Alergias Alimentarias y Dietas Alternativas: Definiciones de Alergia e Intolerancia Alimentarias
Alergias Alimentarias y Dietas Alternativas: Definiciones de Alergia e Intolerancia Alimentarias
Alergias Alimentarias y Dietas Alternativas: Definiciones de Alergia e Intolerancia Alimentarias
Intolerancia alimentaria
Significa que el cuerpo de la persona no puede digerir bien determinado alimento, o que un alimento en particular le
irrita el sistema digestivo. Entre los síntomas de la intolerancia alimentaria, se incluyen los siguientes: náuseas, gases,
retortijones, dolor abdominal, diarrea, irritabilidad y dolor de cabeza.
• Gastrointestinal: Vómitos que no corresponden a patrón de reflujo gastroesofágico fisiológico, diarrea, rectorragia
leve (habitualmente en forma de estrías de sangre), constipación (con o sin eritema perianal), cólico abdominal
persistente (definido como dolor, quejido e irritabilidad por más de dos horas al día, 3 días de la semana en un
periodo mayor de 3 semanas y que aparece antes de los 5 meses de edad), irritabilidad persistente.
• Cutáneos: Dermatitis atópica.
• Respiratorio: Rinitis, tos crónica, sibilancias no asociado a infecciones.
Sospecha de APLV con síntomas severos con uno o más de los siguientes síntomas:
• Gastrointestinal: Bajo incremento pondoestatural (por diarrea, regurgitaciones o vómitos), rechazo alimentario,
rectorragia con anemia secundaria, enteropatía alérgica perdedora de proteína (hipoalbuminemia) y enterocolitis
alérgica severa confirmadas por endoscopía e histología.
• Piel: Dermatitis atópica cuya severidad es variable, inflamación de ojos y/o labios (angioedema), urticaria (no
asociada a otro cuadro alérgico o infección).
• General: Compromiso de estado general o cólicos al menos 3 días a la semana por un período mayor de 3
semanas (mayor o igual a 3 horas por día con quejidos e irritabilidad). Compromiso nutricional: mal incremento
pondoestatural, riesgo de desnutrir o desnutrición.
• Respiratoria: Rinorrea, tos persistente, sibilancias (no asociada a otro cuadro o infección), edema laríngeo u
obstrucción bronquial.
• Anafilaxia: Definida como una reacción severa inmediata (se produce entre minutos y 2 horas post-ingesta)
caracterizada por manifestaciones súbitas de piel y/o mucosas (urticaria, eritema, angioedema, prurito con
compromiso de al menos un sistema adicional:
• Sistema respiratorio: disnea, broncoespasmo, estridor, hipoxemia
• Cardiovascular: hipotensión, síncope, shock
• Gastrointestinal: vómitos, dolor abdominal, diarrea
• Síndrome de enterocolitis inducido por proteínas alimentarias (FPIES: Food Protein Induced Enterocolitis
Syndrome): Corresponde a una alergia alimentaria gastrointestinal no mediada por IgE, que se caracteriza por
manifestarse con vómitos tardíos (intermitentes y progresivos) y diarrea (con o sin sangre) después de la ingestión
de proteínas alimentarias (como son las PLV). Es un cuadro agudo que puede llegar a ser muy grave, debido a
que puede ocasionar en los pacientes deshidratación y acidosis metabólica, lo que secundariamente puede
generar shock hipovolémico
Si una o más de las manifestaciones clínicas expuestas ocurren en un niño o niña y no son explicables por otras
causas se debe sospechar APLV. La combinación de manifestaciones clínicas de dos o más sistemas aumenta la
probabilidad de APLV. El enfrentamiento clínico y manejo dependerá de la forma de presentación (leve o severa) y del
tipo de alimentación (leche materna o fórmula).
Manejo de la sospecha
Sospecha diagnostica de APLV en niños y niñas alimentados con leche materna exclusiva
Si un niño o niña presenta síntomas sugerentes al diagnóstico de APLV, se confirmará o descartará este diagnóstico
a través de la realización de una prueba y contraprueba, la cual puede ser iniciada por pediatra o médico de atención
primaria en los casos de APLV leve. En niños o niñas con sintomatología severa, se debe derivar de inmediato a
médico especialista e iniciar dieta de exclusión de PLV a la madre.
En la etapa de prueba se debe indicar a la madre dieta de exclusión de proteína de la leche (PLV). Generalmente esta
indicación se mantiene por al menos dos semanas, lo que puede aumentar a cuatro en los casos de colitis alérgica
(deposiciones líquidas con mucosidad abundante y/o sangre).
