El Positivismo Ideología de La Sociedad - Jose Alsina Calves
El Positivismo Ideología de La Sociedad - Jose Alsina Calves
El Positivismo Ideología de La Sociedad - Jose Alsina Calves
01/06/2009
JOS ALSINA CALVS *
La filosofa positivista nace con la sociedad industrial de finales del Siglo XIX y constituye la
ideologa de la burguesa triunfante, donde se resumen sus mitos y sus temores. Aunque
superada en la mayora de sus postulados sigue alimentando la ideologa moderna, por lo
menos en lo que respecta a la fe en el progreso indefinido y al cientificismo ingenuo. Est
profundamente arraigada en el cuerpo social y es uno de los pilares bsicos de la pervivencia
de la pirueta neoliberal.
La filosofa positivista viene siempre vinculada al nombre de Augusto Comte (1798-1857), su
fundador. Es el movimiento intelectual dominante en la segunda mitad del Siglo XIX, cuyas
races pueden perseguirse claramente hasta Kant, la Ilustracin, Bacon y con menos nitidez
hasta Descartes. Sus ramificaciones penetran en nuestra centuria y pueden extenderse por
ciertos sectores del mbito filosfico de nuestros das, como es el neopositivismo. Por otra
parte la mayora de sus postulados alimentan la ideologa social moderna, por lo menos en lo
que respecta a la fe en el progreso indefinido y al cientificismo ingenuo.
Pero sera un error identificar sin ms a Augusto Comte con el positivismo, aunque le
corresponda a l su indiscutible paternidad. Esta filosofa se propag rpidamente por Europa,
siendo sus representantes ms seeros John Stuart Mill y Herbert Spencer en Inglaterra,
Molescholt y Ernest Haeckel en Alemania y Roberto Ardigo en Italia. Todo ello hizo aparecer en
el interior del positivismo una cierta diversidad.
A pesar de todo ello el termino positivismo no es un puro equvoco, sino que conserva un
ncleo de significacin aplicable por igual a todas las filosofas que designa, inclusive la de
Comte. Este contenido comn se puede resumir en dos grandes rasgos: la prescripcin de toda
metafsica, y la exigencia rigurosa de atenerse a los hechos, a la realidad en cualquier gnero
de investigacin. Ambos rasgos se implican en el postulado de que solo conocemos los que nos
permiten conocer las ciencias, y el nico mtodo de conocimiento es el propio de las ciencias
naturales.
Este cientificismo es hijo de la poca. El positivismo es contemporneo a una grandiosa
expansion del saber matemtico y fsico- natural. Es la poca de Cauchy y Cantor en
matemticas; de Lobachevski en geometra; de Maxwell, Hertz, Helmholt y Clasius en fsica;
de Berzelius y Mendeleiv en qumica; de Koch y Pasteur en microbiologa; de Claude Bernard
en fisiologa y de Charles Darwin en biologa. Es tambin la poca de grandes realizaciones
tecnolgicas: se construye la Torre Eiffel en Pars y se abre el Canal de Suez.
Esta afirmacin de la ciencia natural tiene como contrapartida la declaracin de nulidad para lo
que hasta entonces se haba entendido por filosofa, y especialmente para la metafsica. Para el
positivismo no hay razn alguna que justifique el establecer diferencia esencial entre ciencia y
filosofa, siempre que esta ltima palabra se entienda en su nuevo sentido, que es
precisamente el de ciencia.
Hay en todo ello un razonamiento circular, que es el gran vicio de origen de la concepcin
positivista de la filosofa: slo a la filosofa positiva se le reconoce el derecho a existir, y solo
es filosofa positiva aquella que se atiene a los cnones propios del conocimiento cientfico. La
filosofa se convierte as en una ancilla scientiae (en una servidora de la ciencia).
Pero el positivismo cae adems en dos flagrantes contradicciones. La primera de ellas es que
slo da carta de legitimidad al conocimiento cientfico, sin especificar nunca, de manera clara,
inequvoca y por tanto positiva en qu consiste exactamente este conocimiento cientfico, y
cual es el mtodo cientfico que lo produce. La segunda, la ms grave, es que importantes
afirmaciones de la doctrina positivista, como la ley de los tres estadios (teolgico., metafsico
y positivo), pomposamente anunciada por Comte, no proceden de la actividad cientfica ni de
la observacin, sino de la especulacin filosfica, y son por tanto.metafsica.
