Gestion de Conflictos y Negociacion
Gestion de Conflictos y Negociacion
Gestion de Conflictos y Negociacion
Curso:
Integrantes:
Profesor:
Martel Garay, José
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 4
1. CONFLICTOS ......................................................................................................................................... 5
3. NEGOCIACIÓN .................................................................................................................................... 18
3.5.2. PRAGMATISTA..................................................................................................................... 25
CONCLUSIONES ......................................................................................................................................... 35
RECOMENDACIONES ................................................................................................................................. 36
ANEXOS ..................................................................................................................................................... 37
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................ 38
WEBGRAFÍA ............................................................................................................................................... 39
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
INTRODUCCIÓN
Como en la vida personal, el conflicto en las instituciones es una cosa normal y cotidiana. No es
nada de lo que debamos avergonzarnos. De hecho, el conflicto a la salud de las organizaciones,
lugares de trabajo y comunidad. En el ambiente de intereses competitivos y diversidad de
necesidades que vivimos hoy en día, muchos líderes necesitan habilidades adicionales para
enfrentarse al conflicto de modo constructivo.
El clima de competencia que vivimos incrementa la tensión y reduce la energía disponible para
trabajar en la misión, metas y objetivos de una organización. La entrega de programas y servicios
sufre, mientras que las organizaciones se preocupan por sobrevivir. Las tensiones y los conflictos
tienden a construirse en un clima de limitaciones, con expectativas no realistas y recursos
inadecuados, por ejemplo el síndrome de “hacer más con menos”.
Los conflictos se desarrollarán. Lo importante es cómo negociamos con ellos. Las diferencias
culturales juegan un papel muy importante aquí. Los valores personales y culturales tienen un
impacto, tanto en la percepción de conflictos como en los métodos usados para resolverlos.
Ciertas técnicas no siempre funcionan ni tampoco resultan en todas las culturas. No todos los
conflictos pueden ser resueltos. Este módulo de desarrollo de habilidades está diseñado para los
líderes, para ayudarlos a identificar y entender mejor el conflicto, cómo resolverlo, cómo
establecer un clima de cooperación y para estar al tanto y reconocer diferencias y necesidades
culturales.
1. CONFLICTOS
1.1. DEFINICIÓN
El conflicto define al conjunto de dos o más hipotéticas situaciones que son excluyentes: esto quiere
decir que no pueden darse en forma simultánea. Por lo tanto, cuando surge un conflicto, se produce
un enfrentamiento, una pelea, una lucha o una discusión, donde una de las partes intervinientes intenta
imponerse a la otra. Si definimos el término desde un punto de vista simple, podemos decir que un
conflicto es una situación en la que dos o más personas no están de acuerdo con el modo de actuar de
un individuo o un grupo. Para que esta situación exista es necesario que exista un desacuerdo que no
haya sabido resolverse. Por ejemplo: Si de una pareja una de las partes desea ir a un lugar de vacaciones
y la otra a un lugar diferente hay desacuerdo, si acceden a charlar y resolver el problema de común
acuerdo, entonces el conflicto no se produce, lo contrario, si ninguno da el brazo a torcer, sí.
Para el alemán Ralf Dahrendorf, un conflicto es una situación universal que sólo puede solucionarse a
partir de un cambio social. Karl Marx, por su parte, ubicaba al origen del conflicto en la dialéctica del
materialismo y en la lucha de clases.
Las teorías existentes sobre el conflicto social permiten entender la necesidad de contar con un cierto
orden dentro de la sociedad, cuyos miembros deben integrarse. Para esto deben desarrollarse políticas
de consenso e instrumentarse acciones de coerción.
El conflicto puede analizarse a partir de diversas perspectivas a nivel social. En general se lo entiende a
través de la moral o la justicia, con consecuencias negativas ya que puede destruir o hasta desintegrar
una sociedad. Se puede aceptar, de todas maneras, que el conflicto tenga una función positiva gracias a
su dinamismo (promueve el cambio social).
Fuera de la política o de la sociología, podemos entender al conflicto como algo mucho más cotidiano y
sin grandes efectos. Una pareja discutiendo por el manejo doméstico del dinero, un alumno enfrentando
a su maestra por una mala calificación o dos amigos peleándose por cuestiones futbolísticas estarán
viviendo un conflicto.
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
El conflicto concentra una carga importante de energía que puede destruir y también puede
convertirse en una energía que fortalezca e impulse. Ese es el reto de los equipos ante el conflicto.
Un camino que puede ser útil para situarnos con más eficacia ante los conflictos pasa por entender
las fuentes de los que surgen. Según esa fuente la estrategia para trabajarlos es diferente. Mi
experiencia y mi reflexión me ha llevado a identificar diez fuentes. Comienzo con las cinco primeras.
