Zemelman. Conocimiento Social y Conflicto en América Latina

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Conocimiento social y conflicto

en América Latina
Notas para una discusión

Por Hugo Zemelman*

1 .- La actual situación en América Latina apa-


rentemente sin otra salida que el capitalismo
salvaje, obliga a trabajar profundamente por
alternativas que rompan con el discurso
hegemónico dominante, que, disfrazado del
lenguaje de la tecnología, presume ser inevitable y excluyen-
te. Los esfuerzos por romper con este mandato valórico enra-
ízan con el afán de sobrevivencia de gran parte de la especie
humana. Pues los favorecido por esta nueva arca de Noé del
capitalismo transnacional – neoliberal son pocos, quizás res históricos con los que se identificaba la construcción de la
demasiado pocos. La mayoría están quedando a la intemperie sociedad del futuro; y, de otra parte, la certeza de un proceso
de la sorda y ciega lucha por quién domina a quién. de transición hacia una etapa éticamente superior en la vida de
los hombres. En su lugar se multiplican una proliferación de
En éste contexto debemos plantearnos los interrogantes actores sin proyectos de largo plazo, todos los cuales, o gran
sobre el papel de las ciencias sociales si concordamos en que parte de los cuales, se arremolinan al interior de un capitalis-
108 éstas tienen una responsabilidad ético – política, en la medida mo que parece impune a sus embates, que, por el contrario,
que el conocimiento que construyen tendría que servir de avanza inexorablemente hacia una especie de triunfo paradó-
soporte a decisiones de políticas. En consecuencia, la natura- jico: la autodestrucción colectiva como el costo que la huma-
leza de los problemas que se planteen, o son expresión de nidad tendría que pagar por la ceguera del lucro, de la ganan-
decisiones previamente definidas, o, por el contrario, implican cia, de la rentabilidad.
decisiones vinculadas con opciones diferentes de construcción
social. En efecto ¿ Qué significa preocuparse de problemas Como se ha dicho, la precariedad asume el status de defi-
como la pobreza, la paz, la gobernabilidad, etc? nitividad casi ontológica, perdiéndose la idea de historia que
contenga el desafío de otras posibilidades de construcción
Una posibilidad de respuesta es contribuir a consolidar el social. El interés particular de grupos minoritarios se disfraza
funcionamiento de los poderes establecidos o bien, anticipar de objetividad, la ceguera irresponsable se identifica con el
proyectos diferentes de sociedad. Lo que decimos coloca en el curso de la historia, la estulticia de diestro manejo de lo dado.
primer plano de la discusión metodológica lo que significa Ante ello ¿ Qué decir? Además del reclamo casi profético por
construir un problema. la reinstalación de los valores orientados hacia el rescate del
hombre y de su futuro, de la incorporación de la utopía como
¿Sabemos construir un problema? ¿ Sabemos plantearnos fuerza social y moral, y de los esfuerzos por liberar a la inte-
frente a la realidad una agenda que difiera de las agendas de la ligencia de la tecnología convertida muchas veces en estupi-
burocracias nacionales e internacionales, o bien de las agen- dez, el Frankestein del siglo XXI, de manera de doblegarla en
cias de financiamiento? ¿ Estamos rompiendo con los pará- vez de transformarla en el molde de los futuros sujetos, con
metros de lectura que imponen las lógicas del poder? ¿ De riesgo de perder lo que caracteriza específicamente a lo huma-
dónde surgen los temas que preocupan actualmente a las cien- no, el lenguaje ¿ Qué decir desde las ciencias sociales, este
cias sociales? ¿ Surgen de una imaginación alerta y rupturista, conjunto de conocimientos que supuestamente surgieron para
o más bien de su vocación por ser eficazmente útiles a los pro- hacer posible una vida más libre, justa y digna? ¿ Qué decir y
blemas que imponen los proyectos de sociedad hoy dominan- qué hacer? Quizá algo más modesto pero central: repensar
tes? nuestro quehacer y nuestro modo de enfrentarnos con la reali-
dad social.
2.- Desde ésta perspectiva enfrenta el conocimiento socio
– histórico un desafío fundamental entre los muchos posibles: 3.- En este marco histórico y existencial se plantean cues-
han quedado arrumbadas algunas referencias del pensamiento tiones básicas. Entre éstas está la de recuperar ángulos desde
que han servido para orientarlo, como ser la crisis de los acto- los cuales organizar nuestra mirada de la sociedad; ángulos

