Museo de Las Culturas

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MUSEO DE LAS CULTURAS

Maria del Mar Gisela Cereceda Avila

Y es que la joya de Oaxaca es Santo Domingo y sólo por ver


Santo Domingo se puede venir a Oaxaca.
Manuel de Toussaint

Generalidades
El Centro Cultural Santo Domingo es un complejo cultural que está ubicado en lo
que fue uno de los conventos más importantes de la colonia: el antiguo convento de Santo
Domingo de Guzmán, construido entre los siglos XVI y XVII por la orden de los
dominicos y que muestra el esplendor del estilo barroco novohispano del último tercio del
siglo XVI. Forma parte del centro histórico de la Ciudad de Oaxaca, el cual ha sido
declarado patrimonio cultural de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación y la Cultura
En él se han establecido el Museo de las Culturas de Oaxaca, la Biblioteca Fray
Francisco de Burgoa y el Jardín Etnobotánico. Además, cuenta con espacios de usos
múltiples, en los que se llevan a cabo exposiciones temporales, conferencias, cursos,
presentaciones de libros y conciertos, entre otras muchas actividades.

Historia
El Museo de las Tres Culturas fue fundado el 1 de diciembre de 1972. Se encuentra en la
construcción virreinal más grande e importante de México, y probablemente de toda
América, debido a su monumentalidad, su valor artístico y el papel que desempeñó como
centro de evangelización y de promoción cultural para el territorio de lo que es actualmente
el Estado de Oaxaca (INAH, 2020).
El templo sigue la disposición habitual de su orden, salvo que presenta un crucero
de brazos cortos; la manera como este crucero está resuelto: dejando las formas sobre las
cuales se mueve la bóveda baída del presbiterio y abriendo, bajo esas mismas formas, arcos
para los brazos, parece indicar que este crucero es posterior, acaso del siglo XVII, cuando
se procedió a la decoración actual del templo (Centro Virtual Cervantes, 2020).
La construcción del convento inició a mediados del siglo XVI y se prolongaría hasta
el inicio del siglo XVII, en una superficie que llegó a alcanzar los 40,000 metros cuadrados.
Durante la colonia, Santo Domingo fue centro de una evangelización prácticamente
monopolizada por la orden de los dominicos en todo el Estado de Oaxaca (Oaxaca Mio,
2020).
En 1550 el Ayuntamiento cedió a los dominicos los terrenos donde comenzó la
edificación del recinto de Santo Domingo en 1570, luego consagrado en 1608, cuando aún
no habían terminado las obras. Con este retraso, los retablistas completaron su labor en
1612, siete años antes de haberse colocado la última piedra del convento. Junto a éste,
también quedó concluida la huerta, germen del futuro jardín botánico que aún prospera en
este dominio. Pero el templo aún precisó nuevos ajustes: las faenas de yesería y dorado
tuvieron lugar en 1659, las torres apuntaron definitivamente hacia el infinito en 1660 y la
Capilla del Rosario quedó abierta en 1731 (Centro Virtual Cervantes, 2020).
A raíz de la independencia y al decretarse la desamortización de los bienes del clero
con las Leyes de Reforma, el edificio fue desalojado y ocupado por las fuerzas armadas.
Tras la desamortización, el convento sirvió de cuartel a partir de 1862, lo cual ocasionó un
importante deterioro en el patrimonio dominico. El Templo fue cerrado al culto en 1866 y
reabierto en 1902, pero el edificio que ocupaba el convento siguió en manos del ejército
mexicano. Con mejor ánimo, los feligreses pudieron volver a la Capilla del Rosario desde
1898, pero el resto del templo cerró sus puertas entre 1860 y 1901. Este último año inició
su marcha un ciclo de reposiciones y composturas que, al fin, obtuvo reconocimiento
oficial el 30 de marzo de 1933, cuando Santo Domingo quedó incluido en el catálogo de
monumentos históricos. Con todo, los restauradores siguieron trabajando desde 1956 a
1972 (Centro Virtual Cervantes, 2020).
Durante cuatro años se llevaron a cabo trabajos de restauración arquitectónica y
bienes muebles, planeación museográfica, investigación histórica, antropológica y del
medio natural del territorio oaxaqueño, gracias al esfuerzo conjunto de los gobiernos
federal y estatal, la iniciativa privada y la sociedad civil (Oaxaca Mio, 2020).
El Museo de las Culturas de Oaxaca tiene su antecedente en el Museo Oaxaqueño
fundado en 1831, creado bajo el resguardo del entonces Instituto de Ciencias y Artes del
Estado de Oaxaca, cuya creación se encuentra en el decreto expedido por el Congreso del
Estado el 22 de septiembre de 1831, durante la gestión de José López Ortigoza. En el
decreto mencionado se planteaba la integración de una Sociedad Patriótica que tendría
como objetivo la creación de un museo y de una colección de Historia Natural. El museo se
estableció en un aula del mencionado instituto en el convento de San Pablo. El acervo del
museo lo integraban originalmente interesantes acopios en los ramos de minería e historia
natural. Posteriormente, el museo se enriqueció con la compra de ídolos, de algunos fósiles
procedentes de diversos distritos del estado y de pinturas de gran valor de los conventos a
raíz de la exclaustración (SIC, 2020).
Permaneció de esta manera hasta 1933 cuando pasó a ser el Museo Regional de
Arqueología e Historia bajo la administración de Secretaría de Educación Pública y el
Gobierno del Estado, estableciéndose en el antiguo edificio de la Academia de Niñas –a un
costado de la Alameda- y teniendo como colección principal el reciente hallazgo de la
Tumba 7 de Monte Albán (SIC, 2020).
Posteriormente el museo cambió de sede trasladándose a su actual ubicación en el
claustro del Exconvento de Santo Domingo de Guzmán que previamente había sido
restaurado y acondicionado para recibir la colección existente y abrir sus puertas el 20 de
agosto de 1972, bajo el nombre de Museo Regional de Oaxaca en custodia del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (SIC, 2020).
La entrega de la totalidad de las instalaciones del exconvento ocupadas en buena
parte por el Ejército Mexicano hasta 1994, generó un ambicioso proyecto de restauración
del inmueble que permitió la recuperación de espacios que ahora son públicos. Hoy en día,
el museo se conoce como Museo de las Culturas de Oaxaca (SIC, 2020).

