El Nos Dio Historias PDF
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PREFACIO
Primero, este libro no es un estudio académico. Algunos de los mejores libros acerca
de la interpretación bíblica son demasiado técnicos como para ser usados ampliamente. La
audiencia a la que me dirijo son los laicos motivados, y principiantes en estudios teológicos.
He asumido que los lectores tienen muy poco conocimiento del Antiguo Testamento, la
teología y la interpretación. También he evitado muchas complejidades por el bien de los
lectores inexpertos. En su mayoría, los asuntos técnicos son tratados en las notas al margen.
Segundo, este libro trata específicamente con las narraciones del Antiguo
Testamento. Muchas guías para entender las Escrituras consideran toda la Biblia en
términos generales y descuidan el reto singular que presentan las historias del Antiguo
Testamento. Muchas de las perspectivas de este libro tienen implicaciones para toda
interpretación bíblica, pero me he concentrado en las características especiales de las
historias del Antiguo Testamento.
Tercero, este libro está cimentado en la teología protestante ortodoxa. Hasta donde
tengo entendido, los puntos de vista presentados en este estudio son totalmente consistentes
con las creencias teológicas evangélicas. Además, las formulaciones doctrinales de la
tradición protestante con frecuencia guían la discusión. En años recientes ha aumentado mi
preocupación de que los eruditos evangélicos a menudo dejan de integrar la Teología
Sistemática tradicional con sus investigaciones bíblicas. En reacción a esta tendencia, a
ii
Cuarto, este libro trata del uso práctico de las narraciones del Antiguo Testamento
en la iglesia. Los líderes eclesiásticos tienen la responsabilidad de enseñar todo el consejo
de Dios. Desafortunadamente, raras veces tienen la preparación para analizar, explicar y
aplicar las narraciones del Antiguo Testamento a la iglesia. A fin de satisfacer esta
necesidad, este libro propone guías prácticas para preparar, investigar y aplicar las historias
del Antiguo Testamento al mundo moderno.
Este estudio es poco más que una introducción a la interpretación del Antiguo
Testamento. Incontables asuntos son dejados para que el lector estudie por su cuenta. Los
capítulos siguientes representan el resultado de mi propia lucha con la interpretación del
Antiguo Testamento. Esta lucha ha sido una búsqueda académica extenuante en la década
pasada. Pero más que eso, ha sido una búsqueda espiritual desde que conocí la misericordia
de Dios en Cristo y me percaté de que Él nos dio historias.
Orlando, Florida
31 de diciembre de 1989
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INTRODUCCIÓN
PREPARACIÓN APLICACIÓN
INVESTIGACIÓN
Escritor
Inspiración orgánica
Documento
Lenguaje convencional
Audiencia
Acomodación a las
necesidades
Muchas cosas tuvieron que hacerse para que la excavación fuera un éxito. El equipo
se preparó bien de antemano para la excavación y planeó todo hasta el último detalle. Pero
el trabajo duro apenas había comenzado. La cuadrilla trabajó por semanas bajo el sol
caliente, excavando a través de lodo y arena, teniendo cuidado de no pasar por alto el objeto
más pequeño. La excavación en sí misma fue ardua, pero traer a casa los artefactos resultó
ser igualmente difícil. Oficiales gubernamentales tuvieron que inspeccionar todos los
empaques, y las compañías de envío no eran muy confiables.
Una lección fue clara para todos nosotros, los aspirantes a arqueólogos: para tener
una excavación exitosa, debes prepararte cuidadosamente, trabajar arduamente en el
yacimiento de excavación, y traer tus descubrimientos de vuelta a casa. Si descuidas alguno
de estos pasos, el proyecto no estará completo.
En este libro vamos a excavar en los textos de las narraciones del Antiguo
Testamento. Vamos a hacer preparativos para nuestro trabajo, investigaremos el mundo del
Antiguo Testamento, y aplicaremos nuestros descubrimientos a la vida moderna. Si
descuidamos alguno de estos pasos, nuestro trabajo con las narraciones del Antiguo
Testamento no llegará a completarse.
Preparación
Al prepararnos para leer las historias del Antiguo Testamento, debemos darnos
cuenta de que tanto las herramientas como la energía son necesarias para interpretar estos
textos. A menos que tengamos la energía, todas nuestras herramientas son inútiles. De la
misma manera, la energía es de poca utilidad sin herramientas.
Comúnmente, los laicos hacen énfasis en el ministerio del Espíritu Santo y descuidan
el estudio cuidadoso. A menudo ellos apelan a las palabras de Pablo: «Nadie conoció las
cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Corintios 2:11). Puesto que el Espíritu es nuestro
Maestro, estos creyentes se preparan a sí mismos buscando únicamente la dirección
espiritual.
Recuerdo una ocasión en la que hablé con un amigo que había dado una lección de
la historia de la escalera de Jacob (Génesis 28:10-22). La mayoría de sus comentarios eran
útiles, pero en un momento dado dijo que la escalera de Jacob representaba «la manera en
que nosotros llegamos a Dios a través de nuestra diligencia». Momentos después le sugerí
que una lectura más cuidadosa no le hubiera dirigido a esa conclusión. «La escalera era un
símbolo de la gracia de Dios», le comenté. «Los ángeles, y no Jacob, iban y venían por la
escalera». La diferencia me parecía obvia, así que me sorprendió mucho su desacuerdo.
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«No», él insistió. «El Espíritu Santo me dijo que esto es lo que significa, y eso es
suficiente para mí». Ninguna discusión u observación exegética hubiera podido moverlo
de su posición. Él había rechazado el estudio cuidadoso por lo que él pensaba que era
iluminación espiritual.
No todos llegan hasta este extremo, pero muchos laicos ven muy poca necesidad de
un estudio académico de la Biblia. «La comprensión de la Escritura es un asunto espiritual»,
ellos dicen. «Si dependemos del Espíritu, no necesitamos estudio formal». ¿Qué causa que
los cristianos tengan esta perspectiva? ¿Por qué dan la espalda a la preparación rigurosa
para la interpretación? En gran parte esta tendencia se debe a un entendimiento equivocado
de la obra del Espíritu con respecto a la inspiración y la iluminación.
complació formar porciones del mensaje bíblico de tal manera que nos inciten a la
investigación rigurosa.
En una palabra: el Espíritu ilumina nuestras mentes para que podamos aprender y
apropiarnos de la Escritura (Romanos 8:14-17; 1 Corintios 2:10-16; 1 Tesalonicenses 1:5;
2:13; 1 Juan 2:27; 5:7-9). Sin su iluminación nuestros esfuerzos interpretativos son vanos.
En resumen, debemos depender del Espíritu, quien inspiró las narraciones del
Antiguo Testamento y quien ilumina nuestras mentes. Pero, de todas maneras, la
inspiración e iluminación del Espíritu aún requieren extenso esfuerzo humano en la
interpretación.
Mientras los laicos a menudo rechazan el estudio serio, los eruditos bíblicos tienden
a cifrar sus esperanzas primariamente en el esfuerzo humano. Muchos de ellos basan su
punto de vista en las palabras de Pablo a Timoteo: «Procura con diligencia presentarte a
Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de
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Esta perspectiva es también evidente entre los eruditos evangélicos, quienes dan un
lugar al ministerio personal del Espíritu en su Teología, pero que raras veces aplican
consistentemente estas convicciones a la interpretación. El grado de este rechazo es
ilustrado por la escasez de escritos sobre el Espíritu Santo en la hermenéutica. En ocasiones,
las obras antiguas se enfocan un poco en el Espíritu, pero la mayoría de los estudios
evangélicos modernos dicen muy poco de Él. Hasta donde conozco, el trabajo más reciente
de tamaño substancial referente a esta materia fue escrito hace trescientos años por John
Owen (1616-1683).
¿Por qué rechazamos al Espíritu de esta manera? A menudo los esfuerzos humanos
son enfatizados en exceso porque asumimos que el Espíritu siempre nos enseña a través del
estudio riguroso. A. Thiselton refleja esta convicción cuando concluye: «Puede decirse que
el Espíritu Santo obra a través del entendimiento humano, y no usualmente, si es que alguna
vez, a través de procesos que se desvían de las consideraciones discutidas bajo el
encabezado de la hermenéutica (…)» Este punto de vista es verdadero hasta cierta medida,
pero pone demasiada importancia en una de las maneras en las que el Espíritu enseña a su
pueblo.
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Usualmente, el Espíritu Santo obra a través del estudio humano, así que debemos
apoyarnos en gran medida en nuestros esfuerzos. Pero el Espíritu también obra sin, más
allá y en contra de nuestros esfuerzos interpretativos.
Más allá. El entendimiento también va más allá de los esfuerzos humanos. Los
pastores experimentan esta obra del Espíritu en sus ministerios tan ocupados. A menudo se
ven presionados por el tiempo e imposibilitados de estudiar tanto como desearían. En
ocasiones, sin embargo, sus sermones escasamente preparados tienen más profundidad que
aquellos bien preparados. ¿Por qué? Sus esfuerzos insuficientes son remplazados por la
obra del Espíritu. Esta bendición no debe ser usada como una excusa para descuidar el
estudio, pero es reconfortante saber que el Espíritu nos da entendimiento más allá de lo que
obtenemos a través nuestra investigación personal.
Investigación
Investigación histórico-gramatical
«¡Mira este anuncio!», llamé a mi esposa. «Es justamente lo que habíamos estado
buscando y está en oferta mañana». Mi esposa con ahínco tomó el periódico para verlo ella
misma. «Y también está a un buen precio», agregó. Pero su sonrisa rápidamente se disipó.
«No podemos comprarlo», dijo al mismo tiempo en que apuntaba hacia la parte superior de
la página. «¡Este periódico es de la semana pasada!».
Para entender cualquier material escrito, tenemos que mirar las palabras en la página,
pero también debemos considerar la época en que fueron escritas las palabras. Estamos
tratando no sólo con gramática, sino también con historia. Desafortunadamente, los
evangélicos a menudo olvidan aplicar este principio al leer las historias del Antiguo
Testamento. Leemos estos textos como si nos cayeran del cielo directamente a nuestras
manos. ¿Qué diferencia hace para la mayoría de nosotros el que Moisés haya escrito el
Génesis? ¿Nos importa acaso que el libro de Reyes haya sido compilado después de la
división del Reino? ¿Qué importancia tiene que el libro de Reyes se haya escrito durante el
exilio; y Crónicas, después de él? A menudo, ni siquiera conocemos estos hechos y mucho
menos los incorporamos en nuestras interpretaciones. «Después de todo», decimos,
«estamos interesados en lo que estas historias significan para nosotros en la actualidad y no
en lo que significaron para la gente hace mucho tiempo».
diferencias o la distancia entre un autor y sus lectores puedan ser eliminadas. Esta nos
enseña que esto sólo puede llegar a realizarse cuando el lector se transporta a sí mismo a la
época y al espíritu del autor.
El carácter convencional del lenguaje bíblico. ¿Qué es lo que permite que dos
personas puedan comunicarse para entenderse mutuamente? En gran parte, la
comunicación exitosa depende de compartir ciertos convencionalismos: ciertos símbolos,
gestos y expresiones que tengan un significado específico. Si no estamos de acuerdo hasta
cierto punto en cuanto al significado de estas señales, sencillamente no podemos
comunicarnos.
La inspiración orgánica a través de los escritores bíblicos. Pero, ¿no fue la Biblia
inspirada por Dios y, por lo tanto, está libre de estas influencias culturales? Esta pregunta
nos lleva a la segunda razón por la que debemos dar atención al mundo antiguo de la Biblia:
la doctrina de la inspiración orgánica, que dice que Dios obró a través de la personalidad e
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Estos libros [de la Escritura] no fueron producidos súbitamente, por medio de algún acto
milagroso, traídos ya listos desde el cielo; sino como todos los otros productos del tiempo,
son el resultado final de muchos procesos que colaboraron a través de largos períodos (…)
Hay que considerar la preparación de los hombres para escribir: una preparación física,
intelectual, espiritual; la que debió acompañarles a través de toda su vida, y ciertamente,
debió haber iniciado con sus antepasados; y el efecto de la cual fue traer a los hombres
correctos a los lugares correctos en las épocas correctas, con las correctas características,
impulsos, costumbres, para escribir justamente los libros para los cuales ellos habían sido
diseñados.
Como Warfield señala, Dios ordenó cada detalle de la historia, de tal modo que las
Escrituras pudieran venir a través de los autores humanos que habían sido perfectamente
diseñados para escribirlas. De esta manera, sus personalidades, perspectivas e intenciones
no fueron evadidas, sino que fueron utilizadas por el Espíritu Santo para formar el texto
bíblico.
doctrina enseña que Dios se reveló a sí mismo hablando a Su pueblo de maneras que ellos
pudieran entender. La forma de muchos de los textos del Antiguo Testamento ilustra la
acomodación. El libro de Deuteronomio, por ejemplo, se asemeja a los tratados del Antiguo
Cercano Oriente que eran bien conocidos por la gente de aquellos días. Si Dios hubiera
dado a Israel esta revelación en la forma de un contrato comercial moderno o en un disco
de computadora, ésta no hubiera revelado nada; hubiera sido irrelevante.
Algunos libros del Antiguo Testamento se enfocaron más que otros en audiencias
específicas. Reyes fue escrito para una situación original específica, y nosotros debemos
reconocer esta acomodación si es que queremos entender este libro. Sin embargo, el libro
de Job, que trata del perpetuo asunto del mal y el sufrimiento, parece estar dirigido para
una audiencia más general.
Aplicación
El desafío de la aplicación
Cuando era niño, estaba fascinado con La máquina del tiempo de H. G. Wells.
¿Cómo sería viajar en el tiempo hacia el pasado? ¿Cuán diferentes serían las cosas? A la
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par de esta fascinación tenía un constante temor. ¿Qué pasaría si no pudiera regresar a mi
propia época? ¿Me gustaría quedarme el resto de mi vida atrapado en el pasado?
De muchas maneras, estas son preguntas que debemos formularnos cuando estamos
interpretando narraciones del Antiguo Testamento. Puede ser fascinante ir al tiempo del
mundo antiguo de estas historias; pero ¿de qué nos es provechoso, si no regresamos a
nuestra propia época? Debemos proponernos regresar al mundo moderno y aplicar lo que
hayamos aprendido.
A simple vista nos parecería que los evangélicos se enfocan mucho en la aplicación
de la Escritura. Esto es cierto a un nivel informal. Pero los estudios hermenéuticos formales
han estado tan ocupados con el mundo antiguo que dan muy poca atención a la relevancia
de las narraciones del Antiguo Testamento. Algunos intérpretes han mostrado un mínimo
interés en la aplicación; pero la aplicación difícilmente ha ocupado un lugar prominente en
la historia de las discusiones académicas.
En las décadas recientes, los intérpretes evangélicos han desafiado esta orientación
de la hermenéutica académica. Dado desafío ha surgido, principalmente, de las perspectivas
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hermenéuticas recientes que hacen énfasis en las interconexiones vitales que existen entre
los textos antiguos y los lectores modernos.
Dicha perspectiva ha sido enfatizada con mayor éxito por Hans-Georg Gadamer,
quien siguió de cerca la dirección de Martin Heidegger (1889-1976). Aunque debemos
tener reservas hacia muchos de sus puntos de vista, Gadamer señaló que el entendimiento
de un texto es siempre el encuentro de dos mundos: el mundo antiguo del pasaje y el mundo
contemporáneo del lector. Puesto que la interpretación siempre incluye una interacción
entre el presente y el pasado, ninguno de los dos mundos puede ser relegado sin sesgar, y
aun perder, el entendimiento apropiado del pasaje.
En respuesta a este desafío, los evangélicos han empezado a ver con mayor claridad
que debemos dar atención no sólo al significado original de la Biblia, sino también a la
aplicación al mundo moderno. Varios trabajos evangélicos recientes apuntan en esta
dirección. Entre otros, E. A. Nida, A. B. Mickelsen, H. A. Virkler, y W. Kaiser han
dedicado mucho más espacio al tema de la aplicación que trabajos de mayor antigüedad.
Thiselton también refleja este cambio al resumir el propósito de la hermenéutica. Él dice:
«El propósito de la hermenéutica bíblica es obtener un enlace activo y significativo entre
el intérprete y el texto, de tal manera que el horizonte personal del intérprete sea reformado
y agrandado». En pocas palabras: la dirección contemporánea en la hermenéutica no sólo
lleva al lector al mundo de la Biblia, sino también trae la Biblia al mundo del lector. No
leemos las historias bíblicas meramente para conocer al escritor, al documento y a la
audiencia original; también pretendemos reformar el mundo moderno a la luz de la
Escritura.
literarias de estas historias frecuentemente son extrañas para nosotros. El libro de Ester es
como una novela corta. Pero libros como Samuel y Reyes parecen tener poca coherencia
de acuerdo con los criterios modernos. Además, muchas narraciones del Antiguo
Testamento ofenden nuestras susceptibilidades modernas. ¿Quién, al menos, no titubea
cuando Salomón se deshace de la corte real de sus oponentes políticos? (1 Reyes 2:13-46).
La mayoría de nosotros encuentra difícil de aceptar que Dios mandó la ejecución de niños
y mujeres inocentes (Josué 6:17-24; 8:24-26). Al ver más de cerca muchas de las historias
del Antiguo Testamento, nos sentimos como extranjeros en un país desconocido.
A pesar de estas dificultades, debemos afirmar que las historias del Antiguo
Testamento son relevantes para la Iglesia de hoy. La revelación de Dios fue diseñada para
ser transmitida de generación en generación. Así como Dios le dijo a Abraham acerca de
la destrucción de Sodoma: «Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de
sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová
sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él» (Gen. 18:19; énfasis añadido). En los días
del Antiguo Testamento Dios no se reveló a sí mismo meramente para los primeros oyentes.
El dio Su Palabra para ser declarada a las generaciones futuras. Como leemos en
Deuteronomio 29:29: «Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas
las palabras de esta ley» (énfasis añadido). Desde el punto de vista bíblico, la revelación
tiene importancia multigeneracional.
informó a Timoteo que las Escrituras del Antiguo Testamento eran para todo creyente:
«Todo la Escritura (…) es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia» (2 Timoteo 3:16). Él también dijo a los cristianos de Roma: «Porque todas las
cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la
paciencia y la consolación de las Escrituras tengamos esperanza» (Romanos 15:4). Tratar
al Antiguo Testamento como si fuera únicamente una reliquia del pasado sin ninguna
importancia para nuestros días, contradice el trato que la misma Biblia le da al Antiguo
Testamento. Debemos esforzarnos por conocer cómo estos textos se relacionan con el
mundo moderno.
Al interpretar las historias del Antiguo Testamento, debemos recordar siempre que
no estamos escuchando textos dichos directamente a nosotros; estamos alcanzando a oír
historias que fueron contadas primero a otras personas. Este hecho crea una tensión,
llevándonos hacia adelante y hacia atrás entre la relevancia y la distancia de estas historias.
Esta tensión se puede encontrar en las palabras de Pablo en 1 Corintios 10:1-10. En los
primeros versículos de este capítulo, Pablo se refiere a varios episodios ocurridos en el
deambular por el desierto que se encuentran registrados en Éxodo y Números: la
murmuración de Israel en Meriba, sus prácticas sincretistas, la inmoralidad sexual y la plaga
de las serpientes. Después de relatar estos eventos, él agrega: «Y estas cosas les
acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han
alcanzado los fines de los siglos» (1 Corintios 10:11). El comentario de Pablo ilustra la
tensión al aplicar las historias del Antiguo Testamento. Su argumento era que estas historias
eran aplicables a los corintios, pero de una manera indirecta. Pablo afirmó en términos
claros que las historias del Antiguo Testamento eran relevantes para los corintios. «Estas
cosas fueron escritas para nosotros», el insistía. Difícilmente hubiera podido escribir el
asunto con mayor fuerza. Las historias de tragedia en el desierto tenían un mensaje
pertinente para los lectores cristianos que vivían más de mil años después de los
acontecimientos.
Aun así, Pablo aclaró la aplicación de estos textos al referirse a la situación de los
corintios. Estas historias no eran solamente «para nosotros». Él agregó el calificativo «a
quienes han alcanzado los fines de los siglos» (énfasis añadido). Con estas palabras Pablo
reconoció que los corintios no vivían en los días del Antiguo Testamento. Ellos vivían
después de la muerte y resurrección de Cristo. Los corintios estaban en un lugar diferente
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en la historia de la redención. A pesar de que estas historias eran aplicables, los corintios
debían leerlas no como si fueran los oyentes originales, sino como cristianos viviendo en
la era escatológica. Desde la perspectiva de Pablo, debemos tener presentes tanto la
relevancia como la distancia de las historias del Antiguo Testamento.
Pero muchas veces la tensión es inevitable. Las complejidades para aplicar las
historias del Antiguo Testamento llegan a ser más pronunciadas cuando vamos más allá del
nivel básico. Por ejemplo, ¿de qué manera vamos a aplicar a la vida cristiana moderna un
libro como Reyes, que fue escrito para que los exiliados mantuvieran la esperanza del
retorno, mientras que muchos de nosotros nunca hemos estado exiliados? ¿Cómo tomamos
el libro de Deuteronomio, que fue escrito para los israelitas a punto de comenzar la guerra
de conquista de Canaán, y lo aplicamos a cristianos involucrados en la política internacional
moderna? ¿Cómo nos debemos apropiar de la celebración de Israel en el Mar Rojo cuando
nuestra «lucha no es contra carne ni sangre» (Efesios 6:12)? Incluso teniendo la certeza de
que entendemos el significado original, es difícil generalizar ese significado a nuestro
mundo. Sabemos que estas historias tienen algo que enseñarnos; pero también sabemos,
con la misma claridad, que vivimos en un mundo diferente.
Conclusión
Empezamos este capítulo diciendo que la interpretación de las narraciones del Antiguo
Testamento es como trabajar en una excavación arqueológica. Nos preparamos, trabajamos
en el yacimiento arqueológico, y traemos nuestros descubrimientos a casa. Siguiendo esta
analogía, procederemos en nuestro estudio de las narraciones del Antiguo Testamento en
tres partes generales. En los capítulos del 1 al 4, exploraremos cómo el Espíritu nos prepara
para leer las narraciones del Antiguo Testamento. En los capítulos del 5 al 12,
aprenderemos cómo investigar las historias del Antiguo Testamento en su contexto
original. Finalmente, en los capítulos del 13 al 16, encontraremos maneras para aplicar las
narraciones del Antiguo Testamento a la vida moderna. A medida que vayamos
examinando cada área en detalle, iremos progresando en nuestro entendimiento de las
historias del Antiguo Testamento.
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
1. Examine dos libros de exégesis bíblica. Enliste los elementos que ellos consideran
en la preparación hermenéutica. ¿Está usted de acuerdo con ellos? ¿Cómo podría
expandirse la lista? ¿Por qué?
2. Escriba rápidamente 10 puntos importantes que usted piense se deben estudiar en la
interpretación de la historia de la Torre de Babel (Génesis 11:1-9). Revise su lista y
clasifique los puntos en los siguientes encabezados: Mundo Antiguo y Mundo
Moderno. ¿Qué clasificación tiende usted a enfatizar? ¿Por qué? ¿Cómo podría
balancear sus preguntas con más equilibrio entre el mundo antiguo y el mundo
moderno?
3. Eche un vistazo a tres comentarios de Génesis 12:10-20 y responda las siguientes
preguntas: ¿Están los comentarios interesados primariamente en el mundo antiguo
o en el mundo moderno? ¿Cómo los intereses centrales del intérprete determinan el
tipo de descubrimientos que se harán en el pasaje? ¿Qué clase de preguntas usted
añadiría para ampliar el panorama de la interpretación?
