Agua Tii Cap25
Agua Tii Cap25
Agua Tii Cap25
Ingeniero civil,Universidad Católica Andrés Bello, 1971, Ingeniero agrónomo, Universidad Central de Venezuela,
Caracas. Tiene dos maestrías de la Universidad de Stanford: ucv, 1967; M. Sc. en Aprovechamiento de Recursos Hidráu-
una en Gerencia de Proyectos de Ingeniería Civil y otra en licos, Ingeniería y Planificación, Universidad de Oriente,
Ingeniería Industrial. Además, cuenta con posgrados en 1970; Especialista en Ciencias Ambientales, Universidad
Desarrollo Económico Regional de Cepal, Chile; en Gerencia Metropolitana, unimet, 1990. Profesor titular ucv, unimet
para Ejecutivos, Harvard; y en Desarrollo Sostenible, Cam- y de la Universidad Católica Andrés Bello. Profesor de
bridge, Reino Unido. Es consultor líder del Banco Mundial, Planificación de Recursos Hidráulicos, cidiat, 1974–1994.
bid, caf, Unesco y el sector privado en varios países de Euro- Fue director adjunto de la Oficina de Planeamiento de Recur-
pa y América. Con más de treinta y cinco años de experien- sos Hidráulicos del Ministerio de Obras Públicas; subsecre-
cia, hasta noviembre del 2009 fue el gerente sectorial de agua tario ejecutivo de la Comisión del Plan Nacional de Apro-
en el Banco Mundial, donde tuvo una carrera por más de vechamiento de Recursos Hidráulicos (Coplanarh), asesor
veinte años como gerente de Agua y Medio Ambiente para del Inventario Nacional del Potencial Hidroeléctrico de
América Latina (1999–2007) y jefe de proyectos de infraes- Venezuela. Socio–fundador de Ingeniería Caura s.a. Miem-
tructura en muchos países de la región desde 1990. Previa- bro correspondiente de las Academias de Ciencias Físicas,
mente trabajó con el sector público y privado en Venezuela, Matemáticas y Naturales e Ingeniería y Hábitat. Cuenta con
en gerencia de proyectos de agua y saneamiento, planea- 53 publicaciones en revistas, congresos, jornadas o semina-
ción y construcción de hidroeléctricas, y proyectos de desa- rios y 153 trabajos profesionales aprobados por una comisión
rrollo de cuencas hidrográficas. inspectora de una institución oficial o privada. Ha trabaja-
do en planes y proyectos vinculados a la planificación de
germán uzcátegui briceño recursos hidráulicos en: Costa Rica, Nicaragua, República
Dominicana, Panamá, Ecuador, Perú y Argentina.
Ingeniero civil, Universidad de Los Andes (ula), Mérida,
Venezuela, 1963. M.Sc. en Mecánica de los Fluidos, usu,
Logan, Utah, ee.uu., 1965; Ph.D. Candidate Desarrollo de los aníbal rosales hernández
Recursos Hidráulicos, usu, Logan, Utah, ee.uu., 1969. Ingeniero agrónomo, Universidad Central de Venezuela,
Se ha desempeñado como asesor de Hidroven y sus empre- ucv, 1970. Maestría en Ciencias del Suelo, 1979, y Doctorado
sas filiales. Director de Negocios de Agua, Corporación edc. en Ciencias del Suelo, 1981, Universidad de Cornell, ee.uu.