Si el paciente mejora durante la dieta de exclusión de PLV a la madre (prueba), realizar contraprueba reintroduciendo
los lácteos en la dieta materna observando si reaparecen los síntomas hasta un periodo de al menos un mes.
Sí los síntomas de APLV no reaparecen, se excluye el diagnóstico de alergia a la proteína leche de vaca y se indica
reincorporar en la alimentación de la madre las PLV. El niño o niña debe continuar con lactancia materna y debe
mantener seguimiento por si reaparecen los síntomas.
Si los síntomas de APVL reaparecen, al realizar la contraprueba, las PLV deben ser eliminadas de la dieta materna
mientras dure el período de lactancia materna, supervisión que puede ser realizada por pediatra o médico de atención
primaria. Si el niño o niña no mejora con esta indicación, considerar otros diagnósticos y derivarlo a gastroenterólogo
o inmunólogo pediátrico.
En el caso de destete parcial o total, utilizar una fórmula láctea extensamente hidrolizada o aminoacídica, según el
grado de severidad de los síntomas o tolerancia/respuesta del niño o niña al menos durante 6 meses luego realizado
el diagnóstico o hasta el año de vida. Esta indicación debe ser realizada por médico especialista.
La madre con dieta de exclusión de PLV prolongada debe recibir suplemento de calcio, así como también asesoría
nutricional, idealmente realizada por gastroenterólogos infantiles, nutriólogos infantiles, nutricionistas y de forma
excepcional, pediatras o médicos familiares previamente capacitados.
Sospecha de APLV en niños y niñas alimentados con fórmulas
Si los síntomas son sugerentes a APLV leve, se debe iniciar la etapa de prueba, a través de la indicación de fórmula
extensamente hidrolizada o aminoacidica y evitar los alimentos con PLV en niños o niñas con alimentación
complementaria. Esta indicación puede ser realizada por pediatra o médico de atención primaria, quien derivará a
médico especialista para confirmación diagnóstica y continuidad del tratamiento. En niños o niñas con sintomatología
severa, se debe derivar de inmediato a médico especialista e iniciar tratamiento con fórmula aminoacidica.
Una vez que el niño o niña es evaluado por especialista y si se observa mejoría de sus síntomas, este profesional
podría indicar una contraprueba abierta con fórmula láctea infantil de inicio o continuación. Si en esta contraprueba
no presenta síntomas de alergia se descarta APLV, se deben reincorporar las proteínas lácteas en la dieta y realizar
seguimiento. Ahora bien, sí en la contrapueba presenta síntomas de APLV, se confirma el diagnostico. Si el paciente
no mejora después de 2 a 4 semanas de dieta de exclusión de PLV (etapa de prueba), se debe considerar otros
diagnósticos.
Si el lactante alimentado con fórmula con síntomas leves no mejora o no tolera fórmula extensamente hidrolizada,
se puede considerar cambio a fórmula de aminoácidos antes de descartar el diagnóstico de APLV. No sólo los
lactantes afectados por APLV severa pueden requerir fórmulas aminoacídicas, también hay algunos casos con APLV
leve que no responden favorablemente o no toleren a fórmulas extensamente hidrolizadas
Confirmación diagnostica
En la mayoría de los casos el diagnóstico de APLV se basa en la sospecha clínica y la respuesta del paciente a la
exclusión de la dieta del presunto alérgeno. Idealmente este tipo de intervención empírica debe ser confirmada
mediante una prueba de provocación, para reproducir la sintomatología ante la reintroducción del alérgeno
(contraprueba). Sin embargo, hay circunstancias en que se decide no realizar una contraprueba dado que el
diagnóstico es muy claro o el riesgo de realizarlo es muy grande.
El método de preferencia (gold standard) es la prueba comparativa a doble ciego contra placebo para evitar los
efectos de tipo placebo o la interpretación subjetiva de tolerancia o recaída. Sin embargo, en la práctica clínica
cotidiana, salvo casos muy específicos asociados a cuadros graves, el enfrentamiento se realiza como provocación
abierta, es decir que tanto el paciente (o su familia) como el médico tratante están al tanto de la reintroducción de la
proteína alergénica.