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PARTE I
PREPARÁNDONOS PARA
LAS NARRACIONES
SINOPSIS
CAPÍTULO UNO
ORIENTACIÓN PARA LA PREPARACIÓN
Para ser franco, sí esperaba que él fuera el único que hablara. Me gustaba sentarme
en el fondo del aula y tomar notas. Se suponía que las clases eran monólogos del profesor,
no diálogos profesor-alumno. Pero ahora estaba en un verdadero lío; ¡tenía que ser el que
hablara al día siguiente!
Cuando vas a clase, es importante saber quién va a hablar. Esto hace mucha
diferencia en cómo te preparas. Si el maestro va a dar una conferencia, tú vienes a escuchar;
si vas a dirigir la clase, te preparas para hablar. Si vas a estar en un diálogo, es mejor que
estés preparado para hablar y escuchar.
Cuando nos preparamos para interpretar, enfrentamos las mismas cuestiones. ¿Es la
lectura de historias del Antiguo Testamento como una presentación escolar en la que
estamos encargados de todo el discurso? ¿Es como una conferencia en la que simplemente
escuchamos el texto? ¿O es más como una discusión en el aula donde tanto nosotros como
las Escrituras hacemos contribuciones al resultado final? Nuestras respuestas a estas
preguntas afectarán nuestra preparación para leer las historias del Antiguo Testamento.
En los últimos años se han adoptado los tres puntos de vista. Algunos intérpretes
enfatizan la contribución del lector; otros hacen hincapié en el texto; otros tratan de dar un
énfasis más equilibrado. Hablaremos, entonces, de estos acercamientos.
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El modelo subjetivo
«La belleza está en el ojo del espectador». Tal vez sí, pero lo que es hermoso para
una persona puede que sea simple, incluso feo, para otra. Un modelo hermenéutico popular
sigue un lema similar: «El significado está en el ojo del espectador». De acuerdo con este
punto de vista, la comprensión de las historias del Antiguo Testamento es en gran medida
subjetiva: el propio punto de vista y la experiencia de vida del intérprete determinan el
significado de la Escritura.
A menudo los cristianos leen historias del Antiguo Testamento como si fueran botes
vacíos a la espera de ser llenados de significado. Simplemente vertemos nuestras
convicciones teológicas. Nos encogemos de hombros y admitimos que estos textos pueden
significar casi cualquier cosa que queramos que signifiquen.
Antecedentes filosóficos
oraciones. Incluso entiendes algo de los patrones de pensamiento que estoy experimentando
mientras escribo. Como lector, categorizas lo que ves en ciertas reglas lingüísticas que has
adoptado. Es más, su entendimiento de esta página difiere de la de un niño preescolar o de
un adulto iletrado. Sus categorías mentales son diferentes, por lo que su conocimiento de
la página es diferente.
este punto de vista, el significado reside menos en el escritor o el documento antiguo (como
en los métodos histórico-gramaticales) y más en los procesos de comprensión del lector.
Extremos en el subjetivismo
Énfasis descriptivo
Muchos intérpretes que tienden hacia el subjetivismo piensan en las reglas para la
interpretación de la misma manera. En lo que a ellos respecta, los métodos exegéticos son
fundamentalmente convencionales. Un grupo sigue un estándar y otro grupo sigue otro.
Los occidentales interpretan de una manera, los orientales de otra; los poderosos siguen un
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conjunto de reglas, los oprimidos otro; los hombres leen la Biblia con ciertas perspectivas,
las mujeres con otras. Al final no hay forma de decidir qué enfoque es mejor que otro.
Sin embargo, no debemos conformarnos meramente con saber lo que sucede cuando
interpretamos las Escrituras; también tenemos que aprender cómo deberíamos interpretar
las Escrituras. Esta necesidad de preparación prescriptiva nos lleva a un segundo modelo
hermenéutico importante.
El modelo objetivo
«Dejemos que los hechos hablen por sí solos». Estas palabras nos instan a hacer
juicios sobre la base de hechos objetivos, en lugar de opiniones subjetivas. Como el
Sargento Friday solía decir: «Sólo los hechos, señora. Sólo los hechos».
Trasfondo filosófico
Al igual que Kant, Reid reconoció que entendemos el mundo a través de una
cuadrícula conceptual. Sin embargo, afirmó que Dios había constituido la mente humana
de una manera que corresponde al mundo objetivo. Al usar nuestros sentidos y capacidades
racionales cuidadosamente, conocemos el mundo real. En lo que respecta a Reid, las
cuestiones filosóficas planteadas contra estas suposiciones simplemente estaban negando
los principios primeros y universales del sentido común.
La mayoría de nosotros reconocemos al menos un elemento de verdad en estas
tradiciones filosóficas. Usualmente confiamos en que nuestros sentidos nos dan
conocimiento confiable. Creemos que nuestra capacidad de razonar nos llevará a través del
día. En general, pensamos que hemos experimentado y entendido el mundo objetivo y real.
La mayor parte de los intérpretes de la Biblia en el mundo de habla inglesa han
aplicado este tipo de pensamiento a la hermenéutica bíblica, modelando sus
interpretaciones sobre el objetivismo científico-racional. Eliminamos conceptos erróneos y
aplicamos procedimientos científicos, para poder ver las Escrituras tal como son. De
izquierda a derecha en el espectro teológico, los intérpretes asumen que los métodos
adecuados pueden desvelar el significado de un texto.
Esta tendencia hacia el objetivismo ha influido especialmente en la hermenéutica
evangélica. En obras más antiguas, un objetivismo genérico prevalece con poca
autoconciencia aparente. Esta búsqueda de objetividad a través del método histórico-
gramatical provocó «una especie de enfoque de “tabla rasa” a la exégesis».
La misma tendencia continúa hoy en día. Estudios recientes sobre el papel de las
ideas preconcebidas en la hermenéutica han creado una mayor sensibilidad al elemento
subjetivo. Ningún intérprete responsable piensa que todo vestigio de subjetividad puede ser
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eliminado. Sin embargo, los evangélicos a menudo hablan sólo lo justo de este lado de la
interpretación, enfatizando principalmente al texto objetivo como el lugar de significado.
Énfasis prescriptivo
Las reglas exegéticas son valiosas en la preparación para leer las narraciones del
Antiguo Testamento. Cometemos muchos errores que una buena metodología puede
corregir. Pero centrarse en las reglas hermenéuticas sin considerar cuidadosamente los
procesos reales de interpretación puede ser engañoso.
El modelo Autoridad-Diálogo
Diálogos con autoridades contienen al menos dos elementos comunes. Por una parte,
venimos con nuestras propias expectativas y preguntas que nos preparan para un diálogo
significativo. Por otro lado, venimos completamente anhelando entendimiento más allá de
nuestras propias ideas.
Una vez, cuando estaba tratando de encontrar mi camino a una pequeña ciudad en la
zona rural de Mississippi, no doblé cuando debía y no pude encontrar mi camino de regreso.
Después de algún tiempo me encontré con una estación de servicio. «¡Sabrán dónde está!»,
pensé. Me detuve y entré. «¿Puede decirme cómo llegar a Duck Hill?», pregunté. El
asistente me dio instrucciones. «A ver si entendí», respondí. «¿Cuán lejos tengo que ir?
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es un diálogo, pero es un diálogo con una autoridad absoluta. Será de ayuda ver en detalle
ambos contrastes (ver figura 4).
Peligros en el objetivismo
Una vez visité un estudio bíblico interdenominacional dirigido por un joven que
profesó: «No confesión sino la Biblia; no credo, sino Cristo». Se enorgulleció del hecho de
nunca haber usado un comentario. «Recibo mensajes directamente de la Biblia», dijo.
Seguro de su propio objetivismo, continuó explicando lo que él sentía que era el verdadero
significado del pasaje. Según él, simplemente estábamos escuchando las Escrituras.
Hacia el final del estudio, sin embargo, una joven de diferente trasfondo eclesiástico
interrumpió: «¡No está enseñando la Biblia! ¡Está enseñando sus puntos de vista
denominacionales!» Luego procedió a decirle al grupo lo que el texto realmente
significaba. Mientras discutían de un lado a otro, estaba claro que ninguno de los dos era
objetivo en lo absoluto. ¡Ambos leían el pasaje a la luz de su teología denominacional!
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cada vez más. En el futuro veremos incluso mayor distancia entre la hermenéutica
evangélica y el objetivismo.
Peligros en el subjetivismo
Como hemos visto, los intérpretes que enfatizan el lado subjetivo de la hermenéutica
rehúyen de prescribir reglas para la interpretación. Ellos desconfían del énfasis tradicional
en las reglas, que da la presión de que es posible dejar de lado los prejuicios. Pero el modelo
autoridad-diálogo se opone a esta perspectiva. Aunque los métodos exegéticos siempre
están influenciados por nuestros antecedentes, no somos libres de abordar las narraciones
del Antiguo Testamento de la manera que queramos. Dado que estos textos son nuestra
autoridad, debemos utilizar métodos interpretativos que permitan que los textos nos
comuniquen su mensaje.
Una vez más, la cuestión de la autoridad es central. En muchos círculos donde rige
el subjetivismo, la Escritura y los lectores son considerados iguales. Por lo tanto,
encontramos pocas razones para someter nuestros métodos interpretativos al texto. Los
intérpretes tienen todo el derecho de hacer que las narraciones del Antiguo Testamento
jueguen según sus reglas.
En contraste, los evangélicos ven a los lectores como subordinados a las historias
del Antiguo Testamento, afirmando la responsabilidad de interpretar en conformidad con
los fenómenos de estos textos. Algunos métodos son ciertamente mejores que otros. De
hecho, algunos procedimientos exegéticos no están en armonía con las narraciones del
Antiguo Testamento. Hay una «ética» definida en la hermenéutica evangélica. No hemos
venido a hacer que las historias del Antiguo Testamento bailen al ritmo de nuestra música;
hemos venido a bailar al ritmo de su melodía.
Sin embargo, una vez que vamos más allá de estas consideraciones básicas, queda
claro que nuestras técnicas exegéticas necesitan seguir el marco del modelo autoridad-
diálogo. Comenzamos con las suposiciones metodológicas de nuestros trasfondos, y las
modificamos a medida que interactuamos con las Escrituras.
De manera similar, los métodos para interpretar las historias del Antiguo Testamento
evolucionan a través de la interacción con estos textos. Como lo expuso Riceour, «las
pautas metodológicas para la explicación (Erklärung) son útiles cuando recordamos que
son parte del proceso de comprensión (Verstehen)». Todos los intentos de establecer y
mejorar los procedimientos hermenéuticos son parte de nuestro diálogo continuo con las
historias del Antiguo Testamento. Las reglas interpretativas no son artículos objetivos y
fijos. Por el contrario, están sujetas a mejoras a medida que mejora nuestra conciencia de
los textos.
40
Progreso Hermenéutico
Pero ¿no nos deja el modelo autoridad-diálogo en un círculo vicioso? ¿Qué garantías
tenemos de que podemos progresar en nuestro entendimiento cuando desarrollamos
métodos y conclusiones en el contexto de diálogo?
¿Qué genera esta espiral progresiva hacia una mejor comprensión? Como vimos en
el capítulo anterior, el progreso hermenéutico descansa en última instancia en las manos
del Espíritu Santo. Sólo Su iluminación puede movernos hacia la verdad. Pero estudios
recientes han señalado que el Espíritu usa muchos recursos diferentes para ayudarnos en
este proceso.
En línea con estos intereses modernos, los evangélicos deben darse cuenta de que
la interpretación del Antiguo Testamento está influenciada por casi todas las disciplinas
que van desde las ciencias físicas hasta las humanidades. La lingüística, la literatura,
filosofía, psicología, sociología, antropología, arqueología -por nombrar sólo algunos
campos más prominentes- abren camino al progreso en la interpretación.
41
Por el contrario, «la Escritura interpreta la Escritura» tiene que ver con la noción de
la interpretación infalible. En contra de la tradición de la iglesia y los juicios privados, los
reformadores insistieron en que la única guía incuestionable para la interpretación es la
Biblia misma. Los círculos evangélicos continúan reconociendo este principio básico. La
Biblia es su mejor intérprete, y el Espíritu Santo usa las Escrituras para ayudarnos a
interpretar las Escrituras. Esta fórmula, sin embargo, no descarta la contribución de otras
disciplinas.
del día fue extendida milagrosamente para Josué, pero también sabemos que el detenerse
el sol fue una apariencia relativa a la posición de Josué con respecto a la Tierra.
Actualmente, consideramos Josué 10:13 como un lenguaje ordinario y no-científico, tanto
como seguimos hablando en términos de «salida del sol» y «puesta del sol». Un
entendimiento mejorado de la revelación general no nos ha causado el rechazar la Escritura,
sino nos ha ayudado a ajustar nuestra interpretación de la Escritura. En este y otros muchos
casos, el Espíritu Santo ha usado la revelación general para realzar nuestra comprensión de
la revelación especial.
No es dado a las teorías científicas el dictar lo que la Escritura puede o no decir, aunque la
información extrabíblica a veces expondrá oportunamente una malinterpretación de la
Escritura (…) Pues ya que la exégesis debe ser controlada por el texto mismo, no moldeada
por consideraciones ajenas, el proceso exegético está constantemente estimulado al
preguntarle al texto si significa esto o aquello.
En los capítulos que siguen, exploraremos cómo el Espíritu usa tanto la Biblia como
la revelación general para influir en nuestra interpretación de las narraciones del Antiguo
Testamento. Estas influencias pueden dividirse de muchas maneras, pero por conveniencia,
las separaremos en tres áreas principales: la vida cristiana individual, la interacción en
comunidad, y la exégesis de las Escrituras.
43
Vida cristiana individual. En primer lugar, veremos que la vida cristiana individual
impacta nuestra lectura de la Escritura. El Espíritu usa nuestras personalidades,
experiencias y llamados en la vida para ayudarnos a entender las narraciones del Antiguo
Testamento. El sufrimiento nos hace conscientes de la enseñanza bíblica sobre el dolor
humano; los acontecimientos gozosos nos abren a otras facetas de las narraciones del
Antiguo Testamento; los estilos de vida éticos confirman y dan cuerpo a los principios
rectores de estos textos. Cada aspecto ordinario y extraordinario de nuestras vidas tiene el
potencial de movernos a lo largo de la espiral hermenéutica. El Espíritu Santo usa nuestras
vidas cristianas individuales para influir en nuestra interpretación de las historias del
Antiguo Testamento.
Conclusión
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
1. Lea 2 Crónicas 12:1-12. Haga una lista de cinco conclusiones teológicas que pueda
extraer de este pasaje. Ahora evalúe su lista. ¿Cómo han influido sus
preconcepciones en este pasaje?
45
CAPÍTULO DOS
LA INFLUENCIA DE LA VIDA CRISTIANA
Santificación
Podríamos definir santificación como la acción de gracia del Espíritu Santo, incluyendo
nuestra participación responsable, por medio de la cual Él nos libera como pecadores
48
La batalla progresiva
La santificación es una batalla progresiva que abarca toda una vida. El Espíritu
trabaja en nuestras vidas para hacernos conforme a la imagen de Cristo (Romanos 8:29),
pero en esta lucha somos llevados de un lado para el otro entre la vida justa y la pecaminosa.
Como Pablo lo explicó:
Esta batalla cósmica pone una seria responsabilidad sobre nosotros. Dios no quiere
intérpretes eruditos; sobre todas las cosas, Él desea intérpretes santos. El Nuevo Testamento
se enfoca más en el carácter moral de los maestros que en su vasto conocimiento. El
conocimiento y las habilidades son necesarias en la hermenéutica, pero nuestro enfoque
mayor debe ser la santificación.
Por esta razón debemos atar siempre nuestro estudio de las narraciones del Antiguo
Testamento a la introspección. ¿En qué soy débil? ¿En qué soy fuerte? ¿Cómo están
influyendo la carne y el Espíritu en mi interpretación? Estas no son preguntas que los
eruditos típicamente se hacen a sí mismos; pero son de vital importancia para los hombres
y mujeres cristianos que saben que el estudio de las narraciones del Antiguo Testamento se
lleva a cabo en medio una batalla espiritual.
Una autoevaluación de este tipo se dirige en dos sentidos: uno negativo y otro
positivo. Negativamente, debemos «despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia»
(Hebreos 12:1b). Ciertamente, el Espíritu Santo con frecuencia obra en nosotros a pesar de
nuestras tendencias pecaminosas. Su palabra nos confronta precisamente en esas áreas de
la vida en las que estamos fallando. Pero en estos casos, Él obra en contra de nosotros y no
a través de nosotros. Nuestra responsabilidad no es obstaculizar la obra del Espíritu, sino
hacer morir la carne para que podamos ser tierra fértil para la semilla de Su Palabra. A
través de la confesión, arrepentimiento y dependencia de Dios, debemos despojarnos de las
tendencias pecaminosas de nuestra vida. Nunca logramos despojarnos completamente de
estos factores negativos, pero nuestra meta es estar lo más libres posible del poder del
pecado al estar interpretando las historias del Antiguo Testamento.
50
En una ocasión conversé con una mujer que durante la Segunda Guerra Mundial era
una adolescente en Holanda. «Todo lo que hacíamos estaba bajo la sombra de la guerra»,
ella me explicó. «Día y noche (...) la guerra lo afectaba todo». Se despertaban con el ruido
de soldados corriendo por las calles; pasaban cada hora pensando quién sería el siguiente
en ser arrestado; iban a la cama con hambre porque los soldados les habían robado su
comida. El vivir en la zona del combate afectó todos los aspectos de sus vidas.
Conceptual. El cuadro que presenta la Biblia no deja lugar a dudas de que luchamos
por la santificación a un nivel conceptual. Todos tenemos inconsistencias en la manera en
que pensamos. Un creyente puede estar completamente consciente de su responsabilidad
hacia las viudas y los huérfanos, pero interpretar mal un aspecto importante de la doctrina
de Dios. Otro creyente puede tener en orden su «Teología Propia», pero fallar en conformar
su pensamiento a la Escritura en cuanto a la justicia social. Como nadie está exento de estas
inconsistencias conceptuales, debemos esforzarnos por someter nuestro pensamiento al
51
¿Por qué el aspecto conceptual juega un papel tan importante en la manera en que
leemos las narraciones del Antiguo Testamento? Porque estas historias son del Espíritu y
se han de «discernir espiritualmente» (1 Corintios 2:6-16). Mientras más consistentemente
sigamos la corriente de la carne, más consistentemente distorsionaremos la Escritura (2
Pedro 3:16). La sabiduría de este mundo es contraria a la sabiduría de Dios (1 Corintios
2:6-8); está entenebrecida, es fútil e ignorante (Efesios 4:17-18). Considera que la
enseñanza bíblica fundamental: la muerte y resurrección de Cristo, es una insensatez (1
Corintios 1:23-24; 2:14). Al mismo tiempo, mientras más sometamos nuestro pensamiento
al Espíritu, mejor será nuestro entendimiento de estas porciones de la Escritura. Debemos
«pensar los pensamientos de Dios en búsqueda de él» si queremos interpretar
apropiadamente.
¿Cuánto ora usted cuando lee las historias del Antiguo Testamento? La mayoría de
nosotros empezamos y terminamos nuestro estudio con una oración breve de una o dos
frases. Pero la carga de nuestro tiempo y energía está dedicada al estudio. A medida que
descuidamos la oración, podemos esperar falta de profundidad e importancia en nuestro
entendimiento. Para sanar de este serio mal, debemos aprender a hablar con Dios al estudiar
Su Palabra.
Mi esposa y yo a menudo nos sentamos juntos para discutir cartas y documentos que
hemos escrito. Cuando leemos, no nos sentamos en silencio meditando en las páginas que
están ante nosotros. Hacemos pausas para preguntar y hacer comentarios. A veces
profundizamos tanto en la discusión que nos lleva mucho tiempo terminar un escrito breve.
Leer juntos es un tiempo valioso porque nos ofrece la oportunidad de poner atención el uno
al otro.
Lo mismo debe pasar cuando interpretemos las historias del Antiguo Testamento.
En vez de sentarnos en silencio, conforme vayamos leyendo debemos aprender a pedir a
Dios, el Autor, entendimiento de algunos aspectos particulares del texto. Él es el autor de
estos textos; nosotros pedimos entendimiento de los aspectos particulares del pasaje. Nos
arrodillamos en confesión de pecados. Elevamos nuestros corazones en alabanza.
Cualquiera que sea el caso, debemos acercarnos a las historias del Antiguo Testamento con
un sentimiento agudo de estar entrando en la presencia de Dios para darle nuestra atención
personal cuando leemos. Ora et labora (Oración y trabajo) debe ser nuestro lema.
Instrucciones de cómo realmente entender la Biblia son dadas una y otra vez tanto en el
Antiguo como el Nuevo Testamentos. «El que practica la verdad viene a la luz» (Juan
3:21). El hombre sabio (el que construyó su casa sobre la roca) difiere del hombre necio
en que él puso en obras la palabra (Mateo 7:24-29). El poder de las palabras de Jesús es
conocido en su práctica.
En una nota más negativa, la Biblia indica que el comportamiento inicuo ciega
nuestros ojos y endurece nuestros corazones a la revelación de Dios (Isaías 29:9-13; Juan
8:43-44; 1 Corintios 3:1-3). Cuando desobedecemos, nuestras mentes se corrompen. Los
estilos de vida inicuos crean ceguera espiritual. Mientras peor sea el comportamiento, más
profundo nos caemos en la oscuridad y la depravación. El comportamiento pecaminoso
afecta nuestra interpretación de las historias del Antiguo Testamento en muchas maneras.
Una persona cuyo estilo de vida depende de la explotación económica de otros, podría tener
dificultad tratando de entender el significado de la liberación de Israel de la esclavitud
(Éxodo 3:7-10). Las personas viviendo en inmoralidad sexual a menudo no pueden
entender por qué Dios trató tan duramente a David por su pecado con Betsabé (2 Samuel
11:2-12:12). El pecado nubla nuestra visión: no podemos ver qué es lo que estas historias
enseñan.
Considere la lista de los frutos del Espíritu mencionada por Pablo: «Amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza» (Gálatas 5:22-23a). No
debemos reducir ningún aspecto de esta lista a meros sentimientos, pero cada fruto del
Espíritu es intensamente emocional. En contraste con «las pasiones y deseos» de la
naturaleza pecaminosa (Gálatas 5:24), los cristianos han de tener emociones que vengan
del Espíritu. Roberts resume el asunto muy bien:
Mas allá de cualquier otra cosa que el cristianismo pueda ser, es un conjunto de
emociones. Es amor a Dios y al prójimo, pesar por las desobediencias propias, gozo en
la misericordiosa salvación de nuestro Dios; gratitud, esperanza y paz. Así que, si no
amo a Dios ni a mi prójimo, tampoco aborrezco mis pecados ni me gozo en mi
redención, si no soy agradecido, si no tengo esperanza y paz con Dios ni conmigo
mismo, entonces quiere decir que me he alejado del cristianismo.
Capacitación personal
¿Qué causa que un maestro sea diferente de otro? ¿Por qué un intérprete hace énfasis
en un aspecto del texto que otro ignora? Muchas diferencias entre nosotros no son resultado
de la lucha con el pecado, sino que surgen debido a nuestras diferentes capacitaciones
personales, es decir, los dones naturales y sobrenaturales que Dios ha dado a cada uno de
nosotros.
¿De dónde obtenemos nuestras características? ¿Qué aspectos de nuestra vida nos
moldean para ser el tipo de persona que somos? Dios utiliza innumerables influencias para
moldearnos como Él desea. No es posible sondear todas las fuentes que Dios utiliza. Sin
embargo, mientras más exploramos estas influencias, más llegamos a estar conscientes de
la manera en que el Espíritu nos prepara para la interpretación fructífera. Veremos tres
fuentes principales de nuestras tendencias psicológicas: la herencia, el ambiente y las
dádivas sobrenaturales.
