Jukat 2018

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Volumen II

Parshat Jukat

Acerca del rol del


Moshe Rabeinu de la generación

Se publica en ocasión de Shabat Parshat Jukat 5778


Bsd

En esta Sijá el Rebe aborda nada más y nada menos el tema de la


función que tenía Moshé Rabeinu como líder de Israel, y lo traslada
claramente a los judíos de nuestra generación, con nuestro Moshé a la
cabeza.

Esta traducción al Español es libre. El texto en negrita corresponde


al original de la Sijá, mientras que las palabras y frases en letra clara
son agregados del Editor según su interpretación de la Sijá, puestos
de manera tal que si el lector los saltea accede a la Sijá propiamente
dicha.

5 de Tamuz 5778
2
Textos originales: Likutei Sijot (ídish) Volumen II, págs.: 331 - 336.

Traducción, Edición y Revisión final:


Rabinos David Stoler y Natán Grunblatt

Likutei Sijot
Bsd.

1. En los Midrashím de nuestros Sabios vinculados a la Sección


Jukat se comenta que las Nubes de Gloria que guiaban y protegían
al pueblo judío durante su travesía por el desierto estaban gracias
al mérito de Aharón; el Manantial, la roca de la que fluía agua y
los abastecía en ese mismo período, fue por el mérito de Miriam;
y el Maná, el alimento que caía del cielo, por el mérito de Moshé.
Cuando Aharón y Miriam partieron de este mundo, las Nubes de
Gloria y el Manantial desaparecieron, pero luego, en mérito de
Moshé1, fueron restituidos.
Si bien la Torá es un libro de Jojmá (sabiduría) –como declara el
versículo: ‘Pues ella es vuestra sabiduría y entendimiento a los ojos
de las naciones’2–, esta no es llamada Jojmá sino Torá, expresión
que deriva de la palabra horaá3 –instrucción, enseñanza–, porque
cada tema y concepto relatado en la Torá siempre constituye una 1
horaá, una instrucción eterna para ser puesta en práctica en el día a
día en todo lugar.
Esto significa que no sólo los preceptos de la Torá en sus dos
categorías generales de 1) mitzvot asé –Preceptos Positivos, harás– y 2)
mitzvot lo taasé –Preceptos Negativos, no harás– son una enseñanza
para la vida, sino también los relatos de la Torá nos proporcionan
lecciones para la vida4. De hecho, podemos observar que incluso
las mitzvot mismas, que indiscutiblemente son instrucciones para el
comportamiento, no fueron escritas en la Torá como ordenanzas
directas, sino como parte de una narración – ‘Di-s habló a Moshé’ y
luego ‘Moshé habló al pueblo judío’. Así, tal como las mitzvot, que
1 Taanít 9a.
2 Deuteronomio 4:6.
3 Zohar III, 53b. Gur Arié (del Maharal de Praga) al comienzo de Bereshít, en nombre
de Radak.
4 Véase Zohar III, 152a; e Ibíd. 149a-b.

Likutei Sijot
pese a haber sido escritas con un estilo narrativo son lecciones, del
mismo modo los relatos de la Torá son enseñanzas, pues también
ellos son parte integral de la Torá que, como se dijera, significa
horaá, instrucción.
(A ello se debe que Maimónides escriba5, y en la Guemará6
también se insinúe el mismo concepto, que no hay diferencia
alguna en cuanto a su santidad, entre los versículos ‘Timná era
concubina...’7 y ‘Oye Israel, Di-s es nuestro Señor, Di-s es Uno’8.
Si bien el versículo ‘Oye Israel...’ hace referencia a uno de los
principales preceptos de la Torá, el de la Unicidad de Di-s, en tanto
que el versículo ‘Timná era...’ es apenas un mero relato, aun así, en
vista de que ambos son narración de la Torá, ambos son instrucción,
y ambos constituyen la Sabiduría y Voluntad de Di-s; por lo tanto,
conceptualmente tienen el mismo peso, no hay entre ellos diferencia
alguna).
Y tal como todos los relatos de la Torá constituyen enseñanzas,
así también el mencionado relato –de las Nubes de Gloria, el Maná
2 y el Manantial, en mérito de Moshé, Aharón y Miriám– es una lección
para la vida.

