CON240 - Clase14 - Cambios de Pendiente
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Cambios de pendiente
Cambios de pendiente
de forma que cualquier cambio en el caudal, geometría, pendiente física y rugosidad del canal
puede resultar en un cambio de pendiente hidráulica.
Propagación de perturbaciones
Para entender lo que sucede en los cambios de pendiente, es decir, cómo se comporta el flujo y qué
sucede con la altura de escurrimiento en ríos y torrentes, es necesario establecer cómo (en qué
dirección) se propagan las perturbaciones (ondas) en flujos con superficie libre.
Consideremos una pequeña onda de altura Δ𝑦 que viaja con una velocidad 𝑐 hacia la izquierda, en un
canal con agua en reposo (𝑉 = 0) de profundidad 𝑦 (como se muestra en la Figura 1).
Ahora, reemplacemos esta situación con un flujo permanente equivalente hacia la derecha, con
velocidad 𝑉1 = −𝑐 , como se muestra en la Figura 2. Debido a que la velocidad es relativa al agua, la
pequeña onda ahora está fija para un observador externo.
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𝑉1 𝑦 = 𝑉2 (𝑦 + Δ𝑦)
Por otro lado, usando ahora la ecuación de momentum y considerando sólo las fuerzas de presión,
tenemos
𝑦2 (𝑦 + Δ𝑦)2 𝛾
𝛾 −𝛾 = 𝑦𝑉1 (𝑉2 − 𝑉1 )
2 2 𝑔
1
𝑦 + 2 Δ𝑦
𝑐 = ඩ𝑔(𝑦 + Δ𝑦) ቌ ቍ ≈ ඥ𝑔(𝑦 + Δ𝑦) ≈ ඥ𝑔𝑦
𝑦
Es importante notar que 𝑐 = ඥ𝑔ℎ corresponde a la velocidad crítica (en flujo crítico), como se
desprende de la condición 𝐹𝑟 2 = 1,
𝑣2
𝐹𝑟 2 = =1
𝑔𝐴/𝑏𝑐
⇒ 𝑣𝑐 = ඥ𝑔ℎ
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Esta velocidad de propagación es relativa al agua, por lo que si el agua está en movimiento la velocidad
absoluta de propagación de la onda será la resultante de ambas velocidades. Es decir,
𝑐𝑎𝑏𝑠 = 𝑐 ± 𝑉
Para ver cómo esto determina el comportamiento de ríos y torrentes, pensemos en lo que ocurre
cuando arrojamos una piedra al agua. Si el agua está estática, la piedra genera una perturbación que
se propaga radialmente en todas direcciones, como se muestra en la Figura 3(a). Cuando el agua está
en movimiento, estos patrones radiales son transportados por el agua, con velocidad 𝑐𝑎𝑏𝑠 = 𝑐 ± 𝑉. Si
el agua se mueve a una velocidad subcrítica (río, 𝑉 < ඥ𝑔𝑦), la velocidad de propagación resultante
será positiva (𝑐𝑎𝑏𝑠 > 0), y por tanto las perturbaciones pueden ser transmitidas hacia aguas arriba
(Figura 3(b)).
Si la velocidad del flujo aumenta a 𝑉 = ඥ𝑔ℎ (crítica), tendremos que 𝑐𝑎𝑏𝑠 = 0, y las perturbaciones
que tratan de propagarse hacia aguas arriba quedan estáticas (Figura 3(c)). Finalmente, para
velocidades supercríticas (torrente, 𝑉 > ඥ𝑔ℎ) el flujo es tan rápido que todas las perturbaciones son
transportadas aguas abajo (Figura 3(d)).
Esto nos dice que los ríos (flujo subcrítico) pueden transmitir información hacia aguas arriba, mientras
que los torrentes sólo transmiten información hacia aguas abajo. Esto influye en cómo conectamos los
distintos perfiles de escurrimiento (M1, S1, etc.), y hacia donde tienden a su altura normal ríos y
torrentes.
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—> Torrentes quedan determinados por lo que ocurre aguas arriba (transmiten información sólo hacia
aguas abajo), y tienden a altura normal aguas abajo.