En un próximo post completaré la lista.
Los conflicto son en gran media un “estado mental”. Sin duda hay situaciones en las que una parte del
equipo tiene intereses que se confrontan con los de otra parte. Sin embargo, se vive como un conflicto
en clave “ganar-peder”, “vencedores-vencidos”, según la forma en que nos situamos ante él.
En este tipo de conflictos la estrategia pasa por la negociación, por la búsqueda de un punto de
encuentro que permita que ambas partes (y el equipo) ganen.
Necesitamos transformar nuestra mirada ante la situación, aparentemente antagónica, para
encontrar una perspectiva que nos abra el camino a una solución en la que cada uno sienta
reconocidos, al menos parcialmente, sus intereses.
2. Expectativas frustradas / promesas incumplidas.
Valoramos según lo que esperamos. Con demasiada frecuencia no hacemos explícitas esas
expectativas, sin embargo nos sentimos frustrados cuando no se cumplen. Lo percibimos como un
incumplimiento o incluso como una falta de respeto. Sentimos que no se nos tiene en cuenta porque
no se ha producido lo que esperábamos, a pesar de no haberlo hecho explícito.
En otras ocasiones sí se han hecho explícitas esas expectativas pero luego no se han cumplido. O
entendemos que nos han prometido cosas que no se han hecho realidad. Desde un lado o desde el
otro surge malestar, resentimiento, frustración que en un determinado momento brota como un
conflicto, a menudo, a partir de un tema que nada tiene que ver con el germen que lo ha desatado.
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Ser claros y precisos. Saber reclamar ante nuestra percepción de incumplimiento son caminos para
abordar eficientemente estas situaciones.
3. Confundir roles o estilos de comunicación con la persona.
La investigación de Meredith Belbin ha mostrado los diferentes roles que es importante se contemplen
en un equipo. Así mismo, sabemos que las personas nos diferenciamos en nuestros estilos de
comunicación. Unos preferimos ir directamente al asunto, sin preámbulos. Otros necesitamos mucho
contexto. Unos preferimos que nos den indicaciones concretas, otros que sean genéricas y nos dejen
libertad para actuar.
En los equipos convive la diversidad de roles y de estilos. En ocasiones, confundimos los roles que se
desempeñan o los estilos de comunicación con actitudes personales hacia mí o hacia mis propuestas.
Esto nos lleva a sentirnos minusvalorados o incluso agredidos. De ahí al conflicto hay poca distancia.
Conocer los roles y los estilos presentes en el equipo y entender su aportación ayudan a canalizar de
forma positiva esta fuente de conflicto.
4. No saber decir las cosas.
En ocasiones los problemas vienen por la forma en que nos comunicamos. Tendemos a sobrevalorar
nuestra capacidad para conversar, muy especialmente cuando el tema de la conversación despierta
nuestra emociones o/y las de nuestros interlocutores. Callar no ayuda, tampoco hablar de forma
inadecuada.
Mejorar las habilidades del equipo para expresar opiniones o puntos de vista crítica es un camino clave
para gestionar las diferencias y los conflictos de una manera productiva y enriquecedora.
5. Inseguridad, falta de autoestima, percepción de riesgo… miedo.
detrás de él. Hay veces que ese miedo proviene de un clima del equipo en el que no se siente seguridad
para expresar puntos de vista críticos, o de experiencias anteriores en las que al no saberse decir las
cosas se han generado situaciones vividas con gran desagrado.
También la falta personal de autoestima puede llevar a la persona a una extrema sensibilidad ante
cualquier atisbo de cuestionamiento.
6. Proyección.
Hay ocasiones en las que el conflicto en el equipo tiene un foco individual. Algunas personas pueden
estar atravesando situaciones problemáticas fuera del equipo y proyectan en él la agresividad, el
enfado que esas situaciones le provocan. Si esa proyección engancha con una dinámica del propio
equipo puede amplificarla de una forma improductiva, ya que la energía en juego no tiene tanto que
ver con el propio equipo como con la situación de una de las personas que lo componen.
Otras veces, alguien “superpone” una figura de su propia vida (padre, madre, mentora, amigo,…) en la
figura de una persona del equipo. De esta forma, surge una fuerte confrontación entre esas personas
al proyectar una de ellas el conflicto con esa “figura externa” en su compañero o compañera de equipo.
Es necesario estar atentos a estas dinámicas de proyección para evitar que “contagien” al equipo y
tendremos que buscar la manera de ayudar a la persona que proyecta su agresividad a tomar
conciencia de ello, del origen real de la misma, y del impacto que genera.
