Charlie Parker El Perseguidor
Charlie Parker El Perseguidor
Charlie Parker El Perseguidor
EL PERSEGUIDOR REAL
(1) De entre los estudios de que tengo noticia he ledo solamente stos: Sal Sosnowskl:
"Conocimiento potico y aprehensin racional de la realidad. Un estudio de El perseguidor,
de Julio Cortzar, en H. Giacomn (editor), Homenaje a Julio Cortzar, N. York: Las Aman-
eas, 1972, pp. 427-444; Alfredo Veirav: Aproximaciones a "El perseguidor", en David Lagma-
novich (editor), Estudios sobre los cuentos de Julio Cortzar, Barcelona, Hispam, 1975, pp. 191-
218; No Jitrik: Crtica satlite y irabajo crtico en "El perseguidor", de Julio Cortzar, en
Nueva Revista de Filologa Hispnica, Mxico, XXMI, 1974, pp. 337-368. No he podido leer ios
siguientes: David Musselwhite: "El perseguidor", un modelo para desarmar, en Nuevos Aires,
Buenos Aires, 8, agosto-octubre 1972, pp. 23-36; Antonio Skrmeta: Trampas al perseguidor,
Mapocho, Santiago de Chile, 20, verano 1970, pp. 33-44; N. Basso: La msica en la obra <le
J. Cortzar, Revista Iberoamericana de Literatura, Montevideo, 2.a poca, 2, 1970, pp. 51-60;
Juan Carlos Curutchet: Julio Cortzar o la crtica de la razn pragmtica, Madrid, Editora
Nacional, 1972. Y otros que se me escapan.
573
o sin l...), numerosas pginas suyas (alguna de 1952) dan testimonio
de esa atraccin; Louis, enormsimo cronopio, Clifford (Brown),
Thelonius Monk, Take it or leave it, etc. (2)
Al comienzo de] texto que consideramos, Cortzar, con su honesta
conciencia artstica, seala que se trata de un homenaje a Charles
Parker, the Bird, el famoso msico norteamericano de color nacido
en Kansas City en 1920 y muerto en Nueva York en 1955. El relato
est inspirado en numerosos detalles de la vida real de ese msico
y en aspectos conocidos de su personalidad. El nombre del protago-
nista, Johnny Crter, parece tomado de los de otros dos saxos altos
norteamericanos, de gran prestigio en la dcada del 40: Johnny
(Hodges) y (Benny) Crter.
Cortzar pone su atencin en el ltimo tramo de esa vida com-
pleja y trgica, pero como ya veremos hay alusiones a su infancia y
a momentos intermedios. Trataremos de ordenar cronolgicamente
esas referencias en el texto del relato que nos interesa. Y aqu la
primera de varias confesiones de impotencia: no tengo posibilidad
de acceder ni en mnima parte a las mltiples revistas sobre jazz o
de informacin general, en las que Cortzar ley los datos de esa
biografa real y de la leyenda escandalosa que rode la existencia
extraa, absurda, a veces tierna y otras terrible del msico citado.
Y aun cuando tuviera a mano esas revistas, recorrer las colecciones
de Down Beat, Gramophone, Esquire, Le Monde, The New York Times,
Melody Maker, Expos, Confidential, Metwnome, Blue Star fevue,
Jazz Hot, Orkester Journalen, Jazz Tempo, Play Boy, Ebony, etc., sera
una labor inmensa y de dudosa eficacia. He preferido apelar a las
dos obras que renen la mayor informacin hoy disponible sobre el
autor y ejecutante de A Night in Tunisia u Ornithology. En primer lugar
el libro extraordinario editado por Robert Reisner, Bird, The Legend of
Charlie Parker (3), coleccin de 84 testimonios de personas que co-
nocieron y trataron al msico (comenzando por Bob Reisner mismo)
y de algunos materiales documentales de inusitado inters. Y el de
Ross Russell, Bird Uves! (4) que es una hermosa biografa bien docu-
mentada. Lastrada a veces de cierta actitud apologtica y romnti-
(2] La vuelta al da en ochenta mundos, Mxico, Siglo XXI, 1967, comienza con una admi-
rativa referencia a Lester Young y Charlie Parker, p, 7; Clifford, p. 73, y vase pp. 121, 127,
200, 207, 209. En Rayuela hay numerosos pasajes sobre el jazz.
(3) Nueva York: Da Capo Press, 1979, 3.a ed. La primera es de 1962, Con una dio-cronologa
y una excelente discografa de Erik Wiedemann. Las referencias a este iibro dirn: Reisner y
la pgina citada.