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Conocimiento
La revuelta
social
indígena
y conflicto
de en
enero
América
del 2000
Latina

que no queden atrapados ni por lo tanto limitados por grandes los parámetros de la dominación hegemónica; lo que es con-
verdades. En éste sentido pensamos que un ángulo fundamen- dición para poder descomponer los procesos internos de la
tal por su vastedad y resistencia a convertirse en contenido dominación y su fijación de lo socialmente establecido. Es el
de teorías cerradas, es la naturaleza y práctica de los sujetos aporte con que contribuyen al pensamiento crítico algunos
sociales, si estamos de acuerdo que la realidad socio- históri- movimientos sociales protagonizados por sectores subalter-
ca es siempre una construcción de una variada gama de suje- nos. Es el caso de los movimientos indígenas.
tos. El esfuerzo por impulsar construcciones sociales diferen-
tes, también contradictorias, conforman un eje estructurador De lo anterior se deriva la importancia de centrar nuestra
central de la realidad social como es el conflicto en todas sus atención en los lugares sociales donde se contiene la capaci-
manifestaciones, espacios y temporalidades. Y que no es sino dad de conflicto. Es así como se pueden distinguir distintas
la expresión fenoménica de la capacidad de activación de los modalidades de conflictividad:
sujetos y de sus distintas proyecciones históricas. De ahí que
para dar cuenta de cualquier problema social, económico, a) Aquellas que se circunscriben a los límites de las reali-
político o cultural no se pueda prescindir del ángulo de lectu- dades parametralizados por el poder: v.gr.: los sindicatos,
ra conformado por el par sujeto – conflictividad; ya que alude el movimiento feminista, algunas reivindicaciones ecolo-
a las dinámicas constituyentes de la realidad social. Ello, si no gistas; y b) Aquellos otros conflictos relacionados con
queremos dejar de reconocer la especificidad histórica que tie- realidades que transgreden esos parámetros, que, por lo
nen los diversos temas y problemas: ¿Qué es la paz? ¿Qué es mismo problematizan a la hegemonía más allá del simple
el progreso o la llamada modernización? ¿Qué es la democra- juego de acomodos: vgr.: los movimientos indígenas, la
cia? ¿Qué es la justicia social? ¿Qué significa hablar del futu- demanda por tierra, las reivindicaciones por transformar a
ro o de la integración latinoamericana? la democracia en un espacio abierto a múltiple proyectos.

