Acentamiento
Acentamiento
Acentamiento
El espacio regional
Hacia la consolidación de
los asentamientos humanos
en América Latina y el Caribe
60
Este documento fue elaborado por la Secretaría de la CEPAL con el apoyo financiero
del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat) para
ser presentado a la Conferencia Regional de América Latina y el Caribe preparatoria
del período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para realizar un
examen y una evaluación generales de la aplicación del Programa de Hábitat
realizada en Santiago de Chile del 25 al 27 de octubre de 2000 y circuló con la
signatura LC/G.2116(CONF.88/3). La coordinación estuvo a cargo de Alicia Bárcena,
Directora de la División de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos de la CEPAL.
La redacción del documento estuvo a cargo de Daniela Simioni y Joan Mac Donald,
con la colaboración de los siguientes funcionarios, expertos y consultores: Guillermo
Acuña, Camilo Arriagada, Irma Arriagada, Nora Clichevsky, Martine Dirven, Ernesto
Espíndola, Ricardo Jordan, Marinella Mazzei, Chantal Nicod, Pedro Pírez, Verónica
Rengifo, Nieves Rico, Jorge Rodríguez, Raquel Szalachman, Ian Thomson y Miguel
Villa, así como la División de Estadísticas y Proyecciones Económicas y la Sede
Subregional de la CEPAL para el Caribe.
La autorización para reproducir total o parcialmente esta obra debe solicitarse al Secretario de
la Junta de Publicaciones, Sede de las Naciones Unidas, Nueva York, N.Y. 10017, Estados
Unidos. Los Estados miembros y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta
obra sin autorización previa. Sólo se les solicita que mencionen la fuente e informen a las
Naciones Unidas de tal reproducción.
CEPAL 5
Índice
Página
Prólogo .................................................................................................... 9
Resumen .................................................................................................... 13
Abstract .................................................................................................... 15
I. Introducción ..................................................................................... 17
Página
Página
Índice de cuadros, gráficos, recuadros y mapas
Cuadros
1. América Latina y el Caribe: porcentaje urbano de la población
según país y transición urbana, 1970-2020 ................................... 27
2. Importancia relativa de la migración del campo a la ciudad:
tendencias según sexo en países seleccionados de la región ..... 37
3. América Latina: hogares según tipo de tenencia de la vivienda..... 48
4. Situación actual y líneas de acción para la campaña sobre la
seguridad de la tenencia ................................................................. 52
5. Relación porcentual entre el ingreso global por mujer y el
ingreso global por hombre ............................................................. 71
6. América Latina: hogares urbanos no provistos de
servicios básicos ............................................................................... 74
7. Brasil, ciudades seleccionadas: aumentos de costos de
transporte colectivo por congestión .............................................. 85
8. Grado de vulnerabilidad de algunos países caribeños............... 88
9. América Latina y el Caribe: desastres entre 1997 y 2000............ 89
10. América Latina (13 países): tasas de homicidio por cada
100 000 habitantes, 1980, 1990 y 1995............................................ 98
11. Tasa de víctimas de delitos con relación al tamaño de la ciudad ... 99
12. Medidas aplicadas en 1998 por las autoridades locales de
algunas ciudades latinoamericanas para enfrentar el tema
de la seguridad ciudadana ............................................................. 100
13. América Latina (19 países disponibles): instituciones políticas
responsables del sector ................................................................... 110
Gráficos
1. América Latina: evolución de la población urbana, de la
población rural y del grado de urbanización, 1970-2020 ........... 23
2. América Latina: evolución de la tasa de crecimiento de la
población urbana y rural, 1970-2020 ............................................. 24
3. América Latina, países seleccionados: evolución del peso de
la ciudad principal en el conjunto urbano, 1980-2000 ................ 32
4. Brasil: tasas de migración neta rural-urbana, según edad y
sexo, 1990-1995................................................................................. 39
5. América Latina: hogares según tipo de tenencia de la vivienda.
Países seleccionados según etapa de la transición demográfica....... 47
6. América Latina: hogares urbanos no provistos de agua potable.
Países seleccionados según etapa de la transición demográfica....... 75
7. América Latina: hogares urbanos no provistos de alcantarillado.
Países seleccionados según etapa de la transición demográfica....... 77
8 EL ESPACIO REGIONAL
Página
Recuadros
1. Cambios en la estructura de edades y los hogares, y sus
implicancias para la vida urbana................................................... 28
2. Las cuencas del Orinoco y del Amazonas. Retomando los
planes de ocupación territorial ...................................................... 33
3. América Latina: población juvenil y migración........................... 38
4. Migración internacional en Centroamérica.................................. 40
5. Evolución de la pobreza y necesidades básicas insatisfechas
en los años noventa ......................................................................... 43
6. Medidas y acciones para una mayor equidad de género en el
acceso a la vivienda ......................................................................... 51
7. Políticas de vivienda de interés social: los casos de Chile,
Colombia y Costa Rica .................................................................... 61
8. Promoción de la cooperación y asociación internacional
en el marco del Mercosur ............................................................... 68
9. Emprendimientos exitosos liderados por mujeres...................... 72
10. Una experiencia de colaboración comunitaria............................. 76
11. Gestión mixta con control estatal y gestión estatal descentralizada.
Los casos de Santiago de Chile y Tijuana..................................... 80
12. Gestión privada con participación social. La ampliación de
la red en las zonas pobres del área metropolitana de
Buenos Aires................................................................................................ 81
13. Coordinación para reducir la vulnerabilidad en Centroamérica.... 92
14. La experiencia de dos ciudades con Programa Local 21 ............ 93
15. Recuperación del centro de Kingston, Jamaica............................ 103
16. Debate sobre el financiamiento urbano ........................................ 107
17. El proceso de descentralización en México.................................. 112
18. Algunas iniciativas de cooperación regional ............................... 114
Mapas
1. Nivel de urbanización en 1990....................................................... 25
2. Nivel de urbanización en 2000....................................................... 26
3. América Latina y el Caribe: ciudades de más de un millón
de habitantes, año 2000 ................................................................... 29
CEPAL 9
Prólogo
Resumen
Abstract
I. Introducción
1
Su estructura temática y contenidos se basaron en la aproximación que propuso la CEPAL
a comienzos de la década de 1990 para conceptualizar la sostenibilidad del desarrollo en
esta región, integrando de manera equilibrada las perspectivas social, económica y
ambiental a la planificación y gestión del hábitat.
CEPAL 19
1. La urbanización se completa
La urbanización, un proceso de gran trascendencia y con enormes
implicaciones económicas y sociales, tiene, y probablemente seguirá
teniendo en esta región, una trayectoria relativamente autónoma de otros
procesos económicos y sociales significativos —como el crecimiento del
producto, las tendencias de la pobreza o la distribución del ingreso— y
exigirá un incremento sostenido de las demandas de vivienda y servicios
urbanos en las próximas décadas. Tal proceso empezó tempranamente en la
región y siguió desarrollándose con vigor, aunque con menos ímpetu que
en el pasado. Con una población urbana y rural de 380 y 127 millones,
2
respectivamente, en el año 2000, el nivel de urbanización pasó de un 71%
en 1990 a un 75% en el 2000 (véase el gráfico 1). En virtud de lo anterior, la
región se mantuvo como la más urbanizada del mundo en desarrollo
(Naciones Unidas, 2000a; Rodríguez y Villa, 1998). Paralelamente, en el
decenio de 1990 se consolidó la tendencia a la desaceleración del ritmo de
crecimiento de la población urbana en los países de la región, al bajar el
crecimiento vegetativo de la población —producto de la transición
demográfica— y reducirse la migración desde el campo. Por su parte, las
estimaciones vigentes muestran la persistencia de un crecimiento
demográfico positivo pero muy bajo en el campo (véase el gráfico 2).
2
La cifra corresponde a los 20 países que típicamente se incluyen en América Latina
(CEPAL-CELADE, 1999b); si se considera el conjunto de naciones de la región, que
incluye los Estados del Caribe, la población urbana se eleva a 390 millones (Naciones
Unidas, 2000a).
CEPAL 23
Gráfico 1
AMÉRICA LATINA: EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN URBANA, DE LA POBLACIÓN
RURAL Y DEL GRADO DE URBANIZACIÓN, 1970-2020
60 0000 90
80
50 0000
70
40 0000 60
Población (en miles)
Porcentaje urbano
50
30 0000
40
20 0000 30
20
10 0000
10
0 0
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020
Población urbana Población rural Porcentaje urbano
Gráfico 2
AMÉRICA LATINA: EVOLUCIÓN DE LA TASA DE CRECIMIENTO DE LA
POBLACIÓN UBANA Y RURAL, 1970-2020
4.5
4.5
4.0
4.0
3.5
3.5
3.0 3.0
2.5 2.5
2.0 2.0
1.5 1.5
1.0 1.0
0.5 0.5
0.0 0.0
1970-1975
1975-1980
1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000-2005
2005-2010
2010-2015
2015-2020
Tasa de crecimiento de la población urbana Tasa de crecimiento de la población rural
Mapa 1
NIVEL DE URBANIZACIÓN EN 1990
Mapa 2
NIVEL DE URBANIZACIÓN EN 2000
27
28 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 1
CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DE EDADES Y LOS HOGARES,
Y SUS IMPLICANCIAS PARA LA VIDA URBANA
Mapa 3
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: CIUDADES DE MÁS DE
UN MILLÓN DE HABITANTES, AÑO 2000
Fuente: CEPAL sobre la base de Naciones Unidas, World Urbanization Prospects: The 1999 Revision
(ST/ESA/P/WP.161), Nueva York, 2000.
Nota: Los límites y los nombres que figuran en este mapa no implican su apoyo o aceptación oficial por
las Naciones Unidas.
30 EL ESPACIO REGIONAL
3
Villa, 1998), que agudizaron sus históricos problemas de infraestructura,
gobernabilidad y calidad de vida, poniendo en jaque sus ventajas en
materia de oportunidades y erosionando su atractivo para los migrantes. En
la década siguiente mantuvieron e incluso elevaron ligeramente su peso
relativo dentro del ámbito urbano, llegando a alojar al 43% de esta
población al retomar una posición privilegiada para captar la localización
de las inversiones nacionales y foráneas (sobre todo aquellas intensivas en
mano de obra) y articular a los actores productivos nacionales con los
mercados externos (véase el cuadro A-5 del anexo).
Algunas de las metrópolis de mayor tamaño (5 millones o más de
habitantes en el 2000) se consideran hoy “ciudades globales” por su
dimensión demográfica e importancia económica. Estos centros mostraron
índices de crecimiento de población más bajos en el contexto urbano, lo que
se explica por una transición demográfica avanzada y migración neta baja e
incluso negativa en algunos conglomerados. Además, se acentuó la
tendencia de estas grandes ciudades a vertebrar un territorio cada vez más
extendido, integrando social y económicamente a otros núcleos urbanos
4
contiguos (Aguilar, 2000; Rodríguez y Villa, 1998). Las complejidades de la
gestión de estas áreas integradas se acrecentaron en un marco de carencias
de instrumentos adecuados de planificación y gestión metropolitanos que
coordinaran la actuación de los respectivos gobiernos locales. Es éste un
ejemplo paradigmático de las demandas que surgen hoy en el panorama
regional con relación a procesos de integración territorial que equilibren
aquellos otros de descentralización y autonomía local.
3
Las tasas anuales de crecimiento demográfico de estas ciudades cayeron estrepitosamente,
de 3.6% en el decenio de 1970 a 2.3% en la década de 1980.
