Trabajo de Investigación - Procesos
Trabajo de Investigación - Procesos
Trabajo de Investigación - Procesos
MODALIDAD: Virtual
TURNO: Mañana
EQUIPO DE TRABAJO:
DOCENTE:
LIMA – PERÚ
2020
2
DEDICATORIA
3
AGRADECIMIENTO
4
TABLA DE CONTENIDO
PORTADA 1
RESUMEN 7
Palabras Claves 7
ABSTRACT 8
Key Words 8
INTRODUCCIÓN 9
CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 11
1.1 Descripción de la realidad problemática 11
Formulación del problema 12
1.2 1.2.1 Problema general 13
1.2.2 Problemas específicos 13
Objetivos de la investigación 13
1.3 1.3.1 Objetivo general 13
1.3.2 Objetivos específicos 13
1.4 Justificación de la investigación 14
1.5 Viabilidad de la investigación 14
1.6 Delimitación de la investigación 15
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO 16
2.1 Antecedentes de la investigación 16
Parámetros teóricos
1. Breve evolución histórica de la cosa juzgada 18
1.1 Parámetros históricos de la nulidad de cosa juzgada 19
fraudulenta 21
1.2 Reseña histórica de la nulidad de cosa juzgada fraudulenta
en el Código Procesal Civil peruano.
2.2 2. Conjeturas o teorías sobre la Cosa Juzgada 23
3. Cosa Juzgada o Res Judicata 24
3.1 Naturaleza de la Cosa Juzgada 28
3.2 Teorías de la Cosa Juzgada 31
3.2.1 Presunción de la verdad 31
3.2.2 Teoría materialista 31
3.2.3 Teoría procesal 32
5
3.3 Tipos de Cosa juzgada 33
3.3.1 Cosa juzgada Formal 33
3.3.2 Cosa Juzgada Material 34
3.4 Características de la Cosa juzgada 35
3.5 Cosa juzgada y excepciones 36
3.6 Jurisprudencia peruana sobre la cosa juzgada 37
4. Nulidad procesal 40
4.1 Nulidad de los actos procesales 40
4.2 Inadmisibilidad o Improcedencia de la nulidad en el 40
proceso
4.3 Clases de nulidad procesal 42
5. Fraude procesal 42
5.1 Colisión 44
6. Nulidad de Cosa juzgada fraudulenta 45
6.1 Características de la nulidad de cosa juzgada fraudulenta 49
6.1.1 Remedio Excepcional 49
6.1.2 Carácter Residual 49
6.1.3 Carácter Extraordinario 49
6.1.4 De extensión Limitada 50
7. Efectos del proceso de Nulidad de cosa juzgada fraudulenta 50
8. Derecho Comparado 54
9. Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta Internacional 58
CAPÍTULO III: HIPÓTESIS 59
3.1.1 Hipótesis general 59
3.1.2 Hipótesis específicas 59
Variables – Dimensiones – Indicadores – Ítems 59
3.2
3.1 Operacionalización de variables 60
CAPÍTULO IV: DISEÑO METODOLÓGICO 62
CAPÍTULO V: EL PLAZO DE LA NORMATIVIDAD 63
CONCLUSIONES 65
RECOMENDACIONES 67
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS 68
ANEXOS 73
6
RESUMEN
El presente estudio de investigación, intitulado, La materialidad objetiva de la
nulidad de cosa juzgada fraudulenta en el Código Procesal Civil Peruano, aborda una
temática de gran relevancia por referirse a la institución procesal de mayor
preponderancia de la legislación peruana, ello visto en las facultades jurisdiccionales
de emplazar los límites que alcanza la misma función judicial, respecto al sentido
válido de las sentencias judiciales; entendido así, se buscará describir y analizar las
condiciones por las que actualmente es llevado esta institución.
En el problema de la investigación, podrá verse el despliegue analítico de las
causas petendis que descifra los conflictos y las incertidumbres jurídicas, las mismas
que por medio de la actividad procesal, buscan la mejor composición en justicia, y así
durante su término, la cosa juzgada pueda ser irrefutable e inamovible, según es
descrito en definiciones constitucionales, y en aquellos precedentes vinculantes que
forman material jurisprudencial actual.
Asimismo, se realizó un estudio centralizado en la excepción de la cosa
juzgada, la cual es la nulidad, dejando meridiano el orden de cuáles son esos medios
de fraude o colusión que es perpetuado por las partes o sujetos del proceso o el juez,
según es mencionado por el ordenamiento jurídico, a la vez de los plazos que son
establecidos por ley para dar escenario al tema tratado, y ello esclarecido por
jurisprudencia y doctrina recolectada.
Por lo tanto, es el Derecho Procesal Civil, aquella vía correcta para esbozar las
garantías y defensas frente a las maniobras no acordes a derecho que serán vistos
en la presente.
PALABRAS CLAVES
Cosa juzgada, Nulidad, Fraude procesal, Debido proceso, Cosa juzgada fraudulenta.
7
ABSTRACT
This research study, entitled, The objective materiality of the nullity of fraudulent
res judicata in the Peruvian Civil Procedure Code, addresses an issue of great
relevance because it refers to the procedural institution with the greatest
preponderance of Peruvian legislation, this seen in the jurisdictional powers of
summoning the limits reached by the judicial function itself, with respect to the valid
meaning of judicial sentences; understood this way, it will seek to describe and analyze
the conditions by which this institution is currently led.
In the research problem, it will be possible to see the analytical deployment of
the petendis causes that deciphers the conflicts and legal uncertainties, the same ones
that through procedural activity, seek the best composition in justice, and thus during
its term, the thing judged can be irrefutable and immovable, as described in
constitutional definitions, and in those binding precedents that form current
jurisprudential material.
Likewise, a centralized study was carried out on the exception of res judicata,
which is nullity, leaving the order of which are those means of fraud or collusion that is
perpetuated by the parties or subjects of the process or the judge, depending on the
situation. mentioned by the legal system, at the same time as the deadlines that are
established by law to set the stage for the subject matter, and this clarified by
jurisprudence and collected doctrine.
Therefore, it is the Civil Procedural Law, that correct way to outline the
guarantees and defenses against the maneuvers not in accordance with the law that
will be seen in the present.
KEYWORDS
Thing judged, Nullity, Procedural fraud, Due process, Thing judged fraudulent.
8
INTRODUCCIÓN
“La cosa juzgada es aquella autoridad y eficacia de una sentencia judicial cuando no
existe contra ella, medios impugnatorios que permitan modificarla”. Couture
“su validez es la máxima presunción de verdad dada por el juez, cuando las
condiciones impuestas en el proceso la vulneran, el carácter nulo es necesario de
análisis”. Valery Ávila
El ser humano es un gran misterio, es el único ser viviente que nunca se verá
conforme con algo demasiado tiempo, la búsqueda a encontrar respuestas de
situaciones que podrían marcar su naturaleza, no lo detiene con facilidad, pues su
renuencia y perseverancia, encontrará hasta la celdilla más diminuta para hallar una
salida, un avance; por ello, al escuchar o tener en mente las muy sonadas palabras
en el ámbito jurídico; proceso, sujetos procesales, dinamismo procesal, sentencia,
finiquito procesal, deja ostensible que el ser humano por cada paso en su laborioso
sendero de las leyes, en el transcurrir de la historia, se ha encaminado junto a la
investigación, ya sea para obtener recursos, realizar plausiblemente tareas peliagudas
o disfrutar de variadas comodidades; aquella progresión humana, hace, que al día de
hoy, a veinte años de haber cruzado las puertas del Siglo XXI, las personas sigan
conociendo nociones extraordinarias que jamás siquiera creyeron seguir analizando;
han pasado a definir al derecho como aquel conjunto de principios y normas,
generalmente inspirados en ideas de justicia y orden, que regulan las relaciones
humanas en toda sociedad y cuya observancia es impuesta de forma coactiva por
parte de un poder público
9
una firme comparativa con otras legislaciones que versan también sobre el presente
tópico, para luego buscar explicar con claridad un acervo de ideas, producto de la
misma temática tratada y posteriormente romper los paradigmas que cada caso
analizado jurisprudencialmente por altos tribunales, se ha dado; también planteamos
en este primer segmento, todos los alcances necesarios para hacer viable este
estudio.
El Capítulo III, este punto brinda la exposición de las hipótesis planteadas que, en la
parte conclusiva de la presente, buscará contrastar, también se realizó la
operacionalización de las variables, las cuales explica la prueba de hipótesis.
10
CAPÍTULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
11
En esa breve síntesis de la doctrina legislativa peruana, se ve la presencia de la
afectación por la figura del fraude que se va aplicar dentro de un proceso judicial civil.
La figura del fraude, es materia de estudio de todas las ramas del derecho,
teniendo su máximo desarrollo en el Derecho penal, pero como se ha visto en el
anterior fragmento de la normatividad peruana, también se presenta en el Derecho
Procesal civil, pero con el intitulado de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta. El
proceso de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, regulado de forma insuficiente,
presenta ciertos desafíos y vacíos en la práctica judicial, siendo estos, materia de
estudio del presente trabajo.
