Lectura 1 La Sintaxis Visual
Lectura 1 La Sintaxis Visual
Lectura 1 La Sintaxis Visual
LA SINTAXIS VISUAL
El lenguaje visual utiliza las imágenes para comunicar mensajes, las cuales son las que tienen el
significado. Podemos encontrar tres tipos de elementos dentro de una imagen:
Monosemia Polisemia
Denotación Connotación
Sencillez v/s Complejidad: La Sencillez son todos los elementos que permiten ver con
una sola mirada la imagen. La complejidad es cuando dichos elementos son más de cuatro y
no se puede ver la imagen con una sola mirada.
Sencillez Complejidad
Los puntos áureos son puntos que sirven para captar la atención del público y poder ser
memorizados, aplicando así las leyes de la Gestalt.
Estereotipos:
Son un conjunto de creencias, normalmente negativas, que comparte la sociedad acerca de las
características de las personas pertenecientes a un grupo. Los medios de comunicación son
responsables de crear y reforzar estereotipos presentes en la sociedad a través de la transmisión
constante y sistemático de estos. El estereotipo más utilizado es el de la mujer y el hombre.
Esto es común verlo en la publicidad, cuando se utiliza la imagen de una mujer para productos
de limpieza, del hogar, de bebés, o cuando se utiliza la imagen de un hombre para productos de
mecánica, de fuerza o de superación, por ejemplo.
EL PODER DE LA IMAGEN
Rapidez de la información que llega a nuestro cerebro y nos convence de lo que estamos viendo
es verdadero, aunque en ocasiones se equivoque, como pasa con las ilusiones opticas.
Llega a pasar muchísima información por el sentido de la vista, muchas de ella imperceptibles
al consciente pero aprendidos por el inconsciente. La imagen es tan impactante que no necesita
codificación.
Cuando hablamos del poder de la mente hay que remarcar la facilidad de la comprensión de los
mensajes visuales dada principalmente por la sencillez para comprenderlos.
Ronald Barthes y intervienen la fotografia (siempre existe una referencia a lo real, lo que lleva
a la confusión):
Hoy en día, los medios de comunicación constituyen una herramienta persuasiva que nos
permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y
económicos tanto a escala nacional como internacional.
La rapidez y dramatismo con que los MCM (Medios de Comunicación para las Masas) se han
ido incorporando en nuestra realidad, no nos dio tiempo para adaptarlos y adaptarnos. Ante
ellos nos es difícil tomar una actitud serena: o nos aferramos a un mundo estático, pre-
industrial; o nos desarraigamos por completo quedando a merced de las novedades o estímulos
superficiales, e ignorando el pasado.
EDUCAR LA MIRADA
La imagen es uno de los modos de representación más extendidos, mucho más que las palabras.
Vivimos en una sociedad dominada por las imágenes, des de la televisión y la publicidad.
Aprender a leer esas imágenes y analizar la carga que contienen, abriéndolas hacia contextos
más amplios y poniéndolas en relación con otros relatos y discursos que interpretan esa
realidad, es una tarea educativa de primer orden.
Algunas propuestas nos incitan a contribuir al análisis de cómo se educa la mirada a partir de
las reflexiones que realizamos en un proyecto de producción de audiovisuales y formación
docente desarrollado en Argentina. La experiencia nos lleva a cuestionar la presunción de una
identificación total entre ver y saber, y a plantear la necesidad de trabajar y debatir la
representación visual a su estatuto de verdad.
Hoy en día educar la mirada gira en torno a establecer una conversación entre el espacio de
reflexión y de acción sobre las imágenes y el mundo de la educación.
Hay dos direcciones para educar la mirada, la primera significa enseñar a mirar en la vida
contemporánea, saturada de imágenes que forman parte de una “visibilidad voraz”; y la
segunda, la de la escuela, que es una institución peculiar, con sus reglas de funcionamiento y su
cultura.
Nuestra impresión es que no alcanza con pensar que debemos formar “espectadores críticos”
que entiendan las tecnologías disponibles y los ángulos o perspectivas de la representación.
Hoy en día muchos espectadores son críticos, cínicos, desconfiados y sospechosos, más sin
embargo los discursos visuales operan sus flujo y su magia conmoviéndonos y
emocionándonos.