7. Falta de reconocimiento de la pertenencia.
Lo obvio no siempre lo es tanto. Parece obvio quienes forman parte del equipo, sin embargo en
ocasiones hay personas que no se sabe si son miembros de él o no. Hay muchos equipos compuestos
por personas que forman parte, a su vez, de otros equipos. El riesgo de que a algunas de ellas no se las
considere como pertenecientes a éste es grande. Así mismo, todas las personas que en algún momento
han formado parte del equipo deberían tener un lugar en su historia, en su memoria. La forma en que
un equipo trata a quién estuvo pero ya no está, anticipa como nos tratará a nosotros cuando no
estemos.
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Es importante asegurarnos que todas las personas que pertenecen o han pertenecido son reconocidas
como parte del equipo, como personas que han contribuido a lo que ahora el equipo es. Y no siempre
es fácil, ya que en ocasiones la contribución puede ser juzgada como inapropiada o incluso éticamente
reprobable. Sin embargo, el equipo ha de vivir dándole un lugar en su historia. Reconocer la
pertenencia o la contribución no implica aprobarla o compartir lo que ésta supuso.
Estas situaciones en las que a alguien no se le reconoce su pertenencia actual o pasada, son foco de
conflicto. Es cómo si otras personas levantaran la bandera de los no reconocidos a través de una
confrontación difícil de explicar objetivamente pero intensa en lo emocional. Este tipo de conflicto
atasca al equipo, resulta difícil afrontarlo porque se disfraza, se desplaza hacia temas que le sirven de
cobertura para hacerse explícito.
Cuidar el reconocimiento a la pertenencia es una buena forma de prevenir estas situaciones. Si surgen,
es necesario plantear una forma de hacer explícito ese reconocimiento ¿a qué o a quién no se le
reconoce su pertenencia actual o pasada a este equipo?8. Confusiones con el lugar que se ocupa.La
flexibilidad no es incompatible con la claridad. Una cosa es una organización flexible y otra una
organización en la que el que no tiene autoridad actúa como si la tuviera. El que ocupa un puesto que
conlleva tomar decisiones no las toma y las adopta alguien a quien no se le ha atribuido formalmente
esa autoridad. El equivalente familiar a estas confusiones es una familia en la que el hijo o hija pequeña
actúa como si fuera el padre o la madre. No es sano en la familia y no lo es tampoco en una
organización.
Cuando nos encontramos con situaciones de este tipo u otras que conllevan la incongruencia entre los
establecido formalmente y lo que realmente acontece, el equipo se resiente. El conflicto aflora.
Tiene que haber claridad y congruencia en el equipo. Cada uno ha de saber el lugar que ocupa y ha de
actuar en consonancia con él. Cuando un equipo vive un conflicto del que no encuentra forma de salir,
podemos preguntarnos ¿qué o quién no está en su lugar en este equipo?
9. No se respeta el orden.
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Imagina que estás en una larga cola para sacar entradas para un concierto. De pronto alguien se acerca
y se salta la fila. No respeta el orden, no respeta a quienes lleváis ya un buen rato esperando. Puede
que eso en sí mismo desate una discusión. Otras veces nos callamos a la vez que nos enfadamos con
nosotros mismos por permitirlo. Y esa rabia puede que acabe saltando hacia la persona inadecuada.
En los equipos también hay un orden equivalente. Hay personas que llevan muchos años, otras acaban
de llegar. Muchas veces, quién acaba de llegar asume responsabilidades superiores a quienes ya
estaban. Respetar el orden, temporal en este caso, no supone que eso no sea bueno para un equipo.
Lo que no es bueno es que se haga sin reconocer a quienes llevan mucho más tiempo en la
organización. Cuando no se hace explícito ese reconocimiento se genera una herida que se manifiesta
a través del síntoma del conflicto.
Otro orden que existe en las organizaciones tiene que ver con el grado de contribución a los objetivos
últimos de la empresa. Cuando esa contribución no se objetiva, no se visibiliza, se produce una doble
consecuencia.
De un lado, no es posible determinar el orden de contribución para reconocerlo. De otro, la valoración
de la contribución se hace subjetiva y cada uno, cada persona, cada departamento, tiende a pensar
que su contribución es la más importante. Lo que llevará a que casi todos sientan que no se reconoce
su verdadera aportación a la empresa. De nuevo el conflicto será la forma de manifestación de esta
situación de insatisfacción.
10. Desequilibrio entre dar y tomar.
Cuando se siente que se da al equipo o a la organización más de lo que se toma, se pone la simiente de
un conflicto que surgirá por un motivo distinto a este desequilibrio. Un motivo que sirve de espita de
salida a ese problema de fondo. En ocasiones el desequilibrio se genera porque alguien da mucho más
de lo que el equipo va a poder devolverle.