Se encuentra regulado en el ART.178 del Código Procesal Civil peruano que
dice: “se puede demandar la nulidad de una sentencia cuando el proceso que se
origina ha sido seguido con dolo, fraude, colusión o afectando el derecho a un debido
proceso, cometido por una o por ambas partes, o por el Juez, o por éste y aquellas”.
Pero como puede interpretarse, se ataca directamente a la sentencia, ya que
para esta existen diferentes medios impugnatorios, como la apelación o el recurso de
Casación. En este caso se ataca completamente al Proceso y aquí surgen algunas
preguntas, como ¿De qué manera se concibe la nulidad de la cosa juzgada? , ¿De
qué manera influye la cosa Juzgada en precedentes vinculantes? Este hecho jurídico,
se da ya que a pesar de que una de las partes litigantes siente que se hicieron todos
los aportes respectivos en el proceso, su fallo termina como infundado y la resolución
judicial pasa a tener una autoridad de cosa juzgada, pero esta parte siente que hay
algo ajeno a la regularidad del proceso, que provoco este resultado y se encuentra
disconforme, y en el intento de conseguir Justicia por verse afectado su Derecho al
Debido Proceso a la par de demostrar el dolo cometido por alguna de las partes, inicia
un nuevo proceso, a veces excede el plazo estipulado de 6 meses que indica el Art
128° del código procesal civil, llegando hacer incluso años de su descubrimiento y
este hecho, puede ser materia de derecho comparado, pues otros códigos procesales
dan un plazo mayor al del código peruano, superando los 6 meses , ejemplo de ello
puede ser el código Español del año 2000 que concede el plazo de 5 años para la
revisión de los procesos judiciales.
12
inicio del planteamiento del presente trabajo, refiriéndose en términos de medición para el
análisis de los procedentes vinculantes; con nociones del tópico, se ha formulado las
maneras en las que se concibe dentro del proceso la nulidad y la forma en la que influye
dentro de esta misma.
13
1.4. Justificación de la investigación
14
no podemos recurrir a bibliotecas por encontrarnos ante una situación coyuntural en la
que la distancia social y evitar los espacios reducidos es lo primordial, por ello mismo,
debemos adaptarnos a los medios disponibles, lo cual generó que la extensión del trabajo
no sea muy profunda para que sea adecuada en un trabajo de campo, y sobre todo el
tiempo muy reducido con la que se nos asignó para la elaboración de la misma, por eso
debió comprimirse, buscándose ideas puntuales.
No tendremos limitaciones respecto a muestras, ya que nuestra investigación es teórica o
pura, con la finalidad de captar información de la realidad, además de emplear de manera
extensa el Código Procesal Civil.
b) Temporal: El tiempo que el estudio es llevado a cabo, inició el 9 de octubre del 2020
y contará con una fecha de entrega hasta el 30 de octubre, pero por el tipo de alcance
que se pretende obtener, este trabajo de investigación, está en una fuente futura de
ser un constante estudio para tratar, para brindar alternativas sobre la nulidad de cosa
juzgada fraudulenta.
15
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
En el Perú, Toledo (2005), en su tesis de maestría, pone en relieve que para los casos
de cosas juzgadas fraudulentas deben reglamentarse en otra norma especial apartada
del ámbito del Código procesal Civil, toda vez que es aplicable a diferentes casos, en
su trabajo de investigación llegó a las siguientes conclusiones:
Es necesaria una mayor difusión, de los alcances de la Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta -pues se sigue considerándose como un juicio de contradicción de
sentencia y por lo tanto como un recurso más frente a un fallo adverso o una forma
de detener la ejecución de una sentencia(…).El objeto de la Nulidad de Cosa
Juzgada Fraudulenta no implica la revaloración de la prueba actuada en el proceso
primigenio, esto es, se contrae únicamente a determinar si el proceso cuestionado
se ha seguido con fraude o colusión que signifique afectación al debido proceso.
16
Que los Procesos de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta el emplazamiento de los
Magistrados se ha estado realizando a través del Procurador Público encargado de
los asuntos del Poder Judicial. Sin embargo, el Pleno Jurisdiccional Civil 1998,
realizado en la ciudad de Piura ha acordado por consenso que debe emplazarse con
la demanda de nulidad de cosa juzgada fraudulenta al magistrado si se le imputa
dolo, fraude o colusión y por mayoría se estableció que debía emplazarse, asimismo,
al Procurador Público encargado de la defensa de los asuntos del Poder Judicial
para defender la validez de la resolución cuestionada.
El maestro Castañeda menciona que el accionar que invalidad un acto procesal definitivo,
como lo puede ser la sentencia definitiva, es la cosa juzgada fraudulenta, convirtiéndose
esta en el fraude unilateral o bilateral al emitirse el pronunciamiento.
Antecedente internacional:
17
judicial son tres de ellos, a saber, las tasas de pendencia, resolución y congestión. De este
análisis se concluye que las sentencias (entre un 70% y un 100%) son dictadas por los
titulares de los juzgados y, además, entre 2004 y 2012 cada vez en un porcentaje mayor.
18
1) “Si después de pronunciada, se recobraren u obtuvieren documentos decisivos,
de los que no se hubiere podido disponer por fuerza mayor o por obra de la parte
en cuyo favor se hubiere dictado”.
3) “Si hubiere recaído en virtud de prueba testifical o pericial, y los testigos o los
peritos hubieren sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones
que sirvieron de fundamento a la sentencia”.
MAURINO, citando a ALSINA sostiene que se puede decir que los medios
impugnatorios de las nulidades procesales son: “el recurso, el incidente, la
excepción y la acción”.
En nuestro sistema procesal podemos establecer que las vías para solicitar la
declaración de nulidad pueden ser clasificar de la siguiente forma:
a). - Recurso, esto es, el que se puede hacer valer dentro del mismo proceso.
19
referidos a la formalidad de la resolución impugnada. Por otro lado, el recurso
puede ser extraordinario, como es el Recurso de Casación, que, entre otras
causales, procede frente a la contravención de normas que garantizan el derecho
a un debido proceso, o la infracción de formas esenciales para la eficacia y validez
de los actos procesales (Art. 386, inciso 3 del Código Procesal Civil).
Es cuando, siguiendo al mismo autor, se utiliza alguna excepción dilatoria que hace
valer alguna nulidad. Tal es el caso de las excepciones de incompetencia o de
incapacidad, que suponen falta de presupuestos procesales y que, si bien tienen
una denominación especial, en el fondo significan alegar la existencia de una
nulidad en el proceso.
20
1.2 Reseña histórica de la nulidad de cosa juzgada fraudulenta en el Código
Procesal Civil peruano.
El artículo 178 del Código Procesal Civil establece que se puede demandar la
nulidad de una sentencia cuando el proceso que se origina ha sido seguido con dolo,
fraude, colusión o afectando el derecho a un debido proceso, cometido por una o por
ambas partes, o por el Juez, o por éste y aquellas.
21
que se ejecuta el fallo. Dicho criterio jurisprudencial considera que, si la sentencia
cuya nulidad se demanda, aún no ha sido ejecutada, la demanda de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta deviene en improcedente por prematura, considerando que, si la
sentencia es ejecutable, el que incumple con lo ordenado en el fallo no puede recurrir
al Poder Judicial a interponer la demanda de nulidad por no haber acatado lo resuelto
por el Órgano Jurisdiccional.
Tal es el caso de las resoluciones expedidas por la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia en las Casaciones 778-95 procedente de Piura, y 1365-96 procedente de la
Libertad, entre otras.”
2.- Otras ejecutorias supremas consideran que el perjudicado con una sentencia no
tiene por qué esperar que se ejecute el fallo para poder demandar la nulidad, pudiendo
hacerlo inmediatamente después que se haya dictado la sentencia con carácter de
cosa juzgada, aun cuando sea ejecutable y no se haya ejecutado.
Tal es el caso de las resoluciones expedidas por la Sala Civil de la Corte Suprema de
Justicia en las Casaciones 2205-97 procedente de Lambayeque y 251-99 procedente
de Lima, entre otras.”
Consideramos que este es el criterio jurisprudencial que debe prevalecer, por ello
proponemos la modificatoria del artículo 178 del Código Procesal Civil, en el sentido
que se precise claramente que se puede demandar la nulidad dentro de los seis meses
de dictada la sentencia con carácter de cosa juzgada, sin tener que esperar que se
ejecute la sentencia, cuando es ejecutable, por las siguientes razones:
22
El Proyecto suprime el último párrafo del artículo 178, que establece “que en el caso
que la demanda no fuere amparada, el demandante pagará las costas y costos
doblados y una multa no menor de veinte unidades de referencia procesal”, por
considerar que dicha disposición atenta y limita el derecho que tiene toda persona a
la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses,
con sujeción a un debido proceso, previsto en el artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil
El Proyecto en este extremo está regresando al texto original del artículo 178 del
Código Procesal Civil, que fue modificado por el artículo Único de la ley 27101
publicada el 5 de mayo de 1999.
