El capítulo 4 del libro "Eco, Lector in fabula" discute los diferentes niveles de cooperación textual que requiere el lector para interpretar un texto. Identifica 6 niveles principales de cooperación, desde el uso de un diccionario básico hasta inferencias basadas en cuadros intertextuales. El capítulo también explica que los textos narrativos son especialmente complejos y ricos en problemas semióticos, por lo que son útiles para ilustrar todos los niveles y tipos de cooperación textual.
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El capítulo 4 del libro "Eco, Lector in fabula" discute los diferentes niveles de cooperación textual que requiere el lector para interpretar un texto. Identifica 6 niveles principales de cooperación, desde el uso de un diccionario básico hasta inferencias basadas en cuadros intertextuales. El capítulo también explica que los textos narrativos son especialmente complejos y ricos en problemas semióticos, por lo que son útiles para ilustrar todos los niveles y tipos de cooperación textual.
El capítulo 4 del libro "Eco, Lector in fabula" discute los diferentes niveles de cooperación textual que requiere el lector para interpretar un texto. Identifica 6 niveles principales de cooperación, desde el uso de un diccionario básico hasta inferencias basadas en cuadros intertextuales. El capítulo también explica que los textos narrativos son especialmente complejos y ricos en problemas semióticos, por lo que son útiles para ilustrar todos los niveles y tipos de cooperación textual.
El capítulo 4 del libro "Eco, Lector in fabula" discute los diferentes niveles de cooperación textual que requiere el lector para interpretar un texto. Identifica 6 niveles principales de cooperación, desde el uso de un diccionario básico hasta inferencias basadas en cuadros intertextuales. El capítulo también explica que los textos narrativos son especialmente complejos y ricos en problemas semióticos, por lo que son útiles para ilustrar todos los niveles y tipos de cooperación textual.
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Eco, Lector in fabula
Capítulo 4: Niveles de cooperación textual
4.1. Límites del modelo
Un texto es un artificio sintáctico-semántico-pragmático cuya interpretación está prevista en su propio proyecto generativo. Para aclarar esta definición conviene representar un texto como un sistema de nudos o de "juntas" e indicar en cuáles de esos nudos se espera y se estimula la cooperación del Lector Modelo. La noción de nivel textual sólo puede ser una noción teórica, un esquema metatextual. Como tal puede articularse de diferentes maneras según el tipo de proyecto teórico al servicio del que se encuentre. En nuestro caso nos interesan los movimientos cooperativos que realiza el lector de un texto escrito. A veces, la cooperación del lector en el nivel de las estructuras discursivas puede cumplirse adecuadamente porque antes se ha propuesto una hipótesis en el nivel de las estructuras de mundos, entre otras situaciones posibles. Si hay algún tipo de constricciones jerárquicas, éstas se refieren sólo a los casilleros inferiores: es inevitable partir de la manifestación lineal, o sea que decidimos actualizar un texto sólo cuando nos es suministrado como expresión. Y no podemos empezar a actualizarlo sin cargar de contenido a esas expresiones refiriéndonos al sistema de las competencias semióticas (códigos y subcódigos), sistema cultural previo a la producción de la manifestación lineal concreta. 4.2. La elección de un modelo de texto narrativo Los niveles textuales representados en la figura 2 se refieren a un texto de tipo narrativo. Esta decisión se ha tomado porque se considera que un texto narrativo presenta todos los problemas teóricos que hay en cualquier otro tipo de texto, además de algunos que le son propios. En ellos encontramos ejemplos de todos los tipos de actos lingüísticos y, por consiguiente, de textos conversacionales, descriptivos, argumentativos, etc. Van Dijk (1974b) distingue entre narrativa natural y narrativa artificial: ambas son ejemplos de descripción de acciones, pero la primera se refiere a unos eventos presentados como realmente acontecidos (por ejemplo, las noticias de las crónicas periodísticas), mientras que la segunda se refiere a unos individuos y unos hechos atribuidos a mundos posibles, distintos del de nuestra experiencia. Los textos narrativos son más complejos, semióticamente son más ricos en problemas y por eso resultan más "rentables". 