En otras, el equipo devuelve en consonancia pero la persona no lo toma, por una razón u otra, y sin
embargo siente que hay un desequilibrio. Y también ocurre que el equipo o la organización no permiten
tomar en equivalencia a lo que las personas aportan.
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Estar atentos a estos desequilibrios, preguntarnos sobre si hay equilibrio entre lo que se da y lo que
se toma, es la estrategia para afrontar estas situaciones.
3. Conflictos de información: Este segundo tipo de conflicto ocurre cuando las partes en la relación, les
falta información para tomar una decisión correcta, están mal informadas, tienen diferentes puntos
de vista sobre lo que es más o menos relevante, interpretan de manera distinta la información
disponible. Algunos conflictos pueden resultar innecesarios, como es el caso de la información
insuficiente, pues la solución es tan simple como proveer de la información adecuada; en otros casos
el conflicto puede ser real, como cuando se han utilizado distintos métodos para interpretar la
información.
4. Conflictos de intereses: Este tercer tipo de conflicto en la categorización de Moore, tiene su causa
en la competencia entre necesidades incompatibles o percibidas como tales por las partes en
disputa. Los conflictos más típicos de este orden ocurren por cuestiones sustanciales (dinero,
recursos físicos, tiempo, etc.), de procedimiento (los métodos, técnicas o criterios que las partes
estiman adecuados para resolver una disputa) o psicológicos (percepciones de confianza, juego
limpio, deseo de participación, respeto, etc.). Para que se resuelva una disputa fundamentada en
intereses, en cada una de estas tres áreas deben de haberse tenido en cuenta y/o satisfecho un
número significativo de los intereses de cada una de las partes.
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6. Conflictos de valores: Finalmente, la última categoría de Moore se refiere a los conflictos causados
por sistemas de creencias incompatibles. Los valores son creencias que la gente emplea para dar
sentido a sus vidas (explican lo que es bueno o malo, verdadero o falso, justo o injusto, desde su
perspectiva). Valores diferentes no tienen por qué causar conflicto. Las disputas surgen cuando unos
intentan imponer por la fuerza un conjunto de valores a otros, o pretenden que tenga vigencia
exclusiva un sistema de valores que no admite creencias divergentes.
Otra de las tipificaciones que parece importante para la comprensión del conflicto, es aquella realizada
por Morton Deutsch[2], donde diferencia los conflictos según los efectos principales que producen en
la relación. Los conflictos, según este autor, pueden ser:
7. Conflictos constructivos: conflictos cuyos resultados son satisfactorios, constructivos, para todos los
participantes: “el mayor bien para el mayor número posible” de las partes.
8. Conflictos destructivos: conflictos cuyos resultados solo pueden ser evaluados como satisfactorios
para alguna de las partes si esa parte considera como criterio de satisfacción la pérdida que sufre la
otra parte aunque no obtenga bien alguno. Son conflictos sin solución aparente en los que ambas
partes pierden, e incluso dejan de tener objetivos positivos y mantienen el conflicto con objetivos
negativos –evitar pérdidas propias y causar pérdidas a la otra parte-.
Los conflictos mirados en términos constructivos, se convierten para las partes en disputa,
en el medio por el cual se pueden exponer los problemas para encontrar soluciones, entendiendo
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
que los conflictos son inherentes a la naturaleza humana, pues ayudan al crecimiento personal. De igual
modo, mirar los conflictos constructivamente, propende a que las partes generen energía creativa que
puede impulsar cambios a nivel social y personal, y ayudar a fortalecer los vínculos o relaciones.
Por el contrario, cuando los conflictos son enfocados destructivamente, se genera una tendencia natural
a la expansión o escala del conflicto, y como consecuencia, el conflicto resulta independiente a las
razones que lo generaron, pudiendo continuar incluso después que estas carecen de vigencia. Esto lleva
normalmente, a que aumente la desconfianza en el otro, y se desplieguen estrategias confrontacionales
y de poder. El conflicto destructivo se conducirá a través de la lucha y las partes sentirán que sólo hay
dos opciones: ganar o perder.
Por su parte, J. Redorta[3] basándose en que los conflictos, a cualquier nivel, más allá del
intrapersonal, siguen patrones de comportamiento, reconocibles e identificables, describe quince tipos
distintos de conflictos: de recursos escasos, de poder, de autoestima, de valores, estructurales,
de identidad, normativos, de expectativas, de inadaptación, de información, de intereses,
atributivos, de relaciones personales, de inhibición y de legitimación.
Las partes generalmente experimentan miedo, enojo, desconfianza, envidia, deseos de venganza.
Las emociones deben ser manejadas primero antes que cualquier otro asunto, la prioridad ante
sentimientos muy fuertes no recae en buscar soluciones a los problemas sino a ser escuchados.
