Derecho A Tener Una Familia: Adopción Homoparental, Entre Prejuicios Y Realidades
Derecho A Tener Una Familia: Adopción Homoparental, Entre Prejuicios Y Realidades
Derecho A Tener Una Familia: Adopción Homoparental, Entre Prejuicios Y Realidades
Resumen.
En este trabajo se realiza una investigación sobre la adopción homoparental, iniciando con
los primeros cimientos del movimiento LGBT en México el cual buscaba un
reconocimiento de sus derechos, esto con la finalidad de otorgar un panorama amplio sobre
la lucha que ha llevado el movimiento como tal, siguiendo con la exposición del llamado
matrimonio igualitario y su regulación en México, comenzando con la aparición de la
llamada Sociedad de Convivencias, la cual fue una antesala a la regulación del matrimonio
igualitario que actualmente tiene reconocimiento en algunos estados de la república gracias
a las Jurisprudencia 43/2015 que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero en
otros estados con mayor influencia religiosa se ha detenido la regulación por lo que no
pueden acceder tan fácilmente a este derecho. Por otra parte como consecuencia del
matrimonio se encuentra la adopción que ha sido severamente negada a los homosexuales,
debido principalmente a los prejuicios que existen, destacando la pederastia y señalización
de los homosexuales como malos elementos para la crianza de un menor. La Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha emitido ya jurisprudencias que avalan las adopciones
homoparentales, al reconocer que es inconcebible que se les excluya de este derecho por
sus preferencias sexuales, el cual carece de relevancia en el rol de padre o madre. Por su
parte los opositores argumentan que los menores adoptados por homosexuales van a sufrir
homofobia social. Por lo anterior, resulta indispensable la intervención del Estado para
sensibilizar a la población sobre las familias homoparentales, lograr su inclusión en la vida
cotidiana del sector social y derribar el estigma existente, así como garantizar el derecho de
los niños a pertenecer a una familia que jurídicamente sea protegida para lograr
desarrollarse plenamente como miembro de la sociedad.
Introducción
Existen otros términos peyorativos o eufemísticos que también son usados para
describir a los homosexuales y los cuales hasta determinado punto son socialmente
utilizados y aceptados pero que de ninguna forma deberían ser tomados como normales.
Actualmente se les denomina como gays a los hombres homosexuales y como lesbianas a
las mujeres homosexuales.
1. .- Los hombres y mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna
por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutaran de
iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante y en caso de disolución del matrimonio
2. …
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
En el citado artículo se muestran dos puntos que son relevantes, el primero de ellos
nos habla sobre el matrimonio, ya que hace una separación de géneros al decir “los
hombres y las mujeres” resaltando que es un derecho individual y no especificando que el
matrimonio deba ser solamente entre un hombre y una mujer. En cuanto a la familia la
DUDH otorga una referencia, al decir el “elemento natural y fundamental” muchos utilizan
este término afirmando que el elemento natural al que se hace alusión es la unión de un
óvulo y un espermatozoide ya que esto es lo considerado natural.
Exponiendo que podría ser natural en cuanto a que el hombre es un ser social que
necesita de los demás, enfocándonos en la naturaleza social y no sexual del ser humano, y
al hablar del elemento fundamental de la sociedad se entiende que es la familia la que
forma y educa a los ciudadanos que dentro de ella se desarrollan y que en un determinado
tiempo de su vida van a servirle.
Por lo tanto una familia protegida y con valores hará buenos ciudadanos sin que esto
quiera decir necesariamente que el hecho de que dos padres sean heterosexuales se tome
como sinónimo de buenos hijos y por lo tanto buenos elementos de la sociedad, ya que la
realidad no es así y, tampoco se afirma que los homosexuales sean perfectos para educar,
dependerá de cada individuo, sus valores, educación, moral e intelecto, los que harán de
este un buen elemento para la sociedad como para ser educador de un menor dentro del rol
de padre o madre.
