Acerca Del Cielo, Comentario

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PRIMER COMENTARIO DE TEXTO, PENSAMIENTO

COSMOLÓGICO: ASPECTOS HISTÓRICOS


Fecha: 15/03/2021
Autor: Daniel Rubio Adán
Profesor: Manuel A. Sellés García

Introducción

El texto se corresponde a un fragmento de la obra “Acerca del cielo” de


Aristóteles. En él se presenta una cosmología geocéntrica, con un Universo
esférico compuesto por un arriba absoluto situado en el firmamento y un abajo
absoluto, situado en el centro de la Tierra. Esta obra aparece en un primer
momento como comentario el Timeo de Platón. Según el filósofo ateniense, el
Universo había sido diseñado y organizado por un demiurgo que le había
atribuído leyes racionales. Los cuerpos celestes eran esféricos, y finitos, como
el universo. El universo fue generado, pero es eterno. Y el sentido de los
movimientos circulares planetarios es siempre el mismo. Pero el modelo
platónico, que sostenía el movimiento circular de los planetas, presentaba
dificultades a la hora de explicar los fenómenos celestes: en los planetas se
observan trayectorias no perfectamente circulares— la retrogradación. A este
respecto, Eudoxo (408-355 a.C) propuso su teoría de las esferas
homocéntricas —que recogería el estagirita. Con ésta se podía explicar la
retrogradación planetaria. Sin embargo, era poco sistemática e incapaz de
predecir con exactitud la posición de los planetas 1.

Aristóteles, que propone a la tierra como centro del universo, mantuvo


con Platón que el éste era esférico y finito, pero discrepa respecto a su
generación. En efecto, el estagirita sostiene que el universo es eterno, y por lo
tanto incurruptible e ingenerado 2. También adopta la teoría eudoxea de las
esferas homocéntricas, que aparece como posible solución a la dificultad de
explicar los fenómenos de los movimientos planetarios, tal y como se verá en el
capítulo 12 del Libro II de “Acerca del cielo”.

Aristóteles (384-322 a.C) fue un filósofo de la antigüedad famoso por


haber sido discípulo de Platón, fundar la escuela filosófica del Liceo y haber
sido maestro de Alejandro Magno, entre otros logros como haber sido el primer
filósofo en sistematizar una teoría de la ciencia con base en la lógica. Nació en
1
ZAMORA, J. Jesús P. Zamora Bonilla. (No aparece fecha de publicación). LA ASTRONOMÍA
GRIEGA. HISTORIA GENERAL DE LA CIENCIA I. UNED. URL:
https://www.youtube.com/watch?v=ondfTzD7bFU (50:00- 57:00)

2
CANDEL, M. (1996). Acerca del cielo. Meteorológicos. Madrid: Editorial Gredos, S.A. (p. 87)
URL: http://www.hermanosdearmas.es/wp-content/uploads/2017/12/aristoteles-acerca-del-
cielo_-metereologicos-gredos.pdf
el año 384 a.C en la península Calcídica, en Estagira. Hijo de Nicómaco,
médico y amigo de Amintas II, a la sazón rey de Macedonia, probablemente
heredó de su padre el interés por la física y la biología. A los dieciocho años
ingresó en la Academia de Platón, donde permaneció casi veinte años —hasta
la muerte de su maestro. Espeusipo heredó la dirección de la Academia y
Aristóteles decidió emigrar a la Tróada, donde ejerció la enseñanza. El 343 a.C
recibió, por parte del rey Filipo de Macedonia, el encargo de educar a su hijo
Alejandro. Transcurrida la formación de Alejandro, regresó a Atenas en el 335 y
fundó el Liceo: su escuela filosófica. En esta época redactó la mayoría de sus
obras. Pero en el año 323, tras la muerte de Alejandro y el avivamiento de la
hostilidad antimacedónica, hubo de abandonar Atenas, pues lo habían acusado
de impiedad —posiblemente como pretexto por su vinculación con Alejandro.
Moriría al año siguiente, 322, en Eubea.