4
La configuración y consolidación de áreas metropolitanas ampliadas no sólo significó
incorporar nuevos territorios a la mancha urbana y ampliar la vialidad para permitir los
movimientos. También se observa el desplazamiento de la industria desde la ciudad
central a su periferia y la generación de subcentros con dinámica social y laboral
relativamente autónomas. En todo caso, las áreas metropolitanas ampliadas están lejos de
registrar el dinamismo demográfico que caracterizó a las metrópolis (las ciudades
“madres”) hasta el decenio de 1970. Incluso más, algunas metrópolis aún no recuperan su
poder de atracción, tal como lo revelan las cifras de la Zona Metropolitana de la Ciudad
de México (ZMCM), que en el quinquenio 1992-1997 perdió unos 150 000 efectivos en su
intercambio con las otras cuatro macrorregiones del país (CONAPO, 1999).
CEPAL 31
5
A estos factores debe añadirse la calidad de la gestión y la capacidad para lograr acuerdos,
metas y compromisos estratégicos entre los actores más relevantes de la ciudad.
6
Cociente entre la población de la ciudad principal y la suma de la población de las tres
ciudades que le siguen en tamaño demográfico. En algunos países, la evolución de este
índice no refleja bien tendencias desconcentradoras que sí se han producido, porque las
tres ciudades (o al menos una de ellas) que siguen a la principal han experimentado un
virtual estancamiento demográfico desde la década de 1980; en estos casos el peso de la
ciudad principal dentro del conjunto urbano proporciona una mejor imagen del proceso
de desconcentración.
32 EL ESPACIO REGIONAL
Gráfico 3
AMÉRICA LATINA, PAÍSES SELECCIONADOS: EVOLUCIÓN DEL PESO DE LA
CIUDAD PRINCIPAL EN EL CONJUNTO URBANO. 1980-2000
75 75
Argentina
70 70
65 65
60 60 Uruguay
55 55
Porcentaje
50 50
Venezuela
45 45
40 40
35 35 México
30 30
25 25
Paraguay
20 20
15 15
10 10 Costa Rica
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
Años
7
Por cierto, si la comparación se hiciera con localidades de menor tamaño se apreciaría un
avance todavía más intenso de la frontera demográfica.
CEPAL 33
Recuadro 2
LAS CUENCAS DEL ORINOCO Y DEL AMAZONAS.
RETOMANDO LOS PLANES DE OCUPACIÓN TERRITORIAL
En América del Sur, los gobiernos llevaron a cabo planes de colonización de las
cuencas del Orinoco y del Amazonas hasta el decenio de 1980. Aunque en los años
noventa, por diferentes razones tales programas no han tenido el mismo ímpetu, los flujos
de personas y de capital han persistido. Venezuela retoma en la primera mitad de los años
noventa, en el Noveno Plan de la Nación, muchos planteamientos del ambicioso y
agresivo plan para colonizar y desarrollar la región Guayana lanzado en la década de
1970, conocido como la conquista del Sur o CODESUR. El Proyecto de Desarrollo
Sustentable del Sur (PRODESSUR) plantea: a) la creación de una red de asentamientos en
el interior despoblado de los estados de Bolívar y Amazonas, especialmente a lo largo de
la frontera con Brasil, Colombia y Guyana, donde se localizan variadas comunidades
indígenas; b) un 15% de aumento de la población mediante el fomento de la migración a
las áreas rurales de los estados ubicados al sur del Orinoco; c) el desarrollo acelerado de
las actividades económicas primarias (minería, petróleo, agricultura y silvicultura), y d) la
construcción de infraestructura de acceso productiva.
En Brasil se han diseñado y aplicado numerosos planes de asentamiento. Uno de
ellos, propuesto en 1985 y denominado Calha Norte, tenía como objetivos afianzar
soberanía y proteger las fronteras brasileñas tanto del narcotráfico como de los
movimientos guerrilleros que operaban en países limítrofes, en particular en el estado de
Romaira, donde habitan los yanomami. El plan proponía, entre otras cosas, crear
asentamientos militares a lo largo de la frontera, ampliar carreteras y promover
actividades económicas, especialmente minería en gran escala. En la práctica, estos planes
de ocupación han permitido el acceso a la explotación de valiosas fuentes de recursos.
Asimismo, lograron orientar los flujos migratorios en caminos que persistieron, a grandes
rasgos, cuando en el decenio de 1990 las iniciativas de colonización contaron con poco
apoyo y recursos. Las últimas cifras disponibles muestran que los estados amazónicos
registraron entre 1990 y 1995 una migración neta positiva (con la excepción de Pará). Esto
último contribuyó a que tales estados fueran las zonas de mayor crecimiento demográfico
del país en el decenio de 1990.
Pese a que los anteriores cambios pueden considerarse logros de las iniciativas de
ocupación de los espacios virtualmente desocupados del corazón de América del Sur, los
planes de colonización masiva de aquellos son objeto de numerosas críticas en la
actualidad, pues el balance neto de su aporte económico y social es inferior al esperado
por las autoridades nacionales y los costos ambientales que han provocado son muy
superiores a los estimados inicialmente.
Fuente: M. Miranda y otros, “No todo lo que brilla es oro: hacia un nuevo equilibrio entre conservación
y desarrollo de las últimas fronteras forestales de Venezuela”, Washington, D.C., Instituto
de los Recursos Mundiales, 1998; Rosana Baeninger, “Redistribución espacial de la
población: características y tendencias del caso brasileño”, Notas de población, año 25, N° 65
(LC/DEM/G.177), Santiago de Chile, junio de 1997; Beatriz David y otros, Transformaciones
recientes en el sector agropecuario brasileño: lo que muestran los censos, serie Libros de la CEPAL,
N° 53 (LC/G.2064-P), Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), 1999. Publicación de las Naciones Unidas, N° de venta: S.99.II.G.48; CEPAL,
División de Población – Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE),
Base de datos sobre distribución espacial de la población y urbanización de América Latina
y el Caribe; Parlamento Amazónico, “Los mitos de la Amazonia”
(http://www.webmediaven.com/parlamaz/amazonia.html), 2000.
34 EL ESPACIO REGIONAL
8
El Departamento de Alto Paraná duplicó con creces su peso dentro de la población
nacional entre 1950 y mediados de los años noventa.
9
Esta articulación es, en varios casos, hasta física; tal es el ejemplo del conglomerado
Tijuana-San Diego (Vanneph y Revel-Mouroz, 1994).
10
Entre los estímulos destaca el régimen fiscal conocido como Industria Maquiladora de
Exportación (Alegría y otros, 1997; CEPAL, 1996b; Gutiérrez y Vásquez, 1995).
CEPAL 35
11
Estos datos se basan en un criterio exigente, pues se refieren a localidades de 20 000
habitantes o más y excluyen traslados típicamente urbano-urbano entre el Distrito Federal
y los municipios conurbados del Estado de México que forman parte de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM). Por tanto, las cifras del cuadro
sobrestiman la importancia de la migración rural urbana y subestiman aquella entre
localidades urbanas.
12
En Brasil, el 61% de los 26.9 millones de migrantes entre municipios en el período 1981-
1991 correspondieron a traslados entre ciudades (Baeninger, 1997).
13
El estudio de las migraciones entre centros urbanos debería incorporarse en la agenda
regional de investigación, puesto que hay pocos estudios nacionales recientes sobre el
tema (Tuirán, 2000; Martínez, 1999) que hayan abordado los intercambios migratorios
entre localidades urbanas.
14
Por ejemplo, en el período 1990-1995 los traslados entre el Distrito Federal y el Estado de
México (en su gran mayoría, desplazamientos intrametropolitanos, pues en el Estado de
México se localizan los municipios conurbados de la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México) representaron un 22% del total de la situación de México (CONAPO, 1998).
36 EL ESPACIO REGIONAL
15
Los atractivos laborales de los espacios rurales han tendido a generar, tal vez más que
migración, corrientes de movilidad estacional o cotidiana; el hecho de que un 20% de la
población económicamente activa (PEA) agrícola en 1995 (8 millones de personas
estimativamente) residieran en zonas urbanas (Dirven, 1997) abona esta hipótesis.
16
En Cuba, investigaciones recientes han mostrado que las desfavorables condiciones de
vida en las zonas rurales motivan a muchos trabajadores agrícolas estatales a trasladarse
hacia lugares que ofrecen servicios e infraestructuras, sin modificar su ocupación.
17
A modo de ejemplo, si las proporciones de población de 65 años y más en áreas urbanas
y rurales de América Latina son muy similares en la actualidad (del orden de 5%), en las
zonas rurales la población de 15 a 64 años registra 8.5 puntos porcentuales menos que las
urbanas (CEPAL-CELADE, 1999b).
CEPAL 37
Cuadro 2
IMPORTANCIA RELATIVA DE LA MIGRACIÓN DEL CAMPO A LA CIUDAD:
TENDENCIAS SEGÚN SEXO EN PAÍSES SELECCIONADOS DE LA REGIÓN
Recuadro 3
AMÉRICA LATINA: POBLACIÓN JUVENIL Y MIGRACIÓN
En la región como un todo, unos 15.5 millones de jóvenes rurales (de 15 a 29 años de
edad) vienen a “engrosar” la población juvenil urbana, aumentándola un 16.5% en los
últimos 15 años y disminuyendo la población juvenil rural casi un tercio en el mismo
período (véase el cuadro 6). Estos jóvenes migrantes están por lo general mejor
preparados que sus pares que se quedan a vivir en el área rural, aunque les falta
preparación para una inserción urbana exitosa. A causa de la migración, la dificultad de
formar parejasa y la disminución de la natalidad,b el número de nacimientos en el medio
rural está disminuyendo en la región desde hace varias décadas, como lo señalan tanto el
cuadro siguiente como el cuadro A-4 del anexo. Obviamente, lo que es cierto para la
región en su conjunto no lo es para varios países en particular, como Costa Rica, Haití y
Nicaragua, y en especial Guatemala y Paraguay, donde la transición demográfica aún es
incipiente.
Las opiniones recogidas en Chile, pero que son válidas para jóvenes rurales de otros
países, indican que ellos aprecian el campo por su mayor tranquilidad y seguridad, pero
también lo consideran aburrido, con falta de oportunidades e imposible de cambiar. En
cambio, la ciudad es vista como “donde las cosas pasan”, donde “todo está a la mano”,
aunque también la asocian con la inseguridad, la delincuencia y la drogadicción. Esta
percepción se reproduce al comparar el campo con la ciudad intermedia, a ésta con la
capital regional y, nuevamente, a la anterior con la capital nacional. La mayoría de los
jóvenes rurales esperan que el cambio venga (“les sea traído”) desde afuera, ya que ellos
no se sienten protagonistas de un posible cambio (De la Maza y Vicherat, 1999).
Población rural
Grupo etario 1985 2000 2015
0 a 14 años 53 991 606 47 444 897 40 576 184
15 a 29 años 32 367 343 32 574 098 30 317 944
Población urbana -39.7% -36.1%
Grupo etario 1985 2000 2015
0 a 14 años 94 498 537 113 051 382 122 264 802
15 a 29 años 78 484 724 +16.5% 110 067 008 +11.1% 125 625 565
Población total
Grupo etario 1985 2000 2015
0 a 14 años 148 490 143 -3.9% 160 496 279 162 840 986
15 a 29 años 110 852 067 142 641 106
-2.8% 155 943 509
Gráfico 4
BRASIL: TASAS DE MIGRACIÓN NETA RURAL-URBANA,
SEGÚN EDAD Y SEXO, 1990-1995
1 .8
1 .6
1 .4
1 .2
tasas (%)
1 .0
M u je r e s
0 .8
H o m b re s
0 .6
0 .4
0 .2
0 .0
9
9
5-
-1
-1
-2
-2
-3
-3
-4
-4
-5
-5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
edades
Fuente: CEPAL, cálculos propios sobre la base de procedimientos de estimación indirecta (relaciones de
supervivencia intercensales).