Asesor del Proyecto Orinoco–Apure. Presidente del inos. Tiene 40 años de experiencia como consultor ambiental,
Director general, marnr. Director del cidiat. Coordinador agrónomo y especialista en suelos. Ha realizado estudios de
de los cursos de posgrado en Aguas y Tierras, ula. Profesor impacto ambiental, evaluaciones de tierras y ha desempe-
de los departamentos de Hidráulica en la ucab y la ula. ñado diversos cargos relevantes tanto en el sector público
como en el privado. Para el Ministerio de Obras Públicas en
Ha sido asesor de estudios y proyectos en: análisis de siste-
Venezuela, condujo investigaciones de suelos y evaluacio-
mas de recursos hidráulicos; planificación hídrica en Amé-
nes de tierra para riego y agricultura de secano. Fue miem-
rica Latina y los recursos humanos. Estudios de preinver-
bro del equipo del inventario de suelos (Coplanarh) que
sión y desarrollo institucional para empresas prestadoras
condujo el estudio de las áreas de humedales del Delta del
de servicios de agua potable. Consultor puntual de la Corpo-
Orinoco. Como director general de investigación en el Minis-
ración Andina de Fomento, del Banco Mundial, de la Oficina
terio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables
Panamericana de la Salud y del Banco Interamericano de
(marnr) en Venezuela, fue responsable de la implementa-
Desarrollo, en Proyectos de modernización del sector agua
ción de los inventarios de aguas, suelos y vegetación a nivel
y saneamiento. Descentralización del sector sanitario en
nacional y condujo el establecimiento del Centro Nacional
Venezuela. Coordinador del equipo técnico que discutió el
de Recursos Fitogenéticos y Biodiversidad y el Centro de
proyecto de ley para la prestación de los servicios de agua
Investigación Ambiental del Amazonas. Antes de la Confe-
potable y saneamiento. Proyecto para la eliminación de exce-
rencia de Río de Janeiro fue nombrado director general para
dentes de agua de la cuenca del lago de Valencia mediante
las relaciones internacionales en el Ministerio del Ambien-
su aplicación al suelo. Estudio gran visión de la hidrología
te y al mismo tiempo desempeñaba la posición de secretario
de las cuencas compartidas con Colombia. Identificación de
ejecutivo de la Comisión Nacional para la preparación del
los programas y proyectos para el Plan Integral de Gestión
informe del país ante esta conferencia y todas las relaciones
Socioambiental de la Cuenca del Río Guayas, Ecuador.
pertinentes. Fue director del Instituto de Investigación
Valoración de empresas prestadoras de servicios de agua
de Suelos y coordinador del programa para graduados en
potable y saneamiento en varios países.
Ciencias del Suelo en la ucv–Agronomía.
982
c a pí t ulo 25.
Mensaje final
983
contenido
25.1. Temas y prioridades para el uso y conservación
del agua en Venezuela pág. 985
25.2. Primera parte: los grandes temas del agua en Venezuela pág. 986
984
25 . 1. t emas y prioridades para el uso
y conservación del agua en venezuela
1 El objetivo de este capítulo es presentar los mensajes centrales que describen la situa-
ción actual del agua en Venezuela. En la primera parte se resaltan los grandes temas
donde los gestores del agua, y otros lectores interesados, deben enfocar su atención
con prioridad. Estos temas se corresponden con los capítulos anteriores del libro, cuya
colección ofrece una de las panorámicas más acabadas que se haya realizado en los
tiempos recientes sobre el agua en Venezuela. En una segunda parte se sugieren las
visiones prioritarias y los objetivos estratégicos que deben acometerse para encarar los
grandes problemas que hoy enfrenta el aprovechamiento sustentable de los recursos
hídricos en el país.
2 Los responsables por el contenido del libro son treinta y dos profesionales que han
dedicado su vida al trabajo y estudio de diversas disciplinas relacionadas con el agua
en Venezuela. Estos autores reúnen más de mil años de experiencia en la vasta
gama de asuntos asociados al agua y aspiran a poner a disposición del país un docu-
mento útil y práctico para las personas interesadas en el agua y muchas otras que
a partir de su lectura puedan incorporarse a esta temática central para el desarrollo.
Se espera que la obra coadyuve al diálogo sobre los asuntos hídricos en Venezuela.
Para ello el documento será ampliamente divulgado, con la esperanza de que abra
foros de análisis que busquen los consensos necesarios y faciliten las decisiones difíci-
les y aun controversiales que han de tomarse en beneficio de un país mejor para las
futuras generaciones.
3 Este libro concluye estableciendo que si se quiere un futuro sostenible para Venezuela,
como mínimo se debe ser capaz de movilizar a todos los venezolanos hacia el uso res-
ponsable y la conservación del agua. Por ello propone mensajes superadores de barre-
ras que impidan movilizar al colectivo social en defensa del agua para atender el
bien común. Un mensaje inequívoco para los que son responsables por las decisiones
públicas, a quienes corresponde la autoridad sobre el recurso; y aún más, un mensaje
que intenta construir cultura hídrica, de manera que aquellos que tengan la posibi-
lidad de abrevar los conceptos que en él se exponen, dispongan de elementos de jui-
cio para emitir opiniones bien fundamentadas sobre los usos y conservación del agua,
cuando ello les ataña, en cumplimiento de sus responsabilidades ciudadanas.
