José Pardo y Barreda
José Pardo y Barreda
José Pardo y Barreda
Movimiento Social
En este período no se percibe una participación del gamonalismo en los poderes del Estado,
excepto en el Legislativo. En efecto, parece como si el Congreso hubiera sido el punto de
encuentro entre ambas fuerzas, la fuerza oligárquica y gamonalista. A las concertaciones que
llegaron se pueden resumir en lo siguiente: el Estado oligárquico no se entrometía en
los asuntos de los gamonales, dejándolos como las únicas autoridades de sus provincias, y los
gamonales por su parte no ocasionaban mayores problemas a los oligarcas, es decir nunca se
atrevieron a desafiar al Estado con actitudes caudillistas e incluso mantuvieron a raya a los
campesinos indígenas de sus respectivas regiones. Esto generó un periodo de
estabilidad política que permitió disfrutar del crecimiento económico experimentado durante
esta época.
Sin embargo, sucedió un raro episodio, el Estado tuvo que afrontar en la sierra, fue el
levantamiento campesino de Rumi-Maqui (Teodomiro Gutiérrez Cuevas, 1915) en Puno, cuyo
objetivo era “restaurar el Tahuantinsuyo”, y que terminó tan rápido como empezó.
En 1919, los días 13, 14 y 15 de enero hubo un paro exigiendo la jornada de las ocho horas,
organizado por la Federación Obrera Local, junto con esta vinieron después la Federación de
Artesanos, la Federación de Estudiantes del Perú y otras organizaciones. Se constituyó
un Comité Central Ejecutivo del Paro General. El presidente José Pardo, a raíz de este paro
general, acabó por ceder y emitió el decreto reconociendo la jornada de ocho horas (15 de
enero de 1919). La obtención de esta importante reivindicación marca en fin de un
movimiento de organización y lucha, el cual se construyo a base de fuerza social.
Animados por la conquista de la jornada de las ocho horas esas mismas personas
realizaron una nueva lucha contra la carestía de la vida.
Fue uno de los primeros frentes únicos populares de la historia del movimiento obrero. En
abril y mayo de 1919, este frente pedía la rebaja de los precios de los alimentos, de los pasajes
y de los alquileres, así como el cumplimiento de la ley de la jornada de ocho horas. El Comité
decretó una huelga de pago de alquileres y luego un paro general (2 de mayo).
Guillermo Billinghurst
Esta vez no triunfo esa propuesta, la mayoría de indigentes fueron deportados y esto fue un
golpe muy duro a ese sector. A raíz de este fracaso la prédica anarquista-sindical, empezó a ser
cuestionada.
• El partido político predominante fue el partido civil (fundado por Manuel Pardo en la década
de 1870). Durante esta etapa Surgió una segunda generación donde destacó su hijo José
Pardo.
• Se dio una alianza entre la oligarquía costeña y los grandes terratenientes andinos. Eso fue el
factor determinante para la estabilidad política en esos años.
• El partido civil estaba directamente vinculado a la oligarquía costeña.
• La oligarquía estaba contenido por propietarios de haciendas azucareras, comerciantes
industriales, banqueros etc.
• Usaban el poder de modo patrimonial, es decir, el poder era visto como una especie de
propiedad privada, no se respetaba la igualdad ante la ley.
• El pueblo estaba excluido del poder , ni los analfabetos, ni los que no eran propietarios
podían votar.
• Los presidentes de este período fueron: Eduardo Lopez De la Romaña, Manuel Condamo,
Serapio Calderón, José Pardo, Augusto Leguícse, Guillermo Billinghurst, y Oscar Benavides. De
estos presidentes Billinghurst no fue civilista. En el caso de Leguía, siendo al inicio civilista
después se apartó. El resto fueron gobernantes civilista.
• La única interrupción al orden constitucional fue el golpe de Benavides.
La oligarquía
Se pude definir, de acuerdo a los estudiosos de este período (Burga y Flores Galindo 1984),
como una clase social numéricamente reducida, compuesta por un conjunto de familias cuyo
poder reposaba en la propiedad de la tierra, las propiedades mineras, el gran comercio de
importación y la banca.
El Patrimonialismo:
La oligarquía hizo uso del patrimonialismo, que se define como una forma de dominación
consistente en la privatización del poder estatal por las élites y los funcionarios públicos,
reivindicando algún derecho para ello y establecimiento con las gobernadas relaciones
prebendistas y clientistas.
El proyecto político:
Concepto
El oncenio fue una etapa de nuestra historia donde se estableció una dictadura
cívica dirigida por Augusto B. Leguía, cuyo gobierno favoreció la penetración de
capitales de EE.UU. en nuestra economía haciéndolo dependiente de la banca de
EE.UU. Los civilistas fueron desplazados del poder político.
