Estampas Folclóricas de Guatemala
Estampas Folclóricas de Guatemala
Estampas Folclóricas de Guatemala
La Danza de los Micos fue fundada el 7 de diciembre de 1967 por Vicente Pérez
Barranco, un nativo de La Guajira que desde pequeño se mudó con sus padres
a Barranquilla. Vicente se enamoró del Carnaval y empezó a disfrazarse desde
los nueve años. Es una danza basada en los movimientos de los primates, es
considerada tesoro vivo de la fiesta, única en su especie, es considerada
especial por tener baile, música y coreografía tradicionales de la región Caribe.
Está conformada por niños vecinos del barrio El Ferry, entre los 3 y 15 años de
edad.
Danza ritual de los mayas que narra la historia de la creación del hombre sobre
la faz de la tierra, según el libro Pop Vuj, libro sagrado de los mayas Kichés. Los
Micos son parte de la segunda generación de la creación del hombre de madera
que resultó malo, ya que no reconocía al creador, entonces llovió fuego del cielo
para ser destruidos, los pocos que lograron escapar huyeron en las montañas,
se subieron en los árboles y por misericordia del creador fueron convertidos en
micos. Por otro lado, cuando Hun Batz, Hun Chowen fueron convertidos en
Micos y se quedaron sobre los árboles por misericordia del creador, por su
maldad con sus hermanos Junahpú-xbalanqué.
La danza de los micos tiene que ver con la historia de unos hermanos. Estos
hermanos nacieron en el mismo parto Pero ellos no eran los únicos que había
engendrado su madre. Pues los gemelos formaban parte de una familia
numerosa. Cuenta la leyenda que ellos fueron condenados porque sintieron
envidia por sus otros hermanos. El castigo de los micos fue la transformación de
su fisionomía. Los micos se convirtieron en monos.
El Viejo captura al venado, que pide su captor que le pemita despedirse de los
montes donde vivía y se divertía, pero también está agradecido con la
Providencia, pues ha de servir para celebrar la Concepción de María; uno de los
capitanes españoles da las gracias al Viejo y pide una corona para la Virgen de
Concepción y una mitra para el cura de la parroquia por su buena labor.
El Venado se despide de la concurrencia pidiendo disculpas de las faltas de los
actores y pidiendo salud y prosperidad para los presentes.
Danza de la Chatona
La Chatona es un personaje tradicional de gran relevancia, causa emotividad en
las fiestas populares, en ferias patronales de Petén. Es una inmensa mujer, de
rostro risueño, construida de palitos y forrada de cartones, a la cual se le ponen
largos vestidos de tela llamativos y extravagantes, a demás se le colocan
collares, aretes, una cara muy bien pintada y larga cabellera. Sus brazos flácidos
se mueven al ritmo del baile. Una persona dentro de ella es la que la baila en el
espacio vacío dejado para tal fin; tiene su propia canción y baile.
Constituye un hecho folklórico y tradicional, procede desde hace muchos años,
está vigente, es popular, colectivo, no institucionalizado y funcional. Las
Chatonas originales construidas en Petén son altas, de más de 2 metros se lea
asocia con la X’tabay y la Mojiganga, las cuales eran mujeres-espanto que
asustaban a las personas de conducta irregular o de mal proceder, como los
“bolos” (alcohólicos) o las infieles (adúlteros).
Se exhibió por primera vez en las calles de Flores Petén, durante la Feria de
1927. Según informe de doña Remedios Góngora de Castellanos de 87 años,
fue don Sabino Castillo quien la fabricara para su padre, don Pedro Góngora, en
su día de celebración, durante la Feria Patronal Departamental. Don Andrés
Zetina, construyó la primera Chatona en ciudad Flores Petén, le siguieron Don
Tashito Montero, don Chema Berges, don Cruz Reynoso y otros. Actualmente,
es el nieto de don Tashito, Julio Rodríguez, de sobrenombre El Cuache, el
encargado de fabricar chatonas, vacas ciquitraqueras (Triquitraqueras),
castillos, globos, etc.
Esta canción refiere claramente el papel que jugó y que en la actualidad, juega
la Chatona. La Chatona cambia de cara, vestido, atuendos, peinado; existen
chatonas brinconas, rítmicas, ebrias, destartaladas y elegantes, dependiendo
quién la baila, la construyó o según, los atuendos que utiliza.
Danza de los moros y cristianos
Son dos filas de personas que bailan y chocan sus machetes, una viste de
color celeste, la otra, de colorado: representan el Baile de Moros y Cristianos.
Se mueven entre gran cantidad de cohetillos que estallan casi bajo sus pies.