Otra caracterstica importante de la filosofa positiva es la voluntad de aplicar el mtodo propio
de las ciencias naturales (por otra parte nunca bien definido) al estudio de la sociedad
humana, naciendo as la sociologa como uno de los resultados caractersticos de la aplicacin
del programa positivista, y probablemente uno de los ms fecundos.
No slo hay una exaltacin de la ciencia natural y una afirmacin de preeminencia de la misma
con respecto a la filosofa, sino que se afirma tambin su unidad en cuanto a mtodo. Este
cientificismo es la contrapartida de la negacin de la metafsica, y ambas tendencias,
discurriendo en paralelismo y reciprocidad, constituyen una constante del pensamiento
contemporneo que, desde el Siglo XVIII, viene modulando, en distintos tonos y con diferentes
supuestos su ya larga e insistente meloda. Variaciones de esta temtica general son el
enciclopedismo, la filosofa de Kant, el positivismo, el neokantismo, y, en nuestros das, el
neopositivismo lgico del Crculo de Viena: Reichenbach, Carnap y otros.
Pero el positivismo, especialmente el de Comte, es antes que nada y por encima de todo una
construccin de filosofa de la historia, de carcter comprensivo, que culmina en una visin
mesinica, y elaborada a partir de un mtodo especulativo que poco tiene que ver con sus
propios y confusos postulados epistemolgicos. Hay ademas en los autores positivistas, quiz
con la nica excepcin de J. Stuart Mill una confianza acrtica, y a menudo expeditiva y
superficial en la estabilidad y el crecimiento sin obstculos de la ciencia.
La iniciacin de la vida intelectual de Comte coincide con el auge del idealismo alemn. El
criticismo de Kant se haba convertido fulminantemente, en manos de sus discpulos
inmediatos, en un nuevo dogmatismo de gran estilo; su idealismo trascendental, que
rechazaba la metafsica como ciencia, aunque reconociendo su licitud como disposicin
natural, mostr su fecundidad, precisamente metafsica, al resolverse en idealismo absoluto,
en los grandes sistemas de Fichte, Schelling y Hegel. En el espacio de unos treinta aos se da
un fugaz pero intenso periodo de gran tensin metafsica, inicindose despus una rpida
declinacin. Como fecha simblica de esta declinacin se puede fijar la de la muerte de Hegel:
1831. Un ao antes terminaba de exponer Comte, en su famoso Curso, la idea ya madura de
la filosofa positiva.
Coincidiendo con esta declinacin de la metafsica se da el ya mencionado proceso ascendente
de las ciencias de la naturaleza y de su impacto social: la tecnologa y la revolucin industrial.
Comte se hace brillante intrprete de esta doble y contraria basculacin espiritual, abriendo
con ello una nueva etapa del pensamiento filosfico europeo.
La epistemologa positivista
Tal como hemos sealado el positivismo es, antes que nada, una filosofa de la historia, que
arranca de especulaciones metafsicas. No hay, en sentido estricto, una epistemologa
positivista rigurosa. Las referencias al conocimiento positivo y al mtodo de las ciencias
naturales son constantes, pero nunca se fija de forma rigurosa en qu consiste este mtodo.
En el captulo III de la primera parte del Discurso Comte intenta fijar el sentido de la palabra
positivo, analizando las diversas acepciones de la misma. Vemoslas:
1) Positivo como real por oposicin a quimrico.
2) til en contraste con intil.
3) Certeza frente a indecisin.
4) Preciso frente a vago.
5) Positivo como contrario a negativo.
6) Relativo en contra de absoluto.
Estas precisiones semnticas pueden servirnos para ir acotando cul es realmente la teora
positivista del conocimiento. Siguindolas se nos har visible el sentido de estos postulados, a
pesar de lo poco positivo de su definicin que, como vemos, requiere una hermenutica para
su comprensin adecuada.