4.- Pero ¿ De dónde surgen los sujetos? Del mundo de las 5.- Esta capacidad de conflicto, más que sus expresiones
necesidades y de su despliegue que articulan como tales las morfológicas, debe ser nuestra preocupación pues apunta a una
necesidades propias de la memoria y las necesidades vincula- de las cuestiones más profundas del actual momento histórico,
das con las visiones utópicas. Memoria y utopía que muchas como son los intentos por minimizar sistemáticamente los ries-
veces pierden las particularidades del sujeto al que pertenecen gos de presión sobre el modelo económico. Entre los mecanis-
para ser convertidas en esquemas generales que ocultan la mos utilizados para este propósito se encuentra la atomización
diversidad de fuerzas que pugnan por ser en su propia cons- social, la disolución de las relaciones de horizontalidad; pero
trucción de la realidad histórica. Por ello recibe aquí el núcleo también están los esfuerzos por acotar los espacios dentro de los 109
germinador de la condición conflictiva de toda realidad: la cuales se pueden los sujetos desarrollar “ legítimamente”, esto
posibilidad de reconocer por cada sujeto, desde sus espacios y es, sin cuestionar el orden establecido. Es la imposición de pará-
tiempos, sus propias opciones resistiendo a la pretensión del metros de un orden permisivo de márgenes de conflictividad.
poder por imponer su homogeneización como si ésta respon-
diera a una ley natural. En verdad, cada actor tiene su espacio Una manifestación concreta de lo anterior es la rápida
y su tiempo no pudiendo ser ubicado para su debida interpre- conformación de la democracia de ser un sistema político
tación y evaluación de sus fuerzas en el espacio y tiempo, por caracterizado por la garantía de espacios de alternancia entre
ejemplo, del orden dominante. Aunque está claro que los rit- proyectos, a una democracia que se identifica exclusivamente
mos de cada uno de ellos es diferente con lo que se determina con un solo proyecto de desarrollo económico y político. Es
una situación de conflictividad particular. cuestión de constatar cuánto pensamiento socialdemócrata,
incluso socialista que dice mantener su raigambre marxista,
A este respecto, cabe mencionar los procesos de polariza- transformado en administrador y aval de políticas conducen-
ción social y económica que resultan de dinamismos no nece- tes al cumplimiento de ése objetivo estratégico. Lo anterior sin
sariamente sincrónicos entre lo que son los mecanismos de entrar en mayores profundidades como los intentos por crear
constitución de la pobreza y de la riqueza. La creación de un ser humano que se respete para continuar siendo sujeto,
pobres, así como el surgimiento de la conciencia de ser pobre, pero siempre que no rompa con la condición de ser un “ suje-
no es simétrica con la creación de la concentración de riqueza to mínimo”. Mínimo en pensamiento, en emocionalidad, en
ni con la conciencia de ser rico. Es indudable que el ritmo de capacidad para vislumbrar su propio futuro, mínimo en su
constitución de la riqueza es más acelerado que el de su opues- voluntad para enfrentar las circunstancias que lo someten a la
to, lo que se relaciona con el viejo tema de la asincronía en el condición de explotado y subalterno.
desenvolvimiento del factor trabajo y del factor capital. He
aquí un tronco de conflictividad que plantea desafíos múlti- El ángulo que defendemos conformado por el par sujeto
ples. Entre éstos está el de la creación y reconocimiento de - conflictividad no se corresponde con ningún calificativo ide-
espacios desde los cuales leer a la sociedad, porque ésta tien- ológico de los que dominaron la discusión casi todo el siglo
de a ser leída desde lo ya constituido como poder, equilibrio, XX, como ser el de gradualismo y revolución; más bien impli-
riqueza, que es lo que consiste la hegemonía. Por eso hay que ca todas las formas de cuestionamiento de la hegemonía en
resistir a interpretaciones de la sociedad y de su futuro orga- forma de adentrarse en sus intersticios. Esto es, en sus dina-
nizadas desde los espacios sociales y los ritmos impuestos por mismos constituyentes como ser el surgimiento, desarrollo y

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Análisis
Deba de
tes
casos

transformación de los sujetos, atendiendo a sus diferentes sig- constituye un esfuerzo por recuperar la creatividad de la per-
nificaciones históricas para el momento actual, pero también sona, creatividad que se busca identificar con la dinámica libe-
tomando en cuenta su proyección en el mediano y largo plazo. radora del mercado... es una idea que se vincula con la demo-
Lo que trae consigo la necesidad de revisar a la actual teoría cracia, que se ofrece depurada de las contaminaciones propias
desde las exigencias de cómo recuperar la historicidad del de cualquier sistema de poder para revestir el carácter de un
momento actual, es decir, su condición de ser un producto y valor universal. Se olvida todo aquello que encubre en cuanto
además todas las potencialidades que permanecen ocultas; las a situaciones de privilegio y subalternidad económica social y
cuales dependerán de la presencia de determinados sujetos política. Y se difunde con tal fuerza por los medios de comu-
sociales aunque también individuales, en la medida que la rea- nicación que no se ofrece mas alternativa que la de confor-
lidad social no es el resultado del juego de leyes celestes sino marse, esto es, la de encontrar la armonía y el consenso social.
una construcción de los propios hombres. Claro que en este La política, por tanto, parece ser la encarnación misma de una
ámbito de la realidad cabe lo que no es posible en la naturale - utopía añorada que resulta, inesperadamente, ser parte de la
za: que la aceptación conformista se transforme en regularidad misma realidad. Se nos ubica en una inercia, como si la reali-
empírica. dad constituyera un túnel fuera del cual no cabe pensar ni
soñar.
Desde el ángulo que hemos expuesto se desprende la
necesidad de definir algunas conclusiones respecto a las Desde la lógica que nos rige, la realidad parece haber
Ciencias Sociales. El conocimiento de cualquier fenómeno encontrado su utopía, de manera que carece de sentido cual-
social, en su acepción genérica, tendrá que considerar las exi- quier esfuerzo imaginativo que la cuestione… y con ello se
gencias que se derivan de este ángulo. Estas las resumimos en pretende aplastar todo intento conducente a liberar al hombre
las siguientes: en una sociedad mas justa.