El Museo
En la planta alta se sitúa el Museo de las Culturas de Oaxaca, a través de un novedoso
lenguaje museográfico y a lo largo de 14 salas de exposiciones permanentes y 13 salas
temáticas, se proporciona a los visitantes un amplio panorama histórico y social del Estado.
En sus salas es posible admirar las más sobresalientes piezas arqueológicas
procedentes de Monte Albán -por ejemplo, las mundialmente famosas joyas de la Tumba 7-
Mitla, Yagul Lambityeco, Dainzú, Huijazoo y otros sitios prehispánicos, así como diversos
objetos que dan cuenta de los rasgos y la continuidad de la cultura milenaria de zapotecas,
mixtecos, mixes, huaves, triquis y demás etnias del Estado de Oaxaca, haciendo énfasis en
que estos grupos son parte dinámica del acontecer cotidiano oaxaqueño (Oaxaca Mio,
2020).
El museo está dividido en catorce salas que abarcan 10 mil años de historia del
estado, desde el surgimiento de los primeros asentamientos sedentarios y el florecimiento
de las grandes culturas prehispánicas, pasando por diferentes aspectos de la conquista y la
colonia, la época independiente, hasta llegar al siglo XX. Destaca la sala 3, donde se
encuentran en exhibición las joyas encontradas a principios de los años 30, en la Tumba 7
de Monte Albán, consideradas como uno de los tesoros más importantes de toda
Mesoamérica (Oaxaca Mio, 2020).