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Las técnicas más conocidas para manejar las emociones son: Paráfrasis (interpretación),
reuniones por separado”
- Percepciones: Los estudios en psicología social demuestra que cada persona aprecia la realidad
de modos distintos, distorsiona la imagen de su contraparte, lo cual genera situaciones
conflictivas.
Cada una de las partes a menudo piensa.
Comportamientos conflictivos:
La actitud conflictiva se convierte en comportamiento conflictivo "en el momento en que una parte no
sólo piensa en la destrucción de la otra y la desea y quiere, sino que también colabora activamente en
esa destrucción, por ejemplo privando a la otra parte de un valor que le merece aprecio"
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Una buena idea puede ser ir escribiendo las distintas fases del proceso, para facilitar su realización.
En los programas de prevención de la violencia escolar que se están desarrollando en los últimos
tiempos, se incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos sin
violencia.
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9. GESTIÓN DE CONFLICTOS
9.1. DEFINICIÓN
La Gestión de Conflictos es la actividad orientada a prevenir o contener la escalada de un conflicto o a
reducir su naturaleza destructiva, con el fin último de alcanzar una situación en la que sea posible llegar
a un acuerdo o incluso a la resolución del propio conflicto.
La gestión es aplicable y puede resultar exitosa en aquellas situaciones en las que las partes enfrentadas
comparten al menos una serie de valores o de necesidades fundamentales.
La gestión del conflicto tiene por objeto contener una situación de enfrentamiento violento y
reconducirla hacia formas de interacción menos destructivas. Esto implica una transformación del
conflicto, es decir, un proceso por el que éste pasa de ser intratable o de muy difícil resolución, a ser
tratable o susceptible de verse resuelto a través de procesos tradicionales (judiciales) o alternativos de
resolución de disputas (negociación, mediación, arbitraje).
9.2.1. Diálogo
Es la técnica fundamental y la primera a la que se debe acudir para la resolución de conflictos. Hablar y
escuchar a la otra parte en conflicto y compartir ideas, preocupaciones y puntos de vista, son las
principales herramientas para lograr un consenso.
9.2.2. Negociación:
La negociación consiste en el punto de encuentro entre los intereses y disconformidades de las partes
en conflicto, en la cual se buscan acuerdos para una resolución mutuamente satisfactoria para las partes.
10. NEGOCIACIÓN
10.1. DEFINICIÓN
La negociación, en términos generales, es un fenómeno humano, diario y universal que se ha
desarrollado conforme las sociedades humanas han evolucionado.
“Un proceso de interacción comunicativa en que dos o más partes intentan resolver un conflicto
de intereses, utilizando el dialogo y la discusión, descartando la violencia como método de
actuación y avanzando hacia un acercamiento gradual mediante concesiones mutuas” (Morley y
Stephenson, 1977).
“Un proceso de intercambio de información que propicia el mutuo aprendizaje y el constante
ajuste de expectativas y preferencias de las parte” (Gulliver, 1979).
“Una actividad en la que dos partes, cuyos intereses son en parte complementarios y en parte
opuestos, tratan de alcanzar un acuerdo que satisfaga al máximo los intereses de uno y otro, al
tiempo que facilita la realización de nuevas negociaciones en el futuro” (Puchol, 2014).
“Tratar asuntos públicos y privados procurando su mejor logro a cambio de algo” (Schoening,
2016).
En síntesis, se puede definir a la negociación como una técnica para la solución de conflictos, que permite
establecer acuerdos que satisfagan al máximo los intereses de las partes involucradas.
Los cuales están basados en la cooperación o confrontación de intereses, que dan paso a cuatro
caracteres o actitudes de negociación: inteligente, malévolo, imprudente y estúpido.
ENFOQUES EN LA NEGOCIACIÓN
Estúpido. Es cuando creemos que nuestras posibilidades son mínimas, por lo que se trata
de hacer todo el daño posible a la otra parte. El pensamiento habitual es Yo no voy a
conseguir mi objetivo, tú tampoco.
10.3.1. FORMALISTA
Este estilo de negociación se basa en el empleo de los procesos establecidos por el propio negociador
o su empresa, tratando por todos los medios de no salirse del camino prefijado.
10.3.2. COOPERATIVO
Este estilo de negociación se basa principalmente en la cordialidad y la confianza tratando de
encontrar una solución aceptable para las partes, evitando así la confrontación. Es un estilo casi
paternalista.
Considera como elemento primordial la armonía entre las partes, buscando los puntos que
tienen en común para construir la negociación.
Le gusta la colaboración y mantener relaciones de afectividad con los oponentes.
No suele ocultar la información y manifiesta abiertamente las necesidades y objetivos
perseguidos a la otra parte, con el fin de conseguir acuerdos gratificantes.
