Sabias Que
Sabias Que
Sabias Que
Cada año los españoles podríamos llenar de basura 500 campos de fútbol con 12 metros de altura. O
cubrir toda la superficie de la Comunidad de Madrid con un centímetro de desperdicios.
Por cada 1000 kilos de vidrio que se reciclan se ahorran 30 kilos de petróleo y 1200 kilos de
materias primas.
Por cada tonelada de papel reciclado se evita el consumo de unos cuatro metros cúbicos de madera
(unos 14 árboles), unos 50000 litros de agua y la energía equivalente a casi 3 barriles (más de 300
kilos) de petróleo.
El consumo de energía de los vehículos privados españoles supone al año casi 10 millones de
toneladas equivalentes de petróleo.
Lo s vehículos privados son los causantes de casi el 1oo% de las emisiones de monóxido de carbono,
de la totalidad de las emisiones de plomo, de la mitad de las partículas sólidas en suspensión y de
más de la mitad de las emisiones de CO"
Que el transporte público precisa por viajero transportado 50 veces menos espacio y consume 15
veces menos energía, en el caso del autobús, que el coche particular.
El autobús de transporte público emite a la atmósfera, por viajero transportado, respecto al coche
particular, el 40% menos de óxidos de nitrógeno, el 80% menos de hidrocarburos sin quemar, el
95% menos de CO y el 70% menos de CO2.
Sólo 30 personas dejasen su coche para ir al trabajo, ocupando los asientos de un autobús de
transporte público se ahorrarían al año casi 5000 litros de combustible. Y que si esto se hiciese en
cada una de las 54 ciudades de más de 100000 habitantes que existen en España el ahorro sería de
más de 250.000 litros de combustible y se evitaría la emisión a la atmósfera de más de 600
toneladas de CO2.
El 97% del volumen total del agua del planeta se encuentra en los mares y océanos.
Un 2% del agua total del planeta está helada en los polos.
Con una ducha de cinco minutos se consumen aproximadamente 50 litros de agua, mientras que
tomar un baño requiere un consumo de unos 150 litros.
Un grifo que gotea pierde más de 40 litros diarios
Una cisterna que no funciona bien puede perder hasta 250 litros al día.
Si todos recicláramos salvaríamos 30 millones de árboles al año.
Las bombillas fluorescentes gastan ¼ menos que una bombilla común y duran hasta 10 veces más.
Al disminuir un grado la temperatura de las casas, ahorraríamos del 5 al 8& en la factura del
combustible.
Cada semana cerca de 20 especies de animales y plantas se extinguen.
La EDUCACIÓN AMBIENTAL no adquiere verdadera identidad dentro del mundo de la educación hasta el
momento en que diversos organismos como la UNESCO establecen en 1977 los principios rectores de la
educación ambiental, señalando los objetivos, contenidos y métodos, además de analizar los principales
problemas ambientales.
La toma de conciencia acerca del preocupante deterioro del medio ambiente y de la escasez y finitud de los
recursos naturales disponibles, son circunstancias que han hecho algo singular de la Educación Ambiental.
Centrándonos en España, gracias a la última reforma educativa llevada a cabo, a través de la LOGSE, la
Educación Ambiental se convierte en uno de los temas transversales que, junto a la educación para la salud,
sexual, vial, para la paz y cooperación internacional, para el consumo, para la igualdad de oportunidades,
moral y cívica, van a recoger aspectos propios y relevantes en el desarrollo de la sociedad.
Cuando hablamos de transversalidad, nos estamos refiriendo a que todo: las actitudes, valores que nos van a
aportar estos temas deben impregnar todas las áreas del currículo y no sólo eso, sino que deberán estar
presentes también en la organización del centro.
Estamos hablando de concienciar y no de hacer las cosas porque si, o porque está de moda, es importante
explicar la necesidad de cuidar y conservar el medio en el que nos encontramos para mejorar la calidad de
vida y proponer experiencias que contribuyan a ello desde nuestras posibilidades. A la hora de concienciar,
será más fácil hacerlo desde edades tempranas, no sólo porque es más difícil cambiar los malos hábitos que
muestran los adultos, sino también porque los pequeños/as tienen una influencia importante sobre los
mayores.
Los niños/as pasan parte de su tiempo en la escuela, por lo que se convierte en un lugar excelente para poder
trabajar esas actitudes ambientales de una manera muy práctica y participativa.
Los adultos, si queremos, podemos hacer muchas cosas para proteger el medio, pero debemos ser más
consecuentes con nuestros actos para que la labor que vamos a llevar a cabo sea efectiva. ¿qué podemos
promover si nos ven que tiramos papeles al suelo, dejamos el grifo abierto o la luz encendida
innecesariamente?
Una forma práctica para introducir a los niños/as en la conservación del medio es mediante el reciclaje.
Gracias a la concienciación por la conservación, el esquema que se pretende seguir en la actualidad es éste:
materia prima - consumo - residuos - reciclaje
Este esquema nos está diciendo que antes de tirar algo a la basura debemos preguntarnos:
Existe una regla que se debe llevar a cabo y que debemos tener en cuenta siempre, tanto en la escuela como
en casa:
Con ello estaremos propiciando un consumo racional, conservando los recursos naturales y, sobre todo,
fomentando la imaginación, fantasía y creatividad, en definitiva, desarrollando un pensamiento divergente.
Para que esta regla sea efectiva es necesario una planificación, saber lo que quermos conseguir,
plantéandonos objetivos a corto plazo, con qué recursos contamos tanto materiales como personales, cuál es
el espacio que tenemos para almacenar esos materiales de desecho...
Partiendo de estas ideas, vamos a realizar actividades y experiencias que van a contribuir al desarrollo físico,
intelectual, afectivo, social y moral, teniendo como principal referente el material de desecho, contaremos
para ello con la participación activa de los/as alumnos/as, su familia y otros agentes sociales.