Así la lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas homosexuales
llegó a plasmarse por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el año 2015 cuando
emitió una jurisprudencia que fue celebrada por el colectivo LGBT, ésta es la
Jurisprudencia 43/2015 en donde sucintamente se expresa que todos aquellos Códigos
Civiles que definan al matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, son
anticonstitucionales.
De donde se extrae que pretender vincular los requisitos del matrimonio a las
preferencias sexuales de quienes pueden acceder al matrimonio es discriminatorio, porque
no constituye un aspecto relevante para hacer la distinción en relación con el fin
constitucionalmente imperioso, ya que la intención del matrimonio no es la procreación por
lo que resulta injustificado que la unión sea únicamente heterosexual, en consecuencia
ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno tanto por parte de autoridades
estatales como de particulares pueden disminuir o restringir los derechos de una persona a
partir de su orientación sexual.
Por su parte el Estado de Colima reformó el artículo 147 para incluir la unión entre
personas del mismo sexo pero bajo la figura de “enlace conyugal” haciendo una
diferenciación entre matrimonio el cual es para los heterosexuales y el citado es exclusivo
para homosexuales, quienes tienen prohibido adoptar. Por otro lado en el Estado de Jalisco
se expidió la llamada “Ley de libre convivencia del Estado de Jalisco” la cual buscó cobijar
a las uniones homosexuales pero no ha tenido la aceptación que se buscaba por qué no
logra dar muchos beneficios a las personas unidas, que pueden ser mas de dos, así también
a principios del año 2016 anunció que se regularían las uniones entre homosexuales, misma
que aún está pendiente.
Los Estados que recientemente han anunciado que modificaran sus códigos civiles
para dar paso a los matrimonios igualitarios son: Michoacán de Ocampo, Morelos, Hidalgo,
Guerrero, Chihuahua y Chiapas. En los demás Estados de la república aun no ha existido la
apertura para debatir la inclusión de los matrimonios igualitarios dentro de sus Códigos, a
pesar de que la SCJN los avala y declara inconstitucionales aquellos códigos que expresen
al matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.
Actualmente las expresiones de odio que más se han visibilizado son las convocadas
por el denominado “Frente Nacional por la Familia” que han dejado como consecuencia en
primer lugar la no regulación de los matrimonios igualitarios y en segundo lugar las
adopciones homoparentales, aunado a esto se ha provocado más discriminación contra el
sector LGBT, ya qué se ve una creciente y visible ola de homofobia y transfobia, la cual
lamentablemente han terminado en asesinatos y violencia.
Otras causas de rechazo son que un gran porcentaje de la población desconoce sobre
estos temas y no son educados al respecto, lugares en donde rigen usos y costumbres que
no dan cabida a comportamientos que están fuera de lo establecido, lo que provoca que
personas que son homosexuales deban vivir una vida en secreto, en donde traten de
amoldarse a las exigencias sociales y no a las propias, cuya finalidad es la de ser aceptado y
no rechazado por su círculos sociales.
Hablar de adopción homoparental o específicamente de formación de familias
homoparentales, continua siendo un tabú en muchos sectores de la sociedad mexicana, no
obstante dependerá del entorno del individuo, ya que una población más tolerante respecto
a la homosexualidad es aquella que tiene más acceso a la educación.
La adopción para Tapia (2013) significa recibir como hijo con las solemnidades y
cumpliendo los requisitos legales, al que no lo es jurídicamente; es una institución de
interés público en donde una persona adquiere mediante una sentencia judicial la filiación
de hijo.
Por otra parte Pellegrini (2014) argumenta que la finalidad de la adopción es brindar
a un niño un ámbito familiar que garantice su desarrollo físico, psicológico y emocional, es
decir, que procure el alcance pleno de su personalidad en el marco de un grupo familiar.