2. Estos tres elementos, que a su vez representan tres temas


diferentes –‘Nubes de Gloria’, ‘Maná’ y ‘Manantial’–, pueden
entenderse también conceptualmente y de hecho todos aluden a tres
niveles y aspectos que están presentes en la propia Torá.
Para entender la relación entre los tres elementos mencionados y
la Torá, debemos prologar el significado simple, físico y concreto de
cada uno de ellos, en el contexto histórico de la salida del pueblo judío
5 Perush HaMishnaiot de Maimónides, Introducción a Sanhedrín, cap. 10, principio
8, en las ediciones estándar, comparando el versículo citado frente a Génesis 10:6 y 36:3
(como ejemplos de versículos en apariencia irrelevantes en la Torá). En la edición de Kápaj no
se cita este versículo.
6 Sanhedrín 99b. Y en Talmud Ierushalmí, Sanhedrín 10:1, refiriéndose al citado versículo
junto con Génesis 36:12, ‘Y la hermana de Lotán era Timná’.
7 Génesis 36:22.
8 Deuteronomio 6:4.

Likutei Sijot
de Egipto:
Las Nubes de Gloria protegían a los judíos de factores externos.
Ofrecían protección de cualquier fenómeno que se originase en
alguno de los cuatro puntos cardinales: mataban a las serpientes
del desierto, allanaban los terrenos montañosos9 y dispersaban toda
molestia producto de la naturaleza. Además, mantenían limpias las
vestimentas de todo el pueblo, como está dicho10: ‘Tus vestimentas
no se deterioraron’11. Todos estos son aspectos que hacen a la
protección externa.
El Maná era una substancia comestible, y en él se podía
saborear cualquier gusto que se deseara12. La ingesta de alimentos
consiste en incorporar e internalizar lo que se ingiere.
El Manantial, agua, no es por sí mismo un alimento. Por eso
dice Maimónides13 que no se hace un eruv con agua14, pues el agua
no sacia, y un eruv sólo puede hacerse con algo que sacie. Por otro
lado, la función del agua es transportar el alimento ingerido a todas
las partes del cuerpo.
Estos tres elementos también están presentes en la Torá: hay en 3
la Torá una facultad mediante la cual esta penetra en la persona.
También contiene la faceta que brinda protección externa, y
asimismo también transporta estos dos aspectos a todos los judíos,
cuyas almas conforman un gran cuerpo15.

9 Mejilta Beshalaj, Petijta; Bamidbar Rabá 1:2; Tanjumá, Beshalaj, 3.


10 Deuteronomio 8:4. Véase el comentario de Rashi sobre el versículo.
11 Pesiktá deRav Kahaná, cap. 10 (Ed. Buber pág. 92a-b); Devarím Rabá 7:11.
12 Iomá 75a.
13 Perush HaMishnaiot de Maimónides, Eruvín 3:1.
14 En Shabat no está permitido caminar más allá de 2000 codos de los límites del pueblo
o la ciudad en que uno se encuentra. Este límite puede extenderse por medio de un eruv, que
consiste en cierta cantidad de comida que se coloca, antes de la entrada del Shabat, en un
lugar específico dentro de los 2000 codos, estableciendo así una ‘residencia’ en ese lugar. Ello
permitirá recorrer una distancia de 2000 adicionales desde ese lugar. Se puede hacer este eruv
con cualquier clase de alimento menos agua y sal. Eruvín 26b. Véase Kitzur Shulján Aruj (Ed.
Kehot Lubavitch Sudamericana, Bs. As. 2015), vol. 1, cap. 94.
15 Véase Dérej Mitzvotéja del Rebe Tzemaj Tzedek, Mitzvat Ahavat Israel.