Para realizar la provocación, la intensidad de la carga alergénica se debe ajustar al tipo de sintomatología del
paciente. Es recomendable que, en los cuadros graves con sintomatología sistémica, o en aquellos con sospecha de
posible reacción anafiláctica, las pruebas las indique un especialista y se realicen en un hospital y con reintroducción
progresiva y controlada del alérgeno, mientras que en los cuadros leves la provocación se suele realizar en forma
ambulatoria y con dosificación más rápidamente creciente. Las pruebas de provocación en pacientes con APLV severa
y/o reacciones inmediatas deben realizarse por indicación de especialista y bajo estricta observación médica, lo
mismo que las pruebas de provocación que se realicen en pacientes que hayan presentado reacciones inmediatas,
independiente de su intensidad.
Frente a la sospecha de reacción mediada por células podría tener un rol la prueba de parche, sin embargo, no existe
acuerdo ni estandarización en la preparación y aplicación del antígeno. Este examen no se recomienda en ninguna
guía clínica internacional para el diagnóstico de APLV10. Por esta razón en la actualidad se debe reservar esta prueba
para casos seleccionados por especialista.
La interpretación de exámenes de alergia debe ser basada en la clínica. Un examen alterado sin evidencia clínica de
alergia alimentaria no necesariamente significa que el paciente debe evitar el alimento en cuestión.
En pacientes seleccionados con sospecha de APLV tardía que se presenta con manifestaciones gastrointestinales
severas, puede estar indicado realizar estudio endoscópico e histológico de la mucosa.
No se recomienda realizar estudios diagnósticos de alergia alimentaria previos a la introducción de PLV en niños o
niñas que no han presentado síntomas sospechosos de APLV.
La confirmación del diagnóstico de APLV en niños y niñas con sintomatologías leves y alimentados con lactancia
materna exclusiva, puede ser realizado y tratado por pediatra o médico de atención primaria de salud.
La confirmación del diagnóstico de APLV niños y niñas con sintomatología leve y alimentados con formula de inicio o
continuación, así como aquellas patologías severas, debe ser realizado por médico especialista.
Tratamiento
El tratamiento de la APLV se basa en la eliminación estricta de PLV en pacientes afectados, tanto para reacciones
mediadas por IgE como no mediadas por IgE. Se deben revisar los rótulos de todos los alimentos y medicamentos
que se da al niño con APLV para asegurar que no contenga PLV. La leche en alimentos puede estar denominada de
diversas maneras como se observa en el Anexo N°1. Esto puede estar denominado como: leche, suero de leche,
sólidos de leche, caseína, caseinato, lactoalbúmina, lactoglobulina, proteína láctea. Los alimentos y medicamentos
que se administran al niño o niña que contengan lactosa o ácido láctico no necesariamente contienen PLV y
generalmente pueden ser utilizados por estos pacientes.
Si el niño o niña se encuentra con lactancia materna exclusiva, se recomienda en primera instancia mantener este
tipo de alimentación, pero con exclusión de PLV en la dieta de la madre, indicación que debe ser acompañada por
asesoría nutricional. A los 6 meses de vida del niño o niña, se indicará alimentación complementaria con exclusión
de dicha proteína. En las formas severas que no respondan a la suspensión de PLV, se considerará suspender otros
alérgenos que prevalezcan en la dieta materna (ejemplo: carne de vacuno, soya, arroz, maní, nueces y mariscos).
La madre que se encuentre con dieta con exclusión de PLV, debe recibir suplementación con calcio. En el niño o niña
con APLV se puede considerar suplementación adicional con calcio, según ingesta y evaluación nutricional. La dieta
debe ser con exclusión de PLV al menos hasta los 12 meses de edad y al menos durante 6 meses después de
realizado el diagnóstico. Podrá prolongarse según la evolución del paciente.
En el caso de destete o en niños o niñas alimentados con fórmula, se debe utilizar fórmula láctea extensamente
hidrolizada sí los síntomas son leves, al cual responde aproximadamente el 90% de niños o niñas con APLV.
En segunda instancia, si no hay mejoría de los síntomas con la fórmula extensamente hidrolizada durante una
semana, se indicará fórmula a base de aminoácidos. En niños o niñas menores de 6 meses que presentan formas
graves o a cualquier edad con reacciones de hipersensibilidad inmediata de tipo anafilaxia, se iniciará tratamiento
con fórmula de aminoácidos y no se realizará la prueba contraprueba por el riesgo de shock anafiláctico.
A los 12 meses de vida o a los 6 meses de tratamiento, se puede intentar una prueba para dar de alta a un niño o
niña con APLV. Esta prueba consiste en una provocación con PLV. En los casos de niños o niñas con manifestaciones
graves e inmediatas, la contraprueba de PLV se realizará en un centro asistencial. Si la prueba fracasa, se podrá
reintentar 6 meses después.
