Curso Biblico
Curso Biblico
Curso Biblico
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ALIZA
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NOS CONGREGA
Palabra creadora del Padre que llama a la existencia y a la vida.
21 LECCIONES BÍBLICAS
Palabra convertida en acontecimiento salvífico.
LA PALABRA
Palabra discernida en el seno de la historia.
Palabra proclamada por medio de sus servidores los profetas.
Palabra provocadora que no nos deja indiferentes.
Palabra encarnada en el Hijo.
Palabra identificada como Buena Noticia del Reino.
Palabra silenciada que resurge con poder.
Palabra dinámica y viva que no puede ser encadenada.
Palabra testimoniada y propagada con la fuerza del Espíritu.
Palabra poderosa que nos congrega como Iglesia.
Palabra puesta por escrito en el seno de la comunidad.
Palabra leída, meditada, orada, celebrada y hecha vida.
COLOMBIA
ESPAÑA
MÉXICO
APÉNDICES
Apéndice I: Etapas de la Historia Apéndice III: Esquemas de algunos libros
de la Salvación .................................................. 160 bíblicos .............................................................. 176
Apéndice II: Marco histórico del ministerio Apéndice IV: Vocabulario práctico ..................... 186
de Jesús ................................................................... 170
mentales: Dios y pueblo unidos en alianza. Así recorremos el Antiguo Testamento descubriendo al
pueblo que se prepara, luego se libera y se forma en la alianza, vive bajo ella siendo infiel, y luego se
mantiene bajo el anhelo y la esperanza de la Nueva Alianza. Un tema lo dedicamos al cumplimiento
de esta promesa de Cristo y la Iglesia.
■■ En la tercera unidad nuestra mirada está puesta en Jesús y en los Evangelios que nos dan testimonio
sobre él. En los dos primeros temas fijamos nuestra atención en lo que es el Nuevo Testamento en
general y de una forma especial los Evangelios: su formación, composición, finalidad y perspectiva de
cada uno de ellos. Después recorremos el ministerio de Jesús: su anuncio del Reino, sus diversas acti-
tudes, su muerte y resurrección y, por último, la exigencia de seguirlo.
■■ En la cuarta unidad tenemos presente a la Iglesia o nuevo Pueblo de Dios. A través del libro de los
Hechos contemplamos su nacimiento y expansión; por medio de los demás escritos del Nuevo Tes-
tamento comprobamos cómo se va formando e interpelando constantemente. Después analizamos
algunas características de este nuevo pueblo de Dios: su ser profético, sacerdotal, servidor y peregri-
nante.
Cada una de las cuatro unidades constituye círculos concéntricos, donde su último tema (el penúltimo en
la primera) abre, de alguna forma, la siguiente unidad.
Ofrecemos también cuatro apéndices:
− El primero es una visión sintética de la Historia de la Salvación.
− El segundo es un marco referencial para el ministerio de Jesús.
− El tercero es una serie de esquemas sobre la gran mayoría de los libros que integran la Biblia.
− El cuarto es un vocabulario práctico, breve y fundamental, sobre términos bíblicos o palabras que
tienen relación con ellos.
2. NOCIONES GENERALES
Y MANEJO DE LA BIBLIA
3. CONTENIDO
DE LA BIBLIA
4. LECTURA
DE LA BIBLIA
¿Revelaciones privadas?
Hemos visto que la revelación tiene su plenitud en Cristo Jesús, de forma que no se necesita ninguna
revelación más (cf. DV 4), porque Dios nos ha manifestado y regalado todo en su Hijo. Como Iglesia
caminamos hacia la comprensión plena de la verdad (cf. DV 8).
Ante revelaciones privadas, supuestas o reales, hay que proceder con prudencia. No pueden ir en contra
del contenido de la revelación cristiana, ni presentar cosas fantasiosas, productos de la imaginación. En
todo caso están sometidas a la aprobación eclesiástica.