Likutei Sijot
3. Como ya se explicó, el vocablo Torá deriva de horaá,
‘enseñanza’; es decir, la Torá nos indica cómo debemos conducirnos
en nuestra vida. Este es el aspecto de la Torá que penetra en el
interior de la persona, así como el Maná que llegaba a las entrañas
del judío: la Torá debe estudiarse y ser entendida incorporándola e
internalizándola para saber cómo debe ser la conducta propia, la
de su familia y la de sus hijos.
Según esta analogía que compara la Torá con el Maná,
existen diferencias entre un judío y otro. Internalizar conceptos
es algo muy personal, de modo que cada cual lo hace conforme
sus características individuales. Del mismo modo, el Maná era
recibido de maneras diferentes, extremadamente distantes, desde
un pan completamente listo para su ingesta, hasta algo que debía
triturarse en un mortero: los tzadikím –hombres piadosos, de
conducta intachable– lo recibían listo para su consumo inmediato,
pero los reshaím –pecadores– lo recibían diferente16. En contraste,
en cuanto a las Nubes de Gloria y el Manantial no había diferencia
4 alguna. Las Nubes cubrían y protegían, y el Manantial abastecía, a
todo el pueblo por igual; sólo con el Maná había diferencias, ya que
este era algo interior, personal de cada uno. Lo mismo sucede con
la mitzvá de estudiar Torá: algunos, si las circunstancias no se lo
permiten de otro modo, cumplen su obligación de estudiarla con
el mero recitado del Shemá17, mientras que otros deben estudiarla
todo el día18.
El mismo criterio se aplica a los hidurím de mitzvá19. Cada uno
16 Iomá 75a.
17 Menajot 99b. Shulján Aruj del Alter Rebe, Hiljot Talmud Torá 3:4 (en vers. española:
Leyes del Estudio de la Torá, Ed. Kehot Lubavitch Sudamericana (Bs. As. 2013), págs. 92-93).
18 Véase Torá Or, Ester 98c.
19 Hidur mitzvá es el ‘adorno’ de la mitzvá, como declara el versículo: ‘Este es mi Di-s y lo
embelleceré’ (Éxodo 15:2); esto significa, ‘adórnate ante Él en el cumplimiento de las mitzvot:
haz una linda sucá en Su honor, un hermoso lulav...’; Shabat 133b. Así, hidur mitzvá significa
ir más allá de la obligación mínima exigida por la Ley Judía. Uno debe agregar hasta un tercio
más del gasto ordinario que ocasiona la observancia mínima (Bavá Kamá 9b). Véase también
Likutéi Sijot, vol. I, Bereshit, pág. 180. Véase Likutéi Torá, Matot 84d, y también Kuntrés
HaAvodá, cap.7.

Likutei Sijot
debe hacerlos conforme su nivel en el servicio a Di-s. Es más: hay
hidurím de mitzvá que por ser muy especiales y específicos son
obligatorios sólo para aquel que se encuentra en el nivel espiritual
que amerita practicarlos, pero otro, que no está en ese nivel, tiene
prohibido hacerlos ya que parecería presuntuoso de su parte20.
Por lo tanto, las mismas cosas que a la persona común le están
prohibidas, son obligatorias para gente prominente, y con un grado
de responsabilidad tal que de no llevarlas a la práctica, su actitud
se consideraría un Jilul Hashem –profanación del Nombre de Di-s–
Di-s nos libre21.

4. La Torá también tiene la cualidad análoga al aspecto de


‘Nubes de Gloria’, y mediante ésta brinda protección externa.
Cuando la persona debe salir al ‘desierto’ –este plano físico
de la Creación, que es llamado el ‘mundo de las kelipot y la sitrá
ajará’22– un ‘desierto grande y temible... en el que no hay agua’
sino sólo kelipot, ‘culebras, serpientes venenosas y escorpiones’23,
de todo esto el judío se protege con la fuerza de mesirut néfesh – 5
entrega incondicional a Di-s más allá de la razón– inherente en cada
judío, sin excepción. Esta fuerza se nutre del hecho de que Israel, el
nombre de cada judío, está formado por las iniciales de ‘Iesh Shishím
Ribó Otiot LaTorá –hay Seiscientas Mil Letras en la Torá’24–. Así,