En la APLV en tratamiento, el primer enfrentamiento para el alta se inicia a los 12 meses de vida del niño o niña, o a
los 6 meses posterior al diagnóstico y/o según evolución cada 6 meses.
El uso de leches de otros mamíferos como oveja, cabra, búfala, yegua, burra y camella, se debe evitar estrictamente
ya que existe el riesgo de reacciones alérgicas cruzadas [16,17,18]. Los preparados de jugos de soya, arroz o
almendras no se recomiendan para niños menores de 4 años ya que no cubren los requerimientos nutricionales.
Además, se han reportado reacciones alérgicas a soya en un 10-30% de los lactantes menores de un año con APLV
no mediada por IgE.
En general y luego de lo señalado, el manejo dieto terapéutico resulta ser la primera línea de intervención para el
tratamiento de esta patología, ya que no existen intervenciones farmacológicas efectivas en el tratamiento de la APLV.
La inmunoterapia oral, sublingual, incluso las formas sistémicas (intradérmicas) no se recomienda actualmente como
tratamiento de rutina y se considera como un manejo excepcional que requiere evaluación inmunológica estricta.
Por último, es necesario relevar que los pacientes con APLV deben recibir su calendario de inmunizaciones de manera
normal.
• IgE especifica: Examen de sangre que mide la inmunoglobulina E específica a un alimento. Por ejemplo, IgE
específica a huevo, IgE específica a maní, IgE específica a leche, etc.
• Prick test: Mide la reacción inmediata. Con un instrumento ligeramente punzante, se hacen mínimos rasguños en
la piel para colocar diferentes alergenos en gotas sobre el rasguño y ver si la piel del paciente se inflama. El
examen indoloro, el rasguño es mínimo y sin profundidad. Es casi como un rasguño no intencional.
• La Prueba de ORO / Gold standar es Test de provocación oral (TPO)
• Éste es el examen más indicador para APLV y alergia alimentaria. Consiste en administrar el alimento sospechoso
y observar si se presenta una reacción. Se debe hacer solamente bajo la autorización del médico tratante.
En los pacientes IgE mediados o si hay sospecha de riesgo de anafilaxia, por seguridad del paciente se debe
siempre hacer la prueba de alimentos bajo supervisión médica directa en un centro hospitalario.
En los pacientes NO ige mediados, la única forma de diagnosticar la alergia alimentarias es el TPO
Test Faber, ésta es la herramienta más completa en la actualidad, con una muestra de sangre mide 244
sustancias a nivel molecular.
ISAC , con una muestra de sangre mide 122 sustancias. Se realiza con receta médica en el Hospital Clínico de la
Universidad Católica.
Páneles moleculares específicos, con muestra de sangre mide la reacción ante las proteínas de algunos alimentos
de forma individualizada. Por ejemplo, el panel molecular a leche mide la reacciòn las distintas proteínas de la
leche. Estos exámenes están disponibles en los diferentes centros médicos del país.
Para casos de reacciones tardías
• Test de provocación oral (TPO): La única prueba avalada para el diagnóstico de alergia alimentaria tardía es el
TPO.
• Endoscopía y colonoscopía con biopsias: Con una cámara especial flexible muy delgada se ve dentro del intestino
y esófago del paciente. Se ingresa la cámara por la boca para ver el esófago o por el ano para ver el intestino. Se
toman muestras para biopsias y se hace un conteo de eosinófilos.
Normalmente se recibe información completa y orientación antes de este proceso, pero ante cualquier duda,
infórmela abiertamente a su especialista para que acudan tranquilos al procedimiento.
Hasta ahora no hemos tenido reporte de ningún incidente inesperado durante este procedimiento.
Fórmulas del Programa Ministerial - PNAC-APLV Período 2022 - 2023
Las fórmulas que entrega gratuitamente el Minsal para pacientes diagnosticados con alergia a la proteína de leche
de vaca que ingresan al programa PNAC APLV son:
FÓRMULAS EXTENSAMENTE HIDROLIZADAS (FEH): fórmula con hierro en polvo, para lactantes con necesidades
nutricionales especiales, a base de jarabe de glucosa y proteína de suero extensamente hidrolizada.
• VIGENTE HASTA agosto 2023: NEOCATE LCP → No existe en stock otro producto similar.
