10 Pasos para Preparar Clases Excelentes

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10 pasos para preparar


CLASES
EXCELENTES
Consejos elaborados para
maestros del Siglo XXI

Escrito por Raúl Febles


¿Por qué enseñar diferente?
En pleno siglo XXI, enseñar se ha convertido en una tarea muy
compleja por varias razones: se evidencia un resurgir de nuevas
demandas y necesidades sociales mucho más centrada en la
innovación, la colaboración entre los estudiantes, la creatividad y el
pensamiento crítico. El auge de las nuevas tecnologías y la presencia
de las redes sociales en la vida de las personas ha cambiado
radicalmente las formas de aprender en los estudiantes.

Para adecuarnos a las necesidades de nuestro tiempo, la escuela


precisa sumarse al esfuerzo planteado en los cuatro pilares de la
educación: aprender a conocer, a hacer, a convivir y aprender a ser,
contextualizando los aprendizajes con los intereses y demandas
sociales.
A aprtir de esta reflexión los maestros debemos considerar otras
metodologías de la enseñanza, temáticas diferentes y una
transformación del contexto educacional hacia espacios y propuestas
más auténticas.

Entender el aprendizaje
como experiencia
Uno de los elementos más importantes en el diseño del proceso de
enseñanza es la consideración del contexto. Esto significa para los
maestros asumir una postura más activa en la observación de la
vida cotidiana, y de la comprensión de qué competencias se necesita
formar en nuestros estudiantes para desenvolverse eficazmente en
dicha situación.
Del análisis del contexto se deduce el problema o conflicto
cognitivo que debe resolver el estudiante, garantizando la
significatividad del aprendizaje.
Imagina que en la clase de hoy Jimmy no pudo participar de la clase.
¿Qué es lo más importante que dejó de aprender? Cuando tu
estudiante le pregunte a uno de sus compañeros sobre la clase, cuál
crees que sería la respuesta...
Todos los maestros y maestras concebimos la clase como un
espacio de aprendizaje, o sea un espacio donde el nuevo conocimiento
fluye hacia el estudiante. Sin embargo, concebir la clase como una
experiencia cambia la manera de enseñar. Esto ocurre porque el
proceso de aprendizaje se estructura como una vivencia, donde el
estudiante interactúa con sus compañeros y concepciones propias
para construir sus aprendizajes.

Identificar los
resultados esperados
En base al contexto de aprendizaje y al diseño de la experiencia de
aprendizaje se identifican cuáles son los resultados esperados en
cada clase. Estos resultados tienen una relación muy estrecha con
las competencias y evidencias que los estudiantes deben desarrollar,
así como al problema que deben resolver.
En el Currículo Nacional de la Educación Básica (2016) se encuentra la
competencia y los desempeños que deben considerarse como los
“aprendizajes esperados”.
Normalmente hay más contenido en cada una de las áreas del que
razonablemente puede ser desarrollado dentro del tiempo disponible.
Es por ello que este paso invita a los profesores a tener prioridades
sobre los posibles temas, tomando decisiones que prioricen la calidad
del aprendizaje sobre la cantidad de los contenidos.

Preguntas clave:
¿Qué deberían saber, entender y ser
capaces de hacer mis estudiantes en esta
clase?
¿Qué competencias se desea formar?
¿Qué preguntas esenciales explorarán
mis estudiantes en profundidad en esta
clase?
Proponer una evidencia
suficiente
Es muy importante que el proceso de desarrollo de las competencias,
las capacidades y los desempeños que se movilizarán para resolver el
problema propuesto, sea verificable a través de un producto o
evidencia del aprendizaje.
De esta manera, la clase se convierte en un espacio dónde el
estudiante realmente "hace algo" en vez de estar escuchando al
maestro, observando un video, o leyendo un texto.

Preguntas clave:
¿Cómo sabremos si los estudiantes han
logrado los resultados deseados?
¿Qué aceptaremos como evidencia de la
comprensión del estudiante y su capacidad
para usar (transferir) su aprendizaje en
situaciones nuevas?
¿Cómo evaluaremos el logro de sus
competencias de manera justa y coherente?

reconocer la secuencia
didáctica
Desde que Ausubel identificó al aprendizaje significativo como una
relación no arbitraria y sustantiva, es importante reconocer cuál es
la secuencia didáctica más adecuada para la formación de los
aprendizajes esperados (competencias)
En ese sentido, los maestros proponemos una secuencia didáctica
para la organización de la situación de aprendizaje como experiencia
de aprendizaje. Estos pasos sistemáticos y coherentes tienen
carácter itinerario, y se relacionan entre sí a partir del diseño
instruccional de nuestra experiencia.
Proponer las actividades
más adecuadas
Tras el reconocimiento de la secuencia didáctica, es tarea del docente
proponer la secuencia de actividades y tareas que permitan
desarrollar la secuencia didáctica y la comprobación del conjunto de
desempeños que debe movilizar nuestros estudiantes al interactuar
dentro de la clase.
Para ello debemos combinar momentos de instrucción, colaboración y
producción individual.