7. Migración internacional
Otro componente de la dinámica demográfica regional que ha
sufrido cambios es la migración internacional. Esta región comienza a
perder el carácter de receptora de estos flujos para convertirse en una
región de migración hacia fuera de ella, fundamentalmente hacia los
Estados Unidos, y en mucho menor medida a Canadá, Europa y Oceanía.
Esta migración ha adquirido gran importancia sobre todo en América
Central, tanto por sus efectos erosionadores sobre las comunidades urbanas
y rurales (Lungo, 1998) como por la configuración de circuitos migratorios
internacionales que tienen eslabones internos (véase el recuadro 4). En el
Caribe anglófono y francófono, la migración internacional es con frecuencia
el componente más relevante de la dinámica poblacional, la estructura
social y demográfica y la distribución espacial de la población. Estudios
recientes han mostrado que casi todos los caribeños cuentan con familiares,
amigos o conocidos que emigraron fuera de la región (preferentemente a los
Estados Unidos o a las metrópolis coloniales), lo que facilita el
establecimiento de redes de apoyo y eleva las intenciones migratorias
(Thomas-Hope, 1999). Otro patrón migratorio internacional, antiguo en la
región, da origen a corrientes dentro de ella misma, teniendo como países
de destino a Argentina, Venezuela y Costa Rica fundamentalmente, desde
otros países vecinos o cercanos.
40 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 4
MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN CENTROAMÉRICA
Hasta mediados de la década de 1970, la migración de centroamericanos
virtualmente se limitaba a desplazamientos internos o a traslados intrarregionales, debido
a requerimientos laborales localizados y a transformaciones estructurales, como la
mecanización de la agricultura y el surgimiento de una incipiente industria en zonas
urbanas. La mayor parte de la migración internacional ocurría en zonas fronterizas y era
temporal, pues se asociaba con las oscilaciones de los requerimientos laborales de las
plantaciones agroexportadoras. Por lo mismo, la mayoría de los migrantes eran
campesinos con escasa capacitación.
Posteriormente, la emigración de centroamericanos ha experimentado un profundo cambio
en términos de números, rutas, orígenes, destinos, motivos, objetivos y duración. El patrón
migratorio se hizo más complejo: se consolidaron los desplazamientos hacia fuera de la región
(sobre todo hacia los Estados Unidos), la migración definitiva, los refugiados por razones de
violencia, la migración de mujeres y de familias completas. Por cierto, los desplazamientos
pendulares en mercados laborales fronterizos se han mantenido, pero dejaron de ser la expresión
más relevante de los desplazamientos internacionales.
No ha sucedido un retorno masivo de migrantes una vez terminados los conflictos
sociopolíticos internos. Los refugiados en países fronterizos han tendido a regresar, pero
no lo han hecho aquellos que se trasladaron hacia fuera de la región, en particular a los
Estados Unidos, Canadá, Australia y Suecia. Esta renuencia al retorno se explica por la
persistencia de la brecha social y económica entre los países centroamericanos de origen y
los desarrollados de destino, puesto que con el advenimiento de la paz y de la democracia
no se han resuelto los agudos problemas socioeconómicos que aquejan a estos países.
La explosión y diversificación de la emigración de centroamericanos ha afectado
de manera importante el patrón de asentamiento de la población de estos países y
provocado una verdadera revolución de expectativas y reconfiguración de los procesos
migratorios, que ahora incluyen trayectos directos hacia los Estados Unidos y otros por
etapas que se desarrollan pasando por México. Las redes que se han ido tejiendo entre
quienes salieron y quienes se quedaron han aumentado las propensiones migratorias.
Buena parte de estas redes unen zonas urbanas y, por lo mismo, hay indicios de que la
emigración hacia los Estados Unidos estaría afectando significativamente el cambio
demográfico y sociocultural del conjunto de ciudades centroamericanas.
Fuente: CEPAL, División de Población – Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía
(CELADE), América Latina: proyecciones de población urbana y rural: 1970-2025, Boletín
demográfico, año 32, N° 63 (LC/G.2052; LC/DEM/G.183), Santiago de Chile, enero de 1999;
M. Castillo y S. Palma, “Central American international emigration: trends and impacts”,
Emigration Dynamics in Developing Countries, Volumen III, Mexico, Central America and the
Caribbean, Reginald Appleyard (comp.), Aldershot, Hampshire, Reino Unido, Ashgate, 1999,
pp. 285 a 334.
18
Durante la década de 1980, al empobrecimiento de los países contribuyó sobre todo el
empeoramiento de las condiciones sociales en las ciudades. En el período 1990-1997, la
pobreza urbana —medida a través del porcentaje de hogares pobres— ha disminuido de
un 35% a un 30%, mientras que el descenso en el medio rural ha sido de un 58% a un 54%.
CEPAL 43
Recuadro 5
EVOLUCIÓN DE LA POBREZA Y NECESIDADES BÁSICAS
INSATISFECHAS EN LOS AÑOS NOVENTA
19
Uruguay es quizás el único que exhibe una disminución de los niveles de pobreza,
acompañada de una distribución del ingreso relativamente equitativa, pero aun en este
país la distribución no ha alcanzado todavía los niveles históricamente favorables que
tuvo hasta hace tres décadas. Cuba ha mantenido la distribución del ingreso más
equitativa de la región, aunque tuvo caídas importantes en los niveles de consumo por
habitante, sin perder, por otra parte, la homogeneidad de sus indicadores vitales. En
términos generales, el Caribe inglés muestra menores niveles de desigualdad que América
Latina.
CEPAL 45
3. Ciudades segmentadas
20
En Santiago de Chile, la normativa contempla “zonas de desarrollo urbano
condicionado”, para las cuales se exige al inversor privado reservar un 5% del área por
desarrollar para destinarla a viviendas sociales (Duveauchelle y otros, 2000).
46 EL ESPACIO REGIONAL
21
En algunas islas, como San Vicente, la limitada disponibilidad de áreas para residencia se
refleja en los altos costos del suelo y de las viviendas, que marginan a las familias de
menos recursos, por ejemplo, cuando retornan migrantes con mayor capacidad de pago.
En un esfuerzo por ampliar la oferta de suelo para vivienda, controlar los precios del suelo
y disponer de terrenos con precios adecuados para viviendas sociales, el Gobierno de
Barbados ha aplicado desde 1996 un programa de bancos de tierras para disponer de
suelos de aptitud residencial a precios menores que los de mercado; en Saint Kitts, el
Estado ha subsidiado completamente el costo del suelo en el caso de las viviendas básicas
(Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe, 2000b).
CEPAL 47
Gráfico 5
a
AMÉRICA LATINA: HOGARES SEGÚN TIPO DE TENENCIA DE LA VIVIENDA.
PAÍSES SELECCIONADOS SEGÚN ETAPA DE LA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA
(En porcentajes)
80
70
60
50
40
30
20
10
0
B olivia b/ (E ta pa I) Hondura s (E ta pa II) B rasil (E tap a III) C hile (E tapa IV )
P ro p ia A rrenda da Otras
Fuente: CEPAL, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los
respectivos países.
a
El último año disponible es 1997 en el caso de Bolivia, 1998 en el de Honduras, 1997
en el de Brasil y 1998 en el de Chile.
b
En 1998 los datos corresponden a 8 ciudades principales.
Cuadro 3
AMÉRICA LATINA: HOGARES SEGÚN TIPO DE TENENCIA
DE LA VIVIENDA
(En porcentajes)
a
Países Años Tipo de tenencia de la vivienda
Propia Arrendada Otras
b
Argentina 1998 75.2 15.7 9.1
Bolivia 1997 60.1 17.8 22.1
Brasil 1997 74.1 16.3 9.6
Chile 1998 69.9 18.7 11.4
Colombia 1997 60.6 34.8 4.6
El Salvador 1998 66.6 21.7 11.7
Honduras 1998 56.5 25.1 18.4
México 1998 69.9 18.1 11.9
c
Paraguay 1997 70.5 18.5 11.0
Rep. Dominicana 1997 58.0 34.8 7.3
Uruguay 1998 69.3 18.0 12.6
Venezuela 1998 82.1 10.5 7.4
Fuente: CEPAL, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los
respectivos países.
a
Último año disponible. b Corresponde al Gran Buenos Aires. c Corresponde al área
metropolitana de Asunción.
22
La proporción de los barrios que surgieron ilegalmente con relación a la superficie de
Quito es importante, en especial las urbanizaciones ilegales existentes en 1985, antes de la
puesta en vigencia de la ordenanza de legalización. El número y tamaño de este tipo de
barrios fueron aumentando rápidamente: mientras en 1981 existían 87 asentamientos de
hecho, instalados en 2 498 ha, en 1985 eran 134 (4 575 ha) y en 1991, 202 (3 979 ha).
23
Constituidas de manera jurídicamente legal.
CEPAL 49
24
Por ejemplo, en 1976 las barriadas de Lima tenían en promedio 3 214 habitantes; en 1997
esta cifra disminuyó a 1 324, dando cuenta de un patrón más disperso de apropiación
informal del suelo.
25
Una de las políticas adoptadas por el Gobierno mexicano ha sido la de dotar de seguridad
en la tenencia a los asentamientos irregulares a través de programas masivos de
escrituración, lo que ha reducido más de 1 000% los costos de escrituración. En los últimos
años, se ha buscado incorporar suelo urbano de origen ejidal y comunal, con el fin de
desalentar los asentamientos irregulares y en riesgo, reubicar los existentes en zonas
protegidas y regularizar los ubicados en suelos aptos, evitando así la especulación de
tierra (Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, 2000).
50 EL ESPACIO REGIONAL
26
En junio de 1999 se instituyó en Trinidad y Tabago una agencia para la regularización de
los asentamientos informales, que ha normalizado la situación de más de 7 000 familias
hasta la fecha. El Gobierno de Saint Kitts está actualmente aplicando un programa de
mejoramiento de barrios en áreas degradadas, como Irish Town, Mc Knight, Newtown y
Market Street (Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe, 2000b).
27
La seguridad sobre la tenencia de la tierra garantiza al propietario la recuperación de los
beneficios de sus inversiones, por lo que crea incentivos para invertir en infraestructura
productiva e insumos para la producción. Además, los títulos de propiedad hacen posible
que la tierra sirva de garantía en la obtención de financiamiento —facilitando de esta
forma el acceso a capital de trabajo por parte del propietario— y hacen expeditas las
transferencias de tierra. Sin embargo, la titulación per se no ha resultado suficiente para
dinamizar el sector agropecuario, si no va acompañada de oportunidades de inversión,
acceso a financiamiento e insumos, entre otros factores.
28
En muchos países existe un conjunto de obstáculos para el acceso y el control de las
mujeres sobre la vivienda, aun cuando en algunos de ellos se han implementado
programas o políticas con enfoque de género, como se señala en el recuadro 6.
CEPAL 51
Recuadro 6
MEDIDAS Y ACCIONES PARA UNA MAYOR EQUIDAD DE
GÉNERO EN EL ACCESO A LA VIVIENDA
EL ESPACIO REGIONAL
Garantizar igualdad de género y prevenir discriminación en derecho a la vivienda y seguridad de la tenencia
− En la mayoría de los países hay avances en cuanto a los − Documentación de casos nacionales en donde persista discriminación
marcos legales que reconocen a las mujeres el derecho a la en el acceso a la vivienda y a la seguridad de la tenencia residencial,
propiedad y la herencia pero persisten prácticas y por razones de sexo, edad, nacionalidad, etnia o credo.
mecanismos que limitan su efectiva aplicación. − Promoción de acciones afirmativas que defiendan y garanticen el
− Vulnerabilidad afecta a mujeres, jóvenes más pobres, derecho de los grupos vulnerables.
poblaciones indígenas, afro-americanas y migrantes, − Establecimiento de sistemas de monitoreo y seguimiento de
limitando el acceso a la vivienda y la seguridad en la indicadores que pongan énfasis especial en estos grupos poblacionales.
tenencia.