(4) Nueva York; Chaterhouse, 1973. Con una bibliografa y discografa. Cuando citemos
sealaremos el nombre del autor y la pgina.
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ca (5), ha sido escrita por un conocedor del jazz (6) y se atiene siem-
pre fielmente a los hechos. A partir de esas obras como bsicos
puntos de partida, tendremos en cuenta tambin ciertos artculos (muy
pocos, por desgracia) que aparecieron en algunas revistas y tocaron
la figura de Parker (y sobre todo episodios escandalosos de su vida),
as como algn relato y alguna novela, que convirtieron a esa figura
en motivo de obras literarias. Lo que me interesa en primer lugar es
mostrar todos los elementos biogrficos reales, que inundan el relato
fictivo de Cortzar. Despus aludiremos a algunos textos literarios
que pudieron influir en la maquinaria creadora cortazariana, y ms tar-
de veremos cmo us esos elementos el escritor argentino, qu hizo
con ellos y qu quera hacer en su relato. En otras palabras: materia-
les y realizacin a partir de esos materiales. Cmo la existencia real
de Parker se incorpora a la biografa y los hechos del msico del
que se habla en el relato. Y cuando escribo del que se habla, quie-
ro sealar algo fundamental: todo el texto (como otros del mismo
autor) es el testimonio de un narrador nico que cuenta sus encuen-
tros con el personaje y es a travs de sus palabras como nos ponemos
en contacto con la realidad del otro, del verdadero (prot) agonista.
Ya volveremos sobre esto. Ahora veamos los hechos desnudos. Para
comodidad de los lectores, en algunos casos pondremos en dos co-
lumnas paralelas los pasajes del texto literario y, al frente, los tes-
timonios reales. Pero antes, otra confesin: soy un lector (pasable)
del ingls, pero carezco absolutamente de experiencia como truja-
mn (as llama Cortzar al traductor), y la jerga de los jazzistas de
los 30 al 50, es la reproducida en los testimonios que aqu utilizo.
Cmo traducirla al espaol? (7). Despus de algunos intentos en
los que siempre reca en frmulas demasiado rioplatenses para ha-
cerlas aceptables a un lector de otras zonas del espaol, resolv
dejarlas en el original, acotando al comienzo una sntesis del conte-
nido. Ese ingls, con un sabor violento y desnudo, primario y a veces
brutal, escatolgico y lleno.de gracia, es intraducibie.
(5) Vase lo que dice James L Collier: The Making of Jazz, Boston, Houghton Mifflin Co
1978, p. 362.
(6) El libro de Russell: Jazz Style n Kansas City and the Southwest, Berkeley, Univ. of
California Press, 1971, es imprescindible para el conocimiento de toda una etapa en la
historia del jazz.
(7) Vase en Russell las deliciosas advertencias lingsticas de las pp. 178-180 y el in-
gls que aparece en todos os testimonios de la obra de Reisner. Y el vocabulario de Dan
Burley: The Handbook of Harlem Jive, Nueva York, D. Burley, 1944.
575
exfo del relato (8) Realidad de Parker
[8) Todas las referencias remiten a Las arr, es secretas, 5.a edicin, Buenos Aires, Sirda-
mericana, 1966. All El perseguidor ocupa las pp. 99 a 183.
576
ia carta de Chan a Russell, ibl.,
pp. 236-238. Dorys y Chan se dispu-
taron a Johnny, Russell, pp. 231-232.
El barrio es la zona de Nueva
York que tanto gustaba a Charlie,
en torno a la calle 52 Oeste, y
evoca el perodo de estrecha cola-
boracin con Dizzy Gillespie, 1944-
1946, cuando por vez primera co-
noci a Chan.
...and I bought him a sax for $190. Bird crie and sair, Man,
l'l never be late again. He did't show for two days: Then I went
looking for him. I found him where those cats hung out around
18th and Vine, but his new sax was n hock. I always took him
back. You could tell: if the sax wasn't Charlie's arms, it was in
the pawn shop. He hocked it every week (Reisner, p. 67).
Charlie Parker was playing with me when l cut the band down
to seven pieces. He was on aito. He was about fifteen then, and
he was high then. I told him he was in for trouble, and l' used
to have to go and give a taxi driver ten and fifteen dollars to
get his horn out of hock because he was high on that stuff. Fi-
nally he ost the horn and I got mad and wouldn't get it for him.
The taxi driver soaked his horn and wouldn't tel him wher he
had it (Reisner, pp. 82-83).