4.3. Manifestación lineal Llamamos manifestación lineal del texto a su superficie lexemática. El lector aplica a las expresiones determinado código o, mejor, un sistema de códigos y subcódigos, para transformarlas en un primer nivel de contenido (estructuras discursivas). Puede haber textos dotados solamente de manifestación lineal, es decir, textos a los que no se les puede asignar un contenido. 4.4. Circunstancias de enunciación De inmediato se establece una relación entre la manifestación lineal y las circunstancias de la enunciación. El carácter "inmediato" de este enlace constituye precisamente un tema de discusión. En el caso de una enunciación verbal es bastante obvio que se establezca una relación entre el enunciado y quien lo enuncia, y que, incluso antes de recurrir a los códigos lingüísticos para decidir qué está diciendo el hablante, la circunstancia de la enunciación proporcione diversas informaciones extralingüísticas sobre la naturaleza del acto que dicho hablante realiza. Sin embargo, cuando se lee un texto escrito, la referencia a las circunstancias de la enunciación tiene otras funciones. El primer tipo de referencia consiste en la actualización implícita, en el nivel del contenido, de una metaproposición como "aquí hay (había) un individuo humano que ha enunciado el texto que estoy leyendo en este momento y que pide (o no pide) que yo suponga que está hablando del mundo de nuestra experiencia común". Este tipo de actualización puede entrañar también una hipótesis inmediata relativa al "género" textual (como veremos en 4.6.5): entonces es cuando se decide si se está ante un texto novelesco, historiográfico, científico, etc., sin excluir tampoco eventuales saltos a decisiones extensionales. Un segundo tipo de referencia entraña operaciones más complejas, de tipo "filológico", por ejemplo, cuando se trata de un texto enunciado en una época lejana y hay que reconstruir su localización espaciotemporal originaria para poder determinar precisamente a qué tipo de enciclopedia habrá que recurrir. Por otra parte, es precisamente ante un texto escrito (en que el emisor no está físicamente presente, sino que está connotado por todas las propiedades descodificables a partir de sistemas semióticos extralingüísticos) cuando el juego cooperativo sobre el sujeto de la enunciación, su origen, su naturaleza, sus intenciones, se vuelve más azaroso. 4.5. Extensiones parentetizadas Precisamente en el caso de los textos escritos, y más aún en el de los textos narrativos, es donde podemos postular una serie de operaciones interlocutorias que en una relación comunicativa verbal y en textos no narrativos coincidirían de hecho con asignaciones definitivas de valores de verdad. Hasta tanto el texto esté mejor actualizado se deja en suspenso una decisión definitiva sobre la pertenencia de esos individuos a un mundo determinado, "real" o posible. Si a medida que avanza la actualización se descubren discrepancias entre este mundo de la experiencia y el del enunciado, entonces el lector realizará operaciones extensionales más complejas. 4.6. Códigos y subcódigos Para actualizar las estructuras discursivas, el lector confronta la manifestación lineal con el sistema de códigos y subcódigos que proporciona la lengua en que el texto está escrito y la competencia enciclopédica a que esa lengua remite por tradición cultural. Este complejo sistema de códigos y subcódigos, que definiremos globalmente como competencia enciclopédica. En un arranque de optimismo lexicológico, se podría decir que la operación no presenta mayores dificultades porque el contenido de cada expresión ya está determinado por el léxico y el lector sólo debe descodificar las expresiones lexema por lexema y realizar las correspondientes amalgamas semánticas. Naturalmente, las cosas no son tan sencillas y ninguna teoría de la amalgama logra eludir los problemas planteados por los llamados significados contextúales o, mejor, por la presión del contexto. Tratemos de postular, aunque no sea más que como hipótesis teórica, una serie de pasos cooperativos que van de las formas más simples de cooperación hasta las más complejas. 