53
Condiciones regionales Posibles acciones
Prevenir desalojos forzados, establecer normas de desalojos por interés público, riesgos, obras de desarrollo
− Los desalojos forzados ya no son masivos y frecuentes; son − Monitoreo y documentación de casos más relevantes en cada país, con
tal vez expresiones coyunturales asociadas a ciclos especial atención en respuestas de actores gubernamentales y medios
electorales. de comunicación.
− Casos más importantes: invasiones en época electoral, − Desarrollo de procedimientos y mecanismos de mediación cívica y
desastres, conflictos armados, obras de infraestructura, tratamiento adecuado de los desalojos por interés público u obras de
renovación urbana. desarrollo.
Estimular marcos reguladores para el mercado del suelo urbano, mediante sistemas de catastro funcionales y transparentes, y acceso
público a la información
− Mayor interés y nivel de conciencia de las autoridades − Apoyo a la modernización de sistemas de catastro, a través de esfuerzo
municipales por planificación de uso del suelo y conjunto de los municipios y organismos nacionales competentes.
modernización de catastros, junto con desarrollo de − Impulso a sistemas públicos de información y regulaciones urbanas y
tecnologías más compatibles y de menor costo, propician mercado de tierras.
experiencias novedosas.
Complementar medidas de seguridad de tenencia con programas de acceso a servicios básicos y financiamiento
− Pocos países trabajan consistentemente en programas − Apoyo al diseño y ejecución de programas integrales de mejoramiento
integrales de mejoramiento urbano y habitacional. La urbano y habitacional, que contemplen la provisión adecuada de
mayor parte de los recursos y esfuerzos se dedican a servicios, el acceso a financiamiento no oneroso y la utilización de
programas “viviendistas”, centrados en la provisión de lote tecnologías apropiadas.
y techo.
Promover la adopción, a un mediano plazo, de un convenio internacional que consolide, amplíe y estructure una normativa internacional
en materia de derechos a la vivienda
− Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y − Impulso a foros nacionales, subregionales y regionales sobre el derecho
Culturales; institución regional de protección de derechos humano a la vivienda y la necesidad de avanzar en la adopción de una
humanos y trabajo normativo. normativa internacional en este campo.
Fuente: Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat), "Hipótesis de trabajo para una estrategia regional de la
campaña por seguridad en la tenencia: analizando la pertinencia y relevancia regional de los ejes conceptuales y operativos de la
Campaña Global por Seguridad en la Tenencia para Vivienda", Rio de Janeiro, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 2000.
CEPAL
54 EL ESPACIO REGIONAL
29
Debe mencionarse, sin embargo, que países como Chile han logrado progresos notables en
la década en cuanto a disminuir su déficit habitacional. En ese país, la producción subió
de 79 000 unidades en el año 1990 a 144 000 en 1996. En el sector social, el Ministerio de
Vivienda y Urbanismo de Chile amplió el parque en 912 000 viviendas por medio de
viviendas contratadas y subsidios otorgados, lo que redujo el déficit habitacional a la
mitad del existente a comienzos de los años noventa.
30
Por ejemplo, en Venezuela, los programas habitacionales construidos en los años
cincuenta y sesenta poseen una calidad superior de servicios, equipamientos, materiales
de construcción y otros que los que se construyen hoy. Por ello, a la obsolescencia natural
de los primeros, que ya cumplen 40 o 50 años, se sumará la de los segundos, que
necesariamente tendrán una vida útil menor.
31
Por ejemplo, en Maracaibo, Venezuela, entre 1990 y 1997 se construyeron 18 170
viviendas, mientras las nuevas necesidades eran de 48 207 unidades. Con ello, el déficit
neto se habría incrementado un 63% (Petzold, 2000).
CEPAL 55
32
En el caso de Venezuela, por ejemplo, los elevados estándares de vivienda demandan
cuotas de subsidio que pueden llegar al 60% u 80% de la vivienda, lo que a su vez
restringe la cobertura de los programas hasta alcanzar anualmente sólo a 1 de cada 100
contribuyentes al fondo. El escaso impacto numérico se suma acá a un peligroso efecto
regresivo, puesto que los trabajadores más pobres terminan financiando la vivienda de un
selecto grupo de privilegiados (Necochea, 2000).
56 EL ESPACIO REGIONAL
33
En Costa Rica, por ejemplo, se ha logrado focalizar en los dos primeros estratos salariales,
pero a costa de excluir a los estratos de ingresos siguientes, con los consiguientes
problemas de segmentación del mercado y desatención de los niveles medios. En
Colombia también se observa una buena focalización en los tramos inferiores a dos
salarios básicos, pero no en los tramos superiores. La experiencia chilena, con una gama
diversificada de “ventanillas” de acceso a través de 13 programas subsidiados en distinto
grado, ha permitido al menos en teoría construir un sistema de accesibilidad más
integrado, aunque no exento de graves problemas de focalización para ciertos centros
urbanos en que no hay oferta para determinados estratos de ingreso.
34
Para cumplir con este requisito, en algunos países los subsidios para la vivienda de los
hogares en situación de extrema pobreza pueden llegar a cubrir hasta un 100% del valor
de la solución habitacional. Sin embargo, en la medida en que se asciende en la escala de
ingresos, esta modalidad constituye sólo una parte del financiamiento, que se
complementa con ahorro previo y sistemas de crédito hipotecario.
35
Las experiencias de Chile y Costa Rica señalan que los recursos públicos deberían alcanzar
a alrededor del 1% del PIB.
58 EL ESPACIO REGIONAL
36
familias de menores recursos se requiere prever montos y plazos realistas
dentro de un sistema financiero sólido que asegure rentabilidad, seguridad
37
y liquidez para estos fondos.
El crédito hipotecario es el tercer componente en las políticas de
vivienda social de la región. Las políticas reformadas, al igual que las
convencionales, otorgan a este componente del financiamiento habitacional
una importancia fundamental. Hoy se prefiere tratarlo en condiciones de
mercado, en operaciones hipotecarias indizadas a la inflación, lo que en
ocasiones conlleva un costo político, sobre todo en las etapas iniciales
cuando los beneficiarios ven crecer mes a mes sus cuotas de devolución.
Los países han encontrado dos dificultades importantes para una
operación de los créditos hipotecarios: la escasez de fondos de mediano y
largo plazo y el insuficiente desarrollo del mercado financiero. Ello ha
requerido una activa intervención por parte del Estado para proteger los
fondos contra la inflación, con el objeto de minimizar la incertidumbre
originada en inflaciones elevadas. Además, se ha debido desarrollar los
mercados financieros con el objeto de ampliar la disponibilidad de fondos
de mediano y largo plazo, expandiendo el mercado de capitales de largo
38
plazo, y crear el mercado secundario de hipotecas. Otros esfuerzos se han
orientado a la apertura del giro de los bancos comerciales a los créditos
hipotecarios, la fijación de normas explícitas en términos de la constitución
de garantías hipotecarias, un esquema de seguros que incluya el seguro de
desgravamen y el tratamiento para operaciones hipotecarias en casos de
insolvencia. También se ha explorado la opción de otorgar subsidios a los
costos de transacción para aquellos casos en que los bancos comerciales no
muestran interés en este tipo de operaciones, debido a que los costos
36
El eventual efecto excluyente que tendría el ahorro para las familias pobres también es
válido para el crédito hipotecario que suele aplicarse en los programas de vivienda social.
Sin embargo, es notable que en muchos países esta limitación para cumplir con las
exigencias de pago del crédito no sea igualmente considerada, otorgándose préstamos de
alto riesgo de pago.
37
Esto implica establecer algún sistema de indización de fondos o permitir la variabilidad de
las tasas nominales de interés, a fin de que reflejen tanto la escasez de fondos como la
inflación esperada. Los países que han adoptado este esquema con éxito (como Chile y
Colombia) han utilizado sistemas en que los activos y pasivos se expresan en una unidad
de cuenta común, cuyo valor se ajusta en función de la inflación.
38
En Chile, la reforma previsional realizada en 1981 dio origen a la creación de una enorme
fuente de recursos líquidos de largo plazo y al desarrollo del negocio de los seguros de
vida. Esto permitió expandir de manera espectacular el mercado de capitales. Las letras
hipotecarias y los mutuos hipotecarios endosables han sido los instrumentos financieros
creados con la reforma del sistema habitacional, necesarios para el financiamiento de esta
actividad. Lo anterior destaca la importancia del desarrollo de estos agentes (fondos de
pensiones y compañías de seguros), lo que no requiere forzosamente de una reforma al
estilo del caso chileno.
CEPAL 59
39
Con este fin, la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) está buscando
financiación a través del Banco Central del Caribe Oriental.
60 EL ESPACIO REGIONAL
7. Ajustes pendientes
40
El caso de Bolivia ilustra cómo en los sectores urbanos tiende a predominar el déficit
cuantitativo, mientras que en las áreas rurales es mayor el cualitativo. En este país el
actual gobierno está instalando un programa de subsidio a la demanda con carácter de
programa piloto que debería considerar al déficit cualitativo (Jaldin, 2000).
41
Mayor apertura a apoyar el mejoramiento se observa en las políticas más convencionales,
que operan con créditos. En la provincia de Mendoza, Argentina, se registra una
tendencia a aumentar créditos para ampliaciones y mejoramientos de viviendas. Durante
el año 2000 un 17% de las atenciones corresponderá a mejoramientos, lo que es
significativamente mayor que en otras políticas (Palero y Pizarro, 2000).
42
En este sentido, la existencia de buenas posibilidades de negocio inmobiliario en niveles
de vivienda de mayor costo ha resultado coyunturalmente un problema importante, al
disminuir el interés del sector de oferta por construir viviendas sociales, aun cuando la
demanda existía.
CEPAL 61
Recuadro 7
POLÍTICAS DE VIVIENDA DE INTERÉS SOCIAL: LOS CASOS
DE CHILE, COLOMBIA Y COSTA RICA
En Chile, se puso en marcha a fines de los años setenta una política habitacional basada
en subsidios a la demanda y orientada al mercado. Esta nueva política ha ganado legitimidad
y aceptación entre los postulantes a subsidios habitacionales. Un sistema transparente y
objetivo de acumulación de puntajes pondera el cumplimiento de requisitos de ahorro previo
y las características demográficas y socioeconómicas de las familias. El Ministerio de la
Vivienda y Bienes Nacionales, a través de su Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU),
regula y supervisa los estándares de las viviendas sociales, administra el proceso de subsidios
habitacionales, provee de manera "subsidiaria" viviendas progresivas y básicas a familias y
personas de muy bajos ingresos y ofrece créditos a estas últimas. También ha extendido a las
viviendas sociales las garantías a los créditos hipotecarios, a fin de motivar a la banca privada
para que incursione en este segmento de mercado. Por su parte, las empresas privadas han
construido mayoritariamente las viviendas sociales y contribuido a organizar su demanda.
Los bancos y otras instituciones financieras han gestionado las libretas de ahorro para la
vivienda y los créditos hipotecarios para completar su financiamiento, esto último colocando
letras y mutuos hipotecarios en el mercado de capitales. El sistema de acceso a la vivienda
basado en subsidios a la demanda logró dinamizar la producción y el acceso a viviendas de
interés social, provocando importantes reducciones en los déficit de vivienda. Entre los
factores que han limitado la efectividad de la política están las insuficientes reservas de suelo
para esas viviendas.