Aun en el caso de que su contenido sea conforme a la fe, nadie está obligado en conciencia a creerlas. No
completan la revelación, aunque pudiesen resultar útiles a algunas personas para vivir más plenamente
su fe. Como dice Benedicto XVI: “Es una ayuda que se ofrece pero que no es obligatorio usarla” (Verbum
Domini [VD] 14).
sagrada liturgia. Recalcó la importancia de la Biblia en las celebraciones litúrgicas, dio las pautas para
la reforma litúrgica y, entre otras cosas, permitió el idioma de cada nación o pueblo en las distintas
partes de la liturgia (antes, todo era en latín). Así, a partir del 7 de marzo de 1965 se empezaron a es-
cuchar en la lengua de cada pueblo las lecturas bíblicas.
...
En octubre del 2008 se celebró en Roma un Sínodo ordinario (reunión de obispos representantes de
cada nación) sobre La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia. El 30 de septiembre del 2010
el Papa Benedicto XVI publicó la exhortación apostólica Verbum Domini, que recoge y profundiza las
aportaciones de ese Sínodo.
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Cuando alguien le habla a otra persona, siempre espera ■■ No atender a la voz de Dios, como el pueblo que no
que le preste atención, que le escuche y que luego le quiso escuchar la voz de los profetas ( Jr 7,23-28).
responda. Así sucede con Dios que nos habla. Espera ■■ Escuchar la Palabra de Dios, pero no cumplir lo que
nuestra respuesta de fe que abarca la totalidad de nues- allí se nos pide, como la gente que acudía en tropel
tras dimensiones y aspectos personales y comunitarios. a Ezequiel por simple curiosidad, lo escuchaban,
Solo así se instaura el verdadero diálogo de salvación. pero no ponían en práctica el mensaje de Dios (Ez
La Palabra de Dios, escrita y acontecida, no nos pue- 33,30-33), o como el hijo que dice “sí” a su padre,
de dejar neutrales e indiferentes: la aceptamos o la pero luego no cumple con su palabra (Mt 21,28-
rechazamos. Teniendo en cuenta esto, podemos exa- 32). Santiago nos exhorta:
minar las diversas actitudes que tomamos ante la Pa- Pongan en práctica la Palabra y no se contenten solo
labra de Dios: con oírla, engañándose a ustedes mismos (Sant 1,22).
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Los tres pasos anteriores nos han llevado a descubrir “La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escri-
la importancia que tiene conocer la Biblia para que tura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo,
podamos escuchar, poner en práctica y difundir la pues, sobre todo en la sagrada liturgia nunca ha
palabra divina. Así surgirá un verdadero diálogo en- cesado de tomar y repartir a sus fieles el pan de
tre Dios y nosotros. Así seremos capaces de descubrir vida que ofrece la mesa de la Palabra de Dios y del
en los acontecimientos, leídos a la luz del Evangelio, Cuerpo de Cristo” (DV 21).
lo que Dios nos quiere comunicar. Por eso la Iglesia “Desconocer la Escritura es desconocer a Cristo”
recomienda vivamente la lectura de la Biblia: (San Jerónimo, citado en DV 25).
“Todos los fieles han de tener fácil acceso a las Cristo “está presente en su Palabra, pues cuan-
Sagradas Escrituras” (DV 22; cf. 25-26). do se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él
quien habla” (SC 7).
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1. Significado etimológico por Dios y entregados como tales a la Iglesia, que nos
narran la historia de la salvación.
Etimológicamente “Biblia” significa “libros” o “con-
junto de libros”. Estos, a pesar de su número (73), de
sus autores diversos y de su diferente contenido, a la 3. Otros nombres de la Biblia
luz de la fe guardan una perfecta unidad porque tie- A la Biblia se le conoce también con otros nombres:
nen en común el desarrollo del plan de Dios y han “Sagradas Escrituras”, “Libros Santos o Sagrados”,
sido escritos bajo la inspiración del mismo Dios. “la Palabra de Dios”, “la Escritura”. En varias ocasio-
nes aparecen en la Biblia fórmulas, como La Escritu-
2. Significado religioso ra dice ( Jn 7,38.42; Rom 4,3; 1 Cor 2,9; 1 Tim 5,18);
para que se cumpliera(n) la(s) Escritura(s) (Mt 26,56;
Realmente la Biblia es la Palabra de Dios que se co-
Mc 14,49; Jn 17,12; 19,24.28).
munica al hombre para descubrirle su plan de salva-
ción. La Biblia es el conjunto de libros, inspirados
2. Personajes de la Biblia
■■ Los personajes principales de la Biblia son Dios y su pueblo y, dentro del pueblo de Dios, muchas personas.