20 Véase Berajot 17b (y el comentario de Rashi que comienza con la palabra lo; Tosafot
que comienza con la palabra Rav Sheshet); Taanít 10b (Rashi bajo la palabra osé y las palabras
Rabí Iosi); Talmud Ierushalmí, Berajot 2:9.
21 Véase Iomá 86a; Mishné Torá de Maimónides, Hiljot Iesodei HaTorá 5:11.
22 Véase Tania, fin del cap. 6. (vers. española: Tania Completo, Ed. Kehot Lubavitch
Sudamericana (Bs. As. 2015), pág. 38).
23 Deuteronomio 8:15.
24 Rabí Jaím Vital, Etz HaDaat Tov, Itró, sobre Éxodo 20:1 (12d). Megalé Amukot ofan
186 (citado en Ialkut Reuvení comienzo de Bereshit, Ialkut Jadash, bajo la palabra Torá,
párr. 178, y otras fuentes). Algunos hacen referencia a Zohar Jadash, Rut 88c. Compárese
con Zohar Jadash, Shir 74d, y Nitzutzé Zohar, nota 10. Obviamente, existen más de 600.000
judíos (¡que se multipliquen cada vez más!). Sin embargo, el número 600.000 alude al
número de las raíces de sus almas, “y cada alma-raíz se subdivide en 600.000 ‘chispas’,
cada una de las cuales es una neshamá”, Tania, cap. 37 (Tania Completo, pág. 188), véase
allí. Sobre el principio de que hay 600.000 letras en la Torá que se corresponden con las

Likutei Sijot
todo judío, en virtud de su condición de Israel, mantiene su conexión
con la Torá y a través de ella con Di-s, Dador de la Torá, de modo que
entre todas las almas judías forman un Rollo de Torá perfecto, pues
la integridad de un Rollo de Torá depende exclusivamente de la
presencia de todas sus letras25, cada una de ellas representada por
un judío. Por lo tanto, cada judío, incluso aquel del más bajo nivel
espiritual, posee en su interior, por el mero hecho de ser un miembro
de la Comunidad de Israel y hallarse conectado a la Torá, el poder de
mesirut néfesh: puede entregar su vida en aras de la Santificación
del Nombre de Di-s.
Este es el aspecto de ‘Nubes de Gloria’ presente en la Torá.
Las Nubes de Gloria abarcaron y circundaron a todos los judíos
desde el momento de Kriat Iam Suf –la Partición del Mar– hasta
que entraron a la Tierra de Israel. Ellas circundaban incluso a
aquellos que llevaron consigo al salir de Egipto un pésel –una
estatuilla idolátrica–26. Así, también hay un aspecto de la Torá –el
que agrupa a sus 600.000 letras– que abarca a todos los judíos,
6 desde el más ‘grande entre los grandes’ hasta el más ‘bajo entre los
bajos’, brindándoles la fuerza y firmeza para atravesar el ‘gran y
temible desierto’ sin verse afectados por la presencia de ‘culebras,
serpientes venenosas y escorpiones’, y mantenerse ‘parados’
imbuidos con un sentimiento de mesirut néfesh.
El Rebe anterior, mi suegro, relató27 que al comienzo de la II
Guerra Mundial, cuando caían bombas sobre Varsovia, la gente
huía a esconderse. En una de esas oportunidades, un gran grupo
se hallaba reunido en un mismo refugio. Entre ellos, estaba el Rebe,
y junto a él había gente de nivel intermedio, personas comunes, y
algunos que pensaban que nada tenían que ver con el judaísmo.
600.000 raíces de almas de Israel, véase Likutéi Torá, Behar 41b y 43d, y Likutéi Sijot, vol. VII,
pág. 33, y vol. XX pág. 419.
25 Véase Zohar III, 71a, Tikunéi Zohar 25.
26 Mijá, uno de los que salió en el Éxodo, tenía un pésel que hizo mientras estaba en
Egipto y lo cargó consigo durante su travesía por el desierto. Véase Mejilta Bo, Pisjá 14; Rashi
sobre Sanhedrín 103b, bajo la palabra ze pisló.
27 Séfer HaSijot, verano del año 5700, pág. 12.