Confía en la «palabra» y el «otro», prefiriendo la comunicación oral a los documentos escritos.
Tiene una gran habilidad de relación y trata de persuadir por medio de consejos o pidiendo
ayuda y comprensión.
Trata por todos los medios de limar los puntos de desacuerdo, cediendo a veces de forma
generosa, más de lo previsto, con el ánimo de llegar al acuerdo.
Suele escuchar más que hablar, invitando con su lenguaje no verbal a la otra parte al diálogo
y que se sienta confiado. No le importa dedicar tiempo en la negociación.
Busca un acuerdo mediante la cooperación, pensando que lo que es ventajoso para él,
también debe serlo para el otro. No es manipulador y defiende con objetividad los intereses
de ambas partes por igual.
10.3.3. DIPLOMÁTICO
Este estilo de negociación busca, principalmente, llegar a un equilibrio de objetivos entre las partes
de forma pragmática.
Muestra una prudencia acentuada, casi con una imagen de modesto, pero esconde una
fortaleza importante. Mostrando gran firmeza en sus planteamientos.
No pierde la compostura ni se fatiga, aunque su interlocutor se muestre agresivo. Es analítico
en lugar de emotivo y paciente por lo que el factor tiempo juega a su favor.
Tiene gran capacidad de diálogo y fluidez verbal, es equilibrado y le gusta negociar en un clima
de cordialidad, pero sin pasarse.
Maneja muy bien el concepto de sus «expectativas», adaptándolas de forma práctica, si ello
le lleva a la conciliación, cuando hay puntos de vista divergentes.
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
10.3.4. IMPOSITIVO
Este estilo de negociación se basa en la imposición de los puntos de vista e intereses, queriendo salir
victorioso en el proceso. El objetivo de este estilo es conseguir el mayor beneficio posible, no
importándole la confrontación.
Se muestra impetuoso, arrollador, tomando las decisiones de forma rápida y queriendo llegar
pronto al cierre del proceso.
Piensa que su poder radica en la fuerza empleándola como elemento motivador.
Genera un clima de tensión y solo está dispuesto a la cooperación si él cree que los demás
están aceptando lo que él indica.
Es muy analítico y en sus demandas es muy explícito y preciso, no entreteniéndose en sutilezas
ni vaguedades.
Piensa que mientras más dure el proceso antes cederá el oponente.
Habla más que escucha y considera toda negociación como un enfrentamiento en el que uno
gana y otro pierde.
10.3.5. DIRIGENTE
Este estilo podría considerarse como el estilo perfecto, pues busca la forma de resolver las
negociaciones aportando una gran objetividad e intentando la cooperación entre ambas partes.
Sabe crear un clima de objetividad y de una cierta cordialidad, donde impera la necesidad de
afrontar los objetivos y necesidades de ambos desde una óptica de neutralidad, tratando de
resolver el problema más que ganar.
Domina perfectamente la comunicación verbal y no verbal, pretendiendo que los resultados
que se produzcan sean a largo plazo.
Es tranquilo, seguro de sí mismo y equilibrado, no dejándose influir por el poder o cargo que
pueda ostentar el oponente y si el estilo o clima del proceso no es apropiado.
Se muestra firme en lo esencial, pero flexible en lo secundario, tratando que los compromisos
dela cuerdo sean justos y equitativos.
Los juzgadores prefieren un sistema, organización, se apegan a lo trazado, cuando algo interfiere en
sus decisiones se molestan, llegan temprano y siempre esperan a los demás.
Como intuitivo ve las cosas en su totalidad, a diferencia del armonizador es organizado y minucioso, se
preocupa por obtener una decisión en el tiempo establecido, le gusta que las cosas se hagan a su manera.
Buscan mantener la calma, pero son confrontadores con la intención de demostrar sus opiniones, es por
ello que es fácil tener desacuerdos con ellos.
El controlador se le debe dar tiempo para que revise las alternativas, para llevarse bien con un
controlador lo mejor es demostrar que se quiere llegar a un acuerdo.
Se les reconoce “… por su sentido de totalidad combinado con su resolución” ( Budjac Barbara, pág. 78)
De acuerdo al eneagrama del liderazgo este negociador como líder es decidido, persigue la verdad, le
gusta tener la situación bajo control.
“El pragmatista ve los detalles, se concentran en las especificaciones, y enfoca las cosas en secuencia” ”
(Budjac Barbara, pág. 79)
No pueden percibir los problemas como un todo y no son minuciosos, creen siempre tener la razón, por
lo tanto para ellos las demás alternativas no sirven.
Lo mejor para llevarse bien con un pragmatismo es mostrar hechos, números, realidades y darles tiempo
para calmarse.
Como armonizadores se preocupan por tener una vista amplia del problema y discuten varias cosas a la
vez porque todo está relacionado para ellos, no tiene orientación por los detalles.
