Biografia de Adler
Biografia de Adler
Biografia de Adler
ESCUELA DE PSICOLOGIA
ALFRED ADLER:
PSICOLOGÍA INDIVIDUAL
Profesora: Integrantes:
A lo largo del tiempo han surgido diversas teorías Psicoanalíticas que se han
centrado en los instintos, el inconsciente y las experiencias de la infancia, pero entre
esos psicoanalistas estuvo uno que aporto una teoría diferente a las que existían para
entonces. Alfred Adler es quien crea esta nueva perspectiva psicoanalítica basándose
en la experiencia de su propia vida, su teoría la llamó: Psicología individual, le colocó
este nombre porque se centraba en la singularidad de cada persona, ya que
consideraba que cada persona es un ser social, considera el individuo como un todo
indivisible y que su personalidad está moldeada por sus interacciones.
Asimismo, Adler consideraba que el ser humano siempre iba a sentirse inferior y
esto podría motivarlo a superarse, pero si le daba mucha importancia a su
inferioridad podría desarrollar un complejo de inferioridad y si le daba mucha
importancia a tratar de superarse podía desarrollar un complejo de superioridad.
También sostenía que cada persona tenía una meta última de vida que podía ser
imaginaria o ficticia y la necesidad de alcanzarla motivaba y dirigía la conducta de la
persona.
Por otro lado él consideraba que la forma en que nos adaptamos, el grado interés
por las otras personas, como nos percibimos y percibimos a los demás y como
manejamos nuestros problemas van creando patrones de características, hábitos y
conductas únicos en cada persona y esto forma parte de su estilo de vida,
dependiendo del estilo de vida que la persona lleve y de la experiencias que le
proporcione este la persona irá forjando su personalidad.
Era el consentido des padres hasta que llego su hermano menor, pero continuo
siendo en consentido de su padre; por esta razón rechaza el Complejo de Edipo. Le
tenía celos a su hermano mayor porque era fuerte y sano y podía realizar actividades
que Alfred no podía realizar, por lo tanto se sentía inferior a su hermano y amigos.
Por esta razón decidió esforzase para superar esos sentimientos y compensar sus
limitaciones físicas.
Adler decía que “ser humano significaba sentirse inferior”, dado que esta es una
condición normal de los seres humanos y no presenta señal de debilidad ni
anormalidad, se presenta como una fuerza motivadora del comportamiento. Para
Adler el crecimiento humano se obtenía por medio de la compensación,
entendiéndose esta como la motivación para superar la inferioridad, para luchar por
niveles más cultos del desarrollo.
Complejo de inferioridad
Complejo de superioridad
La lucha por la superioridad no es un intento por ser mejor que todos, una
tendencia a ser arrogante o dominante ni a tener una opinión inflada de nuestras
capacidades ni logros; Adler se refería a un impulso hacia la perfección. El vocablo
perfección proviene del latín perfícere, que significa “terminar” o “completar”, por lo
tanto él sugería que todos luchamos por alcanzar la superioridad con la intención de
perfeccionarnos, de alcanzar la plenitud personal.
Finalismo ficticio
Es la idea de que existe una idea imaginaria o potencial que dirige nuestra
conducta, Adler se refería a que todos tenemos una meta última, un estado final, y la
necesidad de avanzar hacia ella. Sin embargo, luchamos por ideales subjetivos que
solo existen en nuestro interior. Vivimos nuestra existencia en torno a ideales, como
la creencia de que todos los hombres son iguales o de que todas las personas son
buenas; estas creencias influyen en la forma de percibir a los demás y de interactuar
con ellos.
Orden de nacimiento
Aun cuando los hermanos tienen los mismo padres y viven en las misma casa, su
ambiente social no es idéntico. Ser mayor o menor que otros hermanos y estar
expuestos a otras actitudes de los padres crea condiciones diferentes en la niñez que
contribuyen a determinar la personalidad. Con sus ideas del orden del nacimiento
Adler no ponía reglas firmes para el desarrollo del niño. Éste no adquiría
automáticamente un tipo de carácter tan solo por su orden de nacimiento. Es probable
que ciertos estilos de vida se desarrollen en función del orden de nacimiento en
combinación con las interacciones sociales tempranas. Adler escribió sobre 4
situaciones: el primogénito, el segundo hijo, el hijo menor y el hijo único.