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además, en primer término, la concurrencia, participación y compromiso activo
de los que tienen obligaciones específicas dentro del sector agua, comenzando por el
Ministerio del Poder Popular para el Ambiente como Autoridad Nacional del Agua,
de las autoridades sectoriales del nivel nacional y regional, de los institutos y empresas
que de alguna forma en su quehacer diario toman decisiones que afectan el agua,
amén de las sociedades hidráulicas; especialmente los prestadores de servicios de agua
potable y saneamiento, gobernaciones de estado y alcaldías, ministerios e institutos
responsables de la salud, del desarrollo urbano, de la agricultura, de la energía y del
petróleo, mesas técnicas de agua, consejos comunales, consejos de regiones y de cuen-
cas hidrográficas, sector agrícola y sector industrial público y privado, miembros
del Poder Legislativo y del Poder Judicial, del sistema educativo, de las organizaciones
de la sociedad civil, de los medios de comunicación y de todos los ciudadanos que en
última instancia son los beneficiarios de las acciones que se acometan o las víctimas
de las omisiones.
25 . 2. p r i m e r a pa r t e :
los grandes temas del agua en venezuela
25 . 2. 1 . a gua, un recurso natural esencial para la vida,
la economía, y el funcionamiento ecológico
5 No existe vida sin agua. La disponibilidad de agua y su aprovechamiento para los
distintos usos (abastecimiento humano, industria, agricultura, hidroelectricidad,
recreación, mantenimiento ecológico, entre otros), se consigue por medio de obras o
medidas instrumentadas por el hombre que constituyen una palanca para el desa-
rrollo. La insuficiencia o inadecuado aprovechamiento del recurso hídrico puede limi-
tar seriamente el desarrollo de los países. Tal carencia en cantidad o calidad de agua
puede ocurrir de modo natural, pero también puede ser causada por una gestión
inapropiada. El artículo 304 de la Constitución de 1999 reconoce el carácter insustitui-
ble del agua para la vida y el desarrollo. El acceso a los servicios de agua potable y
saneamiento tiene tal relevancia de cara al bienestar humano, que fue reconocido como
un Derecho Humano fundamental por la Organización de Naciones Unidas en el 2010.
El agua tiene, además de un valor social, cultural y ecológico, un valor económico,
que debe ser reconocido como tal. Venezuela es un país con recursos hídricos abun-
dantes y existe un instrumento jurídico moderno, la Ley de Aguas del 2007, que
proporciona las pautas para su administración sustentable. Finalmente, el agua y el
desarrollo de los países se relacionan en una maraña de materias: agua y vida biológica;
agua y salud; agua y alimentación; agua y pobreza; agua y producción de bienes y
servicios; agua y ambiente; agua y desastres naturales y agua y energía, entre otras.
8 A los procesos naturales del ciclo hidrológico que ocurren en las cuencas hidrográ-
ficas se sobreponen procesos socioeconómicos asociados al poblamiento y actividades
productivas, con intervenciones que afectan el agua y los servicios ambientales. La
degradación de las cuencas hidrográficas es uno de los principales problemas ambien-
tales del país, y la erosión de suelos uno de los de mayor impacto. Prevenir y revertir la
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degradación de las cuencas es uno de los objetivos más importantes de la gestión
integral del agua. Por ello, el desafío tradicional de la gestión del agua por cuencas
hidrográficas ha sido el de armonizar las diversas intervenciones de los actores que en
ellas confluyen y resolver los conflictos generados por ellos. Lamentablemente, este
objetivo no se ha logrado en Venezuela ni en muchos países.
9 La ocupación histórica del territorio venezolano se produjo desde sus costas hacia
los valles intramontanos de la cordillera de la Costa, para posteriormente ocupar la
falda sur de la serranía del Interior y de la cordillera de los Andes. Las grandes llanuras
y la ribera norte de los ríos Orinoco y Apure apenas han sido jalonados por pequeños
pueblos de agricultores y pescadores con una incipiente economía local. Por lo tanto,
la disponibilidad de agua para la Venezuela de hoy y de mañana no coincide con la
demanda derivada de la localización de las ciudades y de los centros de mayor activi-
dad económica. Siendo la ocupación del territorio y la planificación para la gestión de
los recursos hídricos dos procesos inseparables, se necesita una revisión de los para-
digmas tradicionales de la gestión hídrica por cuencas hidrográficas.
