente en la caracterizacin de la regin
arqueolgica denominada como la Gran Nicoya. sta zona interes desde el principio
incluso a arquelogos que hicieron trabajo de campo en otras regiones del pas. Por
ejemplo. ha pesar de que su esfuerzo Inicial y la publicacin consecuente se centr en
la Vertiente Caribe e Intermontano Central. Carl V. Hartman visit y excav en el
Pacfico Norte incluso durante su primer viaje a Costa Rica (Hartman. 1991: 93-113);
ciertamente fue durante su segundo viaje a dicho pas que l se enfoc solamente en
dicha zona. As mismo, Samuel K. Lothrop termin excavando en la regin Sur del pas
slo porque problemas polticos internos le impidieron hacerlo en Guanacaste
(LothroP. 1963: 1).
La accin de exploradores y coleccionistas con intereses arqueolgiCOS en el
noroeste costarricense se dio entrado ya el siglo XIX. John Francis Bransford. funcionario del Smithsonlan Museum visit Guanacaste en 1881. interesado bsicamente
en obtener piezas precolombinas y en encontrar alguna fuente de jade (Bransford.
1884). En sus relatos. los cuales muestran un considerable componente descriptivo,
Bransford relacion los objetos con los Chorotegas y con grupos mucho ms lejanos
como los aztecas. El siguiente en trabajar en la regin y primer arquelogo profesional
en excavar en Guanacaste fue Carl V. Hartman en 1897 y 1903. esto con el fin de
engrosar la coleccin del Carnegie Museum [Hartman. 1907). l explor la zona y
excav el sitio Las Huacas del cual dej detalladas descripciones y compr varias colecciones a huaqueros de la zona de Nicoya.
Luego de la Introduccin y delimitacin del concepto "Mesoamrlca" por Paul
Kirchoff (1943) para referirse a las caractersticas culturales propias del territorio entre
los ros Sinaloa. Lerma y Pnuco en Mxico y la pennsula de Nicoya en Costa Rica al
momento del contacto hispano con las sociedades indgenas de la regin. arquelogos
se Interesaron a Interesar por la profundidad temporal del concepto dentro de tiempos
precolombinos y en la prolongacin territorial de ste. El inters por conocer el rea de
influencia e interaccin de los estados precolombinOS que surgieron en dicha zona, as
como los orgenes de las diversas tradiciones mesoamericanas. incluyendo las fuentes
de materia prima de materiales como el jade y la obsidiana. motiv la exploraCin de
reas ms perifricas. Ms adelante. el estudio y la elaboracin de secuencias
cronolgicas para el Noroeste de Costa Rica (Baudez & Cae. 1962; infra) y un poco
despus para el Istmo de Rivas en Nicaragua (W1lley & Norweb. 1961; Norweb. 1964)
revel ciertas simitudes y una "cercana relacin cultural" lo que llev a Albert H.
Norweb (1961) a considerar ambas reas como "una provincia geogrfica-cultural".
Norweb denomin dicho territorio "La Gran Nicoya"; dndole un carcter de subrea
arqueolgica de Mesoamrica.
Entre 1959 Y 1960. los arquelogos Michael D. Coe y Claude F. Baudez realizaron
en forma separada un intensivo trabajo de campo en la provincia de Guanacaste el

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cual contempl prospeccin y excavacin en la cuenca media del ro Tempisque. la


