Parasha Emor
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Vayikrá 22:8
El que come animales limpios que no han sido matados correctamente, se
vuelve ritualmente impuro. Hechos 15:19-21. Los que no son judíos han
decidido ser seguidores de Dios. Yo creo que no debemos obligarlos a
obedecer leyes innecesarias.
20. Sólo debemos escribirles una carta y pedirles que no coman ninguna
comida que haya sido ofrecida a los ídolos. Que tampoco coman carne de
animales que hayan muerto ahogados, ni carne que todavía tenga sangre.
Además, deberán evitar las relaciones sexuales que la ley de Moisés prohíbe.
21. Hay que recordar que, desde hace mucho tiempo, en esos mismos pueblos
y ciudades se ha estado enseñando y predicando la ley de Moisés. Esto pasa
cada sábado en nuestras sinagogas.»
Vayikrá 22:9
Aquí se refiere a que el sacerdote tiene que guardarse de toda contaminación
para poder comer de las cosas consagradas. Si un sacerdote come de las
cosas consagradas en estado de impureza es objeto de muerte por parte del
cielo.
Los mandamientos son los que santifican una persona. El pecado consiste en
quebrantar los mandamientos. El que dice que los mandamientos ya no tienen
validez está anulando la realidad del pecado y haciendo inútil el sacrificio del
Mesías. Él murió para quitar nuestros pecados, lo cual implica que murió para
que nosotros dejemos de ser desobedientes a los mandamientos. El que
enseña que el Mesías Yeshúa murió para anular los mandamientos no tiene
conocimiento o es un mentiroso.
Para estar cerca de HaShem hay que vivir en santidad. La santidad es un
resultado de la obediencia a los mandamientos. No hay santidad sin
obediencia, y no hay obediencia sin disciplina. Por lo tanto, no hay santidad sin
disciplina. Juan 14:15, Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis
mandamientos.
Juan 15:10, Si obedecen todo lo que yo les he mandado, los amaré siempre,
así como mi Padre me ama, porque yo lo obedezco en todo.
2 Reyes 17:13. Por medio de los profetas, Dios les había advertido muchas
veces a los de Israel y de Judá que dejaran de hacer lo malo y obedecieran los
mandamientos que les había dado a sus antepasados.
Vayikrá 22:15
Las cosas consagradas se refieren a la terumá, la ofrenda que se da al
sacerdote de los productos agrícolas antes de dar el diezmo, que es el tema de
Números 18:12. Para el servicio en el santuario del pacto, tú y tus
descendientes podrán pedir la ayuda de sus hermanos de la tribu de Leví.
Yo mismo los elegí de entre todas las tribus de Israel, y ahora se los entrego a
ustedes para que los ayuden en su servicio en el santuario. Ellos podrán
ayudarlos, aunque no podrán tocar los objetos sagrados del santuario ni del
altar. Si lo hacen, tanto ellos como ustedes morirán. Sólo ustedes podrán
trabajar como sacerdotes en el altar y en el Lugar Santísimo. Sólo ustedes
cuidarán del altar y de todos los objetos sagrados que hay en el santuario. Los
demás descendientes de Leví podrán estar con ustedes, y ayudarlos en todo lo
que hagan. Pero no permitirás que nadie más se acerque a ustedes. Cumplan
con esto, y no volveré a enojarme con los israelitas, ni a castigarlos. Cualquiera
que haga trabajos sacerdotales y no sea sacerdote, será condenado a muerte
Si los sacerdotes dan de la terumá a los que no son parte de la familia de los
sacerdotes, la ofrenda será profanada.
Vayikrá 22:20
HaShem merece lo mejor. En nuestras ofrendas se ve cuán importante es
HaShem para nosotros. Si damos una ofrenda mediocre, estamos dando un
mensaje en los cielos de que nuestro Padre celestial no es importante ni digno
de honra. Si damos una ofrenda cara, de la mejor calidad, estamos mostrando
cuándo valoramos a HaShem. Este pensamiento se encuentra en Malaquías
1:6-14.
Vayikrá 22:21
Esto nos enseña que el Mesías ben Yosef, que tenía que morir como un
sacrificio agradable para HaShem, tenía que ser un hombre perfecto, sin
imperfección, sin pecado, sin yetser hará. Si Yeshúa hubiera sido imperfecto,
con defecto, no serviría como sacrificio delante de HaShem, Efesios 5:2. Deben
amar a los demás, así como Masiaj nos amó y murió por nosotros. Para
Elohim, la muerte de Masiaj es como el delicado aroma de una ofrenda.
Vayikrá 22:24
La última parte del versículo no está hablando de sacrificar animales en la
tierra, sino de castrar animales en la tierra de Israel. Esto nos enseña que está
prohibido castrar cualquier animal doméstico o salvaje. Y si está prohibido
castrar animales, mucho más prohibido será castrar a los seres humanos.
Vayikrá 22:31
La primera parte del versículo habla del estudio de los mandamientos de la
Toráh y la segunda parte de la realización de los mandamientos. No está
permitido estudiar la Toráh sin tener la intención de cumplirla, ni está permitido
enseñar a otros si ellos no tienen la intención de cumplir lo que aprendan.
Vayikrá 22:32
El que intencionalmente quebranta los mandamientos comete profanación del
Nombre de HaShem, Ezequiel 36:20-31. Por culpa de ellos la gente se burló de
mí, pues a dondequiera que llegaban, la gente decía: “Si estos son el pueblo de
Dios, ¿por qué han tenido que abandonar su tierra?” Entonces decidí
defenderme.
22. Por lo tanto, diles de mi parte a los israelitas: “Ustedes no merecen ser
libres, pues por culpa de ustedes las naciones se burlan de mí. Sin embargo,
para poner fin a sus burlas les daré libertad. Así las naciones verán que soy un
Dios grande y poderoso, y reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Lo he
dicho, y lo cumpliré.
24.” Yo los libraré de todas esas naciones; los reuniré y los llevaré a su tierra.
25 ustedes adoraron ídolos malolientes, pero yo me olvidaré de sus maldades;
las limpiaré como quien limpia un trapo sucio.
26. Yo les daré nueva vida. Haré que cambien su manera de pensar. Entonces
dejarán de ser tercos y testarudos, pues yo haré que sean leales y obedientes.
27. Pondré mi espíritu en ustedes, y así haré que obedezcan todos mis
mandamientos.
28. Entonces vivirán en la tierra que les di a sus antepasados, y ustedes serán
mi pueblo y yo seré su Dios.
29.” Ya no dejaré que sigan pecando así. Les daré tanta comida que no
volverán a sufrir de hambre ni a pasar vergüenzas delante de las naciones.
31. Entonces se acordarán de su mala conducta y de sus acciones tan
repugnantes, y se avergonzarán.
“seré santificado entre los hijos de Israel” – Este mandamiento de santificación
de HaShem, implica negarse a quebrantar un mandamiento, incluso bajo la
fuerza, hasta estar dispuesto a dar su vida por ello.