En 1991, se crearon en Colombia los dos pilares de una nueva política de vivienda
social: el Instituto de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (INURBE) y el sistema
de subsidios a la demanda de vivienda. El INURBE es la entidad pública rectora de la
nueva política de vivienda social que norma el sistema de subsidios habitacionales,
administra aquellos subsidios para los sectores de menor ingreso y presta asistencia
técnica a las entidades locales y organizaciones populares de vivienda. Las cajas de
compensación familiar —entidades privadas— gestionan subsidios para los hogares con
ingresos entre dos y cuatro salarios mínimos. Los fondos provienen de aportes de las
nóminas salariales de los trabajadores. En 1997, se definió además una política de suelo
para viviendas de interés social que distingue a Colombia de las experiencias de Chile y
Costa Rica. La nueva política de vivienda se ha consolidado desde su puesta en marcha,
pero aún no ha jugado un papel importante en la reducción de los déficit habitacionales
debido a la insuficiencia de recursos públicos para subsidios a la vivienda (Held, 2000).
62 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 7 (concl.)
En Costa Rica, se creó en 1986 el Sistema Financiero Nacional para la
Vivienda (SFNV) con miras a aprovechar el potencial que brindan las instituciones e
instrumentos financieros para el financiamiento de la vivienda. El Banco Hipotecario
para la Vivienda nació como entidad pública rectora del SFNV, con el fin de: a)
canalizar fondos para el financiamiento de viviendas sociales hacia las “entidades
autorizadas” de primer piso (bancos, cooperativas de ahorro y crédito y sociedades
mutuales de ahorro y préstamo) y b) administrar el Fondo de Subsidios para la
Vivienda (FUSOVI), que cuenta con recursos del presupuesto público para subsidios
habitacionales. El banco asigna esos subsidios a través de las entidades autorizadas.
Los aspectos distintivos del SFNV son los subsidios a la demanda a jefes de familia,
el acceso de estos últimos al crédito hipotecario en condiciones de mercado y la
construcción de viviendas por parte de empresas y entidades del sector privado. La
nueva política de vivienda social ha permitido una ágil acción conjunta de los
sectores público y privado, en una fuerte expansión de la oferta de viviendas sociales
y una importante reducción del déficit habitacional cuantitativo. Ella enfrenta hoy
nuevos desafíos: ajustar su normativa y sus objetivos para fortalecerse en el plano
institucional y financiero, encarar el creciente déficit cualitativo de vivienda y
promover el desarrollo de un mercado secundario de viviendas sociales. Por otra
parte, necesita desarrollar el mercado de capitales y acceder a fondos de largo plazo
para el crédito hipotecario.
Fuente: Günther Held, Políticas de viviendas de interés social orientadas al mercado:
experiencias recientes con subsidios a la demanda en Chile, Costa Rica y
Colombia, serie Financiamiento del desarrollo, Nº 96 (LC/L.1382-P), Santiago
de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), junio
de 2000. Publicación de las Naciones Unidas, Nº de venta: S.00.II.G.55.
43
No obstante, el crecimiento promedio de la región sigue siendo insuficiente para cerrar la
64 EL ESPACIO REGIONAL
brecha que separa la región latinoamericana de los países más desarrollados y superar los
graves problemas de pobreza que aquejan a la región, para lo que tendría que situarse
entre un 6% y un 7% anual.
CEPAL 65
44
En efecto, el desempleo abierto aumentó cerca de tres puntos porcentuales durante la
década y se elevó súbitamente en algunos países, sobre todo durante las crisis económicas
de 1995 en México y la de los países asiáticos de fines de los años noventa. Los indicadores
de deterioro de la calidad del empleo son aún más generalizados, según se aprecia en el
aumento relativo del empleo en sectores de baja productividad, principalmente del sector
informal. Estas limitaciones se produjeron en un período ventajoso para aumentar el
empleo y la productividad, en que creció de manera rápida la población en edad de
trabajar y se redujeron las tasas de dependencia familiar, y las mujeres pudieron participar
más en el mercado de trabajo.
66 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 8
PROMOCIÓN DE LA COOPERACIÓN Y ASOCIACIÓN
INTERNACIONAL EN EL MARCO DEL MERCOSUR
45
todo el primer cuarto del siglo XXI. Aunque los desequilibrios del
mercado laboral no han originado expansiones significativas de la tasa de
desempleo (exceptuando el período posterior a la crisis asiática), ha
aumentado el número de desempleados a lo largo de la década. La
Organización Internacional del Trabajo (OIT) (OIT, 1999a) estima que en
1998 existían 18 millones de desocupados urbanos, situación que afecta con
especial intensidad a los jóvenes, las mujeres y los miembros de hogares
pobres.
En cuanto a la estructura ocupacional, ha continuado el
desplazamiento de empleos desde el sector de producción de bienes hacia
el área de servicios. Alrededor de 1998, la importancia relativa del sector
terciario había alcanzado al 73% del total del empleo urbano y el empleo
industrial se había reducido porcentualmente respecto del de comienzos de
la década.
Asimismo, ha proseguido la informalización de la estructura
46
ocupacional de la región. El sector informal ha generado 6 de cada 10
nuevos puestos de trabajo de la década, por lo que ya no se le puede
atribuir la connotación transitoria que se le otorgó en los años setenta. A
fines del decenio, 52 de cada 100 trabajadores urbanos de la región se
desempeñan en el sector formal, mientras que 48 lo hacen en el sector
informal. De éstos, 32 trabajan en el sector informal de sobrevivencia (24
son trabajadores por cuenta propia de baja calificación y 8 desempeñan
empleos domésticos); solamente 16 ocupaciones informales corresponden a
microempresas, lo que indica la reducida importancia relativa que aún tiene
el segmento de mejor productividad e ingresos al interior del empleo
informal (OIT, 1999). Sin embargo, entre 1990 y 1998 un tercio del aumento
del empleo informal urbano se explica por las microempresas, y éstas han
ganado importancia como proporción del empleo urbano si se las compara
con la década anterior. Se detecta entonces una tendencia de largo plazo de
47
“modernización de la informalidad” en la región (OIT, 1998 y 1999).
45
Esta presión, enfrentada a la baja capacidad de generación de empleo moderno que
denota el actual patrón de desarrollo económico regional, se refleja en la menor tasa de
aumento del empleo con respecto a la expansión de la fuerza de trabajo urbana
(respectivamente, 2.9% frente a 3.1% de promedio anual de crecimiento durante los años
noventa) (OIT, 1999).
46
Si la informalidad se evalúa en relación a la PEA no agrícola y se considera el empleo en
establecimientos de 5 a 10 ocupados, ésta alcanza a cerca del 60% (OIT, 1999).
47
En Paraguay, por ejemplo, a mediados de los años noventa un 53% de la PEA urbana se
ocupaba en microempresas urbanas. Sólo una de cada cuatro microempresas se dedicaba
a actividades productivas, el resto se desempeñaba en comercio y servicios (Ríos y Peralta,
2000).
70 EL ESPACIO REGIONAL
48
Cabe mencionar algunas particularidades de su inserción laboral que ponen de
manifiesto la existencia de condiciones desfavorables para el desempeño productivo de la
mujer. En todos los países, independientemente de su grado de desarrollo relativo, las
mujeres se han sumado al empleo a través del sector servicios (especialmente en el
segmento informal), llegándose a una tasa de informalidad del 52% del empleo de la
mujer en 1998, que es 7 puntos porcentuales más alta que la registrada para la PEA
masculina. Las mujeres, con mayor presencia en el sector no estructurado, reportan peor
calidad de este empleo que los hombres. Por último, el incremento del empleo femenino
durante los años noventa ha sido menor que el aumento de la participación de la mujer,
desembocando en casi la duplicación de la desocupación femenina (CEPAL-CELADE,
1999b, OIT, 1999).
CEPAL 71
Cuadro 5
RELACIÓN PORCENTUAL ENTRE EL INGRESO GLOBAL POR MUJER
Y EL INGRESO GLOBAL POR HOMBRE
49
En Bolivia, el Viceministerio de Microempresa está fortaleciendo programas de empleo y apoyo
a la economía informal. Se cuenta con el Plan Estratégico para el Desarrollo de la Micro y
Pequeña Empresa. Con el fin de contribuir a través del Plan a reducir los niveles de pobreza, se
da especial atención a las oportunidades de empleo para la mujer (Jaldin, 2000).
72 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 9
EMPRENDIMIENTOS EXITOSOS LIDERADOS POR MUJERES
50
En Chile, la elaboración de la Política Nacional de Uso del Borde Costero del Litoral de la
República (1994) debería permitir un desarrollo más armónico de su franja costera de 4
200 km, fomentando las inversiones privadas y orientando las intervenciones públicas
hacia usos estimados de preferencia para el desarrollo sostenible (Duveauchelle y otros,
2000).
74 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro 6
AMÉRICA LATINA: HOGARES URBANOS NO PROVISTOS
DE SERVICIOS BÁSICOS
(En porcentajes)
a
Países Años No provistos de agua No provistos de
potable alcantarillado
b
Argentina 1998 1.8 42.0
c
Bolivia 1997 12.6 54.3
Brasil 1997 9.0 51.0
Chile 1998 1.2 10.9
Colombia 1997 1.6 7.4
El Salvador 1998 41.3 41.4
Honduras 1998 10.7 39.5
d
México 1998 24.1 18.4
e
Paraguay 1996 28.6 77.0
Uruguay 1998 6.5 38.1
Gráfico 6
AMÉRICA LATINA: HOGARES URBANOS NO PROVISTOS DE AGUA POTABLE.
PAÍSES SELECCIONADOS SEGÚN ETAPA DE LA
TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA
40
30
Porcentajes
20
10
0
Bolivia a/ (Etapa I) Honduras (Etapa Brasil (Etapa Chile (Etapa IV)
51
del sistema que han ayudado a construir, se están desarrollando en la
región procedimientos para involucrar a las mujeres directamente y con
responsabilidades de decisión en los proyectos de agua, como una manera
52
de asegurar su mantenimiento y sostenibilidad.
Recuadro 10
UNA EXPERIENCIA DE COLABORACIÓN COMUNITARIA
51
En Costa Rica, por ejemplo, las mujeres han participado en la construcción de acueductos
rurales con una proporción importante del trabajo, pero han sido sucesivamente dejadas
fuera de la asociación de administración de dichos acueductos.
52
En Bolivia, el 20% de los comités de administración, mantenimiento y operación de los
sistemas de agua instalados en áreas rurales están a cargo de mujeres, que han mostrado
en estas tareas más eficiencia que los hombres (Rico, 1998).
CEPAL 77
Gráfico 7
AMÉRICA LATINA: HOGARES URBANOS NO PROVISTOS DE
ALCANTARILLADO. PAÍSES SELECCIONADOS SEGÚN ETAPA DE LA
TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA
60
50
40
30
Porcentajes
20
10
0
Bolivia a/ (Etapa I) Honduras (Etapa II) Brasil (Etapa III) Chile (Etapa IV)
53
En algunos países de la OECO se está desarrollando el proyecto, “Solid and ship
generated waste management” para el manejo ambientalmente adecuado e integrado de
los residuos sólidos en las islas caribeñas (Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe,
2000).
CEPAL 79
3. Contaminación atmosférica
54
La contaminación atmosférica es la principal causa de unos 2.3 millones de casos anuales
de insuficiencia respiratoria crónica entre los niños, así como de sobre 100 000 casos de
bronquitis crónica entre los adultos. El efecto de la contaminación atmosférica sobre la
salud es aún más evidente en la población vulnerable, constituida principalmente por las
personas mayores y los infantes.
80 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 11
GESTIÓN MIXTA CON CONTROL ESTATAL Y GESTIÓN ESTATAL
DESCENTRALIZADA. LOS CASOS DE SANTIAGO DE CHILE
Y TIJUANA
a) Gestión mixta
Recuadro 11 (concl.)
y, estando relacionadas con la capacidad de pago de los diversos tipos de
usuarios, mediante subsidios cruzados; de este modo se estimuló el uso eficiente
del agua. El mejoramiento administrativo se reflejó en el indicador empleado
con respecto a la cantidad de tomas del servicio, en el incremento de conexiones,
en particular de agua, y en la disminución del agua que se pierde.