Con evidente placer desafían las detonaciones y las chispas de los juegos
pirotécnicos y de los numerosos Toritos, durante los tradicionales rezados en
honor de la Inmaculada Concepción y del Señor de Esquipulas, en diciembre y
enero, de diferentes parroquias de la capital.
“El baile simboliza la lucha entre el ejército musulmán que profesa la religión
islámica, vestido de rojo, y el ejército español cristiano, con traje celeste, que
vence para lograr la propagación del catolicismo en esas regiones y
posteriormente en América”, explica Mario Antonio Lorenzo, de 51 años,
cofundador y director del grupo de Moros y Cristianos.
El Grupo Folclórico Amistad surgió en 1982 en la colonia Guajitos, zona 21, lugar
donde se celebra con mucha devoción el Día de la Virgen de Guadalupe, patrona
de esa parroquia.
Don Concepción Lorenzo Gómez, quien falleció hace 12 años, padre de Mario
Antonio, y otros entusiastas parroquianos, como los hermanos Ricardo y Pedro
Xoná, Manuel Rodríguez y Arturo Rivas, tuvieron la idea de formar el grupo de
baile inspirado en uno similar que participaba en los festejos patronales de la
parroquia Las Charcas, de la zona 11 de la capital.
Para sorpresa del grupo no fue difícil conseguir el apoyo de jóvenes a quienes
les gustaba el baile y, sobre todo, se atrevieran a vestir la vistosa indumentaria
que los identifica.
El traje
Cada integrante da su toque personal al vestuario. Consta de pantalón y camisa
de manga larga, capa bordada o con cromos de la Virgen de Guadalupe, y
figuras de papel brillante, como estrellas, la Luna, el Sol o ángeles. Llevan
calcetines hasta la rodilla y dos pañuelos, uno cubre la cabeza y otro la cara para
protegerse del fuego, humo y explosión de los cohetillos.
Algunos usan caballera larga y encima corona de cartón forrado de papel
brillante o de latón forrada con bricho de colores. Se colocan algodones en los
oídos para aislar el estruendo de los juegos pirotécnicos. No usan máscara como
en las danzas tradicionales, sino se pintan bigote y barba. Portan un machete en
sustitución del sable o espada, arma medieval de combate, y, como dicta la
moda actual, la mayoría de bailadores usa zapatos deportivos. Todo el atuendo
tiene un precio aproximado de Q400. Precio accesible si se compara con los
fabricados en morerías cuyo precio promedio es de Q5 mil.
Por devoción
El 12 de diciembre último en la celebración de la Virgen de Guadalupe, en
Guajitos, Lorenzo reunió a 320 bailadores. “Las madres de los jóvenes
preguntan ‘¿qué se necesita para que mi hijo participe?’. Yo contesto: voluntad,
servicio, devoción… ¡Ah, y mandar a hacer su traje!”, cuenta Lorenzo.
“Participo para cumplir una promesa que le hice a la Virgen María de bailar siete
años para agradecer que salvó la vida de mi hija cuanto tenía 8 meses”, expresa
Mario Toc, 29, técnico en refrigeración.
Toc está a punto de cumplir con lo ofrecido. “Seguiré bailando toda la vida”,
rectifica con convicción. “Bailé durante 20 años”, comenta María Dolores Leiva,
66, la primera mujer que integró el grupo. “Ahora acompaño a mis hijos que
bailan y por el recuerdo a mi hija Vidalia, que murió hace 14 años. Ella me pidió
que no abandonara esta tradición”, agrega. José Francisco Echeverría, 18, quien
se graduó de bachiller este año, baila para agradecer a la Santísima Virgen el
haber curado a su madre, quien padecía migraña. “Ofrecí esta tradición, si se
curaba, agradecer bailando, y ella sanó”, asegura.
Danza de Guatemala Mah Nim o danza de los guacamayos
Este baile, inicia el 30 de abril a partir de las 9 de la noche con distintas
actividades, primero se hace una pequeña ceremonia para despertar a las
máscaras, ya que tuvieron un año de descanso y se requiere que sean
despertadas, seguidamente se hace el wa’tesink (dar de comer). En ese
momento se mata un gallo, en honor de las mascarás, se cocina y luego ya
cocido se les da de comer a las máscaras, pasándoles la carne en los labios; así
también, se les da de beber “b’oj”, a media noche, inician su camino rumbo al
calvario, su lugar sagrado donde empiezan a bailar, sin embargo no debe haber
ningún otro baile (venado, moro, etc.), pues esto las hace enojar y las mascaras
empiezan a pegar con látigos. Una vez han bailado en el calvario, bajan a la
iglesia catedral (05:00 horas), desde donde empiezan a llamar a su gente con
trompetas y tun, acompañados de bombas y cohetes; salen de la iglesia con
destino al lugar donde se encuentra la Virgen de Santa Elena (06:00 horas),
luego a la Cofradía de Santa Cruz.
