Higiene Alimentaria
Higiene Alimentaria
Higiene Alimentaria
Los alimentos se pueden clasificar desde diversos aspectos, a saber: origen, función y conservación. A
continuación se describe cada una.
1.1 Origen
Pueden ser de origen animal (carne de ave, vacuna, huevos, leche, etc.), vegetal (verduras, frutas, etc.),
mineral (sal, agua), y microbiano (levadura).
1.2 Función
La función primaria de todo alimento está relacionada con las necesidades básicas del ser humano, es
decir, saciar el hambre, una necesidad fisiológica.
En adición, con la ingesta de alimentos se incorporan sustancias, denominadas nutrientes. La función
básica de los alimentos puede ser aportar energía, como es el caso de los hidratos de carbono y los
lípidos; plástica o “proveedora de los ladrillos para construir el cuerpo” que lo constituyen las proteínas; y
por las vitaminas y minerales cuya función es de regulación, es decir, son necesarias para el buen
aprovechamiento de los nutrientes anteriores.
Por último, la función específica de los alimentos lo constituyen sustancias con funciones bien definidas.
Los condimentos aportan sabores, aromas que hacen más atractivo al alimento. Las fibras ayudan al buen
funcionamiento intestinal.
1.3 Conservación
En términos generales los alimentos que se ofrecen en el mercado pueden ser frescos (verduras, frutas,
carnes, huevos, lácteos, etc.); secos (fideos secos, harinas, galletitas, arroz, etc.); parcial o totalmente
elaborados (cereales, quesos, leches, embutidos, conservas, aceites, vinos, aguas, carnes envasadas,
etc.).
En el presente punto se detallarán todas las clases, grupos y subgrupos de alimentos.
El contenido de humedad es intermedio entre los dos grupos anteriores. A diferencia de los alimentos
alterables, no representan un peligro inmediato; y a diferencia de los de bajo riesgo, su tiempo de
conservación es más limitado.
Si se manipulan y almacenan adecuadamente, permanecen sin alterarse bastante tiempo, como por
ejemplo: papas, batatas, nueces.
ASPECTO
NUTRICIONAL x ASPECTO
SENSORIAL x ASPECTO
HIGIÉNICO
3.1 Peligros
3.1.1 Definición
Se define como peligro a cualquier fenómeno físico, químico o biológico asociado con un alimento que
pueda causar un riesgo para la salud del consumidor.
3.2 Riesgo
3.2.1 Definición
Se define como riesgo a la probabilidad de ocurrencia de un peligro más la gravedad de sus
consecuencias. Por tanto, el riesgo se estima en función de la presencia del peligro en el alimento.
Los peligros causan riesgos y el riesgo es la probabilidad de que el peligro ocurra.
Estos riesgos pueden ser causa de Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAs).
Los microorganismos utilizan numerosos medios para llegar a los alimentos: el aire, el agua, el polvo, los
insectos, roedores, animales domésticos, utensilios de cocina, etc. Los humanos son también vehículo de
microorganismos, sobre todo a través de las manos, la cara, y el cabello. Las ropas y los zapatos
constituyen también un medio vehicular de microorganismos. Por último, se deben mencionar los
estornudos o la tos. Por todas estas razones, es muy importante la higiene personal y del lugar; la
adecuada eliminación de los residuos; la potabilidad del agua y el adecuado manejo de los alimentos en su
almacenamiento y en la preparación para su consumo.
Al evaluar los peligros y riesgos se debe tener en cuenta la suma de todos los factores que de alguna
manera influyen adversamente en la calidad higiénica y seguridad del alimento.
4. MICROORGANISMOS EN ALIMENTOS
Los microorganismos conviven a diario con el ser humano, aunque es un mundo invisible a sus ojos. Es
fácil ver una cucaracha o una mosca sobre un alimento; pero es menos sencillo entenderlo cuando lo que
puede transmitir la enfermedad solo se visualiza a través del microscopio.
Los microorganismos se definen como seres o formas de vida muy pequeñas de formas diversas y,
como ya se mencionó, solo puede observarse a través de microscopios de lentes muy poderosas, aunque
si puede percibirse sus acciones sobre los alimentos o sobre la salud del hombre que los ingiere.
Los principales tipos de microorganismos son las bacterias, virus, hongos y parásitos.
Si bien muchos de ellos causan trastornos a la salud, otros son beneficiosos y se utilizan, por ejemplo, en
la fabricación de quesos y yogures actuando en procesos fermentativos. En la actualidad, existen
microorganismos que se agregan a los alimentos con el fin de brindar beneficios para la salud del
consumidor.
4.1 Clasificación nominal de los microorganismos
Todos los microorganismos que se encuentran naturalmente interactuando con los alimentos, se
encuentran diseminados en la naturaleza y la mayoría de las veces están asociados al ser humano, que es
la mayor fuente de contaminación en la elaboración de alimentos. El hombre infiere más contaminación
que las máquinas, las estructuras productivas, o el medio ambiente general que rodea un proceso. El
descuido humano puede causar gravísimos problemas relacionados con la microbiología. Asimismo, su
capacidad para transmitir enfermedades y propagar infecciones es altísima. A este respecto se
mencionarán adelante una serie de medidas y normas.