11 Los efectos del cambio climático en los recursos hídricos de Venezuela están modifi-
cando las características de la oferta y la demanda de servicios hídricos en el país.
Desde el lado de la oferta se incluyen los siguientes efectos: i) variaciones en la dispo-
nibilidad de agua que aumenta las fallas y los costos del abastecimiento y del sanea-
miento; en general se ha señalado que disminuirán la lluvia, los caudales, la recarga de
acuíferos y la calidad del agua, y aumentarán las sequías, no obstante en la zona norte
podría aumentar la lluvia en la época seca; ii) variaciones del inicio y duración de
las épocas seca y lluviosa que afectarán la recuperación estacional de embalses. Desde
el lado de la demanda, el cambio climático puede incrementar el uso del agua dados
los aumentos de temperatura. En consecuencia, la población y la producción industrial,
agrícola y de energía se harán más vulnerables. Todo ello demandará servicios hídricos
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como medidas adaptativas, tales como: i) nuevas obras de drenajes pluviales y control
de inundaciones en áreas con mayores precipitaciones, ii) nuevas obras de aprove-
chamiento y trasvase en áreas donde se incrementen las sequías, y iii) protección de
áreas costeras por posibles incrementos del nivel del mar.
13 Venezuela cuenta con 158 humedales, en una superficie de 40.000 km2, que corres-
ponde a 4,3 % del territorio nacional. Los humedales son ecosistemas de alta producti-
vidad biológica y prestan numerosos servicios ambientales a las poblaciones locales,
tales como alimentos, materiales y vías de transporte. Asimismo, cumplen una función
reguladora natural del entorno físico ya que mantienen y regulan el almacenamiento
de agua en los acuíferos y ríos. Desde el punto de vista hídrico, los humedales consti-
tuyen una excelente fuente de agua para uso doméstico, industrial y agrícola, además
de actuar, en algunos casos, como retenedores naturales del líquido, regulando su
flujo, evitando inundaciones y permitiendo la recarga de los acuíferos. Constituyen
un punto de parada obligatoria para aves migratorias, sustentan eslabones importan-
tes de las cadenas tróficas y tienen un alto valor estético –recreativo. Los humedales
se encuentran entre los ecosistemas que están siendo más amenazados debido a la
presión que sobre ellos existe, por causa del consumo de agua, la pérdida y fragmenta-
ción del hábitat y el cambio climático
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25 . 2. 10 . i nundaciones, deslaves y sequías,
causan muerte y destrucción
990
25 . 2. 12 . s ervicios de agua potable y alcantarillado
con altas coberturas, baja calidad
y tratamiento efectivo de aguas servidas
991
25 . 2. 14 . l a demanda de agua de la industria es
baja pero sus efluentes son muy contaminantes
18 La industria venezolana tiene bajas demandas de agua cuando se compara con otros
países de nivel de desarrollo equivalente. Los procesos de industrialización de los
países incrementan sus demandas de agua que a veces duplican o triplican la demanda
doméstica. Sin embargo, pocas veces el agua es una restricción para el desarrollo
industrial, pues ella es tan importante y representa costos tan pequeños con respecto
al total de los insumos industriales, que no importa el esfuerzo que se haga por hacerla
disponible, mediante la construcción de largas aducciones, instalación de grandes
sistemas de bombeo o desarrollo de costosos procesos de tratamiento. Lo que sí repre-
senta un problema es la contaminación por efluentes industriales. En la región norte
costera, en la depresión marabina y en el arco montañoso andino oriental, los recursos
hídricos están comprometidos y las zonas con mayor intensidad industrial que se
ubican en ellas son responsables de su alta contaminación; tal es el caso de las cuencas
de los lagos de Valencia y Maracaibo y del río Tuy. En el futuro prosperarán aquellas
industrias que desarrollen sistemas eficientes y ambientalmente amigables esto
es, sistemas concebidos para minimizar el impacto ambiental y dar prioridad a la efi-
ciencia, a la moderación en el uso de materias primas y al ahorro de agua y energía.