1) Dieta sin gluten y sin caseína (GFCF): esta dieta implica eliminar el gluten (una proteína que se encuentra en
el trigo, la cebada y el centeno) y la caseína (una proteína que se encuentra en la leche y los productos lácteos)
de la dieta del niño. Algunas personas han encontrado que esto reduce los síntomas del TEA, aunque los
estudios científicos no han encontrado una evidencia sólida para respaldar esta afirmación.
2) Dieta cetogénica: esta dieta implica comer una cantidad muy baja de carbohidratos y una cantidad muy alta
de grasas saludables. Algunas personas han encontrado que esto reduce los síntomas del TEA, aunque los
estudios científicos no han encontrado una evidencia sólida para respaldar esta afirmación.
3) Dieta sin alérgenos: algunas personas han encontrado que eliminar ciertos alimentos de la dieta del niño
(como los que contienen soja, maíz o productos lácteos) reduce los síntomas del TEA. Sin embargo, no hay
evidencia científica sólida que respalde esta afirmación.
2) Ácidos grasos (omega 3): está presente especialmente en aceite de canola, semillas de chía y linaza y sus
aceites, nueces, y semillas de cáñamo.
3) Fibra: mejor regulación del peso corporal y salud gastrointestinal. el consumo de alimentos vegetales en su
forma íntegra, que son naturalmente ricos en fibra, pueden promover una mejor calidad y hábito dietético
general al largo plazo. Sin embargo, cuando hay malnutrición por déficit, en lactantes podría ser apropiado
limitar la ingesta de fibra a un máximo de 0,5 gr/kg/día para aumentar la densidad energética de la dieta
4) Hierro: los vegetarianos pueden obtener hierro de fuentes como frijoles, espinacas y cereales fortificados con
hierro, pero a veces pueden necesitar un suplemento
5) Vitamina B12: no es un componente de los alimentos vegetales, por lo que quienes siguen una alimentación
vegetariana o vegana, están en riesgo de presentar déficit de la misma, y también los hijos de madres
vegetarianas o veganas que no se han suplementado correctamente, su deficiencia puede generar bajo peso
y estatura, retraso del desarrollo, hipotonía, letargia, convulsiones entre otros.
• La suplementación debe iniciarse de manera estricta en estos lactantes junto a la alimentación
complementaria (desde los 6 meses).
7) Calcio: La importancia de una ingesta adecuada de calcio se atribuye principalmente a su rol en la salud ósea,
aunque depende también de otros factores: baja ingesta de sodio y de fósforo, actividad física, niveles
óptimos de vitamina D y vitamina B12, entre otros.
Se recomienda una buena planificación alimentaria para alcanzar cantidades adecuadas de ingesta a través
del consumo diario de alimentos que sean ricos en calcio, priorizando los de alta biodisponibilidad como el
brócoli, repollo, coles, kale; así como el tofu, las bebidas vegetales fortificadas con calcio o fórmulas lácteas
adecuadas para lactantes, y otros alimentos que también son fuente de este mineral, aunque tienen
biodisponibilidad menor, como cereales, legumbres, semillas de sésamo molidas y almendras.
8) Zinc: Los vegetarianos y veganos suelen alcanzar los requerimientos dietéticos mínimos de zinc ya que hasta
el año de vida, la lactancia materna y las fórmulas infantiles son fuente suficiente de este mineral, y a su vez
se encuentra ampliamente en legumbres, pasta integral, germen de trigo, cereales fortificados, frutos secos,
tofu, levadura nutricional y algunas semillas. Sin embargo, su biodisponibilidad está reducida por el contenido
de fitatos y fibra de estos alimentos, por lo que algunos autores proponen aumentar el requerimiento en
vegetarianos y veganos en un 50% y se recomienda incluir los alimentos aportadores de zinc al iniciar la
alimentación complementaria
9) Yodo: Hasta el año de vida, los requerimientos de yodo pueden ser cubiertos a través de la lactancia materna
o de las fórmulas infantiles. Para el resto de la población, incluyendo niños mayores de 2 años y madres
vegetarianas y veganas que están en lactancia, es recomendable que cubran sus requerimientos a través del
consumo de sal yodada, respetando las precauciones para evitar un consumo excesivo de sal. Asimismo, es
recomendable que se incluyan algas en la dieta (cochayuyo, nori, otros), por su aporte de yodo.