pennsula de Santa Elena y la zona de Tamarindo (Baudez. 1962; Coe, 1962). El resul.
tado de dJcho esfuerzo fue el establecimiento de la primera secuencia cultural para el
Noroeste de Costa Rica (Baudez & Coe, 1962). As fue como se originaron los perodos
seminales de la regin: Blcromo en Zonas. Policromo Antiguo. Policromo Mec1Jo y
PoUcromo Tardo. La secuencia original ha recibido subsecuentes alteraciones en las
fechas que los componen y su nomenclatura (e.g. Baudez, 1967: Lange. 1971; Lange.
1980, Lange, 1990). sin embargo la secuencia en vigencia es la acordada durante el
"Taller sobre el Futuro de las Investigaciones Arqueolgicas y Etnohlstrlcas en la Gran
Nlcoya" (Guerrero, Sols & Vzquez. 1994; Hoopes. 1994b): perodo PaleoindJo (>8000
a.C.). perodo Arcaico (8000-2000 a.C.). perodo Oros (2000-500 a.C.). perodo
Tempisque (500 a.C.-300 d.C.), perodo Bagaces (300-800 d.C.), perodo Sapo (800.
1350 d.C.) y perodo Ometepe (1350-1500 d.C.).

CRONOLOGA y SECUENCIAS REGIONALES


En la delimitacin y delirnltacin del perodo Tempisque dos elementos han jugado
un papel preponderante: la cermica y las fechas de radiocarbono; el uso de otros
materiales culturales ha sido sumamente restringido. El marco histrico profesional
propio del momento en que se llevaron a cabo condujo a los Investigadores a centrarse
en la cermica con la casi nica finalidad de establecer secuencias cronolgicas
regionales y, de paso, buscar i.n.fluenclas mesoamerlcanas o andinas en la cermica de
la zona. Posteriormente en la inve tigacin arqueolgica de dicho lapso si bien el pa
radJgma es otro. pues se tienen objetivos ms sociales y menos dlfuslonistas y por lo
tanto mtodos ms comprensivos respecto a los materiales que abarca; la carencia de
otros materiales con qu trabajar debido a la falta de preservacin o a que no se han
buscado con el suficiente detalle y tiempo. ha hecho de la cermica casi el nico Interlocutor entre el perodo y el arquelogo.
El perodo originario del actual Tempisque fue el Bicromo en Zonas, el cual tom el
nombre de la tcnica decorativa predominante en la cermica caracterstica del dicho
lapso. La caracterizacin y delimitacin del Bicromo en Zonas y posteriormente de
Tempisque se ha basado predominadamente en el componente cermico excavado. En
un principio, el Bicromo en Zonas (300-300 d.C.) solo enmarc tres fases: Catalina,
Chombo y Monte Fresco. correspondientes a tres territorios diferentes: la cuenca media
del ro Tempisque. la penn ula de Santa Elena y la zona de Tamarindo. respectivamente. Ms adelante. el trabajo de diversos investigadores en distintos sectores de la
Gran Nlcoya ha Ido gestando secuencias cronolgicas locales sustentadas fundamen
talmente en las caractersticas particulares de la cermica de dichas zonas (Cuadro 1).
Frederlck W. Lange (1980), con base en su proyecto en Baha Culebra, incorpor otras
fases dentro del perodo amplindolo temporalmente: Loma B (800 a.C.-300 a.C.l, Or50
(300 a.C.-300 d.C.) y Mata de Uva (300-500 d.C.). E ta distincin dentro del perodo se
bas en una separacin estilstica y temporal: Loma B: Zonado inciso. Orso: Zonado
bicromo: Mata de Uva: Zonado pintado. As mismo, con las primeras temporadas del
Proyecto Prehistrico Arenal se conform la secuencia para dJcha zona caracteriZndose as el Blcromo en Zonas localmente al cual se le denomin: fase Arenal (Hoope5,
1986: 130). Posteriormente (Hoopes. 1994a: 191). sta fue dividida en Arenal
Temprano (500 a.C.-l d.C.) y Arenal Tardo (1-600 d.C.). Sin bien la zona de Arenal no
se enmarca dentro de la delimitacin geogrllca de la Gran Nicoya. su estrecha relaCin
cultural con sta subrea ha sido comprobada (Hoopes, 1994: 69-71).
La ubicacin original en el Blcromo en Zonas de fases que ahora se consideran
parte del perodo Bagaces (300-800 d.C.) tales como Mata de Uva y Arenal Tardo, se
expllca en el hecho que cuando stas fueron definidas el Bicromo en Zonas haba sido
extendido hasta cubrir 1000 aos: del 500 a.C.-500 d.C., abarcando Los fechamlentos.