En términos generales, los microorganismos que podemos encontrar en los alimentos, se clasifican en:
o Bacterias
o Hongos
o Virus
o Parásitos
4.1.1 Bacterias
Son organismos formados por una sola célula (unicelulares) y poseen un gran poder de adaptación, es por
ello que están ampliamente distribuidos en la naturaleza y muy presente en los alimentos.
Las bacterias necesitan una serie de sustancias y condiciones ambientales para crecer y multiplicarse.
Más aún, la composición del alimento y sus condiciones de procesado y almacenamiento determinarán
qué bacteria puede instalarse y desarrollarse.
Cuando las bacterias se enquistan en el alimento, si las condiciones son favorables, inician rápidamente
su crecimiento y luego de poco tiempo se multiplicación o reproducen.
La reproducción parte de una única célula que se divide en dos células o bacterias idénticas a ella. A su
vez cada nueva bacteria genera otras dos bacterias y así sucesivamente. El período de reproducción de
cada bacteria es de aproximadamente 20 minutos. Al cabo de cierto tiempo se obtiene un conjunto de
bacterias y a esto se lo llama colonia bacteriana.
Los nutrientes necesarios para su crecimiento los toma del propio alimento en el que se encuentra.
Por todo esto, las bacterias son los microorganismos que con mayor frecuencia se asocian a las
Enfermedades de transmisión alimentaría (ETAs).
4.1.1.1 Las esporas
Ciertas bacterias (no todas) cuando están en un medio donde las condiciones son adversas para su
desarrollo, como puede ser carencia nutrientes, alteración de la temperatura, humedad, en lugar de morir
tratan de adaptarse a las nuevas condiciones. Para ello, cambian su morfología y adoptan una estructura
rígida denominada espora.
Algunas bacterias se transforman en esporas y lo hacen como un mecanismo de defensa. Las esporas
pueden definirse como formas de resistencia bacteriana cuando están en situaciones desfavorables.
Las esporas poseen capas de membranas protectoras de paredes gruesas que pueden soportar
temperaturas muy variables y extremas. Algunas incluso pueden sobrevivir tratamientos de hasta 120°C
durante varios minutos y hasta 100ºC durante horas.
Las esporas no tienen crecimiento. La esporulación y el crecimiento son procesos opuestos y mutuamente
excluyentes, de manera que si se detiene el crecimiento bacteriano por falta de nutrientes y luego se
agregan los nutrientes apropiados al medio, se reactiva el crecimiento y se inhibe la esporulación.
La desinfección con químicos mata las bacterias pero no destruye sus esporas; mientras que la
esterilización implica la destrucción tanto de bacterias como de esporas. No obstante, cabe destacar que
en alimentos las temperaturas empleadas en la esterilización no siempre llega a destruir las esporas, ya
que para lograrlo, previamente se destruiría el alimento. Respecto de las bajas temperaturas, las esporas
son resistentes a la congelación.
4.1.1.2 Las toxinas
Algunas bacterias (no todas) son capaces de producir toxinas. Las Toxinas son sustancias químicas que al
ser ingeridas en pequeñas concentraciones generan enfermedades a veces mortales debido a su alta
toxicidad. Sirva como ejemplo, la toxina del Botulismo elaborada por la bacteria Clostridium Botulinum.
Otras menos fatales causan graves trastornos gastrointestinales, deshidratación, fiebre, y malestar
general, pero sus víctimas suelen recuperarse bien. Por último, algunas otras deben ser ingeridas en
grandes concentraciones para causar enfermedad o afectar a un individuo sensible a la toxina.
No todas las toxinas son iguales. A este punto se pueden diferenciar dos tipos según su sensibilidad al
calor:
4.1.1.2.1 Toxinas termoestables o termorresistentes
Son aquellas que una vez formadas no pueden ser destruidas por la cocción. Por ejemplo los bivalvos
contaminados con la toxina producida durante la "marea roja", o la toxina “estafilococica”.
4.1.1.2.2 Toxinas termolábiles o termosensibles
Son aquellas que son eliminadas por una cocción adecuada de los alimentos. Por ejemplo la toxina
“botulínica”.
4.1.2 Hongos
Dentro de la familia de los Hongos se pueden distinguir dos grupos, a saber:
* los que están formados por un sola célula (unicelulares) y se denomina levaduras
* los que están constituidos por muchas células (multicelulares) y de denominan mohos
En ambos casos su presencia puede ser tanto positiva como negativa.
4.1.2.1 Las levaduras
Este grupo de hongos es quizá el de mayor mención en gastronomía debido a su utilización en la
obtención de alimentos. La importancia de las levaduras radica en su capacidad fermentativa. Cabe
mencionar la fermentación alcohólica para la fabricación de vino y cerveza y la fermentación panadera
para el pan, entre otros. Estos productos existen gracias al accionar de las levaduras.
