Medidas PVD
Medidas PVD
Medidas PVD
MEDIDAS A APLICAR
• Ajuste correctamente la altura del asiento, de manera que los codos queden
aproximadamente a la altura del plano de trabajo.
• Si, una vez realizado el ajuste anterior, no puede apoyar los pies cómodamente en el
suelo, solicite un reposapiés (en el supuesto de que no sea ajustable la altura de la
mesa).
• Siéntese de forma que su espalda permanezca en contacto con el respaldo del asiento.
• Aprenda a regular la altura del respaldo de su silla de trabajo y ajústela de forma que
la suave prominencia del respaldo quede situada a la altura de la zona lumbar (la curva
natural de la columna vertebral en la parte baja de la espalda). (Ver figura 15).
• Utilice de vez en cuando el mecanismo que permite inclinar hacia atrás el respaldo
para relajar la tensión de la espalda.
• Coloque el teclado de forma que quede un espacio delante del mismo en la mesa que
le sirva de reposamanos.
• Acerque la silla a la mesa de trabajo de manera que no tenga que inclinar el tronco
hacia delante (verifique que los eventuales reposabrazos de la silla no le impiden dicho
acercamiento, para lo cual deberían poder deslizarse bajo el tablero de la mesa) .
• En otro orden de cosas, una organización del trabajo que no permita las pausas
periódicas, que imponga una excesiva presión de tiempos o que establezca tareas
excesivamente monótonas y repetitivas puede constituir también una importante causa
de estrés generador de fatiga mental.
Para prevenir los problemas de sobrecarga mental que pueden derivarse de las
aplicaciones o programas informáticos, estos deben ser fáciles de manejar, "amigables"
y suficientemente flexibles para adaptarse a usuarios con diferente grado de
experiencia. Junto a ello, es importante que el trabajador reciba una formación o
entrenamiento adecuados, de manera que pueda manejar las aplicaciones con soltura.
• Ser controlable en todo momento por el usuario, por ejemplo, permitiendo anular los
últimos pasos o acciones efectuadas por el usuario.
• Satisfacer las expectativas habituales del usuario, es decir, corresponder con las
convenciones comúnmente aceptadas para el significado de los iconos, códigos y
comandos.
• Ser tolerante a los errores, de manera que ayude al usuario a descubrir los errores
cometidos
• Fácil de aprender a utilizar, por ejemplo, que proporcione guías o ejemplos al usuario
durante su etapa de aprendizaje.
• Cuando esto no sea posible, se debería alternar el trabajo ante la pantalla con otras
tareas que demanden menor esfuerzo mental, visual o musculoesquelético, o bien
establecer pausas planificadas, por ejemplo, de unos 10 minutos cada hora y media de
trabajo ante la pantalla.
• Por otro lado, el trabajo debería ser organizado de manera que se reduzca la
repetitividad que pueda provocar monotonía e insatisfacción, que no produzca una
presión indebida de tiempos o situaciones de sobrecarga y que no dé lugar a situaciones
de aislamiento que impidan el contacto social entre las personas.
• El tiempo de las pausas no debe ser recuperado aumentando, por ejemplo, el ritmo de
trabajo durante los períodos de actividad.
• Resultan más eficaces las pausas cortas y frecuentes que las pausas largas y escasas.
Por ejemplo, es preferible realizar pausas de 10 minutos cada hora de trabajo continuo
con la pantalla a realizar pausas de 20 minutos cada dos horas de trabajo.
• Siempre que sea posible las pausas deben hacerse lejos de la pantalla y deben permitir
al trabajador relajar la vista (por ejemplo, mirando algunas escenas lejanas), cambiar de
postura, dar algunos pasos, etc.
• En la formación e información de los trabajadores usuarios se puede incluir alguna
tabla sencilla de ejercicios visuales y musculares que ayuden a relajar la vista y el
sistema musculoesquelético durante las pausas.