Selecciones y prioridades
que nos rodea no podemos asimilarlo todo. En vez de eso, reconocemos ciertos elementos
y excluimos otros. La selectividad cognitiva entra siempre en acción.
procesión?». Aun cuando no ignoren totalmente otros aspectos de la historia, los músicos
a menudo se inclinarán hacia la escena que menciona la música.
Supongamos que otro lector recientemente ha perdido a un ser querido en una muerte
inesperada. Muchas preguntas han pasado por su mente: «¿Por qué Dios se lo llevó? ¿Qué
sentido tiene esto?». Esta persona podría pasar por alto la primera escena para quedar
atrapada por la repentina muerte de Uza. La experiencia lo ha traumatizado tanto que su
mente tiende a enfocarse en ese segmento de la historia.
Cada uno de estos intérpretes difiere de los otros, pero ninguno de ellos ha caído en
un error o ha sido desviado por el pecado. ¿Cómo puede ocurrir esto? Sus características
personales, es decir sus intereses y talentos, les dirigieron en direcciones diferentes.
Estilo cognitivo
Las características personales también influyen nuestro estilo cognitivo, esto es, la
manera en que organizamos la información obtenida de la experiencia. Mucha de la
investigación psicológica se ha dedicado a los estilos cognitivos. Estos estudios sugieren
que la gente tiende a seguir una de dos direcciones hacia los objetos de conocimiento. Tal
como Van Leeuwen lo ha explicado:
60
Algunas personas (...) funcionan de una manera que es caracterizada por la objetividad,
abstracción y diferenciación en la esfera intelectual; independencia y logro en la esfera
social, autocontrol y estoicismo relativo en la esfera emocional. Otras personas
funcionan de una manera que es caracterizada por la intuición, concretización y
percepción global en la esfera intelectual, interdependencia y sociabilidad en la esfera
social, y libertad de expresión en la esfera emocional.
Estos dos estilos cognitivos pueden ser descritos como analítico y global.
Básicamente, el estilo analítico está orientado hacia el conocimiento detallado, crítico y
basado en los hechos. El estilo global está interesado en la síntesis, la intuición y la
emoción.
¿Cómo contestaría usted la pregunta: «¿Qué es una flor?»? Si usted tiende hacia un
estilo cognitivo analítico, su respuesta tal vez sería como la de un libro de botánica: «Una
flor es la porción reproductora de una esporofita que consiste de filamento, estigma...». Si
usted tiende hacia el estilo cognitivo global, su respuesta sería diferente: «Las flores son un
regalo de la primavera». Ambas definiciones son correctas. Difieren de acuerdo con el
estilo cognitivo.
Por otro lado, el acercamiento global ve la narración como una historia completa.
Esta perspectiva sintetiza los diversos elementos de la historia. Párrafos, episodios,
secciones, y libros completos ocupan el foco principal de la perspectiva global. El propósito
es entender las historias en términos de sus temas generales.
61
Las técnicas microscópicas tienen mucho que ofrecernos, pero este es sólo uno de
los enfoques exegéticos. Además, debemos afirmar la importancia del estilo cognitivo
global. Tomar consciencia de las unidades extensas es tan importante como enfocarse en
las partes específicas. En lugar de hacer siempre lo que viene naturalmente por nuestro
entrenamiento, debemos buscar maneras de tratar las historias macroscópicamente. Por lo
menos, algunas de las veces, «¿qué significa este versículo?» debe ser remplazado por
«¿qué significa esta historia, esta sección o este libro?».
Varios cirujanos me han dicho que tienen que entrenarse a pensar diferente acerca de las
personas que están en la mesa del quirófano, a cómo piensan de la gente en la vida
cotidiana. Hay mucha diferencia entre la manera en que nos acercamos a un objeto con un
enfoque científico y la manera en que nos relacionamos a ese mismo objeto en la
experiencia común y corriente.
Una inspección de los comentarios del primer capítulo de Jonás revela esta
tendencia. Los comentaristas usualmente muestran mucho interés en las construcciones
peculiares del hebreo y en la estructura del pasaje. Se centran más en las preguntas
relacionadas con la historicidad del evento. Con raras excepciones, los intérpretes pasan
por alto los aspectos emocionales del pasaje. Muy pocos mencionan, por ejemplo, la
notable ironía en el corazón de la historia. Mientras que el profeta está huyendo lo más lejos
posible del Señor, hipócritamente clama: «Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos,
que hizo el mar y la tierra» (Jonás 1:9). Pocos comentaristas se detienen a contar cómo el
escritor ridiculiza a Jonás al contrastarlo con los navegantes paganos que clamaban al Señor
(Jonás 1:14), haciendo sacrificios, y votos (Jonás 1:16). Tensiones personales y emotivas
llenan este pasaje, pero nuestro estilo cognitivo habitual nos aleja de descubrirlas.
En los capítulos que siguen exploraremos las maneras de leer con ambos estilos
cognitivos. Nuestro entendimiento de las historias del Antiguo Testamento será
enriquecido conforme vayamos más allá de las tendencias naturales de nuestras
características personales.
63
Cabe mencionar una consideración final. Dios diseñó el que haya diferencias entre
los cristianos para que de esta manera podamos beneficiarnos unos a otros. «El ojo no puede
decirle a la mano: no te necesito» (1 Corintios 12:21). El honrar la diversidad de dones en
la Iglesia es una lección dura de aprender, especialmente para los cristianos con fuertes
convicciones teológicas. Ellos casi siempre suponen que las diferencias en la interpretación
son asunto de estar en lo correcto o estar equivocado. Indudablemente, este es a menudo el
caso. Pero las diferencias entre un intérprete y otro también pueden ser una diferencia de
características personales en vez que un desacuerdo real. Frecuentemente, estas diferencias
pueden resolverse si las reconocemos por lo que son en realidad.
Aunque hemos tocado brevemente sólo dos aspectos de este tema, es evidente que
las características personales afectan grandemente nuestro entendimiento de las narraciones
del Antiguo Testamento. Debemos llegar a ser conscientes de nuestra selectividad y de
nuestro estilo cognitivo. Al hacerlo, nos estaremos preparando más íntegramente para la
tarea hermenéutica que tenemos por delante.
Llamado
Roles vocacionales
Había una vez una joven que estaba a punto de participar en su primer concurso de
arte público. Estaba emocionada por esta oportunidad de exponer su obra. Sin saberlo, sin
embargo, los otros participantes eran mucho mejores que ella. Su mejor pieza, comparada
con la de los otros participantes, parecía un garabato de niño preescolar. Afortunadamente,
la directora del espectáculo era amiga de ella. Un día antes del concurso, la directora llamó
a su amiga por teléfono y le dijo: «Susy, como directora, te tengo que decir que te presentes
mañana a las 8:00 a.m. Pero como tu amiga, te debo que decir que sería mejor que no te
presentaras».
Como organizadora del concurso, la directora tenía un mensaje que decirle, pero
como amiga tenía otro diferente. No se estaba contradiciendo, aun cuando sus palabras
fueron muy diferentes. Simplemente habló desde la perspectiva de dos roles: directora y
64
Nosotros nos enfrentamos a circunstancias similares cuando leemos las historias del
Antiguo Testamento. El rol que asumimos en la vida moldea la manera en que
interpretamos. Los creyentes tienen que cumplir muchos llamados en la iglesia y en la
sociedad. Dios nos ha puesto en diferentes posiciones, cada una con sus propias
responsabilidades. Tenemos vocaciones en la iglesia. Los pastores, ancianos, maestros y
diáconos tienen ciertas tareas que cumplir. Los comités de la iglesia les asignan tareas a sus
miembros. Algunos dirigen; otros siguen. Algunos evangelizan; otros sirven a los
necesitados (Romanos 12:4-8; 1 Corintios 12:37-31; Efesios 4:11-13).
Nuestras vocaciones van más allá de la iglesia. Dios nos llama para que cumplamos
nuestro papel según Su imagen en cada aspecto de la vida. Los creyentes en Cristo estamos
llamados a servir en la familia, escuela, negocio, política y arte. Algunos de nosotros somos
líderes de la comunidad; otros, ciudadanos comunes. Algunos son empleados, otros
presiden. Algunos son padres; otros, hijos. Cualquiera que sea nuestro llamado, como
seguidores de Cristo servimos «al Señor» (Colosenses 3:18-34).
Para complicar las cosas un poco más, los roles en nuestras vidas cambian
constantemente. Por ejemplo, en el transcurso del día, mi esposa no es sólo miembro de la
iglesia, sino también es esposa, hija, hermana, amiga, empleada, vecina, ciudadana, cliente,
estudiante, paciente, pasajera, cocinera, ama de casa, consejera, correctora, maestra y
enfermera, sólo por nombrar algunas de sus funciones. Cada uno de nosotros cumple una
multitud de roles y tiene muchos llamados.
Nos demos cuenta o no, siempre leemos las historias del Antiguo Testamento desde
el punto de vista de nuestras vocaciones. Los intérpretes no pueden desentenderse
completamente de sus llamados en la vida. Leemos como estudiantes, madres, padres, hijos
y pastores.
Debemos aclarar esta observación. Aunque el leer desde un rol u otro siempre afecta
nuestra interpretación de las historias del Antiguo Testamento, esta influencia varía. Los
niveles básicos de entendimiento a menudo son los mismos sin importar nuestra vocación.
La comprensión elemental acerca de un texto que un pastor tenga puede ser muy similar a
la de un niño. Por ejemplo, al leer las palabras de Balaam: «¿No cuidaré de decir lo que
Jehová ponga en mi boca?» (Números 23:12), ambos estarían de acuerdo que Balaam sintió
65
que debía decir lo que Dios le dijo. A un nivel rudimentario, también ambos entenderían
de la misma manera las palabras «Sea la luz» (Génesis 1:3). A este nivel, la vocación no
produce gran diferencia.
Pero cuando vamos más allá de los niveles básicos de entendimiento, las diferencias
entre leer en un rol o en el otro se hacen más evidentes. Nuestra vocación afecta el método
que seguimos, las elecciones que hacemos, el énfasis por el que optamos y el orden de
nuestras presentaciones.
Pero cuando enseñé acerca de Jueces en nuestro culto familiar, pasé por alto el
episodio completo. Tenía muchas de las mismas intenciones que tenía en el salón de clases.
Quería que mi hija de ocho años entendiera el propósito de Jueces. Pero entonces, ¿por qué
omití este pasaje? Porque estaba leyendo en mi rol de padre de una niña de ocho años.
Temía que el capítulo 19 pudiera causarle un trauma, así que llegué al mismo punto usando
otros pasajes del libro. Las decisiones interpretativas de un padre son bastante diferentes a
las de un profesor.
Por lo tanto, debemos buscar el estar más conscientes de nuestros llamados cuando
interpretemos. ¿Qué vocación estoy cumpliendo? ¿Qué influencia está teniendo el sentido
de mi llamado en mi enfoque de este pasaje? Mientras más cuidadosamente respondamos
a estas preguntas, más esperanza tendremos de estar manejando responsablemente las
narraciones del Antiguo Testamento.
Proyectos específicos
Desde luego, hay similitud en las maneras en que manejamos las historias del
Antiguo Testamento, a pesar de nuestros proyectos específicos. Pero a medida en que
vamos más allá de evaluaciones básicas del texto, nuestras tareas específicas tienen una
gran influencia sobre los métodos y conclusiones de nuestro estudio.
Hace algunos años tuve la oportunidad de predicar en tres iglesias diferentes acerca
de la celebración de la pascua de Ezequías (2 Crónicas 30:1-27). Esta experiencia me abrió
los ojos a la poderosa influencia que tienen los proyectos específicos.
Esforzándose hasta lo máximo, Ezequías invitó a las tribus del Norte a celebrar la
pascua con él en Jerusalén (v.1-9). Muchos se rehusaron, pero algunos aceptaron la
invitación (v.10-12). La festividad se estaba desarrollando espléndidamente hasta que
algunos de los participantes se enfermaron porque habían fallado al no pasar por el ritual
de purificación (v.15-18a). En medio de esta catástrofe, Ezequías oró para que Dios viera
67
los corazones de la gente, les perdonara y sanara (v.18b-19). Dios, en respuesta, sanó a los
enfermos, y la fiesta continuó con gran alegría (v.20-21).
Esta historia concuerda bien con el propósito general del cronista de reunificar a
Israel en el período post-exílico. El norte y el sur se unieron en adoración a Dios en el
Templo. El cronista utilizó esta reunificación dirigida por Ezequías como un modelo a
seguir por sus lectores al restaurar el reino en sus días.
Cuando estudié este pasaje para predicarlo en tres iglesias diferentes, muchos
aspectos de mi trabajo permanecieron intactos. Mi vocación básica era la misma: era un
ministro visitante invitado a tener el sermón. Mis métodos fueron básicamente los mismos.
Aun así, manejé el pasaje de manera diferente en cada congregación.
Finalmente, al prepararme para mi tercer mensaje, sólo tenía una pequeña idea de
las necesidades de la congregación. Así que determiné presentar el cuadro completo. Mi
preparación se enfocó entre balance de pureza y unidad que Ezequías demostró en sus
reformas. Mi estudio y mi presentación fueron enfocados en ambos lados de la historia por
igual.
un área y no otra; hacemos énfasis en un asunto y no en otro. Nos acercamos a las historias
del Antiguo Testamento con muchos propósitos legítimos: adoración, evangelismo,
doctrina, ánimo y corrección. Leemos las historias del Antiguo Testamento con propósitos
diferentes cuando estamos en devocionales personales, en cultos familiares, en la iglesia,
en la escuela, durante una enfermedad, en cumpleaños, bodas y funerales.
Como resultado, necesitamos estar conscientes de esto cuando vamos a las historias
del Antiguo Testamento. Debemos examinar no solamente el texto que tengamos en frente,
sino también lo que estamos intentando hacer con él. ¿Cuáles son mis propósitos
específicos? ¿Cómo debo trabajar con el texto para llegar a esta meta? ¿Qué estoy pasando
por alto debido a mi proyecto específico?
Conclusión
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
1. Haga una lista de las cinco cosas más importantes que normalmente usted hace para
prepararse para leer el Antiguo Testamento. Clasifique esos puntos en santificación
conceptual, conductual, y emocional. ¿Cuál es su fortaleza? ¿Cuál es su debilidad?
¿Cómo debería ampliar su preparación?
2. Pida a cuatro personas que identifiquen un aspecto importante de Génesis 1:1-2:4.
Compare sus respuestas. ¿Qué influencias puede usted detectar provenientes de sus
características personales? ¿Puede aumentar la lista de aspectos importantes del
texto?
3. Lea Génesis 9:1-11. ¿Cómo debería variar su énfasis de interpretación cuando se
esté preparando para enseñar este pasaje a un grupo de preescolares, a una clase
universitaria de historia, a un estudio bíblico para adultos, o a una misión en la
ciudad? ¿Por qué?
70
CAPÍTULO TRES
LA INLFUENCIA DE LA INTERACCIÓN
«Nunca entres al agua tú solo». Esa fue una de las primeras reglas que aprendí en la
clase de natación. «Si te ves en problemas, alguien debe estar allí para ayudarte». Por
supuesto, como todo niño de nueve años, tenía muy poco conocimiento de lo peligrosa que
el agua podía ser. Nunca apliqué la regla sino hasta un verano que estuve en la playa.
Me quede atónito parado en la arena mientras las fuertes corrientes se llevaban mar
adentro a un primo mayor que yo. Salté al agua y nadé para ayudarlo. Pero cuando le
alcancé, se colgó de mí, y ambos nos hundimos. Segundos después lo empujé y lo dejé
solo. Todavía puedo recordar cómo gritaba: «¡No te vayas! ¡No me dejes!».
Afortunadamente, cuando me acercaba a la orilla, dos hombres corrieron y rescataron a mi
primo de una muerte segura. Nunca olvidaré ese día. Nunca voy a nadar a solas.
En el capítulo anterior vimos cómo el Espíritu Santo nos prepara para leer las
historias del Antiguo Testamento a través de diferentes aspectos de nuestra vida cristiana
individual. En este capítulo exploraremos la segunda influencia principal que afecta la
interpretación: la interacción en la comunidad. Al examinar la interacción que tenemos con
otros, nos referiremos a tres puntos principales: ¿Cuál es la comunidad dentro de la que
interactuamos? ¿Cuál es la dinámica de la interacción? ¿Cómo se relacionan la
interpretación y la interacción? Conforme exploremos estos temas, veremos cuánta
influencia recibimos de otra gente cuando interpretamos las historias del Antiguo
Testamento.
La interacción en comunidad
La mayoría de los evangélicos leen las historias del Antiguo Testamento como si
necesitaran muy poca ayuda de otras personas. «Todo lo que necesito es el Espíritu, la
Biblia y a mí mismo». Aunque este punto de vista identifica los principales elementos de
71
La comunidad humana
Pero, ¿cómo es que los no cristianos pueden tener ideas importantes acerca del
Antiguo Testamento? ¿No están acaso desprovistos del Espíritu Santo, quien es esencial
para la interpretación? Para responder estas preguntas, debemos darnos cuenta de que la
Biblia presenta un perfil bipolar de los no creyentes. A veces la Escritura los describe en
términos de su sistema de incredulidad, sus lealtades básicas y sus tendencias. Otras veces,
la Escritura los representa en términos de sus estilos de vida reales.
72
Sin embargo, por otro lado, Dios no abandona a los incrédulos a su propia suerte.
En la gracia común, Él restringe sus intentos de vivir consistentemente en rechazo de
Cristo. Los no cristianos viven de manera inconsistente con sus convicciones básicas y
reflejan su carácter como imagen de Dios. Tal como Pablo dijo: «Porque cuando los
gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan
ley, son ley para sí mismos» (Romanos 2:14). Los incrédulos no cumplen totalmente con
sus convicciones hacia la autonomía humana. De una forma u otra, ellos consciente o
inconscientemente se basan en “capital prestado”, es decir, puntos de vista y creencias
importantes que sólo tienen sentido desde una cosmovisión cristiana. Estas inconsistencias
son el resultado de las operaciones comunes, no redentoras, del Espíritu.
Arato y Cleantes. En Tito 1:12, alude a Epiménides. De forma similar, en 1 Corintios 15:33
hace referencia a Menander. Claramente, Dios, en la gracia común, concede a los
incrédulos muchos conocimientos importantes.
Por otro lado, sin embargo, algunos evangélicos olvidan que las lealtades básicas y
las convicciones religiosas hacen una marcada diferencia en la interpretación. Ellos
manejan las opiniones de los no creyentes con muy poco examen minucioso. Pero las
predisposiciones del intérprete, especialmente su condición espiritual, influyen
profundamente en sus interpretaciones. Nunca debemos olvidar que la adherencia a la
autonomía humana corrompe el trabajo de los no creyentes con las historias del Antiguo
Testamento.
La comunidad cristiana
¿Cuánto interactúa usted con otros al interpretar las narraciones del Antiguo
Testamento? Desde la perspectiva bíblica, la interpretación responsable requiere
adherencia a la interacción en comunidad. Necesitamos la ayuda de otras personas, tanto
de dentro como de fuera de la fe cristiana.
Elementos de la interacción
Los creyentes en el pasado lucharon al igual que nosotros con el pecado y las
limitaciones. Debemos usar discreción al explorar sus puntos de vista (1 Juan 4:1).
Aprendemos de sus errores lo que debemos de evitar, pero también aprendemos de sus
éxitos lo que debemos hacer. Al considerar nuestra herencia cristiana, no hemos de imitar
«lo malo, sino lo bueno» (3 Juan 11). Debemos llegar a familiarizarnos con nuestra herencia
teológica y utilizarla al interpretar.
Tanto estos criterios eclesiásticos escritos como los orales cambian a través de los
siglos, pero sus principios fundamentales han sido guías teológicas estables para las
generaciones sucesivas. Estas formulaciones existentes dentro de nuestra denominación en
particular también guían nuestra interpretación de las narraciones del Antiguo Testamento.
¿Por qué debemos dejar que las creencias del pasado nos enseñen? ¿Por qué no
simplemente leemos los textos por nosotros mismos? En una palabra, el ignorar la herencia
teológica es el primer paso hacia la herejía. Consideremos algunos de los grupos heréticos.
Los Testigos de Jehová, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
(mormones), y otros grupos heterodoxos ignoran la herencia teológica del cristianismo
histórico. Aunque la mayoría de estos grupos no niega descaradamente la autoridad de la
Escritura, se rehúsan a aprender de la obra del Espíritu en la Iglesia. El descuido de la
herencia teológica al leer la Escritura invariablemente conduce a serios errores.
los confines de nuestros grupos pequeños nos ofrecen la oportunidad de estudios a fondo.
Los puntos de vista que compartimos en una comunidad particular hacen posible explorar
juntos nuevas áreas de interés. Además, dentro de los límites de las comunidades
relativamente limitadas, somos más responsables por los otros; nos cuidamos unos a otros
de no caer en errores.
Aun así, debemos ser cuidadosos de no separarnos del contacto de otros grupos
cristianos. El limitarnos únicamente a una denominación particular puede truncar nuestra
exploración de las historias del Antiguo Testamento. Los creyentes de otras tradiciones
tienen diferentes perspectivas al referirse a estos textos; ellos notan cosas que nosotros
nunca vemos por nuestra propia cuenta. Si interactuamos únicamente dentro de nuestras
cómodas fronteras teológicas, nos perderemos mucho de la obra del Espíritu en la
comunidad presente. Las expresiones amplias y limitadas de la iglesia contemporánea son
vitales para la interpretación.
El juicio privado puede ser formal o informal. A veces nos formamos impresiones
al leer un texto e intuir su significado. En otras ocasiones, determinamos el significado de
una historia del Antiguo Testamento basándonos en un estudio cuidadoso. Cualquiera que
sea el caso, en nuestro juicio privado estamos preocupados por lo que nosotros pensamos
del pasaje y por lo que los demás piensan.
podemos escondernos detrás de nuestras comunidades; cada uno daremos cuenta por la
manera en cómo manejamos las historias del Antiguo Testamento.
Los evangélicos a menudo van a los extremos con respecto al juicio privado. Por un
lado, algunos creyentes se sienten tan faltos de preparación que siguen ciegamente las
opiniones de otros. He escuchado a mucha gente decir: «No puedo entender la Biblia, yo
simplemente creo lo que el pastor dice». Algunos pastores, a su vez, tienen miedo de
aventurarse por sí mismos y se aferran a sus comentarios, repitiendo meramente lo que
otros han dicho.
Por otro lado, algunos evangélicos van al otro extremo. Asumiendo que ellos tienen
una mayor iluminación del Espíritu que todos los demás, convierten toda interpretación en
dogma petrificado. Toda opinión es firme y absoluta. No importa qué es lo que otros han
dicho en el pasado, no importa qué dicen los creyentes contemporáneos, muchos de
nosotros no cuestionamos nuestros propios puntos de vista acerca de los textos. Olvidamos
cuán fácilmente caemos en entendimiento errado.
Comprobación y balance
la mañana. El poder concentrado en un solo punto opera eficientemente. Aun así, como la
historia nos advierte, solamente un sistema de comprobación y balance puede protegernos
de la tiranía.
Interpretación y teología
Sola Scriptura
Teología Bíblica
Una corriente influyente que se apartó de la Teología Sistemática puede ser rastreada
en el movimiento de la Teología Bíblica de la segunda mitad de nuestro siglo. Este
movimiento empezó fuera de círculos evangélicos, pero ha moldeado significativamente la
forma en que estudiamos las narraciones del Antiguo Testamento. En el siguiente bosquejo,
veremos las perspectivas más importantes del movimiento de la Teología Bíblica.