La exigencia de realidad es el postulado fundamental. Comte nos aclara que con esta exigencia
se pretende limitar el conocimiento filosfico a las investigaciones verdaderamente asequibles a
nuestra inteligencia, con exclusin permanente de los impenetrables misterios con que se
ocupaba, sobretodo en su infancia.(1)
Ahora bien, lo asequible a nuestra inteligencia es lo que el positivismo llama los hechos. Comte
establece como regla fundamental que toda proposicin que no pueda reducirse estrictamente
al mero enunciado de un hecho particular o general no puede ofrecer ningn sentido real e
inteligible.(2)
Pero, qu son los hechos?. Pues son las cosas o acontecimientos accesibles a la observacin,
o dicho de otra manera, son fenmenos u objetos de experiencia. Esta exigencia va contra
toda construccin especulativa, contra toda elaboracin a priori o puramente racional del
conocimiento, en definitiva, contra toda metafsica.
En este punto se percibe la herencia de las ideas de Bacon, que est presente en el
positivismo, aunque el filsofo ingls defini de forma ms ntida su teora del conocimiento a
travs de la induccin. El positivismo quedara as caracterizado en primer lugar, como
un empirismo, y, en efecto, esto es lo que lleg a ser el positivismo posterior a Comte. Pero en
Comte el arranque inicial hacia el empirismo quedar neutralizado con importantes
concesiones a la razn. Advierte contra el peligro de un mero empirismo escribiendo: ..una
viciosa interpretacin ha conducido con frecuencia a abusar mucho de este gran principio
lgico (la subordinacin de la imaginacin a la observacin), para hacer degenerar la ciencia
real en una especie de estril acumulacin de hechos incoherentes.(3)
A pesar de estos correctivos est claro el papel fundamental que en la epistemologa comtiana
van a jugar las leyes, como regularidades observadas en los fenmenos, a las cuales se llega a
travs de la observacin por procedimientos inductivos, aunque Comte nunca utilice esta
expresin.
El segundo carcter del saber positivo es la utilidad, y aqu volvemos a encontrar
reminiscencias de las ideas de Bacon. Comte precisa el sentido de esta palabra: quiere decir
que el verdadero conocimiento no tiene un fin en s mismo (no es una estril curiosidad) sino
en el mejoramiento continuo de nuestra identidad individual y colectiva. Es decir, el
conocimiento cientfico, aparte de su utilidad instrumental y tecnolgica, contribuye a un
mejoramiento del ser humano.
El gran destino prctico de la positividad, al hacer al hombre fin ltimo de todo saber, postula
tambin una ciencia de lo social, lo moral y lo poltico, unificada por Comte en la sociologa,
con sus tcnicas correspondientes. Quiz su error consisti en creer que las ciencias de lo
humano podan tomar como modelo a las naturales. En realidad se limit a pensarlo, sin
creerlo, puesto que l mismo no observ en la prctica este principio metdico.
Las precisiones de Comte no pueden, sin embargo, evitar que la idea de utilidad asociada al
conocimiento se interprete en el sentido pragmtico de conocimiento aplicado y tecnolgico.
Otra vez nos encontramos con reminiscencias de la filosofa de Bacon y del programa de la
Ilustracin, que constituirn, junto a la filosofa positivista, el principal puntal terico de la
ideologa de la modernidad.
En relacin estrecha con la utilidad aparece la cuarta acepcin del trmino
positivo: precisin frente a vaguedad. El gran desarrollo de la tecnologa, del que Comte fue
observador privilegiado, y la revolucin industrial no podan fundamentarse en conceptos
vagos y confusos, y as nos habla Comte de el grado de precision compatible con la
naturaleza de los fenmenos, y de el pensamiento de una accin final recuerda siempre la
condicin de una precisin conveniente.(4)
El postulado tercero, certeza frente a indecisin, revela el utopismo y refleja el supervit de
optimismo que anima a Comte, y, como tal, hay que relegarlo al cajn de las grandes ilusiones
no confirmadas por el fallo inapelable de la historia, lo cual no es bice para que no sigan
formando parte del repertorio ideolgico de la modernidad, con aggiornamentos continuados
del utopismo, ahora no ya al servicio de la revolucin, sino de la evolucin hacia un fin de la
historia con ribetes neoliberales.
