Unidad II
Unidad II
Unidad II
Además, podemos decir que cada persona es diferente, tiene sus costumbres en resumen
cada quien tiene su propia personalidad y se desarrolla de manera diferente…
Las actitudes son una expresión de los sentimientos internos que reflejan, si una persona
está favorable o desfavorablemente predispuesta hacia algún objeto (una marca, un
servicio, un establecimiento de venta al detalle). Como resultado de algunos procesos
psicológicos, no es posible observar en forma directa las actitudes, si no que deben inferirse
tomando como base lo que la gente dice o a partir de su conducta. Por consiguiente, los
investigadores evalúan las actitudes formulando preguntas o mediante deducciones a partir
del comportamiento.
2.3 Desarrollo de habilidades.
HABILIDADES DE UN ADMINISTRADOR
Existen por lo menos tres tipos de habilidades necesarias para que el administrador pueda
ejecutar eficazmente el proceso administrativo, como ser...
A pesar que varía la proporción de las habilidades técnicas y conceptuales que son
necesarias a los diferentes niveles de la organización, común denominador aparentemente
crucial en todos los niveles es la habilidad conceptual. En el presente estudio nos
proponemos desarrollar la habilidad conceptual sin dejar de lado las habilidades humanas y
técnicas. En otros términos, se propone desarrollar la capacidad de pensar, de definir;
aquellas situaciones organizacionales o empresarias complejas, que requieren de
diagnóstico y/o proponer soluciones, a través de las diferentes disciplinas especializadas en
la administración.
El término 'estilo de aprendizaje' se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo
cada uno de nosotros utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Aunque las
estrategias concretas que utilizamos varían según lo que queramos aprender, cada uno de
nosotros tiende a desarrollar unas preferencias globales. Esas preferencias o tendencias a
utilizar más unas determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo
de aprendizaje.
Esas diferencias en el aprendizaje son el resultado de muchos factores, como por ejemplo la
motivación, el bagaje cultural previo y la edad. Pero esos factores no explican porque con
frecuencia nos encontramos con alumnos con la misma motivación y de la misma edad y
bagaje cultural que, sin embargo, aprenden de distinta manera, de tal forma que, mientras a
uno se le da muy bien redactar, al otro le resultan mucho más fácil los ejercicios de
gramática. Esas diferencias si podrían deberse, sin embargo, a su distinta manera de
aprender.
Tanto desde el punto de vista del alumno como del punto de vista del profesor el concepto
de los estilos de aprendizaje resulta especialmente atrayente porque nos ofrece grandes
posibilidades de actuación para conseguir un aprendizaje más efectivo.
Pero la realidad siempre es mucho más compleja que cualquier teoría. La forma en que
elaboremos la información y la aprendamos variará en función del contexto, es decir, de lo
que estemos tratando de aprender, de tal forma que nuestra manera de aprender puede
variar significativamente de una materia a otra. Por lo tanto, es importante no utilizar los
estilos de aprendizaje como una herramienta para clasificar a los alumnos en categorías
cerradas. Nuestra manera de aprender evoluciona y cambia constantemente, como
nosotros mismos.
2.6 Procesos perceptivos y toma de decisiones.
Todas las personas que trabajan en las organizaciones deben elegir entre dos o más
alternativa, es decir deben tomar decisiones.
Existen seis pasos que se deben seguir en un modelo racional de toma de decisiones:
• Precisar el problema
Si bien, como puede esperarse, los procesos psicológicos atraviesan cualquier barrera y
desafían cualquier categoría analítica.
Individual: hay personas que parecen andar con lentes color de rosa y otras que ven todo
sombrío. Las emociones se manifiestan en dimensiones (por ejemplo, afectividad positiva y
negativa) que pueden medirse para clasificar a las personas. Una teoría popular para
explicar las diferencias individuales es la inteligencia emocional. Salovey y Mayer (1990)
encontraron relaciones positivas entre inteligencia emocional y diversos resultados
laborales: efectividad de liderazgo, desempeño y satisfacción laborales, desempeño de
equipo, solución de conflictos. Mayer y Salovey (1997) identificaron cuatro factores de
inteligencia emocional: 1) habilidad para percibir emociones en uno mismo y en los otros, 2)
habilidad para integrar emociones con procesos cognoscitivos, 3) habilidad para entender
emociones y sus consecuencias, y 4) habilidad para manejar y regular emociones en uno
mismo y en otros. Cote y Hideg (2011) añaden un quinto factor: habilidad para influir en
otros mediante la expresión de emociones.
Interpersonal: en la interacción cada persona trata de regular su expresión emocional en
respuesta a la otra (por ejemplo, el vendedor que amplifica su expresión de felicidad o el
abogado que la reduce). La emoción expresada por un empleado para cumplir una exigencia
organizacional ha sido denominada «trabajo emocional» (Hochschild, 1983); y la diferencia
entre la emoción sentida y la expresada, disonancia emocional. Para lidiar con la disonancia,
el empleado puede actuar de manera superficial (esconder sus sentimientos para ajustarse
a las reglas) o profunda (intentar modificar sus sentimientos para que sean congruentes con
las reglas). A la actuación superficial se atribuyen efectos psicológicos dañinos: agotamiento,
presión psicológica y afecciones psicosomáticas.
Grupal: el proceso mediante el cual una persona influye en las emociones de otras al
expresar sus emociones (consciente o inconscientemente) se conoce como contagio
emocional (Schoenewolf, 1990). Se han estudiado conexiones interpersonales (formas de
imitar expresiones faciales, vocales o posturales), habilidades para influir en otros y grados
de susceptibilidad. En este ámbito se ubican las interacciones entre líderes y seguidores, y
sus efectos: comunicación de estados emocionales, impacto de relaciones líder-seguidor en
intercambios afectivos equipo-integrante, impacto de estados emocionales de seguidores
en estados emocionales y efectividad de líderes.
Asma, S. T. y Gabriel, R. (2019): The emotional mind: the affective roots of culture and
cognition. Cambridge: Harvard University Press.
Cote, S., y Hideg, I. (2011): «The ability to influence others via emotional displays: a new
dimension of emotional intelligence». Organizational Psychology Review. Vol. 1. No. 1: 53-
71.
http://ingenieriaadministracione1.blogspot.com/2013/09/procesos-perceptivos-toma-de-
decisiones.html
http://www.eumed.net/libros-gratis/2007a/231/27.htm