TOSHIBA
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ENTORNO
Ha sido considerado el más grande escándalo contable en el Japón, el cual consiste en la alteración de
los resultados de la empresa Toshiba, realizada durante 7 años.
Se asegura que las técnicas para este ocultamiento fueron realizadas con conocimientos contables
rudimentarios que un estudiante de primer año de contabilidad puede aprender en Japón, como puede
ser la anticipación en el registro de ingresos o el retraso de cargos a resultados de diversos gastos
DILEMA ETICO
¿Realmente Toshiba realizó prácticas antiéticas en sus informes financieros para atraer el interés de los
inversionistas extranjeros? Dentro de la crisis financiera mundial del año 2009, la empresa Toshiba
sufría aprietos en sus ventas, ingresos y la escasa generación de ganancias netas, por lo que los altos
directivos de la compañía decidieron por 7 años continuos inflar deliberadamente sus ganancias en
más de mil millones de dólares. A pesar del encubrimiento sistemático de la compañía, una comisión
investigadora independiente de Japón, detectó el manipulamiento de las cuentas de la empresa para sus
propios intereses.
A raíz del escándalo, se crearon comisiones de investigación independientes en el país nipón, la cual
reveló muchos casos de irregularidades en el manejo financiero en diversas áreas de su negocio.
Asimismo, la revelación tendría consecuencias muy graves en la empresa, como la reestructuración
del directorio, reformulación de ganancias y multas potencialmente elevadas.
Sin embargo, este caso fue muy resonante en el país debido a que existe una cultura corporativa
general de transparencia y honestidad en la información no solo contable. Nadie esperaba que la
décima empresa más importante de Japón hiciera irregularidades en sus cuentas, generando
implicancias diplomáticas y éticas. Por lo tanto, es necesario recalcar la definición y aplicación de la
información financiera, así como su relación con la ética y la moral empresarial.
Con ello se da a entender que la información financiera está preparado y presentado por contadores
públicos, sin embargo, deben de ser revisado y visado por el jefe inmediato, y hasta inclusive por el
Gerente General. El CEO de Toshiba, Hisao Tanaka, involucrado principal del escándalo, reconoció
no haber tenido conocimiento como lo muestra diversas publicaciones. A pesar de haber realizado el
inflamiento de las ganancias, estas fueron reflejadas en los estados financieros realizado por algún
contador y firmemente revisado por el Gerente General.
Ahora no queda duda que se cometió violación de los principios contables en la transparencia y
presentación de la información financiera. Pues según el IMCP (2006) pueden crearse amenazas al
incumplimiento de los principios fundamentales si el responsable de la elaboración de los estados
financieros se sienta presionado a asociarse con información engañosa.
La información financiera debe de reflejarse en los estados financieros cumpliendo los Principios de
Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA). En el caso de Toshiba, la empresa no ha cumplido
con los principios, incurriendo en implicancias éticas y morales. Según Quevedo (2005) el principio
contable de Confiabilidad lo define como una cualidad de la información que garantiza transparencia y
fiabilidad. Es claramente identificable que la manipulación de la información financiera de Toshiba
fue engañosa y manejable para su beneficio propio.
El principio de Comparabilidad consiste en que la información financiera se puede comparar con otra
información similar de otra empresa, así como los cambios en los procedimientos contables. Toshiba
realizó el aumento de ingresos en sus estados financieros, sin embargo, no informó o comunicó dicho
cambio y en que consistió dicho cambio con transparencia.
Por otro lado, Stickney C., Weil R., Schipper K., Francis J. & Avolio B. (2012), muestran que el
principio de Consistencia es:
Principio contable que establece que las políticas y prácticas contables utilizadas para preparar y
presentar los estados financieros deben ser aplicadas de manera uniforme de un ejercicio a otro, salvo
que el cambio en dichas políticas contables resulte de una variación significativa en la naturaleza de
las operaciones de la empresa; o una revisión de la presentación de sus estados financieros demuestre
que dará lugar a una presentación más apropiada de los mismos; o que el cambio sea requerido por una
Norma Internacional de Contabilidad en cuyo caso se debe revelar por medio de una nota aclaratoria el
efecto de los estados financieros. (p.795). Toshiba efectuó cambios en sus estados financieros
alterando la presentación del ejercicio entre los años 2008 y 2015, sin que se realice una variación
significativa en las operaciones de la empresa, o un cambio en la presentación de forma más
apropiada.
Y, por último, Toshiba no reconoció los ingresos inflados en el (2012) sobre el principio de
realización:
Principio contable que establece que los ingresos se reconocen como tales en el período en el que
cumplen con dos requisitos básicos: a) vendedor ha transferido al comprador los riesgos y beneficios
inherentes a bien materia de la venta; b) cuando no existe incertidumbre sobre el pago que se deriva de
la venta, los costos en los que se haya incurrido o que se vaya a incurrir, la posibilidad que las
mercaderías puedan ser devueltas. (p. 817).
Por lo tanto, Toshiba y toda su organización, incluido a los involucrados en la elaboración de los
estados financieros, fueron partícipes del encubrimiento por más de siete años de ganancias o
beneficios operativos inflados, con el hecho de atraer inversionistas para generar nuevas líneas de
negocio en el país nipón, específicamente en su empresa. Estos hechos antiéticos tuvieron
repercusiones en las inversiones extranjeras en el rubro tecnológico de forma negativa.
CONCLUSIONES
Este tipo de fraudes dejan enormes enseñanzas al área contable. La primera de ellas es que los altos
directivos rechazan su responsabilidad e insisten en que no dieron instrucciones de alterar cifras, sólo
dejaron que los empleados actuaran interpretando sus deseos. Una de las maneras de lograr lo anterior
es poner objetivos casi imposibles de alcanzar lo que, aunado a la admirable cultura japonesa de
obediencia y lealtad, llevó a los empleados a falsear las cifras, al no poder lograrlas por los caminos
normales y legales.
La segunda es que una vez rota la barrera de alterar una cifra, se llega a las subsiguientes
modificaciones sin problemas y, muchas veces, suceden porque el primer fraude en una división de la
empresa exhibe como ineficientes a las demás y las obliga a presentar ganancias, y esto también se
expande en el tiempo, porque los objetivos de los siguientes años se vuelven, a su vez, imposibles de
lograr. Se genera un efecto dominó que algunos calificarían de círculo vicioso. La cuestión afectó
hasta al gobierno, ya que uno de los directores de la empresa implicados, Norio Sasaki, era miembro
de un panel de consejeros del primer ministro.