Las acepciones cinco y seis del trmino positivo nos dan la entrada en un nuevo tema:
el sentido histrico, la historicidad del hombre, que es , junto al nacimiento de la sociologa, la
intuicin ms profunda del positivismo. Nos ocuparemos ms adelante, y con ms detalle, de
la relacin del positivismo con la sociologa y la teora de la historia. Por lo que respecta a la
epistemologa este descubrimiento de la historicidad del hombre incide de diversas maneras.
En primer lugar se plantea la relatividad del conocimiento: el estudio de los fenmenos, en
lugar de poder llegar a ser, en modo alguno, absoluto, debe permanecer siempre relativo
a nuestra organizacin- oposicin(5). Es decir, la valoracin de una teora cientfica deber
hacerse en funcin de las circunstancias histricas que la rodean. Al descubrir la historicidad
del hombre Comte descubre tambin la historicidad de la ciencia.
Consecuencia directa de este relativismo e historicismo es que se plantea por primera vez la
existencia de la Historia de la Ciencia como disciplina autnoma, y no es casualidad que la
primera ctedra de esta disciplina, creada en el College de France en 1892, sea ocupada por
Pierre Laffite , discpulo de Comte y muy vinculado al movimiento positivista. El propio Comte
haba solicitado en numerosas ocasiones a las autoridades educativas la creacin de la
mencionada ctedra para la institucionalizacin de esta disciplina.
Pero los propios dogmas del positivismo frustran en parte las expectativas de un
descubrimiento tan importante como es la historicidad del conocimiento. La ciencia se
contextualiza en funcin de su poca, de su momento histrico, pero a su vez este momento
histrico se ve siempre en relacin con el gran final, con el advenimiento del espritu positivo, y
al llegar aqu el movimiento de la historia de detiene, y lo que era relativo deviene ahora
absoluto. Adems, la creencia (6) de que la historia tiene un motor propio se traslada tambin
a la historia de la ciencia, deducindose de aqu que la ciencia tiene un movimiento propio y
autnomo de su entorno social e histrico. Los dogmas progresistas del positivismo frustran las
posibilidades iniciales de su descubrimiento. No es casualidad que la historia de la ciencia, que
debe al positivismo su nacimiento institucional, haya tenido que luchar contra la mentalidad
positiva para llegar a ser una disciplina madura.
Debemos referirnos finalmente a una temtica fundamental en el discurso positivista:
la unidad de la ciencia. A pesar de ser esta una cuestin epistemolgica, en Comte aparece
vinculada directamente a la dinmica social, reafirmando una vez ms nuestra tesis de que el
positivismo es, ms que una filosofa o una filosofa de la ciencia, una teora de la historia. Los
compartimentos estancos del conocimiento humano, que llamamos las ciencias, deben
articularse en una superior unidad, una unidad sistemtica determinada por sus comunes
origen y destino. En la mente humana esta unificacin dar lugar a la armona mental, de tipo
universal, a la que aspira Comte, y sto se producir indefectiblemente cuando la totalidad de
los conocimientos humanos hayan alcanzado el estado positivo.
Pero adems de definir este ideal de la unificacin de la ciencia, que sus herederos
neopositivistas han intentado llevar a la prctica, Comte clasifica y jerarquiza las ciencias,
aadiendo adems una discriminacin entre las autnticas ciencias, las positivas, y las que no
lo son. La psicologa, por ejemplo, no es admitida entre las ciencias.
Partiendo desde su base matemtica las ciencias positivas son jerarquizadas segn su grado
de generalidad decreciente y de complejidad creciente: astronoma, fsica, qumica, biologa y
sociologa. Esta ordenacin es a la vez lgica, histrica y pedaggica. Nos indica el orden en
que han ido apareciendo las distintas ciencias, nos indica a la vez la lgica interna del proceso
segn los dos parmetros arriba indicados, y nos indica tambin el orden en que deben ser
enseadas en una educacin positiva. Respecto al orden histrico cabe aadir el comentario
de que no responde a la realidad: las distintas ciencias no han aparecido en el orden que
Comte quiere imponer. Otra vez la especulacin, el debe ser, la deduccin a partir de unos
postulados se impone sobre la observacin: de nuevo triunfa la metafsica.