Likutei Sijot
Cuando una bomba explotó cerca de allí, todos exclamaron al
unísono ¡‘Shemá Israel...’!
En el momento en que se ‘toca’ la Iejidá del alma, la esencia
del alma –si bien es difícil llegar a ella, pero cuando ello sucede, ya
sea debido a circunstancias extremas como el episodio citado o de
manera placentera– incluso el judío de más bajo nivel espiritual
grita el ‘Shemá Israel’ con la misma firmeza e intensidad que un
líder de Israel.
Quizás ellos exclamaron ‘Shemá Israel’ porque se hallaban
en el mismo recinto que el Rebe, el ‘Alma General’ que abarca a
todo el pueblo judío, de la cual ellos eran partes específicas28. Esa
proximidad, sin embargo, solo causó que se despertara su Iejidá.
El grito de ‘Shemá Israel’ surgió de ellos, de su propia Iejidá.

5. Para que en todo judío se manifiesten las dimensiones de


‘Maná’ y de ‘Nubes de Gloria’ presentes en la Torá, se necesita el
aspecto ‘Manantial de Agua’ de la Torá.
La explicación del concepto es la siguiente: 7
Tal como el agua desciende de un sitio alto hacia uno bajo29, del
mismo modo la Torá30 descendió y se invistió ‘abajo’31, y hablando
el idioma de quienes habitan el plano inferior de la Creación, esto
sería: ‘una bella sabiduría en un recipiente sucio’32. En virtud de
este descenso de la Torá, al igual que el agua, todo judío, cuando
recita un párrafo de la Torá Shebijtav –la Torá Escrita– (aunque no
entienda el significado de las palabras33), o estudia Torá Shebeal pe

28 Los líderes espirituales de Israel tienen raíces de almas globales abarcadoras, que
contienen las almas individuales a su cargo (véase Zohar II 47a y 198a, y compárese con Tania,
cap. 2 [Tania Completo, pág. 24]). Pues la ‘cabeza de la generación’ es toda la generación
(Zohar II 47a, Bamidbar Rabá 19:28, y Tanjumá, Jukat 23). De esta manera ellos causan que
en estas almas se despierte un sentimiento de teshuvá.
29 Taanit 7a.
30 Que es comparada con el agua, Taanit ibíd.
31 Tania, cap. 4 (Tania Completo, pág. 30).
32 Véase Taanit 7a.
33 Véase Hiljot Talmud Torá del Alter Rebe, 2:12-13 (Leyes del Estudio de la Torá, pág. 74).

Likutei Sijot
–la Torá Oral– (aunque no entienda más que su significado simple),
mediante ello, es decir, al conectarse con la Torá tal como esta
descendió a su nivel, puede manifestar e incorporar en sí mismo
las dimensiones de ‘Maná’ y de ‘Nubes de Gloria’ contenidos en
la Torá.
Tal como el agua transporta el alimento a todas las partes del
cuerpo, lo mismo sucede con el ‘Agua’ de la Torá. Cuando la Torá
descendió y se invistió ‘abajo’, trajo consigo el ‘Maná de la Torá’
y las ‘Nubes de Gloria de la Torá’ para todo el ‘Campamento de
Israel’, para cada hombre y mujer judíos34, satisfaciendo todas y
cada una de sus necesidades.

