Asma
Asma
Asma
El asma es una enfermedad caracterizada por la inflamación difusa de las vías aéreas causada
por una variedad de estímulos desencadenantes que da lugar a una bronca constricción parcial
o completamente reversible. Los signos y síntomas son disnea, opresión torácica, tos y
sibilancias. El diagnóstico se basa en los antecedentes, el examen físico y las pruebas de función
pulmonar. El tratamiento implica el control de los factores desencadenantes y la
farmacoterapia, sobre todo con agonistas beta-2-adrenérgicos y corticosteroides, ambos
inhalatorios. El pronóstico es bueno con tratamiento.
Etiología:
Debido a su etiología multifactorial, a las alteraciones funcionales respiratorias y a sus diversas
expresiones clínicas, de acuerdo a la edad de presentación, no hay una definición que describa
completamente a esta entidad. Por lo tanto, definir asma es complejo, ya que es una
enfermedad multifactorial (etiología, características morfológicas, cambios funcionales y
manifestaciones clínicas), en la cual existe una interacción entre el sistema inmunológico y el
sistema nervioso autónomo. Sin embargo, la definición más completa es la que toma en cuenta
tanto el punto de vista funcional como el celular, es por eso que la definición que mejor se
adapta es la propuesta por la Iniciativa Global para el Asma (GINA 2006), que propone al asma
como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas, en la cual muchas células y
productos celulares juegan un papel importante. La inflamación crónica produce un incremento
en la reactividad de la vía aérea y episodios recurrentes de sibilancias, dificultad respiratoria,
tiraje intercostal, tos y opresión torácica, especialmente en la noche y en la mañana.
Otros factores que contribuyen a la hiperreactividad de las vías aéreas incluyen la pérdida de
inhibidores de la broncoconstricción (factor relajante proveniente del epitelio, prostaglandina
E2) y de otras sustancias denominadas endopeptidasas, que metabolizan los
broncoconstrictores endógenos. La formación de tapones mucosos y la eosinofilia en sangre
periférica son otros hallazgos clásicos y pueden ser epifenómenos de la inflamación de las vías
aéreas. Sin embargo, no todos los pacientes con asma tienen eosinofilia.
En general, los pacientes con asma leve están asintomáticos entre las exacerbaciones. Aquellos
con enfermedad más grave y los que presentan exacerbaciones experimentan disnea, opresión
torácica, sibilancias audibles y tos. La tos puede ser el único síntoma en algunos pacientes
(variante tusígena del asma). Los síntomas pueden seguir un ritmo circadiano y empeorar
durante el sueño, a menudo alrededor de las 4 am. Muchos pacientes con enfermedad más
grave se despiertan durante la noche (asma nocturna).
Los signos comprenden sibilancias, pulso paradójico (es decir, una disminución de la presión
arterial sistólica > 10 mmHg durante la inspiración), taquipnea, taquicardia y esfuerzo visible
para respirar (uso de los músculos del cuello y supraesternales [accesorios], postura erecta,
labios fruncidos, habla limitada por disnea). Cuando es grave, la fase espiratoria de la respiración
se prolonga, con una relación inspiratoria: espiratoria de al menos 1: 3. Las sibilancias pueden
estar presentes en ambas fases o sólo en la espiración, si bien los pacientes con bronco
constricción intensa pueden no tener sibilancias audibles por la marcada limitación del flujo
aéreo.
En general, los pacientes con una exacerbación grave e insuficiencia respiratoria inminente
tienen alguna combinación de alteración de la conciencia, cianosis, pulso paradójico > 15 mmHg,
saturación de oxígeno < 90% yPaCO2 > 45 mmHg. La radiografía de tórax revela hiperinsuflación
frecuente y rara vez neumotórax o neumomediastino.
Los signos y síntomas desaparecen entre las exacerbaciones, aunque puede haber sibilancias
audibles suaves durante la espiración en reposo o después del ejercicio, en algunos pacientes
asintomáticos. La hiperinsuflación de los pulmones puede alterar la pared torácica en aquellos
con asma no controlada de larga evolución, que produce el tórax en forma de tonel.
Todos los signos y síntomas son inespecíficos, reversibles con el tratamiento oportuno y,
típicamente, se producen por la exposición a 1 o más desencadenantes.
TRATAMIENTO
Algunas personas utilizan medicamentos diarios para controlar y prevenir los síntomas. Pero
también puede tener medicamentos para usar durante una crisis, como un inhalador de rescate.
Su médico podrá ajustar su tratamiento hasta que los síntomas del asma estén controlados.