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UNA RESEA Y CARACTERIZACIN DEL PERIODO TEMPISQUE

Cuadro 1
Fases del periodo Tempisque de acuerdo a su regin y a sus tipos msjrecuentes
fase

regin

tipos ms frecuentes

Cho.mbo

Peninsula de Santa Elena

Toya Inciso Zonado

Monte Fresco

Tamarindo

Rosales lnciso en Zonas


abando Negro sobre Rojo

Catalina

Valle del ro Tempisque

LomaB
Orso

Bahia Culebra

Bocana Bicromo Inciso


Rosales Inciso en Zonas
Ballena Inciso
Tamino Inciso

Arenal Temprano

Arenal

Bocana Bicromo (nciso


Las Palmas Rojo sobre Beige
Mojica lmpreso

Bocana Bicromo Inciso

Mojica Impreso
Ballena Inciso

Fuentes: Coey Baudez, 1961; Longe, 1984: 172; Hoopes, 1994: 78

tantos absolutos como relativos, obtenidos durante los ltimos 20 aos apoyaron el
retorno de una separacin cronolgica alrededor del ao 300 d.C. (Guerrero, Sols del
Vecchio & Vzquez, 1994: 92), dando origen a los perodos Tempisque y Bagaces.
La tcnica cermica caracterstica del per do Tempisque es el blcromo en zonas,
con el empleo de lneas que pueden ser grab::\das o incisas. Los colores usados son el
rojo y el negro, aunque en algunas variedades el rojo y beige. o una combinacin de los
tres puede ser usada. Motivos geomtricos elementales tales como rectas paralelas,
tringulos y espiguillas son comunes y aparecen pintados en negro sobre rojo o en rojo
sobre beige, adornando tazas y sobre todo jarrones. Improntas de conchas, zonas o
hileras punteadas y otros elementos incisos son tambin recurrentes. Las formas comprenden jarrones, tazones y ms frecuentemente trpodes, vasos achatados de silueta
complicada, vasos-botellas entre otros (Baudez, 1970: 67-68). ste periodo se distingue de otros que irn a seguir, por la relativa unidad de la cermica de regiones
diferentes (Baudez, 1967: 193).
Desde un inicio, las caractersticas propias de la cermica Tempisque halladas en
Guanacaste fueron relacionadas con complejos cermicos de otras reas de Costa Rica,
as como de Nicaragua y Panam. Inclusive su cermica fue vinculada con complejos
excavados en regiones sumamente distantes tales como el complejo Utatln del
Formativo Tardo en Guatemala (passim Coe & Baudez. 1961: 512-513; Baudez & Coe.
1962: 369; Baudez. 1967: 206). Las caractersticas estilsticas de la cermica fueron
relacionadas con el Preclsico Medio de Mesoamrica; segn Coe y Baudez (1961: 513514) el estilo fue propagado a travs de la baja Amrica Central durante el Formativo
Tardo. sta aseveracin se sustent bsicamente en la semejanza entre los complejos
cermicos Rosales Engrabado en Zonas en y Utatln ware de las zonas altas guatemaltecas.