6. Ahora podemos entender por qué el Maná se relaciona


con Moshé, las Nubes de Gloria con Aharón y el Manantial con
Miriam.
Moshé era el ‘Pastor de Israel’. Él se hizo cargo de cada uno
conforme sus necesidades individuales. Se cuenta que cuando
8 pastoreaba el ganado daba de comer pasto suave a los animales
jóvenes, y rígido a los mayores35, pues el pastoreo guarda relación
con el ser interior y por ende debe ajustarse a cada uno. Es por
ello que el Maná, que es alimento interior y está vinculado a las
diferencias de cada uno, como se explicó antes, vino en mérito de
Moshé.
La característica que distinguía a Aharón era que ‘amaba a las
briot’36 –criaturas–, amaba incluso a aquellas personas que no
tenían otra virtud más que la de ser ‘criaturas de Di-s’37. Es por eso
que acerca de él se dijo, cuando partió de este mundo, que ‘Toda la
Casa de Israel lloró a Aharón por treinta días’38, cosa que no se

34 Ibíd., sobre el final del Cap. I. (Leyes del Estudio de la Torá, págs. 36-39).
35 En Midrash Tehilím Ed. Buber, 78:21, nota 152, dice exactamente esto, pero en
relación a Moshé Rabeinu. Compárese con Zohar II 21a y Shemot Rabá 2:2.
36 Avot 1:12.
37 Véase Likutéi Sijot, vol I, Behaalotjá, secc. I-II.
38 Números 20:29, y véase Ialkut Shimoní sobre este versículo. Jukat, párr. 764,

Likutei Sijot
menciona sobre otros líderes. A través del amor que él tenía hacia
todas las criaturas, provocaba en ellas que desearan cumplir las
mitzvot aun cuando por sí mismas no tenían inclinación alguna
hacia ello39. Conforme lo explicado se entiende por qué las Nubes
de Gloria se mantenían en mérito de Aharón: pues todo sigue el
principio de ‘medida por medida’40. Como él amaba a todas las
briot sin hacer diferencias, proyectó al plano físico las Nubes de
Gloria que circundaban a todos los judíos por igual.
En relación a Miriam esta escrito que ella era Puá41, quien se
entregó a la crianza de los niños pequeños en Egipto. ¿Por qué se
llamó Miriam, derivado del vocablo hebreo mar, ‘amargo’? Porque
vivió en la época más severa y amarga del galut42 –exilio– pero aun
así profetizó que el salvador de Israel estaba próximo a nacer43. De
esta forma ella anuló no sólo el decreto del Faraón sino también
el de Amrám, su padre, a pesar de que el decreto de este último
tenía fundamento44. Ella actuó con mesirut néfesh para criar a los
niños que luego, en la Partición del Mar, habrían de decir: ‘Este es
mi Di-s y Lo alabaré’45, la generación que recibiría la Torá. Por su 9
mérito estaba el ‘Manantial’, agua, pues ‘agua’ significa trasladar
la Torá y sus conceptos a un lugar ‘bajo’46, es decir, a aquellos que
se hallan en el ‘extremo mismo del campamento’.

citando a Avot deRabí Natán 12:4.


39 Véase Avot deRabí Natán al comienzo del cap. 12.
40 Sotá 1:7 (8b).
41 Ibíd. 11b. Véase Éxodo 1:15 y Rashi allí.
42 Ialkut Shimoní 162. Séder Olam Rabá, cap. 3; Tanjumá, Ed. Buber, Bo 7, Pesiktá
Rabatí 15:11.
43 Meguilá 14a, Sotá 11b y fin de 12b.
44 Amrám, el padre de Miriam, fue el más grande de su generación. Cuando el Faraón
decretó la muerte de los hijos varones, Amrám se divorció de su esposa, y todos los Israelitas
siguieron su ejemplo. Entonces Miriam le reprochó: ‘Tu decreto es peor que el del Faraón. Pues
aquel sólo decretó sobre los varones, mientras que tu decreto afecta tanto a los varones como
a las mujeres’. Amrám reconoció la validez del argumento de Miriam, se volvió a casar con su
esposa y así tuvo a Moshé, el redentor de Israel. Sotá 12a.
45 Éxodo 15:2. Véase Sotá 11b. Meguilá 14a.
46 Véase más arriba, secc. 5 y notas 28-31.