Primero, desde sus inicios, la Teología Bíblica buscaba leer las narraciones del
Antiguo Testamento con una orientación histórica. Las características históricas del
Antiguo Testamento han sido reconocidas a través de los siglos en diversas maneras, pero
la Teología Bíblica enfatizó esto como nunca antes se había hecho. La Teología Bíblica
moderna fue influenciada profundamente por la perspectiva filosófica de Hegel (1770-
1831), quien creía que el progreso histórico trajo unidad a toda la creación. La historia es
la clave para la compresión de toda la realidad. En este enfoque, los intérpretes veían en los
textos no tanto ideas teológicas abstractas sino los desarrollos históricos. Esta orientación
histórica fue modificada por varias figuras importantes que observaban la Biblia como la
historia especial de redención (Heilsgeschichte). Sin embargo, el enfoque de interpretación
86
estaba todavía en el desarrollo histórico. El escenario estaba listo para desechar el concepto
escolástico de la Biblia como una fuente de doctrina, y tratar a la Biblia como una fuente
para reconstruir la redención progresiva de la humanidad lograda por Dios.
Aunque la Teología bíblica crítica está casi obsoleta, aún continúa influyendo a los
evangélicos hoy en día. La figura más importante en la rama evangélica del movimiento
fue el primer profesor de Teología Bíblica en Princeton, Geerhadus Vos (1862-1949). Su
Teología Bíblica: el Antiguo y Nuevo Testamentos ha sido una de las obras evangélicas
sobre el Antiguo Testamento más influyentes de este siglo. En Vos encontramos las dos
tendencias de la Teología Bíblica crítica. Por un lado, Vos tiene como punto central los
actos redentores y reveladores de Dios. Él dividió la historia del Antiguo Testamento en
cinco épocas: 1. la era pre-redentiva; 2. el período de Noé y los desarrollos que dirigieron
la historia hasta él; 3. el período entre Noé y los grandes patriarcas; 4. el período mosaico;
y 5. el período profético. Se enfocó en la forma y el contenido de la revelación divina
particulares a cada era.
Por otro lado, Vos afirmaba que la historia de la redención era la «estructura de
revelación propia» de la Biblia y el «tronco principal de la revelación». Siguiendo la
distinción hecha por J. S. Gabler (1753-1826), Vos argumentaba que la Teología Bíblica
describía a la Biblia. El enfoque de la «historia de la redención» no se ha impuesto a la
Escritura, sino que viene desde la Biblia misma. Vos hizo advertencias en contra de ir
demasiado lejos con este punto de vista. Sin embargo, algunos de sus seguidores han ido
más allá al sugerir que la orientación histórica de la Teología Bíblica es equivalente al
modelo teológico de la misma Biblia. En lugar de las categorías lógicas de la Teología
Sistemática, ellos presuponen que las categorías históricas reflejan la coherencia interna de
la propia Biblia.
que el movimiento ganaba aceptación en las décadas recientes, los intérpretes bíblicos se
fueron sintiendo libres para ignorar más y más a la Teología Sistemática. Es común
encontrar teólogos bíblicos pasando por alto la importancia de las preguntas de la Teología
Sistemática para la interpretación de las historias del Antiguo Testamento. «Los escritores
bíblicos no nos estaban dando un sistema de doctrina», dicen. «Debemos buscar el foco
histórico-redentor, no un sistema abstracto de ideas».
Para evitar esta tendencia peligrosa, debemos reconocer primero que la «historia de
la redención» no es el enfoque central de muchas porciones del Antiguo Testamento. La
literatura de Sabiduría (Job, Proverbios, Eclesiastés, algunos Salmos) por ejemplo, tienen
muy poco interés en la historia de la redención. A pesar de haber una conexión entre la
historia, la ley y la sabiduría en la estructura de los pactos, permanece el hecho de que los
libros de sabiduría difícilmente se dedican a reportar la historia de la redención.
Más allá de esto, como Vos mismo remarcó, la Teología Bíblica no refleja el
principio organizativo más dominante de la Biblia. La Teología Bíblica usa un modelo
histórico en lugar de un modelo lógico, pero aun así reorganiza el orden original del
Antiguo Testamento. La extensión de esta reorganización puede ser vista cuando nos damos
cuenta de que las unidades básicas de la Escritura no son épocas de la historia, sino libros.
No encontramos el Antiguo Testamento organizado en «Primer Capítulo de Historia»,
«Segundo Capítulo de Historia», etc. Al contrario, está ordenado en unidades literarias:
Génesis, Éxodo, Levítico, etc. Trabajando dentro de un marco de referencia histórico-
redentor, Vos derivó tres épocas de la historia del Antiguo Testamento en la primera unidad
literaria de la Biblia: el libro del Génesis. Después incluyó cuatro libros en el período de
Moisés, y el resto de los libros del Antiguo Testamento en el período profético. Este tipo
de análisis difícilmente parece coincidir con el patrón de revelación dado en la Escritura.
Además de esto, las diferentes maneras en las que los teólogos bíblicos evangélicos
dividen los períodos del Antiguo Testamento nos llevan a sospechar que la Teología Bíblica
hace más que simplemente mostrar la estructura interna del texto. Existe muy poco acuerdo
en cómo debe verse el Antiguo Testamento. Vos dividió la historia del Antiguo y Nuevo
Testamentos en siete períodos. Algunos siguen su ejemplo, pero otros se desvían de él
significativamente.
Con tantos arreglos diferentes podemos ver cuánto la Teología Bíblica reorganiza a
la Biblia. La Teología Bíblica sigue un modelo histórico que reorganiza la Biblia tanto, si
no es que más, como los modelos lógicos de la teología tradicional.
89
Reciprocidad
Cuando los constructores edifican una casa, empiezan con el trabajo preliminar o
básico. Ponen los cimientos; construyen el primer y segundo piso; finalmente ponen el
techo. La construcción va de abajo hacia arriba o al menos así parece desde lejos. Pero todo
constructor experimentado les dirá que no es así de sencillo. El construir una casa de varios
pisos no es simplemente un proyecto siguiendo los pasos uno, dos y tres. Una mirada más
cercana revela que el proceso es más complicado.
A través de todo el proceso de construcción, los edificadores tienen que atender más
de un nivel a la vez. Construyen cada piso anticipando los demás niveles que vendrán sobre
él. Ponen el cimiento anticipando el peso que descansará sobre él. La cubierta del primer
piso tiene que coincidir con la del segundo. El segundo piso es construido sobre el primero
pero su forma y tamaño dependerá del tipo de techo que la casa tendrá.
verse como siguiendo un movimiento vertical simple, los trabajadores van de nivel a nivel
durante todo el proyecto.
Desde el principio, debemos afirmar que este enfoque es correcto en cierto sentido.
Aprendemos de la Escritura y traemos nuestro aprendizaje a la discusión teológica.
Pasamos por este tipo de proceso cada vez que leemos la Escritura. Por ejemplo, leemos
las palabras de José en Génesis 50:20: «Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo
encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo». A
menudo interpretamos esta declaración como que Dios tenía control sobre las acciones
malignas de los hermanos de José, transformando el mal en bien para José y la nación.
Ponemos este concepto al lado de otros pasajes y construimos una doctrina de la
providencia divina. En efecto, hemos desarrollado nuestra teología de abajo hacia arriba.
Cada rama de la teología nos prepara para la interpretación. Siempre nos acercamos
a la Escritura a la luz de reflexión teológica previa. Estas consideraciones previas pueden
ser formales o informales, pero siempre influyen en nuestro acercamiento a pasajes
específicos.
Por ejemplo: ¿Qué causa que nos concentremos en la providente mano de Dios al
leer las palabras de José en Génesis 50:20? ¿Por qué no usar el pasaje para entender la
psicología del perdón? ¿Por qué no reconstruir la personalidad de José y de sus hermanos
basándonos en el pasaje? ¿Por qué no interesarnos en las relaciones entre los patriarcas?
Estos temas también están en el pasaje. Pero la mayoría de nosotros ve la providencia de
Dios porque nuestro sistema teológico enfatiza esta doctrina. Hasta cierto punto, este pasaje
específico pudo haber moldeado nuestro entendimiento de la doctrina, pero nuestra
reflexión teológica también nos dirige al acercarnos al pasaje.
91
Construir una casa incluye movimiento hacia arriba, pero también envuelve el ir de
arriba a abajo entre los diversos niveles de la construcción. De una manera similar, la
hermenéutica incluye reciprocidad entre las diversas disciplinas teológicas y la
interpretación.
Por el otro lado, sin embargo, podemos enfatizar demasiado nuestro trabajo
exegético más que la teología. Por una variedad de razones, muchos evangélicos insisten
en que los intérpretes deben mantener al mínimo la influencia de la teología. A pesar de lo
bueno que este punto de vista parezca, pone a los intérpretes en peligro significativo. El
ignorar la dirección de la teología no nos libra de la influencia de las presuposiciones
teológicas; éstas siempre estarán presentes. Pero el ignorar la teología puede apartarnos de
las buenas presuposiciones teológicas.
Conclusión
Empezamos este capítulo diciendo que debemos leer las narraciones del Antiguo
Testamento en comunidad. La interacción con la gente en general y con otros cristianos en
particular, es esencial para la interpretación responsable. Al interpretar las narraciones del
Antiguo Testamento, somos influenciados por la comprobación y el balance de la herencia
92
teológica, la comunidad actual y el juicio privado. A pesar de las tendencias actuales que
pasan por alto la importancia de la teología para la exégesis, la teología tradicional es
crucial para interpretar las historias del Antiguo Testamento. A medida que interactuemos
con las perspectivas teológicas desarrolladas dentro de la iglesia, estaremos equipados para
comprender mejor las historias del Antiguo Testamento.
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
CAPÍTULO CUATRO
LA INFLUENCIA DE LA EXÉGESIS
De una manera muy parecida, el Espíritu Santo ha dirigido a la Iglesia a mirar las
historias del Antiguo Testamento como espejos, ventanas y cuadros. En el análisis temático
tratamos a las historias como espejos que reflejan nuestros intereses y preocupaciones. En
el análisis histórico vemos a estos textos como ventanas hacia los eventos históricos. En el
análisis literario vemos las historias del Antiguo Testamento como cuadros, apreciando su
forma y contenido al mismo tiempo. Al explorar la manera en que el Espíritu Santo nos
prepara para interpretar las narraciones del Antiguo Testamento, debemos notar cómo nos
influyen cada uno de estos enfoques hermenéuticos (ver figura 8).
Análisis temático
El análisis temático atrae fuertemente porque las historias del Antiguo Testamento
tienen muchas cosas que decir. Tomemos por ejemplo esta sencilla oración: «En principio
creó Dios los cielos y la tierra» (Génesis 1:1). ¿Cuántas ideas transmite este pasaje? ¿Es
solamente el concepto de que Dios hizo todo lo que existe? Este aspecto del pasaje
ciertamente es importante, pero ¿qué de otros aspectos? Si nos detenemos a leerlo una vez
más, podemos divisar varios núcleos de pensamiento: 1. existe un Dios; 2. existen los
95
cielos; 3. existe la Tierra; 4. existió un principio; 5. Dios creó; 6. la creación incluyó todas
las cosas. Esta lista sigue y sigue. Cualquiera de estos asuntos puede llegar a ser el foco de
atención del acercamiento temático. Podemos decidir resaltar a Dios, al mundo, al acto de
creación, al principio de todas las cosas, o cualquier otro aspecto del texto. Nos
concentramos en un aspecto particular no porque sea prominente sino porque es de nuestro
interés.
La gran cantidad de temas en las historias del Antiguo Testamento ofrecen muchos
puntos importantes para la exégesis. Aunque no tenemos la libertad de leer en el pasaje lo
que no se encuentra en él, en el análisis temático tenemos la libertad de poner atención a
los temas menores cuando éstos sean importantes para nosotros.
¿Es apropiado enfatizar los temas menores? ¿No debe estar nuestra exégesis siempre
concentrada en los temas centrales del pasaje? A veces los estudios hermenéuticos sugieren
que debemos siempre identificar la idea principal del texto y hacerla central en nuestra
interpretación. Aunque este enfoque sea muy importante, no debemos limitarnos a él
solamente.
De hecho, el escritor de Samuel culpa a David de muchos de los males que plagaron su
casa por generaciones (2 Samuel 12:10).
Él ignoró la historia azarosa que llevó a David al poder, omitió la sustancia del
reproche de Mical, y evitó la relación conflictiva de David con Mefi-boset. Mucho más
importante, no mencionó sus actos de adulterio y asesinato.
El análisis temático ha sido aplicado de muchas maneras a través de los siglos. Para
nuestros propósitos, describiremos tres maneras importantes: La Teología Sistemática, la
Ejemplificación, y los intereses pastorales.
Desafortunadamente, sin embargo, los teólogos sistemáticos han utilizado mal los
textos. A veces los pasajes que citan tienen muy poco que ver con las doctrinas que
supuestamente comprueban. Esto ha puesto a muchos intérpretes modernos en contra de
usar textos como evidencia. Pero debemos tener cuidado de no rechazar completamente el
usar textos como evidencia. Cuando se hace con cuidado, es «una forma útil de
“taquigrafía” teológica».
Las historias del Antiguo Testamento tocan muchos temas teológicos tradicionales.
Bajo la rúbrica de la Teología Sistemática, podemos hacer preguntas tales como: ¿qué dice
la historia acerca del carácter de Dios?; ¿cómo nos imparte luz con respecto a la doctrina
del pecado?; ¿en qué contribuye con la doctrina de la salvación?; ¿qué aportación da al
campo de la ética? El investigar las historias del Antiguo Testamento con tales preguntas
en mente, enriquecerá nuestro sistema teológico.
Los intereses pastorales. Algunas veces el lector usa los textos temáticamente
debido a sus intereses pastorales. Al examinar nuestras iglesias, empezamos a preocuparnos
por ciertos asuntos en particular. Las historias del Antiguo Testamento frecuentemente son
pertinentes a estas luchas modernas.
El análisis temático puede tomar esta y muchas otras formas. Puede ser informal o
académico, práctico o teórico. Cualquiera que sea el caso, el análisis temático observa las
historias del Antiguo Testamento como espejos que reflejan los intereses de los lectores.
Debemos estar atentos en contra de los abusos, pero también debemos reconocer que el
análisis temático es una manera importante en la que el Espíritu nos ha enseñado a
acercarnos a estos textos.
Análisis histórico
¿Qué me atrajo al libro? ¿Qué me hizo estar interesado? No estaba impresionado por
la calidad literaria ni por temas relacionados con eventos en mi vida. En vez de esto, fue la
historia detrás del libro lo que me mantuvo cautivado. El libro se convirtió en mi portal
hacia el pasado.
En este punto de vista más reciente, las narraciones de la Biblia presentan problemas
porque fueron intencionalmente puestas en géneros literarios que no siguen los cánones de
la historicidad moderna. En otras palabras, al menos algunos de los escritores bíblicos no
tuvieron la intención de que sus audiencias tomaran los relatos en calidad de historia real.
Si este es el caso, nuestra preocupación por la confiabilidad histórica está fuera de lugar.
100
Debemos admitir que este enfoque tiene cierto atractivo. Las consideraciones de los
géneros literarios nos ayudan a encontrar el significado original de los textos en vez de
imponer en ellos nuestra agenda científica y moderna. Además, el hacer énfasis en los
géneros literarios evita que neguemos completamente la inerrancia bíblica. En lugar de
atribuir errores a los escritores bíblicos, podemos decir que simplemente siguieron las
convenciones literarias de sus días. Esta orientación puede ser muy atractiva, pero debemos
ejercitar precaución excesiva.
Segundo, debemos recordar que la crítica de los géneros literarios está plagada de
dificultades. Desde el tiempo en que salió a luz el trabajo fundamental de Gunkel sobre
Génesis y Salmos, los estudios de los géneros literarios han tenido muchas revisiones
importantes. Los intentos de fijar las características y funciones de los géneros literarios en
la Biblia están llenos de incertidumbres.
Sin embargo, es apropiado explorar la pregunta que existe en cuanto a los géneros
literarios y la historia. Este es un asunto importante que está en proceso aun, pero varios
puntos deben mantenerse en mente.
¿Qué características podrían indicar que algún relato del Antiguo Testamento no
tenía la intención de ser tomado como histórico? La mera presencia de problemas históricos
no es un criterio suficiente, pues la investigación futura puede revelar soluciones. Además,
los intérpretes críticos a menudo rechazan la historicidad debido a que el texto reporta
eventos sobrenaturales, pero los evangélicos no dudan de la historicidad de acontecimientos
sobrenaturales. Adicionalmente, la semejanza entre las historias bíblicas y los relatos no
históricos fuera de la Biblia no proveen tampoco un criterio sólido. Las semejanzas no
implican necesariamente el mismo grado de verdad histórica.
Una mejor manera de trabajar con este asunto es buscar dentro de las historias
mismas señales que indiquen el género literario. Si podemos identificar el vocabulario, el
estilo o la estructura peculiar de un género, estaremos dirigiéndonos hacia conclusiones
más seguras. Pero hasta este punto, no hay indicadores bien establecidos para la
identificación de fábulas, sagas, relatos y leyendas en la literatura del Antiguo Cercano
Oriente, y mucho menos de las narraciones del Antiguo Testamento. Por ejemplo: ¿es
posible establecer, basándose en el texto, que la frase inicial de la Torre de Babel debiera
ser traducida, «Había una vez...» (Gen. 11:1 NEB)? Tal traducción reposa sobre
presuposiciones teológicas e históricas, y no en la evidencia del texto mismo.
Debemos manejar con mucho cuidado las consideraciones de los géneros literarios.
El testimonio de la Biblia misma, las complejidades de la crítica de los géneros, y la
dificultad de establecer límites, nos previenen de llegar a conclusiones precipitadas.
Aunque la investigación futura pudiera darnos luz en alguno de estos asuntos, la carga de
proveer evidencias recae sobre aquellos evangélicos que argumentan que las narraciones
con apariencia histórica en el Antiguo Testamento no tuvieron el propósito de ser tratados
como relatos históricos, confiables e inerrantes.
Los evangélicos creen que lo que las narraciones del Antiguo Testamento dicen
acerca de los eventos históricos es verdad y es confiable; no hay errores en la revelación
de Dios. No obstante, estos textos presentan «la historia desde un punto de vista profético».
Por un lado, no debemos decir que los escritores del Antiguo Testamento fabricaron sus
historias. Los escritores bíblicos fueron inspirados por el Espíritu de la verdad y no
presentaron ficción como si fueran hechos reales. Por otro lado, sus propósitos ideológicos
determinaron los eventos que escogieron y también la manera en la que los presentaron.
103
Las narraciones del Antiguo Testamento no nos dan un relato detallado del pasado. Fueron
escritas desde un punto de vista, pero sin error y sin falsas representaciones.
Como el análisis temático, el análisis histórico adopta muchas formas; dos de éstas
han sido prominentes: factual y teológico.
algunas de las características únicas de estos períodos?; ¿cómo se relacionan las épocas
entre sí?». Estas preguntas también forman una importante avenida para explorar las
narraciones del Antiguo Testamento.
El análisis histórico puede estar orientado hacia los hechos o hacia la teología.
Cualquiera que sea el caso, usamos las historias del Antiguo Testamento como ventanas a
los eventos del pasado. Esta es otra manera importante por medio de la cual el Espíritu
Santo ha enseñado a la Iglesia a acercarse a las narraciones del Antiguo Testamento.
Análisis literario
argumenta que el texto está lleno de reflexiones éticas acerca de la mentira de Abram (v.18-
19). G. von Rad estuvo interesado en la llegada de asiáticos a Egipto y el reporte de la
belleza de Sarai a una edad tan avanzada (v.14). También se enfoca en el tema de la
intervención de Dios y en la dimensión moral de la mentira de Abram. Para ambos
comentaristas, el texto sirvió primeramente como una ventana a la historia y como un
espejo de sus intereses éticos.
Génesis 12:10 puede ser llamado el problema dramático; esta sección introduce el
contexto del cual fluye la narración. Abram va a Egipto debido a la hambruna e intenta
estar allí temporalmente. La resolución (v.20) se balancea con el principio de la historia.
El escritor contrasta la pobreza y el hambre con las riquezas de Abram al terminar su
estadía. Génesis 12:11-16a contiene la acción ascendente. El plan de mentir es llevado a
cabo, pero provoca que Sarai sea llevada al harén de Faraón. Esta sección está en balance
con la acción descendente de Génesis 12:18-19. Ambas porciones contienen diálogo
predominantemente dramático y contienen expresiones similares: «tú eres mi hermana»
(v.13), «ella es mi hermana» (v.19). Finalmente, la porción de en medio de Génesis 12:16-
17, el punto de cambio de la historia, forma una hábil interconexión de perspectivas. Abram
prospera, pero Faraón está bajo maldición. Esos versos cumplen tanto la función de
107
anticipar las acciones futuras en el texto como de reflejar los eventos previos de la historia.
Génesis 12:16b anticipa lo que pasará con Abram; él va a partir con muchas riquezas de
los egipcios. Génesis 12:17 trata con los problemas que surgieron para Faraón por causa de
Sarai. De esta manera, el punto de cambio de la trama apunta hacia delante y hacia atrás,
aumentando la simetría.
El notar esta estructura nos ofrece muchas ventajas, pero aquí sólo mencionaremos
dos. Primero, podemos ver cómo cada parte contribuye en la historia. El remover alguna
sección podría crear un nuevo drama. Esta coherencia intrínseca contiene nuestra tendencia
de querer identificar el centro de la historia con algún asunto histórico o temático. Como
vimos anteriormente, el hábito de muchos intérpretes es el de enfocarse en asuntos
históricos o preguntas éticas encontradas en los pasajes. Cuando vemos estos aspectos de
la historia dentro del movimiento de toda la narración, no podemos tomarlos
equivocadamente como los elementos más importantes.
Abram fue a Egipto debido al hambre en Canaán; una hambruna trajo a Jacob y a
sus hijos a Egipto. El engaño fue una característica de Abraham; los hermanos de José
fueron bien conocidos por sus mentiras. Aunque Abram prosperó en Egipto, su esperanza
de una descendencia se vio amenazada cuando Faraón tomó a Sarai; Israel floreció en
Egipto, pero la esclavitud y el asesinato de sus niños amenazaron su posteridad. Dios hizo
distinción entre Abram y Faraón por medio de bendiciones y maldiciones; la intervención
divina en el éxodo protegió a los israelitas, pero trajo plagas sobre Faraón. La libertad vino
a través de la confrontación directa entre Faraón y Abram; Moisés y Faraón se reunieron
varias veces antes de que el rey dijera finalmente: «¡Salid!». Los egipcios despidieron a
Abram en bienestar y riquezas; los egipcios despidieron a Israel con sus riquezas.
109
Por medio de estos paralelos entre el evento del éxodo y la historia de Abram,
podemos ver que Moisés quiso utilizar esta historia como un paradigma para enseñar a
Israel la naturaleza de su salida de Egipto y su regreso a Palestina. Moisés enfrentó
incredulidad y desánimo entre las tribus. Al relatar la historia del patriarca, estaba
presentando una palabra relevante para sus compañeros israelitas. Podemos imaginar a
Moisés comentando acerca de la historia: «¡No se desanimen! No se ha cometido ningún
error. Lo que a ustedes les está sucediendo, le ocurrió antes a nuestro padre Abram. Síganle
fuera de Egipto y tengan confianza en el poder de Dios». Similarmente, no es difícil
escuchar a los fieles de entre las tribus diciendo: «¡El éxodo de Abraham es nuestro
éxodo!».
Por medio de este breve ejemplo, podemos ver por qué debemos ir más allá de los
intereses históricos y temáticos, y aplicar el análisis literario a las narraciones del Antiguo
Testamento. Al enfocarnos en la forma y contenido al mismo tiempo, se nos abrirá un
camino para ver más de lo que Dios nos ha dado en estas historias.
Desde la Ilustración, los intérpretes evangélicos han estado ocupados con preguntas
históricas. Hemos explorado las historias del Antiguo Testamento para probar su
historicidad. Aun así, toda obra mayor en hermenéutica bíblica ha reconocido las
características literarias de la Escritura.
allá de nuestro propósito aquí, pero será de mucha ayuda el identificar varios pasos
importantes.