All es Baltimore y Nueva York, son los tres meses en el hos-
pital psiquitrico de Bellevue, y la larga temporada en Camarillo
577
CUADERNOS HISPANOAMERICANOS. 364-366.37
(pp. 118-119]. Bruno, en Camarillo me haban puesto en una pie-
za con otros tres, y por la maana entraba un interno lavadito
y rosadito que daba gusto (p. 140). ... veinte das despus tuve
carta de Baby Lennox, que no se haba olvidado de m. En Bel-
levue lo trataron esplndidamente y yo lo fui a 'buscar cuando
sali. Vivamos en el departamento de Mike Russolo, que anda
en gira por Noruega (p. 181).
Y a la maana siguiente me he encontrado a Johnny en las
noticias de polica del Fgaro, porque durante la noche parece
que Johnny ha incendiado la pieza del hotel y ha salido corrien-
do desnudo por los pasillos. Tanto l como Dde han resultado
ilesos, pero Johnny est en el hospital bajo vigilancia (p. 137).
(9) Finally an attendant appeared. We were guided up the steps to a circular system of
celis, enclosing the entjre room, each with a steei door and each door with a smal!, barred
window. A door stood ajar. Inside was a small cell, large enough for an iron cot, a white
wooden night stand, and a white wooden chair. The far wali had a single wlndow, fitted
with iron bars and, inside the bars, chainlink grating. Charlie Parker lay on the iron cot.
578
y sospechoso de incendiario, poda ser condenado a una crcel de
mxima seguridad especial para psicticos y criminales dementes.
La otra posibilidad era presentar el caso ante otra instancia y soli-
citar al juez se lo considerara como un caso de adiccin, que poda
ser tratado en el CamariHo State Hospital. El juez, Stanley Mosk,
escuch con atencin las exposiciones de sus amigos, que mostraron
la carrera de msico de Charlie y sus contribuciones a a msica de
su pas. Mosk orden que se lo confinara por seis meses en Cama-
rulo y que el caso sera revisado al final de ese lapso, a la luz de
los informes mdicos.
CamariHo era una institucin modelo para la cura de ciertos pro-
blemas mentales y de conducta, y estaba entonces entre las mejores
clnicas de rehabilitacin para alcohlicos crnicos y drogadictos. All
pas Parker uno de los perodos ms tranquilos de su vida. El con-
junto est situado a unos 130 kilmetros de Los Angeles. Charlie
trabaj en la granja, sembrando lechugas; los fines de semana tocaba
el saxo en una orquesta improvisada con mdicos, enfermeras y otros
internados. Mejor visiblemente su salud, comenz a respirar nor-
malmente, aument cuatro kilos de peso y a los dos meses su as-
pecto general era mucho mejor que a su entrada. Fue tratado por un
psiquatra llamado Hammond, un refugiado europeo. En enero del 47
sali del Instituto de CamariHo, asignado a a custodia de Russell.
He was wearng gray pajamas and a gray straitjacke. The leather restraining straps and
sleeves of the strait jacket has been left lose, and his arms lay on the bed at his side.
One wrist was chained to the ron cot with a pair of plice handcuffs. He was s.aring at the
ceiling, The attendant tod us we could vlsit for five minutes.
Charlie was fully conscious. He looked subdued and angry. He sat up in bed. He leaned
forward as far as his manacled wrist would allow and shouted, For God's sake, man, get me
out of this joint! (Russell, p. 226). As encontraron sus amigos a Charlie en la sala para
psicticos peligrosos que dependa de la crcel de la ciudad, antes de ser enviado a Ca-
mariHo.
(10) Antes de dejar Charlie CamariHo, sus amigos organizaron un festival para reunir dine-
ro para l y comprarle ropas nuevas, A la salida lo vistieron completamente y le compraron
dos trajes nuevos fuertes y brillantes, del tipo usado entonces en Broadway. Poco despus,
acompaado de un grupo de admiradores, particip de una fiesta en la playa de Santa Mnica.
Varios propusieron tomar un bao y Chariie los acompa rindose y se meti en el agua
con uno de sus flamantes temos. Ms tarde los hipsters diran que Gharlie haba caminado
sobre las aguas, como Jess. Pero el traje qued Intil y lo mismo ocurri con los zapatos...
(Russell, p. 235). Confrontar este episodio con as alusiones que aparecen en !a pgina '127
del texto de Cortzar: Casi en seguida se ha puesto a hablar con Maree! del programa de
esta noche y de lo bien que les caen a los dos los flamantes trajes grises con que van a
presentarse en el teatro.
579
La lectura minuciosa de las revistas especializadas de los
Estados Unidos (cuatro reportajes a Johnny, noticias sobre una
nueva tentativa de suicidio, esta vez con tintura de yodo, sonda
gstrica y tres semanas de hospital, de nuevo tocando en Balti-
more Gomo si nada)... (Cortzar, p. 179).