Likutei Sijot
7. Las Nubes de Gloria y el Manantial desaparecieron con la
partida de este mundo de Aharón y Miriam, pero luego fueron
restituidos en mérito de Moshé. Indefectiblemente, esto demuestra
que Moshé comenzó a realizar un nuevo estilo de avodá –servicio
a Di-s–. Si bien la avodá singular de Moshé era la de ser Pastor de
Israel (el aspecto ‘Maná’), su nuevo modo de servir a Di-s restituyó
las Nubes y el Manantial.
El verdadero aspecto distintivo de un Pastor de Israel es que no
se limita a la avodá asociada con su personalidad, sino que cuando
las circunstancias así lo requieren se ‘olvida’ de sí mismo, pone a
sí mismo de costado, y se sacrifica en aras de Israel.
Cuando es necesario acercar los corazones de Israel a la
Divinidad, incluso el del individuo del más bajo nivel espiritual,
el Pastor de Israel deja de lado todas sus cuestiones de avance y
logros espirituales personales y estudia el alef-bet con los judíos,
ya sea el alef-bet de la Torá y las mitzvot, es decir, iniciarlos en
el camino del judaísmo, o el alef-bet en su sentido más literal47. Si
10 bien el Líder de Israel es considerado un ‘Cohen’48, vale decir, una
persona aislada de las cuestiones mundanas y entregada por completo
al servicio a Di-s, de quien se dice: ‘¿Qué hace un Cohen en el
cementerio?’49, ¿cómo es que un Cohen se ocupa de gente sobre la que
se ha dicho: “los malvados son llamados ‘muertos’, aun en vida”50?
Él, el Pastor de Israel, es un ‘hombre anciano’ –es decir, ‘aquel que
adquirió sabiduría’51– del cual se podría preguntar: ‘¿Qué hace
este anciano ocupándose de devolver un objeto extraviado?’ ¡Ello
no condice con su honorabilidad52 y no es su función! ¡El anciano
47 Véase Eliahu Rabá, cap. 13.
48 Véase Likutéi Sijot, vol. I, Behaalotjá, secc. 4 y nota 12.
49 Una pregunta retórica (mencionada en Lékaj Tov sobre Éxodo 5:2 y en Tanjumá, Vaerá
2) para alguien que está en un lugar inapropiado.
50 Berajot 18b.
51 Kidushín 32b.
52 Todo judío tiene el deber de devolver a su dueño un objeto perdido (Deuteronomio 22:1-3).
Bajo ciertas circunstancias, uno está exento de esta mitzvá (como, por ejemplo, en el caso de ‘un
anciano para quien hacerlo no estaría a la altura de su dignidad’; Berajot 19b; Bavá Metziá 30a).

Likutei Sijot
debe enseñar a los líderes de Israel cómo guiar a su pueblo, y no
es su tarea ocuparse de gente indigna! De todas formas, cuando
Aharón y Miriam partieron de este mundo, y no había quién los
suplantara en sus tareas, la ‘Cabeza de Israel’, Moshé, se ocupó
de estos temas. Él mismo se involucró en estas cuestiones, aunque
fueran tareas no acorde a su nivel.