En México son pocos los Estados que admiten el matrimonio igualitario y son
mucho más bajos los porcentajes de quienes admiten que dos personas del mismo sexo
puedan criar a un menor en el rol de padre o madre, esto alegando que es el interés superior
del menor un impedimento para que estos puedan ser adoptados pues existiría un rechazo y
discriminación social. Subrayando que el interés superior del menor es anteponer todo al
niño/a, procurando que sus propósitos y necesidades sean aseguradas, satisfechas y que no
se vulneren sus derechos lo cual en principio debe ser tarea de la figura parental.
El Estado por su parte debe implementar todas las medidas que sean necesarias para
que la sociedad sea un factor de protección, al mismo tiempo que se inculque en el menor
los valores y respeto tanto de los derechos como de la diversidad que existe, el Estado debe
encontrarse en posibilidades de alentar los medios que propicien la correcta educación y
acceso a la información para los menores, la cual debe ser de calidad.
Resultando que en efecto el interés superior del menor se vería afectado a causa de
que dos personas del mismo sexo adopten a un menor, pero no será causa directa de sus
preferencias sexuales, si no que, sería por causa de la sociedad la cual provocaría
discriminación hacia ellos, destacando los prejuicios que existen en torno a ellos.
Hablar de un modelo ideal de familia resulta imposible, ya que son los lazos de
afectividad y no los biológicos, los que deben considerarse al momento de hablar sobre la
familia, ya que podemos encontrar diferentes tipos de familia, como por ejemplo, las
familias reconstruidas, las de profesión, las de uniones de hecho, las monoparentales, las de
padres separados, las unifamiliares, homoparentales y las de sociedades de convivencia, por
lo que la protección del Estado debe enfocarse en todos los tipos de familia y no en una
sola.
Los homosexuales son individuos que han sido rechazados por la sociedad, y a los
que se les han negado sus derechos que por ley les corresponden, han sido tratados como
ciudadanos de segunda clase al no permitirles unirse en matrimonio por la creencia de que
esta institución solo deben responder a un mal llamado orden natural, implementado
principalmente por prejuicios, miedos y estigmas que son perpetuados por el pensamiento
colectivo, tradicional y machista en el que nos desenvolvemos en México.
Existen prejuicios que influyen de manera negativa sobre cómo será la crianza por
personas del mismo sexo, a saber:
Desde luego éste argumento no puede tomarse como válido, ya se han realizado
estudios donde se demuestra que nada tiene que ver la homosexualidad de los padres con la
orientación sexual de los hijos, por su parte la Academy of pedratrics señala en primer lugar
que los niños merecen tener dos padres reconocidos legalmente, y que los niños que crecen
con uno o dos padres homosexuales son iguales tanto en funcionamiento cognitivo como
social y sexual que los niños cuyos padres son heterosexuales, ya que el desarrollo óptimo
de los niños parece estar influido por la naturaleza de las relaciones e interacciones dentro
de la unidad familiar que por la forma estructural que toma (Herrera, 2010).
Por lo que respecta a la homofobia social, ésta es una mirada negativa sobre la
adopción por parte de personas del mismo sexo que no se basa en la habilidad para cuidar y
hacerse cargo de la crianza de un niño, si no por la discriminación a la que ellos estarían
expuestos, es miedo en sí, a la idea de un menor expuesto a la figura de dos homosexuales
hombres o mujeres, actuando de la manera incorrecta como han sido presentados en los
medios; en realidad existen tanto como heterosexuales como homosexuales que no son
adecuados para el rol de padres, como es que existen personas que son ideales para
desempeñar este rol, no se puede limitar a unos por causas de otros.
Al respecto se opina que no se necesita conocer el efecto que puede existir en los
niños por vivir en familias de parejas del mismo sexo, pues está constitucionalmente
vedado no considerarlas una familia protegida por la constitución o una familia
“amenazante” o “disfuncional” para los niños: la Constitución hace que la misma
averiguación sea innecesaria (Vázquez, 2012).