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SUBSISTENCIA y ECONOMA
La evidencia arqueolgica encontrada. adems de restos cermicos. es muy limitada e indirecta. Instrumentos lticos tales como percutores. pulidores y manos de piedra
han sido excavados; metates y hachas pulidas son comunes para ste periodo. especialmente relacionados a sepulturas (g.. Snarskls. 1981: 26; Sheets. 1994: 317).
Manos de moler se vuelven ms frecuentes hacia el final del perodo.
El principal uso que pudo haber tenido el objeto al cual comnmente e le denomina como "metate" durante tiempos precolombinos ha sido de un extenso debate por
parte de arquelogos que han trabajado en Costa Rica. Lange considera a stos. primordialmente, como taburetes "ceremoniales" relacionados con ritos fnebres (e.y.
Lange. 1971: 46) siguiendo as la interpretacin propuesta por Lothrop (1926: 291) y
luego por Norweb (1961: 28): aunque no niega de que algunos fueron usados. quizs a
posterlorl. para el procesamiento de alimentos; mientras que otros como Cae, Baudez
(supra) y Snarskis (e.y. 1981: 26-29) los han considerado como artefactos cuya funcin fue la de sustentculos para la preparacin de alimentos, aunque tampoco esto
niega su carcter ceremonial. La presencia de manos de moler encontradas asociadas
a metates junto con el hecho de que stos muestran claras seales de uso prolongado
(Snarskis. 1981: 26; Sheets. 1994: 316-317) confirma un uso culinario del metate.
Esto. por supuesto. no anula otros usos que pudo haber tenido.
Evidencia ms directa tal como restos seos de pescado. mamferos y aves. as como
de algunas conchas, fue excavada por Baudez en el valle del Tempisque (Cae & Baudez.
1961). En Arenal fragmentos de mazorcas de maz fueron encontrados junto con restos
de semillas de otras plantas no domesticadas (Hoopes & Chenault. 1994: 95).
Es llamativa la ausencia de puntas de proyectil de piedra as como de concheros.
Es obvio suponer que la caza jug algn papel durante el perodo Tempisque. es por
ello que los investigadores no descartan la caza como uno de los componentes bsicos
de la subsistencia de la poblacin. Norweb (1961: 27) sugiri que la piedra como materia prima pudo haber sido sustituida a travs del uso de madera dura; sta sera la
razn por la cual no se ha hallado evidencia directa de puntas de proyectil. Es an ms
complejo explicar el poco nfasis en la recoleccin de moluscos. Si bien hay evidencia
de consumo de moluscos. sta es sumamente escasa (Coe & Baudez. 1961). Lange
(1980: 41) cree que despu del 300 d.C. empez a darse la explotacin de recursos
marino. esto asociado a otros cambio en asentamiento, crecimiento de La poblacin
y cambio estilsticos en la cermica.

Coe y Baudez abogan por una subsistencia basada en maz. sin embargo Lange ha
propuesto que si bien se cultiv maz. la dieta se sustent fuertemente en el cultivo de
tubrculos durante sta poca. Los anteriores argumento se fundamentaron en prcticamente ninguna evidencia, dada la carencia de informacin al respecto. No obstante
el hallazgo de restos orgnicos hallados en el sitio Bolivar vino a proponer una dieta
mixta en donde alguna proporcin de la dieta fue compuesta por maz y tubrculos
(Mahaney, Matthews & Blanco. 1994). Como apunta Hoopes (1994b: 78). una combinacin de recoleccin de alimento junto con un cultivo basado en el cuido y mantenimiento de algunas especies fue probablemente caracteristica de la mayora de las
economas de subsistencia en Costa Rica. As mismo se ha propuesto el uso de la tcnica de rotacin de tierras para cultivo durante el perodo Tempisque (Lange & Murray.
1972: 64).
Por otra parte, las prcticas comerciales asociadas con este perodo tambin han
sido un tema sustentado en muy poca evidencia. La presencia de material cermiCO
atribuido a complejos mayas. como por ejemplo los fragmentos del tipo Paso Caballo