Si las partes tienen la libertad de determinar el objeto del proceso, formulando las
pretensiones que deseen, resulta claramente incompatible con este carácter privado,
el establecer una carga que consista en que el demandante deba formular todas las
“eventuales” pretensiones que “podrían” deducirse en un proceso contra el mismo
demandado, derivadas de la misma relación jurídica material.
El incumplimiento de esta carga (que resulta aún más gravosa si se impone de lege
ferenda), impedirá que el demandante pueda iniciar un nuevo proceso con aquellas
pretensiones que pudo formular en el proceso precedente (en caso se hayan
desestimado las pretensiones).
Hemos señalado en los puntos precedentes, que, desde un punto de vista práctico,
resulta altamente probable que, si las partes de un proceso supieran que la sentencia
que resuelve la controversia, no tiene el carácter de definitiva o inmutable, estarían
tentados a seguir discutiendo aquello que fue resuelto mediante sentencia, debido a
la esperanza de obtener una resolución judicial que modifique la situación existente.
Este escenario haría interminable la actividad jurisdiccional impidiendo que el proceso
y la función jurisdiccional cumplan su finalidad. De esta manera, cuando el vencido
busca, a través de inicio de un nuevo proceso judicial, conseguir aquello que le fue
negado en el proceso anterior, surge la necesidad de oponer la cosa juzgada
existente, con la finalidad de evitar que el nuevo proceso continúe y se afecte la
seguridad jurídica.
24
Aquel término del que se hace referencia, será dado con una sentencia, la misma que
el juez, haciendo empleo de sus facultades jurisdiccionales y sus aptitudes para
conocer el caso en concreto (Notio) podrá dar al final del proceso, con el elemento del
Iudicium, resoluciones con calidad de cosa juzgada.
Una sentencia, en últimos términos, es una obra exclusiva de la jurisdicción que
produce la culminación del proceso.
“la palabra sentencia procede del latín sentiendo, que equivale a sientiendo, por
expresar la sentencia lo que siente u opina quien la dicta. Por ello se entiende la
decisión que legítimamente dicta el juez competente, juzgando de acuerdo con
su opinión y según la ley o la norma aplicable” Cabanellas.
Este breve fragmento, dilucida que, de acuerdo a la integración competente del
juez, se podrá dar una decisión final con lo que culminará una sentencia, pero dándole
condición de cosa juzgada.
Sobre este punto, cosa juzgada, diferentes doctrinas han brindado a los centros
académicos, distintas nociones, postulando definiciones que encuadran los puntos
tratados, una de ellas es la definición clásica, quien menciona, “como el efecto de la
sentencia que pone fin al proceso judicial y sobre la cual no cabe interponer recurso
impugnatorio alguno”, esta idea tradicional no es de peliaguda comprensión, pues lo
que hace referencia al carácter inmodificable al término de lo dispuesto por el juez
durante el final, pero no es la única postura en contrada dentro de la doctrina, pues
ser un punto controversial por la mayoría de jurisconsultos que periódicamente crean
doctrina.
El maestro italiano CHIOVENDA sostenía que: “La cosa juzgada es la eficacia
propia de la sentencia que estima o desestima la demanda y consiste en esto:
por la suprema exigencia del orden y de la seguridad de la vida social, la
situación de las partes fijada por el juez en relación con el bien de la vida (res)
que fue objeto de discusión no puede ser impugnada posteriormente. 1
1
CHIOVENDA, Giuseppe. Instituciones de derecho procesal civil. Traducción de E. Gómez. Ciudad de
México: Editora Jurídica Mexicana, 2001; p. 219.
25
El perilustre Chiovenda nos clarifica que los efectos que tiene la sentencia terminarán
en la cosa juzgada, la misma que deberá ser respetada por los sujetos de la demanda
para que el executio adquiera la característica predominante de ser obedecida.
Sobre ello mismo, el insigne Eduardo Couture señala que la cosa juzgada es,
“Es la autoridad y eficacia de una sentencia judicial cuando no existen contra ella
medios de impugnación que permitan modificarla”. 2
Couture toma la noción de la cosa juzgada, mucha más que una simple aplicación, la
manifiesta como una autoridad con eficacia, es decir, tendrán efectos jurídicos entre
las partes o terceros que se encuentren inmersos en la litis, esa idea para el maestro
Couture, es la necesidad de certeza con gran imperio dentro del Sistema jurídico.
Con esa misma noción indica Gelsi, “podría considerarse la cosa juzgada, como
respuesta o, mejor, solución por vía de determinación, a la incertidumbre en el
derecho. Las situaciones jurídicas inciertas, quedan aseguradas, fijadas, precisadas,
cuando sobreviene a su respecto una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.
De donde, la función propia de tal instituto no debería conectarse con la justicia, sino
con la seguridad, en el campo de los valores jurídicos o de los fines que se procuran
por los medios del derecho. Obtenida aquella sentencia, podrá disputarse aún, si el
juez erró al dictarla, pero no se podrá dudar que lo establecido por él, es el derecho
para el caso resuelto”.3 Lo mencionado por Gelsi, es el punto material del presente
trabajo, es decir, lo que refiere a la nulidad que pueda darse cuando la cosa juzgada
tiene calidad de fraudulenta, pero ello se verá con mejores aproximaciones en el punto
6 y sus contenidos.
Un emplazamiento moderno de la cosa juzgada es la dada por Liebman, personaje
quien menciona que la cosa juzgada:
“se puede precisamente definir como la inmutabilidad del mandato que nace de
una sentencia. La misma no se identifica simplemente con la definitividad e
intangibilidad del acto que pronuncia el mandato; es, por el contrario, una
cualidad especial, más intensa y más profunda, que inviste el acto también en
2
COUTURE, Eduardo. Estudios de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires: Depalma, 1979; p. 121.
3Adolfo Gelsi Bidart, «Bases positivas para la noción de cosa juzgada>>, en: Estudios jurídicos en
memoria de Eduardo J. Couture, Montevideo, 1957, pp. 341-361.
26
su contenido y hace así inmutables, además del acto en su existencia formal, los
efectos cualesquiera que sean del acto mismo”.4
Este postulado dado por Liebman, engloba unas ciertas características que se
complementan entre sí, como por eje. El acto de mandato dado por el juez será el que
le dé la cualidad de inmutable e inmodificable, ello quiere decir que, la cosa juzgada
es una forma de escudo que inviste a las decisiones finales por el juez, teniendo
calidad de formal, es decir, con la rigidez necesaria para que no sea contravenida por
ninguna postura he imperfecto, pero algo que sería preferible analizar en su concepto
es que existen actos que pueden darle la vuelta a la normatividad y de ello, la
investidura que le dio la cosa juzgada a la decisión, no serviría de mucho, porque
querida decir que pudo quebrar la armadura que protegía la consideración.
La doctrina habla mucho de la cosa juzgada, normalmente, a me dida que el derecho
evoluciona, las decisiones finales que cumplen con el principio del proceso ya
explicado, también evolucionan, por lo mismo la conceptualización varía, eso puede
ser mencionado con la diversidad de casos que son parte del estudio jurisprudencial,
un claro ejemplo de ello es la dada por el Tribunal Constitucional:
“ (…) mediante el derecho a que se respete una resolución que ha adquirido la
autoridad de cosa juzgada, se garantiza “el derecho de todo justiciable, en primer
lugar, a que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan
ser recurridas a través de medios impugnatorios, ya sea porque estos han sido
agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar,
a que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición no
pueda ser dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes
públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que
resolvieron el caso en el que se dictó”.5” El fragmento extraído de la parte
considerativa de la resolución N°4587-2004-AA/TC, deja constatado que los
procesos judiciales a término con la calidad de cosa juzgada, no tendrán
argumentos en contrario y ello será lo que conseguirá la eficacia del proceso,
pues tendrá efectos entre las partes, manifestando un expresión del tipo
polisémica porque permitirá definir las instituciones que sirvan de
4
LIEBMAN, Enrico. Eficacia y autoridad de la sentencia y otros estudios sobre la cosa
juzgada. Traducción de Santiago Sentís, Buenos Aires: Ediar; p. 71.
5
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente N°4587-2004-AA/TC (Fundamento
jurídico N°38).