a) el movimiento interno de los sujetos: génesis, desen- Es una necesidad imperativa salirse de los marcos de lec-
volvimiento y transformación, así como la naturaleza de tura fijados por el discurso económico del poder, que cada vez
sus proyecciones en los distintos planos de la realidad; se reproduce en forma mas homogénea por todas las latitudes
de la región latinoamericana; hay que romper con sus linea-
b) la influencia de las coyunturas en la construcción del mientos para ser capaces de vislumbrar realidades diferentes.
conocimiento y su ensamble con una perspectiva transco- Esta posibilidad exige afrontar el desafío de una utopía como
yuntural, de mnera de no quedar atrapado en la condición la base constituyente de visiones renovadas de futuros para el
110 de producto de los fenómenos; desarrollo de América Latina. Desafío utópico necesario para
romper con la trampa, pero que obliga a que la gente realmen-
c) relativizar a las estructuras destacando sus dinamismos te quiera una utopía alternativa.
internos, sus momentos de despliegue y repliegue, de Para ver realidades nuevas hay que necesitarlas. Para for-
manera de cuestionar los parámetros que tienden a fijar el jar utopías se requiere de esta necesidad por una realidad dife-
fluir de los fenómenos en una identidad histórica particular. rente, lo que supone reconocer a esta, saber distanciarse de lo
establecido. Simplemente eso: distanciarse. Hay que saber
De manera mas concreta, lo que decimos se corresponde reconocerla. Pero, pregunta: ¿ reconocemos a la realidad que
con la urgencia de discutir para poder resolver la cuestión de nos circunda?
los límites disciplinarios, por cuanto estos ya no permiten dar
cuenta de la complejidad de los fenómenos que emergen, en Reconocer a la realidad significa algo mas que conocerla.
razón de estar sometidas a la lógica simplificada de objetos Exige saber ubicarse en el momento histórico que se vive, el
aislados. En esta dirección, también se hace imperativa la dis- cual es una forma de asombro que obliga a colocarse en un
cusión a cerca de las diferentes modalidades de los sujetos que umbral desde el cual poder mirar, no solamente para contem-
en el marco del actual sistema clasificatorio de las ciencias plar sino también para actuar; la utopía, antes que nada, es la
quedan prisioneros de esos recortes disciplinarios. tensión del presente.

Por último, es un imperativo recuperar las grandes formas


de pensamiento ante la historia, mas allá de sus teorizaciones
histórico sociales concretas, las cuales se busca hoy inteligen-
temente olvidar con la complicidad de tanto ingenuo o tonto
ilustrado, ya que en ellas se encuentra la raíz de un pensa- Notas
miento capaz de trascender la pura descripción de lo que se
presenta como inevitable, por lo mismo fatal, sino de avanzar
*. Profesor e investigador de “El Colegio de México”. Coordinador
en la aventura por ayudar a la liberación del hombre. Grupo de Trabajo de Teoría y Métodología de las Ciencias Sociales
de CLACSO.
Cabe ilustrar estas breves notas de reflexión con lo que 1. Zemelman Hugo. “Sobre bloqueo histórico y utopía en América
ocurre en América Latina. Como venimos sosteniendo 1 Latina”. Revista Estudios Sociológicos de El Colegio de México.
América Latina vive un momento de reajuste que se pretende Vol. 10. N° 30. 1992.

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