El edificio
El exterior del templo incluye una enorme portada de tres cuerpos, cúpulas cubiertas
de azulejos y dos campanarios con vanos arcados. Con diseño de cruz latina, la nave
interior se estructura en coro y sotocoro, nave, crucero y ábside, con diez capillas que
diversifican las fidelidades religiosas. La cobertura es de bóveda de cañón con arcos, y en
ella destaca la bóveda baída. Ciento cuatro medallones recobran la memoria de los mártires
dominicos. Al exuberante repertorio añadieron los artesanos toda suerte de trabajos de
herrería y yesería policromada, módulos, tallas, relieves dorados y, por supuesto, cuadros
de tema bíblico y hagiográfico (Centro Virtual Cervantes, 2020).
El convento dispone de muy atractivos patios y su decoración es igualmente
armoniosa, alternándose las bóvedas con nervaduras góticas y las bóvedas con arcos
fajones de medio punto. Desde el árbol genealógico de Santo Domingo de Guzmán hasta
los lienzos de asunto mariano, todo este ornato entabla por afinidad un orden que sintetiza
el barroco mexicano. (Centro Virtual Cervantes, 2020).
El Centro Cultural Santo Domingo es el resultado de una cuidadosa estrategia y de
un dedicado trabajo de restauración. El sistema de iluminación es a riel con lámparas de
halógeno (INAH, 2020).
Remodelación
Con el propósito de rescatar el aspecto original del edificio, durante más de cincuenta
meses, fueron restituidos al menos seis mil metros cuadrados de construcción y diez mil
metros cuadrados de aplanado. Se dio empleo directo a alrededor de mil personas en las
temporadas más intensas del proceso de restauración; se recuperaron algunas técnicas
constructivas empleadas por la orden dominica en el siglo VI y se sacó del olvido un
conjunto de oficios ya poco practicados por los artesanos y trabajadores oaxaqueños como
el herraje, la cantería y la yesería (Oaxaca Mio, 2020).
De la labor de restauración desplegada en Santo Domingo, sobresale la restitución
de seis mil metros cuadrados de bóvedas, casi 50 por ciento del total original. Para ello fue
necesaria la intervención de un amplio equipo interdisciplinario, conformado por
arqueólogos, arquitectos e historiadores, entre otros, los cuales se dieron a la tarea de
indagar, tanto en archivos de las ciudades de Oaxaca y México, como mediante la
realización de calas en muros y pisos, cuáles eran las características originales del edificio,
a manera de justificar, desde el punto de vista histórico, todas las reposiciones
arquitectónicas que tuvieron lugar (Oaxaca Mio, 2020).
Finalmente, el 24 de julio de 1998, abrió sus puertas al público el Centro Cultural
Santo Domingo, en el que se encuentra el Museo de las Culturas de Oaxaca.

Colecciones
El museo está conformado por las siguientes salas (SIC, 2020):

I. Culturas milenarias (10000 a.C.-200 d.C.)


Hace unos diez mil años los primeros grupos nómadas de cazadores-recolectores asentados
en el actual territorio oaxaqueño ocuparon cuevas como refugio. Los objetos más antiguos
encontrados hasta hoy en el valle de Oaxaca son puntas de proyectil que testimonian la
presencia de aquéllos.
II. Tiempos de florecer (200-900 d.C.)
El periodo clásico en Oaxaca abarcó desde la consolidación del Estado zapoteca hasta el
abandono de Monte Albán, ciudad que llegó a ser la más importante del valle de Oaxaca y
funcionó como un centro político del que dependían urbes de menor importancia. En esta
época la estratificación social fue muy marcada e influyó en el surgimiento del Estado. Las
élites gobernantes habitaban suntuosas residencias en sitios como la plaza de Monte Albán
y desarrollaron conocimientos altamente avanzados como la astronomía, el calendario, la
escritura jeroglífica, la arquitectura monumental y la orfebrería.

III. Los tesoros de la tumba 7


La célebre tumba 7 de Monte Albán, descubierta por el arqueólogo Alfonso Caso el 9 de
enero de 1932, fue construida por los zapotecas durante el periodo Clásico. Más tarde,
durante el Posclásico, fue reutilizada por los mixtecas para enterrar a un noble junto con los
impresionantes tesoros recuperados por Caso.