27
complementariedad al proceso y esbozará los efectos resultantes al término del
mismo, ello por, “el principal efecto de la principal resolución procesal, que es la
sentencia definitiva sobre el Objeto de un proceso (…) o, lo que es igual, el
principal efecto del proceso entero”.6
Diferentes doctrinas que han versado sobre la naturaleza jurídica de la cosa juzgada,
han presumido en último momento como, que es la presunción de verdad más exacta
que el juez, haciendo uso de los criterios elementales de los procesos, pudo expedir,
y ello con calidad de inmodificable, siendo esa idea, el principal garante de la esencia
que presenta la decisión, la misma que es calificada como fehaciente, por ser la última
razón de una composición que desde el inicio presentaba dos supuestas verdades,
resultado que cambia, cuando en el fallo, queda una única y aceptada verdad,
admitida por la parte demandada y justa por la parte demandante o cuando la parte
demandada, haciendo empleo de su derecho a la defensa, logra obtener un resultado
favorable a su persona, siendo para él una decisión en justicia.
Siendo así que el fondo analítico del estudio de la cosa juzgada, con lo antes
mencionado, radica en la esencia, para ello, la doctrina creó un sistema dinámico en
el que se puede colocar a la cosa juzgada en posiciones en las que pueda
conceptualizarse desde una idea de tabla rasa, es decir, desde una idea en blanco.
Desde el punto de vista de una cosa juzgada establecida por un derecho nuevo, no
existiría una sentencia y por el contrario, no se tendría una decisión, lo que se lograría
tener, sería una tercera postura mixta de ambas partes, pues la cosa juzgada para
cumplir con la función de creatividad, debe tener necesariamente, un respaldo jurídico
en base a los hechos y derecho que la normatividad enviste para que pueda tener una
capacidad eficaz, caso contrario sería, cuando al contar con el derecho, simplemente
se use para dar una decisión, sin siquiera que el juez pueda hacer la integración
necesaria para que la duda razonable sea absuelta, esa función sería la declarativa;
esas funciones que genuinamente serían inmanentes de la cosa juzgada, cierra la
idea que la decisión que pudiera tomar el juez competente, la cual sería una sentencia,
solo pasaría a ser cosa juzgada, cuando existe una intrínseca vinculación con la
6
De La Oliva Santos, A., Sobre la cosa juzgada…, op. cit., pág. 17.
28
normatividad y la correcta facultad del juez, al momento de integrar o valorar o cumplir
con la inmediatez entre las partes.
7
Eduardo]. Couture, Fundamentos [ ...], op. cit., p.410.
29
transcurrido el plazo para impugnar la sentencia. El Tribunal Constitucional, en
resoluciones sobre la cosa juzgada, ha enfatizado reiteradas veces, sosteniéndolo
en jurisprudencia, que:
“el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las resoluciones que
hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas a través de medios
impugnatorios, ya sea porque estos han sido agotados o porque ha transcurrido
el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las
resoluciones que hayan adquirido tal condición no pueda ser dejado sin efecto
ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso,
de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se
dictó”.8
Como lo menciona la anterior citación, las condiciones para que una resolución
pueda ser considerada cosa juzgada, requiere del cumplimiento de exhaustivos
principios que empoderan a esta institución, como se mencionó líneas arriba, uno de
ellos es el principio de finiquito, es decir, la terminación, el fin del proceso, principio
de vital importancia por el encuentro de la solución de la composición, que será
resuelto por el juez para que pueda cumplir con el elemento de iudium y así brindar
a las partes la seguridad jurídica de la que la potestad jurisdiccional es garante.
Otros dos elementos que cubren a la cosa juzgada, son los principios de la
firmeza, que surge como efecto propio de las resoluciones judiciales que refieren
directamente a las partes, sujetos quienes deberán de acatar las disposiciones
cumpliendo con el elemento del executio. La invariabilidad, ha sido otro de los
principios que la cosa juzgada expide desde sus componentes orgánicos, y es uno
de los principales elementos que el Tribunal contempla en la mayoría de sus
consideraciones dentro de una resolución.
Para comprender a gran escala la naturaleza esencial de la cosa juzgada, debe
comprenderse la postulación de diferentes teorías que de manera significativa
explican sus conceptos normativos; en un primer alcance debe comprenderse que
gran parte de la parte dogmática de la presente, tiene este carácter por su vínculo
irrefutable del entorno social, político, técnico o académico, sumado a ello la verdad
subjetiva que resulta de hechos objetivos para terminar con solo una verdad objetiva,
8
Página web. Pasión por el derecho. La naturaleza jurídica de la cosa juzgada.
https://lpderecho.pe/cosa-juzgada-principio-seguridad-juridica/
30
siendo esta última característica la que le faculta que se puedan llevar lo casos en el
proceso civil en casos concretos.
Por ello, el siguiente punto tomará cuestiones teóricas que podrían ser el inicio de un
debate doctrinario, por ser un tema de gravidez para el mundo del derecho.
Según las fuentes románicas estudiadas por juristas, estos mencionan que, en el
pleno del derecho romano, la cosa juzgada, más que un veredicto final era una
presunción de verdad, pero con calidad de indiscutible después del debate
cuestionado; esta ineludible veracidad fue acogida complementariamente por
Napoleón siendo después parte de su Código, denominado con su mismo nombre,
como es de entenderse, al ser el código Napoleónico un primer modelo de estructura,
fue parte integral de la gran mayoría de Estados, siendo parte de ello el Estado
español y por consiguiente los reinos españoles en Latinoamérica, ello se constata en
su artículo 1.251°, derogado actualmente:
Por otra parte, la teoría materialista, esta inclinada a los resultados obtenidos, es decir,
cuando se llega al término del proceso, después de iniciado el derecho de acción; un
derecho que para que pueda establecerse al inicio de la configuración procesal, debe
gozar de voluntariedad de ambas partes, de ese modo los requisitos procesales serán
válidos y el proceso estará revestido de validez, pero algo a tener en consideración,
es que no solo la voluntad de iniciar el proceso entra en la partida, también lo hace, la
espera de los efectos de la acción, el que el sujeto pretenda de la manera mejor
9
Montero Aroca, Juan. Derecho Jurisdiccional. Valencia 2000, Tomo II, Pág. 462
31
favorable lo que se pueda obtener al final del proceso, formándose de esa relación,
un negocio jurídico, por ello, el resultado no solo será meramente reconocido, sino se
espera que tenga efectos y por lo mismo eficacia jurídica.
Los efectos garantizados por la eficacia estructuran las relaciones jurídicas materiales,
por estar constituidas bajo el principio de la supremacía de la realidad.
Los actos procesales que se despliegan durante el proceso, serán los determinantes
de que este pueda concluir en una sentencia si se requiera, porque se deben recordar
los tipos de resoluciones, los mismo que son, los decretos, los autos y las sentencias
propiamente dichas.
Para esta teoría, la sentencia firme no modifica la realidad jurídica material sobre la
que se basa el pronunciamiento, pues sigue siendo lo que era; por tanto, la posibilidad
de una sentencia injusta o errónea es posible, pero la paz y la seguridad jurídica
exigen la ya referida vinculación. Este autor da la primera conclusión de la cosa
juzgada material en diferencia con la cosa juzgada formal.
a. Que no se pueden ignorar los efectos de la Cosa Juzgada sobre las relaciones
y derechos sustanciales puesto que los reviste la firmeza y certidumbre.
Como parte natural de la cosa juzgada, parte integrante de esta misma, lo que expide
durante las sentencias debe tener un carácter firme y certidumbre, ello porque ha
solucionado un conflicto llevado al área procesal, obteniendo una solución en justicia
por la parte demandante o si se ha demostrado lo contario y es la parte demandada.
b. No explica el fundamento jurídico que sustenta la existencia de la Cosa
Juzgada.
10
De la Oliva, A. (2005). Teoría procesal. Pág. 123
32
c. Considera por último que esta teoría se equivoca al considerar que sólo impide
otra sentencia diferente, pues no puede resolver de nuevo sobre ese litigio aún
en la misma forma y por eso la existencia de la Cosa Juzgada impide nueva
sentencia de fondo. 11
Esta teoría compuesta con tres aristas manifiesta la tipología de la cosa juzgada,
marcando una distinción material y formal, las mismas que son vistas reguladas con
independencia.
Art. 123°. - Cosa juzgada: Una resolución adquiere la autoridad de cosa juzgada
cuando:
La cosa juzgada solo alcanza a las partes y a quienes de ellas deriven sus
derechos. Sin embargo, se puede extender a los terceros cuyos derechos
dependen de los de las partes o a los terceros de cuyos derechos dependen los
de las partes, si hubieran sido citados con la demanda.
La cosa juzgada formal, es aquella que al haber agotado ya todos los recursos
previstos por la ley, tienen una eficacia transitoria, la misma que puede ser objeto de
modificación por el cambio de hecho que pudiera ocurrir entre la relación jurídica de
las partes del proceso. Un claro ejemplo de ello se puede designar en los casos de
alimentos, pues la sentencia que pone fin al proceso, puede ser modificados a largo
11
Zorzoli Oscar A, Op. cit. Pág. 145
33
plazo, porque las necesidades del menor en cuestión, estarán condicionadas a su
desarrollo longitudinal, quiere decir que podría existir un aumento, reducción o
exoneración de alimento de lo obtenido en el presente.