Y como no, hay que mencionar a la televisión, ya que actualmente es la gran proveedora de
discursos visuales sobre el mundo, identidades, ciencia, etc.. Todo esto a partir de la segunda
mitad del siglo XX, antes que ella fue el cine.
Aún con su gran competidor que es internet, del cual todavía sabemos muy poco, este ha
heredado las imágenes en las webs del quiebre que impulsó la televisión a nivel de la
representación iconográfica.
Otro tema que también nos interesa es la historia y la política de las imágenes, el cual se tratará
con el apoyo de las tradiciones de lectura e interpretación que nos ponen en diálogo con el
pasado y otros espacios del presente. Todo esto supone interrumpir el flujo continuo y casi
tendiente al borramiento permanente de información, y ponerle figuras, iconos y visualidades
que traen otros tiempos y otras perspectivas.
Volviendo a la segunda dirección, ya antes mencionada, que vendría a ser la escuela, habría que
enseñar e inculcar a mirar más imágenes, por que al final de cuentas una de las instituciones
principales que organiza este evento es un área de docencia e investigación en educación. Es
una educación que debe ajustarse a un tiempo y a un lugar, a una secuencia, al peso de una
institución, que seguramente impondrá sus matices.
Hay que decir que la escuela tiene experiencia de trabajo con las imágenes, puede decirse que
hay una cierta iconofobia generalizada en el ambiente escolar, que hizo preferir la mayoría de
las veces a imágenes abstractas, diagramas, representaciones que no contuvieran nada obtuso ni
equívoco. Por otro lado, no es fácil lidiar con la ambigüedad que se abre frente a las imágenes,
que no siempre se dejan traducir fácilmente a palabras.
Hay que dejar claro ante todo que educar no es en el sentido de disciplinar y de vaciar de
libertad, sino educar para poder pensar imagen y mirada conjuntamente, palabra y cuerpo,
razón y emoción, ética y política.
Para concluir hay que destacar que todo este trabajo debería estar guiado y atravesado, por una
discusión permanente y continua sobre la justicia de la representación. Es pertinente, ya que
hablamos de imágenes, pensar en la imagen de justicia que tenemos habitualmente. Si nos
remontamos a la Edad Media, aparecían algunas imágenes de mujeres con los ojos tapados pero
estaban lejos de ser la imagen de la justicia, por el contrario, eran imágenes antisemitas, que
representaban a los judíos como quienes tienen los ojos tapados a la revelación de la luz, de la
verdad divina. Por consiguiente la imagen contemporánea de la justicia es representada con la
balanza y los ojos vendados, es heredera de la reforma protestante y de su combate contra los
sentidos: la ceguera surge así como la posibilidad de ser neutrales e imparciales, de no dejarse
tentar por las debilidades de la carne, y de no perderse en el mundo. Pero todo esto parece que
se hubiera logrado a costa de invalidar una parte de la humanidad, de dejar de lado la
sensibilidad, de no ver el rostro de los otros.
El creativo actual debe responder a las exigencias estratégicas de la campaña, mientras por otro
lado, a las sensibilidades sociales sobre los hechos que maneja en su concepto creativo. Como
norma general, la sociedad censura aquellas formas de representación de género en las que se
muestra un desequilibro, cuando no una clara imposición entre sexos, se muestra mucho más
permisiva con aquellos anuncios en los que la mujer domina al hombre que al inversa.
En general se tiende a una representación más igualitaria, en la que la mujer asume roles
tradicionalmente vedados a su condición, asociándola con el poder, la capacidad, la fortaleza, la
realización personal e incluso la agresividad.
Mientras que por su parte, el hombre publicitario, sigue sin tener un papel relevante en la
investigación universitaria, que siguen centrándose en el análisis de la mujer. Este hecho puede
deberse a la cantidad de instituciones públicas que convocan ayudas o encargan investigaciones
para el análisis de la imagen de la mujer en la publicidad.
A pesar de todo esto parece que la masculinidad ha sufrido una importante transformación en
los mensajes publicitarios, abandonando el sólido perfil de antes en beneficio de una imagen
más plural, en la que encuentra la sensibilidad, la preocupación estética o la ocupación en
tareas domésticas o propias de la paternidad. Concluyendo, los estereotipos de género se han
diluido en el discurso publicitario, pues se han ampliado las fronteras de su representación.