580
entre el 28 de septiembre y el 15 de octubre de 1954. Otras refe-
rencias ai intento de suicidio, Reisner (pp. 16 y 63).
581
El llegar tarde a las grabaciones y al trabajo, el faltar a ambos
sin aviso previo, el no trabajar una noche cuando deba hacerlo, el
llegar tan drogado (o tan borracho) que le era imposible tocar el
saxo, el desaparecer de una ciudad en medio de una gira, el irse de
una casa sin saberlo su dueo (a veces habindole empeado antes
el instrumento o las ropas...), el dejar a una mujer sin decrselo,
fueron cosas que le ocurrieron multitud de veces a Parker [vase
Reisner, pp. 85, 184, 202, etc., y Russell, caps. 14 a 17 y passim).
Los ejemplos son tantos, que tocan lo tristsimo, lo cmico y lo tragi-
cmico. La droga, el alcohol, una mujer, el capricho o una gran fatiga,
una pelea, el sueo, un accidente, la falta de la droga, un exceso
de anfetaminas, etc., incidieron en estos episodios, que alcanzaron
tal magnitud, que lleg un momento que muy pocos representantes
de artistas y empresarios, y aun la asociacin de msicos, quisieron
darle trabajo. Un caso tpico fue el concierto que Delaunay le haba
organizado a Charlie durante su segunda gira europea. En noviembre
de 1950, Parker realiz una gira por Suecia. Al final de ella viaj a
Pars. All los esperaba Charles Delaunay; era el domingo 26 de no-
viembre, y ste le ofreci a Charles un concierto que tendra lugar
el siguiente fin de semana. Parker acept y recibi un adelanto sobre
el pago de dicho concierto. Agotado por las dos movidas semanas
suecas, el coac francs, la comida nrdica y las emociones vividas,
Charlie se sinti con deseos de volver a Nueva York. De pronto, sin
pensar en nada, orden un boleto y tom el avin de regreso. Apenas
llegado a su ciudad amada, Leonard Feather le pidi que participara
de un concierto que iba a transmitirse por radio a Europa, precisa-
mente el mismo sbado de su obligacin pactada con el crtico fran-
cs... As fue cmo los frustrados asistentes al recital de Pars
tuvieron oportunidad de escuchar por radio la voz de Bird excusn-
dose de no estar all con ellos. Pero jams se acord del dinero que
le haba adelantado... En Londres, Melody Maker titul un escanda-
loso artculo en la primera pgina con estas palabras: La increble
historia de Charlie Parker en Pars (Russell, pp. 297-298).
En Reisner puede verse cmo Charlie desaparece en Los Angeles
antes de un concierto fp. 184), o cmo fue encontrado durmiendo
desnudo en una baera despus de faltar a una sesin de grabacin
(p. 202, ibdem).
582
Entre varios testimonios idnticos, Reisner (pp. 85-86, 99, 137].
En resumen parece que esa tarde Delaunay haba preparado
una sesin de grabacin para presentar un nuevo quinteto... (Gor-
tzar, pp. 134, 136 y 180). A Leonard Feather le pareci exactsi-
mo cuando se lo expliqu en Nueva York) (Cortzar, p. 166). Dis-
cutimos varias veces con Delaunay y Hodeir... (Cortzar, p. 179).
Panassi, por ejemplo, encuentra que Jhonny es francamente malo,
y aunque nosotros creemos que el francamente malo es Panas-
si, de todas maneras hay materia abierta a ia polmica (Cort-
zar, p, 146).
(11) En The Real Jazz (1973), leemos: E! celebrado Charlie Parker (que muri en 1SS5)
perteneci al idioma del /azz durante los primeros aos de su carrera, como puede verse a
travs de las excelentes grabaciones con la orquesta de Jay McShann. Su tono jams fue ni
tan clido ni tan hermoso como el de Hodges, o Crter, o un Bostic, pero toc a una increble
velocidad. Cuando desarroll lo que se llam bop, ces de ser un verdadero msico de azz.
Ni por un minuto intento discutir que no tuviera buenas dotes creadoras, pero este libro es
sobre azz verdadero. Ahora se entiende la indignacin subyacente de Cortzar y las feroces
acometidas satricas de Vian,
(12) Boris Vian: Chroniques de Jazz, Pars: La Jeune Parque, 1967. Vase all cap. V,
Un certain Panassi, especialmente pp. 317, 320, 324, 335-337, 338-340.