Las tecnologías de tratamiento utilizadas en el mundo son cada vez más eficientes,
adaptarlas a las condiciones venezolanas permitirá al país disponer de una producción
industrial comercialmente competitiva y ambientalmente responsable.
992
gestión integral el agua se hace insuficiente para satisfacer todos los usos, los efluen-
tes empeoran su calidad, reducen sus disponibilidades e incrementan los costos del
suministro. Para lograr este objetivo, la gestión del agua necesita una marco referen-
cial de leyes con reglas claras sobre la asignación de derechos de uso, incentivos y
penalizaciones que promuevan la conservación del recurso, de políticas públicas
igualmente claras sobre los servicios relacionados con el agua, y de una instituciona-
lidad hídrica moderna para el control, utilización y disposición, operación y financia-
miento. Con este marco referencial se podrán atender los problemas de distribu-
ción sectorial de las aguas con criterios de equidad y eficiencia, así como su preserva-
ción en cantidad y calidad.
23 La discusión de los temas hídricos de Venezuela incluidos en este libro fueron jerar-
quizados utilizando los criterios mencionados en la sección anterior. Los resultados
del análisis permiten establecer las prioridades, objetivos de política y acciones
para mejorar el desempeño del sector hídrico de Venezuela, enfrentando a cada proble-
ma prioritario una visión de la manera que sigue:
26 Es necesario hacer realidad las instituciones previstas en la Ley de Aguas y otras leyes
conexas y lograr el liderazgo de la institución rectora y sus órganos ante los usuarios
sectoriales por el respeto al profesionalismo, la capacidad técnica, la actitud coordi-
nadora, el arbitraje justo y la capacidad de gestión financiera. Aunque el valor del agua
es imponderable y generalmente excede con creces sus costos de manejo, a los efectos
prácticos se considera que el agua vale lo que cuesta entregarla al usuario, conside-
rando los costos de inversión y los de mantener esos servicios en un universo que abar-
ca la cuenca productora y la cuenca receptora. Se requiere para ello el reconocimiento
de un adecuado sistema de tarifas de contraprestación del servicio, que en el caso
del abastecimiento a los asentamientos urbanos están previstas en la Ley Orgánica
para la Prestación de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento. En cuanto al desa-
rrollo de nuevas e imprescindibles obras hidráulicas, tienen generalmente mayor
prioridad las inversiones en la optimización de la infraestructura existente para mejo-
rar la eficiencia en su utilización.
995
trico nacional la utilización de la energía de origen hidráulico tanto como sea posible.
En la integración de la matriz energética nacional se deberá tomar en cuenta el poten-
cial de cuencas localizadas en los Andes que son importantes por su ubicación estra-
tégica respecto al sistema troncal de transmisión. La conservación de las cuencas con
potencial de generación de energía incluyendo los sitios de aprovechamiento; en
efecto, son otra de las prioridades de la gestión hidráulica. La investigación debe dar
respuesta a todas las posibilidades de desarrollo de la energía hidroeléctrica, sin
desprecio de la energía secundaria y de pequeños aprovechamientos que pueden desa-
rrollarse a bajo costo a partir de fuentes reguladas y caídas existentes como lo son las
conducciones o descargas de agua existentes cuyo potencial energético se desprecia.
Desde el punto de vista de la conservación de cuencas, la generación de energía tiene
la ventaja de ser uno de los usos del agua que mediante tarifas apropiadas genera un
margen económico suficiente para la conservación de las cuencas que le suplen el agua.
29 Diseñar e implementar las estrategias de negociación con los países vecinos especial-
mente con Colombia en la gestión de cuencas hidrográficas transfronterizas mediante
una política de Estado de largo plazo, basada en principios que tengan el mayor con-
senso y permanencia en el tiempo. Colombia reconoce la cuenca hidrográfica trans-
fronteriza como unidad de análisis y de manejo integral. Existen antecedentes para
la elaboración de un tratado marco sobre cuencas hidrográficas transfronterizas
y la navegación de ríos entre la República de Colombia y la República Bolivariana de
Venezuela, cuyo propósito central es la vinculación de la navegación con el manejo de
las cuencas transfronterizas, tal como lo concibe el Derecho Internacional moderno.
Por otra parte y hasta tanto se resuelva el Diferendo sobre el Esequibo,Venezuela
debe mantener su atención en las intervenciones que pudieran plantearse o intentar
desarrollarse en las cuencas hidrográficas de ese territorio y ejercer los legítimos dere-
chos establecidos en las leyes internacionales y los acuerdos alcanzados.