4.6.1. Diccionario básico. — En este subnivel, el lector recurre a un léxico con forma de diccionario y localiza de inmediato las propiedades semánticas elementales de las expresiones, para poder intentar amalgamas provisionales, al menos en el nivel sintáctico. En este subnivel funcionan los postulados de significación mínimos, o sea, las leyes de entrañe. 4.6.2. Reglas de correferencia. — No nos detendremos mucho en la consideración de estas reglas, que las lingüísticas del texto estudian ampliamente en la actualidad. Digamos que el lector puede desambiguar de inmediato expresiones deícticas y anafóricas, al menos en el nivel de la oración. 4.6.3. Selecciones contextúales y circunstanciales. — A estas selecciones ya nos hemos referido en 1.2. Un sistema de códigos y subcódigos en forma de enciclopedia debería preverlas en cantidad suficiente. Con las selecciones contextúales nos introducimos en el sistema de la competencia intertextual, cuyo alcance se verá con más claridad cuando consideremos los cuadros o frames. 4.6.4. Hipercodificación retórica y estilística. — De los procesos de hipercodificación ya se ha hablado ampliamente en el Tratada, 2.14. Nuestro análisis de los cuadros o frames mostrará hasta qué punto, a lo largo del presente libro, esta categoría será objeto de una profundización teórica y en qué medida su campo de aplicación resultará ampliado. Digamos, por el momento, queden este subnivel, el lector está en condiciones de descodificar, por referencia a una enciclopedia hipercodificada, toda una serie de expresiones "hechas". 4.6.5. Inferencias basadas en cuadros comunes. — Se trata de una inferencia, que se basa sobre un "cuadro" preestablecido. Las investigaciones actuales sobre la Inteligencia Artificial junto con varias teorías textuales, han elaborado la noción de frame, que se traduce precisamente como "cuadro". Un cuadro parece algo que está a mitad de camino entre una representación semémica muy "enciclopédica", expresada desde la perspectiva de la gramática de los casos, y un ejemplo de hipercodificación. La inseguridad que se experimenta al tratar de definirla surge precisamente de la naturaleza, aún bastante empírica, de esta propuesta. Pero, precisamente, nos parece fecunda porque se la ha elaborado para resolver en la práctica ciertos problemas de difícil descodificación textual: "Cuando se encuentra una situación nueva... se selecciona en la memoria una estructura sustancial llamada frame. Se trata de un encuadre recordado que debe adaptarse a la realidad cambiando, si fuese necesario, ciertos detalles. Un frame es- una estructura de datos que sirve para representar una situación estereotipada, como encontrarse en determinado tipo de estancia o ir a una fiesta de. cumpleaños para niños. Cada frame incluye cierta cantidad dé informaciones. Los frames son elementos de "conocimiento cognitivo... representaciones sobre el 'mundo', que nos permiten realizar actos cognitivos fundamentales como percepciones, comprensión lingüística y acciones" 4.6.6. Inferencias basadas en cuadros intertextuales. — Ningún texto se lee independientemente de la experiencia que el lector tiene de otros textos. La competencia intertextual representa un caso especial de hipercodificación y establece sus propios cuadros. La competencia intertextual (periferia extrema de una enciclopedia) abarca todos los sistemas semióticos con que el lector está familiarizado. En realidad, los cuadros intertextuales podrían compararse con los topoi de la retórica clásica y con los motivos de los que se ha hablado desde la época de Veselovski. El hecho mismo de que la categoría de "motivo" haya suscitado tantas discusiones nos indica que el término remite a muchos bloques enciclopédicos distintos. En realidad, habría que llegar a establecer jerarquías de cuadros y, dentro de ese marco, los motivos corresponderían sólo a una de las posiciones posibles. En primer lugar, se