Teoria de La Argumentacion Juridica Jairo
Teoria de La Argumentacion Juridica Jairo
Teoria de La Argumentacion Juridica Jairo
ASIGNATURA:
LOGICA JURIDICA
TEMA:
TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA
PRESENTADO POR:
FACILITADOR:
INTRODUCCIÓN..............................................................................................................1
argumentación jurídica..............................................................................................9
CONCLUSIONES...........................................................................................................13
BIBLIOGRAFIA..............................................................................................................14
INTRODUCCIÓN
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Teoría de la Argumentación Jurídica
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Impacto de la argumentación jurídica en la litigación oral
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numeral (2) “El hecho no constituye un hecho penal”, mal análisis jurídico de los
hechos y por ende falta de subsunción en el tipo penal correspondiente de la
conducta imputada; y finalmente en su numeral (5), el artículo 304 ordena al juez
dictar auto de no ha lugar cuando: “Los elementos de prueba resulten insuficientes
para fundamentar la acusación y no exista razonablemente la posibilidad de
incorporar nuevos”; es decir, fallo en la teoría probatoria del caso.
Alexy, plantea no sólo una teoría que se ocupa del aspecto normativo de la
argumentación jurídica y que permita distinguir los buenos de los malos
argumentos, sino que propone un planteamiento analítico al explorar la estructura
de los argumentos, asumiendo un abordaje descriptivo al incorporar elementos
empíricos en su teoría. El autor es tributario de las ideas de Hare, Toulmin y Baier,
pero también de Habermas y Perelman. Fundamentalmente, su teoría al decir de
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Atienza (2003) constituye un esfuerzo de reinterpretación y sistematización de la
teoría del discurso Habermasiana, en la empresa de aplicarla al campo jurídico.
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enunciados empíricos y enunciados de reformulaciones de normas. Especial
importancia concede el señalado autor al uso de los precedentes, estableciendo
como reglas generales que cuando pueda citarse un precedente a favor o en
contra de una decisión debe hacerse. Y quien quiera apartarse de un precedente
asume la carga de la argumentación.
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Como bien se ve, una teoría de la argumentación así entendida es compatible con
y hasta complementaria de una teoría del derecho de corte irracionalista o del
estilo del realismo jurídico[30], teoría del derecho que malamente admitirá una
teoría de la argumentación de otro tipo, pero que ve esta como útil para mejorar la
eficacia pragmática de los juristas o para que puedan cumplir mejor con aquella
máxima que dice que buen jurista es el capaz de realizar profecías fiables sobre
decisiones futuras de los tribunales.
(ii) Las teorías de la argumentación de carácter normativo son las que no solo se
proponen describir cómo son los argumentos y las argumentaciones que
empíricamente acontecen, sino que quieren también proponer pautas del correcto
argumentar, entendiendo aquí por correcto argumentar no el argumentar
puramente instrumental para un fin o interés personal del argumentante, sino el
argumentar que presupone un cierto patrón de corrección objetiva de los
resultados.
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Las teorías normativas de la argumentación jurídica pueden ser de dos clases,
que voy a llamar teorías normativas débiles y teorías normativas fuertes. Teoría
normativa débil de la argumentación jurídica es la que presupone que hay unas
reglas de racionalidad de las argumentaciones, pero que tales reglas no sirven
para hallar la solución correcta de los casos en debate, sino para descartar, por
irracionales o deficientemente racionales, algunas argumentaciones. O sea, esta
teoría normativa ofrece pautas de descarte de soluciones incorrectas, no de
fundamentación definitiva o dirimente de las (únicas) correctas.
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La exigencia de la consistencia en la argumentación implica el deber de evitar
contradicciones entre las inferencias que se concatenan y se orientan hacia una
determinada conclusión.
Cuando decimos que está fundada en la razón suficiente, es porque, como afirma
Leibniz: "Nada ocurre sin una razón suficiente", es decir nada ocurre sin que sea
posible para un ser que conozca las cosas suficientemente el dar una razón de
ello, mostrando porqué las cosas son así y no de otra manera. Razón en virtud del
cual juzgamos que ningún hecho puede considerarse verdadero o existente y
ningún juicio veraz si n hay razón suficiente por el cual deba ser así y no del otro
modo. Dicho de otro modo, nada ocurre sin una razón de demostrar.
argumentación jurídica.
Es necesario conocer que es los que trata de demostrar o refutar. Ese nivel optimo
de conocimiento del problema s refleja en el planteamiento y razonamiento estricto
e inequívoco de la tesis que se defiende o se refuta. Es también necesario que los
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interlocutores conozcan plenamente aquello que es objeto de la argumentación.
En el caso de los órganos colegiados deben establecer una metodología
adecuada que permita a cada integrante conocer y evaluar cada argumento de la
decisión a adoptar. Por eso, es censurable, por ejemplo, que algún magistrado
firme resoluciones sin leerlas, o sea, sin saber de qué trata, tal actitud es una
irresponsabilidad que equivale a abdicar de una de las exigencias porque y para
que se ha de decidir, porque y para que dé ha de decidir; dicha omisión es una
actitud negativa que implica infracción al deber jurídico de motivar la resolución, ya
que suscribe argumentos y decisiones que no conoce y de esa manera también
incurre en un grave atentado contra la seguridad jurídica. Infringe también la
probidad. Por tanto, genera un impacto social de zozobra, de desconfianza en los
justiciables.
La palabra argumento puede usarse para indicar cualquier enunciado que afirma
algo. El argumento, por tanto, niega todo lo que le contradice. La expresión
argumento es más o menos sinónima de argumentación, salvo que mientras que
argumentación designa también la actividad de argumentar, argumento se refiere
a la específica estructura discursiva en la cual el argumento se presenta. En la
práctica el argumento jurídico es uno de los más frecuentes y reviste una gran
importancia en el ámbito jurisdiccional, pues con él se recurre a la jurisprudencia y
a la doctrina que son sus vertientes principales. Argumentar o razonar es una
actividad que consiste en dar razones a favor o en contra de una determinada
tesis que se trata de sostener o refutar. Esa actividad puede ser muy compleja y
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consistir en un número muy elevado de argumentos, conectados entre si de muy
variadas formas.
Todos esos argumentos y muchos otros que cabe encontrar en esa sentencia
constituyen una misma argumentación, porque se inscriben dentro de un proceso
que comienza con el planteamiento de un problema y termina con una respuesta.
De manera que podemos distinguir entre la argumentación en su conjunto cada
uno de los argumentos que se compone y los conjuntos parciales d argumentos
dirigidos a defender o combatir una tesis o una conclusión. Así el primero de los
argumentos recogidos forma una línea con varios otros, dirigidos a probar que la
ley en cuestión no vulnera la reserva de la ley orgánica.
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problemas concernientes a los hechos o bien al Derecho; asegurándonos que la
argumentación jurídica dominante se centra en las cuestiones de los casos
difíciles relativos a la interpretación del Derecho y que se plantean en los órganos
superiores de la administración de justicia.
Por todo lo anterior, es claro que para dar argumentos necesitamos saber cómo
hacerlo y teniendo conocimiento de que existen varias clases de ellos haremos
alusión a los que nos parecen más interesantes.
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CONCLUSIONES
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BIBLIOGRAFIA
Alexy, Robert, Theorie der juristischen Argumentation. Frankfurt M., Suhrkam. Hay
traducción al castellano de M. Atienza e I. Espejo, Teoría de la argumentación
jurídica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1989.
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