996
tilizando el agua hasta donde sea posible y tratando los efluentes que se vierten al
entorno natural para eliminar los contaminantes. Con el fin de alcanzar la visión pro-
puesta en este aparte se proponen los siguientes objetivos estratégicos:
i. Minimizar y tratar todos los efluentes industriales puntuales
ii. Tratar el 100 % de los efluentes municipales
iii. Controlar y reducir la contaminación difusa
iv. Controlar la contaminación de los acuíferos
v. Contener las amenazas a los humedales
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la mano de obra calificada para su operación adecuada, así como la cobertura de los
costos de operación y mantenimiento, pues de otra manera no será posible cumplir
con los requerimientos de calidad establecidos en la normativa. En playas de uso
recreacional y turístico se deben instrumentar programas de certificación que deman-
den cumplir los estándares de calidad especificados por los organismos competentes.
Se deben revisar las normas sanitarias para edificaciones de modo de incluir los
avances en sistemas de disposición de aguas en el hogar. La recolección de aguas servi-
das y el tratamiento de aguas municipales tienen un costo elevado por lo que deben
aplicarse las normas existentes tanto en la Ley de Aguas como en la Ley Orgánica para
la Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento, para garantizar el
flujo de dinero que requiere su operación y mantenimiento.
999
25 . 3. 5 . 2 . c oordinar los sectores de desarrollo de la
infraestructura y los servicios para satisfacer las
demandas de los asentamientos no planificados
38 La gestión del agua en las ciudades de Venezuela gravita alrededor de tres problemas:
i) la escasa aptitud de los gobiernos municipales para crear espacios para el asenta-
miento ordenado de la población, evitando así la ocupación informal de la tierra urba-
na y la consecuente precariedad de la vivienda; ii) la baja calidad de los servicios
públicos, especialmente los de agua y saneamiento; y iii) la degradación del medio
ambiente urbano, especialmente por la contaminación de los cuerpos de aguas y
la deficiente gestión de los residuos sólidos. Por lo tanto, se requieren soluciones coor-
dinadas a través de varios sectores de desarrollo de la infraestructura, incluyendo
la zonificación del uso del suelo, los planes de transporte y la recolección de residuos
sólidos, dentro de un enfoque integrado del ciclo del agua. Un tema central para apli-
car este enfoque es la urbanización de la ciudad informal, lo cual tiene una enorme
y creciente importancia para las autoridades públicas. Por ello es imperativo que se
adopten políticas que rompan, en el plazo más corto y al menor costo posible, el círculo
vicioso de hacinamiento, servicios precarios y violencia que trascienden los esfuerzos
y posibilidades desde una óptica puramente sectorial.
1000
25 . 3. 5 . 4 . g arantizar la capacidad de servicio de la
infraestructura de agua urbana
42 Las inundaciones son fenómenos naturales que producen efectos indeseados que
usualmente se ven agravados por la acción del hombre. La medida racional para
defenderse de estos efectos es mantenerse distante de los cauces de los ríos y de sus
planicies de inundación. Por su cercanía al agua y por la fertilidad de sus suelos las
planicies fluviales ofrecen atractivos para los asentamientos humanos; ellas han sido
ocupadas desde tiempos remotos y se siguen ocupando en la actualidad. Con el fin
de superar estas condiciones se proponen los siguientes objetivos estratégicos:
1001
i. Implantar programas de ordenación urbana que tomen en cuenta las inunda-
ciones y su frecuencia
ii. Desarrollar sistemas de drenaje urbano adecuados y mantenerlos
iii. Implantar donde sea factible sistemas de advertencia temprana (sat) y operarlos
iv. Construir medidas estructurales complementarias en los casos necesarios
25 . 3. 6 . 1 . i mplantar programas de ordenación urbana
que tomen en cuenta las inundaciones y su frecuencia
43 Regular el uso del suelo para mantener libres de ocupación los territorios de los cau-
ces de los ríos, de las terrazas, de las planicies inundables y de los abanicos aluviales.