IV. Los señoríos (900-1521 d.C.)


Tras el abandono de las grandes ciudades de Mesoamérica, entre ellas Monte Albán,
empezó el llamado periodo Posclásico, caracterizado por la reorganización del territorio y
de los sistemas de control político, entre los que se impuso el dominio de los guerreros. En
esta época adquirieron importancia los señoríos de Yagul, Mitla, Lambityeco y Zaachila, en
el valle, y se dio un gran movimiento poblacional. Los mixtecas se expandieron y
consolidaron reinos, de los que destacó el de Tutultepec. Con la caída de Monte Albán
terminó la escritura zapoteca monumental y apareció la mixteca, sobre todo en códices. Por
medio de alianzas matrimoniales y enfrentamientos bélicos, los mixtecas comenzaron a
dominar los lugares donde antes se establecieron los zapotecas.

V. Contacto y conquista (siglo XVI)


La conquista de Oaxaca se inició en 1519 por Tuxtepec, en el norte del actual estado, y se
extendió hasta Tutultepec, en la costa. Algunos pueblos establecieron alianzas; otros fueron
sometidos por las armas y algunos, como los guerreros mixes, no sucumbieron. Cuando se
inició la empresa colonizadora, los indígenas fueron explotados mediante el trabajo y los
tributos, pese a las leyes de protección emitidas por la Corona. Los españoles introdujeron
el ganado y las aves de corral, diversas plantas, semillas y herramientas. Las armas, sobre
todo las epidemias, provocaron una cantidad enorme de muertes entre los indígenas.
VI. Conquista espiritual del pasado (siglos XVI al XVII)
En la conquista de los nativos, donde fracasaron las armas, triunfaron los frailes. Sin
embargo, la evangelización no consiguió el exterminio de las creencias y los rituales
locales, perseguidos como idolatrías. Si bien la población nativa se convirtió al catolicismo,
no abandonó sus antiguas prácticas rituales ni sus ceremonias, y siguió creyendo en su
propio orden cósmico. Los frailes jugaron un papel fundamental en la escritura de las
lenguas autóctonas: las aprendieron y se preocuparon por escribirlas. A su vez, los
indígenas pintaron en códices los recuerdos de su pasado, para conservar la memoria de
linderos y dinastías.

VII. Respuestas indígenas (siglos XVI al XVIII)


Aunque su cultura fue minada de raíz, la mayoría de los antiguos oaxaqueños no
renunciaron a su origen diferente y milenario. Ellos constituyeron el grueso de la población
durante la época virreinal y, paralelamente a su resistencia, oculta o abierta, asimilaron
elementos de la cultura hispana: recursos naturales como el trigo, la seda y el ganado;
tecnologías como la yunta y el arado, la escritura y las armas, e instituciones como el
municipio, las cofradías y las fiestas patronales, que enriquecieron y diversificaron aún más
su cultura.

VIII: Materia y espíritu (siglos XVI al XVIII)


La compleja estratificación de la sociedad virreinal motivó que, de manera similar a la
época prehispánica, las élites dominantes desarrollaron conocimientos especializados,
algunos de ellos asimilados por los indígenas; por ejemplo, la música de metales y la
construcción y el ornato de templos, así como otros aspectos de las bellas artes. Por su
parte, los pueblos autóctonos, organizados en repúblicas, aportaban su trabajo para el
desarrollo material y espiritual del virreinato.

IX. Surgimiento de la nueva nación (fines del siglo XVIII-mediados del XIX)
En 1760, la Corona Española impuso a sus territorios reformas que provocaron serios
descontentos entre ricos y pobres, criollos, mestizos e indígenas. Las reformas se
conjugaron con varias crisis agrícolas a principios del siglo XIX y contribuyeron a la
rebelión que reclamó la independencia de España. José María Morelos y Pavón llegó a
Oaxaca el 25 de noviembre de 1812, si bien el movimiento insurgente no triunfaría en la
entidad hasta el 31 de julio de 1821, con la entrada a la capital del general Antonio León.
Cuatro años después se publicaría la primera Constitución Política del Estado Libre de
Oaxaca. La nación vivió durante décadas un periodo convulsivo de guerras que repercutió
en la entidad y en el que el principal protagonista fue un oaxaqueño: don Benito Juárez.