Crítica de fuentes. Cerca del final del siglo diecinueve, el criticismo literario se
reducía a la crítica de las fuentes. En este acercamiento, los intérpretes buscaban las fuentes
o recursos en los que está basada la Escritura que hoy tenemos. La conocida Hipótesis
Documental del Pentateuco (J.E.D.P) fue uno de los primeros esfuerzos en esta dirección.
Desde entonces, los intérpretes han reconstruido las fuentes hipotéticas de muchos libros
del Antiguo Testamento.
Crítica de formas. Un segundo paso importante surgió al principio del siglo veinte
en la crítica de las formas. El enfoque distintivo del criticismo de forma fue la
identificación del género y la reconstrucción de la tradición oral Sitz in Leben (situación
cultural) en las cuales se usaron originalmente las historias del Antiguo Testamento.
Comparando al Antiguo Testamento con la literatura de las culturas del Antiguo Cercano
Oriente, propusieron formas, escenarios y usos preliminares en los que se basan los textos
de la Escritura.
Crítica de redacción. La tercera etapa importante del análisis literario vino al primer
plano en la década de los años cincuenta bajo el título de crítica de redacción. Los críticos
de redacción rastrearon los desarrollos de los textos bíblicos de sus fuentes orales y
literarias a su estado presente. Fueron más allá de las preocupaciones de la crítica de las
fuentes y formas al desarrollo completo de los pasajes. Este punto de vista se enfocó en los
propósitos del redactor al observar los desarrollos de los textos.
Los evangélicos generalmente se sienten más cómodos con estos métodos literarios
contemporáneos. Podemos beneficiarnos de muchas maneras con los análisis retóricos,
estructurales y canónicos, siempre y cuando no caigamos presa de sus presuposiciones del
criticismo.
El análisis literario es una tercera manera importante en la que el Espíritu Santo nos
ha enseñado a entender las narraciones del Antiguo Testamento. Al dar atención a la
integridad de forma y contenido, obtenemos mucho entendimiento del significado de estos
textos.
Conclusión
Preguntas de repaso
1. ¿Qué es el análisis temático? ¿Por qué es un enfoque legítimo de las narraciones del
Antiguo Testamento? ¿Cuáles son algunos tipos comunes de análisis temático?
2. ¿Qué es el análisis histórico? ¿Por qué es un enfoque legítimo de las narraciones del
Antiguo Testamento? ¿Cuáles son algunos tipos comunes de análisis histórico?
3. ¿Qué es el análisis literario? ¿Por qué es un enfoque legítimo de las narraciones del
Antiguo Testamento? ¿Cuáles son algunos tipos comunes de análisis literario?
Ejercicios de estudio
1. Lea la historia del llamado de Abram (Génesis 12:1-9). ¿Qué temas encuentra usted
para las siguientes categorías teológicas?
1- la doctrina de Dios
2- la doctrina del hombre
3- la doctrina del pecado y la salvación
2. Vea Génesis 12:1-9 otra vez. ¿Qué datos históricos son prominentes? ¿Cómo este
pasaje le permite reconstruir lo que Dios estaba haciendo en esta época de la historia
de la redención?
3. Examine un comentario evangélico del siglo diecinueve, uno de principios del siglo
veinte y otro actual, acerca de Génesis 12:1-9. ¿Estos comentarios se enfocan más
en el análisis temático, histórico o literario? Explique su respuesta.
113
PARTE II
Investigación
Objetivos y
procedimientos
(Capítulo Cinco)
Estructura
(Capítulos
Ocho y Nueve)
Documento
Representación Caracterización
de la escena
(Capítulo Seis)
(Capítulos Siete)
SINOPSIS
En las partes previas de este libro, examinamos algunas de las maneras principales
en las que el Espíritu Santo nos prepara para leer las narraciones del Antiguo Testamento:
la vida cristiana individual, la interacción en comunidad, y el escrutinio de la Escritura.
Mientras más conscientes estemos de este aspecto del proceso hermenéutico, podremos
entender mejor las historias del Antiguo Testamento.
CAPÍTULO CINCO
ORIENTACIÓN HACIA LA INVESTIGACIÓN
La meta de la investigación
Polivalencia
Juan estaba caminando en el centro de la ciudad una tarde cuando vio un pedazo de
papel volando en la acera. Lo recogió y leyó: «Busca ayuda». Juan era un lector competente
de español; él tenía un entendimiento básico de lo que «busca ayuda» significaba. Al
principio, Juan pensó que entendía lo que significaba la nota.
Pero dos extraños de pronto se le acercaron. El primero apuntó a un carro que pasaba
y dijo: «Yo vi de dónde salió esa nota». «Un niño la dejó caer mientras era jalado hacia el
interior del carro. Deberías llamar a la policía». Pero la segunda persona interrumpió: «No
le hagas caso», insistió. «Yo escribí la nota para un amigo y accidentalmente se me cayó.
Mi amigo está enfermo y quiero que busque ayuda».
Ahora Juan estaba completamente confundido. ¿Acaso era la nota una petición de
ayuda o un consejo amistoso? Juan no podía estar seguro, así que arrugó el papel y lo dejó
caer de nuevo a la acera. «No sé qué hacer», exclamó enojado. «Esta nota puede significar
muchas cosas».
Juan se había tropezado con una perspectiva que muchos estudiantes del Antiguo
Testamento han afirmado a través de los siglos. De una u otra manera, han dicho que los
textos bíblicos son polivalentes: tienen varios significados.
Antes de la Reforma, la mayoría de los intérpretes bíblicos asumían que las historias
del Antiguo Testamento tenían más de un significado. La corriente principal de exégesis
rabínica insistía en que todo texto tenía significados múltiples. El uso indiscriminado de
métodos alegóricos de Filón continuó la tendencia hacia los métodos polivalentes de
interpretación. La escuela de Alejandría (Clemente, Orígenes, Ambrosio, y otros), también
enfatizaron los significados múltiples.
La polivalencia otra vez ha ganado amplia aceptación en nuestros días. Sin embargo,
en la mayoría de los casos, estos puntos vista modernos han estado basados en una
consideración diferente: la polivalencia del lenguaje en sí mismo. En gran parte, las raíces
de este punto de vista en la hermenéutica moderna pueden ser encontradas en Friedrich
Schleiermacher, quién afirmó que el lenguaje de un texto tiene solamente una función
limitante (die Grenzen angebende). Establece parámetros para encontrar significados
posibles, pero dentro de esos límites el mismo texto puede significar muchas cosas. El solo
mirar un documento no siempre da al lector lo suficiente para determinar el significado
específico. Para especificar el significado, se tiene que ver, fuera del texto, la experiencia
psicológica del escritor.
A través de los siglos, un sinfín de intérpretes han considerado los textos bíblicos
como polivalentes. Los primeros puntos de vista estaban basados en el origen divino de la
Escritura. Puntos de vista modernos apelan más a la polivalencia inherente del lenguaje.
Cualquiera que sea el caso, desde este punto de vista los intérpretes deben buscar muchos
significados en las historias del Antiguo Testamento.
Univalencia
Cuando Joey salía a jugar, su madre le llamó: «Me gustaría que te pongas tus
zapatos». Él la escuchó, pero salió descalzo de todas maneras. Después de un par de horas,
Joey entró a la casa, pero su madre lo detuvo en la entrada. «¡Pensé que te dije que te
pusieras tus zapatos!», exclamó. Joey respondió indignado: «No lo hiciste. Tú dijiste que
te gustaría que me pusiera mis zapatos». «Sí», admitió, «pero tú sabes que quería decir».
Joey se enfocó en las palabras de su madre y las interpretó de acuerdo con el marco
de referencia de sus propios deseos. Técnicamente estaba en lo correcto: ella dijo que le
gustaría que se pusiera sus zapatos. Las palabras en sí mismas no descalificaban la
interpretación de Joey. Dadas las circunstancias correctas, podrían haber significado
exactamente lo que Joey había sugerido. Pero su madre insistió en que su declaración debía
ser entendida en los términos de lo que él sabía que ella quería decir. Sus intenciones
determinaron el significado de su declaración. Ella quiso decir que él debía ponerse sus
zapatos y él debió hacerlo.
Como hemos visto, antes de la Reforma muchos intérpretes creían que las historias
del Antiguo Testamento tenían muchos significados, muchos de los cuales no eran
accesibles por medio de una lectura ordinaria. Así que los intérpretes necesitaban
120
Este punto de vista fue aceptando tan ampliamente entre la escolástica del siglo
diecisiete que fue codificada en la Confesión de Fe de Westminster. El sentido verdadero
de todo texto bíblico «no es múltiple sino uno solo».
Una obra literaria como la Biblia puede tener una y solamente una interpretación
correcta, y ese significado debe ser determinado por las intenciones verdaderas del autor
humano; de otra manera, todo significado alegado sería tomado con el mismo grado de
121
seriedad, posibilidad y corrección; ningún significado sería más valido o verdadero que los
otros.
La creencia en la univalencia de cada texto está tan diseminada entre los evangélicos
modernos que aparece en la Declaración de Chicago acerca de la Hermenéutica Bíblica.
Esta dice: «Nosotros afirmamos que el significado expresado en cada texto bíblico es uno
solo, definido y fijo».
¿Cuál punto de vista es correcto? ¿Tiene el texto uno o varios significados? En los
años recientes se ha levantado mucha confusión porque un número de evangélicos han
usado el término «significado» con mayor amplitud que en el sentido protestante
tradicional. De una u otra manera, han hablado de muchos significados para un solo texto.
Estas variaciones han traído la atención hacia varias complejidades, pero han levantado
también interés sobre el concepto tradicional del significado normativo y fijo.
Muchos creyentes han quedado haciéndose una seria pregunta. Si un texto puede
significar más de una sola cosa, ¿cómo podemos estar seguros de que lo estamos
entendiendo apropiadamente? Si el significado no está restringido a la intención original
del escritor, ¿no estamos acaso a la deriva en un mar de indeterminación?
Significado original. Hablaremos del aspecto más básico del valor de una historia
como su significado original. El significado original es el sentido del texto en el contexto
de su escritor y lectores originales. ¿Por qué el escritor compuso este pasaje? ¿Cuál fue el
122
propósito de esta historia? Puesto que este contexto es el marco de referencia en el cual el
Espíritu Santo primero inspiró y acomodó la Escritura, el significado original es normativo
para todo trabajo de interpretación subsiguiente. Pero debemos recordar que el significado
original no agota todo el valor del texto.
Elaboraciones bíblicas. Las elaboraciones bíblicas son también parte del valor del
texto. Las elaboraciones incluyen todo lo que la Escritura dice acerca de una historia del
Antiguo Testamento. ¿Cómo explica la Biblia esta narración? Las elaboraciones se enfocan
en una historia completa o en parte de ella; pueden hablar directa o indirectamente acerca
del pasaje.
Cualquiera que sea el caso, las elaboraciones bíblicas son siempre verdaderas y
confiables. Nunca contradicen el significado original, porque Dios es el Autor original de
ambos. Pero las elaboraciones bíblicas a menudo van más allá del significado original,
trayendo a la luz dimensiones implícitas de un texto que permanecían escondidas en los
días del escritor. Sin embargo, aun las elaboraciones bíblicas no agotan el valor de una
historia; también representan sólo una porción de los que el texto ofrece.
Aplicaciones legítimas. Las aplicaciones legítimas son una tercera faceta del valor
de una historia. Las aplicaciones son el entendimiento apropiado que intérpretes falibles en
el pasado, presente y futuro, derivan del significado original y las elaboraciones bíblicas.
¿Cómo se ha aplicado esta historia? ¿Cómo se debe aplicar hoy? ¿Cómo podría ser aplicada
en el futuro? Las aplicaciones propuestas están siempre sujetas a refinamiento porque no
son inspiradas inerrantemente por Dios. Pero siempre y cuando sean correctas, las
aplicaciones legítimas también forman un aspecto del valor de una historia.
Con nuestra atención enfocada en el significado original de las historias del Antiguo
Testamento, ahora estamos en la posición de establecer algunos procedimientos
fundamentales para la investigación. ¿Qué debemos considerar para descubrir el
significado de estos textos? ¿Qué enfoque nos permitirá llegar al significado fijo y
normativo? Vamos a tocar tres asuntos preliminares que marcan los parámetros para
nuestro trabajo: los controles múltiples sobre el significado original, los ángulos múltiples
del significado original, y los resúmenes múltiples del significado original.
124
Muchos intérpretes de literatura han seguido este enfoque tripartito, aunque a veces
no han enfatizado los elementos equitativamente. Un énfasis extremo en las intenciones
del escritor puede ser llamada «la falacia intencional»; el insistir en que el documento por
sí solo es necesario para encontrar significado puede ser llamado «la falacia gráfica»; y
125
De una u otra manera, siempre le damos algo de atención a cada uno de estos
controles. No podemos entender un texto sin examinar el documento en sí mismo. Nuestro
estudio puede ser superficial, pero debemos conocer algo acerca del texto si esperamos
entenderlo. Similarmente, podemos no pensar mucho acerca del escritor, pero siempre
hacemos algunas suposiciones acerca de él. Asumimos que el escritor tenía cierto grado de
habilidad lingüística, inteligencia, y conciencia de la vida. De la misma manera, podemos
no examinar a la audiencia extensivamente, pero generalmente asumimos que los lectores
pudieron entender los elementos básicos del texto y que tenían cierto grado de interés.
Siempre que investigamos el significado de una nota, carta, documento, historia, o libro;
reflexionamos en un grado o en otro, acerca de los tres controles del significado.
Ángulos múltiples
De la misma manera, una perspectiva única limita nuestra percepción del significado
original. Los escritores, documentos, y audiencias interactúan entre sí de muchas maneras.
126
Las intenciones del escritor influyen a la audiencia; las necesidades de la audiencia dan
forma al documento; el documento facilita al escritor el deseo de comunicarse. Las
interconexiones son complejas. El aprender cómo mirar estas interacciones desde
diferentes puntos de vista, da un cuadro más completo de lo que el Espíritu Santo
originalmente dio a Su pueblo a través de estas historias.
¿Qué perspectivas debemos tomar para comprender las interconexiones entre los
escritores, documentos, y audiencias? Es provechoso el tomar tres perspectivas básicas: la
paradigmática, la sintagmática, y la pragmática. Estos puntos de vista son totalmente
interdependientes y tratan con numerosos asuntos, pero por simplicidad, pensaremos en
términos de tres preguntas básicas. El ángulo paradigmático pregunta qué escogió decir el
autor; la perspectiva sintagmática mira cómo arregló su composición; el punto de vista
pragmático pregunta por qué escribió para sus lectores.
A menudo escogemos una palabra en lugar de otra porque denota el concepto que
deseamos comunicar. Si quiero decir a mi familia que fui al supermercado, podría decir:
«Fui a la tienda». No diría: «Fui al cine». ¿Por qué? Porque la palabra «tienda» denota el
concepto de supermercado, pero «cine» no lo hace. No llamamos a un sombrero, «libro»;
no llamamos a un carro, «árbol de navidad». A menos que estemos usando una figura de
lenguaje, no utilizamos intencionalmente una palabra que denote algo diferente al concepto
que queremos comunicar.
A veces escogemos una palabra en lugar de otra por sus ventajas denotativas. Por
ejemplo, «tienda» puede ser muy ambigua. Puede denotar una tienda de ropa, herramientas,
o piezas de autos. En lugar de decir: «Fui a la tienda», podría escoger decir: «Fui a tienda
de comestibles». Podemos decidir decir «océano» en vez de «agua», o «hija» en lugar de
«niña», debido a que los términos son más adecuados a nuestros propósitos. Las ventajas
denotativas pueden ser específicas o ambiguas. Aun así, escogemos palabras a la luz de sus
ventajas denotativas.
Los escritores de las narraciones del Antiguo Testamento escogieron sus palabras
debido a sus denotaciones y connotaciones. Consideren un verso de la historia de la Torre
de Babel: «Jehová descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hombres»
(Gen. 11:5). ¿Qué es lo que Moisés quiso decir cuando dijo que Dios descendió (yrd)?
Encontramos claves al considerar algunas de las palabras que pudo haber seleccionado. Por
ejemplo, ¿por qué dijo «descendió» (yrd) en vez de «ascendió» (`lh)? Aparentemente él
quiso denotar un movimiento hacia abajo. ¿Por qué dijo «descendió» (yrd), en vez de
«vino» (bw`)? «Vino» hubiera sido suficiente, puesto que sus lectores sabían que Dios
habita en los cielos. Pero Moisés escogió «descendió» (yrd) por su denotación específica.
Finalmente, la palabra «descendió» pudo también haber sido escogida por su connotación
emotiva. En el verso previo, Moisés había dicho que la torre llegaba hasta los cielos (Gen.
11:4). Es posible que haya escogido «descendió» por su connotación sarcástica. La gente
128
que construía pensó que había llegado al cielo, pero el Señor había descendido sólo para
verla.
El notar las opciones que los escritores enfrentan, nos ayuda a entender el significado
de las palabras que escogen. Debemos considerar antónimos, sinónimos, metonimias y
recursos similares para clarificar el significado de las palabras que usaron. Al examinar las
selecciones de los escritores, adquirimos entendimiento. Como Thiselton explica: «El
intérprete no sabe cuánta importancia poner en el uso del autor de una palabra x hasta que
también conoce qué alternativas estuvieron a su alcance al mismo tiempo».
Las historias del Antiguo Testamento fueron diseñadas para denotar cierto orden en
los eventos. Los escritores reportaron lo que ellos querían que sus lectores consideran. ¿Por
qué, por ejemplo, el autor de Samuel dice: «Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia
para con Dios y los hombres» (1 Samuel 2:26) en lugar de «Samuel tenía 12 años y tenía
una altura como de cinco pies»? ¿Por qué el escritor de Jueces dice a sus lectores que Eglón
era «muy obeso» (Jueces 3:17) en lugar de reportar que el rey «tenía barba»? En primer
lugar, estos escritores querían que sus audiencias consideraran los elementos que habían
reportado y no otros elementos. La selección en las historias del Antiguo Testamento estaba
basada frecuentemente en los conceptos que el escritor quería denotar. Los escritores del
Antiguo Testamento también escogieron lo que incluyeron y excluyeron basados en las
connotaciones. La reputación de Samuel fue reportada para producir apreciación por él y
desdén por los hijos de Elí. La descripción de la obesidad de Eglón era una burla para el
gobernante.
En los capítulos siguientes nos enfocaremos en las selecciones que los escritores
hicieron. Será evidente la necesidad de preguntarnos lo que estos escritores escogieron
reportar. Ellos no dijeron todo lo que habrían podido decir; retuvieron información al
mismo tiempo que la daban. El notar esta selectividad nos permite explorar el significado
de sus historias.
Aun así, los escritores del Antiguo Testamento arreglaron la misma serie de eventos de
muchas maneras diferentes en sus relatos. Algunas veces los escritores del Antiguo
Testamento siguieron la secuencia histórica; en otras ocasiones no lo hicieron. Los eventos
anticipaban escenas futuras y recolectaban materiales previos. Algunas historias arreglan
las escenas simétricamente, otras asimétricamente. Las acciones aumentan o relajan la
tensión dramática. Éstas son algunas de las maneras en las que los escritores del Antiguo
Testamento arreglaron sus historias.
131
El contexto extralingüístico también consiste de los propósitos para los cuales una
expresión es escogida. Tomemos, por ejemplo, el significado de un imperativo. Los
estudiantes de Teología a menudo asumen que un verbo imperativo siempre expresa un
mandato, y en muchas ocasiones este es el caso. Cuando Dios habla acerca de un asunto
moral, un imperativo claramente es un mandamiento (Éxodo 19:10). Cuando un rey dice a
sus siervos qué hacer, el imperativo es una orden (2 Samuel 11:14-15). Pero algunos
contextos pragmáticos ponen en claro que el imperativo no siempre indica un mandato
autoritario. Cuando un sirviente habla a un rey en el imperativo, no tiene la intención de
ser tomado como decreto (2 Samuel 14:4). Similarmente, cuando un adorador ofrece
plegarias en el imperativo, son imperativos de petición, no mandatos (Salmos 51:10).
Por ejemplo, ¿qué significa la oración «Aquí hace frío»? A primera vista parece ser
una mera descripción de la temperatura. Pero las condiciones pragmáticas apropiadas
pueden dirigirnos hacia un entendimiento diferente de la oración. Por ejemplo, si el
hablante está enfermo, podría estar pidiendo simpatía, el equivalente de «Ayúdenme; tengo
fiebre». Cuando los estudiantes dicen esto al entrar al salón de clase, pueden estar
queriendo decir: «Por favor, aumenten la calefacción». Si es un caluroso día de verano, la
oración inclusive podría ser tomada sarcásticamente y significar «Hace calor aquí». ¿Cómo
es posible esta variedad? Porque el significado de una expresión no está determinado
solamente por las estructuras gramaticales superficiales. La gramática debe leerse en
términos de las circunstancias extralingüísticas y las intenciones del hablante.
Las consideraciones pragmáticas son esenciales para interpretar las narraciones del
Antiguo Testamento. Si asumimos un paralelo estricto entre los pensamientos de los
escritores bíblicos y sus expresiones gramaticales, entonces tendríamos que concluir que la
mayoría de las historias del Antiguo Testamento no enseñan principios morales o
teológicos. Después de todo, la mayoría de los textos simplemente reportan hechos. Pero
la presentación superficial no agota exhaustivamente el significado. Ciertamente, las
historias del Antiguo Testamento reportan hechos a sus lectores, pero hacen mucho más
que eso. Otras dimensiones del significado están bajo la superficie y pueden ser vistas
solamente a la luz de las circunstancias pragmáticas en las que la historia fue escrita.
guiar a los lectores a vivir en fidelidad; infundió un sentimiento de orgullo por el valor de
los jóvenes; inspiró fe en los lectores; y ofreció una doxología. Ninguna de estas cosas fue
declarada explícitamente en las formas gramaticales, pero cuando consideramos por qué la
historia fue escrita, llegamos a encontrarnos cara a cara con estos aspectos del significado
original.
Las historias del Antiguo Testamento fueron usadas con muchos propósitos. Más
adelante en este estudio exploraremos al detalle el pragmatismo de estos relatos. Hasta este
punto, sin embargo, debe ser evidente que, si hemos de entender el significado original de
estos textos, debemos hacer más que meramente mirar a lo que aparece en la página.
Debemos considerar también las circunstancias de composición y determinar por qué el
relato fue escrito.
historias del Antiguo Testamento, estaremos en una mejor posición para comprender el
significado original de estos textos (ver figura 12).
Resúmenes múltiples
Todos sabemos que existe sólo un Océano Atlántico; es una realidad objetiva única.
Sin embargo, esta realidad única es un complejo conglomerado de diversos elementos. Una
amplia gama de componentes químicos, vida animal y vegetal, y un sinfín de otros factores
forman el Océano Atlántico. Esta complejidad hace imposible el hacer una descripción
exhaustiva. Lo más lejos que llegamos es a hacer muchas descripciones diferentes.
Como hemos visto, los autores del Antiguo Testamento escribieron textos
coherentes y univalentes para sus audiencias. Cada pasaje tiene un significado original.
Pero univalencia no es lo mismo que simplicidad. Los escritores, documentos y audiencias
interactuaron en maneras numerosas para producir el significado original. Los ángulos
paradigmáticos, sintagmáticos y pragmáticos revelan sencillamente cuán complejas fueron
estas interacciones. Consecuentemente, al investigar las historias del Antiguo Testamento,
lo mejor que podemos realizar es hacer diferentes resúmenes del significado original único.
Este estudiante tenía un concepto falso. Es una cosa decir que cada texto tiene un
solo significado original. Pero es otra cosa totalmente diferente, esperar que un comentario
haya llegado completamente a ese significado. ¿Cuántas páginas tomaría el dar una
descripción exhaustiva de los Diez Mandamientos? ¿Es posible que un comentario dé la
última palabra en el significado original de que Israel cruzara el Mar Rojo? ¡Por supuesto
que no! Estos pasajes son tan ricos que un comentario apenas roza la superficie de sus
profundidades.