“El armonizador comparte sus percepciones sin hacer o buscar un juicio” (Budjac Barbara, pág. 78), es
decir son muy comunicativos sobre lo que ve o sienten, ello no quiere decir que realiza un juicio a favor
o en contra; los armonizadores pueden tomar el criticismo de manera personal.
Para llevarse bien con un pacificador es demostrar aprecio por sus alternativas y comentar alternativas
amplias y generales.
En conclusión al armonizador se le reconocer por ser “…general, teórico y abierto” (Budjac Barbara, pág.
78)
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
Los buscadores de acción evaden la teoría, se pueden dejar llevar por los sentimientos y la satisfacción.
La mejor forma de llevarse bien es utilizando cifras, realidad y discutir los intereses pero evitar que se
deje llevar en totalidad con sus emociones.
Contrario a lo que se dice normalmente que la negociación es un juego; Barbara Budjac nos dice que
la negociación no es un juego, según Budjac e un juego las opciones de ganar o perder, además que
existen árbitros y jueces, esa no debería ser la naturaleza de la negociación, en la negociación se
debe llegar a un punto medio, ser hábil con la interacción humana el compromiso y la adaptabilidad.
Esté preparado
De la mano con estar preparado antes de entrar en una negociación debe reconocer su personalidad,
comprenderlas y saberla llevar para cumplir sus objetivos, necesidades y poder
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
Ya evaluada su personalidad es necesario que sepa como evaluar a su contraparte, para ello se debe
tener información sobre inteligencia emocional y poder aplicarlo.
Practique la regla para escuchar hablar filtrar y observar de una manera efectiva
Nunca pierda el control de sí mismo
Como se ha visto en el temperamento del negociador debe aprender a mantener la calma, para ellos
debe reconocer las causas que están generando su malestar y evitar perder el control.
La negociación no debe ser ganar o perder, la negociación debe dar a ambas partes la posibilidad de
obtener lo que solicitan para ello debe encontrar objetivos en común que sean reales y posibles.
Debe inspirar confianza en la otra parte, evitar dañarla, confíe en la otra persona pero no exagerar.
En esta situación puede perder uno de los negociadores, por tanto lo mejor es evitarlas.
Deje por escrito la negociación donde se refleje el compromiso de ambas partes. Deñe revisar cada
detalle del escrito.
10.6.1. PREPARACIÓN
En la preparación determinamos el objetivo, argumentos y tácticas a utilizar; recopilar y reprocesar la
mayor cantidad de información posible.
En este punto también determinaremos el BATNA (mejor alternativa) y el punto de reserva (lo mínimo
que estamos dispuestos a aceptar).
Un apunte sobre el BATNA y el punto de reserva es que debemos ser lo más objetivos posible al
momento de definirlos, teniendo en cuenta todos los factores involucrados, incluyendo algunos
intangibles y difíciles de medir, tales como el valor de la relación, además intentar mejorar nuestro
BATNA
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
Debemos analizar qué es lo que pretende (sus objetivos), sus motivaciones, necesidades e intereses, sus
alternativas a la negociación, su BATNA, su punto de reserva, su estilo de negociación, sus tácticas de
negociación comúnmente utilizadas, sus fortalezas y debilidades, etc.
Debemos tratar de determinar y analizar sus verdaderas motivaciones, necesidades e intereses, sus
prioridades, su BATNA, su punto de reserva, su estilo de negociación, su perspectiva, sus fortalezas
y debilidades, etc.
10.6.4. PROPUESTAS
Al iniciar nuestra propuesta lo mejor sería dar una oferta por encima de nuestro BATNA con la
intención que la negociación sea lo más cercano a nuestro BATNA, siempre y cuando no sobrepase el
punto de reserva de la contraparte puede parecer poco interesado y quitar el interés de nuestra
contraparte.
Si la otra parte es quien establece la primera oferta y ésta es exagerada, tenemos las siguientes
alternativas:
establecer una contraoferta también elevada y, de ese modo, terminar lo más probable en un
punto medio.
reaccionar con sorpresa o desencanto, declarar que su oferta está fuera del rango que
habíamos previsto, explicar por qué dicha oferta no es razonable, y luego establecer la nuestra
sustentándola con razonamientos sólidos.
Sea cual sea el caso, si la otra parte insiste en su oferta inicial, debemos pedirle con todo respeto que
nos explique por qué considera que dicha oferta es razonable, o que nos diga en qué se basa para
hacernos dicha propuesta.
10.6.5. INTERCAMBIOS
En la etapa de intercambios es recomendable intercambiar lo que no tenga tanto valor para uno pero
si para el otro, haciendo un acuerdo beneficioso para ambos.