Esto se logra mediante la definición y el cumplimiento de una planificación urbana
definida a partir de mapas obtenidos de estudios hidro – meteorológicos realizados
sobre información topográfica detallada, que permita la demarcación de la extensión
y magnitud de los territorios que ocuparían las posibles inundaciones, con los respec-
tivos períodos de recurrencia. La zonificación se hace de acuerdo a la posibilidad que
tiene el territorio de ser ocupado por las crecidas. Los territorios con alta amenaza
de inundaciones deben ser mantenidos libres de obstrucciones que puedan, además
de sufrir daños en sí mismas, causar represamiento de las aguas incrementando
los daños a personas y bienes ubicados en otras zonas; las zonas con amenaza interme-
dia pueden aceptar la existencia de construcciones que no impliquen mayor obstruc-
ción al paso de las inundaciones tales como canchas deportivas y estacionamientos;
y las zonas de bajo riesgo aceptan construcciones que no sean de importancia estraté-
gica, donde la población que construya esté instruida acerca de los riesgos que corre
y cómo prevenirlos, de manera que tengan construcciones con medidas individuales
de protección, como por ejemplo tener al menos dos pisos para que el segundo sea
utilizado como refugio en caso de que ocurra una inundación. Una vez que las áreas
inundables estén demarcadas deben desocuparse aquellas que no cumplan las especi-
ficaciones definidas en los respectivos mapas de ordenamiento.
44 El sistema troncal o primario de la red de drenaje urbano está constituido por la red
de ríos y quebradas que cruza la ciudad y debe respetarse y mantenerse libre de
obstáculos y desechos que disminuyen su capacidad de conducir agua. Debe evitarse
la tendencia a embaular o cambiar de curso estos cauces para «ganarle» territorio
al río y muchos de los cauces que han sido alterados deben revertirse a sus condiciones
originales para que conserven su capacidad de captar y transportar las aguas durante
las lluvias y así evitar que ocupen zonas de la ciudad que deben mantenerse libres
de ellas. Muchos cauces naturales han sido ocupados por desarrollos no planificados
que corren el riesgo de sufrir daños, al mismo tiempo que obstruyen zonas que son
indispensables para conducir las aguas de lluvia. Estos desarrollos deben ser reubica-
dos en lugares apropiados. Los drenajes secundarios que conducen el agua desde
las calles hasta los drenajes naturales deben mantenerse libres de desechos que dismi-
nuyan su capacidad de transporte, y separados de las redes de aguas servidas para
que el agua que conduzcan no contamine los ríos. La red de drenaje de una ciudad es
1002
parte integral de su plan de desarrollo y debe tener en cuenta que las ciudades general-
mente se desarrollan desde los sitios bajos hacia los sitios altos, creando más áreas
impermeables contribuyentes al drenaje, por lo que ellos deben estar previstos para
transportar cada año mayores caudales de agua.
45 Implantar en las cuencas que así lo permitan sistemas de alerta temprana de creci-
das, que ofrezcan los elementos necesarios para advertir a la ciudadanía acerca de
la posibilidad de una creciente, para que tome con antelación las medidas adecuadas
y posibles en el tiempo disponible para mitigar sus consecuencias. Estos sistemas
requieren de redes y de estudios hidro – meteorológicos detallados previos, que permi-
tan relacionar la información que se capte en las estaciones hidro – meteorológicas
con los niveles de crecientes que se puedan presentar en las ciudades, antes de que
ellas ocurran. Además de la generación continua de información, los sat requieren de
un centro de pronóstico que traduzca la información hidro –meteorológica en nive-
les de crecidas, así como del personal formado para operar dichos centros. Los sat
requieren dotar a la ciudadanía de una cultura que oriente su actuación ante la presen-
cia de una alarma de creciente. Igualmente, es necesaria la estrecha coordinación de
los sat con los equipos de defensa civil, de manera que estos colaboren con la ciudada-
nía en casos de alarma. Aunque este es un sistema utilizado con éxito en muchos
lugares y su uso es recomendado por órganos especializados, los requerimientos de
información adecuada y de estudios previos para su desarrollo no permiten su utiliza-
ción inmediata en algunas ciudades del país que están sometidas a amenazas de creci-
das. Sin embargo, los sat sí podrían ponerse en servicio en corto tiempo en lugares
con amenaza de crecientes que disponen de la información indispensable para hacerlo,
así como de un tiempo de concentración de caudales suficiente para evacuar la pobla-
ción con el apoyo de los organismos de defensa civil, sin causar pánico.