Pero las complejidades inherentes de las narraciones del Antiguo Testamento hacen
de la investigación un proceso en desarrollo. Podemos revelar aspectos del significado
original, pero siempre hay más por ser descubierto. Podemos agotarnos en nuestra
investigación de las narraciones del Antiguo Testamento, pero nunca agotaremos la riqueza
de los textos mismos.
Conclusión
Preguntas de repaso
1. ¿Qué es un punto de vista polivalente del significado? ¿Cómo difieren los puntos de
vista antiguos y modernos de la polivalencia?
2. ¿Qué es un punto de vista univalente del significado? ¿Cuáles son algunas de las
raíces históricas de estos puntos de vista en la interpretación bíblica?
3. ¿Qué distinciones son hechas en este estudio entre «significado original»,
«elaboraciones bíblicas», «aplicaciones legítimas» y «valor completo»? ¿Cómo
estas distinciones mantienen continuidad con los intereses tradicionales protestantes
en la interpretación bíblica?
4. ¿Por qué es importante la fórmula «un solo significado original-muchos resúmenes
parciales»?
137
5. ¿Cuáles son los factores terrenales que controlan el significado original? Distinga
entre los ángulos de significado original «paradigmático», «sintagmático» y
«pragmático».
Ejercicios de estudio
1. Revise un comentario antiguo y otro más moderno sobre Génesis 1:1-2. Note el
enfoque de los comentaristas en el significado original, elaboraciones bíblicas y
aplicaciones legítimas.
2. Revise un comentario antiguo y otro moderno sobre Génesis 1:1-2. ¿Se enfocan más
los comentaristas en el escritor, el documento o la audiencia? ¿Cómo se podrían
mejorar sus comentarios si ellos ampliaran su enfoque?
3. Revise un comentario antiguo y otro moderno sobre Génesis 1:1-2. ¿Se enfocan más
los comentaristas en asuntos paradigmáticos, sintagmáticos o pragmáticos? ¿Podría
usted llenar algunos de los vacíos de sus acercamientos?
138
CAPÍTULO SEIS
PERSONAJES EN LAS HISTORIAS
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Recuerdo que una vez mi maestra de cuarto año leyó Un villancico de Navidad de
Charles Dickens a nuestra clase. «¿Qué fue lo que más les gusto de la historia?», preguntó
mientras cerraba el libro. «A mí me gustó el pequeñito Tim», contestó la niña sentada junto
de mí. «Era muy dulce». Como todo jovencito, yo no podía apoyar esa idea. «¡De ninguna
manera!», objeté. «La mejor parte fue cuando era media noche. Muchas cosas
espeluznantes pasaron».
La clase se dividió a la mitad. Las niñas estaban de acuerdo en que el pequeño Tim
era el más importante; todos los niños estaban de mi lado. Nunca llegamos a un acuerdo.
Ahora me doy cuenta de que la niña y yo estábamos enfocados en dos elementos básicos
de las historias. La trama llamó mi atención; un personaje le fascinó a ella.
Todos nosotros somos atraídos en una u otra dirección cuando leemos libros o vemos
películas u obras de teatro. De hecho, la importancia relativa de los personajes y las tramas
han sido una controversia desde hace mucho tiempo entre los críticos literarios. Algunos
argumentan que las historias se resuelven alrededor de los personajes, en tanto que otros
insisten en que la trama es lo central. Algunos pasajes dependen más en un elemento que
en el otro. Pero en el análisis final, ambos, los personajes y la trama son cruciales.
Presentación de personajes
El entendimiento del papel de los personajes en las historias del Antiguo Testamento
comienza con dos consideraciones básicas. ¿Qué personajes son incluidos? ¿Cómo son
retratados? Para responder estas preguntas, haremos unas observaciones generales en el
139
registro de personajes y en los retratos de los personajes en los relatos del Antiguo
Testamento.
Registro de personajes
De manera muy similar, podemos obtener mayor comprensión de los relatos del
Antiguo Testamento simplemente notando sus personajes. Génesis 11:10-25:10 es acerca
de la vida de Abraham. El libro de Jonás se enfoca en el profeta Jonás. El libro de Samuel
trata de Samuel, Saúl y David. El registro de personajes nos da una orientación básica con
la que podemos examinar estos textos de una manera más completa.
Los personajes son personas o grupos de personas en una historia. Pero, ¿qué clase
de personajes incluyen los relatos del Antiguo Testamento? ¿Quién está generalmente en
el registro? Los estudios más recientes de los personajes en la Biblia limitan su atención a
las figuras humanas. Los humanos son prominentes en el Antiguo Testamento, pero los
escritores del Antiguo Testamento se enfocan en Dios y en criaturas sobrenaturales, además
de en los seres humanos.
Pero en otros textos, la acción humana es la que domina, y Dios juega un papel menos
prominente. El registro de la Torre de Babel (Génesis 11:1-9) se enfoca primero en el
intento humano de construir una ciudad invencible. Dios aparece después de que la
construcción está bien encaminada (Génesis 11:5-9). A veces Dios aparece simplemente
como un interventor Deus ex machina (Dios de una máquina). Se desarrolla un problema,
Dios lo corrige, entonces inmediatamente se retira de la escena. En el registro del éxodo de
Abram de Egipto (Génesis 12:1020), no se menciona explícitamente a Dios, excepto en
Génesis 12:17: «Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas (…)». Habiendo
resuelto el problema de Abram, Dios desaparece de la historia. Aparte de esto, muchos
pasajes hacen solamente una breve mención de Dios. Por ejemplo, Dios no jugó un papel
activo cuando David se enteró de la muerte de Saúl (2 Samuel 1:1-16). De la misma
manera, el registro de los amoríos adúlteros (2 Samuel 11:1-27) no menciona a Dios,
excepto en las sentencias finales: «Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante
los ojos de Jehová» (2 Samuel 11:27b).
Seres humanos. Aunque sean importantes, tanto Dios como las criaturas
sobrenaturales, las historias del Antiguo Testamento se enfocan principalmente en los seres
humanos. Algunos pasajes tratan solamente con algunas personas (Génesis 4:1-16; 9:1-17;
29:14b-30; Rut 3:1-18), en tanto que otros se enfocan en grupos, ciudades completas,
naciones y en toda la humanidad (Génesis 11:19; 19:1-29; Éxodo 12:31-42, Jueces 16:23-
31; 1 Reyes 17:7-24).
humanos se incluyen? Notar qué personajes aparecen en los relatos del Antiguo
Testamento nos ayuda a ganar una orientación básica hacia el significado original de estos
pasajes.
Descripción de personajes
Una distinción similar debe de hacerse al interpretar las historias del Antiguo
Testamento. Los escritores del Antiguo Testamento trataron con figuras reales del pasado,
pero dieron descripciones limitadas de estos personajes. Formaron caracterizaciones,
perfiles de los «hábitos, emociones, deseos e instintos» de los personajes. No dieron
valoraciones desapegadas y extensivas. En lugar de esto, caracterizaron a Dios, a las
criaturas sobrenaturales y a los humanos para dirigir a sus lectores a perspectivas y
respuestas particulares. La caracterización en las historias del Nuevo Testamento sigue
patrones diferentes. Discutiremos varios rasgos más tarde en este capítulo, pero hasta este
punto, mencionaremos dos cualidades de caracterización: honestidad y selectividad.
Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que
está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino
y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame
la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedó
dormido (1 Reyes 19:3-5a).
Los escritores del Antiguo Testamento presentaron un retrato franco de Dios también.
Ellos nunca cuestionaron la perfección divina, pero tampoco vacilaron en mostrar a sus
lectores las verdades difíciles acerca del carácter de Dios. El largo sufrimiento de Dios y
su perdón se muestra en muchas historias (ver Éxodo 32:9-14; 33:12-17; 2 Samuel 12:13;
Jonás 2:1-10; 3:4-10); pero el enojo y la ira de Dios, aun en contra de Su propio pueblo,
aparecen en primer plano en otros pasajes (2 Samuel 12:11-12, 14; 1 Reyes 11:9-13; 2
Reyes 17:1-23; 1 Crónicas 21:1-22:1). Dios envía espíritus malignos (1 Samuel 16:14-16,
23; 18:10) y llama a un «espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas» (2 Crónicas
18:18-22). Los escritores del Antiguo Testamento caracterizaron a Dios como Él es, no
como sus lectores hubieran querido que fuera.
Como hemos visto, el libro de Jueces fue escrito para demostrar la necesidad de Israel
de un rey; el escritor usó los retratos de personajes seleccionados intencionalmente para
comunicar este mensaje. La sección de en medio de su libro cubre muchos personajes
144
principales: Otoniel (3:7-11), Aod (3:12-30), Samgar (3:31), Débora (4:1-5:31), Gedeón y
su hijo Abimelec (6:1-9:57), algunos jueces menores (10:1-5), Jefté (10:6-12:7), otros
jueces menores (12:8-15), y Sansón (13:1-16:31). Como lo indica el siguiente diagrama, el
escritor caracterizó estas figuras con un arreglo en mente definido (ver figura 14).
Como lo indica este diagrama, las series de jueces comienzan con tres figuras
principales a quienes el escritor las caracterizó como ideales. Otoniel, Aod (Samgar), y
Débora cumplieron sus deberes sin fallar e Israel experimentó paz por muchos años.
Este cambio hacia el mal se empeora más con las historias de Jefté y Sansón. Los
episodios de Jefté son presentados con una variación importante en el ciclo de apostasía,
145
Este patrón de caracterización selectiva sirvió al propósito del libro de Jueces. Desde
la perspectiva del autor, los jueces empeoraron generación tras generación. Esta decadencia
claramente demostraba la necesidad de Israel para tener un rey piadoso que le proveyera
un gobierno permanente y una dirección estable para la nación.
Como notamos, las cualidades que los escritores del Antiguo Testamento escogieron
incluir y excluir de sus caracterizaciones, nos dan mayor comprensión de sus propósitos al
escribir. Los escritores del Antiguo Testamento nunca mal representaron los hechos, pero
intencionalmente reportaron algunas cosas y omitieron otras que transmitían sus
perspectivas a su audiencia. Al investigar las historias del Antiguo Testamento, debemos
reconocer las presentaciones selectivas de los personajes. ¿Cómo describe la historia a los
personajes? ¿Cómo se relacionan estas descripciones a los propósitos del escritor?
Para resumir, los personajes juegan un papel central en las historias del Antiguo
Testamento. El registro incluye a Dios, las criaturas sobrenaturales y los seres humanos.
Los escritores del Antiguo Testamento fueron notablemente francos al describir a sus
personajes. Pero también hicieron caracterizaciones selectivas para transmitir sus puntos
de vista. Al mantener estas ideas básicas en mente, seremos capaces de explorar a los
personajes en las historias del Antiguo Testamento de una manera más completa.
Técnicas de caracterización
complejidad del proceso. Ahora veo su trabajo con una nueva admiración. Conociendo el
proceso de la producción me hace capaz de ver la belleza de su arte más claramente.
Las técnicas usadas en caracterización son complejas, pero tres factores son
particularmente importantes: las claves para la caracterización, la profundidad de
exposición, y el orden de los personajes. ¿Qué indicaciones dieron los escritores del
Antiguo Testamento para exponer sus perspectivas sobre los personajes? ¿Qué percepción
revelaron? ¿Qué arreglo hicieron los autores del Antiguo Testamento de cada uno de los
personajes?
Las historias del Antiguo Testamento difieren de mucha de la literatura del mundo
en su falta de atención a las apariencias externas; las descripciones físicas ocurren sólo
ocasionalmente. Goliat se dice que tenía «de altura seis codos y un palmo» (1 Samuel 17:4);
Saúl «de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo» (1 Samuel 9:2b); Esaú era
«rubio» y «velludo» (Génesis 25:25); Sarai era «hermosa en gran manera» (Génesis 12:14);
la cara de Moisés «resplandecía» después de haber hablado con Dios (Éxodo 34:29). Estas
caracterizaciones ocurren con tan poca frecuencia que merecen atención especial cuando
aparecen.
147
Acciones visibles. Los escritores del Antiguo Testamento se apoyaron mucho más en
las acciones visibles para comunicar sus caracterizaciones. Estas pistas toman por lo menos
tres formas: las acciones mismas de los personajes; otros personajes humanos; y Dios y sus
representantes.
Más aún, debemos evaluar las acciones de los otros personajes humanos, pues
frecuentemente cometieron errores. Aun si sus reacciones reflejan valoraciones correctas,
podemos aprender mucho de la perspectiva del escritor.
En tercer lugar, los escritores del Antiguo Testamento se apoyaron con frecuencia en
las acciones de Dios y de Sus representantes para caracterizar otras figuras. La bendición
divina y el juicio demuestran cómo se esperaba que la audiencia evaluara a un personaje.
Comúnmente dejamos de inferir por qué Dios actuó como lo hizo, pero Sus reacciones
nunca están equivocadas. Sus respuestas revelan la verdadera naturaleza de otros
personajes.
Nos ayudará ver de nuevo la historia del asesinato de Eglón en Jueces 3:12-30. El
escritor de Jueces usó las acciones de Aod y Eglón, a otros humanos alrededor de ellos, y
a Dios para reflejar al juez y al rey. Eglón es caracterizado como un gobernante opresor
inclinado a los excesos y a la insensatez. Su corazón tirano se revela en sus primeras
acciones, en las que el gobernante moabita atacó a Israel y dominó el territorio de los
alrededores de Jericó. Su gobierno fue tan opresivo que «clamaron los hijos de Israel a
Jehová» (v. 15). La perspectiva del escritor acerca de la naturaleza moral de Eglón se indica
al querer Dios enviar un libertador.
El escritor de Jueces ridiculizó los excesos de Eglón al hacer notar «la gordura» que
cubrió la espada de Aod (v. 22). Se mofó de Eglón recalcando que sus guardas esperaron
«hasta estar confusos» (v. 25) antes de entrar a los aposentos del rey porque pensaron que
estaba «cubriendo sus pies» (v.24).
Las acciones visibles forman el retrato opuesto de Aod. El escritor de Jueces lo retrató
como una persona extraordinaria, llena de valor, sabiduría y fuerza. Se nos da una
indicación del carácter sobresaliente de Aod cuando Dios lo elige para liberar a su pueblo
(v. 15). Él demuestra habilidades técnicas al preparar su propio «puñal de dos filos» (v.
16). Los israelitas reconocen sus excepcionales cualidades cuando le confían su presente
para el rey (v. 15).
149
El carácter de Aod también se hace evidente al tratar con los moabitas. Él despide a
sus acompañantes y regresa para enfrentar a Eglón solo (v. 18). Aod inteligentemente
engaña a Eglón para que le diera una audiencia en privado al decirle la «palabra secreta»
que tenía para él (v. 19-20). La fuerza de Aod se destaca cuando él mete toda la espada en
el cuerpo de Eglón (v. 21-22). Él escapa (v. 23) y valientemente dirige a Israel a una victoria
sobre los moabitas (v. 26-30).
El escritor de Jueces utilizó estas acciones visibles para revelar su perspectiva sobre
Eglón y Aod. Aunque debemos confiar en las inferencias, estas pistas dan discernimiento
significativo a sus caracterizaciones.
y los pensamientos de otras personas para revelar a sus lectores las cualidades interiores de
ciertos personajes.
Tercero, los escritores del Antiguo Testamento reportaron las palabras y los
pensamientos de Dios y de Sus representantes por medio de la caracterización. Por ejemplo,
en Sinaí, Dios declaró: «Yo he visto a este pueblo, que (...) es pueblo de dura cerviz»
(Éxodo 32:9). Moisés espera que sus lectores aceptaran este discernimiento de las
cualidades morales de la generación previa sin cuestionar. Las valoraciones que expresan
Dios, Sus profetas, o mensajeros sobrenaturales son totalmente confiables.
cuando Lot se establece cerca de Sodoma, Moisés comentó: «Mas los hombres de Sodoma
eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera» (Génesis 13:13). Moisés
explícitamente declaró que «Jacob amó a Raquel» (Génesis 29:18); el escritor de Jueces
reportó cómo «los hijos de Israel se arrepintieron a causa de Benjamín, su hermano»
(Jueces 21:6); y el escritor de Samuel contó que «David se entristeció por haber herido
Jehová a Uza» (2 Samuel 6:8). Tales descripciones directas aparecen en muchas historias
del Antiguo Testamento y nos ayudan a entender las caracterizaciones de los escritores.
Los escritores del Antiguo Testamento presentaron muchas pistas diferentes para
formar sus caracterizaciones. ¿Qué se dice acerca de la apariencia y la condición de cada
personaje? ¿Qué acciones revelan cualidades internas? ¿Cómo exponen figuras tanto el
lenguaje directo como los pensamientos en la historia? ¿Qué comentarios descriptivos
ofrece el escritor? Al estar investigando la caracterización en las historias del Antiguo
Testamento, debemos examinar todas estas pistas.
Profundidades de exposición
Los escritores del Antiguo Testamento también retrataron a los personajes al ofrecer
varias profundidades de exposición. Algunas figuras aparecen como personas completas:
aprendemos de las complejidades de sus actitudes y cualidades. Otros permanecen más
bien oscuros. Es de ayuda examinar las profundidades de exposición para cada personaje.
Usaremos las características bien conocidas que se dan a continuación: personajes
redondos, personajes planos y personajes funcionales.
Personajes redondos. Los personajes redondos son las personas cuyos retratos son
multifacéticos. Los escritores los presentan mientras pensaban, sentían; y elegían a
personas que funcionaran en la historia «al manifestar una multitud de rasgos y aparecer
como “gente real”». En la mayoría de los casos, los personajes obtienen profundidad
cuando aparecen muchas veces en secciones largas de la Escritura. La información en los
episodios individuales forma retratos acumulativos. Por ejemplo, los capítulos de Samuel
están dedicados a la vida de David revelando su valor (1 Samuel 17:1-58), su devoción a
Dios (2 Samuel 6:12-15), su adulterio (2 Samuel 11:1-26) y su humilde arrepentimiento (2
Samuel 12:13). Lo muestran agradando a Dios y estando bajo juicio divino.
Los episodios más pequeños por lo general no presentan retratos completos. Incluso
así, dentro de los confines de una sola historia, algunos personajes son desarrollados más
que otros. Por ejemplo, el escritor de Reyes retrató a Salomón como un personaje redondo
152
Las personas que son expuestas con profundidad en una porción larga de la Escritura
pueden parecer más bien planas en un episodio específico. Por ejemplo, Isaac es un
personaje muy rico a gran escala (Génesis 21:1-35:29). En el episodio de la prueba de
Abraham (Génesis 22:1-19), sin embargo, Isaac parece como una figura plana –un hijo
sumiso– pero muy poquito se puede decir de él.
Los personajes funcionales aparecen por todo el Antiguo Testamento. Por ejemplo,
en la historia de la prueba de Abraham (Génesis 22:1-19), los dos siervos son meramente
funcionales. Aunque se les menciona varias veces en la historia (Génesis 22:3, 5, 19), sus
personalidades son apenas reveladas. De manera semejante, el relato de la oración de
Salomón por sabiduría (1 Reyes 3:1-15) menciona a la hija de Faraón, y podemos asumir
ciertas características en base a su identidad. Aunque el escritor de Reyes no la menciona
más a fondo.
Los personajes pueden ser redondos, planos o funcionales. Al estar investigando las
caracterizaciones en las historias del Antiguo Testamento, debemos notar la profundidad
de exposición de cada personaje. ¿Qué personajes son redondos, planos o funcionales?
Para entender la caracterización debemos ver cómo están arreglados los personajes
en su relación entre sí. Los escritores del Antiguo Testamento no presentaban personajes
al azar, sino comúnmente los arreglaban por grupos. Al discernir estas configuraciones,
podemos entender de una manera más completa el papel de cada personaje en su mensaje
original.
Pero debemos tener cuidado. Los evangélicos tienen una tendencia natural a
identificar a Dios como el protagonista de la historia. Esto es ciertamente verdadero en un
sentido metafísico: estas historias reflejan sus buenos propósitos y su voluntad soberana en
acción. Pero como vimos anteriormente en este capítulo, Dios no siempre está en primer
plano.
Las historias del Antiguo Testamento generalmente tienen como protagonistas a seres
humanos. Por ejemplo, en el registro de la estancia de Abram en Egipto (Génesis 12:10-
20), Abram es el protagonista. En el relato de la oración de Salomón por sabiduría (1 Reyes
3:1-15), se presenta al rey como el personaje principal. En el relato de la torre de Babel
(Génesis 11:1-9), toda la humanidad es la protagonista.
celestiales se unen a Dios en oposición a la Torre de Babel (Génesis) 11:7); los hombres de
Faraón atribulan a Abram junto al Faraón (Génesis) 12:10-15); Eglón es asistido por sus
guardias (Jueces 3:18-19, 24-25).
Ambivalentes. Las historias también presentan a algunas personas como personajes
ambivalentes que no apoyan claramente al protagonista ni al antagonista. La hija de Faraón
difícilmente entra en el drama del relato de la petición de Salomón (1 Reyes 3:1-15). Ella
ni lo apoya grandemente ni lo desafía en este pasaje. Otras veces, los personajes
ambivalentes cambian de un lado a otro. Rahab comienza como un oponente de los espías
de Josué, pero en tanto progresa la historia, ella se convierte en pieza clave (Josué 2:1-24).
En esta sección hemos visto cómo los escritores del Antiguo Testamento formaron
las caracterizaciones, ofreciendo pistas en sus caracterizaciones por medio de la apariencia,
condición, acciones, pensamiento y lenguaje directos, y comentarios descriptivos. Sus
personajes redondos, planos y funcionales caen en grupos según si son protagonistas,
antagonistas o ambivalentes. Al mantener estas ideas básicas en mente, seremos capaces
de discernir este aspecto de las narraciones del Antiguo Testamento con más claridad (ver
figura 15).
156
Propósito de la caracterización
Intereses prominentes
En muchas historias, los intereses centrales del escritor emergen en tanto que notamos
qué personajes son totalmente expuestos. Los personajes funcionales generalmente son
menos significativos. Los personajes planos puede que jueguen papeles más importantes,
pero normalmente no están en primer plano. Los personajes redondos son las figuras
157
Al ahondar en las narraciones del Antiguo Testamento, debemos seguir esta guía:
¿Qué personajes se exponen totalmente? ¿Cómo apunta la profundidad de exposición hacia
los aspectos prominentes de la historia?
Drama básico
Las historias del Antiguo Testamento entretejen muchas plataformas de acción. Las
secciones largas presentan innumerables argumentos y sub-argumentos. Aun los episodios
individuales reportan más que una simple cadena de eventos. Frecuentemente, estas
complejidades dificultan el discernimiento del drama básico del texto. En estos casos,
podemos obtener discernimiento al observar la forma en que fueron arreglados los
158
personajes. Identificar las asociaciones de personajes nos orienta hacia las estructuras
fundamentales de la historia.
Simpatizante. Los escritores del Antiguo Testamento querían que muchos de sus
personajes tuvieran respuestas simpatizantes de aprobación. Los personajes toman
cualidades de héroes, o modelos de actitudes y conductas apropiados que se esperaban
fueran apreciados y admirados por la audiencia. Sin necesidad de mencionarlo, las
audiencias siempre tenían que responder con admiración para Dios. Todos Sus caminos
son santos y rectos. Dios sobresale como el personaje perfecto en donde sea que aparezca.
Aún más, las respuestas simpatizantes eran también apropiadas para muchos personajes
humanos. Nunca se esperaba que los lectores dieran una aprobación descalificada de las
figuras humanas, pero los escritores del Antiguo Testamento diseñaron muchos de sus
registros para obtener reacciones mayormente positivas hacia los personajes humanos.