583
texto de Cortzar aparecen a esta especie de guerra de antiguos y
modernos en el azz en Francia:
... ia costra de la costumbre se raj en millones de pedazos
y hasta sus defensores (en las orquestas y en el pblico) hicie-
ron una cuestin de amor propio de algo que ya no sentan corri
antes. Porque despus del paso de Johnny por el saxo alto no
se puede seguir oyendo a los msicos anteriores y creer que son
el non plus ultra... Johnny ha pasado por el jazz como una mano
que da vuelta la hoja, y se acab (pp. 121-122).
(13] El texto dice: I met him on New Year's Day, 1955; we shook hands and spoke about
forlhcoming plans. "You know, Bobby, I never thought l'd uve to see 1955" he said. "Did
you ever read the Rubaiyat of Ornar Khayyam?" I asked him. He grinned he always knew
what you meantand quoted the Unes:
Come, fifi the Cup, and n the fire of Spring
Your Winter garment of fepentance fiing;
The Bird of Time has but a //ff/e! way
To flutter-snd the Bird is on the Wing.
Reisner, p. 15.
584
el estremecedor testimonio de la madre, la carta de Chan, las decla-
raciones de sus amigos en los dos libros tantas veces citados. Charlie
lo prob todo: la nuez moscada, la benzedrina, las anfetaminas, la
herona, la morfina, la mariguana, el alcohol (cuando pobre, el vino;
despus, y siempre, el whisky, la ginebra y todas las variedades ima-
ginables...). Durante casi toda su vida [a excepcin de muy cortos
perodos, en que por imposicin externa estuvo internado o trat vo-
luntariamente de dejarla) estuvo dominado por la necesidad cotidiana
de la herona, la peor de todas las drogas. Y por conseguirla lleg
hasta a firmar un contrato por el cual entregaba a un vendedor la
mitad de todas las entradas por grabaciones... Empeaba sus ropas,
siempre su saxo (o el de otro; no tena esto ninguna importancia)
y perdi su dinero en ello. En ciertos perodos trat de abandonar la
herona reemplazndola con alcohol, bebido de manera suicida. Pero
la tendencia a mezclar benzedrina con mariguana y herona, unido al
alcohol, da un costado de la atraccin tantica que parece dominar
toda la vida de (Johnny) Charlie (vase Reisner, pp. 144-145). Pocos
lo trataron ms ntimamente que Teddy Blume; su testimonio es so-
brecogedor (Reisner, pp. 56-63).
Las mujeres se pasan la vida dando vueltas alrededor de Johnny
y de los que son como Johnny (Cortzar, p. 150). En numerosos
pasajes Cortzar hace alusin a las mujeres que pasan por la vida del
protagonista, a sus apetencias sexuales (pp. 105. 112, 122, 125, 128,
etctera), a una constante promiscuidad que tiende a gozar del sexo
como un regalo gratuito y cotidiano, sin importarle las convenciones
ni (as normas (14).
[14) The as time I saw him was ai he Beehive m Chicago. The owner had asked me to
get Charlie to go on. He was in a littie room where they stored beer. I went back there;
Charlie met me at the door and threw his arms around me, as f I were trie only person
in the world. He couldn't go on the stand, he said: he was in no Gondi.ion. He looked bad.
The house was jammed. I asked him to take a look and see how many people had come just
to hear him play, and I opened the door a little. He glared out. "They. just carne to see the
worid's famous junky", he growled. I wili always be guilty, because l did get him to get
on the stand. He made a few, awfuJ, bleatng sounds. He could't p!ay. He was dsgusted,
afraid, and frustrated somehow. He was a beaten man, and he knew it. He died sorm after
(Reisner, p. 206}. Sobre la relacin entre droga y pros.itucin, droga y sexo, lanse las inte-
resantes observaciones de pgina 222, en Reisner. En Russell se da una buena descripcin
del ambiente de los msicos del cuarenta y su necesidad de la droga, pp. 259-260; en Russell
tambin: In the good od New Orleans days marijuana was as common as Buli Durham
tobceo, and cocane could be bought across the counter of any crner drug store_ Alcohol
in its vaous forms remained the most accessbfe and usually the cheapest of intoxicants f-om
the beginnings in New Orleans until 1940. Heroin did not come into vogue untll the war
years... When Charlie was srung out he was sick, therefore unable to play. Whn he was
high he played well, often brilliantly... It was evident to anyone who knew Charlie that a
man as gifted with insight could not fail to observe the ommous signs of personal malaise
nduced by his steady consump.ion of heroin which, by 1948, had reached epic proportions,
pginas 260-261. En ese mismo libro lase la tremenda descripcin de un da de drogas en la
vida de Parker, hecha por Red Rodney, pp. 284-285, pue poco ms tarde deseoso de tocar
como su maestrose convirti en adicto de la herona...