Los medicamentos para alivio rápido ayudan a prevenir o aliviar los síntomas durante una crisis
asmática. Posiblemente sean los únicos medicamentos que se necesiten para el asma leve o
para el asma que se produce solo con la actividad física.
El médico le recetará un inhalador para alivio rápido para que lo tenga a mano en todo
momento.
Los agonistas beta 2 de corta acción (SABA) inhalados abren las vías respiratorias para que el
aire pueda fluir por ellas durante una crisis asmática. Los efectos secundarios incluyen temblores
y latidos cardíacos rápidos.
Los corticosteroides orales reducen la tumefacción de las vías respiratorias causada por los
síntomas de asma grave.
Los anticolinérgicos de corta acción ayudan a abrir las vías respiratorias rápidamente. Este
medicamento puede ser menos eficaz que los SABA, pero es una opción en personas que quizás
tengan efectos secundarios por los SABA.
Medicamentos para control a largo plazo
Su médico podrá recetarle medicamentos para que utilice diariamente para ayudar a prevenir
las crisis asmáticas y controlar los síntomas:
Pueden recetarse medicamentos biológicos para el asma grave. Estos incluyen medicamentos
como el benralizumab que se inyecta en una vena o debajo de la piel.
Se pueden agregar broncodilatadores de larga acción inhalados, como los agonistas beta 2 de
larga acción (LABA) o los antagonistas muscarínicos de larga acción (LAMA) al inhalador para
prevenir el estrechamiento de las vías respiratorias.
Termoplastia bronquial
La Termoplastia bronquial puede ayudar si tiene asma grave y otros tratamientos no son
eficaces. En este procedimiento, el médico inserta un tubo denominado broncoscopio por la
boca. El broncoscopio tiene una cámara en el extremo. El médico guiará el broncoscopio por las
vías respiratorias para ver dentro de ellas. Luego, el médico aplicará calor en los músculos de las
vías respiratorias. Esto los torna más delgados y ayuda a impedir que se estrechen.
Recomendaciones para mantener el control del asma en el hogar:
Dado que el asma afecta tanto a niños como adultos, es importante entender cuáles son los
desencadenantes del asma en cada persona, sobre todo en temporada de alergias, ya que el
descenso de la humedad ambiental y el aumento de la temperatura también propician el
incremento de la alergia al polvo doméstico, es decir, a los ácaros.
Para ayudar a que su paciente lleve una vida normal y sin limitaciones, enséñele a identificar y
a evitar los factores desencadenantes del asma, así como a utilizar adecuadamente su
medicación. Recuérdele que los medicamentos de mantenimiento se deben tomar diariamente,
incluso aunque se sienta bien, y que estos fármacos no actúan en los episodios agudos de asma.
El paciente debe tener a mano la medicación de rescate, por la posibilidad de que se produzcan
episodios agudos. También tiene que saber cómo reconocer los signos de una crisis inminente y
qué debe hacer si aparece uno de ellos. Por ejemplo, si necesita utilizar la meditación de rescate
en más de cuatro ocasiones al día, tiene que avisar a su médico o acudir a un servicio de urgencia
para recibir tratamiento.
Proporcione a su paciente material y recursos, así como información para que se ponga en
contacto con grupos de apoyo relacionados con el asma. También tiene que recomendarle que
beba una gran cantidad de líquidos para fluidificar el moco, de manera que sea más fácil su
eliminación de los pulmones.
Cada paciente debería tener un plan de acción personalizado por escrito respecto a las dosis de
los medicamentos.
Si el paciente es un niño, usted también debe informar a los padres, que tienen que implicarse
en el diseño y la revisión del plan por escrito.
Su paciente debe saber cómo puede medir su flujo máximo en casa y cómo puede reconocer las
tendencias que indican la aparición inminente del problema. Por ejemplo, si su flujo respiratorio
máximo tiene una variación del 20% o superior entre la mañana (antes de que tome un
broncodilatador de acción rápida mediante inhalación) la primera hora de la tarde (después de
que ha tomado la medicación mediante inhalación), puede necesitar un cambio de la medicación
según el plan de acción.
Puesto que el auto tratamiento del asma es complejo, cada vez que el paciente acude al médico
se deben revisar todas las instrucciones y también la información contenida en el plan por
escrito.
Con el auto tratamiento adecuado, muchos pacientes con asma disfrutan de una vida
relativamente libre de crisis.
Los nuevos medicamentos ofrecen esperanza respecto al mantenimiento del asma bajo control
en todo momento.
Usted, como profesional de enfermería que está al día respecto al tratamiento del asma, puede
proporcionar los mejores cuidados a los pacientes y a sus familias.