Obra
Su obra se puede dividir en dos tipos: los libros exotéricos, dedicados a
la divulgación popular; y los libros esotéricos o acromáticos, enfocados a
cuestiones específicamente filosóficas. La mayoría de estos últimos se
conservan como apuntes de clase del Liceo. Estos libros acromáticos pueden
dividirse en tratados de lógica, de ciencias prácticas, la Poética, la Retórica y
los tratados de ciencias teóricas. Los tratados de lógica, como Categorías, De
interpretatione, Analíticos, Tópicos, Refutación de los argumentos sofísticos,
etc. comprenden el Organon. En las ciencias práticas destacan la Ética a
Nicómaco, Ética a Eudemo y Gran Ética. En cuanto a las ciencias teóricas,
destacan la Metafísica o Filosofía Primera, Física, el Del Mundo, el De Anima y
el Acerca del Cielo, obra a la que pertenece el texto que nos atañe 3.

Como se ha indicado anteriormente, Aristóteles fue un destacado


discípulo de Platón y, como su maestro, defendió que el proceso de conocer
exigía una semejanza entre el sujeto —entendido como alma— y el objeto de
conocimiento. También estableció grados de conocimiento en función de los
grados del ser, pero, mientras Platón refería el sumo grado a las Ideas,
Aristóteles lo hará a las formas de los seres. Si, para Platón, el sumo grado
conocimiento consiste en la intuición de la Idea, para Aristóteles consiste en la
aprehensión de una forma sensible o inteligible abstraída por el entendimiento
agente que pasa, a continuación, a ser recibida por el alma.

Existen dos formas de adquirir conocimiento: una sensible, común tanto a los
animales como al hombre, que consiste en la percepción sensual (vista, oído,
tacto, gusto, olfato) de los objetos; y otra inteligible. Ésta da lugar al
conocimiento intelectual, que es específico del hombre, y que viene posibilitado
por la existencia de un entendimiento agente. Para alcanzar este conocimiento
intelectual, superior al sensible, el entendimiento separa por abstracción los
aspectos generales de una multiplicidad de casos particulares, reuniéndolos
luego en un concepto o definición. El fin de la filosofía, según Aristóteles,
consistiría en explicar la realidad (Sánchez,163).

3
SÁNCHEZ MECA, D. (2013). Historia de la filosofía antigua y medieval. Historia De La
Filosofía Antigua Y Medieval. Madrid: Dykinson, S.L. (pp.129-130).
Una aportación significativa de su obra consiste en haber articulado las
ciencias a partir de la lógica, como un instrumento —Organon, del griego
όργανον, significa instrumento— del conocimiento científico (ibid, 133).
Además, Aristóteles vincula lógica y metafísica, por lo que los principios de
conocer tienen un sentido ontológico antes que psicológico. Aristóteles postula
la necesisidad de primeros principios a la hora de desarrollar un tema filosófico
para, por un lado, evitar la argumentación circular; por otro, la regresión al
infinito4.

Así, por principio entiende “aquello de lo que algo procede con


dependencia en el ser (ibid, 149). La tesis fundamental de la epistemología
aristotélica afirma que, para inteligir al ser, el conocimiento humano necesita,
estudiar los seres finitos de la naturaleza para, mediante la abstracción de sus
experiencias sensibles, comprender al ser en sus aspectos más universales.
Esta ciencia que transciende la naturaleza (la física) por abstracción, se
denomina Filosofía primera o Metafísica: ciencia que se ocupa del ser y sus
propiedades. (ibid,161-162).