46 Las medidas estructurales tales como los diques marginales, el dragado de los ríos
o las presas de control; están orientadas a controlar el régimen de los ríos mediante
obras de ingeniería, mientras que las medidas no – estructurales procuran un modo
de convivir con las circunstancias naturales tales como el ordenamiento de plani-
cies inundables o los sistemas de alerta temprana. Las primeras de estas medidas
tienen el defecto de crear en la ciudadanía un falso sentimiento de seguridad, lo que
puede conducir a agravar los daños cuando se sobrepasa el grado de protección
que dichas medidas proveen, mientras que las medidas no estructurales suponen el
acatamiento a múltiples reglas que demandan un alto grado de desarrollo institucio-
nal, de gestión ciudadana, de idiosincrasia colectiva; lo que resulta en una limitante
a su implantación. Lo recomendable es combinar ambos tipos de medidas dando
prioridad a las no – estructurales, dejando las medidas estructurales solo en aquellos
casos donde las no – estructurales no sean aplicables por razones de ocupación previa
1003
del territorio, de inmediatez de la solución o de protección de recursos de mayor valor
que no dan lugar a otra alternativa. Estas características de unas y otras soluciones
hacen de los proyectos de control de inundaciones estudios complejos que requieren
evaluaciones que involucran factores técnicos, económicos, socio – culturales, institu-
cionales, socio –políticos, comunicacionales, y ambientales y de riesgos, incluidos
en estos las múltiples variantes de los análisis de vulnerabilidad.
25 . 4. a manera de epílogo
25 . 4. 1 . l a gestión del agua requiere del esfuerzo y la
participación de todos los venezolanos
47 Estamos convencidos de que las visiones propuestas en la segunda parte de este
capítulo son compartidas por la gran mayoría de los venezolanos. Las acciones que se
propone realizar dentro de cada visión se han ejecutado en el país con diverso grado
de éxito en repetidas ocasiones a lo largo de los últimos setenta años. El problema
es que si bien se comparten las visiones no todos los que han tenido e incluso los que
tienen responsabilidades que afectan el agua se han puesto de acuerdo en cuanto
a las acciones que hay que adelantar para alcanzarlas, ni han involucrado a todas las
instituciones y personas necesarias para llevar adelante dicho esfuerzo, peor aún,
no se ha perseverado en hacerlo. En Venezuela, la gestión del agua como recurso y
como servicio está llena de ejemplos de acciones adecuadas y pertinentes que alguna
vez se emprendieron y después de alcanzar metas importantes fueron abandona-
das, para después recomenzarlas y otra vez abandonarlas. Un ejemplo de ello son los
acueductos rurales. Este libro es un esfuerzo por tratar de aglutinar voluntades,
conscientes de que el tiempo en esta materia no espera, y el esfuerzo tiene que ser
constante y en él deben participar todos los venezolanos.
1004
aguas, el cual ha ido disminuyendo como consecuencia del agotamiento cronológico,
la falta de reemplazos, las carencias presupuestarias y de estímulos que motiven
a los cursantes de carreras propias de las disciplinas requeridas por la gestión hídrica.
Esta situación debe revertirse y mejorarse, para lo cual el Estado a través de los orga-
nismos a los cuales corresponda, debe dar apoyo a las instituciones de investigación
y formación de recursos humanos en materias relacionadas con el agua, así como
establecer políticas para que el personal formado en estas disciplinas permanezca en
el ejercicio de sus funciones, fundamentalmente en el sector público.
1005
Diseño: álvaro sotillo
Asistencia de diseño: juan fernando mercerón (vaca)
Colaboradores: gabriela fontanillas
giorelis niño
aldonny rodríguez
elisa ferrán
ana álvarez león
Mapas y diagramas
Diseño: álvaro sotillo
Asistente: juan fernando mercerón
Los mapas y diagramas se diseñaron
sobre la base informativa entregada por los autores
Corrección de textos: alberto márquez
Documentalismo: beatríz bellorín
maría fernanda carías
Fuentes tipográficas: alegreya ht pro
Juan Pablo del Peral, 2012
Huerta Tipográfica
maple
Eric Olson, 2005
Process Type Foundry
1006
Caracas
Ve i n t i d ó s d e j u l i o
q u in c e .
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