8. En el Tania53 está escrito que cada judío tiene dentro de sí una


‘chispa’ del alma de Moshé Rabeinu. Por lo tanto, el mencionado
principio concierne a todos, y ofrece una lección clara para cada
judío: si bien cada uno tiene su tarea y misión personal, no obstante,
cuando falta el ‘Manantial’ que es mérito de alguna ‘Miriam’ de
la comunidad, y si faltan también las ‘Nubes de Gloria’ que son
mérito de, y le correspondería a, algún ‘Aharón’ del grupo, y existe
la amenaza de ‘culebras, serpientes y escorpiones’, enfermedades
del alma que son más graves que las físicas, se exige de cada uno que
entonces él sea quien restituya el ‘Manantial’ y las ‘Nubes’, sin
tener en cuenta si este es o no su tema. 11
Tal vez uno se halle en un estado personal tal que nada tiene
que temer a ‘culebras, serpientes y escorpiones’. La imagen Divina
se manifiesta en él, de manera que nada puede imponérsele, como
señala la Guemará: ‘La bestia salvaje no tiene dominio sobre el
hombre, a menos que a la bestia le parezca que está frente a un
animal’54. No obstante, si para otra persona esta es una situación de
peligro y se considera amenazada, y no están los ‘Aharon’ y ‘Miriam’
para procurar evitar el daño, ello se considera cuestión de Pikuaj
Néfesh –peligro de vida–. Y por pikuaj néfesh profanamos incluso
el Shabat55, y el riesgo de vida relega a toda la Torá56, aun cuando
53 Cap. 42 (Tania Completo, pág. 232).
54 Sanhedrín 38b; Shabat 151b. Obsérvese lo afirmado en Zohar I 191a, y véase Tania,
cap. 24.
55 Shabat 132a; Iomá 84b. Mishné Torá de Maimónides, Hiljot Shabat 2:1.
56 Todas las mitzvot de la Torá deben violarse cuando se trata de salvar una vida, a
excepción de los tres pecados cardinales de idolatría, relaciones sexuales prohibidas y
asesinato; Ierushalmí, Sheviit 4:2; Sanhedrín 71a. Véase Mishné Torá de Maimónides, Hiljot

Likutei Sijot
existan dudas57 acerca de la veracidad del riesgo, y si efectivamente
se salvará esa vida, e incluso cuando se trata de extender apenas
por un instante la vida de la persona en peligro58. Por lo tanto, la
situación compromete a todos los judíos individualmente, de modo que
él debe involucrarse para asegurar que esté disponible el ‘Maná’,
las ‘Nubes’ y el ‘Manantial’.
Cuando uno aparta sus propios intereses y se entrega por
completo –sin especular si el tema con el que se topa es asunto
suyo o tal vez su función sea la de ocuparse de un tema de mayor
importancia– y siguiendo el ejemplo de los Rebes de Jabad, y tomando
fuerzas de cada uno de ellos, los Moshé de su generación, se dedica a
acercar a los judíos a su Padre Celestial, Di-s lo acercará a él junto
con su familia59 y les otorgará todo lo que necesiten, incluyendo
lo principal de todo: la posibilidad y las fuerzas para concretar el
‘Harán para Mí un Santuario’60, pues esta mitzvá concierne a la
comunidad como un todo61, tanto a hombres como a mujeres62,
y ello provocará el ‘Yo moraré dentro de ellos’63, es decir, en el
12 interior de cada miembro del pueblo de Israel.

(De una Sijá del 12 de Tamuz 5753 – 1953)

Iesodei HaTorá, cap. 5.


57 Véase Shabat 129a, Iomá 83a, 84b y 85a. Shulján Aruj, Oraj Jaím, caps. 328-330.
58 Iomá 85a; Shulján Aruj, Oraj Jaím 329:4. Obsérvese lo afirmado en Iomá 84b y en
Rambam, Hiljot Shabat 2:3 y 16, donde se señala que uno no debe buscar gentiles para profanar
el Shabat a fin de salvar una vida, sino que ello debe ser hecho por ‘Guedoléi Israel’ –los
Grandes de Israel y sus Sabios– y cuanto más rápido actúe, tanto más es digno de alabanza,
y no hay necesidad alguna de obtener autorización del Beit Din –el Tribunal Rabínico–.
59 Véase arriba, nota 39.
60 Éxodo 25:8.
61 Séfer HaJinuj, fin de la secc. 95.
62 Mishné Torá de Maimónides Hiljot Beit HaBejirá 1:12.
63 Frase final de Éxodo 25:8.

Likutei Sijot
13

Likutei Sijot
Lejizuk Haitkashrut
con el Rebe Nesí Doreinu
Espacio para dedicar a nacimientos, Bar Mitzva, casamientos, aniversarios, etc.
Contacto: info@sijotenespanol.org.ar o Tel. 4504 1908

Lizjut veLeRefuá Shleimá de


Rafael Jaim
Moshé Tzvi HaLeví
ben Miriam

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