En ocasiones se ha puesto a Claude Bernard como ejemplo vivo de cientfico positivo. Aunque
es cierto que Comte senta sincera admiracin hacia el gran fisilogo francs, Bernard nunca se
considero un positivista. Para Comte y, en general, para los positivistas (quiz con la nica
excepcin de S. Mill) la ciencia es un elemento que no requiere ningn anlisis. Claude Bernard,
en cambio, nos ofrece una reflexin profunda y elaborada sobre la lgica de la ciencia (7).
Adems la metodologa seguida por Bernard en sus investigaciones est muy lejos de las
recetas comtianas (8).
Positivismo y conductismo
Resulta imprescindible, antes de entrar en materia, referirnos a la cuestin de la psicologa en
el positivismo, lo cual en palabras de Jos Luis Pinillos, no deja de ser paradjico, pues Comte
dej a la psicologa sin lugar propio en el sistema de las ciencias (12). En la clasificacin
comtiana de las ciencias no aparece incluida la psicologa; de la biologa se pasa a la
sociologa, sin ms. A juicio de Comte la introspeccin era imposible, y en consecuencia
tambin lo era la psicologa.
En tiempos de Comte la psicologa estaba representada por filsofos como Victor Cousin, que
practicaban una especie de psicologa mentalista, que era para Comte un seudosaber, ltima
transformacin de la teologa y de la metafsica del alma. Y sin embargo, vuelve a sealarnos
Pinillos, la historia nos tiene acostumbrados a que las acciones de los hombres tengan con
frecuencia consecuencias muy distintas de las previstas por sus autores. Y en el caso de Comte
y la psicologa esto fue precisamente lo que ocurri, porque el positivismo contribuy en gran
manera al nacimiento de una importante escuela psicolgica: el conductismo, cuyo creador
indiscutible fue John Broadus Watson, a partir de su primera publicacin, en 1913: Psychology
as the behaviorist views it.
El rechazo de Comte a la psicologa es sobretodo un rechazo a la introspeccin, al subjetivismo
y a la psicologa mentalista. Una psicologa objetiva que se atuviera a los hechos y a sus
relaciones pblicamente observables era lo que en el fondo estaba exigiendo el positivismo
comtiano. Y eso es lo que Watson estableci, o pretendi establecer.
Sin embargo, no es lineal el camino que conduce de Comte a Watson. Para seguir esta lnea
tendramos que tener en cuenta a Haeckel, a William James, al bilogo Jacques Loeb,
descubridor de los tropismos, al clebre Ivan Petrowitsch Pavlov, a las incursiones en psicologa
del fsico Ernest Mach y a tantos otros. Lo que s que es cierto es que cuando Watson, en la
anteriormente mencionada publicacin, hace pblica su concepcin de la psicologa como
ciencia experimental, puramente objetiva, de los procesos adaptativos del organismo,
fundamentada en la fisiologa del sistema nervioso, en la prediccin y el control de la conducta
y en el rechazo a la introspeccin, parece que el sueo de Agusto Comte est a punto de
realizarse.
De alguna manera Watson ser el nexo ideolgico ms ntido entre el positivismo comtiano y el
neopositivismo. Desde un punto de vista estricto no podemos considerar al conductismo como
la psicologa del neopositivismo, entre otras razones por que cuando Watson escribi su
manifiesto behaviorista faltaban an unos quince aos para que se constituyera el Crculo de
Viena y para que Bridgman publicara su influyente lgica de la fsica moderna.
El conductismo fue la forma que adopt la psicologa objetiva en este siglo, al menos hasta que
los etlogos, estudiosos de la conducta animal procedentes de la zoologa, vinieron a discutir
algunos de sus principales presupuestos, pero sta ya es otra historia (13). Muy pronto
el operacionismo y el neopositivismo acudieron a consolidar la endeble base filosfica de
Watson y sus seguidores. ste se haba formado como psiclogo en los laboratorios de
psicologa animal de Chicago y Hopkins, donde, desde luego, la experiencia interior no serva
de mucho. Es comprensible que su rechazo de la introspeccin fuera tan inequvoco como el de
Comte, aun cuando las razones no fueran exactamente las mismas que las del filsofo francs.
