Ajustes
Ajustes
Ajustes
El ajuste contable es una regularización que tiene que hacer la empresa, habitualmente a cierre de
ejercicio, para imputar de forma correcta los ingresos, gastos, activos y pasivos a sus ejercicios
correspondientes.
No hay un listado cerrado de ajustes contables, pero los más comunes son los siguientes:
Los inmovilizados de una empresa pueden perder valor por el uso, por el paso del tiempo o por
circunstancias excepcionales. Cuando pierden valor por el uso y por el paso del tiempo, se realizan
los ajustes por amortización. Así, aplicando un coeficiente de amortización a la valoración del
inmovilizado, se obtiene la cuota por amortización, que se contabiliza como un gasto y, por tanto,
disminuye el resultado contable. Este ajuste se realiza a fecha de cierre de ejercicio o en el momento
de venta de un inmovilizado.
En ocasiones, los activos de una empresa pierden valor por circunstancias excepcionales. Los
deterioros afectan a todos los activos de la empresa, no solo a los inmovilizados. Por ejemplo,
cuando un cliente nos debe una cantidad de dinero y entra en concurso de acreedores, el crédito
de ese cliente pierde valor. O cuando tenemos unas mercancías en el almacén y se produce una
inundación, esas mercancías pierden valor. Cuando ocurren estas circunstancias, se debe realizar
un ajuste por deterioro. Este deterioro se contabiliza como un gasto y, por tanto, reduce el resultado
contable. Se puede realizar a fecha de cierre de ejercicio o en el momento en el que se detecta el
deterioro.
Regularización de existencias.
Este ajuste nos permite imputar los ingresos y los gastos al ejercicio que corresponda. Son ingresos
y gastos que hemos contabilizado en el ejercicio actual, pero que realmente pertenecen a ejercicios
futuros. De ahí la denominación de “gastos o ingresos anticipados”.