140

UNA RESEA y CARACTERIZACIN DEL PERIODO TEMPISQUE

Ceroso asociado con la fase Chlcanel de las tierras bajas mayas. ha sido considerada
por algunos arquelogos (Baudez. Cae supra; Lange, 1971: 46) como prueba de comercio o intercambio entre la Gran Nicoya y el rea maya. As mismo Lange (1975: 94)
postul que durante el perlado Tempisque el contacto comercial y el movimiento
humano se dio ms intensivamente a lo largo de la costa Pacfica, en vez darse entre
tierras del interior con zonas costeras.
La presencia de jade con motivos olmecas ha sido considerado evidencia directa de
contacto con el Sureste de Mxico. Snarskls (1981: 29) sugiere que los jades olmecas
encontrados en Costa Rica pudieron haber sido heredados, dada su asociacin con
objetos locales bastante ms recientes. Un sistema de comercio indirecto, a travs de
intermediarios tanto en un plano temporal como espacial de cientos de aos entre la
sociedad olmeca y el Noroeste costarricense pudo haberse iniciado en el perodo
Tempisque; sin embargo la mayora de investigadores relacionan dicho material ms
fuertemente con el perodo siguiente.
Contactos con el Pacfico Central (Corrales, 1992; 1994) Y el Intermontano Central
(Snarskis. 1981: 29) de Costa Rica. durante ste perodo, se han sugerido debido a la
presencia de tipos cermicos Tempisque en contextos arqueolgicos excavados en
dichas regiones.

ASENTAMIENTOS
La evidencia disponible hasta el momento acerca de la forma y ubicacin de asentamientos Tempisque en el sector Sur de la Gran Nicoya nos permite delinear algunos
patrones para el perodo. No obstante la Identificacin de estructuras habitacionales
ha sido muy dificil y escasa; al no encontrarse remanentes de estructuras ocupacionales, las inferencias acerca del modo de vida de stas poblaciones se ha fundamentado en la presencia de fragmentos cermicos sobre la superficie. En forma gene-rallos
sitios se localizan en la parte baja y en las laderas de los valles (Vzquez, 1986: 82) y
cerca de los causes de los ros (Ryder, 1986a: 106). Sitios cerca de la costa han sido
ms raros, no obstante Guerrero (1988: 178) hall en el valle de Nosara sitios re-lativamente cerca de la lnea de mar (1-3 Km). sIempre en pequeos valles al pie de los
cerros y contiguos a quebradas y ojos de agua.
Asentamientos sedentarios para sta poca fueron sugeridos por un horno circular
en el sitio Vidor, el cual produjo una fecha de radiocarbono de c. 800 S.C (AbeI-Vldor,
1980). No obstante, las estrategias de ocupacin humana en el territorio que hoy comprende la provincia de Guanacaste, entre el 500 a.C. y el 300 d.C. parece haber sido
diversa. En una sola regin, en el Valle del Tempisque se localizaron montculos de
hasta 60 m de largo por 40 m de ancho y 2,5 de alto as como evidencia de ocupacin
humana en una cueva donde restos cermicos, carbn, artefactos de piedra y basura
de cocina (huesos de mamferos, aves y pescado) fueron hallados (Cae & Baudez,
1961).
Lange (passim Lange & Scheidenhelm, 1972: 244; Lange & Murray, 1972; 1975: 97)
ha caracterizado los asentamientos de sta poca como temporales, posiblemente
chozas que se utilizaban cclicamente. Esto, propio de una poblacin era an considerablemente mvil; correspondiente as a una adaptacin ecolgica local al trpico
donde una arquitectura ms compleja sera poco funcional. Segn dicho Investigador,
dado que las tierras del interior presentan mayor variabilidad para la subsistencia que
las zonas costeras. las primeras debieron haber sido preferidas en tiempos precolombinos; tratando de explicar as la ausencia de una explotacin marina ms marcada.
Una firme fundacin costera se da en el siguiente perodo entre el 300 y el 500 d.C.
(Lange, 1980: 41).