Los protagonistas del libro Sagrado son Dios y su ■■ En el Antiguo Testamento recordamos, entre otras,
pueblo. Dios que habla y actúa realizando la salva- a Abraham, Moisés, Samuel, Rut, David, Isaías,
ción; el pueblo que escucha al Señor y vive este plan Jeremías, Ezequiel, Judit, Ester y muchas personas
o proyecto salvífico. más.
■■ En el Nuevo Testamento recordamos a Jesús, María,
Dentro de este pueblo, está cada una de las personas
llamadas a aceptar la salvación, algunas de ellas tu- los Apóstoles, María Magdalena, Bernabé, Pablo y
vieron un papel relevante en medio de su pueblo. otros muchos discípulos y discípulas del Señor, lo
mismo que comunidades o iglesias.
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La Biblia contiene la historia de las intervenciones el plan divino, y otras veces ha rechazado y se ha
salvíficas que Dios ha tenido para con la humanidad. opuesto tenazmente a la salvación ofrecida por Dios.
Es una historia en la que el pueblo, y cada una de las No obstante la infidelidad humana, Dios continúa
personas, en ocasiones ha colaborado libremente en dándonos la salvación.
4. División de la Biblia
■■ La Biblia contiene 73 libros: 46 del Antiguo Tes- ■■ Siglos después, por motivos prácticos, los libros
tamento (antes de Cristo) y 27 del Nuevo Testa- se dividieron en capítulos, y estos en versículos.
mento (a partir de Jesús).
desde antiguo hasta el día de hoy se han hecho tra- iv-v d.C. principalmente por San Jerónimo y con-
ducciones para que todo el Pueblo de Dios pueda tiene el Antiguo y el Nuevo Testamento en latín, la
entender las Escrituras que siguen siendo Palabra lengua común que se hablaba en ese entonces.
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La interpretación de la Biblia trata de establecer un La tarea interpretativa busca descubrir qué significó
puente entre los autores bíblicos y los lectores actua- el texto en su momento (exégesis) y qué significa
les de la Escritura a través del texto bíblico. para el día de hoy (hermenéutica). Algunos llaman
también hermenéutica a todo este proceso y no a la
sola actualización.
La interpretación
AU TOR TEXTO LE C T O R
¿Qué quiso decir con su texto? ¿Qué quiere decirnos hoy el texto?
El por qué y para qué del texto Los retos y desafíos de hoy
en su momento histórico. iluminados por el texto.
Exégesis Hermenéutica
Significado Actualización
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Una verdadera interpretación debe partir del hecho ciones, sin buscar su sentido y significado que
que la Biblia es a la vez palabra humana y palabra tienen como palabra humana.
divina siempre actual. –– Pensar que nosotros tenemos la verdad absoluta
“Dios habla en la Escritura por medio de hombres en la interpretación de la Biblia.
y en lenguaje humano; por lo tanto, el intérprete –– Hacer de la Biblia un texto neutral que no cues-
de la Escritura, para conocer lo que Dios quiso tione ni modifique nuestra vida ni nuestros cri-
comunicarnos debe estudiar con atención lo que terios prácticos, manipulando así la Palabra de
los autores querían decir y Dios quería dar a co- Dios a nuestro antojo.
nocer con dichas palabras” (DV 12).
Por otra parte no hay que olvidar que la interpreta-
Por eso la interpretación de la Biblia debe tener en ción o hermenéutica va creciendo y progresando
cuenta, simultáneamente, tres aspectos: constantemente. Con la ayuda del Espíritu Santo
–– La ciencia, pues la Biblia es palabra humana. crece nuestra comprensión de la Biblia.