Preguntas clave:
¿Qué actividades, secuencia y recursos son los
más adecuados para lograr nuestras metas?
¿Cómo lograremos que procesen el nuevo
conocimiento y transfieran de forma autónoma
su aprendizaje?
¿Qué estrategias diferenciadas
desarrollaremos para complementar el
aprendizaje de acuerdo a las características de
nuestros estudiantes?

Sumar recursos y
herramientas digitales
Cada proceso de aprendizaje, de acuerdo a las actividades
propuestas necesita de recursos didácticos y materiales. Ya sea un
video, un documento de ampliación, o simplemente una práctica
calificada, es necesario tenerla lista antes de empezar la aventura de
enseñar.
Escoger la herramienta digital adecuada es casi tan importante como
el contenido del recurso seleccionado. Los docentes debemos tener en
cuenta que la inmensidad de herramientas digitales no debe
apartarnos de nuestro propósito de aprendizaje.

Para lograrlo, es recomendable estar en contacto con un coach


curricular, o dialogar con nuestros colegas. Los círculos de
interaprendizaje son un espacio de creación muy interesante que
podemos implementar en nuestra institución educativa, para
transformar la educación.

Evaluar, evaluar y
evaluar
El proceso pedagógico más importante dentro del aprendizaje de las
competencias, es la evaluación. Sea centrada en el alumno, o en las
actividades grupales, o desarrollada a través de la autoevaluación, la
evaluación entre pares, o la heteroevaluación es importante
considerar qué instrumento se utilizará, y cuál es la técnica que
servirá para el recojo e interpretación de la información.

Preguntas clave:
¿Qué conocimientos y habilidades
habilitantes los estudiantes necesitarán
movilizar efectivamente para alcanzar los
resultados deseados?
¿Cómo apoyaremos a los alumnos a
mientras van desarrollando diferentes
ideas y procesos dentro de la clase?

Como parte de este paso, es importante establecer los mecanismos


para devolver a los estudiantes una descripción de sus logros y
dificultades, así como un conjunto de sugerencias que pueden
llevarlos hacia una mejora de sus competencias. Este proceso se
conoce como la retroalimentación y debe ser planificado con el mismo
rigor que nuestra secuencia de actividades de aprendizaje.
Competencias
transversales
Este es el momento para verificar si las actividades que has
propuesto son coherentes con el Modelo SAMR (Puentedura, 1996). El
propósito de este análisis es utilizar herramientas digitales que
modifiquen o redefinan el proceso de enseñanza, creando un nivel
diferente (y superior) de competencias digitales en los estudiantes.

También es necesario reflexionar cómo se potenciará en la clase la


gestión autónoma en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto
significa superar el enfoque metacognitivo que identifica al estudiante
como un sujeto pasivo, que sólo es capaz de identificar qué aprendió,
cómo y en qué otras situaciones puede ser utilizado este
aprendizaje.
Preguntas clave:
¿Qué necesitan aprender mis estudiantes para
resolver el problema que les he propuesto?
¿Qué estrategias y procedimiento deben
movilizar?
¿Qué cambios debo considerar en mi clase, si
mis estudiantes necesitan un reajuste en su
proceso de aprendizaje?
¿Qué dificultades pueden enfrentar mis
estudiantes? ¿Cómo los oriento para que
puedan aprender de sus experiencias y
continuos intentos?
Autoeficacia y la teoría
del flujo
Considerar la teoría del flujo dentro del diseño de las sesiones de
aprendizaje nos invita a coniderar un equilibrio entre la complejidad de
las tareas asignadas y el nivel de desarrollo de las competencias en
los estudiantes.
Para lograrlo, las tareas no deben partir desde un nivel de dificultad
bajo (considerando las propuestas de la Ley de la Autoeficacia), sino
ser progresivamente más complejas, desde el nivel actual de desarrollo
en que se encuentra nuestro estudiante, hasta el nivel esperado en su
estándar de aprendizaje.

Sistematizar y
compartir
Tras la revisión de nuestro itinerario pedagógico, debemos revisar
toda la experiencia de aprendizaje promoviendo así su cohesión y
coherencia.
Después de aplicarlo con tus estudiantes, es importante sistematizar
la experiencia, para aprender de nuestra práctica, y haciendo también
crecer el cuerpo teórico de la ciencia pedagógica.

¡Y compartir! Otra manera de cambiar la educación es compartiendo


nuestras experiencias con otros colegas.

Gestionamos comunidades de aprendizaje


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