Política
Oncenio de LeguíaComo recordamos Leguía ocupó la presidencia durante la
República Aristocrática (1908- 1912) con el apoyo civilista de José Pardo, de
quien fue ministro de hacienda. En 1919 Leguía canceló la República
Aristocrática, derrocando al mismo José Pardo. La crisis de la República
Aristocrática era insalvable, no solo por las consecuencias de la Primera Guerra
Mundial cuya marejada produjo una gran inflación y la protesta del Movimiento
Obrero que arrancó de José Pardo las célebres leyes obreras. Los obreros, los
empleados, los militares de mediana o baja graduación, artesanos, comerciantes y
empleados públicos descontentos encontraron su esperanza en la candidatura de
Leguía para las elecciones de 1919.
El 18 de Enero de 1920 Augusto B. Leguía promulgó la constitución de 1920
para darle el marco jurídico a su gobierno que luego ha de llamar la “Patria
nueva”
El congreso promulgó el 18 de setiembre de 1923 la enmienda de la constitución
para permitir la reelección de Augusto B. Leguía para 1924 como su segundo
mandato consecutivo, también en 1927; al acercarse la culminación de 5 años
constitucionales volvió a presionar al congreso, tenía “mayoría”, para promulgar
la ley 5857, que modificó la constitución de nuevo permitiendo una reelección
indefinida. Según los legistas, era preciso un hombre extraordinario; los
gobernantes mediocres no permanecen en el poder.
Leguía se hizo reelegir en agosto de 1929 como presidente para un tercer periodo
presidencial hasta 1934, pero fue derrocado en 1930 por Luis M. Sánchez Cerro.
Con Ecuador[editar
El Perú limita con Ecuador desde 1830, año en que se desintegró la Gran Colombia,
dando origen a las repúblicas de Venezuela, Colombia y Ecuador. La frontera con el
Ecuador quedó delimitada mediante el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de
Janeiro, firmado el 29 de enero de 1942, por el doctor Alfredo Solf y Muro, Ministro de
Relaciones Exteriores del Perú y Júlio Tobar Donoso, Ministro de Relaciones Exteriores
del Ecuador. Se constituyeron garantes de su cumplimiento Brasil, Argentina, Chile y
los Estados Unidos de América.16
Este tratado internacional fue aprobado por el Congreso del Perú, el 26 de
febrero de 1942 (Resolución Legislativa Nº 9574) y por el Congreso del Ecuador, el 28 de
febrero del mismo año.
La frontera entre Perú y Ecuador fue demarcada a lo largo de 1.450 kilómetros, en la
década de los años 1950. Los gobernantes ecuatorianos se opusieron a que se concluyera
la colocación de los hitos en una parte de la cordillera del Cóndor, exactamente en un
sector de 78 kilómetros, de un total de 1.528,54, que es la longitud de la frontera entre
ambos países. Desde entonces se han generado numerosos conflictos, el más importante
de todos en 1940. A raíz de la guerra del Cenepa de 1995, se firmó el Acta de Brasilia, que
complemente al Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro, habiéndose
colocados los hitos correspondientes a esos 78 kilómetros de frontera, quedando el
conflicto de límites resuelto definitivamente con el Ecuador.
Límites marítimos entre el Perú y el Ecuador
En mayo del 2011, Perú y Ecuador firmaron notas diplomáticas idénticas, llamadas
también notas reversales, las cuales constituyeron un entendimiento donde se define de
manera detallada la frontera marítima entre ambos países en atención a la existencia de
«circunstancias especiales», sin mencionar la Declaración de Santiago de 1952 ni el
Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954. Dichas notas reversales
fueron registradas de manera conjunta por ambos países en las Naciones Unidas, por lo
que, en definitiva, la República del Ecuador expresó que no participaría en el proceso ante
la Corte Internacional de Justicia, sobre la controversia de delimitación marítima entre
Chile y Perú. El informe anual del Secretario General de la Naciones Unidas,
correspondiente a 2011, indicó que la Secretaría había registrado como acuerdo
internacional el formalizado mediante el intercambio de notas de contenido idéntico entre
la República del Perú y la República del Ecuador, en 2 de mayo de 2011.17 En virtud a este
acuerdo, el Perú presentó una nota dirigida al Secretario General de las Naciones
Unidas en la que expresa que está conforme en que, debido a la presencia de islas, el
paralelo geográfico que pasa por Boca de Capones –según se ilustra en la Carta Náutica
del Ecuador IOA42– es el límite marítimo entre ambos países, conforme al punto IV de la
Declaración de Santiago y con los demás aspectos que constan en las notas de contenido
idéntico intercambiadas a la fecha.
Meses después, el 23 de noviembre de 2012, los presidentes de Ecuador y Perú
suscribieron declaración presidencial conjunta sobre el reconocimiento internacional
del golfo de Guayaquil como "bahía histórica", en cuyo numeral II se indica que el
"Acuerdo por Intercambio de Notas de Contenido Idéntico" de mayo de 2011, "Determinó
que, en atención a la existencia de circunstancias especiales en el área adyacente a la
frontera terrestre común, el límite entre los espacios marítimos" de ambos Estados,18 lo
que apoyó según el Perú, la visión conjunta de que los límites marítimos fueron fijados
recién el 2011 mediante las notas reversales.