Por ejemplo, Aod aparece sin falta alguna (Jueces 3:12-25). Él sirve a Dios con
destreza y valentía. El escritor de Jueces enfatizó esta faceta de la vida de Aod para ganar
la apreciación y admiración de sus lectores. De manera similar, en el registro de la prueba
de Abraham (Génesis 22:119), el patriarca sigue el mandato de Dios sin titubear. A pesar
de la ansiedad que apretaba el corazón de Abraham, él está decidido a sacrificar a su hijo.
Al aprobar Dios la obediencia del patriarca, Moisés esperaba que sus lectores hicieran lo
mismo.
escritor de Reyes retrató a Jezabel como una asesina ruin. Él quería que sus lectores fueran
repulsivos hacia este personaje.
Conclusión
En este capítulo hemos examinado varios aspectos básicos de los personajes y las
caracterizaciones en las historias del Antiguo Testamento. Los escritores del Antiguo
Testamento revelaron selectivamente las características de los personajes y los arreglaron
en una tensión dramática entre ellos mismos. Estas caracterizaciones nos alertan hacia los
aspectos importantes y el drama básico de sus registros. También podemos entender cómo
querían los escritores que respondieran a sus textos los lectores. De estas maneras, forman
los personajes una dimensión vital al sentido original de las historias del Antiguo
Testamento.
Preguntas de repaso
1. Describa los diferentes tipos de personajes en las historias del Antiguo Testamento.
¿Por qué hablamos de honestidad y selectividad en la caracterización?
2. ¿Cómo dan pistas de sus perspectivas sobre un personaje los escritores del Antiguo
Testamento? De un ejemplo de cada técnica.
3. ¿Qué son los personajes redondos, planos y funcionales? De un ejemplo de cada
uno.
4. Defina los siguientes términos: protagonista, antagonista, séquito protagónico,
séquito antagónico, personaje ambivalente.
5. ¿De qué forma nos ayuda la caracterización a ver la prominencia, el drama y las
respuestas esperadas de los lectores? Ilustre.
Ejercicios de estudio
CAPÍTULO SIETE
DESCRIPCIÓN DE LA ESCENA
Caminando por el Río Carlos muy temprano una mañana de primavera, un amigo y
yo nos encontramos con una artista pintando un retrato de flores silvestres. Con sólo
algunas pinceladas, ella había capturado la belleza de la escena en el lienzo.
«Extraordinario», comenté. Pero mi amigo no estuvo de acuerdo. «Yo no creo que sea tan
bueno», susurró. «No lo pintó como realmente es... Prefiero tener algo más preciso».
En los capítulos anteriores, vimos cómo las historias del Antiguo Testamento
presentan a los personajes artísticamente; en este capítulo, consideramos las formas en que
los escritores del Antiguo Testamento pintaron las escenas. Para nuestros propósitos, las
escenas pueden ser definidas como un conjunto de circunstancias estrechamente
relacionadas, de acciones y personajes que forman los bloques básicos de construcción de
las historias del Antiguo Testamento. Al estar viendo estas unidades narrativas,
examinaremos tres aspectos principales: las divisiones de escena; el espacio y el tiempo en
las escenas; y la imaginación en las escenas. ¿Cómo podemos distinguir una escena de
otra? ¿Qué atención le debemos dar a las cualidades de espacio-tiempo? ¿Cómo usaron la
imaginación en sus escenas los escritores del Antiguo Testamento?
la interpretación de las historias del Antiguo Testamento. La mayoría de los textos son
demasiado complejos para que nosotros los manejemos todos a la vez. Por esta razón los
dividiremos en sus unidades básicas y caminaremos a través de ellos escena por escena.
Consideraremos los obstáculos para dividir las escenas, claves para hacer las divisiones
y algunos ejemplos.
Nos enfrentamos por lo menos a dos obstáculos significativos cuando dividimos las
historias del Antiguo Testamento a sus unidades básicas. Una barrera viene de nosotros;
la otra reside en los textos mismos.
Para superar este obstáculo, nos acercaremos a las narraciones del Antiguo
Testamento de la misma manera en que lo hacemos con otras historias. Por ejemplo, cuando
leemos Robinson Crusoe, o una obra más reciente como El arpa de Davita, de Potok, una
palabra especial o un giro de una frase puede captar nuestra atención en ocasiones. Pero la
mayor parte de las veces, reflexionamos en estas historias en términos de escenas.
Recordamos la primera vez que Crusoe vio huellas de pies en la arena; recordamos la
trágica escena en la que Davita se entera de la muerte de su padre.
Hay ocasiones en que necesitamos enfocarnos en los detalles más pequeños de las
historias del Antiguo Testamento. Pero entender estos textos descansa más en la habilidad
de pensar en términos de escenas. Por lo tanto, debemos deshacernos de nuestra orientación
microscópica de costumbre al estar investigando.
El segundo problema con establecer las divisiones de las escenas está en las historias
mismas del Antiguo Testamento. A diferencia de otras formas de relatar historias, estos
textos no marcan explícitamente en dónde comienzan y terminan las escenas. Una tira
cómica indica las escenas separando los cuadros; cada cuadro presenta un conjunto distinto
de circunstancias, acciones y personajes interactivos. Las obras distinguen las escenas
164
actuando en diferentes partes del escenario, subiendo y bajando la cortina. En contraste, las
narraciones del Antiguo Testamento tienden a ir suavemente de una escena a la siguiente.
Los límites muy rara vez son bruscos.
Cualesquiera que sean los obstáculos que enfrentemos, las historias del Antiguo
Testamento ofrecen muchas claves para establecer las divisiones de las escenas. Al
familiarizarnos con estas claves, descubriremos muchos límites más fácilmente. Podemos
separar una escena de la otra al notar cambios significativos en tiempo, ambiente y modo
de narración.
Algunas veces los escritores del Antiguo Testamento indicaron estos huecos
explícitamente. Las referencias a «el próximo día» (mmhrt), «mañana» (bqr), «tarde» (´rb),
«meses» (hds), «años» (snh), y «después de un tiempo» frecuentemente designan el
comienzo de una nueva escena. Las expresiones «y él (ellos) se levantó (levantaron)» (skm)
y «sucedió que» (wyhy) indican típicamente un descanso.
Pero los huecos en el tiempo subsecuente no siempre aparecen tan sencillamente. Por
ejemplo, la típica construcción «y/entonces» (waw consecutivo), tan prominente en la
narrativa hebrea, marca tanto la acción inmediata como la acción después de un paso de
tiempo significativo. En muchos casos los escritores del Antiguo Testamento no hicieron
comentarios temporales explícitos porque esperaban que sus audiencias reconocieran el
165
descanso. Segundo, los escritores del Antiguo Testamento distinguieron las escenas
cambiando a acciones simultáneas. Los cines presentan frecuentemente eventos
simultáneos en una pantalla dividida o cambios rápidos de una a otra escena. En una obra,
dos o más eventos se pueden llevar a cabo en el escenario al mismo tiempo. Pero los
eventos que suceden al mismo tiempo en el mundo real siguen uno después del otro en el
mundo de la narración. Como resultado las historias retrasan el mismo período de tiempo,
aunque el texto se mueva hacia adelante en la siguiente hoja. Este retraso frecuentemente
indica una nueva escena.
Tercero, los cambios temporales ocurren cuando las escenas retroceden a las acciones
antecedentes –eventos completados antes de la escena actual–. En ocasiones, la gramática
hebrea revela estas acciones antecedentes y frecuentemente la traducción al inglés hace
estos cambios muy claros también. Sin embargo, algunas veces, debemos contar con el
contenido para decirnos que estamos tratando con una acción que ya ocurrió de antemano.
Judá (2 Crónicas 12:3-4). Los cambios antecedentes como este generalmente indican el
comienzo de una nueva escena.
En resumen, los descansos temporales entre escenas ocurren de tres maneras: huecos
entre eventos subsecuentes, cambios a acciones simultáneas y regresiones a eventos
antecedentes. Al notar estos cambios, seremos capaces de identificar muchas escenas en
las narraciones del Antiguo Testamento.
Ambiente. Los cambios en el ambiente también nos ayudan a definir los límites de
la escena. Hablaremos de tres cambios importantes en el ambiente: lugar, características
del medio ambiente, y personajes.
En tanto que Abram y Sarai viajaron hacia Egipto, Génesis 12:11 los ubica en la
frontera, pero Génesis 12:14 los pone en Egipto mismo. Después de que Dios bajó a ver la
Torre de Babel (Génesis 11:5), Él regresó al cielo y llamó a las huestes celestiales para
actuar (Génesis 11:6-7).
Segundo, los cambios significativos en las características del entorno también dividen
una escena de otra. Frecuentemente, varias escenas, incluso historias completas, ocurrirán
en un lugar. Y aún debemos buscar los ambientes externos para variar.
Tercero, los escritores del Antiguo Testamento dividieron las escenas al cambiar los
personajes que ocupaban el escenario. Estos cambios reflejan estrechamente cambios en el
ambiente, pero involucran personas: seres humanos, criaturas sobrenaturales, y la Deidad.
El escenario de una historia puede estar lleno de gente en una escena y casi vacía en la
siguiente. Algunas veces una escena con uno o dos personajes precede a una escena con
innumerables participantes. Otras veces el número de personajes permanece igual, pero sus
identidades cambian. Estas claves nos ayudan a separar las escenas. Debemos estar alertas
a estas variaciones de lugar, características ambientales, y personajes en tanto que
buscamos las escenas en las historias del Antiguo Testamento.
Modo de narración. Las escenas también se dividen teniendo en cuenta los cambios
en el modo de narración. El modo narrativo se determina por el grado en que se siente la
presencia del escritor, ya sea que esté en el centro del escenario o que permanezca entre
los bastidores permitiendo que los personajes mismos cuenten la historia a través de sus
propios pensamientos, palabras y acciones. Los cambios de un modo a otro proporcionan
claves importantes para dividir las escenas. Para lograr nuestros propósitos, distinguiremos
cuatro modos de narración: comentarios del autor, descripción, narración directa, y
representación dramática.
Primero, los escritores se dirigieron directamente a sus audiencias por medio de los
comentarios del autor; escenas en las que ellos evaluaron o explicaron algo en la historia.
Por ejemplo, después de reportar el gozo de Adán al ver a Eva, Moisés da un paso hacia
delante y comenta: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer y serán una sola carne». (Génesis 2:24). De manera similar, al final de la lucha de
Jacob en Peniel (Génesis 32:22-32), Moisés explicó: «Por esto no comen los hijos de Israel,
hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó
a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo». En ambos versículos la historia
en sí se detiene, y Moisés insertó su propio comentario. Generalmente, los comentarios del
autor como estos forman sus propias escenas.
168
Tercero, las escenas aparecen en narración directa. De este modo, el escritor permitió
a sus lectores que se fijaran directamente en la acción que se estaba llevando a cabo.
Nosotros reconocemos que los eventos son mediados a través del autor, pero estamos en
contacto más directo con el drama que con sus descripciones y comentarios. Por ejemplo,
después de que Jacob murió, leemos: «Y mandó José a sus siervos los médicos que
embalsamasen a su padre» (Génesis 50: 2a). En este versículo Moisés no permitió que José
mismo hablara; él meramente reportó que el evento se llevó a cabo. Llamaremos a tal
reporte narración directa.
Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón,
diciendo: Mi padre me hizo jurar, diciendo: He aquí que voy a morir; en el sepulcro que
cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego, pues, que vaya yo ahora y
sepulte a mi padre, y volveré (Génesis: 50:4b-5).
Aparte de una breve introducción, Moisés está ausente de este pasaje. Él presentó las
palabras de José por medio de una narración dramática.
[Comentario] Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió
Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra (Génesis 11:9).
[Directo] Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra
de Sinar, y se establecieron allí (Génesis 11:2)
La figura 16 muestra las tres formas principales para discernir los límites de escenas
en las historias del Antiguo Testamento: los cambios en el tiempo a recesos subsecuentes,
simultáneos y antecedentes en la acción; los cambios en el medio ambiente por medio de
un cambio de lugar, las características del medio ambiente, y los personajes; y los cambios
en el modo narrativo por medio de comentarios, descripción, y narración directa y
dramática. Estas características nos ayudan a dividir las historias del Antiguo Testamento
en sus unidades básicas.
Ejemplos
Para ilustrar el proceso de dividir escenas, veremos dos pasajes: Génesis 15:7-21 y
2 Crónicas 12:1-12, que proporcionará ejemplos de varias claves para dividir escenas.
Génesis 15:7-21. Veamos primero la historia del pacto de Dios con Abram.
170
Escena Uno: Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte
a heredar esta tierra. Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres
años, una tórtola también, y un palomino. (v. 7-9).
Escena Dos: Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una
enfrente de la otra; mas no partió las aves (v. 10).
Escena Tres: Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las
ahuyentaba (v. 11).
Escena Cuatro: Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que
el temor de una grande oscuridad cayó sobre él. Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por
cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida
cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de
171
esto saldrán con gran riqueza. Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena
vejez. Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la
maldad del amorreo hasta aquí (v. 12-16).
Escena Seis: En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu
descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; la
tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los
amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos (vv. 18-21).
Los cambios de personajes coinciden con estas divisiones. En la primera escena, Dios
y Abram son ambos participantes activos (vv. 7-9). En la segunda escena, Abram están en
el centro (v. 10), y apenas se menciona a Dios. La tercera escena presenta únicamente a
172
Abram (v. 11). La cuarta escena tiene que ver con Abram, Dios, y la descendencia de
Abraham (vv. 12-16). La quinta escena describe solamente a Dios en teofanía (v. 17). En
la última escena, Dios, Abram y los descendientes de Abraham todos ocupan el primer
plano (vv. 18-21).
Estas observaciones nos permiten resumir la línea básica de la historia como sigue:
• Escena Uno (Génesis 15:7-9) [Dramático] [S5, T1]: Dios prometió a Abram la tierra
y respondió a su petición de seguridad ordenándole una ceremonia de pacto.
• Escena Dos (Génesis 15:10) [Directo] [S10, T10]: Como resultado Abram obedeció
preparándose para la ceremonia.
• Escena Tres (Génesis 15:11) [Directo] [S10, T8]: También Abram guarda la
ceremonia santificada al ahuyentar las aves de rapiña.
• Escena Cuatro (Génesis 15:12-16) [Dramático] [S1, T1]: Al crepúsculo Abram
recibe una revelación en sueño.
• Escena Cinco (Génesis 15: 17) [Dramático] [S10, T8]: Esa noche más tarde una
teofanía pasó entre la matanza.
• Escena Seis (Génesis 15:18-21) [Dramático] [S5, T1]: En esa hora, Dios establece
Su pacto de la posesión de la tierra a Abram y a sus descendientes.
• Escena Uno: Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y
todo Israel con él (v.1).
• Escena Dos: Y por cuanto se habían rebelado contra Jehová, en el quinto año del
rey Roboam subió Sisac Rey de Egipto contra Jerusalén (v. 2).
173
• Escena Tres: Con mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo;
mas el pueblo que venía con él de Egipto, esto es, de libios, suquienos y etíopes, no
tenía número (vv. 3-4).
• Escena Cuatro: Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de
Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho
Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac
(v. 5).
• Escena Cinco: Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es
Jehová (v. 6).
• Escena Seis: Y cuando Jehová vio que se habían humillado, vino palabra de Jehová
a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve,
y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac. Pero serán sus siervos,
para que sepan lo que es servirme a mí, y qué es servir a los reinos de las naciones
(vv. 7-8).
• Escena Siete: Subió, pues, Sisac rey de Egipto a Jerusalén, y tomó los tesoros de la
casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó, y tomó los escudos de
oro que Salomón había hecho (v. 9).
• Escena Ocho: Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los
entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey
(v. 10).
• Escena Nueve: Cuando el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia y los
llevaban, y después los volvían a la cámara de la guardia (v. 11).
• Escena Diez: Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no
destruirlo del todo; y también en Judá las cosas fueron bien (v. 12)
Los cambios en el tiempo son complejos en esta historia. En la segunda escena (v.
2), leemos una designación explícita de tiempo: «En el quinto año del rey Roboam». Esta
escena presenta a Sisac y a su ejército en sitio «contra Jerusalén». No se menciona el sitio
hasta la séptima escena (v. 9): «Subió, pues, Sisac rey de Egipto a Jerusalén». En cambio,
la tercera escena (vv. 3,4) regresa a la campaña antecedente en contra de las ciudades de
Judá. El versículo cinco comienza la cuarta escena con un evento que ocurrió
simultáneamente con la campaña de Sisac. Seamías el profeta dio un oráculo de juicio en
contra de la nobleza de Judá. La quinta escena (v. 6) reporta el arrepentimiento de la
nobleza. La escena seis (vv. 7-8) registra que simultáneamente el Señor envió palabra de
esperanza por medio del profeta. La escena siete (v. 9) se mueve al sitio y al botín tomado
por Sisac. La escena ocho (v. 10) sigue la consecuencia de la derrota, mostrando que no
todo estaba perdido. La escena nueve (v. 11) extiende la narración a las prácticas
174
prolongadas del rey. La última escena (v. 12) resume la experiencia continua de Roboam
y Judá.
Dos ambientes surgen en esta historia. La primera y la segunda escena están situadas
en y alrededor de Jerusalén (vv. 1-2). Pero la escena tres cambia a la campaña en contra de
Judá (vv. 3-4). Desde la cuarta a la última escena, regresamos a Jerusalén (el palacio, el
cuarto de los guardas, el templo) (vv. 5-12).
Los cambios en los personajes son también significativos. En la escena uno Roboam,
Israel y el Señor son mencionados (v. 1). La escena dos y tres se enfocan principalmente
en Sisac y su ejército innumerable (vv. 2-4). El número de personajes cambia abruptamente
en la escena cuatro con Semaías, los líderes y el Señor (v. 5). Se omite a Semaías en la
quinta escena (v. 6), pero la escena seis retorna al profeta con el Señor, el rey, y los líderes
(vv. 7-8).
• Escena Uno (2 Crónicas 12:1) [Directo] [S10, T10]: Aunque Roboam estaba
establecido, él y Judá abandonaron la Ley de Dios.
• Escena Dos (2 Crónicas 12:2) [Directo] [S6, T6]: Debido a la rebelión de Roboam,
Sisac puso sitio en contra de Jerusalén.
• Escena Tres (2 Crónicas 12:3-4) [Descriptivo] [S9, T9]: Antes del sitio, la armada
masiva de Sisac había saqueado las ciudades de Judá.
• Escena Cuatro (2 Crónicas 12:5) [Dramático] [S1, T1]: Durante este tiempo
Semaías anunció una advertencia a la nobleza de Judá.
• Escena Cinco (2 Crónicas 12:6) [Dramático] [S1 T1]: Como resultado los líderes de
Judá y Roboam se arrepintieron.
175
• Escena Seis (2 Crónicas 12:7-8) [Dramático] [S1 T1]: Mientras tanto, Semaías
anunció una medida de liberación.
• Escena Siete (2 Crónicas 12: 9) [Directo] [S8, T8]: Como resultado del sitio, Sisac
tomó un tributo fuerte de Jerusalén, incluyendo los escudos de oro de Salomón.
• Escena Ocho (2 de Crónicas 12:10) [Directo] [S4, T4]: Sin embargo, Roboam no lo
había perdido todo: él reemplazó los escudos de oro con réplicas de bronce.
• Escena Nueve (2 Crónicas 12:11) [Directo] [S4, T4]: Es más, Roboam frecuentaba
el templo después de esto y sus armas estaban cuidadosamente protegidas.
• Escena Diez (2 Crónicas 12:12) [Directo] [S10, T10]: En tanto Roboam continuaba
humillándose a sí mismo, las condiciones eran buenas.
Dos consideraciones. Estos dos ejemplos demuestran que dividir y resumir las
escenas son pasos vitales en nuestra investigación de las historias del Antiguo Testamento.
El resumir el contenido de las escenas, nos ayuda a tener en mente dos consideraciones.
Primero, los resúmenes deben de ser tan sencillos como sea posible sin falsear el
material. Generalmente, las escenas contienen un número de detalles, y llegar a sus
elementos prominentes permite al intérprete manejar el material de una manera más
adecuada. Cuando expresamos estos elementos de la manera más simple posible, nuestros
resúmenes sirven como taquigrafía útil para identificar los bloques que conforman la
historia.
Hace algunos años tomé clases de cinematografía. Para el proyecto de mi clase, tenía
que escribir una historia y hacer de ella una película animada corta. Un amigo y yo
176
Los escritores del Antiguo Testamento hicieron decisiones similares acerca del
espacio y del tiempo en sus escenas.
La orientación del espacio puede hacer una gran diferencia en nuestras percepciones.
Los escritores del Antiguo Testamento influyeron en la percepción de sus lectores de la
historia de Israel al magnificar algunos eventos más que otros. Su estrategia del espacio
influyó drásticamente en el impacto original de sus historias. Al explorar las narraciones
del Antiguo Testamento, buscaremos maneras de evaluar el foco del espacio de cada
escena.
Como los fotógrafos, los escritores del Antiguo Testamento dieron vistas
panorámicas e hicieron acercamientos de eventos externos. Pero ésta es solamente la mitad
del cuadro. A diferencia de los fotógrafos, también describieron el mundo interno de los
pensamientos y sentimientos de sus personajes. Ellos proporcionaron acercamientos y
perspectivas panorámicas de estas realidades internas también. Veremos brevemente
ambos lados de este espectro.
Reyes 19:3b-5). En escenas con acercamiento como éstos, generalmente, los escritores del
Antiguo Testamento dieron más atención a los detalles.
Los autores del Antiguo Testamento también variaron su enfoque del espacio hacia
el mundo interior. Por ejemplo, Micaías hijo de Imla pintó un retrato panorámico de su
visión del cielo (1 Reyes 22:19-23), pero cuando Saúl ordenó a su escudero que le matara,
Saúl se enfocó solamente en lo que le hubiera podido pasar a él (1 Samuel 31: 4a), lo cual
es un acercamiento en el enfoque.
Ya sea externa o interna, las orientaciones de una escena pueden ser cruciales a la
interpretación. Frecuentemente, el cambio de un enfoque a otro indica que una escena en
particular es prominente en una historia. Una escena panorámica resalta en un contexto de
acercamientos, un acercamiento entre escenas panorámicas también atrae atención hacia sí
mismo. Al notar las variaciones en el espacio en una historia, podemos tener la perspectiva
del autor de una manera más plena.
Variaciones temporales
Los cineastas retardan y aceleran el tiempo para lograr efectos dramáticos. Las
películas antiguas contaban grandemente con el movimiento rápido para dibujar el humor
y el paso del tiempo. Hoy en día los directores utilizan el movimiento lento para hacer que
perdure un momento romántico, para intensificar el horror de un evento y para dar a los
espectadores una oportunidad para ver cuidadosamente una acción crucial.
El sacrificio de Isaac tiene una variación temporal similar. Hasta que Abram e Isaac
llegan a Moriah, la historia se mueve bastante rápido. Pero hasta que Abram prepara el
altar, leemos: «(...) y ató a su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham
su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo» (Génesis 22:9-10). Una vez más, el
tiempo casi ha llegado a un momento de pausa, suspendiendo la tensión del momento.
La narrativa del Antiguo Testamento tiene una tendencia general hacia la progresión
rápida temporal al estar describiendo los mundos internos y externos del pasado. Debemos
tener en cuenta las escenas en las que el tiempo se acelera. Más aun, debemos observar en
las que el tiempo se retarda. Tales variaciones temporales frecuentemente indican que una
escena tiene una importancia especial en la historia.
179
Ejemplos
Ilustremos esta técnica con Génesis 15:7-21 y 2 Crónicas 12:1-12. Las variaciones
temporales de Génesis 15:7-21 no son drásticas. La porción más rápida de la historia (T10)
es la escena dos (v.10), cuando Abram inicia la ceremonia del pacto. Las escenas tres (v.11)
y cinco (v.17) son clasificadas «T8»; caen a la mitad del rango en el espectro de las acciones
externas. Las escenas más lentas en esta historia involucran el lenguaje. La escena uno (vv.