podrían identificar los cuadros más grandes, o sea, las fabulae prefabricadas: por ejemplo, los esquemas normales de la novela policíaca de serie o los grupos de cuentos populares en que aparecen siempre las mismas funciones. En segundo lugar, vendrían los cuadros-motivo, esquemas bastante flexibles como "la muchacha perseguida", donde se identifican determinados actores (el seductor, la muchacha), determinadas secuencias de acciones (seducción, captura, tortura), determinados marcos (el castillo tenebroso), etcétera; sin embargo, esto no supone la imposición de constricciones rígidas acerca de la sucesión de los acontecimientos. En tercer lugar, estarían los cuadros situacionales (por ejemplo, un caso típico es el del duelo entre el sheriff y el malo de los filmes del Oeste), que imponen constricciones al desarrollo de una parte de la historia, pero pueden combinarse de diferentes maneras para producir distintas historias. Estos cuadros varían según los géneros y a veces se refieren a acciones mínimas. En cuarto lugar, deberían considerarse los topoi retóricos propiamente dichos, como el cuadro que prescribe las modalidades descriptivas del locus amoenus. Pero esta lista sigue siendo, inevitablemente, incompleta. Naturalmente, los cuadros intertextuales circulan en la enciclopedia, se prestan a diversas combinatorias, y el autor puede decidir exprofeso prescindir de ellos precisamente para sorprender, para engañar o para deleitar al lector. Así, pues, los llamados cuadros "comunes" forman parte de la competencia enciclopédica del lector, quien la comparte con la mayoría de los miembros de su cultura, y, en general, son reglas para la acción práctica: estudia también frames aparentemente triviales como "cómo abrir un paraguas" o "cómo pintar un mueble o una pared", datos que corresponden a la competencia operativa y abarca una serie impresionante de informaciones. En cambio, los cuadros intertextuales son esquemas retóricos o narrativos que forman parte de un repertorio seleccionado y restringido de conocimientos que no todos los miembros de una cultura poseen. Precisamente por eso, algunas personas son capaces de reconocer la violación de ciertas reglas de género y otras están en condiciones de prever más fácilmente cómo terminará una historia. 4.6.7. Hipercodificación ideológica. — Se considera que los sistemas ideológicos son casos de hipercodificación. Pertenecen a la enciclopedia. Así, pues, el lector se aproxima al texto desde una perspectiva ideológica personal, que forma parte de su competencia, aunque él no sea consciente de ello. Capítulo 5: Las estructuras discursivas
5.1. La explicitación semántica
Cuando el lector se encuentra ante un lexema no sabe qué propiedades o semas del correspondiente semema deben actualizarse para poder realizar los procesos de amalgama. Si en el curso de la descodificación del texto debiese tomarse en consideración cada una de las propiedades semánticas que el semema incluye o entraña, el lector estaría obligado a delinear, en una especie de diagrama mental imposible, toda la red de propiedades interconectadas que, según el Modelo Q, constituye el Campo Semántico Global. Afortunadamente, nunca ocurre esto. En los casos normales, las propiedades del semema permanecen virtuales, es decir, permanecen registradas por la enciclopedia del lector, quien simplemente se dispone a actualizarlas a medida que el desarrollo del texto se lo vaya requiriendo. Es decir, que el lector sólo explícita la parte que necesita y el resto queda semánticamente incluido o entrañado. Al hacerlo, amplía algunas propiedades mientras que a otras las mantiene anestesiadas. Una propiedad anestesiada no es una propiedad eliminada. No se la afirma explícitamente, pero tampoco se la niega. Pero para decidir qué propiedades hay que ampliar y qué otras hay que anestesiar no basta comparar los datos que nos proporciona una inspección de la enciclopedia. Las estructuras discursivas se actualizan a la luz de una hipótesis sobre el o los topics textuales. 