Con Colombia
El presidente peruano Augusto B. Leguía (1908-1912 y 1919-1930), afrontó abiertamente la solución
de los problemas limítrofes con los cinco países vecinos del Perú, solución irresponsablemente
prorrogada o desatendida por sus antecesores. Muchos de sus arreglos limítrofes han sido y siguen
siendo reprochados duramente por sus conciudadanos, pero al menos tuvieron la virtud de poner
punto final a problemas, que, de haberse prorrogado más en el tiempo, habrían sido mucho más
perjudiciales para los intereses de su país.
Los límites entre Perú y Colombia quedaron fijados mediante el Tratado Salomón-Lozano,
firmado en Lima el 24 de marzo de 192219entre el ministro plenipotenciario de Colombia
Pablo Lozano y el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú Alberto Salomón Osorio.
Con Brasil
La frontera con Brasil fue delimitada por dos tratados: la Convención Fluvial sobre
Comercio y Navegación y Parcial Acuerdo de Límites entre Perú y Brasil,20 firmado
en Lima, el 23 de octubre de 1851, que fijó la línea de frontera al norte de la naciente del
río Yavarí; y el Tratado entre el Perú y Brasil para la determinación de las fronteras entre
los dos países y establecer principios generales sobre su comercio y navegación en la
cuenca del Amazonas y Protocolo (Tratado de Límites, Comercio y Navegación en la
Cuenca del Amazonas entre Perú y Brasil),21 firmado en Río en 1909.
Con Bolivia
La frontera con Bolivia fue delimitada también por dos tratados: el Tratado de Demarcación
de Fronteras entre Perú y Bolivia,22 firmado en La Paz, el 23 de septiembre de 1902 y
el Tratado de Rectificación de Fronteras entre Perú y Bolivia, firmado en La Paz, el 17 de
septiembre de 1909; el Protocolo firmado en La Paz el 2 de junio de 1925 y el Protocolo
Ratificatorio firmado en La Paz el 15 de enero de 1932.
Con Chile
Por el Tratado de Paz y Amistad entre Perú y Chile (Tratado de Ancón), firmado en Lima,
el 20 de octubre de 1883, el Perú cedió a Chile el territorio de la provincia Litoral de
Tarapacá, que tenía como límite norte el río y quebrada de Camarones y, por el sur, la
quebrada y río Loa.
Además, las provincias de Tacna y Arica continuarían en poder de Chile durante diez
años, y a su vencimiento, un plebiscito decidiría si dichas provincias retornaban al Perú o
pasaban definitivamente a Chile. El plebiscito en mención, nunca se realizó. Por el
contrario, se habrían puesto en práctica una política de persecución a los peruanos que
vivían en ellas y una chilenización de ambas provincias.
El 3 de junio de 1929, se firmó en Lima el Tratado y Protocolo Complementario para
resolver la cuestión de Tacna y Arica (Tratado de Lima).23 En virtud de este tratado Tacna
retornaba al Perú y Arica pasaba a integrar, en forma definitiva, el territorio chileno.
También en este tratado, se fijó la línea de frontera entre ambos países, cuyo punto de
inicio es materia de debate en la corte internacional de la Haya:
El artículo quinto de este Tratado y protocolo Complementario (Tratado de Lima) establece
que, para el servicio del Perú, el "Gobierno de Chile construirá a su costo, dentro de los
1.575 m² de la bahía de Arica, un malecón de atraque para vapores de calado, un edificio
para la agencia aduanera peruana y una estación terminal para el ferrocarril a Tacna,
establecimientos y zonas donde el comercio de tránsito del Perú gozará de la
independencia propia del más amplio puerto libre".
Límites marítimos entre el Perú y Chile[Sobre el límite marítimo surgió
una controversia entre la República del Perú y la República de Chile, a partir del
argumento peruano que la delimitación del límite marítimo entre ambos países
estaría aún sin determinar; Chile sostenía, en cambio, que no existían temas
limítrofes pendientes con el Perú, por cuanto existirían tratados internacionales
vigentes sobre la materia. Luego de seguir un largo proceso ante la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, ésta sentenció estableciendo de manera
definitiva la frontera marítima común, la cual se inicia en el punto en que el paralelo
geográfico que pasa por el Hito Nº 1 se interseca con la línea de baja marea, y a
partir de allí se prolonga hasta las 80 millas, luego continúa en dirección sudoeste
sobre una línea equidistante desde las costas de ambos países hasta su
intersección con el límite de las 200 millas náuticas medidas desde las líneas de
base de Chile y, posteriormente, continúa hacia el sur hasta el punto de intersección
con el límite de las 200 millas marinas medidas desde las líneas de base de ambos
países. La Corte definió el trazado de la frontera marítimas sin determinar
las coordenadas geográficas precisas y dispuso que las partes debían proceder a
determinar tales coordenadas de conformidad con el fallo, lo cual ocurrió el 25 de
marzo de 2014, mediante la suscripción de un acta llevada a cabo en la sede de la
Cancillería de Perú.2425