En cuanto a la imagen que de los homosexuales se presenta en los medios, estos los
distorsionan al grado de exponerlos como una burla de sí mismos, además de presentarlos
como extremadamente femeninos, promiscuos y carentes de educación, lo que ha causado
la señalización social de estos como personas no aptas para el rol de padres, por
consiguiente cada vez los homosexuales se exhiben como son representados en los medios,
lo que lleva culmina en una evidente desvalorización de la imagen de estos, causando por
otro lado la represión de los homosexuales por temor a ser señalados como tal y un sentido
negativo.
Por otra parte existe la Tesis Aislada XXIII/2011 en donde se enuncia que la familia
no obedece a un modelo o estructura especifico, más bien es un concepto social y dinámico
que como tal el legislador ordinario debe proteger, por lo que si el matrimonio igualitario
no violenta la Constitución, es insostenible que las parejas homosexuales puedan acceder
solo al matrimonio y no puedan conformar una familia, acentuando que ello incide en la
protección de los derechos de la niñez, como es crecer dentro de una familia y no ser
discriminado o visto en condiciones de inferioridad por el tipo de familia al que pertenezca.
Se dice que los diagnósticos se les dan a los hijos de familias homoparentales con
base en prejuicios y con mala aplicación de modelos de evaluación enfocados solamente en
la figura paterna heterosexual de la familia tradicional.
Otro ejemplo de los prejuicios existentes en México, es que les sucedió a una pareja
de hombres que querían adoptar a un menor, pero que tuvieron que optar por una niña, esto
pensando en que los profesionales de la psicología responsables de la adopción no basarían
su decisión en la sospecha de que ellos pudieran abusar del menor. Así se muestra que el
cambio legislativo que permite el matrimonio resulta insuficiente si los profesiones de los
que depende la toma de decisiones siguen siendo educados bajo la perfectiva del déficit y
mediante marcos que no se han actualizado o resultan homófobos (Angulo, et al.2012).
Discusión y conclusión
Por otra parte y siguiendo el rumbo de los prejuicios, los medios presentan a los
homosexuales de una manera distorsionada, habiendo ciertos miembros de la sociedad
tienen a actuar de la manera que se muestra en los medios, es decir, afeminados,
promiscuos, etc. O las mujeres tienen a volverse masculinas perdiendo con ello el sentido
de su esencia; pero no por ello se puede decir que todos los homosexuales sean así, razón
por la cual el Estado debe de implementar programas que alienten la inclusión de los
homosexuales, esto se logrará en primer lugar con la participación conjunta de sociedad y
Estado a través de diversas tácticas que conlleven a la aceptación en general.
Los matrimonios entre personas del mismo sexo deberían ser ya en la República
Mexicana una realidad, esto en consideración a los diversos aparatos legales de los que
México forma parte y por supuesto las diversas tesis y jurisprudencias que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha emitido a favor de los homosexuales, la tarea de los
Estados es la de regular acorde a la realidad social imperante, está de mas mencionar que la
homosexualidad es algo que existe en todas partes del mundo y desde luego que México es
parte importante de ello, por lo que resulta lascivo el excluir a cierto grupo de personas en
razón de su orientación sexual, mismo que son tratados como ciudadanos de segunda clase,
lo que la Suprema Corte ha marcado como discriminatorio, así también como los discursos
de odio que se expresan sobre todo en ámbitos religiosos en contra de los homosexuales,
mismos que son cada vez más evidentes en las marchas “pro familia” que buscan el
reconocimiento de un único modelo de familia, el cual desde luego es heterosexual y
machista.
Así pues, tampoco es plausible decir que debería existir un solo modelo ideal de
familia, ya que resultaría imposible definirlo, las leyes como tal protegen a todo tipo de
familias, siendo que el fundamento de estas más que ser por consanguinidad, es por lazos
de aceptación, amor y respeto que existen en ellos, la familia es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y por lo tanto debe protegerse sin importar las naturalezas que
la constituyan.