Fuente: P. Pirez, Los servicios urbanos y equidad en América Latina: un panorama con base en
algunos casos, serie Medio ambiente y desarrollo, Nº 26 (LC/L.1320-P), Santiago
de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2000).
Publicación de las Naciones Unidas, Nº de venta: S.00.II.G.95.
Recuadro 12
GESTIÓN PRIVADA CON PARTICIPACIÓN SOCIAL.
LA AMPLIACIÓN DE LA RED EN LAS ZONAS POBRES DEL ÁREA
METROPOLITANA DE BUENOS AIRES
Fuente: P. Pirez, Los servicios urbanos y equidad en América Latina: un panorama con base en
algunos casos, Medio ambiente y desarrollo, Nº 26 (LC/L.1320-P), Santiago de
Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2000).
Publicación de las Naciones Unidas, Nº de venta: S.00.II.G.95.
82 EL ESPACIO REGIONAL
55
A través de un mecanismo innovador de participación pública binacional de los gobiernos
de México y los Estados Unidos se ha decidido impulsar la creación del comité consultivo
conjunto para la cuenca atmosférica de la zona metropolitana de Ciudad Juárez-El Paso-
Doña Ana. Este programa delinea por primera vez acciones integradas entre los tres
niveles de gobierno, organizaciones sociales y sector académico, enfocadas a la prevención
y solución de los problemas de contaminación atmosférica de esta área transfronteriza
(Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, 2000).
84 EL ESPACIO REGIONAL
56
Son escasas las cifras de la tendencia de la congestión a lo largo de los años; entre las
pocas fuentes disponibles, la más fiable sería la Companhia de Engenharia de Tráfego de
la ciudad de São Paulo (CET), una de las instituciones que más esfuerzos ha dedicado a
reducir la congestión: si la congestión aguda afectaba en 1992, en promedio, a unos 28 km
de la red principal de vías paulista en las mañanas, y a 39 km en las tardes, en 1996, las
extensiones correspondientes habían subido a 80 km y 122 km, respectivamente.
57
Estimado a partir de los cuadros 3.1 y 3.2 de la Companhia de Engenharia de Tráfego
(CET), 1998.
CEPAL 85
Cuadro 7
BRASIL, CIUDADES SELECCIONADAS: AUMENTOS DE COSTOS
DE TRANSPORTE COLECTIVO POR CONGESTIÓN
58
Una estimación basada en datos generados por el estudio origen-destino del año 1991,
efectuado para la Secretaría Ejecutiva (Comisión de Planificación de Inversiones en
Infraestructura de Transporte (SECTRA)) en Santiago de Chile, determina que el ingreso
familiar de los pasajeros de buses fue de unos 99 321 pesos chilenos y el de los usuarios de
los automóviles unos 308 078 pesos chilenos.
86 EL ESPACIO REGIONAL
59
Esta situación explica el especial interés expresado por las autoridades sectoriales en los
recientes foros de la Reunión Regional de Ministros y Autoridades Máximas del Sector de
la Vivienda y el Urbanismo de América Latina (MINURVI) en incluir en el Plan de Acción
Regional de América Latina y el Caribe sobre Asentamientos Humanos el tema de la
vulnerabilidad como un área de especial relevancia para las políticas de asentamientos
humanos.
88 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro 8
GRADO DE VULNERABILIDAD DE ALGUNOS PAÍSES CARIBEÑOS
País Vulnerabilidad
Antigua y Barbuda alta
Bahamas alta
Belice alta
Dominica alta
Granada alta
Guyana alta
Saint Kitts y Nevis alta
Santa Lucía alta
San Vicente y las Granadinas alta
Suriname alta
Barbados medio alta
Haití medio alta
Jamaica medio alta
República Dominicana medio baja
Trinidad y Tabago medio baja
Fuente: Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe, The Vulnerability of the Small Island
Developing States of the Caribbean (LC/CAR/G.588), Puerto España, 13 de marzo
de 2000.
89
El Salvador 240 84 316 388 169 219
90
Población Daños totales
Fecha Lugar Tipo de evento afectada (millones de dólares de 1998)
Falle- Damnificados Total Directos Indirec-
a a
cidos directos tos
Guatemala 268 105 000 748 288 460
Honduras 5 657 617 831 3 794 2 005 1 789
Nicaragua 3 045 368 261 988 562 425
1999 Colombia Terremoto en zona cafetera 1 185 559 401 1 508 1 391 188
b
enero 25 (grado 5.8 escala de Richter,
epicentro cercano a
comunidad de Córdoba,
Depto. del Quindío)
1999 Anguila Huracán Lenny 189.3 134.6 54.7
b
17/18 noviembre (precipitaciones superiores a
los 480 mm)
1999 Venezuela Lluvias intensas, Entre 68 503 3 237 1 961 1 276
b
16 diciembre inundaciones, deslizamientos 3 000 y
y aludes. Estados afectados: 10 000
Vargas, Distrito Federal,
Miranda, Carabobo, Yaracuy,
Falcón, Zulia, Táchira
Fuente: Adaptado de CEPAL, América Latina y el Caribe: el impacto de los desastres naturales en el desarrollo, 1972-1999 (LC/MEX/L.701;
LC/MEX/L.402), México, D.F., Sede Subregional de la CEPAL en México, 1999.
EL ESPACIO REGIONAL
a
Los efectos de un fenómeno natural se clasifican en aquellos que afectan los acervos (daños directos) y los que afectan los flujos de producción
de bienes y servicios (daños indirectos).
b
Dólares de 1999.
CEPAL 91
60
En efecto, el parque habitacional social, que representa una importante inversión para un
país y para los individuos, en general no está protegido contra estos riesgos de la misma
forma como lo están las grandes infraestructuras, para las cuales se cuenta con seguros
(Sede Subregional de la CEPAL para el Caribe, 2000b).
61
Los países de América Latina y el Caribe que fueron estudiados son: Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, Perú y Santa Lucía.
92 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 13
COORDINACIÓN PARA REDUCIR LA VULNERABILIDAD
EN CENTROAMÉRICA
Recuadro 14
LA EXPERIENCIA DE DOS CIUDADES CON PROGRAMA LOCAL 21
62
Por ejemplo, en Bolivia, al amparo de la nueva Ley de Participación Popular se reconoció a
las organizaciones territoriales de base (comunidades campesinas e indígenas y juntas
vecinales) como actores de su propio desarrollo. La población participa en los planes de
desarrollo de sus municipios y fiscaliza las acciones del gobierno municipal. La histórica
forma de participación comunitaria de la población campesina e indígena en este país le
permitió comprender y adoptar los procesos participativos (Jaldin, 2000). A su vez, en
Mendoza, Argentina, las cooperativas, mutuales, uniones vecinales y otras captan
alrededor del 70% de los recursos disponibles en el Sistema Provincial de la Vivienda para
construir viviendas para sus asociados (Palero y Pizarro, 2000).
CEPAL 97
63
La información disponible acerca del aumento de los crímenes en los países no da cuenta
de la verdadera dimensión de este fenómeno, por ser incompleta y difícil de procesar
estadísticamente y estar sesgada por una subdeclaración de los delitos.
64
En Rio de Janeiro, por ejemplo, el homicidio explica el 65% de las causas de muerte entre
los adolescentes de 10 a 19 años (Ramos de Souza y otros, 1997).
98 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro 10
AMÉRICA LATINA (13 PAÍSES): TASAS DE HOMICIDIO
POR CADA 100 000 HABITANTES,
1980, 1990 Y 1995
Países Alrededor de 1980 Alrededor de 1990 Alrededor de 1995
(última cifra
disponible)
Argentina 3.9 4.8 …
Brasil 11.5 19.7 30.1
Chile 2.6 3.0 1.8
Colombia 20.5 89.5 65.0
Costa Rica 5.7 4.1 …
Ecuador 6.4 10.3 …
El Salvador … 138.2 117.0
Honduras … … 40.0
México 18.2 17.8 19.5
Panamá 2.1 10.9 …
Paraguay 5.1 4.0 …
Perú 2.4 11.5 10.3
Trinidad y Tabago 2.1 12.6 …
Uruguay 2.6 4.4 …
Venezuela 11.7 15.2 22.0
Fuente: Adaptado de Irma Arriagada y Lorena Godoy, “Prevenir o reprimir: falso dilema de
la seguridad ciudadana”, Revista de la CEPAL, N° 70 (LC/G.2095-P), Santiago de
Chile, abril de 2000.
Cuadro 11
TASA DE VÍCTIMAS DE DELITOS CON RELACIÓN AL
TAMAÑO DE LA CIUDAD
EL ESPACIO REGIONAL
comunitarias, la prevención del uso de drogas, mayor conflicto.
la generación de espacios de convivencia;
sistema comunal de vigilancia.
México, D.F. Programa de seguridad ciudadana que Programas específicos para combatir Creación de centros de justicia para
aumenta la presencia de la policía en barrios, asaltos y robos. vigilar el accionar de la policía,
combinada con control ciudadano del accionar programas de eficiencia y limpieza,
de la policía. sustitución del personal de
procuraduría.
CEPAL
Ciudades Medidas preventivas Medidas de control Medidas combinadas
Quito Fortalecimiento de la organización Mejoramiento de la comunicación Proyecto de seguridad en centro
comunitaria. para auxilio y emergencia. histórico; aumento de policía
metropolitana.
Rio de Janeiro Programa Favela-Barrio, fortalecimiento de Prohibición de ventas de
guardia municipal. mercaderías ilegales.
San José de Mayor presencia policial en la ciudad, Operativos permanentes. Organización comunal en
Costa Rica formación de comités de barrios. coordinación con otros cuerpos
policiales.
Santa Cruz Defensa de áreas verdes de uso público. Política de alumbrado público, Convenio con otras instituciones.
coordinación de juntas vecinales,
centros de madres, organizaciones
juveniles y cívicas.
Santafé de Educación, participación y capacitación Control policial y sanciones Todas las políticas tienen componente
Bogotá ciudadana y a policías, trabajo social con económicas. preventivo, disuasivo y represivo.
pandillas, campañas contra violencia familiar y
consumo de drogas, prohibición de porte de
armas.
Santiago de Comités de prevención y protección Sistema de evaluación mensual, Programas “Patrullando su barrio”,
Chile ciudadana, educación vecinal, red de cámaras mapas digitalizados en prefectura. programa contra uso de drogas y de
de video. empleo juvenil.
São Paulo Programas de educación y resistencia a la Ley de control de armas, auditoría Retiro de vendedores ambulantes en
droga, creación de consejos comunitarios de judicial de la policía, mayor las áreas centrales de la ciudad.
seguridad, programa de policía comunitaria. vigilancia en escuelas, combate a la
corrupción policial.
Fuente: CEPAL, Panorama social de América Latina, 1998 (LC/G.2050-P), Santiago de Chile, 1999, pp. 234 y 235. Publicación de las Naciones
Unidas, N° de venta: S.99.II.G.4.
101
102 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 15
RECUPERACIÓN DEL CENTRO DE KINGSTON, JAMAICA
65
El Banco Mundial y el Programa de Hábitat iniciarán próximamente en la región un
programa de apoyo a estos procesos de mejoramiento integral de las poblaciones de
origen ilegal, denominado “The Cities Alliance”.
CEPAL 105
66
Aun en estos casos, la experiencia indica que el papel que desempeña el sector público no
necesariamente disminuye: más bien se asumen nuevas funciones como la regulación o la
compensación en aquellas áreas de intervención que, siendo necesarias, el sector privado
no cubre.
CEPAL 107
Recuadro 16
DEBATE SOBRE EL FINANCIAMIENTO URBANO
67
Aun en los casos de organismos que abarcan la vivienda y el desarrollo urbano, se
presentan dificultades para complementar las respectivas unidades temáticas y elaborar
intervenciones integradas.