Los primogénitos que han sido más consentidos suelen sentir más el choque del
cambio de su posición en la familia. El grado de la perdida dependerá de la edad que
tenga cuando nace su hermano; un niño de 8 años se sentirá menor molesto por el
nacimiento de su hermano que uno que tenga 2 años. Adler descubrió que los
primogénitos muchas veces se orientan al pasado, están atrapados en la nostalgia y
muestran pesimismo por el futuro, además se preocupan mucho por el poder a lo
largo de su vida y ejercen cierto dominio sobre sus hermanos menores.
A medida que va creciendo sus padres esperan que ayude con los hermanos, por lo
que desempeña con frecuencia el papel de maestro, líder, tutor y encargado de la
disciplina; estas experiencias muchas veces le permiten madurar intelectualmente más
que sus hermanos menores. Suelen adquirir mayor fluidez verbal ya que deben
ensayar, articular o dar el significado de una palabra a sus hermanos.
Adler pensaba que los primogénitos se interesaban por el orden y la autoridad. Sel
vuelven buenos para organizar, concienzudos, rigurosos con los detalles y adoptan
una actitud autoritaria y conservadora. Cuando crecen también pueden ser inseguros y
hostiles hacia otros. Adler decía que con frecuencia los neuróticos, pervertidos y
criminales son primogénitos.
El segundo hijo: Aun cuando nazca otro hijo en la familia, los segundo no
sentirán el desplazamiento que sufrieron los primogénitos, cuando nace el
segundo hijo normalmente ya los padres han cambiado de actitud y prácticas
para la crianza, el segundo hijo no es una novedad tan grande como el
primero, por lo que los padres suelen estar menos preocupados y ansiosos y
podrán tomar una actitud más relajada.
Siempre tienen el ejemplo del hermano mayor como modelo, amenaza o fuente de
competencia. Adler fue el segundo hijo y siempre tuvo una relación de competencia
con el hermano mayor. La competencia con el primero puede motivar al segundo
hijo, quien luchará por alcanzar y superar al mayor, meta que estimula su desarrollo
motor y lenguaje. Como no ha experimentado el poder no se preocupa mucho por
éste, se muestran más optimistas por el futuro y suelen ser más competitivos y
ambiciosos, como lo fue Adler.
El hijo menor: Con frecuencia son los más consentidos de la familia, sobre
todo cuando los hermanos le llevan varios años. Motivados por la necesidad
de superar a los hermanos mayores, se desarrollan a gran velocidad, por lo que
se vuelven triunfadores en aquello que deciden emprender de adultos.
Pero si son demasiado consentidos y creen que no necesitan aprender nada por sí
mismos, cuando crecen quizás conservan la indefensión y dependencia de la niñez.
Podrían tener dificultad para adaptarse a la vida adulta.
El hijo único: Nunca dejan de ser el centro de atención, como pasan mucho
tiempo con los adultos suelen madurar pronto y manifiestan conductas y
actitudes de adultos. Suelen tener problemas cuando descubren que fuera del
hogar no son el centro de atención, por ejemplo en la escuela, y se sienten
decepcionados. Además no han aprendido a compartir ni a competir.
Estilo de vida
(b) El niño experimenta el mundo exterior, los padres como una situación vivida
con un “plus” (más), a la que hay que llegar para sortear el “minus” (menos). Por
oposición a su sentimiento de inferioridad ve en las personas que lo rodean poder,
completud y seguridad
(c) Su afán por lograr la meta de perfección (afán de superioridad), lleva al niño a
trazar líneas directrices, en otros términos rasgos del estilo de vida para alcanzar su
objetivo.
Unicidad: El estilo de vida es unitario y continuo, siempre es el mismo en
todas sus expresiones. Por lo que en un rasgo está la totalidad de la
personalidad. La Psicología Individual deja de utilizar la teoría del atomismo
o asociacionismo, paradigma del análisis que deriva de la química que
consiste en dividir el objeto de estudio en su partes, por el del holismo,
(constructo acuñado por Smut).