La renuente justifica las necesidades que requiere su menor hijo de dos años de edad,
los mismo que son, los pagos por su alimentación, pagos por necesidad básica del
menor, generando un monto de 500 nuevos soles mensuales, adquiriendo calidad de
cosa juzgada formal.
Pasado trece años, el niño E.F.V.D, tiene 15 años de edad, asiste a un colegio de alto
rendimiento y recibe clases de inglés, ello ha generado una evidente diferencia de lo
cubierto por el niño 13 años atrás, conforme se estipula en los recibos que la madre
presenta, por ello, cambia la sentencia a la nueva valoración de pensión alimenticia
de 500 nuevos soles.
Ante este hecho, la maestra Arrate Arisnabarreta, define la cosa juzgada formal como:
“la autoridad que tendrán las decisiones judiciales respecto de las cuales operó
preclusión, es decir, ya no existe posibilidad de impugnación, volviéndose
inmutables, pero sólo dentro del proceso en el que fueron emitidas. Es decir, la
autoridad de cosa juzgada formal solo rige internamente, lo que no obsta a que
la materia que fue controvertida y resuelta por la resolución que adquirió la
autoridad materia de nuestro estudio pueda ser planteada nuevamente y de
manera válida en un proceso posterior”.12
12
Arrarte Arisnabarreta, Ana María. “Apuntes sobre los alcances de la Autoridad de la Cosa Juzgada
en el Proceso Civil Peruano”, En PROCESO &JUSTICIA Revista de Derecho Procesal, Año 2001, N°1,
pag.11.
34
excepción que le pone un freno a ello es cuando haya existido un tipo de fraude o
colisión en el proceso, ocasionándose una Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta,
según de menciona en el Art. 178° CPC, el mismo que en puntos posteriores será
explicado con mayor precisión.
Es palmario a este punto identificar las principales características que guarda la cosa
juzgada, las mismas que envuelven con eficacia a las sentencias y aseguran la
correcta validez del proceso, las más notorias son:
1) Inimpugnable: esta quiere decir que, una vez expedida las decisiones en la
sentencia, no habrá medio impugnatorio contra ellas, siendo porque el Ordenamiento
Jurídico no lo ha contemplado en una determinada instancia, o porque se han
extinguido los plazos respectivos conforme a ley.
2) Inmutable e inmodificable: en correlación a su principio de inmodificabilidad, los
términos conclusivos de la sentencia, no podrán ser modificadas por ninguna
autoridad.
3) Coercibilidad: Una vez cumplido el elemento iudicium de la potestad jurisdiccional,
el proceso pasa al elemento del executio, el mismo que llevará a ejecución el proceso,
siendo sometida por las partes y bajo su cumplimiento.
El maestro Couture recalca a la doctrina mencionando.
13
Arrarte Arisnabarreta, Ana María. “Apuntes sobre los alcances de la Autoridad de la Cosa Juzgada
en el Proceso Civil Peruano”
35
“Además de la autoridad, el concepto de cosa juzgada se complementa con una
medida de eficacia.
c) El indulto (en materia penal) y dejando de lado a este último, el cual es una
potestad del presidente de la República atribuida por la propia Constitución,
14
Couture Eduardo. 1978. La Cosa Juzgada.
36
concederle la libertad al reo condenado con una sentencia, estos no configuran
excepción, en razón que el requerimiento de corrección procede únicamente
para la rectificación de errores ortográficos o materiales de la resolución.
Al tener a la nulidad de cosa Juzgada Fraudulenta como una acción dentro de los
límites de los alcances de la función jurisdiccional, existe distinta jurisprudencia que
ha versado y versa sobre este tópico, pues el estudio de la validez de las sentencias
judiciales y el conflicto de puntos vitales que conforman un proceso, como la certeza,
la justicia y la seguridad jurídica, son puntos que la doctrina ha tratado de tener
presente en reiteradas ocasiones.
Las Salas Civiles de la Corte Suprema en el curso del año 2003 emitieron 68
resoluciones en procesos de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta. La Sala Civil
Transitoria 25, 16 de ellas declararon improcedente el recurso, 9 contienen
pronunciamientos sobre el fondo, habiendo sido declaradas fundadas 5 demandas e
infundadas 4.
La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema emitió 43 resoluciones de las cuales
40 declararon improcedente la demanda. Se emitieron tres sentencias sobre el fondo,
2 declararon fundada la demanda y una de ellas infundada.
37
Los siguientes materiales jurisprudenciales, servirá para precisar el tema de la
excepción de la cosa juzgada.
38
Finalmente, cabe agregar que, la recurrida se ajusta al mérito de lo actuado y al
derecho, no verificándose el error in procedendo que se esgrime. En consecuencia,
no satisface el requisito previsto en el numeral 2.3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil.
Por lo expuesto, de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por don Manuel
Roosvel Gómez Tesheira; en los seguidos con el Banco Internacional del Perú
sucursal Tarapoto, sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta; CONDENARON al
recurrente al pago de la multa de tres Unidades de Referencia Procesal, así como
las costas y costos originados en la tramitación del recurso; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial "El Peruano"; bajo
responsabilidad y los devolvieron.- SS: ALFARO ALVAREZ.- CARRION LUGO.-
HUAMANI LLAMAS.- CAROAJULCA BUSTAMANTE.- MOLINA ORDOÑEZ.
La presente sentencia aborda la nulidad de la cosa juzgada fraudulenta, pero trata
de analizar en el proceso desde la vista del plazo, pues se pierde el derecho de
continuación, si pasado los seis meses como estipula la norma no se ha declarado
la nulidad e iniciado el proceso.
4. Nulidad procesal
39
Mencionamos que la nulidad procesal está dentro de los medios impugnatorios, pero
¿En qué categoría de los medios impugnatorios esta? Los medios impugnatorios se
clasifican en 2, a) los remedios: En los cuales encontramos como ejemplo a las tachas,
los pedidos de nulidad y la oposición a una pericia, estos medios impugnatorios que
cuestionan actos procesales que no están contenidos en resoluciones. b) los recursos:
En los que encontramos la apelación, la reposición, la casación o la queja, que tienen
como objetivo cuestionar un acto procesal que este contenido en una resolución.
Como respuesta para esta interrogante, la nulidad procesal se puede encontrar tanto
en los actos procesales que estén o no en una resolución, por lo que podemos decir
que la nulidad procesal se puede encontrar tanto como un remedio o un recurso, esto
dependiendo de cuál sea el contenido del acto procesal que se impugna.
Se encuentra regulado en el titulo VI del código procesal civil, por el Art.171 del código
procesal civil que dice. - “La nulidad se sanciona sólo por causa establecida en la ley.
Sin embargo, puede declararse cuando el acto procesal careciera de los requisitos
indispensables para la obtención de su finalidad” (Principio de legalidad y
trascendencia de la nulidad , pág. 480)
Según Hugo Alsina, “las nulidades en el proceso civil, son sanciones por las cuales la
ley priva a un acto jurídico de sus efectos normales, cuando en su ejecución no se han
guardado las formas prescritas por la misma” (ALSINA, 1961, pág. 627).
40
pedido de nulidad será declarado inadmisible o improcedente, según corresponda,
cuando:
Lo que sucede es que nuestro Código no diferencia sobre cuando proceden estos
incisos. Sin embargo, ante tal situación se puede recurrir al artículo 128 del Código
Procesal Civil. - “El Juez declara la inadmisibilidad de un acto procesal cuando carece
de un requisito de forma o éste se cumple defectuosamente. Declara su
improcedencia si la omisión o defecto es de un requisito de fondo” (Admisibilidad y
Procedencia , pág. 471), refiriéndose a los actos procesales que presentan las partes
al proceso y los diferencia de la siguiente manera: La primera figura se identificaría
como la forma del acto procesal, en cambio la segunda se identifica con el lecho del
asunto que trata dicho acto procesal.
Según Carrión Lugo, “bajo la orientación del numeral 128, diremos que el pedido de
nulidad será declarado inadmisible cuando: a) se formule por quien ha propiciado,
permitido o dado lugar al vicio; b) se sustente en causal no prevista por el Código art.
175°, incs. 1 y 2 CPC; c) se trate de una cuestión anteriormente resuelta, es decir
cuando se repita el mismo pedido de nulidad que ya ha sido resuelto con anterioridad.
El pedido de nulidad será declarado improcedente cuando la invalidez haya sido
saneada, convalidada o subsanada Art. 175°, incs. 3 y 4, CPC” (LUGO, pág. 400).
Por lo tanto, podemos decir que los incisos 1 y 2 están referidos a las causales de
inadmisibilidad y los incisos 3 y 4 a los de improcedencia.