585
Para no alargar estas notas demasiado, voy a remitir a algunos
testimonios:
586
En otras pginas se describe a Tica como la marquesa, p, 112:
(15) Russell la describe as: Baroness Pannonica, called Nica by her friends, was a tall,
well-fleshed woman with the face of an aging, irrepressibie gamin. She was witty, sardonio,
outspoken, and absentminded, seldom able to keep appointments. Cultured and inleectual, she
was creative as well, and panted strange canvases using mixed media of acrylic, milk, Scotch,
and perfume... the Baroness was fascinated by African sculpture, Afro-American music, and
negritude. She dressed carelessly in clothes bought from the most expensive shops. Her
Rolls-Royce, which she called the 'silver pigeon 1 and drove herself, her furs, jewelry, and
gold pocket flask were familiar in the jazz clubs along jazz places and players in the early
years of the 1950s earned her the ame of the Jazz Baroness, pp. 314-315. Su testimonio
sobre la muerte de Parker puede leerse en Reisner, pp. 131-135. Sobre ella public un inte-
resante artculo Nat Hentoff, en Esquire, octubre de 1960. Y de ella han hablado Time, la escan-
dalosa revista Confldentlal y el Alrnanach de Gotha...
587
dedic Fredie Redd: Nica Steps Out; o Pannonica, que para ella com-
puso Thelonius Monk y fue grabada por el sello Riverside. Fue este
ltimo el que llev a conocerla a Charlie; pronto Parker fue una visita
habitual en el piso de la baronesa. Nica pidi conocer a Chan Richard-
son, la ltima mujer de Charlie, y ambas se hicieron muy buenas
amigas. Probablemente la baronesa fue la nica mujer que trat a
Parker con autntica amistad, sin esperar de l otra cosa que su
relacin humana y su msica.
El sbado 5 de marzo de 1955, los espectadores del club Birdland
en Nueva Yorkpresenciaron uno de los ms deprimentes escn-
dalos de la carrera de Charlie Parker. Esa noche, despus de cierto
tiempo, volva a tocar all el conjunto encabezado por nuestro msico.
La sala, llena de pblico, esperaba con inters el regreso del dolo.
Como siempre, Charlie leg tarde. Bud Powell, el pianista, estaba
tan borracho que no slo no pudo seguir el ritmo de cada composi-
cin, sino que lleg a equivocarse sobre qu deba ejecutar. Cuando
Charlie indic que iba a tocar su nuevo motivo, Hallucination, Bud
comenz con Little Willie Leaps.,, Despus de varios intentos el pia-
nista abandon su sitio. Esto dio lugar a un intercambio irreproducible
de palabrotas entre ambos msicos. El pblico, defraudado, abandon
ruidosamente el local.
El mircoles 9 Charlie decidi visitar a la baronesa. Estaba depri-
mido por el fracaso en Birdland y no se senta bien de salud. Un
sordo dolor de estmago le anunciaba el comienzo de un nuevo ata-
que ulceroso, respiraba con dificultad, se senta viejo, cansado y
pesado (haba aumentado mucho de peso en esos aos, tal como se
seala en el relato cortazariano por boca de Baby Lennox). La baronesa
le ofreci un trago, que fue rechazado. El husped le pidi, en cam-
bio, un gran vaso de agua helada, que bebi con avidez. Tuvo de
inmediato vmitos de sangre; Nica, alarmada, Mam a su mdico par-
ticular, el doctor Freymann. Este, despus de una breve consulta, le
dijo que el paciente deba ser internado con urgencia en un hospital.
Charlie se neg en redondo a ello: odiaba los hospitales.
Ni los ruegos de la baronesa ni la insistencia del mdico lograron
hacerle cambiar de determinacin. Al final convinieron en que Charlie
se quedara all, siempre bajo la vigilancia del mdico. Antes de reti-
rarse, Freymann le explic a Nica que el paciente poda morir en
cualquier momento, que bajo ninguna circunstancia deba dejarlo ca-
minar y que l no se haca responsable de lo que pudiera suceder.
Segn su diagnstico, sufra de lceras al estmago y de una avan-
zada cirrosis. El jueves fue de continuos dolores; el mdico lo visit
tres veces y le aplic inyecciones. El viernes la baronesa y su hija
588
planearon un concierto para Charlie; le haran escuchar el nuevo lbum
que l haba grabado: The Great Charlie Parker with String. Ese da
el paciente se sinti algo mejor y Freymann escuch, junto con Char-
lie, algunas de las grabaciones del lbum. El doctor felicit al msico
y una vez ms trat infructuosamente de que se dejara internar en
un hospital. Este se neg nuevamente.