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La prinCipal ocupacin precolombina en el valle de San Dimas corresponde al perodo Tempisque (Lange & Murray. 1972). El patrn de asentamiento durante dicho lapso
se caracteriz por ser disperso. con unidades familiares pequeas y una concentracin
total de poblacin en el valle de 20 personas por kilmetro cuadrado. La ocupacin Inicial del valle parece haber decrecido en los subsecuentes perodos. Aunque la mayora
de sitios del perodo ubicados en el valle de San Dimas fueron localizados en las terrazas del valle. Lange y Murray (1972: 64) reconocieron que ninguna aseveracin se
puede hacer respecto a patrones de asentamiento para el Tempisque dado que las rpidas y grandes modificaciones geogrficas producidas por el cauce del ro Sapo han
destruido u ocultado la evidencia de ocupaciones humanas en gran parte del suelo del
valle.
Un patrn demogrfico muy similar al valle de San Dimas fue encontrado en la
regin del Arenal. Al Igual que en San Dlmas. la ocupacin predominante en comparacin con las dems fases se dio en la fase Arenal. Un Incremento dramtico de la
poblacin se Inici en Arenal Temprano para alcanzar su cspide alrededor del 300
a.C. (Hoopes. 1994a: 208). Ms de la mitad de los sitios excavados en 1984 por el
Proyecto Prehistrico Arenal pertenecan al lapso entre 500 a.C.-500 d.C. (Hoopes.
1986). Esto coincide con la aseveracin que anteriormente Snarskis (1980: 25-26)
haba hecho. notando que un mayor Incremento en el tamao y cOmplejidad de los sitio
es notado entre el 300 a.C. y el 300 d.C.

RANGO E IDEOLOGA
Entre el material arqueolgico que ha sido excavado en sitios del perodo Tempisque
se ha encontrado ocarinas. adornos y figurines. Motivos zoomorfos son preponderantes
en el material cultural de sta poca. representando jaguares. lagartos. cerdos salvajes y aves (Coe & Baudez. 1961). Las implicaciones de ste patrn son an desconocidas.
Los patrones funerarios del perodo Tempisque son tan variados como lo son sus
asentamientos. Enterramientos primarios y secundarlos han sido excavados y
descritos. Un cementerio en Tamarindo contena jarrones (recipientes con boca ancha
y cuello) los cuales fueron encontrados en una posicin invertida, en su interior stas
contenan recin nacidos (Coe & Baudez, 1961). Guerrero (1988: 175: 1988: 76) en el
valle de Nosara, cerca de la costa (1-3 km mximo) observ fosas en forma de campana,
algunas presentaban cuentas de concha, colmillos de jaguar y pequeos pedazos de
pirita o marcarlta. Para el sector de Guayabo de Bagaces, al oeste de la cordillera de
Guanacaste. se han descrito sepulturas del perodo construidas con cantos rodados de
ro formando montculos y con lajas como marcadores (Ryder. 1986b). El mismo patrn
mortuario fue encontrado por Norr (1986) en su prospeccin en el valle del ro NaranJoBIJagua. As mismo ste mismo tipo de cementerio se especifica para la zona de CaasLlberla (Guerrero. Solis del Vecchio & Herrera, 1988: 71). stos investigadores postulan que la aparicin de montculos es un fenmeno ms tardo, el cual aparece a Inicios del perodo Bagaces. es decir al 300-500 d.C. En su mayora stos se ubicaban
sobre las lomas de las colinas.
En un reconocimiento arqueolgico en el valle del ro Sapo entre 1969 y 1970,
Frederick W. Lange (1975: Lange & Scheldenhelm, 1972) localiz en la cspide de una
loma un extenso cementerio de la fase Tempisque conteniendo 80 sepulturas precolombinas, en su mayora saqueadas. Crculos de piedra de alrededor de dos metros
delimitan las sepulturas. las cuales tendan a ser Individuales. no obstante cortos
tneles conectando stas tambin fueron descrito . La orientacin de las tumbas de
ste periodo parece carecer de algn patrn reconocible; tambin carecan de alguna
interrelacin entre ellas. as como con los puntos cardinales y caractersticas geogrfl-