Efectos en la salud:
• Sobre peso y crecimiento: El peso promedio de nacimiento de niños nacidos de madres veganas no difiere
significativamente de los niños de madres omnívoras (227,240). El crecimiento de niños, preescolares y
adolescentes veganos se encuentra dentro de rangos normales, excepto en dietas restrictivas como las
macrobióticas, donde el crecimiento se compromete (241). Los niños con alimentación basada en plantas sin
consumo de carne ni lácteos tienden a llegar a la pubertad a edades más tardías que sus pares. Esto significa
que pueden tener un crecimiento más lento en la adolescencia con un estirón puberal posterior
Epilepsia refractaria:
• La dieta cetogénica (rica en grasa y baja en carbohidratos) a menudo se recomienda como una dieta alternativa
para reducir las convulsiones. Puede ayudar a reducir la cantidad de convulsiones que experimenta el niño.
Sin embargo, es importante trabajar con un profesional de la salud para asegurarse de que la dieta se esté
siguiendo de manera segura y efectiva, ya que puede tener efectos secundarios y complicaciones potenciales
Cuidados de Enfermería relacionados al manejo, considerando a la madre y al niño.
• Ante reacciones alérgicas rápidamente progresivas, aunque los síntomas presentes no sean graves, lleve a su
hijo o hija al centro asistencial.
• Si el niño o niña tiene alergia a alimentos y además es asmático/a hable con su médico sobre un plan de acción
de emergencia.
• Si su hijo o hija ha sufrido una anafilaxia debe valorarse la necesidad de una placa o pulsera de alerta médica
sobre su alergia.
• Recuerde: Si los padres, madres o quienes cuidan a niños o niñas alérgicos tiene conocimiento y están preparados
en caso de que ocurra una emergencia alérgica, el riesgo por anafilaxia es muy bajo.
• Guías MINSAL - Alergia a proteína de leche de vaca. (APLV)
Primer nivel
En este nivel nos vamos a centrar en la educación y prevención.
• Lavar todos los utensilios utilizados antes y después de preparar los alimentos.
• No compre alimentos descompuestos o con fecha de caducidad vencida.
• Compre alimentos debidamente etiquetados.
• Consuma alimentos recién preparados y de preferencia en casa.
• Si come en la calle asegúrese de que el lugar cumpla con las medidas higiénicas necesarias.
• No almacene alimentos en el refrigerador sin taparlos.
• Tire la basura diariamente.
• Recaliente alimentos ya preparados, hágalo hasta su ebullición.
• Evite el contacto entre alimentos crudos y cocinados.
• Después de tocar cualquier alimento crudo, lávese las manos.
Segundo nivel
• Asegurar permeabilidad de la vía aérea.
• Posición semifowler.
• Evaluar piel, mucosas, signos de pliegue.
• Rehidratar.
• Administrar medicación según prescripción médica.
• Realizar balance hídrico.
• Anotar número y consistencia de las deposiciones.
• Valorar cantidad y características de los vómitos.
• Anotar peso del paciente para valorar pérdidas producidas por diarreas.
• Observar tolerancia a los alimentos.
• Vigilar estado de hidratación del paciente.
• Tomar muestras para exámenes de laboratorio.
• Apoyo emocional al paciente y familiares.
• Explicar todas las acciones que se van a ejecutar sobre el paciente.
Tercer nivel
• Realizar el seguimiento adecuado en personas que han tenido alguna complicación.
• Educar y concienciar a la persona que ha tenido la intoxicación que tenga una adecuada higiene de los
alimentos.
• Hacerle ver de la importancia de la higiene y manipulación de los alimentos.
Bibliografía:
• https://www.minsal.cl/portal/url/item/dd7c4cf4c183c58de040010165016b2a.pdf
• https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2019-10/nuevos-trastornos-digestivos-y-su-relacion-con-
intolerancias-alimentarias-y-dietas-de-restriccion-en-pediatria/
• http://creciendoconalergias.cl/beneficios-estatales
• https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2020-05/alergia-gastrointestinal-no-mediada-por-ige-en-pediatria/
• https://www.minsal.cl/pnac-informacion-relevante/
• https://kidshealth.org/es/parents/allergy-intolerance.html
• https://www.minsal.cl/wp-content/uploads/2021/11/Gui%CC%81a-de-Alimentacio%CC%81n-nin%CC%83a-y-
nin%CC%83o-menor-de-2-an%CC%83os-y-Guia-alimentacio%CC%81n-adolescencia-ed-2023-consulta-
pu%CC%81blica-febrero-marzo-2023.pdf
• https://www.guiainfantil.com/articulos/alimentacion/trastornos/alimentacion-ideal-para-ninos-con-epilepsia/