El sbado, mientras miraba el show de Tommy Dorsey, presenci
una prueba de prestidigitacin que le alegr mucho y prorrumpi en
carcajadas. En medio de la risa le sobrevino un vmito de sangre y
cay sobre la lujosa alfombra oriental. Unos minutos ms tarde, antes
de la llegada del mdico, el corazn de Charlie Parker ces de latir.
Eran las ocho de la noche del 12 de marzo de 1955.
Freymann indic que deba haber muerto de lceras al estmago,
agravadas por la cirrosis y una neumona, o de un ataque al corazn.
Como ninguno saba la edad exacta del muerto, el mdico le atribuy
entre cincuenta y sesenta aos de edad, En verdad, tena treinta y
cuatro... El informe de la autopsia indic muerte por neumona. Cuan-
do fue llevado a la morgue se lo anot como John Parker... (16).
(16) La muer.e de Parker en el apartamento de la baronesa dio lugar a una serie de titu-
lares y artculos escandalosos; lo menos que se dijo fue que haba una relacin sentimental
entre ambos, que el msico haba muerto debido a excesos en esa casa, etc_ He aqu al-
gunos de los caritativos titulares: Bare Death of Bop King Parker (Journal American), Bop
King Dies in Heiress Fiat (Mirror); poco despus del entierro de Parker, revistas ms escanda-
losas an llevaron una verdadera campaa. Confidential y Lowdown hablaron de que la ba-
ronesa haba seducido y jugado-tocado-con-al-pjaro (intimating fowi-piay). Expos titulaba
su nota El Bird en el boudoir de la baronesa y llamaba a Nica una delgadita Circe de
ojos negros y pelo oscuro, de la alta sociedad, que haba seducido al gorrin cado y lo
haba llevado a su fin..,. Reproducimos estos materiales porque ellos dan una imagen de la
muerte de Parker que ha influido, evidentemente, en la visin de esa muerte que emerge del
relato de Cortzar.
Sobre la muerte, vase Reisner, pp. 234 y ss., y Russell, cap. 27. Aun despus de muerto,
se sucedieron una serie de episodios desagradables relacionados con su cuerpo y su herencia,
Russell, cap. 28.
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Bueno, una noche estbamos con Customer: Well, play me some
Miles y Hal... llevbamos yo creo of those good ole down-home-in-the-
que una hora dndole a o mismo, aley-biues... Mfemphis Slim style.
solos, tan felices... Miles toc algo Parker: White Christmas, Ted\
tan hermoso que casi me tira de la Customer-, Say, here now... Don't
silla, y entonces me -largu, cerr they cali you Yardbird? I see why
los ojos, volaba. Bruno, te juro now-man, you really fly (Reisner,
que volaba... [Cortzar, p. 175). pgina 232).
... vea a Lan con un vestido verde que se pona cuando iba al
Club 33, donde yo tocaba con Mamp (Cortzar, p. 114).
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de una manera que te juro no haba odo jams. Esto durante
tres minutos, hasta que de golpe suelta un soplido capaz de
arruinar la misma armona celestial, y se va a un rincn dejndo-
nos a todos en plena marcha, que acabramos lo mejor que nos
fuera posible (ibdem, pp. 135-136].
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Pero durante esa sesin fracasada de grabacin estuvo presente
Elliott Grennard, que era entonces el corresponsal en Hollywood de
la revista Billboard, Mientras todo esto ocurra, Elliott tom una serie
de notas apresuradas con las que un ao ms tarde terminara de
escribir un cuento que fue premiado, Sparrow's Last Jump (El ltimo
salto del gorrin), inspirado en Parker y en el episodio que acababa
de presenciar (17). El relato tiene dos partes. En la primera el narra-
dor presencia la actuacin de Sparrow Jones (nombre de ficcin de
Parker en el relato) en un club. La segunda describe el intento del
narrador (que posee una pequea empresa de grabacin de discos)
de grabar algunas composiciones ejecutadas por Sparrow. Durante
esa segunda actuacin, Sparrowdespus de una serie de comiezos
fallidosejecuta uno de sus solos y parece escapar de la msica y
del mundo en torno. Algunos de sus pasajes han influido visiblemente
en partes del texto cortazariano.