–– La fe, ya que la Biblia es Palabra de Dios. “La Iglesia camina a través de los siglos hacia la
–– La vida, porque la Biblia es palabra actual. plenitud de la verdad, hasta que se cumplan en
ella plenamente las palabras de Dios” (DV 8).
La interpretación puede seguir caminos correctos o
desviarse por sendas equivocadas, como lo señala la Analicemos ahora brevemente los tres elementos de
segunda carta de Pedro: la interpretación bíblica y veamos después quiénes
Consideren que la paciencia de nuestro Señor es para pueden y deben interpretar las Escrituras.
nuestra salvación, como les escribió también Pablo,
nuestro querido hermano, según la sabiduría que le 1. La ciencia, porque la Biblia
fue otorgada, repitiéndolo en todas las cartas en las es palabra humana
que habla de estos temas. Sin embargo, en ellas se Para captar mejor un texto bíblico debemos buscar,
encuentran algunos puntos difíciles de entender, que por nuestro medio y con la ayuda de libros o perso-
ignorantes y vacilantes tergiversan, como hacen con nas, cuál fue la intención del autor humano expresa-
el resto de las Escrituras, para su propia perdición da y plasmada en el texto. De hecho nosotros solo
(2 Pe 3,15-16). conocemos al autor a través del texto. De allí la im-
Con unos criterios correctos de interpretación, evita- portancia de recurrir al texto, y de ubicar a su autor.
remos caer en errores, como por ejemplo:
El texto
–– Confundir nuestras imaginaciones o fantasías Debemos siempre partir de una lectura atenta y repeti-
con lo que realmente dice el texto bíblico. da del texto que vamos a analizar. Esto nos ayuda a ver-
–– Caer en una lectura fundamentalista al inter- lo bajo diversos aspectos, y a fijarnos, por ejemplo, en:
pretar, al pie de la letra, las palabras y las narra-
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hecho, directa o indirectamente, la mayoría de los hace de un misterio a otro. Por ejemplo, el misterio
cristianos nos servimos de su estudio e investigación de la encarnación ilumina el de la inspiración. Tam-
a través de los cursos que tomamos, los libros sobre bién esto nos lleva a interpretar los textos difíciles
Biblia que consultamos, las introducciones y notas de la Escritura a la luz de los más fáciles, y a darnos
explicativas que tenemos en nuestras Biblias. cuenta de que hay una jerarquía de verdades en la
Creemos que los apéndices que se ofrecen al final de misma Escritura, como lo hay en la doctrina católi-
este libro también proporcionan ayudas en esta línea. ca (cf. Concilio Vaticano II, Unitatis Redintegratio
Pero, valiéndonos de estas y otras ayudas, nunca ha- [UR] 11).
brá que olvidar el recurso directo al texto de la Biblia.
3. La vida, porque la Biblia es Palabra
2. La fe, porque la Biblia es Palabra divina de Dios actual
Nosotros nos acercamos a la Biblia como creyentes. La Biblia, como ya lo señalamos desde el primer
Sabemos que Dios, junto con los escritores sagrados, tema, no es letra muerta u obra de museo, sino que es
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Palabra Divina: Fe
El Espíritu Santo
la inspiró: actitud
de fe, escucha
y oración
Biblia
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Biblia y pobres
“Toda la tradición bíblica, y de un modo más particular, la enseñanza de Jesús en los evangelios, indican
como oyentes privilegiados de la Palabra de Dios a aquellos que el mundo considera como gente de
humilde condición…
Aquellos que, en su desamparo y privación de recursos humanos, son llevados a poner su única esperanza
en Dios y su justicia, tienen una capacidad de escuchar y de interpretar la Palabra de Dios, que debe ser
tomada en cuenta por el conjunto de la Iglesia y exige también una respuesta a nivel social.”