142

UNA RESEA y CARACTERIZACIN DEL PERlODO TEMPISQUE

caso La forma interna de las sepulturas era rectangular y sus dimensiones son como
sigue: 1 metro de ancho por uno y medio de largo y de uno a dos metros de profundidad. Artefactos tales como metates, amuletos de jade y de pirita fueron halladas en las
sepulturas.
Michael J. Snarskis, (1981: 26-29; 1984: 211-217) ha relacionado la presencia de
metates decorados y del tipo de jade conocido como hacha-dios con la parafernalia de
las elites gobernantes y con la aparicin de agricultura en gran escala, siendo el maz
el candidato favorito de dicho investigador. Su argumento se fortalece ante la observacin hecha por Sheets (1994: 317) sobre la comn ocurrencia de instrumentos
hachoides en sepulturas durante la fase Arenal. La hiptesis de Snarskis se argumenta en que si bien las hachas de piedra y los metates fueron instrumentos utilizados en
la produccin y preparacin de alimentos, ambos elementos estuvieron incorporados
en una ideologa ceremonial manifiesta en la alta y compleja decoracin de los artefactos, en el uso de material sumamente restringido como el jade para representarlos (en
el caso del hacha) y en la presencia de stos en sepulturas. Para Snarskis la relacin
entre dichos objetos con alta jerarqua social se explica por la necesidad de dichas personas de afirmar su poder poltico sobre la poblacin que ellos regan. Dicho poder
estaba basado sustancialmente en la produccin de alimentos y en la redistribucin,
simbolizado a travs de smbolos externos que representaran el vnculo entre el poder
mstico que ellos representaban y el poder econmico que ellos ejercan. Si bien, como
dijimos anteriormente los arquelogos que han trabajado en la zona relacionan el jade
con el perodo Bagaces (e.g., Guerrero, 1988: 76; Guerrero, Vzquez & Solano, 1992;
Hoopes, 1994b: 79-80), es razonable pensar que una jerarqua basada en un estatus
por mrito, y no al nacer, se debi haber empezado a gestar desde el perodo Tempisque
para alcanzar preponderancia en Bagaces.

MODO DE VIDA
Como se ha venido exponiendo, en el sur de la Gran Nicoya durante el perodo
Tempisque, la poblacin se caracteriz por ser dispersa y no completamente sedentaria
pero gradualmente adoptando ste modo de vida. Los mrgenes de los ros y las partes
bajas de los valles fueron los lugares preferidos para asentarse. As mismo, stos
humanos centraron su subsistencia en la prctica de la pesca y la caza, en la recoleccin de alimento que el medio ambiente ofreca y en el inicio del cultivo de plantas
como el maz y tubrculos (passim Baudez & Coe. 1962: 371; Lange, 1984; Mahaney.
Matthews & Blanco, 1994, Hoopes & Chenault, 1994: 95).
En Vidor y en otros sitios (Lange, 1984: 172-] 77), entre el 800 y el 300 a.C. la gente
se adapt a mltiples localidades ecolgicas incluyendo la costa, pero no hay evidencia de la utilizacin de moluscos marinos. La extensin horizontal de materiales en el
sitio Vidor indica una poblacin relativamente sedentaria y grande. Hay presencia de
fogones delimitados por abobe y hornos. Parte de la poblacin viva en asentamientos
anuales permanentes, mientras que otros parecen haber practicado una "movilizacin
restringida". Para el caso de la regin de Arenal la poblacin alcanz su cspide
durante la fase que lleva su nombre (500 a.C.-500 d.C.), probablemente durante su
primera mitad, decreciendo gradualmente luego. Parece ser que hubo continuidad
desde la fase anterior poblacin en los habitantes de la zona. No hay evidencia de ruptura, desplazamiento o migraciones entrantes; es por ello que Payson D. Sheets (1986:
214) propone que hay suficiente evidencia de uniformidad cultural para proponer que
en la regin del Arenal efectivamente la fase dur un milenio.
De acuerdo con Snarskis (1981: 25-3]) y Lange (1984: 176), una tendencia hacia la
complejidad empieza durante el 300 a.C. y el 300 d.C. la cual se intensifica hacia el
ao 500 d.C. con la consolidacin de divisiones de rango. La amplia distribucin
- - - - ------ - MURILLO, M.