Sin embargo, las levaduras son desfavorables cuando se encuentran ligadas al deterioro de los alimentos
como es el caso de la fermentación de las ensaladas de fruta, a causa de errores durante su elaboración,
y, en este caso se percibe por el olor a alcohol y las pequeñas burbujas que impactan en el paladar al
consumirlo.
4.1.2.2 Los mohos
Este segundo grupo de hongos presenta en general una importancia menor en la gastronomía (no
obstante, se destacan algunos en otras ciencias, como ser el caso del Penicilium).
Muchos de estos hongos -también llamados mohos por su apariencia filamentosa- se caracterizan por su
capacidad deteriorante de alimentos. El efecto más notable de los mohos es rápidamente observable a
simple vista por la apariencia deslucida y desagradable que adquieren los alimentos. Tal es el caso del
pan viejo o el queso enmohecido donde se desarrollan manchas algodonosas coloreadas en la superficie.
Los mohos suelen vivir en la superficie de los alimentos con alto contenido de humedad y pH ácido. Se
distribuyen fácilmente por medio del aire, por lo que es posible encontrar un alimento con mohos en la
heladera y que a los pocos días aparezcan otros productos contaminados.
4.1.2.2.1 Las micotoxinas
Muchos mohos son capaces de producir toxinas (al igual que las bacterias), y se los considera sumamente
patógenos. Las toxinas elaboradas por mohos se denominan Mico toxinas (mico = moho).
A este respecto cabe mencionar que las sustancias cancerígenas más poderosas reconocidas hasta la
fecha provienen de las mico toxinas desprendidas de los hongos.
4.1.3 Virus
Los virus, a diferencia de las bacterias y los hongos, no son células. Son unas formas de vida muy sencilla
consistentes en un núcleo de ácido nucleico (ADN) envuelto por una cubierta de proteína. Debido a su
mínima composición no se reproducen por si mismos, sino que requieren de las células vivas de un
animal, vegetal o del hombre, donde penetran y dirigen las funciones de esas células para producir más
virus. Por eso a diferencia de las bacterias, los virus no se multiplican en los alimentos, por lo que su
número no aumenta hasta que llegan a las células humanas. Pero, aunque no se multiplican en los
alimentos, suelen ser transportados por estos y solo se destruyen con la cocción o esterilización.
Los virus productores de ETAs son específicos: infectan y se multiplican sólo en células humanas, lo que
los distingue de las bacterias, de patogenicidad muchísimo menos específica. El virus de la peste porcina
no representa riesgo alguno para humanos ya que su control se justifica por sanidad animal.
El virus causante de ETAs más conocido es el que origina la Hepatitis A.
4.1.4 Parásitos
Son organismos que viven a expensas de otros y/o en el interior mismo de otros organismos (llamado
huésped) de una especia distinta y obtiene de éste sus nutrientes. Algunos crecen en el tracto
gastrointestinal del hombre y de los animales pero otros están en los tejidos de los animales utilizados en
la alimentación humana.
Para prevenir el riesgo de la infección humana es fundamental conocer el ciclo biológico del parásito (por
ej. huevos-larvas-adultos) así como sus huéspedes. La mayoría de los parásitos requieren más de un
huésped animal para completar su ciclo biológico. El "huésped definitivo" es aquel donde el parásito lleva a
cabo la reproducción sexual. El "huésped intermediario", por el contrario, es aquel donde se desarrolla el
parásito inmaduro.
Las enfermedades alimentarías por parásitos son mucho menos frecuentes que las producidas por
bacterias. Influye de forma decisiva el ciclo del parásito y el tiempo de duplicación considerablemente
mayor.
Ejemplos conocidos son la “Lombriz Solitaria” y la “Triquinosis”. El primero es causado por la Tenia que se
instala en el intestino humano a partir de la ingesta de carne vacuna. La Triquinosis es causada por un
parásito que se enquista en el músculo del cerdo. En ambos casos, la carne mal cocida es un factor de
riesgo.
4.2.1 Patógenos
Son los encargados de producir ETAs en el hombre en forma directa o a través de sus toxinas. Un correcto
plan de higiene tiene por objetivo prevenir su introducción en los procesos de elaboración, eliminándolos
tecnológicamente por medio de la pasteurización, la temperatura elevada, o manteniendo buenas
condiciones de higiene industrial.
4.2.2 Banales o alterantes
Actúan sobre los alimentos, pero no producen enfermedad. Dentro de estos microorganismos existen
algunos que, si bien alteran al alimento afectando su color, su sabor, el olor o el aspecto, no resultan
nocivos para la salud del hombre; a tal punto que pueden estar presentes sin modificarle al alimento sus
caracteres organolépticos.
4.2.3 Útiles o beneficiosos
Siempre que se utilice una tecnología adecuada, su actividad sobre ciertos componentes de los alimentos,
producen sustancias beneficiosas para el hombre. Tales son los casos de: La fermentación alcohólica -
bebidas con alcohol- o fermentación láctica –elaboración de yogur, maduración de quesos y manteca -; y
el desarrollo bacteriano de la flora intestinal.