—> Ríos quedan determinados por lo que ocurre aguas abajo (transmiten información hacia aguas
arriba), y tienden a altura normal aguas arriba.
Perfiles de escurrimiento
Antes de comenzar a analizar que sucede en los cambios de pendiente, recordemos los posibles
perfiles de flujo para cada tipo de pendiente hidráulica. Estos se muestran en las siguientes Figuras 4
y 5.
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Aquí analizaremos los cambios de pendiente más comunes, que involucran casos con pendientes
suaves y fuertes. Considerando estos tipos, podemos tener las siguientes situaciones:
A continuación, veremos qué sucede en cada uno de ellos. En las figuras, esquematizaremos el cambio
de pendiente como un cambio de pendiente física, pero debemos recordar que el cambio se puede
producir también por cambios en la geometría, caudal o rugosidad.
En este caso, tenemos que en ambos tramos ℎ𝑛 > ℎ𝑐 (pendiente suave), y ℎ𝑛2 > ℎ𝑛1 , como se muestra
en la Figura 6. En ausencia de singularidades, el flujo será tipo río en ambos tramos, con 𝐹𝑟 2 < 1
(subcrítico).
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Como hemos visto, los ríos quedan determinados por aguas abajo, y tienden a altura normal hacia
aguas arriba. De esta forma, en ríos debemos comenzar el análisis desde aguas abajo, y ver que
sucede hacia aguas arriba. Aquí, asumiremos que en el segundo tramo se ha alcanzado altura normal.
La altura normal en el tramo 2 se extiende hacia aguas arriba, y dado que no hay nada que haga
cambiar esta altura, la altura normal del tramo 2 se extiende hasta el punto del cambio de pendiente.
De esta forma, debido a cómo funcionan los ríos, es el tramo 1 el que debe ajustarse a lo que suceda
aguas abajo y alcanzar ℎ𝑛2 en el punto de cambio de pendiente. El único perfil posible en pendiente
suave que permite conectar ℎ𝑛1 (que viene de aguas arriba) con ℎ𝑛2 es el perfil M1. Esta situación se
muestra en la Figura 7.
En este caso, tenemos que en ambos tramos ℎ𝑛 > ℎ𝑐 (pendiente suave), y ℎ𝑛1 > ℎ𝑛2 , como se
muestra en la Figura 8. En ausencia de singularidades, el flujo será tipo río en ambos tramos, con
𝐹𝑟 2 < 1 (subcrítico).
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De igual forma que en el caso anterior, el segundo tramo alcanza su altura normal aguas abajo, y ésta
se propaga hacia aguas arriba hasta alcanzar el punto de cambio de pendiente. De esta forma, es el
tramo 1 el que debe ajustarse para alcanzar ℎ𝑛2 en el punto de cambio. El único perfil posible
corresponde al perfil tipo M2. La superficie libre se esquematiza en la Figura 9.
En este caso, tenemos que en ambos tramos ℎ𝑐 > ℎ𝑛 (pendiente fuerte), y ℎ𝑛1 > ℎ𝑛2 , como se
muestra en la Figura 10. En ausencia de singularidades, el flujo será tipo torrente en ambos tramos,
con 𝐹𝑟 2 > 1 (supercrítico).
Figura 10. Alturas crítica y normal en paso de pendiente fuerte a más fuerte
Como vimos, los torrentes quedan determinados por aguas arriba, y tienden a altura normal hacia aguas
abajo. De esta forma, en flujos tipo torrente debemos comenzar el análisis desde aguas arriba, y ver
qué sucede hacia aguas abajo. Asumiremos que en el primer tramo se ha alcanzado altura normal
aguas arriba. Luego, la altura normal en el tramo 1 se extiende hacia aguas abajo, y dado que no hay
nada que haga cambiar esta altura, la altura normal del tramo 1 se extiende hasta el punto del cambio
de pendiente.
De esta forma, debido a cómo funcionan los torrentes, es el tramo 2 el que debe ajustarse a lo que
suceda aguas arriba y alcanzar ℎ𝑛1 en el punto de cambio de pendiente. El único perfil posible en
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pendiente fuerte que permite conectar ℎ𝑛1 con ℎ𝑛2 es el perfil S2. Esta situación se muestra en la
Figura 11.