----------- ----VNCULOS 28 (2003): 143

geogrfica de objetos portables indicadores de alto estatus tales como jades y cabeza..
maza hace pensar a los investigadores que las clases jerrquicas superiores PUdierQll
haber posedo fuertes lazos sociales e inclusive hereditarios y que su estatus presun.
tamente fue producido y mantenido. al menos en parte. por su acceso a artculos de
comercio o personas forneas. La nica evidencia hasta ahora conocida de Un
tratamiento socIal diferencial se deriva de las ofrendas encontradas en el sitio Vidor
con algunas tumbas que contenan cermica muy fina (e.g., Rosales Inciso en Zonas)'
metates adornados y acompaado con jades; as como en la variada pOsicin de I~
cuerpos excavados en un cementerio multicomponente. en Nacascolo (ej. Vzquez
1986: 71). Marcus y Flannery (1996: 110) nos recuerdan que diJerenciaCin en presU:
glo y econmica. por s ola se da en todas las sociedades a lo largo de la historia; ea
inherente al ser humano. Por lo tanto la mera presencia de artefactos de prestigio no
es evidencia de sociedades de rango o cacicales. stos tambin son parte de comu.
nidades autnomas o tribale . Uno de los factores claves para Identificar la emergen.
cia de cacicazgos es la presencia de diferenciacin de prestigio al nacer. entre otros ras.
gos. No hay evidencia disponible que apoye la idea de que el prestigio se transmitiera
por linajes durante dicha poca. La an muy escasa evidencia disponible tiende a apo.
yar la hiptesis de que el contexto observado en los patrones mortuorios del perodo
Tempisque.. mostrando un tratamiento diferencial. refleja cambios sociales propios de
una vida ms sedentaria (aunque como sealan Snarskis y Lange: an no total) en
donde la emergencia y funcin de lderes comunitarios viene a ser muchas veces determinante para la subsistencia del grupo. debido a su papel preponderante en la toma
de decisiones y en la resolucin de conflictos. No obstante. nos inclinamos a pensar
que dentro de los grupos sociales que existieron durante sta poca los lderes continuaban obteniendo prestigio a travs del mrito. es decir a travs de los logros alcanzados en la vida. en lugar de obtenerlo por herencia. Por ltimo, la presencia de enterramientos de fetos en vasijas colocadas de forma Invertida. sin bien es bastante conspicua. sta prctica por sola no indica pre tigio al nacer. An carecemos de hiptesis sobre el posible significado de dicha costumbre. No sabemos si fue una prctica
generalizada o restringida verticalmente dentro de la sociedad. ni tampoco se han
encontrado relaciones directas de dicha prctica con otros marcadores de prestigio
tales como jade o metates o estilos cermicos.

AGRADECIMIENTOS
Deseo agradecer a los miembros del Proyecto Prehistrico Arenal. Unlverslty of
Colorado/NASA: a los investigadores principales Dr. Payson Sheets. Dr. Thomas Severo a las
arquelogas Errin Weller y Michelle Butler y a los peones Mario Ugalde y Dennls Mendez por la
oportunidad de compartir con ello una muy grata y valiosa temporada de investigacin. tanto en
el plano intelectual como personal. En especial quiero agradecer a su director. Dr. Payson Sheets
por haber admitido mJ participacin en su proyecto dndome as la oportunidad de obtener
Invaluable experiencia profesional; as como por su inestimable con ejo. apoyo y confianza.
Finalmente quiero agradecer a mi tutor de grado en Unlverslty of Plttsburgh: Dr. James B.
Richardson rn por haber sido el gestor Inicial de mi colaboracin con el proyecto y por su constante estmulo.

144

UNA RESEA y CARACTERJZACIN DEL PERIODO TEMPISQUE

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