Aparato Respiratorio
Aparato Respiratorio
Aparato Respiratorio
NÚCLEO MATURÍN
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN FÍSICA
COORDINACIÓN DEL PROGRAMA DE EDUCACIÓN FÍSICA
MATURÍN – ESTADO MONAGAS
APARATO RESPIRATORIO
INTRODUCCION
El aparato respiratorio comprende la nariz, la faringe (garganta), la laringe (órgano de la voz), la
tráquea, los bronquios y los pulmones. Sus partes se pueden clasificar de acuerdo con su estructura y función.
De acuerdo con su estructura, el aparato respiratorio consta de dos partes: (1) el aparato respiratorio superior,
que abarca la nariz, la faringe y las estructuras asociadas; y (2) el aparato respiratorio inferior, que comprende la
laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones.
Desde el punto de vista fisiológico, el aparato respiratorio también se puede dividir en dos partes: (1) la
zona de conducción, que consiste en una serie de cavidades y tubos interconectados dentro y fuera de los
pulmones – la nariz, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, los bronquiolos y los bronquiolos terminales
– que filtran, calientan y humectan el aire, conduciéndolo a los pulmones; y (2) la zona respiratoria, constituida
por tejidos dentro de los pulmones donde tiene lugar el intercambio gaseoso – los bronquiolos respiratorios, los
conductos alveolares, los sacos alveolares y los alvéolos, los sitios de intercambio de gases entre el aire y la
sangre.
CONTROL DE LA RESPIRACIÓN
El centro respiratorio está constituido por el área rítmica bulbar, en el bulbo raquídeo y un área neumotáxica
y un área apnéustica en la protuberancia o puente.
El área inspiratoria establece el ritmo básico de la respiración.
Las áreas neumotáxica y apnéustica coordinan la transición entre la inspiración y la espiración.
Diversos factores pueden modificar la ventilación, incluyendo las influencias corticales, el reflejo de
insuflación; los estímulos químicos, como el oxígeno y el dióxido de carbono y los niveles de H +; la aferencia
del propioceptor, los cambios de la presión arterial, la estimulación del sistema límbico, la temperatura; el
dolor y la irritación de las vías aéreas.
Los diversos factores actuando sobre la respiración pueden dar lugar a la modificación de los movimientos
respiratorios, dando lugar a: tos, estornudo, suspiro, bostezo, sollozo, llanto, risa, hipo y la maniobra de
Valsalva.
Material informativo tomado de: Tortora, G. y Derrickson, B. (2006). Principios de Anatomía y Fisiología
Humana. 11ª Edición. México: Editorial Médica Panamericana. Pp. 174 – 191.