BIOÉTICA
BIOÉTICA
BIOÉTICA
TEMA : BIOÉTICA
CICLO : 2019 – II
JAÉN - CAJAMARCA
PERÚ
BIOÉTICA
I. INTRODUCCIÓN
La bioética que según Hottois se desarrolló en los Estados Unidos muy cercana a la ética
médica, centrada en el individuo y la investigación en seres humanos, tiene un
antecedente como idea y vocablo en 1927. La paternidad de la palabra bioética, que
siempre se le ha atribuido a Van Rensselaer Potter, en realidad la utilizó por primera vez
Fritz Jhar, años antes de ser usada por Potter, en 1970.
II. DEFINICIÓN
La investigación objeto de esta reflexión plantea la bioética, como expresión “de los
grandes problemas y desafíos del mundo contemporáneo”, desde dos aspectos: desde su
interés o contenido y desde su alcance filosófico. Para ello, parte de la concepción de
Potter y llega a la definición de Hottois. Hottois evidencia las preocupaciones o problemas
del mundo y el hombre contemporáneo: especies y ecosistemas amenazados,
preocupación por el desarrollo sostenible, derechos de los animales; decisiones
personales como la eutanasia, la distanasia, experimentación con humanos o sociales
relacionadas con justicia distributiva entre otras. De ahí que la bioética, como práctica
multidisciplinaria e interdisciplinaria, tenga como misión estudiar esos problemas, en
sociedades complejas (individualistas, pluralistas, multiculturales, compuestas por
grupos con diversos intereses), para dar respuestas o para proponer procedimientos que
contribuyan a darlas.
En los centros de poder gubernamental. Los centros de poder afrontan decisiones que
se traducen en políticas públicas, las cuales según Roth21 son un conjunto de objetivos,
medios y acciones institucionales gubernamentales orientadoras de comportamientos
individuales o colectivos, para modificar situaciones socialmente problemáticas. Esas
acciones tienen efectos en los ámbitos social, político, jurídico y económico y si la “la
política no es sino la posibilidad, o el instrumento, para mantener con vida la vida”22,
entonces la bioética también está presente en las decisiones sobre salud y asignación de
recursos limitados; legislación sobre vivientes humanos y no humanos; iniciativas
legislativas que tiene que ver con asuntos relacionadas con la conciencia individual como
la procreación y decisiones sobre el fin de la vida; regulación estatal sobre la explotación
de las técnicas biomédicas (pruebas genéticas); la articulación de los intereses dispares
entre las exigencias en el campo biomédico y los intereses de la libertad individual, todos
los cuales exigen el respeto de los derechos humanos y la concreción de principios
universales como la solidaridad, la justicia y la igualdad.
El respeto a las personas incluye por lo menos dos convicciones éticas. La primera es
que todos los individuos deben ser tratados como agentes autónomos, y la segunda, que
todas las personas cuya autonomía está disminuida tienen derecho a ser protegidas.
Consiguientemente el principio de respeto a las personas se divide en dos prerrequisitos
morales distintos: el prerrequisito que reconoce la autonomía, y el prerrequisito que
requiere la protección de aquellos cuya autonomía está de algún modo disminuida.
Una persona autónoma es un individuo que tiene la capacidad de deliberar sobre sus fines
personales, y de obrar bajo la dirección de esta deliberación. Respetar la autonomía
significa dar valor a las consideraciones y opciones de las personas autónomas, y
abstenerse a la vez de poner obstáculos a sus acciones a no ser que éstas sean claramente
perjudiciales para los demás. Mostrar falta de respeto a un agente autónomo es repudiar
los criterios de aquella persona, negar a un individuo la libertad de obrar de acuerdo con
tales criterios razonados, o privarle de la información que se requiere para formar un
juicio meditado, cuando no hay razones que obliguen a obrar de este modo.
Beneficencia
Se trata a las personas de manera ética no sólo respetando sus decisiones y protegiéndolas
de daño, sino también esforzándose en asegurar su bienestar. Esta forma de proceder cae
dentro del ámbito del principio de beneficencia. El término "beneficencia" se entiende
frecuentemente como aquellos actos de bondad y de caridad que van más allá de la
obligación estricta. En este documento, beneficencia se entiende en sentido más radical,
como una obligación. Dos reglas generales han sido formuladas como expresiones
complementarias de los actos de beneficencia entendidos en este sentido: No causar
ningún daño, maximizar los beneficios posibles y disminuir los posibles daños.
Justicia
¿Quién debe ser el beneficiario de la investigación y quién debería sufrir sus cargas? Este
es un problema que afecta a la justicia, en el sentido de "equidad en la distribución", o "lo
que es merecido". Se da una injusticia cuando se niega un beneficio a una persona que
tiene derecho al mismo, sin ningún motivo razonable, o cuando se impone indebidamente
una carga. Otra manera de concebir el principio de justicia es afirmar que los iguales
deben ser tratados con igualdad. Sin embargo, esta afirmación necesita una explicación
¿Quién es igual y quién es desigual?
¿Qué motivos pueden justificar el desvío en la distribución por igual? Casi todos los
comentaristas están de acuerdo en que la distribución basada en experiencia, edad,
necesidad, competencia, mérito y posición constituye a veces criterios que justifican las
diferencies en el trato por ciertos fines. Es, pues, necesario, explicar bajo qué
consideraciones la gente debería ser tratada con igualdad. Existen varias formulaciones
ampliamente aceptadas sobre la justa distribución de cargas y beneficios. Cada una de
ellas menciona una cualidad importante que establece la base para la distribución de
cargas y beneficios. Estas formulaciones son: 1) a cada persona una parte igual, 2) a cada
persona según su necesidad individual, 3) a cada persona según su propio esfuerzo, 4) a
cada persona según su contribución a la sociedad, y 5) a cada persona según su mérito.
V. APLICACIONES
Consentimiento informado.
El respeto a las personas exige que se dé a los sujetos, en la medida de sus capacidades,
la oportunidad de escoger lo que les pueda ocurrir o no. Se ofrece esta oportunidad cuando
se satisfacen los criterios adecuados a los que el consentimiento informado debe ajustarse.
Así como el principio de respeto a las personas está expresado en los requerimientos para
el consentimiento, y el principio de beneficencia en la evaluación de la relación
riesgo/beneficio, el principio de justicia da lugar a los requerimientos morales de que
habrán de ser justos los procedimientos y consecuencias de la selección de los sujetos de
la investigación. La justicia es relevante en la selección de los sujetos de investigación a
dos niveles: el social y el individual. La justicia individual en la selección de los sujetos
podría requerir que los investigadores exhibieran imparcialidad, así, ellos no deberían
ofrecer una investigación potencialmente beneficiosa a aquellos pacientes por los que
tienen simpatía o seleccionar solo personas "indeseables" para la investigación más
arriesgada. La justicia social requiere que se distinga entre clases de sujetos que deben y
no deben participar en un determinado tipo de investigación, en base a la capacidad de
los miembros de esa clase para llevar cargas y en lo apropiado de añadir otras cargas a
personas ya de por sí cargadas. Por tanto, debe ser considerado un problema de justicia
social que exista un orden de preferencia en la selección de clases de sujetos (ejemplo,
adultos antes que niños) y que algunas clases de sujetos potenciales (ejemplo, los
recluidos en centros psiquiátricos o los prisioneros) puedan ser utilizados como sujetos
de investigación solo en ciertas condiciones.
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