En este caso, tenemos que en ambos tramos ℎ𝑐 > ℎ𝑛 (pendiente fuerte), y ℎ𝑛1 < ℎ𝑛2 , como se
muestra en la Figura 12. En ausencia de singularidades, el flujo será tipo torrente en ambos tramos,
con 𝐹𝑟 2 > 1 (supercrítico).
Figura 12. Alturas crítica y normal en paso de pendiente fuerte a menos fuerte
De igual forma que en el caso anterior, el primer tramo alcanza su altura normal aguas arriba, y ésta
se propaga hacia aguas abajo hasta alcanzar el punto de cambio de pendiente. De esta forma, es el
tramo 2 el que debe ajustarse para alcanzar ℎ𝑛1 en el punto de cambio. El único perfil posible
corresponde al perfil tipo S3. La superficie libre se esquematiza en la Figura 13.
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En este caso, tenemos que en el tramo 1 ℎ𝑛 > ℎ𝑐 (pendiente suave), y en el tramo 2 ℎ𝑐 > ℎ𝑛 (pendiente
fuerte), como se muestra en la Figura 14. En ausencia de singularidades, el flujo será tipo río en el
tramo 1, con 𝐹𝑟 2 < 1 (subcrítico), y tipo torrente en el tramo 2, con 𝐹𝑟 2 > 1 (supercrítico).
Aquí, asumiremos que el flujo viene con altura normal ℎ𝑛1 desde aguas arriba, y que existe altura
normal ℎ𝑛2 hacia aguas abajo. Debido a cómo funcionan ríos y torrentes, ambos tramos deben
adaptarse al cambio de pendiente, es decir, debe haber una transición continua entre ℎ𝑛1 y ℎ𝑛2 . El río
es perturbado aguas abajo, por lo que debe adaptarse, y el torrente es perturbado aguas arriba, por lo
que también debe adaptarse. Luego, la única forma de conectar ambas alturas normales es mediante
un perfil M2 en la pendiente suave, y un perfil S2 en la pendiente fuerte. Esta situación se muestra
en la Figura 15.
En este caso, tenemos que en el tramo 1 ℎ𝑛 < ℎ𝑐 (pendiente fuerte), y en el tramo 2 ℎ𝑛 > ℎ𝑐 (pendiente
suave), como se muestra en la Figura 16. En ausencia de singularidades, el flujo será tipo torrente en
el tramo 1, con 𝐹𝑟 2 > 1 (supercrítico), y tipo río en el tramo 2, con 𝐹𝑟 2 < 1 (subcrítico).
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Figura 16. Alturas críticas y normales en paso de pendiente fuerte a pendiente suave
Aquí, asumiremos que el torrente alcanzo su altura normal aguas arriba, y que el río alcanzó su altura
normal aguas abajo. Esto nos dice que el torrente, determinado por aguas arriba, continuará con su
altura normal hasta el punto de cambio de pendiente. El río, determinado por aguas abajo, extenderá
su altura normal hacia aguas arriba, hasta el punto de cambio de pendiente. Luego, ninguno de los
tramos debe adaptarse al otro, y la única forma de conectar ambas alturas normales es mediante un
cambio abrupto en la altura de escurrimiento, que se materializa mediante un resalto hidráulico.
El resalto hidráulico corresponde a flujo rápidamente variado, ya que la altura de escurrimiento cambia
considerablemente en muy poca distancia. En la Figura 17 se muestra la ocurrencia de un resalto
hidráulico en un canal en laboratorio.
Casos adicionales
En las siguientes Figuras se muestran los perfiles esquemáticos para los casos vistos y para casos
adicionales, en pendientes horizontales, críticas y adversas.
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Figura 18. Cambios de pendiente. Pendiente suave (izquierda) y pendiente fuerte (Derecha)
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Figura 19. Cambios de pendiente. Pendiente crítica (izquierda) y pendiente adversa (Derecha)
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