Identidad: La personalidad se mantiene fiel a sí misma toda la vida, sólo
cambian las expresiones fenomenológicas acorde con la maduración y con los
cambios de contextos. A modo de ejemplo, un niño que a los 4 años evita los
juegos con los compañeros, a los 40 años evitará las reuniones sociales como
parte de la finalidad hasta el momento desconocida. En un proceso
psicoterapéutico el objetivo es cambiar el estilo de vida, cambiando el
objetivo y el plan de vida.
Social: Es dentro de un contexto social donde el sujeto se traza los objetivos
de vida y la serie de compensaciones por el lado útil de la vida (constructivo,
cooperativo) o por el lado inútil de la vida (egocéntricos, para preservar el
prestigio del “yo”).
Peculiar: La meta de vida es siempre individual, única, de ahí la singularidad
de cada estilo de vida. De ahí la importancia de resaltar que no todas las
técnicas son útiles para todos los individuos, de ahí la flexibilidad y múltiples
técnicas con las que cuenta la Psicología Individual para hacer una exhaustiva
exploración de la personalidad analizada.
Creatividad: El estilo de vida es el resultado de la construcción a partir de las
materias primas que son: lo genético, el ambiente y la experiencia de cada
individuo en función al objetivo de vida establecido en los primeros años de
vida. Adler expresaba:
Interés social
Adler creía que la preocupación social no era una cuestión simplemente adquirida
o aprendida: era una combinación de ambas; es decir, está basada en una disposición
innata, pero debe ser amamantada para que sobreviva. El hecho de que sea innata se
ilustra claramente por la forma en que un bebé establece una relación de simpatía por
otros sin haber sido enseñado a hacerlo. Podemos observar que cuando un bebé llora
en la sala de neonatología, todos los demás empiezan a llorar también. O como
nosotros, al entrar en una habitación donde todos se están riendo, empezamos a
reírnos también.
Al tiempo que podemos observar cuán generosos y simpáticos pueden ser los
niños con otros, tenemos ejemplos que ilustran cuán egoístas y crueles pueden ser.
Aunque instintivamente podemos considerar que lo que hace daño a los demás puede
hacérnoslo también, y viceversa, al mismo tiempo somos capaces de saber que, ante
la necesidad de hacer daño a aquel o hacérmelo a mí, escojo hacérselo a él siempre.
Por tanto, la tendencia a empatizar debe de estar apoyada por los padres (Adler
enfatizaba que el interés social se debe a nuestra madre) y la cultura en general.
Un malentendido que Adler quiso evitar fue el relativo a que el interés social era
una cierta forma de extraversión. Los americanos en particular tienden a considerar la
preocupación social como una cuestión relacionada con ser abierto y amigable; de dar
una palmadita en la espalda y tratar por su primer nombre a los demás. Es cierto que
algunas personas expresan su interés social de esta manera, pero no es menos cierto
que otros usan las mismas conductas para perseguir un interés personal. En definitiva,
lo que Adler quería decir con interés, preocupación o sentimiento social no estaba
referido a comportamientos sociales particulares, sino a un sentido mucho más
amplio de cuidado por el otro, por la familia, por la comunidad, por la sociedad, por
la humanidad, incluso por la misma vida. La preocupación social es una cuestión de
ser útil a los demás.
Por otro lado, para Adler la verdadera definición de enfermedad mental radica en
la falta de cuidado social. Todas las fallas (incluyendo la neurosis, psicosis,
criminalidad, alcoholismo, problemas infantiles, suicidio, perversiones y prostitución)
se dan por una falta de interés social: su meta de éxito está dirigida a la superioridad
personal, y sus triunfos sólo tienen significado para ellos mismos.
Terapia Adleriana
1. ESTABLECIMIENTO DE LA RELACION:
2. ANALISIS Y EVALUACION:
4-Tests: Se utilizan test específicos para evaluar el estilo de vida, aunque se pueden
usar otros test de tipo proyectivo, psicométrico o conductual para reunir datos sobre
el estilo de vida o sus consecuencias.