Si es necesario debemos ser flexibles y entregar algo que no estaba en lo preparado
10.6.6. ACUERDO
Debemos reafirmar el acuerdo, es decir aclarar lo que se ha acordado en la negociación y lo que no
también, además debemos dejar todo por escrito y firmado para evitar futuros problemas; debemos
también tener en cuenta la relación con la contraparte, crear y conservar una buena relación.
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“La capacidad de reconocer, aceptar y canalizar nuestras emociones para dirigir nuestras conductas a
objetivos deseados, lograrlo y compartirlos con los demás” (D. Goleman)
La inteligencia emocional consiste en poseer la habilidad de auto detectar y auto dominarse en ese
instante del impulso de hacer algo. Es poseer la capacidad de controlar el impulso, es la base de la
voluntad y el carácter. También se proyecta a partir de una alta capacidad de empatía, en interpretar el
sentimiento de otros y actuar en consecuencia. (López, 2012)
Para Ortiz y Beltrán (2011). Las emociones representan una fuente de información útil acerca de las
relaciones que se establecen entre el individuo y su medio. En la actualidad, el estudio de la emoción
nos lleva al concepto de inteligencia emocional, entendida como la habilidad de percibir con exactitud,
valorar y expresar emociones, la habilidad de acceder o generar sentimientos que faciliten el
pensamiento, la habilidad de comprensión emocional y conocimiento emocional, y la habilidad de
regular emociones para promover el crecimiento intelectual y emocional.
Desde Galton, Catell, Binet, Thorndike, Weschler, Piaget, Sternberg, se observa este proceso de
nacimiento y evolución del término, hasta llegar a Gardner quien postula que en los seres humanos
existen siete tipos de inteligencias, la auditiva musical, cenestésica-corporal, visual espacial, verbal-
lingüística, lógico matemática, y las que darían origen posteriormente a la Inteligencia emocional en la
que tendría mayor popularidad con la obra de Daniel Goleman “Emotional Intelligence”. (Suarez, 2012)
entender los propios sentimientos, aumentará la capacidad para afrontar y resolver los problemas que
se presenten día a día.
Frecuentemente tomamos decisiones o tenemos pautas de conducta que no responden a una lógica o
raciocinio personal, son estallidos, son llamaradas emocionales; es lo que podríamos llamar un momento
espontáneamente emocional, es un estallido que nos conduce a actuar muy impulsivamente, es una
especie de “perder la cabeza”, es “mirar sin ver”, es lo que se puede llamar un “asalto emocional”, es un
“asalto del sistema nervioso”. El “Asalto Emocional” se origina en la “Amígdala” del cerebro y puede
estimular intensa ira o intensa dicha.
La organización emocionalmente inteligente será aquella que tenga las capacidades y las competencias
necesarias para adaptarse óptimamente a las exigencias internas y de su entorno. Percibiendo la
organización con analogía a un ente viviente, es fácil observar como su inteligencia emocional, derivada
del conjunto de individuos y equipos que la conforman, le facilita o dificulta su capacidad de cambio,
adaptación, evolución y transformación.(López, 2012)
“La asertividad, frente a la pasividad o la agresividad, implica la capacidad para defender y expresar los
propios derechos, opiniones y sentimientos respetando también los derechos, opiniones y sentimientos
de los demás” (Hernández, 2017)
Para comenzar es necesario tener claro porqué suelen terminar todas nuestras conversaciones o
nuestros planteamientos en conflictos. Lo ideal es que entendamos el origen para poder tener más
información a la hora de poder resolverlos.
Tienes que enfrentarte al miedo, tienes que buscar nuevos horizontes y ayudar a tu cerebro a no
engañarse a sí mismo, por ejemplo esa amistad, esa relación no era tan importante, puedo solucionarlo
cambiando de ambientes y dando paso a mi vida a gente nueva. Tú no eres tus creencias, las estás
haciendo tú, es por eso que tienes que animarte a hacer cosas nuevas que te animen a cambiar las
creencias.
Mente Abierta
Procura ponerte en los zapatos del otro, desarrolla y usa la empatía para no aferrarte a una sola idea y
descubrir las posibles soluciones que pueden plantearse con los diferentes puntos de vista.
DINÁMICA GRUPAL
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
Para que una negociación cumpla con su propósito, se recomienda analizar qué tipo de
negociador sé es, para así saber los puntos fuertes y débiles que se posee. Y en base a ello, buscar
los métodos y herramientas para convertirse en el negociador ideal, el negociador dirigente.
Para que una negociación sea exitosa se debe realizar el proceso correspondiente encontrando
la mejor negociación en ambas partes.
GESTIÓN DE CONFLICTOS Y NEGOCIACIÓN
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍA
WEBGRAFÍA