68
Interesa señalar que en la experiencia cubana se elaboran los Planes Generales de
Ordenamiento Territorial y Urbano en los Municipios, integrando el nivel local al trabajo
de las otras instancias institucionales y ámbitos de planeamiento.
CEPAL 109
69
Frente a esta situación, algunos países como Brasil y Perú han aprobado leyes de acción
positiva en favor de las mujeres a nivel municipal. También se están reforzando
mecanismos de coordinación y foros internacionales, como es el caso de las iniciativas
adelantadas al interior de la Unión Internacional de Autoridades Locales para fortalecer la
labor de las alcaldesas y superar dificultades e inexperiencias en la nueva asunción de
responsabilidades a este nivel.
110
Cuadro 13
AMÉRICA LATINA (19 PAÍSES DISPONIBLES): INSTITUCIONES POLÍTICAS
RESPONSABLES DEL SECTOR
Instituciones responsables
País 1994 a 1999 b
Argentina Secretaría de Vivienda y Calidad Ambiental del Ministerio de Salud y Ministerio de Infraestructura y Vivienda
Acción Social
Barbados Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Vivienda Ministerio de Vivienda y Tierras
Bolivia Secretaría de Asuntos Urbanos del Ministerio de Desarrollo Humano Ministerio de Vivienda y Servicios Básicos
Fondo Nacional de Vivienda Social
Brasil Secretaría de Vivienda del Ministerio de Bienestar Social Secretaría Especial de Desarrollo Urbano (SEDU),
Presidencia de la República
Chile Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU)
Colombia Viceministerio de Vivienda, Desarrollo Urbano y Agua Potable, Dirección de Vivienda del Ministerio de
dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico Desarrollo Económico
Costa Rica Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos Ministerio de Vivienda y Asentamientos
Humanos
Cuba Ministerio de Construcción Instituto Nacional de la Vivienda del Ministerio
Instituto Nacional de la Vivienda de Construcción
Instituto de Planificación Física del Ministerio de
Economía y Planificación
EL ESPACIO REGIONAL
Ecuador Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
(MIDUVI)
El Salvador Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano Ministerio de Obras Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano
Públicas, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano Ministerio de Obras Públicas, Transporte,
Vivienda y Desarrollo Urbano
Guatemala Ministerio de Desarrollo Urbano y Rural Ministerio de Infraestructura, Comunicación y
Viceministerio de Vivienda Vivienda
Jamaica Ministerio de Desarrollo y Vivienda Ministerio de Desarrollo y Vivienda
CEPAL
Instituciones responsables
País 1994 a 1999 b
México Subsecretaría de Vivienda y Bienes Inmuebles bajo la supervisión de la Subsecretaría de Vivienda y Bienes Inmuebles
Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) bajo la supervisión de la Secretaría de Desarrollo
Social (SEDESOL)
Nicaragua Ministerio de Construcción y Transportes (1988) Instituto de Vivienda Urbana y Rural
Panamá Ministerio de Vivienda (MIVI) (1973) Ministerio de Vivienda
Paraguay Consejo Nacional de la Vivienda (CONAVI) (1991) CONAVI
Perú Viceministerio de Vivienda y Construcción Ministerio de Transportes, Dirección General de Vivienda y Construcción
Comunicación, Vivienda y Construcción bajo el Ministerio de Transportes, Comunicación,
Vivienda y Construcción
Uruguay Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial
(MVOTMA) (1990) y Medio Ambiente
Venezuela Consejo Nacional de la Vivienda adscrito al Ministerio de Desarrollo Consejo Nacional de la Vivienda
Urbano
a
Unión Interamericana para la Vivienda (UNIAPRAVI), América Latina: organización institucional y reformas en el sector vivienda, Lima, 1994.
b
Información de la página Web, Governments on the WWW (http://www.gkcoft.com/govt/en/america.html).
111
112 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 17
EL PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN EN MÉXICO
70
El Programa de Gestión Urbana (PGU) y la agencia Hábitat en América Latina y el Caribe
han llevado adelante acciones sostenidas para la documentación oportuna y creativa de
las experiencias exitosas y su difusión en la región.
114 EL ESPACIO REGIONAL
Recuadro 18
ALGUNAS INICIATIVAS DE COOPERACIÓN REGIONAL
Recuadro 18 (concl.)
Bibliografía
Anexo Estadístico
CEPAL
Cuadro A-1
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: TASA DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
URBANA SEGÚN PAÍS Y TRANSICIÓN URBANA, 1970-2020
Países según 1970-1975 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-2000 2000- 2005-2010 2010-2015 2015-2020
transición urbana 1980 1985 1990 1995 2005
Transición urbana 1970-1975 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-2000 2000- 2005-2010 2010-2015 2015-2020
avanzada a 1980 1985 1990 1995 2005
Argentina 2.2 2.1 2.0 1.9 1.7 1.5 1.4 1.3 1.1 0.9
Bahamas 2.6 2.6 3.2 2.8 2.6 2.3 1.9 1.5 1.3 1.1
Chile 2.5 2.3 2.1 2.1 2.0 1.7 1.5 1.3 1.2 1.1
Uruguay 0.4 1.3 1.4 0.9 1.0 0.9 0.8 0.7 0.7 0.6
Venezuela 4.4 4.3 3.2 3.1 2.7 2.4 2.1 1.9 1.7 1.4
En plena transición 1970-1975 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-2000 2000- 2005-2010 2010-2015 2015-2020
urbana b 1980 1985 1990 1995 2005
Brasil 4.4 4.2 3.2 2.8 2.3 1.9 1.7 1.5 1.3 1.1
Colombia 3.7 3.1 2.9 2.7 2.7 2.5 2.2 2.0 1.8 1.6
Cuba 3.0 2.0 1.9 1.8 1.4 1.0 0.8 0.6 0.5 0.4
México 4.2 3.7 3.1 2.8 2.4 2.2 1.9 1.6 1.4 1.2
Perú 4.1 3.4 3.0 2.7 2.5 2.0 1.9 1.7 1.5 1.4
Trinidad y Tabago 0.8 1.4 2.7 1.5 1.5 1.1 1.1 1.1 1.0 0.9
137
138
Países según 1970-1975 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-2000 2000- 2005-2010 2010-2015 2015-2020
transición urbana 1980 1985 1990 1995 2005
Transición urbana 1970-1975 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-2000 2000- 2005-2010 2010-2015 2015-2020
moderada c 1980 1985 1990 1995 2005
Barbados 1.3 1.0 1.4 1.4 1.7 1.5 1.6 1.5 1.4 1.3
Bolivia 4.7 4.6 4.1 4.1 4.1 3.7 3.2 2.8 2.4 2.1
Costa Rica 3.8 3.8 3.7 3.7 3.9 3.2 2.8 2.4 2.2 2.0
Ecuador 4.0 5.2 4.4 3.9 3.5 3.1 2.7 2.3 2.0 1.7
El Salvador 3.9 3.4 2.0 2.5 3.2 3.0 2.7 2.4 2.1 2.0
Jamaica 2.7 2.3 2.5 1.5 1.7 1.7 1.7 1.7 1.7 1.7
Nicaragua 4.1 3.7 3.6 2.8 3.4 3.2 3.2 2.8 2.6 2.3
Panamá 3.1 2.9 2.9 2.8 2.6 2.3 2.1 1.8 1.6 1.5
Paraguay 3.5 4.5 4.5 4.7 4.2 4.0 3.7 3.4 3.0 2.7
República Dominicana 5.0 4.6 3.2 2.7 3.1 2.7 2.3 2.0 1.7 1.4
Transición urbana 1970-1975 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-2000 2000- 2005-2010 2010-2015 2015-2020
rezagada d 1980 1985 1990 1995 2005
Guatemala 3.0 2.8 2.7 2.7 2.9 3.0 2.9 2.7 2.6 2.3
Haití 4.1 4.1 4.4 4.7 4.2 4.0 3.7 3.3 3.0 2.6
Honduras 5.1 5.1 4.7 4.6 4.6 4.4 4.0 3.6 3.2 2.8
EL ESPACIO REGIONAL
Fuente: CEPAL, División de Población – Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), proyecciones de población vigentes.
Para el Caribe, Naciones Unidas, Crecimiento, estructura y distribución de la población. Informe conciso (ST/ESA/SER.A/181), Nueva York,
2000. Publicación de las Naciones Unidas, N° de venta: S.99.XIII.15.
a
80% o más de población urbana en 2000.
b
Más de 70% y menos de 80% de población urbana en 2000.
c
De 50% a 70% de población urbana en 2000.
d
Menos de 50% de población urbana en 2000.
CEPAL
Cuadro A-2
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: TASA DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
RURAL SEGÚN PAÍS Y TRANSICIÓN URBANA, 1970-2020
Países según transición urbana 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995- 2000- 2005- 2010- 2015-
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020
Transición urbana 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995- 2000- 2005- 2010- 2015-
a
avanzada 1975 1980 1985 1990 1995 2000 `2005 2010 2015 2020
Argentina -0.6 -1.0 -0.9 -1.4 -1.0 -0.9 -0.8 -0.7 -0.6 -0.5
Bahamas 0.8 0.8 -2.0 -2.2 -2.0 -1.6 -1.2 -0.6 0.0 0.0
Chile -0.7 -1.2 -0.6 -0.2 -0.3 -0.4 -0.6 -0.6 -0.6 -0.6
Uruguay -0.9 -3.5 -4.5 -2.0 -1.9 -1.5 -0.9 -0.9 0.0 0.0
Venezuela 0.7 0.3 -0.2 -0.1 -0.3 -0.4 -0.4 -0.4 -0.4 -0.4
b
En plena transición urbana 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995- 2000- 2005- 2010- 2015-
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020
Brasil -0.4 -0.9 -0.3 -0.9 -0.9 -0.8 -0.7 -0.5 -0.3 -0.1
Colombia 0.3 0.9 0.6 0.5 0.1 0.1 -0.1 -0.1 -0.2 -0.2
Cuba -0.3 -1.5 -1.6 -1.4 -1.7 -1.8 -1.7 -1.6 -1.4 -1.2
México 1.4 0.9 0.3 0.1 0.4 0.0 -0.1 -0.2 -0.2 -0.2
Perú 0.9 1.4 1.2 0.6 0.1 1.0 0.8 0.6 0.6 0.4
Trinidad y Tabago 0.8 1.3 0.0 -1.2 -1.0 -1.2 -1.1 -0.9 -0.7 -0.8
c
Transición urbana moderada 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995- 2000- 2005- 2010- 2015-
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020
Barbados 0.1 -0.3 -0.5 -0.4 -0.4 -0.6 -0.8 -0.8 -0.8 -1.0
Bolivia 1.0 0.7 -0.1 0.0 0.1 0.1 0.1 0.1 0.3 0.4
Costa Rica 1.7 2.4 2.3 2.2 2.4 1.7 1.2 0.9 0.7 0.5
Ecuador 2.2 0.9 1.0 0.7 0.4 0.2 0.0 -0.1 -0.1 -0.1
El Salvador 1.9 1.2 -0.3 0.3 0.9 0.9 0.6 0.4 0.2 0.2
139
Jamaica 0.6 0.2 0.6 -0.3 -0.1 -0.2 -0.3 -0.4 -0.4 -0.4
140
Países según transición urbana 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995- 2000- 2005- 2010- 2015-
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020
Nicaragua 2.5 2.6 2.5 1.9 2.3 2.1 2.0 1.7 1.5 1.3
Panamá 2.3 2.0 1.3 1.2 1.0 0.8 0.5 0.4 0.2 0.1
Paraguay 1.9 2.3 1.8 1.7 1.2 1.0 0.8 0.7 0.5 0.4
República Dominicana 0.9 0.4 1.3 1.6 0.4 0.2 0.0 -0.1 -0.1 -0.1
d
Transición urbana rezagada 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995- 2000- 2005- 2010- 2015-
1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020
Guatemala 2.6 2.3 2.4 2.3 2.4 2.4 2.4 2.2 2.1 1.8
Haití 1.1 1.4 1.6 1.5 0.8 0.6 0.6 0.5 0.4 0.3
Honduras 2.1 2.5 2.3 2.0 1.7 1.3 0.9 0.6 0.3 0.0
Fuente: CEPAL, División de Población – Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), proyecciones de población vigentes.