Se realizan varios intentos con diversas composiciones, y siempre
Sparrow comienza lento, muy rpido, o fuera de ritmo con respecto
a los dems. Proponen grabar The Sparrow Jumps:
(17) El cuento aparecido en Harper's Magazne, mayo de 1947, pp. 419-426. La actKud del
narrador reitera casi exactamente la de Bruno en el relato de Cortzar: distanciamiento, admi-
racin, aprovechamiento crematstico de la labor del msico, una cierta piedad comprensiva,
pena por la adiccin del artista. El final recuerda el de la frase desapegada de Bruno. El cr-
tico est entusiasmado por el xLo futuro de su libro; el vendedor de discos, por la venta
de sus grabaciones: Yeah, Sparrow's last recording would sure make a collector's item. One
buck, plus tax, is cheap enough for a record of a guy going nuts. El cuento fue reproducido
en la antologa de Ralph Gleason, Jam Session, Nueva York, Putman's, 1958, y en algunas
revistas.
Sobre esta sesin, puede verse el testimonio del mismo Grennard, en Reisner, p. 98, donde
parece aludirse al hecho de que el propietario de la fracasada grabacin (como en Cortzar),
resolvi aprovecharla y ponerla en venta, con disgusto del msico: The two tunes he got
out of him "Bebop" and "Lover Man" seemed Iike a complete waste. He was staring nto
space. He had a tic. After the issuance of the story, "Sparrow's Last Jump", Ross Russell
decided to issue -.he side. Parker never spoke to him after that, except about money.
Ross Russell es el autor de una novela, The Sound, que se inspira, en parte, en sus expe-
riencias con Parker (Nueva York: Dutton, 1961; 2.a ed. London: Cassell, 1962). Otras referen-
cias que no he podido leer (como la novela) y que hablan de Charlie Parker aparecieron en
Down Beat, 9 de septiembre de 1949; Blue Star Revue, Navidad de 1848; Play Boy, diciembre
de 1955 1956; y largas crnicas sobre su vida en marzo de 1955.
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figures behind hm. Sparrow tore off the opening cadenza at a
tempo that brought the boys' heads up. They were used to play-
ing the Jump at a good clip, but this was, what I mean, fast.
I didn't know what might happen. I crossed my fingere. Then
1 uncrossed them. The band was playing like it never played
before and Sparrow was going like a bat out of heil. But it was
more than that, it had an excitement that gave me goose pim-
ples; the kind of excitement that hallmarks al I the really great
records and stiif comes through long after the was has worn
thin and what you hear is only an inkling of what was. I thought,
man oh man. The hell wth whether I get my four sides. This
one's enough. This is for the books. When this hits the record
stores.
The music seemed to be getting faster and I looked to see
what the hell Joe Miggs was thinking about on his drums. The
time is always the same in jazz. If it starts slow, it stays slow.
if it starts fast, it stays that way, it doesn't get faster. Only this
was. Then I saw Jimmy Brash's face had a funny look. His fin-
gers were flying but that wasn't bothering him. Then my ears
caught it. It was the chords, They weren't jibing with what Spar-
row was playing. Sparrow was changing keys, sometimes in the
middle of a phrase. The bass player had the same worried look.
They had been playing together long enough to follow any of
Sparrow's changes, but he was getting away from them. Only
Hughie couldn't be shaken off. He managed to hang on, and how
he did it l'K never know. I guess only a guy who felt about
Sparrow the way Hughie did, could. It was the most frantic, won-
derful, exciting music I had ever heard.
Sparrow's tic had returned but Ididn't catch it right away;
mixed up in one long insane convulsin.
I stumbted out of the booth and grabbed him. I held him
tight until the notes from his horn finally petered out. I could
feei his tremors in my fingertips. I eased him onto a char, still
holding him.
The other boys were looking at me, like they were expecting
me to do something. 1 didn't know what to do. I only gnew we
couldn't leave him in whatever crazy world he was inhabiting.
We had to bring him back, give him something he could tie
onto, something familiar, something rational... (Harper's Magazi-
ne, mayo 1947, pp. 425-426).
Con estas notas, en las que slo hemos sealado algunos de los
aspectos ms salientes de estas visibles identidades, hemos realizado
apenas la primera parte de nuestra tarea. Establecer los elementos
de la realidad preexistente que Cortzar utiliz para escribir su extra-
ordinaria novela corta. Otro artculo, tan largo como ste, ser dedi-
cado a ver qu hizo nuestro escritor con estos materiales y cul es
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CUADERNOS HISPANOAMERICANOS, 364-366.38
el sentido ltimo de su texto: concepcin del artista maldito (idea
que se inscribe en una larga tradicin que va desde Platn hasta los
romnticos...), concepcin del arte que ello supone y la extensa tem-
tica que ello comporta. Pero, adems, all indicaremos cmo fun-
ciona el texto, que est armado dialcticamente y confronta en una
polmica y opuesta manera dos concepciones del mundo y de la
existencia. Quede ello para otra oportunidad.
RODOLFO A. BORELLO
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