41
4.3 Clases de nulidad procesal
1. Nulidad absoluta. - Para Eduardo Juan Couture (Couture, pág. 378) “el acto
absolutamente nulo tiene una especie de vida artificial hasta el día de su efectiva
invalidación; pero la gravedad de su defecto impide que sobre él se eleve un acto
válido”
La nulidad absoluta produce siempre que un acto procesal adolezca de una
circunstancia esencial fijada en las leyes procesales como necesaria para que el
acto produzca sus efectos normales, la nulidad absoluta es insubsanable, y
procede de oficio o a pedido de parte y en cualquier estado del proceso, mientras
que éste no haya terminado.
2. Nulidad relativa
Las irregularidades que recaen en el acto procesal que está siendo cuestionado
no van a vulnerar las formalidades esenciales del proceso y la principal distinción
con la nulidad absoluta es que esta si puede ser subsanada.
3. Actos Inexistentes
Son aquellos actos que, tal como expresa su nombre, no existen, por lo cual no
necesitan ser invalidados ni convalidados. Ejemplo: sentencia sin firma de juez,
no es un acto jurídico procesal, no existe. Su fundamento no es otro que el de
proteger el ordenamiento jurídico que rige el proceso, lograr el respeto de las
normas procesales y ello no solo interesa a los litigantes perjudicados con la
irregularidad del acto, sino también a la sociedad toda que descansa en la eficacia
y seguridad de su ordenamiento jurídico (Carrión, 2000, pág. 363).
5. Fraude procesal
42
-Para el Profesor Lucio Bove, para quien el fraude “designa, en general, un
comportamiento malicioso y contrario a la norma, expresa o no expresa, o a la
costumbre, mediante el cual se trata de conseguir un resultado ilícito, con un daño real
y presente a la otra persona”.
-Para Giovanni Giacobbe es “un comportamiento relevante, a través del cual el sujeto
agente tiende a conseguir una finalidad en conflicto con normas imperativas porque
éstas le prohíben o la admiten con modalidades diversas de las que se persigue el
referido agente”.
-Para Ángela Ledesma es “Toda desviación del proceso para que este no sea utilizado
como medio eficaz para obtener la actuación de la ley, al corromperlo mediante
maquinaciones, maniobras, y ardides, destinados a obtener un resultado que la ley no
permite, o que prohíbe, o que no podría obtenerse utilizando normal y correctamente
esa complicada maquinaria, integra el concepto de fraude procesal”.
Ahora por otra parte entendemos al Fraude Procesal como una conducta
intencionada, cuyo autor se vale de instrumentos del proceso o del proceso mismo
para la obtención de un beneficio ilícito por medio del engaño, y que acarrea un daño
contra quien se la comete.
El fraude procesal podría surgir en cualquier instancia del proceso, que en el desarrollo
del proceso la víctima del fraude procesal advierta de la conducta fraudulenta; y
segundo, que lo haga una vez culminado éste. Para el caso del primer supuesto, se
dice que el afectado debe hacer uso de los mecanismos internos ordinarios del
proceso; y para el segundo, un socorro extraordinario.
A) Fraude Unilateral:
43
El fraude procesal es realizado por una de las partes, aunque no podría descartarse
también el hecho de que sea efectuado por un tercero que interviene en el proceso.
B) Fraude Bilateral:
C) Fraude Trilateral:
5.1 Colisión
La colusión, no es más que otra modalidad por la cual se puede dar el fraude, las
partes en colusión no con el juez sino con los auxiliares jurisdiccionales, es decir, con
los secretarios, relatores o por los órganos de auxilio judicial, los peritos. Y los casos
en los cuales el fraude procesal se sustente en la intervención de un juez, sea el
jerárquico superior, y en los casos en que sean demandados los miembros de una
Sala Suprema, la competencia sería asumida por otra Sala.
44
6. Nulidad de Cosa juzgada fraudulenta
La cosa juzgada responde al principio “non bis in idem” que ya los romanos en su
antiguo derecho habían incorporado a sus procesos judiciales, y permitía oponer la
excepción de “exceptio rei iudicatae” para detener la acción.
La Doctrina reconoce que la nulidad de cosa juzgada fraudulenta tiene, entre otras
características, la de ser excepcional (sólo procede frente a causales específicas),
residual (no puede utilizarse si dentro del proceso hay otros mecanismos para
subsanar el vicio ocurrido), extraordinaria (sólo puede cuestionarse la autoridad de
cosa juzgada recaída en una sentencia cuando tal decisión haya sido obtenida en
base al engaño o simulación) y de extensión limitada (la declaración de nulidad sólo
atañe a aquellos actos viciados de fraude).
“La nulidad de cosa juzgada fraudulenta; es aquella única herramienta jurídica que
permite penetrar el ámbito de la cosa juzgada, haciendo permisible la revisión de
sentencias en forma excepcional y restrictiva, apoyada en las causales específicas
recogidas en el artículo 178 del Código Procesal Civil, por ende, mediante el citado
instituto no se podrá cuestionar una decisión firme bajo el formato de un nuevo medio
45
impugnatorio concedido por la ley a favor de la parte que agotó todos los recursos
procesales y no se encuentra conforme con la sentencia emitida, sino que es más
bien, una garantía sustentada en principios de justicia, aplicable únicamente en casos
en los que precisamente por fraude o colusión en que se hubiera incurrido, o por
afectación al debido proceso; y que, en tal supuesto, el justiciable perjudicado no
hubiera tenido conocimiento oportunamente de tales hechos y/o no hubiera podido
hacer uso en forma válida de los medios de defensa e impugnación previstos por ley;
por ello, a diferencia de los demás procesos, en el de cosa juzgada fraudulenta, se
decide sobre la sentencia impugnada como fraudulenta, y de ser fundada, su efecto
es puramente rescisorio, es decir, declara inválida la sentencia anterior, de tal manera
que el objeto de debate no es la cuestión sustancial, sino la conducta calificada como
deshonesta, en que han incurrido las partes procesales, o el Juez, o todos ellos.
46
Tercero: Sobre su finalidad, el pleno jurisdiccional civil de 1997 señaló de manera
unánime que, “la nulidad de cosa juzgada fraudulenta no pretende la revisión sobre el
fondo de lo resuelto en la sentencia firme, sino tan sólo evaluar y pronunciarse sobre
si la producción de dicha sentencia a consecuencia de una conducta fraudulenta, de
colusión o con violación del debido proceso legal.”
a) El Orden Constitucional
b) El Ordenamiento Jurídico
Cuarto: Las características que indica la Corte Suprema desde su labor jurisdiccional
son:
b) Residual (no puede utilizarse si dentro del proceso hay otros mecanismos para
subsanar el vicio ocurrido)
47
d) Extensión limitada (la declaración de nulidad sólo atañe a aquellos actos viciados
de fraude).
El Profesor Monroy Palacios expresa que “... una de las instituciones menos
comprendidas y – lamentablemente – más utilizadas como es la nulidad de cosa
juzgada fraudulenta...originalmente concebida como una medida excepcional, ha sido
empleada como “instancia” adicional...o también como una nueva oportunidad de
discutir una materia ya resuelta por un proceso concluido”
a) Ejecutada
c-2 La nulidad del acuerdo de las partes homologado por el juez que pone fin al
proceso.
“Que, en ese orden de ideas, es necesario precisar que, frente a las resoluciones
judiciales arbitrarias, la doctrina reconoce la existencia de mecanismos externos
orientados a corregir los excesos de la Magistratura, los que están representados por
la presencia de procesos independientes de aquel en el que se generaron los vicios.
48
Así, tales mecanismos pueden responder a dos tipos de procesos: los ordinarios y los
especiales.
6.1.2 Carácter Residual: Implica que no puede ser usado si existen mecanismos
internos y ordinarios que puedan subsanar el vicio incurrido a propósito de la comisión
del fraude procesal. Entre otros aspectos, para la procedencia de esta demanda será
imprescindible haber agotado previamente todos los mecanismos de impugnación
previstos dentro de un proceso, o en su defecto, demostrar no haber estado en aptitud
de usarlos.
49
engaño o una simulación que agravie a tal punto el espíritu de justicia, que mantener
la cosa juzgada sería una aberración.
Por lo indicado, es posición unánime en la doctrina que cuando exista duda en torno
a la presencia o no de fraude que afecte una decisión judicial definitiva, el juzgador
deberá pronunciarse en sentido contrario a la pretensión de anulación, lo que obedece
además a la aplicación del principio in favor procesum.
Según menciona la norma “se repondrán las cosas al estado que corresponda”, pero
no se menciona con exactitud, cual es la referencia exacta, cuál es el significado que
refiere, y es ello lo que trae a colación discusiones o controversias sobre cómo debe
interpretarse.
Algunos materiales doctrinales, mencionan que el juez original, que llevó el proceso
en un inicio, haciendo empleo del elemento del notio (facultad para conocer de una
determinada cuestión litigiosa) conoce el proceso hasta donde está, da cuenta de lo
que declaró la nulidad, este visto por otro juez que con la facultad y autonomía de
hacerlo a declarado la nulidad de cosa juzgada fraudulenta, en decir, el proceso
retorna a las manos del juez inicial, pero ello si el juez no forma parte del que cometió
fraude en el proceso y si este (fraude) fue solo cometido por una de las partes o ambas
partes (sujetos procesales esenciales).