Para el Caribe, Naciones Unidas, Crecimiento, estructura y distribución de la población (ST/ESA/SER.A/181), Nueva York, 2000.
a
80% o más de población urbana en 2000.
b
Más de 70% y menos de 80% de población urbana en 2000.
c
De 50% a 70% de población urbana en 2000.
d
Menos de 50% de población urbana en 2000.
EL ESPACIO REGIONAL
CEPAL 141
Cuadro A-3
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: HOGARES ENCABEZADOS
POR MUJERES, ZONAS URBANAS
Hogares Hogares
encabezados encabezados
País Año por mujeres Año por mujeres
(porcentajes) (porcentajes)
Argentina 1980 18 1997 26
Bolivia 1989 17 1997 21
Brasil 1979 19 1996 24
Chile 1987 23 1996 23
Colombia 1980 20 1997 27
Costa Rica 1981 22 1997 27
Ecuador 1990 17 1997 19
El Salvador 1995 31 1997 30
Guatemala 1987 20 1989 22
Honduras 1988 28 1997 29
México 1984 17 1996 18
Nicaragua 1997 37
Panamá 1979 25 1997 28
Paraguay (Asunción) 1986 19 1996 27
República Dominicana 1997 31
Uruguay 1981 22 1997 29
a
Venezuela 1981 22 1997 26
Fuente: CEPAL, Panorama social de América Latina, 1998 (LC/G.2050-P), Santiago de Chile,
1999. Publicación de las Naciones Unidas, N° de venta: S.99.II.G.4.
a
Total nacional.
142 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro A-4
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: POBLACIÓN JUVENIL
Y MIGRACIÓN
Variación que experimentó el -6 546 709 +18 552 845 +12 006 136
grupo etario 0-14 años entre 2000
y 1985
Variación que experimentó el -21 417 508 +15 568 471 -5 849 037
grupo 15-29 años (2000) con
respecto al grupo 0-14 años
(1985)
Variación que experimentará el -6 868 713 +9 213 420 +2 344 707
grupo etario 0-14 años entre 2015 y
2000
Variación que experimentará el -17 126 953 +12 574 183 -4 552 770
grupo 15-29 años (2015) con
respecto al grupo 0-14 años
(2000)
Ciudades de 1 millón o más de habitantes 49 ciudades que tenían 1 millón o más en el año 2000
1950 1960 1970 1980 1990 2000 1950 1960 1970 1980 1990 2000
Número de ciudades 7 12 18 25 38 49 49 49 49 49 49 49
Población (en millones 16.8 32.9 56.5 87.4 122.8 164.9 28.4 47.1 73.0 104.2 130.7 165.0
de personas)
Porcentaje de la población 10.1 15.1 19.8 24.2 27.9 31.8 17.0 21.6 25.6 28.8 29.7 31.4
total
Porcentaje de la población 24.4 30.6 34.6 37.3 39.3 42.2 41.1 43.8 4.7 44.4 41.8 42.2
urbana
143
144 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro A-6
MÉXICO: MIGRANTES INTERESTATALES, SEGÚN TAMAÑO
DE LA LOCALIDAD, 1987-1992
(En miles)
Cuadro A-7
PAÍSES SELECCIONADOS DEL CARIBE: POBLACIÓN BAJO LA LÍNEA
DE POBREZA DEL BANCO MUNDIAL
(En porcentajes)
Cuadro A-8
MAGNITUD DE LA INFORMALIDAD, POR CIUDADES
(En porcentajes)
Cuadro A-9
AMÉRICA LATINA: HOGARES NO PROVISTOS DE AGUA
POTABLE SEGÚN ÁREAS
(En porcentajes)
147
–: Cantidad nula o despreciable.
148 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro A-11
AMÉRICA LATINA: HOGARES NO PROVISTOS DE ALCANTARILLADO
SEGÚN ÁREAS
(En porcentajes)
País Año Total Urbano Rural
a
Argentina 1998 ... 42.0 ...
b
Bolivia 1989 ... 55.5 ...
1997 70.1 54.3 94.8
Brasil 1990 56.7 47.5 86.9
1996 57.2 51.5 81.8
1997 57.3 51.0 84.9
Chile 1990 28.0 16.1 80.9
1996 22.9 12.7 79.1
1998 19.9 10.9 75.3
Colombia 1990 23.3 10.5 42.4
1997 20.1 7.4 41.3
El Salvador 1997 66.1 44.7 97.1
1998 62.3 41.4 96.5
Honduras 1990 72.5 49.5 90.4
1997 51.1 40.9 60.4
1998 52.5 39.5 64.2
c
México 1989 37.0 20.3 67.4
1998 33.9 18.4 59.2
d
Paraguay 1990 ... 61.7 ...
1996 ... 77.0 ...
Uruguay 1990 ... 42.6 ...
1997 ... 38.3 ...
1998 ... 38.1 ...
Venezuela 1994 22.9 19.1 40.6
1997 23.9 ... ...
1998 26.2 ... ...
Fuente: CEPAL, sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los
respectivos países.
a
Corresponde al Gran Buenos Aires.
b
En 1989 corresponde a ocho ciudades principales urbanas.
c
Fue utilizada como fuente la encuesta de ingresos y gastos.
d
Corresponde al área metropolitana de Asunción.
CEPAL
Cuadro A-12
AMÉRICA LATINA: HOGARES POR SISTEMAS DE ELIMINACIÓN DE EXCRETAS SEGÚN ÁREAS
(En porcentajes)
País Año b Alcantarillado Pozo séptico Pozo ciego/letrina Otros sistemas a No tiene/no existe
público
Total Urba- Rural Total Urba- Rural Total Urba- Rural Total Urba- Rural Total Urba- Rural
no no no no no
Argentina c 1998 - 58.0 - - 23.6 - - 14.2 - - - - 4.3 -
Bolivia 1997 28.6 45.7 1.9 9.8 13.9 3.3 29.8 18.0 25.1 - - - 40.8 22.4 69.6
Brasil 1997 40.6 49.3 3.5 21.7 24.0 11.4 22.7 18.7 39.7 4.8 4.0 8.1 10.2 4.0 37.3
Chile 1998 77.3 89.1 5.0 5.2 2.9 19.6 1.7 0.9 6.6 11.8 3.2 64.7 4.0 3.9 4.0
Colombia 1997 79.5 92.6 33.6 11.6 3.5 25.1 7.9 2.3 17.2 0.4 0.2 0.6 9.7 1.4 23.5
El Salvador 1998 36.8 58.6 1.1 3.3 3.8 2.4 41.6 25.9 67.1 - - - 18.4 11.6 29.3
Honduras 1998 32.8 60.5 7.9 20.1 11.4 27.9 31.4 23.6 38.4 - - - 15.7 4.4 25.8
México 1998 60.5 82.8 24.3 11.5 8.0 17.1 14.9 6.5 28.6 1.3 0.7 2.4 11.8 2.0 27.6
d
Paraguay 1997 8.2 14.4 - 45.2 61.8 23.3 44.6 22.1 74.3 0.7 0.4 1.0 1.3 1.3 1.3
149
d
Corresponde al área metropolitana de Asunción.
-: Cantidad nula o despreciable.
150 EL ESPACIO REGIONAL
Cuadro A-13
RELACIÓN ENTRE AUMENTO DE INGRESOS Y AUMENTO
CORRESPONDIENTE A LA PROPIEDAD DE AUTOS,
DISTINTAS COMUNAS DE SANTIAGO DE CHILE, 1991
Elasticidad de la Aumento en
Ingreso Autos por relación de autos autos por
Comuna familia si
familiar familia respecto al
mensual en ingreso familiar ingresos
pesos familiares
suben en 1%
Vitacura 589 700 1.71 10.23 0.0039
Santiago 126 700 0.331 1.06 0.0033
(centro)
La Pintana 39 730 0.051 3.39 0.0017
Fuente: Ian Thomson, El tránsito urbano en la era de la apertura económica, Boletín FAL N° 132,
Santiago de Chile, Unidad de Transporte, Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL), marzo-abril de 1997.
CEPAL 151
Cuadro A-14
MUJERES EN EL GOBIERNO LOCAL: ALCALDESAS,
ÚLTIMO AÑO DISPONIBLE
(Países seleccionados, en orden de magnitud porcentual)
Mapa 1
CIUDADES CON MÁS DE 20 000 HABITANTES EN AMÉRICA DEL SUR
ALREDEDOR DE 1950
Mapa 2
CIUDADES CON MÁS DE 20 000 HABITANTES EN AMÉRICA DEL SUR
ALREDEDOR DE 1990
Anexo
Declaración de Santiago de Chile
sobre asentamientos humanos
y regional, y los debates realizados en esta reunión y en los paneles sobre las
campañas mundiales de Hábitat,
Los países participantes en la Conferencia Regional de América Latina y
el Caribe preparatoria del período extraordinario de sesiones de la Asamblea
General para realizar un examen y una evaluación generales de la aplicación
del Programa de Hábitat acuerdan:
1. Acoger con beneplácito el documento preparado por la CEPAL,
titulado "De la urbanización acelerada a la consolidación de los asentamientos
humanos en América Latina y el Caribe: el espacio regional", en el que se
indica que uno de los aspectos especialmente valiosos del Plan de Acción
Regional que merecen acentuarse en el futuro es el que se refiere a la
configuración del espacio regional como espacio en el que se dan importantes
procesos sociales, económicos y ambientales;
2. Reiterar la validez y vigencia del Plan de Acción Regional, como
instrumento importante para continuar avanzando en la cooperación regional
y en el desarrollo de consensos en torno a temas urbanos;
3. Acoger con beneplácito la iniciativa del Centro de las Naciones
Unidas para los Asentamientos Humanos (CNUAH), en su carácter de punto
focal del sistema de las Naciones Unidas para la aplicación del Programa de
Hábitat, de lanzar la Campaña mundial sobre la seguridad de la tenencia y la
Campaña mundial de buena gestión urbana;
4. Reafirmar el papel de la Comisión de Asentamientos Humanos y del
CNUAH, en estrecha cooperación con el Foro Regional de Ministros y
Autoridades Máximas del Sector de la Vivienda y el Urbanismo de América
Latina y el Caribe (MINURVI), de promover, examinar, supervisar y evaluar
el progreso alcanzado en la consecución de los objetivos de lograr una
vivienda adecuada para todos y un desarrollo sostenible de los asentamientos
humanos en todos los países y de combinar prácticas óptimas, políticas
propicias, legislación y planes de acción para individualizar ciudades
representativas para ambas campañas y seguir avanzando en el debate sobre
los principales problemas relacionados con los asentamientos humanos;
5. Profundizar la cooperación entre el Foro Regional de Ministros y
Autoridades Máximas del Sector de la Vivienda y el Urbanismo (MINURVI) y
otros foros regionales, incluido el de Ministros de Medio Ambiente. Asimismo,
recomendar que se fortalezcan el papel del Centro de las Naciones Unidas
para los Asentamientos Humanos como punto focal para la aplicación del
Programa de Hábitat y sus vínculos de colaboración con la CEPAL, y
recomendar que, con los recursos disponibles, se establezca un comité
interinstitucional en el que también participen otras instituciones
CEPAL 159
71
Estos temas sectoriales corresponden al Capítulo IV, incisos c), e) y d), respectivamente, del Programa
de Hábitat (documento HS/C/PC.1/CRP.1 del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos
Humanos (Hábitat)).