Origen de este baile: Cierto día un personaje llamado Mama’ Mun, con su
esposa Pet Mun, fueron a las montañas en busca de comida; a cazar venados,
tepezcuintles etc, sintiendo que les sería difícil cazar con su pequeña hija
llamada Princesa, la dejaron por un momento en una cueva, (Peñas Altas que
es en donde se construye el primer pueblo de Santa Cruz) y se alejaron. Al
regresar a la cueva, ¡cuál fue su sorpresa! ya no estaba la niña, entonces
recurrieron a instrumentos musicales como el tun, trompetas y el su’ para llamar
y pedir ayuda. Aparecieron los grandes guacamayos que les preguntaron: ¿a
dónde van?, ellos contestaron: “perdimos a nuestra hija y necesitamos
recuperarla”; los guacamayos dijeron: “te ayudaremos a encontrarla…” acto
seguido, empiezan a danzar a modo de hacer mucha bulla, para que se les
presentara el hombre que había cometido el robo. En ese momento los
guacamayos girando entre unos grandes bejucos, señalaron el camino hacia
donde se encontraba la niña, pero la hallan bajo los pies de un personaje llamado
K’iche’ Winaq. En los labios de K’iche’ Winaq se veía sangre de la pequeña
Princesa, en ese momento agarran a K’iche’ Winaq (los guacamayos y los
padres de la princesa). De pronto empieza la pelea entre el Jicaque, los
guacamayos y el cacique, en disputa por la niña.
Integrantes. Mama’ Mun, Pet Mun, K’iche winaq, Primer Xajel ak’ach, Segundo
Xajel ak’ach, Aj Sib, Trompetista de primera voz, Trompetista de segunda voz,
Aj tun, Aj eeqom tún.
Danza de los diablos
La cosmovisión maya, surtida de varios elementos religiosos junto con el
dualismo “bien y mal”, tiene creaciones y configuraciones dentro de su propio
marco de creencias, el cual se enriquece, se ha mantenido digno de
investigación y estudio hasta hoy.
Por ejemplo, los espíritus del mal que habitan en las entrañas de la tierra, tienen
su espacio en la cosmovisión maya. Los catequistas de la época de la conquista
se aprovecharon de ello, dando nombre a los espíritus malignos: los siete
pecados capitales, las siete virtudes y un diablo mayor.
El Torito Pinto, loco también se caracteriza por ser un atractivo 'juego' durante
las fiestas patronales o fiestas municipales a lo largo y ancho de muchas
regiones de Mesoamerica, esto especialmente más arraigado en los ubicados
en El Salvador y Nicaragua. Se utiliza una armazón cargable de madera de
bambú y/o madera tradicional adornada con coloridos papeles cubriendo partes
de la estructura y en la parte frontal superior una figura de cartón que simula la
cabeza del toro. La estructura además se rellena de diversos juegos pirotécnicos
y pólvora.
Tradicionalmente; después de la procesión del santo, de la Misa Patronal, del
convivio municipal o comunal, presentación artística o algún otro evento que sea
motivo de fiesta, los asistentes al evento van por la noche a un espacio abierto
donde la banda del pueblo, la mesa del atol shuco (bebida mas popular en
territorio salvadoreño), y los Toritos Pintos están preparados (comúnmente
afuera de la iglesia principal o la plaza central), se apagan las luces y la banda
toca la pieza tradicional según la región en donde se encuentren, entre ellas se
pueden mencionar "El Son del Torito" o "Ahí viene el Torito Pinto" (ambas
versiones provenientes de las fiestas de los pueblos Nonualcos, principalmente
en San Pedro Nonualco y de San Antonio Abad, ambos en El Salvador), se
enciende la pólvora que esta en el torito que cargan algunos de los jóvenes más
valientes de la comuna y el Torito empieza a hacer correr a los asistentes para
intentar hacerles quemarles encima un poco de la pólvora y pirotécnicos que
lleva.
Danza del Rabinal Achi
Es una danza/drama de origen Maya, con mas de 800 años de tradición. En ella
se representa el rompimiento de la alianza entre los K’iche y Rabinaleb. Esta
danza tradicional es considerada obra maestra de la Tradición Oral e Intangible
de la Humanidad por la UNESCO.