Por otra parte, hay estudiosos de la materia que mencionan que el carácter de la
nulidad de la cosa juzgada fraudulenta es rescisorio, esto quiere decir que rescinde,
50
deroga, invalida, revoca, elimina, como reacción del acto cometido; por lo que, si se
declarara efectivamente la nulidad de la cosa juzgada fraudulenta, deberá ser con la
habilitación de un nuevo proceso.
Autores varios, mencionan que la reposición de las cosas al estado anterior por la
sentencia anulatoria implicaría rejuzgar nuevamente en el proceso las pretensiones y
determinar una nueva consecuencia jurídica, pero sin traer a colación algún acto del
caso primero, pues este no tiene el cumplimiento de los requisitos de validez.
Con las previas especificaciones que la doctrina nos brinda, se puede aterrizar en este
punto de manera más segura, pero se hace imposible lograrlo sin tener claro la idea
de pretensión, que básicamente es el fundamento de todo litigio.
Pretensiones:
Al ser este elemento fundamental en el proceso, debe evaluarse qué es lo que sucede
con él cuando se ingresa a una sentencia de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, por
haberse demostrado evidentemente el hecho procesal de fraude.
51
estipula la norma, pero ello implicará la restitución de las pretensiones ejecutadas
coercitivamente, ello quiere decir que si la sentencia declarada en calidad de cosa
juzgada fue por la obligación de dar suma de dinero, se debe dar la devolución de lo
indebidamente pagado o en cualquiera que sea el caso.
Una pregunta que deja en duda a la presente, al igual que a los estudiosos del tema,
es la indemnización por el perjuicio ocasionado por el fraude en el litigio, la misma que
como es debido, después de cada daño en el derecho subjetivo perpetuado en los
sujetos debe ser reparado, pero algo que debe tenerse claro es que el Código no
establece ello con precisión, se deduce por la interpretación que el juez otorga al caso,
pero si no se menciona nada en contrario es permitido, se puede entender su
procedencia.
La Competencia:
Si se evalúa el proceso de quién, a quién y qué se demanda y sobre todo, ante quién
se demanda, debe identificarse a los sujetos esenciales de la demanda, para ello, el
Art. 49° del CPC, menciona los órganos judiciales por quien se podrá cumplir la justicia
civil, en el Art. 50° del CPC, se estipula los deberes de esos mismo órganos
direccionados por el juez, ante ello visto, debe entenderse que cuando se inicie un
proceso sobre la nulidad el juez competente de turno será la persona idónea o el que
señale la mesa de partes única.
52
Un hecho controversial es que se da cuando es el juez el que forma parte del fraude
o la colusión, pues ¿Quién juzga al juzgador?, sería reprochable para la normatividad
peruana caer en cuenta que un juez con la misma jerarquía que el juez en cuestión,
juzgue la conducta y los hechos producidos de este, por ello, lo más razonable en este
caso, sería que lo realizara un órgano jurisdiccional superior, si en caso el fraude o
colusión fuera dado por los miembros de la sala, la sala superior lo evaluaría, ello es
comprendido en el mimo Código en los procesos de responsabilidad civil de los jueces.
Después de saber lo que ocurriría con las pretensiones y evaluar la competencia del
juez, es menester evaluar la vía procedimental a seguir por parte de uno de los sujetos;
aquel camino a seguir, deberá ser aquel camino que cuente con la mayor capacidad
probatoria para que exista una mejor oportunidad de evaluar la veracidad o falsedad
de los hechos, por ello, el proceso de cognición más idóneo para realizarlo sería el
Proceso de Conocimiento.
Una vez dentro del proceso, es de gran importancia precisar los efectos del proceso
de nulidad, en su inicio, cuando se declare la sentencia o cuando se desestime la
nulidad.
Debe dejarse en claro que este nuevo proceso, no deberá implicar la terminación del
proceso que dictó la sentencia que había adquirido la calidad de cosa juzgada, pero
es muy pertinente evaluar la ejecución de esa sentencia, por demostrarse o estar en
investigación que es inválido; cuando el fraude es muy evidente como una excepción
debe procederse a suspender la ejecución y que, por el contrario, el juez cubra los
daños que se pudo originar.
53
anterior al que se produjo el fraude procesal, procediéndose a anular todos los actos
afectados por tal conducta disvaliosa. Debe tenerse presente que la nulidad procesal
es de carácter excepcional y su extensión debe ser restringida, es decir, se debe tratar
de afectar el menor número de actos posibles.
Por otra parte, la decisión finiquita en un proceso de nulidad, no afecta aquellos
terceros que adquirieron de buena fe y a título oneroso, como deja claro el Art. 178°.
Finalmente, los efectos de la sentencia de nulidad desestimada, menciona en
efecto inmediato del pago de costas y costos, además la posibilidad sancionar con
una multa a los sujetos que integraron el fraude procesal por haber cometido una
conducta disvaliosa en el proceso.
Remontándonos al lado histórico de la formación del CPC, el mismo que fue dado por
el Decreto Legislativo N°768, se debe recordar que anterioridad, en el Art. 178°, el
mismo que se ha reiterado en puntos de la presente; se mencionaba:
“Si la demanda no fuera amparada, el demandante pagará las costas y costos
doblados y una multa no menor de treinta ni mayor de cien Unidades de
Referencia Procesal”.
Pero posteriormente, por el Decreto ley N°25490, el 11 de diciembre de 1992, se
modificó el artículo, suprimiéndose lo citado, con la intención de poder hacer flexible
el uso de la presente institución en estudio.
8. Derecho Comparado
54
(ii) el procedimiento no fue instruido independiente o imparcialmente de
conformidad con las debidas garantías procesales, o
(iii) no hubo la intención real de someter al responsable a la acción de la
justicia. (1)
1.(Corte IDH, 2006, párr. 153).
De acuerdo con estos supuestos, se utilizó la justicia de manera fraudulenta. Primero,
la causa la llevaron tribunales que no guardaban la garantía de competencia,
independencia e imparcialidad. Segundo, la aplicación del decreto ley 2.191 consistió
en sustraer a los presuntos responsables de la acción de la justicia y dejar el crimen
cometido en contra del señor Almonacid Arellano en la impunidad (2006, párr. 155)
• Código del Procedimiento Civil Argentino
Hitters, dice que, a pesar de no haber un concepto específico sobre la cosa juzgada,
no es impedimento para no tener un procedimiento sobre el tema, por lo que recoge
los lineamientos dados por la Corte Suprema Nacional acerca de la cosa juzgada:
1) La inmutabilidad no es absoluta
2) La firmeza de los fallos ejecutoriados está condicionada a la existencia de
vicios de la voluntad
3) Para la existencia de la cosa juzgada es menester la existencia de un juicio
regulador (debido proceso) fallado libremente por los jueces. (2)
2. Juan Carlos Hitters, Revisión de la cosa juzgada, (La Plata: Librería Editora
Platense, 2001.)
La jurisprudencia sobre este tema en el código argentino es escasa.
Al respecto, la Corte Suprema de la Nación Argentina sostiene que las excepciones
a la cosa juzgada solo hacen honor a cuestiones de gran valor cuya observancia
salvaguardaría la integridad de tales excepciones.
Las excepciones a la inalterabilidad de la cosa juzgada han de hacer honor a principios
de alto valor, cuya observancia, a pesar de la lesión de carácter definitivo de las
decisiones jurisdiccionales, salvaguarda la autoridad de estas en la medida que
propugna la justicia material y su sentido moral. Argentina, Corte Suprema de la
Nación. Fallo 294:434
En Argentina, al igual que en la mayoría de los países la cosa juzgada se considera
inalterable, ya que se supone que es una sentencia dada de manera correcta y sin
ningún tipo de fraudes.
55
En consecuencia, se trataría de una nulidad en la justicia argentina provocada por las
partes, “por eso, decimos que no hay error de juzgar, sino nulidad de la sentencia por
error en el discernimiento a causa de un fraude evidente.”(3)
3. Osvaldo Gozaini, Revisión de la cosa juzgada. (Buenos Aires: Ediar, 2015), 80.
Igual que lo antes mencionado, Argentina no tiene mucha diferencia en sus conceptos
a la de otros países, en este caso se considera que la cosa juzgada fraudulenta se da
porque hubo un error al analizar el caso, no hay un error por juzgar.