5.2. El topic Los cuadros y las representaciones semémicas se basan sobre procesos de semiosis ilimitada y, como tales, requieren una cooperación del lector, quien debe decidir dónde extender y dónde bloquear el proceso de interpretabilidad ilimitada. La enciclopedia semántica es potencialmente infinita (o finita, pero ilimitada) y desde la periferia extrema de un semema puede llegarse al centro de cualquier otro, o viceversa. Al retomar el concepto de topic, ya mencionado en el primer capítulo, debemos aclarar por qué decidimos usar un término inglés en vez de recurrir a |tema|, aparentemente muy adecuado. De hecho, no habría dificultades para usar indiferentemente tema y topic, como haremos a veces, salvo que el término |tema| presenta el inconveniente de tener también otras acepciones. el topic es un instrumento metatextual, un esquema abductivo que propone el lector, hay topics que pueden plantearse como macroproposiciones de fábula, pero también hay topics de oración y topics discursivos que desaparecen cuando se abstrae el "tema dominante" de un texto. Sceglov y Zolkovski (1971) hablan de "tema" como algo "unido al texto no por un signo de igualdad, sino por una flecha de inferencia"; no lo consideran como un resumen para el lector, sino como una abstracción científica, o sea, como un "registro del significado desde una perspectiva metalingüística" y reconocen en un texto la existencia de jerarquías de temas; en este sentido, el tema, según ellos, parece bastante afín a lo que aquí llamamos topic. El topic no sólo sirve para disciplinar la semiosis y reducirla: también sirve para orientar la dirección de las actualizaciones. El problema consiste más bien en saber de qué modo el Lector Modelo (que por lo común no es objeto de una trampa por parte del autor) es orientado hacia la reconstrucción del topic. A menudo, la señal es explícita: el título o una expresión manifestada que dice precisamente de qué quiere ocuparse el texto. A veces, en cambio, hay que buscar el topic. Entonces, el texto lo establece, por ejemplo, mediante la reiteración muy evidente de una serie de sememas, también llamados palabras clave. El reconocimiento del topic permite realizar una serie de amalgamas semánticas que establecen determinado nivel de sentido o isotopía. Pero conviene establecer una diferencia entre topic e isotopía (dos nociones conectadas etimológicamente y con toda razón). Hay casos en los que topic e isotopía parecen coincidir, pero debe quedar claro que el topic es un fenómeno pragmático mientras que la isotopía es un fenómeno semántico. El topic es una hipótesis que depende de la iniciativa del lector, quien la formula, de un modo un poco rudimentario, en forma de pregunta. Por consiguiente, es un instrumento metatextual que el texto puede presuponer, o bien contener de modo explícito en forma de marcadores de topic, títulos, subtítulos, expresiones guía. Sobre la base del topic, el lector decide ampliar o anestesiar las propiedades semánticas de los lexemas en juego, estableciendo un nivel de coherencia interpretativa llamada isotopía. 5.3. La isotopía Greimas define la isotopía como "un conjunto de categorías semánticas redundantes que permiten la lectura uniforme de una historia". La categoría tendría, pues, funciones de desambiguación transoracional o textual. Pero en varias ocasiones Greimas da ejemplos que también se refieren a oraciones o tan sólo a sintagmas nominales. |isotopía| se ha convertido en un término-saco que abarca diversos fenómenos semióticos genéricamente definibles como coherencia de un trayecto de lectura, en los diferentes niveles textuales. 5.3.1. Isotopías discursivas oracionales con disyunción paradigmática El amigo de los simples = herbolario, donde la argucia de la definición nace del hecho de que | simples] tiene dos selecciones contextúales, una común y otra especializada, regida concretamente por la selección "vegetal". Sólo después que se ha decidido (por tematización [topicalization]) que el término debe entenderse en la segunda acepción, se determina que el mismo vale gramaticalmente como sustantivo y no como adjetivo Podemos llamar isotopía al resultado semántico de esta interpretación coherente y reconocer la isotopía actualizada como contenido "objetivo" de la expresión. Debería decirse que, en este caso, la isotopía no depende de ninguna redundancia de categorías semánticas, dado que |amigo| y |simples| no parecen tener semas en común. 