El ser inmaterial, transcendente y universal es estudiado como motor


inmóvil, causa incausada y suprema de todo ser. Se relaciona con lo “divino”,
género común a los cielos y las esferas incorruptibles. Llegamos, pues, a la
obra “Acerca del cielo”, donde, junto a la Física, Metafísica y Sobre la
generación y la corrupción se explicita la cosmovisión geocéntrica aristotélica,
paradigma cosmológico predominante hasta la era copernicana. En esta
cosmovisión se considera al Universo como el cuerpo perfecto, finito, con forma
de esfera y conformado por esferas contiguas, siendo la primera o “primer
cuerpo” la esfera de las estrellas fijas —el firmamento—, seguida por la esfera
de los astros errantes —planetas—, seguidos por el Sol y la Luna. Hasta aquí
el Universo está constituido por cuerpos de éter: ingrávidos. A continuación,
llegamos a la esfera ígnea que envuelve la atmosfera (o esfera de aire) de la
Tierra. Aristóteles, que defendió la diferencia esencial entre los cuerpos
terrestres (con gravedad y levedad), constituidos —por orden de peso— por
tierra, agua, aire y fuego. De modo que el cuerpo terrestre más ligero: el fuego,
forma una esfera colindante con la esfera celeste más próxima. El fuego sería
un cuerpo tendente hacia el arriba absoluto propio del firmamento, que, sin
embargo, no alcanza la esfera celeste por limitarle el movimiento circular del
éter. El abajo absoluto lo encontramos en el centro de la Tierra, hacia donde
tienden naturalmente la tierra y el agua. Los cuerpos celestes, ni caen a la
tierra ni caen al firmamento por ser ingrávidos y de movimiento circular.

Acerca del cielo

La obra consta de cuatro libros: en el primero se establece un estudio de


los cuerpos como objeto de estudio de la física. También trata del Universo, al
4
BERRÓN, M. (2015). Claves para una lectura alternativa de la axiomática en Aristóteles. El
caso de Acerca del cielo I. Ideas y Valores, 64 (159), 7-32 (p.9).
URL:https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/39911/pdf
que atribuye finitud, unicidad y eternidad (Candel, 11). En el segundo,
continuando la explicación fundamentada en la tridimensionalidad de los
cuerpos, explica el movimiento de los cuerpos celestes a partir de los binomios
arriba-abajo, derecha izquierda (o Este-Oeste), delante-detrás. En el capítulo 8
argumenta que el movimiento de los astros que no están en reposo (como lo
están la Tierra y el Firmamento) ha de ser circular, tal y como se observa por
sus fenómenos, pues se ve que los astros trazan una trayectoria circular (ibid,
131). Tienen, por tanto, una velocidad de movimiento circular proporcional a
sus magnitudes. Esta trayectoria, sin embargo, no se observa como una
circularidad perfecta, como se verá en el próximo capítulo 12. En el capítulo 9
rebate una opinión pitagórica, según la cual el movimiento de los astros
errantes o planetas describe una melodía armónica, a pesar de que el oído
humano no pueda oírla (ibid, 135). En el capítulo 10 se explica que hay una
proporcionalidad entre la cercanía o lejanía de la Tierra y el movimiento de los
astros, siendo los más rápidos los más cercanos a la Tierra (el sol y la luna) y
los más lentos, los más cercanos al firmamento (ibid, . En el capítulo 11,
defiende que la forma más conveniente a los astros es la esférica. Pues,
aunque se mueven, no se mueven por sí mismos, y puestos a tener forma, les
conviene la menos móvil: la esfera. Además, la Luna es una esfera, como se
puede observar en la formación de los eclipses. Y, siendo un astro esférico, lo
más natural será que el resto sean también esféricos. Llegamos, pues, al
capítulo 12: Paradojas de los movimientos celestes. En él nos presenta la
teoría eudoxea de las esferas homocéntricas, donde los movimientos del sol y
la luna se explican mediante la combinación de movimientos de tres esferas;
los de Saturno, Júpiter, Marte, Venus y Mercurio, de cuatro. Aquí observa
Aristóteles una aporía, que es la que aparece en nuestro texto a comentar:

“Y, siendo muchas las <dificultades> de este tipo, no es la menos llamativa la


de por qué causa los <astros> no se mueven con mayor número de
movimientos cuanto más distantes se hallan de la primera revolución, sino que
los intermedios <tienen> más. Pues parecería lógico que, al moverse el primer
cuerpo con una sola traslación, el más próximo a él se moviera con el mínimo
de movimientos, pongamos dos, el siguiente con tres, o cualquier otra
ordenación semejante. En realidad, ocurre lo contrario: pues el Sol y la Luna se
mueven con menos movimientos que algunos de los astros errantes: y, sin
embargo, <estos últimos> se hallan más lejos del centro y más cerca del primer
cuerpo que aquéllos.” Aristóteles, Acerca del cielo, Libro II, 12, 291b-292ª.