PCB, La Interpretación de la Biblia en la Iglesia, III. B. 3
“Hay que alegrarse de ver que gente humilde y pobre toma la Biblia en sus manos y puede aportar a su
interpretación y actualización una luz más penetrante, desde el punto de vista espiritual y existencial que
la que viene de una ciencia segura de sí misma (cf. Mt 11,25)”.
PCB, La interpretación de la Biblia en la Iglesia, IV. C. 3
Así todos los miembros de la Iglesia hemos de ayu- Hay que recordar que el Magisterio de la Iglesia,
darnos mutuamente a realizar esta tarea de la inter- ayudado por exégetas y teólogos, y en unión con el
pretación, que no es fruto de la simple actividad hu- sentido de fe del resto del Pueblo de Dios, ejerce el
mana, sino también don del Espíritu que se le da a servicio de la interpretación auténtica de la Escritura,
toda la comunidad. Nadie puede hacerlo aislada e consciente de que él mismo está sometido a la Pala-
independientemente de los demás. bra del Señor (cf. DV 10).
9. Manejo de la Biblia
■■ Se presentan pautas para saber leer las citas empleadas cuando se habla de textos bíblicos.
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■■ Los versículos: Son trozos más pequeños que los plo: Jn 7,4-8 quiere decir: Evangelio de Juan, capí-
capítulos: son subdivisiones de ellos. En cada libro tulo 7, versículos del 4 al 8; Mt 6,19-7,5 equivale a:
de la Biblia varía el número de los capítulos y versí- Evangelio de Mateo, capítulo 6, versículo 19 al ca-
culos. Por ejemplo: Jn 5,8 equivale a decir: Evange- pítulo 7, versículo 5.
lio de Juan, capítulo 5, versículo 8. ■■ La letra “s”: A veces se utiliza al final de una cita, e
■■ Libros de un capítulo: Cuando se cita un texto toma- indica, que además de considerar la cita que se ha
do de estos libros (Abd, Flm, 2 Jn, 3 Jn, Jds), los núme- dado debe leerse el versículo siguiente. Por ejemplo:
ros que se utilizan después de la sigla corresponden a Lc 11,27s equivale a Evangelio de Lucas, capítulo
los versículos, por ejemplo: Jds 5 = Carta de Judas, ver- 11, versículo 27 y siguiente. Si encontramos “ss” de-
sículo 5; 2 Jn 4 = Segunda carta de Juan, versículo 4. ben leerse los versículos siguientes que hablan del
mismo tema.
2. Signos de puntuación ■■ Las letras “a, b”: Cuando después de una cita hay
■■ La coma: Siempre la encontramos en medio de alguna de estas letras, significa que lo que buscamos
dos números e indica que el primero hace referen- está en la primera o segunda parte, respectivamen-
cia al capítulo y el segundo al versículo. Por ejem- te, del versículo. Por ejemplo: Gn 2,4a indica que
plo: Mt 4,2 significa: Evangelio de Mateo, capítu- nos referimos al libro del Génesis, capítulo 2, versí-
lo 4, versículo 2. culo 4 en su primera parte. Estas letras, sin embar-
■■ El punto: Este signo se utiliza para significar “y”.
go, son poco utilizadas.
Por ejemplo: Gn 3,1.9 equivale a Libro del Géne-
sis, capítulo 3, versículos 1 y 9.
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Palabra creadora del Padre que llama a la existencia y a la vida.
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Palabra convertida en acontecimiento salvífico.
LA PALABRA
Palabra discernida en el seno de la historia.
Palabra proclamada por medio de sus servidores los profetas.
Palabra provocadora que no nos deja indiferentes.
Palabra encarnada en el Hijo.
Palabra identificada como Buena Noticia del Reino.
Palabra silenciada que resurge con poder.
Palabra dinámica y viva que no puede ser encadenada.
Palabra testimoniada y propagada con la fuerza del Espíritu.
Palabra poderosa que nos congrega como Iglesia.
Palabra puesta por escrito en el seno de la comunidad.
Palabra leída, meditada, orada, celebrada y hecha vida.