4. REORIENTACION:
Los terapeutas adlerianos trabajan a menudo con parejas, familias y grupos usando
material bibliográfico y audiovisual de carácter educativo de modo que los miembros
del grupo tengan un material de referencia para aprender; pero también alientan la
expresión y la apertura de las experiencias personales con las dificultades de modo
que se le busquen soluciones prácticas. Las soluciones pueden ser ensayadas en el
grupo, familia o pareja, que puede generar un abanico de ellas y ponerse de acuerdo
con las que parecen más útiles.
Tipos psicológicos
Aunque para Adler todas las neurosis se pueden considerar como una cuestión de
un interés social insuficiente, sí hizo una distinción en tres tipos, basándose en los
diferentes niveles de energía que utilizaban.
El segundo es el tipo erudito: Son sujetos sensibles que han desarrollado una concha
a su alrededor que les protege, pero deben apoyarse en los demás para solventar las
dificultades de la vida. Tienen un bajo nivel de energía y por tanto se hacen
dependientes de sujetos más fuertes. Cuando se sienten sobresaturados o abrumados,
desarrollan lo que entendemos como síntomas neuróticos típicos: fobias, obsesiones y
compulsiones, ansiedad generalizada, histeria, amnesias y así sucesivamente,
dependiendo de los detalles individuales de su estilo de vida.
El tercer tipo es el evitativo: Estos son los que tienen los niveles más bajos de
energía y sólo pueden sobrevivir si evitan lo que es vivir, especialmente a otras
personas. Cuando son empujados al límite, tienden a volverse psicóticos y finalmente
retrayéndose a su propio mundo interno.
Adler señaló que estos cuatro tipos se parecían mucho a los propuestos por los
antiguos griegos, los cuales también observaron que algunas personas estaban
siempre tristes, otras rabiosas y demás. Pero en su caso, éstos atribuyeron tales
temperamentos (de la misma raíz terminológica que temperatura) a la relativa
presencia de cuatro fluidos corporales llamados humores.
Si alguien presenta mucha bilis amarilla, sería colérico (una persona visceral y
seca) y rabioso la mayoría del tiempo. El colérico sería, básicamente, como el
dominante. Correspondería más o menos, al tipo fortachón. Si otra persona tiene
mucha flema, sería flemática (fría y distante) un poco necio. Sería, vulgarmente
hablando, el tipo que se apoya en todos.
Si otro tiene mucha bilis negra (y desde luego no sabemos a qué se referían los
griegos con esto) éste será melancólico (frío y seco) y es un sujeto tendiente a estar
triste todo el tiempo. Este sería como el tipo evitativo. Y, por último, si hay una
persona que tenga más sangre que el resto de los humores, será una persona de buen
humor o sanguínea (calurosa y cariñosa). Este sujeto afectuoso y amistoso
representaría al tipo socialmente adaptado o útil.
Antes de seguir, una palabra ante todo sobre los tipos adlerianos: Adler defendía
con saña que cada persona es un sujeto individual con su propio y único estilo de
vida. Por tanto, la idea de tipos es para él solo una herramienta heurística,
significando una ficción útil, no una realidad absoluta.
Conclusión
Gracias a las experiencias de su vida Adler pudo tener algunos ejemplos para
sustentar su teoría, a diferencia de otros psicoanalíticos que se basaron solo en la
observación de sus pacientes. Su sentimiento de inferioridad causado por padecer
raquitismo lo motivó a querer superarse y compensar ese sentimiento, como era el
segundo hijo, los celos por su hermano mayor lo llevaron a ser competitivo y
esforzarse para superar a sus hermano y su ambición lo llevo a convertirse en un
excelente profesional; cada vez se proponía metas más altas por las cuales luchaba
constantemente.
Las diversas situaciones a las que se tuvo que enfrentar en su vida le permitieron
darse cuentas que no solo los instintos y las experiencias del pasado rigen el
desarrollo de la personalidad, es por esto que sostenía que cada persona enfrenta
condiciones externas únicas que lo llevan a desarrollar una personalidad única, según
él las personas son únicas porque tienen libre albedrío y la capacidad para moldear su
desarrollo. Si bien las experiencias de la niñez son importantes, no somos víctimas de
ellas
Schultz & Schultz (2010) Teorías de la personalidad. Ed. Cengage LearningEditores, S.A.
Mexico