X. Orden y progreso (1876-1911)


El porfiriato fue el periodo de despegue económico de la nación. Oaxaca se comunicó con
el centro del país por ferrocarril y expandió su red interna; se introdujeron cultivos
comerciales como el de café, que desplazarían a la agricultura indígena en grandes zonas y
propiciarían una nueva estructura de poder: el cacicazgo. El despojo legal de tierras de las
comunidades generó el latifundismo.

XI. Imágenes del siglo XX


En esta sala se ilustra la intensa historia del presente siglo y se muestran algunos resultados
de la Revolución en Oaxaca y de la modernización. También se ofrece un panorama de los
avances tecnológicos de los que ha gozado la sociedad oaxaqueña en cuanto a medios de
comunicación.

XII. La vida comunal indígena (época actual)


Actualmente habitan 15 grupos etnolingüísticos en Oaxaca y cada grupo tiene variantes
dialectales. En 1995 se censó a más de un millón de hablantes de alguna lengua autóctona,
cifra inferior al número real de indígenas existentes. A los pueblos indígenas los caracteriza
su vida comunal; organizan su existencia en torno a las decisiones de la asamblea
comunitaria y el poder se estructura mediante un sistema de cargos cívicos y religiosos. El
tequio (trabajo comunitario) y la ayuda intrafamiliar se encuentran institucionalizados. En
esta sala se presentan también aspectos de los conocimientos tradicionales y prácticas
indígenas.

XIII. Rehaciendo el círculo comunitario (época actual)


Esta sala, y en general el museo, proporciona a los visitantes información para comprender
la dinámica de los pueblos indígenas, su herencia prehispánica y su cultura milenaria.

XIV. Santo Domingo: historia y hallazgos (siglos XVI-XX)


En la sala se presentan aspectos de la vida de los frailes, incluyendo objetos de uso
doméstico, y se muestran los trabajos realizados durante la restauración del exconvento.
También se exhiben algunos de los hallazgos durante su investigación arqueológica y se
ilustran los momentos y procesos de restauración del inmueble.

Salas interactivas
Son espacios interactivos donde se puede encontrar información sobre:
a) la grana y otros tintes
b) textiles
c) cerámica
d) orfebrería
e) tallas y esculturas
f) hojalata, herrería y cuchillería
g) talabartería y cerería
h) música
i) medicina tradicional
j) plástica
k) gastronomía
l) producción de bebidas
m) ciclos de vida

Información del museo


• Abierto al público de martes a domingo de 10 a 18:30 hrs.
• Entrada general $80
• Domingos entrada libre
• Cuenta con:
• Áreas de usos múltiples y auditorio para exposiciones
• Conciertos y conferencias
• Zonas de descanso
• Visitas guiadas p
• Presentaciones editoriales
• Expendio de publicaciones
• Reproducciones
• Talleres y cursos

Referencias
Instituto de Antropología e Historia (2020). Museo de las tres culturas de Oaxaca. Santo
Domingo. https://inah.gob.mx/red-de-museos/207-museo-de-las-culturas-de-
oaxaca-santo-domingo
SIC México (2020). Museo de las Culturas de Oaxaca/Ex Convento de Santo Domingo de
Guzmán Secretaría de Cultura/INAH http://sic.gob.mx/ficha.php?
table=museo&table_id=105
Centro Virtual Cervantes (2020). Templo y ex convento de Santo Domingo de Guzmán.
Instituto Cervantes
https://cvc.cervantes.es/artes/ciudades_patrimonio/oaxaca/paseo/santo_domingo.ht
m
Oaxaca Mio (2020). Exconvento de Santo Domingo. La guía perfecta para conocer Oaxaca.
https://oaxaca-mio.com/atrac_turisticos/centro_cultural_stodomingo.htm

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