Veamos. Con “dificultades de este tipo”, el estagirita se refiere a la dificultad de


dar una explicación suficiente a los fenómenos de los astros y su movimiento
errático; que no sigue el orden esperable. Al sol y la luna, por estar más lejos
del primer cuerpo (firmamento), les corresponderían más movimientos que a
los planetas, y, sin embargo, estos tienen más. Este fenómeno es incluso
visible, pues se ve cómo, en ocasiones la luna queda bajo —diríamos, cubre—
Marte. ¿Por qué? Este fenómeno resulta sorprendente para el estagirita, como
sorprendente le parece que la esfera del firmamento se componga por
innumerables astros, mientras que las esferas de los planetas, el sol y la luna
sólo parecen contener uno. Para explicar la dificultad específica sobre los
movimientos de los astros, Aristóteles propone que éstos están animados,
atribuyéndoles zoomorfismo (ibid, 141). Los astros, al ser más perfectos que
los animales terrestres, requieren de menos acciones para alcanzar su sumo
bien, pues lo tienen relativamente más próximo. Y entre los astros, destacan en
perfección los presentes en el firmamento —o primera traslación. La naturaleza
equilibra el Universo asignando a la primera traslación muchos cuerpos
(muchos astros) y al resto, pocos cuerpos (pocos astros) y muchos
movimientos (ibid, 143).

Esta tesis sirve también para explicar por qué las demás traslaciones o
esferas tienen un solo astro, y no innumerables como la primera traslación (o
primer cuerpo). Tratamos el caso de las esferas homocéntricas heteroaxiales,
tal y como apunta Miguel Candel. Si tomamos como ejemplo el caso de Marte,
según Aristóteles, se encuentra fijo en el ecuador de una esfera. Esfera cuyo
movimiento se combina con el otras siete que la envuelven, cuatro girando en
un sentido y tres en otro. Si se las considerase como corpóreas, cabría decir
que el movimiento de Marte corresponde al de ocho cuerpos (uno por cada
esfera). Esta distribución de esferas y movimientos por planeta serviría para
explicar el fenómeno: que los planetas realicen más movimientos que el sol y la
luna, a pesar de estar más cerca de la primera traslación.

Conclusión

En conclusión, nos encontramos ante un texto paradigmático: el modelo


cosmológico construido por Aristóteles según una axiología fundamentada en
los primeros principios, no podía dar completa explicación de los fenómenos
celestes. El geocentrismo aristotélico señalaba una dificultad que más tarde
reduciría Apolonio de Perga (262-192 a.C), manteniendo la tesis geocéntrica.
Éste incorporaría el epiciclo y el deferente como instrumentos capaces de
sofisticar la teoría eudóxea de las esferas homocéntricas, permitiendo, ahora
sí, realizar predicciones sobre la posición de los planetas más exactas, además
de permitir explicar los cambios en la iluminación durante la retrogradación
planetaria (Zamora, 1:11:00-1:18:00).

Bibliografía

CANDEL, M. (1996). Acerca del cielo. Meteorológicos. Madrid: Editorial


Gredos, S.A. URL:
http://www.hermanosdearmas.es/wp-content/uploads/2017/12/aristoteles-
acerca-del-cielo_-metereologicos-gredos.pdf

BERRÓN, M. (2015). Claves para una lectura alternativa de la axiomática en


Aristóteles. El caso de Acerca del cielo I. Ideas y Valores, 64 (159), 7-32.
URL:https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/39911/pdf

SÁNCHEZ MECA, D. (2013). Historia de la filosofía antigua y medieval.


Historia De La Filosofía Antigua Y Medieval. Madrid: Dykinson, S.L.

ZAMORA, J. Jesús P. Zamora Bonilla. (No aparece fecha de publicación). LA


ASTRONOMÍA GRIEGA. HISTORIA GENERAL DE LA CIENCIA I. UNED.
URL: https://www.youtube.com/watch?v=ondfTzD7bFU

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