Hitters, autor mencionado antes, encargado de la realidad procesal en Argentina,
menciona los siguientes supuestos que pueden habilitar la revisión de sentencias:
a) Haber fallado en función de prueba documental incompleta que deviene en un vicio,
ya sea por haber desconocido las partes o por no haberlas incorporado al juicio.
b) Haber fallado sobre documentos falsos, siempre que esa falsedad haya sido
desconocida en el proceso lo que deviene en prueba testimonial viciada, cuando a
posteriori, los testigos hubieren sido condenados por falso testimonio dentro de la
causa que se juzgó y tales documentos fundaren la base de la decisión írrita; y,
c) Falta de equidad por cohecho, violencia o fraude que se configura cuando los
sujetos procesales se apartan de sus funciones y finalidades lícitas dentro de la causa,
lo que en nuestra legislación derribaría en delitos contra el Estado y contra la
administración de justicia. (4) (5) (6)
4. Juan Carlos Hitters, Revisión de la cosa juzgada, (La Plata: Librería Editora
Platense, 2001.)
5. Ibíd, 66.
6. Ibíd., 67.
Como se puede apreciar, Argentina es muy parecido a otros países con respecto a
la cosa juzgada y la cosa juzgada fraudulenta, asimismo, las razones para observar
una sentencia son parecidas a las de otros países.
• Código del Procedimiento Civil Colombiano
En materia de cosa juzgada, la legislación colombiana parte del presupuesto que
prevé que toda resolución definitiva que no ha sido objeto de recursos es cosa
juzgada con excepción de los casos de jurisdicción voluntaria, las que por
autorización expresa de la ley puedan ser posteriormente modificadas y sobre
las que cabe la excepción expresa sobre el carácter temporal.(7) Sin embargo,
para el progresivo avance de derechos en Colombia, tratándose de un estado
social de derecho (8) , “la cosa juzgada puede ser comprendida como un bien de
56
valor absoluto” que se imponga sobre otra sin un análisis propio de las
circunstancias. (9)
7. Colombia, Código de Procedimiento Civil, art. 333
8. Colombia, Constitución Política de la República, Gaceta Constitucional
número 114 del jueves 4 de julio de 1991.
9. Corte Constitucional Colombiana, Sentencia T-218/12 [Acción de tutela contra
sentencia de tutela-improcedencia por haber operado el fenómeno de la cosa
juzgada constitucional] 31 de julio de 2013.
Como se puede observar, la jurisprudencia colombiana, al igual que las demás
expuestas en este trabajo tienen una similitud al hablar de cosa juzgada, lo exponen
como algo de valor absoluto, algo inalterable que solo se puede cuestionar en caso
se encuentre algún fraude en el proceso.
• Código del Procedimiento Civil de República Dominicana
Al igual que en el caso de Chile, no se encuentra mucha jurisprudencia al respecto de
la cosa juzgada, así que de igual manera lo explicaremos con un caso:
El caso Nadege Dorzema y otros vs. República Dominicana:
Este caso se puede utilizar para demostrar que la cosa juzgada implica la
intangibilidad o la legalidad de una sentencia, que solo se rompe cuando no se sigue
el debido proceso de acuerdo con la jurisprudencia del tribunal de la materia del caso.
La Corte considera que, en este caso, se presenta el fenómeno de cosa juzgada
“aparente” cuando del estudio fáctico es evidente que la investigación, el
procedimiento y las decisiones judiciales no pretendían realmente esclarecer los
hechos sino obtener la absolución de los imputados y también que los funcionarios
judiciales carecían de los requisitos de independencia e imparcialidad. (10)
10. (Corte IDH, 2012a, párr. 195 y 196).
Este caso demuestra claramente que es la cosa juzgada fraudulenta, es la falla en el
proceso o manipulación para favorecer a una parte al momento de la sentencia. Este
es un juicio que evidencia la impunidad a priori, busca simular los hechos para
beneficiar a los imputados, esto totalmente contrario al sentido de justicia que tiene un
juicio.
57
9. Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta Internacional
58
CAPÍTULO III: HIPÓTESIS
Con las nociones meridianas obtenidas por los conceptos teóricos del segundo
apartado, se plantearon los supuestos que se pretende clarificar en el transcurso del
presente estudio.
3.2 VARIABLES
Variable independiente: cuadro Nº1
Variable dependiente: cuadro Nº2
3.3 DIMENSIONES
Cuadro Nº1 y cuadro Nº2
3.5 ÍTEMS
Cuadro N°1 y cuadro Nº2
59
CUADRO 1
• Jurisprudencia • Investigación
de material probatoria del
procesal proceso
• Participación de
las instituciones • El debido
para pertinentes proceso
para la
evaluación de la
normatividad
60
CUADRO 2
• Derecho • Demostración de la
Comparado normatividad vigente
CÓDIGO
PROCESAL • Aplicación de las Normatividad
CIVIL • Desarrollo normatividades procesal
PERUANO constitucional precedentes sustantiva
nacional e
internacional
61
CAPÍTULO IV: DISEÑO METODOLÓGICO
62
CAPÍTULO V: EL PLAZO DE LA NORMATIVIDAD
Fundamentos
En Art.178° del Código Procesal Civil se establece que se puede demandar la nulidad
de una sentencia cuando el proceso que se origina ha sido seguido con dolo, fraude,
colusión o afectando el derecho a un debido proceso, cometido por una o por ambas
partes, o por el Juez, o por éste y aquellas.
El plazo que estipula la norma para interponer la nulidad de cosa juzgada fraudulenta,
es hasta dentro de seis meses de ejecutada o de haber adquirido la calidad de cosa
juzgada, si no fuera ejecutable la sentencia o el acuerdo homologado por el juez que
pone fin al proceso.
Hasta este punto la norma explica a los sujetos que intervienen, los motivos por los
que puede darse, pero no es clara en cuanto al plazo para interponer la demanda de
nulidad de cosa juzgada fraudulenta, y ello visto en prueba de que existen dos criterios
adoptados por la Jurisprudencia.
1.- Existen méritos supremos que consideran que cuando la sentencia es
ejecutable, el plazo de los seis meses se computa necesariamente desde el
momento que se ejecuta el fallo. Dicho criterio jurisprudencial considera que, si
la sentencia cuya nulidad se demanda, aún no ha sido ejecutada, la demanda de
nulidad de cosa juzgada fraudulenta deviene en improcedente por prematura,
considerando que, si la sentencia es ejecutable, el que incumple con lo ordenado
en el fallo no puede recurrir al Poder Judicial a interponer la demanda de nulidad
por no haber acatado lo resuelto por el Órgano Jurisdiccional.
63
2.- Otro mérito supremo considera que el perjudicado con una sentencia, no tiene
por qué esperar que se ejecute el fallo para poder demandar la nulidad, pudiendo
hacerlo inmediatamente después que se haya dictado la sentencia con carácter
de cosa juzgada, aun cuando sea ejecutable y no se haya ejecutado.
64
arbitraria, en el caso que sea desfavorable al demandante porque debe respetarse los
principios como el indubio pro homine.
Al hacer una valoración de la propuesta de la modificación de esta ley, se concuerda
que no es un acto que genere algún tipo de gasto al estado, más por el contrario,
beneficiará a los futuros casos en los que los sujetos procesales al plantear una
nulidad de cosa juzgada fraudulenta, pueda hacerlo en el periodo de tiempo inmediato
de manera oportuna sin esperar que se pueda producir un daño irreparable, de esa
manera, este tipo de casos litigiosos, serán viables a futuros y serán de gran ayuda
para la vinculación de precedentes vinculantes, cumpliendo de ese modo con el
objetivo de la presente.
CONCLUSIONES
65
4. La nulidad procesal permite privar de efectos a un proceso judicial o un acto
cuando estos incurren en vicios trascendentes que afectan no solo a su validez
formal sino fundamentalmente el derecho protegido con la formalidad, sin
embargo, en observancia del principio de conservación su uso debe estar
restringida a los casos solamente necesarios, procurando atenuar su aplicación
con los principios de transcendencia, legalidad, convalidación, subsanación e
integración, entre otros previstos en los artículos 171 , 172 ,175y 178 del Código
Procesal Civil.
8. Los órganos de cada Estado son los responsables de prevenir las faltas durante
el proceso judicial. De no cumplir esta obligación estarían violando el artículo
8°. De la Convención Americana.
66
RECOMENDACIONES
67
REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍA
Admisibilidad y Procedencia . (s.f.).
ALSINA, H. (1961). Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y ComerciaL.
Buenos Aires .
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KELSEN, Hans. 2014. ¿Qué es la justicia? Viena: 1953). Traducida por Ernesto
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70
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8. Para Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta Internacional
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10. Para Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta Internacional
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20PRINCIPIO%20DE%20LA%20SANTIDAD%20DE%20LA%20COSA%20JUZG
ADA,%20SEGUN%20SE%20PRETENDE%20REGULAR%20EN%20EL%20AN
TEPROYECTO%20DE%20CODIGO%20PROCESAL%20CIVIL%20Y%20MERC
ANTIL%20DE%20EL%20SALVADOR.pdf
72
ANEXOS
LA MATERIALIDAD OBJETIVA DE LA NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL PERUANO
MATRIZ DE CONSISTENCIA