El neopositivismo
Para terminar vamos a referirnos a esta escuela filosfica, continuadora en el mundo
acadmico del positivismo comtiano, aunque profundamente revisado en algunos aspectos. Tal
como hemos mencionado el conductismo de Watson puede considerarse el nexo de unin entre
el positivismo y el neopositivismo.
El neopositivismo es una creacin intelectual del llamado Crculo de Viena, grupo organizado
en torno a la Ctedra de Filosofa de las Ciencias Inductivas, que gan Moritz Schlick, en la
Universidad de Viena en 1922, y rpidamente congreg a fsicos, matemticos ,economistas,
psiclogos , lingistas y filsofos. Su aparicin respondi al proceso de profunda
transformacin que la ciencia haba experimentado a principios del Siglo XX con la emergencia
de la teora de la Relatividad de Einstein, el desarrollo de la lgica matemtica ligada a la
teora de conjuntos y a la aparicin de la mecnica cuntica.
El Crculo de Viena proyect elaborar una filosofa cientfica que rompiera con la metafsica, al
menos con la imperante en los pases germanos. Considerndose herederos de la revolucin
lgica de principios de siglo y de la revolucin relativista de Einstein, sus miembros trataron de
producir una autentica revolucin filosfica, apelando para ello al proyecto de Comte de una
ciencia unificada y a las epistemologas empiristas de Mach y de Wittgenstein. Obras como la
de Nagel y de Hempel son las expresiones ms sistemticas de esta filosofa. Es un intento
serio de realizacin del proyecto de Comte en lo relativo a la unificacin de la ciencia y de
rechazo a la metafsica, pero olvidando todo lo relativo a la filosofa de la historia. La filosofa
de la ciencia tiene que ser el instrumento para la construccin de la filosofa positiva, en lugar
de las vagas especulaciones sociolgicas de Comte. El descubrimiento de la historicidad de la
ciencia queda aqu absolutamente olvidado.
El empirismo lgico del Circulo de Viena mantuvo una influencia considerable hasta los aos
60, a pesar de las crticas de Popper a algunas de sus tesis (inductivismo, confirmacionismo).
La crisis de esta filosofa se inicia a partir de la obra de Kuhn, La estructura de las
Revoluciones Cientficas (14), que segn acuerdo de la mayora de los comentaristas ha
supuesto un punto de inflexin en los estudios sobre la ciencia en el siglo XX (15).
1- Discurso sobre el espritu positivo. Edicin de la Revista de Occidente, Madrid 1934.
Traduccin de J. Maras.
2- Op. cit.
3- Op. cit.
4- Op. cit.
5- Op. cit.
6- Insistimos en el trmino creencia, que tiene poco de positivo.
7- En su fundamental Introduccin al estudio de la medicina experimental.
8- K. E. Rothschin: La Fisiologa Positivista en Historia Universal de la Medicina, dirigida por
Pedro Lan Entralgo. Ed. Salvat, Barcelona 1974.
9- Jos Ortega y Gasset: Dos Prlogos. Madrid; Revista de Occidente 1944.
10- G. Morente: el primero que verdaderamente puso las bases para el pensamiento de
progreso y la creencia en el progreso,fue Kant. Ensayo sobre el Progresismo, Revista de
Occidente, nm. CIV, pg. 165.
11- Vase Ernst Junger: El Trabajador. Ed. Tusquets, Barcelona, 1990.
12- Para ms informacin sobre el conductismo vase Jos Alsina: Etologa, ciencia actual. Ed.
Anthropos, Barcelona 1986.
12- Jos Luis Pinillos: La Psicologa en el positivismo en Historia Universal de la Medicina
dirigida por Pedro Lan Entralgo. Ed. Salvat, Barcelona, 1974.
13- Vase la obra ya citada de Jos Alsina: Etologa, ciencia actual.
14- Thomas S. Kuhn: La Estructura de las Revoluciones Cientficas. Fondo de Cultura
Econmica. Madrid, 1962.
15- Vase Javier Echeverra: Filosofa de la Ciencia. Ed. Akal, Madrid 1995.
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