5.3.2. Isotopías discursivas oracionales con disyunción sintagmática. — La gramática transformacional nos ha acostumbrado a oraciones ambiguas como They are flyingp lanes (son aviones en vuelo VÍ ellos hacen volar aviones), que se distinguen por la estructura profunda. En la desambiguación de esta oración operan, por cierto, disyunciones paradigmáticas (por ejemplo, hay que decidir si el verbo debe entenderse en sentido transitivo o intransitivo), pero la decisión fundamental (que depende siempre de la tematización previa) es la que determina si se habla de sujetos humanos que hacen algo con los aviones o de aviones que hacen algo. 5.3.3. Isotopías discursivas transoracionales con disyunción paradigmática. — Para esto examinemos el cuento de los dos tipos que conversan durante una fiesta. La fiesta remite a un cuadro de tipo social, la decoración a un cuadro de tipo tecnológico. Reconocer el topic significa, en este caso, reconocer el campo semántico para poder poner en funcionamiento las selecciones contextúales. 5.3.4. Isotopías discursivas transoracionales con disyunción sintagmática. — Se trata de leer ese texto breve como la historia de dos parejas o como la historia de un triángulo. También en este caso tenemos una isotopía discursiva con denotaciones alternativas. Desde un punto de vista extensional se trata más bien de decidir si se habla de cuatro o de tres individuos. 5.3.5. Isotopías narrativas vinculadas con disyunciones isotópicas discursivas que generan historias mutuamente excluyentes. —Se advierte de inmediato que lo primero que aparece es la opción entre dos isotopías discursivas transoracionales con disyunción sintagmática: el anafórico [lui-méme| podría referirse tanto a Domiciano como a Nerva. Una vez decidida la correferencia, se tiene una secuencia discursiva denotativamente alternativa. 5.3.6. Isotopías narrativas vinculadas con disyunciones isotópicas discursivas que generan historias complementarias. consideremos sólo los sentidos literal y moral. También aquí, todo depende de la hipótesis que se formule sobre el topic: ¿se habla de Israel o del alma humana? Cuando se ha tomado una decisión a este respecto, cambia la actualización discursiva: en el primer caso, |Israel| se interpretará como nombre propio de un pueblo, y |Aegyptus|, como nombre propio de un país africano; en el segundo caso, Israel será el alma humana y entonces, por coherencia interpretativa, Egipto deberá ser el pecado (no deben confundirse los niveles de lectura). 5.3.7. Isotopías narrativas no vinculadas con disyunciones isotópicas discursivas que de todas maneras generan historias complementarias. — En su análisis del mito bororó de los aras, Greimas (1970) nos habla de otro tipo de isotopía narrativa. Se trata de elaborar una hipótesis de tema narrativo y de apoyarse sobre términos u oraciones clave, aunque sin realizar disyunciones paradigmáticas en lo que se refiere al sentido de los lexemas o disyunciones sintagmáticas en lo que se refiere al sentido de las correferencias. La permanencia de una coherencia discursiva única determina que, en este caso, las dos isotopías narrativas no se anulen recíprocamente, no estén en relación de exclusión o alternancia, sino de complementariedad. 5.3.8. Conclusiones provisionales. — Lo dicho nos permite afirmar que |isotopía| es un término- saco que abarca fenómenos diferentes. De hecho, |isotopía| siempre se refiere a la constancia de un trayecto de sentido que un texto exhibe cuando se le somete a ciertas reglas de coherencia interpretativa, aunque esas reglas de coherencia cambian según se quiera reconocer isotopías discursivas o narrativas, desambiguar descripciones definidas u oraciones y realizar correferencias, decidir qué hacen determinados individuos o establecer cuántas historias diferentes puede producir la misma conducta por parte de los mismos individuos. De todos modos, debería quedar claro que el reconocimiento del topic es un movimiento cooperativo (pragmático) que guía al lector hacia el reconocimiento de las isotopías como propiedades semánticas de un texto.