7-9) es un diálogo acerca de la certeza de la promesa (T1). La escena final hace un paralelo
a este ritmo lento al hacer Dios el voto de darle a Abram la tierra (vv. 18-21). La cuarta
escena (vv. 12-16) también se hace lenta a «T1». El paso de esta escena central forma un
eje en esta historia.
Las variaciones de tiempo y espacio en esta historia nos ayudan a ver qué escenas
resaltó Moisés. Los reflectores brillan fuertemente en las escenas uno y seis. La promesa
de Dios, la pregunta de Abram, y la respuesta de Dios en el principio (vv. 7-9) hacen un
paralelo con el voto del pacto de Dios al final (vv. 18-21). El espacio se hace más angosto
180
y el tiempo más lento porque estas escenas son muy importantes. Pero la combinación del
enfoque temporal y del espacio en la escena cuatro (vv. 12-16) resalta la promesa de Dios
de sacar a Israel de Egipto y traerlos a la tierra prometida. Esta escena habló directamente
a la audiencia de Moisés; ellos habían visto que estas promesas se llevaron a cabo en sus
propias vidas y ahora podían tomar valor en el futuro.
Nuestra breve inspección de estas historias muestra que evaluar el espacio y el tiempo
ofrece muchos beneficios. Estamos alertas al enfoque del escritor, a la prominencia relativa
de las escenas, y al balance entre varias secciones de una historia. Al notar las variaciones
de tiempo y de espacio, podemos percibir muchas facetas de las narraciones del Antiguo
Testamento que de otra manera pueden pasar inadvertidas.
181
El letrero decía: «Vista panorámica». Yo estaba cansado de manejar, así que nos
detuvimos para echar un vistazo. Pero uno de nuestros pasajeros no estaba emocionado con
la idea. «Todo lo que van a ver es un montón de colinas y granjas», refunfuñó desde atrás.
Tenía razón, pero también estaba equivocado. Al estar nosotros allí, podíamos ver
muchos kilómetros en cualquier dirección. Pudimos ver carros abajo yendo por la
autopista, pintorescas granjas un poco más allá, colinas a la distancia y una ciudad en el
horizonte. Nuestro amigo nos había dado una información bastante real, pero su
información no era nada comparada con disfrutar de la vista por sí misma.
Los escritores del Antiguo Testamento les dieron a sus lectores vistas panorámicas
de la historia de Israel. Ellos relataron mucho más que una lista de hechos descubiertos y
principios abstractos. A través del uso de una imaginación vívida, ellos invitaron a sus
lectores a tener experiencias imaginativas y sensoriales del pasado.
Obstáculos a la imaginación
Pero no debemos permitir que la escasez de imaginación nos impida apreciar lo que
está allí en el texto. Los escritores de Antiguo Testamento no fueron frívolos en sus
descripciones de escenas, así que cuando mencionen un detalle sensorial, hemos de asumir
que tuvieron un propósito. Debemos prestar cuidadosa atención a la mínima muestra de
imaginación en las narraciones del Antiguo Testamento.
182
Por ejemplo, la audiencia original de Crónicas debió haber disfrutado las vistas y «el
sonido de bocinas y trompetas y címbalos, y el son de salterios y arpas» (1 Crónicas 15:28).
Pero nuestra falta de familiaridad con la música antigua puede impedir que leamos estas
palabras con todo lo que valen. Consecuentemente, al investigar el uso de la imaginación,
debemos tratar de identificarnos con la audiencia original. ¿Cómo habrían entendido ellos
estas palabras? ¿Qué habrían experimentado? No debemos permitir que nuestra ignorancia
del mundo antiguo oscurezca esta faceta de las historias del Antiguo Testamento.
Pero Dios no nos dio historias solamente para que nosotros elimináramos la
imaginación que contienen. Si hubiera decidido solamente darnos hechos y principios
teológicos, Él lo hubiera hecho así. Por el contrario, el Espíritu inspiró a los escritores del
Antiguo Testamento para componer historias que contuvieran imaginación, y debemos
aprender a apreciar esta dimensión de sus textos.
¿Por qué preocuparnos nosotros mismos con la imaginación? ¿Cómo nos ayuda la
imaginación a entender las historias del Antiguo Testamento? ¿Qué ventajas ofrece?
Primero, el buscar la imaginación nos causa pensar. El estar consciente del poder
imaginativo de una escena nos causará contemplar los detalles del texto más a fondo.
Segundo, reflexionar en la imaginación da a nuestro entendimiento vitalidad; el texto se
hace real y nos involucra. Más que simplemente catalogar los eventos desde el pasado gris
de las narraciones del Antiguo Testamento, ahora explotan en colores vivos. Tercero, la
imaginación nos afecta emocionalmente al contemplar la imaginación de una escena. Es
difícil no ser afectado a un nivel emocional.
183
Tipo de imágenes
Las historias del Antiguo Testamento tocan todos nuestros sentidos. De muchas
maneras diferentes, los escritores describieron las circunstancias, acciones y personajes de
sus historias; así que ofrecían experiencias visuales, auditivas, táctiles, olfativas y
gustativas a sus audiencias.
Auditivas. Los escritores del Antiguo Testamento al componer sus escenas, también
presentaron imaginación auditiva. Los sonidos jugaron un papel vital en sus historias. ¿Qué
tipo de imaginación auditiva aparece en las historias del Antiguo Testamento? ¿Qué
sonidos escucharon las audiencias originales?
Algunos de los sonidos de esta escena son más explícitos que otros. La imagen
auditiva más obvia viene del personaje de Acab. Su desesperado grito resuena. Pero
muchos otros ruidos son comunicados por esta escena. Acab estaba en una batalla –
difícilmente un lugar silencioso–. El clamor y el grito, el chocar de las espadas y los
escudos, gritos de enojo y dolor forman el ruido constante del fondo. En particular, el
escritor se enfocó en la acción de un hombre disparando su arco. La flecha silba por el aire
y perfora el cuerpo del rey. Incluso estas pocas especificaciones nos dan muchas
experiencias auditivas.
Táctiles. También podemos encontrar imaginación táctil en las historias del Antiguo
Testamento, tanto externas como internas. La imaginación táctil externa es la experiencia
de tocar cosas fuera de nosotros mismos y sentir su textura, peso o temperatura. La
imaginación táctil interna es la sensación de dentro: el latido del corazón, la respiración, la
presión sanguínea, la relajación, el dolor y el placer. Estas imágenes de toque también
funcionan en conjunto con las circunstancias, acciones y personajes.
Algunas escenas contienen más imágenes táctiles que otras. Aun así, la simple
mención de ciertas situaciones, personajes y acciones trajeron experiencias táctiles
ineludibles a las mentes de sus lectores.
185
Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
Mira, el olor de mi hijo, como el olor del campo que Jehová ha bendecido; Dios, pues,
te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto.
Vemos a Jacob viniendo cerca de su padre, sentir su beso, y escuchar sus palabras de
bendición. Pero también olemos a Jacob. El amor de Isaac por Esaú es resaltado por su
complacencia en el olor de su hijo. Al mismo tiempo, la profundidad de la alevosía de Isaac
es descrita por esta decepción olfativa.
¿Por qué el escritor de Samuel incluye esta escena? ¿Quería meramente que sus
lectores vieran las escenas y escucharan los sonidos de la celebración? Aparentemente no.
También estaba interesado en que tuvieran ellos experimentaran la delicia gustativa del
evento. Lo maravilloso de la celebración se hizo patente cuando los lectores originales
imaginaron el sabor de los pasteles que se les había dado a todos. Después de esta
imaginación festiva, el registro del reproche de Mical (2 Samuel 6:20-23) es aún más
ofensivo.
Otra vez, debemos reconocer que la imaginación gustativa puede ser más o menos
explícita. Los escritores del Antiguo Testamento no lo enfatizaron en detalle cada vez que
186
aparecía. Incluso así, al encontrarnos con el sentido del gusto en las narraciones del Antiguo
Testamento, debemos reconocerlo como una faceta del significado original del escritor.
A través de las narraciones del Antiguo Testamento, las escenas tocan todos nuestros
cinco sentidos. La imaginación visual, auditiva, táctil, del olfato y del gusto incluyen
facetas esenciales de la descripción de una escena. Al investigar las narraciones del Antiguo
Testamento, debemos preguntarnos: «¿qué veo?», «¿qué escucho?», «¿qué toco y siento?»,
«¿qué huelo?» y «¿qué sabor siento?». El hacernos estas preguntas abrirá para nosotros
muchas dimensiones de las historias del Antiguo Testamento.
Ejemplos
Génesis 15:7-21 está atestado de imaginación. La escena uno (vv. 7-9) tiene varios
niveles. El enfoque principal es el auditivo. Acertamos a oír un diálogo entre Dios y Abram
187
En la segunda escena (v. 10), vemos a Abram una vez más ante Dios con los animales.
El enfoque principal de esta escena está en la acción de cortar. Abram toma un cuchillo,
corta los animales a la mitad, y arregla las mitades en dos filas. Muchos lectores modernos
fácilmente pasan por alto la dimensión sensorial de esta escena. Pero aquellos
familiarizados con la matanza de animales conocen los sonidos del forcejeo, el penetrar la
carne, el separar las mitades todavía calientes, y aun el olor de la carnicería.
La escena cinco (v. 17) remarca que el sol se ha ocultado. La oscuridad de lo noche
rodea a Abram. Rompiendo esa oscuridad, aparece un horno humeando y una antorcha de
fuego. El naranja y rojo ardientes resplandecen de la antorcha y del humo, las sombras se
perciben sobre la carne en tanto que pasan entre las piezas, y el chasquear de las flamas
sobresale en esta escena.
Finalmente, la escena seis refleja el último diálogo divino (v. 18). Escuchamos a Dios
hablar a Abram al exponer la promesa que abrió esta historia. Vemos a Abram ante Dios,
y la vista de los ríos y tierras que Dios prometió a Abram.
Segundo de Crónicas 12:1-12 comienza con una visión fugaz del cuarto año de
reinado de Roboam, en el que él y su pueblo se apartaron de la ley de Dios. En la segunda
188
escena (v. 2) vemos a Roboam y a Jerusalén rodeados por Sisac. Sin lugar a dudas, con la
imaginación visual y auditiva los lectores originales habrían traído a la mente los sonidos
de un sitio militar.
La escena tres (vv. 3-4) se enfoca principalmente en las vistas y sonidos de la derrota
de Judá. Todo 2 de Crónicas 12:3 está dedicado a dar a la audiencia la vista abrumadora de
los carros de Sisac, de sus jinetes y soldados. Vemos el masivo e innumerable ejército
moviéndose con muy pocos inconvenientes hasta las puertas de Jerusalén.
En las escenas cuatro, cinco y seis (vv. 5-8) los horizontes se reducen. Vemos a
Semaías el profeta, a Roboam y a los nobles de Judá juntos en los límites de Jerusalén.
Tenemos al Señor viendo lo que sucede desde el cielo. Sin embargo, lo más central de estas
escenas son los sonidos de las proclamaciones proféticas y del arrepentimiento de los
nobles. Debemos notar la actitud específica de humildad y la reacción corporal asociada.
El horror de escuchar el oráculo inicial de juicio y el alivio del indulto también forman una
imaginación importante en esta escena.
La escena siete (v. 9) menciona el levantamiento de los tesoros reales. Podemos ver
los escudos de oro relucientes con los ojos de nuestra imaginación. Implícitamente,
podemos sentir los sonidos asociados con estos eventos y la experiencia tangible de dolor
que sintieron los personajes al ver vacíos los tesoros reales.
En la escena ocho (v. 10), vemos a Roboam ordenar a sus hombres hacer réplicas de
bronce de los escudos y protegerlos. La escena nueve (v. 11) presenta el panorama de
Roboam yendo al templo y a los guardas llevando los escudos de bronce a la cámara de la
guardia.
debemos tener en cuenta la imaginación vívida –las vistas, sonidos, toques, sabores y
olores– que contribuyen notablemente a su significado original.
Conclusión
Preguntas de repaso
1. ¿Qué es una escena en las historias del Antiguo Testamento? ¿Por qué es tan
importante dividir una historia en escenas? ¿Qué claves nos ayudan a dividir una
historia en sus escenas? ¿Cómo podemos resumir una historia en términos de sus
escenas?
2. ¿Qué queremos decir por «las variables de espacio y tiempo» en las escenas?
Describa el proceso para dar valores de espacio-tiempo a una escena. ¿Cómo nos
ayudan estas variables a notar el énfasis del autor?
3. ¿Qué es la imaginación en las escenas? ¿Qué tipos de imaginaciones puede
encontrar en las narraciones del Antiguo Testamento? De un ejemplo de cada uno.
¿Cuál es el valor de notar estas facetas en las historias del Antiguo Testamento?
Ejercicios de estudio
1. Vaya a Éxodo 1:22-2:10. Divida este episodio en sus escenas. Especifique los rasgos
del texto que indican un cambio en las escenas; resuma cada escena en un
enunciado.
2. Examine las variaciones espacio-tiempo en cada escena de Éxodo 1:22-2:10.
Otorgue un valor a cada escena como se ha indicado en este capítulo. Basado en su
análisis, ¿qué escenas parecen estar enfatizadas?
3. Resuma la imaginación explícita e implícita en Éxodo 1:22-2:10. ¿Qué
discernimientos le proporcionan sus resúmenes de la imaginación?
190
CAPÍTULO OCHO
LA ESTRUCTURA de EPISODIOS INDIVIDUALES
Hace un par de años estaba visitando a algunos amigos cuya hija en edad preescolar
me hizo sentir en casa al mostrarme todos sus juguetes. Un juguete en especial llamó mi
atención. Un rompecabezas grande de cinco piezas. Si se ponían las piezas de una manera
se formaba un hombre; de una segunda manera se formaba un pato y de una tercera manera
se formaba un árbol. Eran las mismas piezas, pero formaban diferentes figuras cuando la
pequeña las cambiaba de lugar.
Los escritores del Antiguo Testamento arreglaron las piezas de sus historias de
muchas y diferentes maneras enfocándose con detalle en algunos elementos y pasando
rápidamente otros. Ellos cambiaban de un modo de narración a otro. Se dirigían como
querían a los eventos subsecuentes, simultáneos y antecedentes. Estos arreglos no afectaron
la veracidad de la historia de sus registros, sino tenían un gran efecto en la descripción
literaria que sus historias producían.
Un episodio bien formado requiere por lo menos un enunciado con dos acciones
relacionadas temporalmente o las condiciones del asunto. Algunos episodios en el
Antiguo Testamento son tan pequeños como un enunciado, pero esta definición mínima
nos permite ver los tipos de flujo dramático que encontramos en el Antiguo Testamento.
Considera los siguientes enunciados:
Reporte
«Vi el libro; estaba sobre la mesa» es un reporte con dos escenas: 1. el que cuenta
la historia vio el libro; 2. el libro se mantenía firme. Sin embargo, aparte del gran contexto,
este episodio no crea mucha tensión dramática. No hay ningún conflicto inicial; no aparece
ninguna resolución. Básicamente, por sí mismo el episodio notifica que algo ha pasado.
Principalmente los reportes describen situaciones. Su arreglo temporal lo hace más que una
lista de hechos, pero no mucho más. A veces contribuyen a la estructura de un gran
contexto, pero dentro de sí mismos estos episodios describen muy poca tensión dramática.
192
A veces los reportes pueden ser largos. Jueces 1:27-36 es una larga serie de reportes
en la que el escritor registró el fracaso de las tribus para sacar a los cananeos. Las
genealogías y otras listas frecuentemente forman episodios largos de reportes también. En
el contexto más largo del libro, estos reportes contribuyen a la tensión dramática, pero los
pasajes mismos no involucran un problema significativo o una resolución.
Tensión no resuelta
«Yo quería el libro; estaba arriba en la repisa» no es un mero reporte. Las palabras
«Yo quería» crean un sentido de expectación. ¿Obtendrá el narrador el libro? ¿Se
interpondrá algo en su camino? Sin embargo, la cláusula final queda corta en completar el
drama; nunca sabremos si el narrador obtuvo el libro. En tanto que tenemos más que un
mero reporte, no tenemos un sentido completo de conflicto y resolución.
Otro ejemplo de tensión no resuelta aparece en la historia del hacha que flota.
Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en que moramos contigo
nos es estrecho. Vamos ahora al Jordán, y tomemos de allí cada uno una viga, y
hagamos allí lugar en que habitemos. Y él dijo: Andad. Y dijo uno: Te rogamos que
vengas con tus siervos. Y él respondió: Yo iré. Se fue, pues, con ellos; y cuando llegaron
193
Esta historia abre con Eliseo estando de acuerdo en ir con sus discípulos a construir
un lugar para que habitaran cerca del Jordán (vv.1-4a). Estos versículos nos hacen
preguntar: «¿Tendrán éxito? ¿Construirán un lugar nuevo?». Ellos llegan al Jordán y
comienzan a cortar árboles (v. 4b). Pero una dificultad aparece cuando a uno de los
discípulos se le cae un hacha prestada en el agua (v. 5a). Él gritó, y Eliseo milagrosamente
la recupera (vv. 5-7). En este punto podríamos esperar que el episodio describiera cómo
Eliseo y sus discípulos completaron su proyecto de construcción. Esto resolvería la tensión
dramática que comenzó en 2 Reyes 6:1-4a. Pero el registro termina abruptamente con la
recuperación del hacha. Se nos deja a la imaginación si los discípulos completaron su lugar
para habitar. El escritor de Reyes no dio a sus lectores una resolución al episodio. ¿Por qué
194
esta falta de resolución? Aparentemente el escritor tenía muy poco interés en el proyecto
de construcción por sí mismo; él únicamente utilizó esa información para darle un
escenario al evento milagroso. Después de reportar el milagro, él terminó su episodio y
dejó el asunto de la construcción inconcluso.
Resolución
Una breve narrativa de resolución ocurre en Josué 15:16-17, que consiste de tres
pequeñas escenas.
Escena Dos. Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb (v. 17a).
Principios y finales
Contraste. Las escenas de apertura y clausura también contrastan una con la otra.
En estos textos los finales están en oposición a los principios. Si la primera porción es
positiva, la última es negativa. Si las condiciones son malas inicialmente, se tornan buenas
al final. El énfasis cae sobre un balance antitético entre el principio y el final.
Por ejemplo, Génesis 12:1-9 comienza con Dios diciéndole a Abram que vaya a la
tierra prometida. La escena final describe al patriarca concluyendo el llamamiento al
continuar hacia el Neguev. Sentimos un pequeño contraste entre Abram fuera de la tierra
y en la tierra, pero el balance predominante es un desarrollo de comisión al cumplimiento.
El episodio de Abram y su separación de Lot (Génesis 13:1-18) comienza con el patriarca
entrando al Neguev y concluye con él moviéndose hacia Hebrón. En ambos pasajes, los
episodios terminan moviendo al personaje principal hacia nuevas circunstancias.
Diseño tripartito
[Escena uno] Fido anhelaba el hueso que estaba del otro lado del jardín, pero su cadena
era demasiado corta para poderlo alcanzar. [Escena dos] Así que ladró y ladró hasta
que su dueño vino y lo liberó de la cadena. [Escena tres] Con eso, Fido corrió hacia el
hueso y masticó su camino hacia el cielo para perros.
Considera una vez más el pacto de Dios con Abram (Génesis 15:7-21). Como
notamos en el capítulo anterior, esta historia se divide en seis escenas.
Fases
Para ver la simetría básica de una historia con más claridad, frecuentemente es de
ayuda el enumerar un texto en unidades más largas que las escenas. En tanto observamos
las dinámicas globales de una historia; dos, tres o cuatro escenas a menudo se unen en
fases. A veces estas escenas tienen que ver con los mismos personajes; otras veces el
mismo escenario de acción o tema los une. Cualquiera sea el caso, agrupar las escenas en
fases nos ayuda a discernir la estructura del episodio con mayor claridad.
Escena Uno. Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras
(v. 1).
200
Escena Dos. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la
tierra de Sinar, y se establecieron allí (v. 2).
Escena Tres. Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con
fuego (v. 3a).
Escena Cinco. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya
cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre
la faz de toda la tierra (v. 4).
Escena Seis. Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los
hijos de los hombres (v. 5).
Escena Siete. Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo
lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han
pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que
ninguno entienda el habla de su compañero (v. 6-7).
Escena Ocho. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y
dejaron de edificar la ciudad (v. 8).
Escena Nueve. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió
Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra (v. 9).
Como sugiere este diagrama, las escenas uno y dos se juntan para proporcionar los
antecedentes para el proyecto de construcción. Las escenas tres, cuatro y cinco se refieren
a la construcción de la torre. Las escenas ocho y nueve se enfocan en Dios esparciendo a
la gente y confundiendo el lenguaje. Solamente las escenas seis y siete permanecen
aisladas. Vamos a tratar estas escenas como fases en sí mismas. Como resultado, las nueve
escenas de este episodio forman cinco fases.
202
Hasta aquí hemos visto varios aspectos básicos de estructura. Todos los episodios
de resolución demuestran un balance conceptual entre el principio y el final. La mayoría
de ellos tiene una estructura de tres partes. Si agrupamos escenas muy bien relacionadas
en fases, muchos textos se vuelven más manejables. Con estos aspectos en mente, ahora
203
vamos a ver con más detenimiento varios modelos típicos que ocurren en episodios de
resolución.
Dos pasos
Escena Uno
En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te
has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del
rey de Siria ha escapado de tus manos. Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército
numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en
Jehová, él los entregó en tus manos. Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra,
para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente
has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti. (vv. 7-9)
Escena Dos
Escena Tres
Este pasaje se divide en tres escenas que forman dos fases. Estas fases son como los
pasos en la resolución dramática. En la primera fase, Hanani el profeta reprendió a Asa por
no apoyarse en Dios. La segunda fase, consistiendo en las escenas dos y tres, reporta la
respuesta de Asa a Hanani. La fase inicial presenta el primer paso dramático, el problema
de la profecía. ¿Cómo respondería Asa? ¿Cuál sería el resultado? La fase final responde a
estas preguntas al describir más adelante la desobediencia de Asa.
Tres pasos
Con mayor frecuencia, los episodios de resolución presentan por lo menos tres
pasos. Las historias pueden contener también muchas escenas y fases, pero agrupadas
presentan un drama de tres partes: un problema, un punto de cambio, y una resolución.
Cuatro pasos
Escena Uno
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el
hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto (v. 8).
Escena Dos
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu
voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién
te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
serpiente me engañó, y comí (vv. 9-13).
Escena Tres
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas
las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás
todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo:
Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y
tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto
obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás
de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
207
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro
comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres,
y al polvo volverás (vv. 14-19).
Escena Cuatro
Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los
vivientes (v. 20).
Escena Cinco
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió (v. 21).
Como lo indica el siguiente diagrama, las cinco escenas de este episodio se dividen
en cuatro pasos (ver la figura 25).
Estas cuatro fases reflejan las características típicas de un registro de cuatro pasos.
El problema se balancea con la resolución. Ambos presentan un movimiento
temporalmente rápido; también se enfocan en los mismos personajes. La vergüenza de la
desnudez en el paso inicial contrasta con el paso final donde Dios vistió a Adán y Eva.
Escena Uno
Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham.
Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y
vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré
(vv. 1-2).
Escena Dos
Escena Tres
Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham
a sus siervos: esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos,
y volveremos a vosotros (vv. 4-5).
Escena Cuatro
209
Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en
su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos (v. 6).
Escena Cinco
Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme
aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el
holocausto? Y respondió Abraham: Dios proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío.
E iban juntos (vv. 7-8).
Escena Seis
Y cuando llegaron al lugar que Dios les había dicho, edificó allí Abraham un altar,
y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió su
mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo (vv. 9-10).
Escena Siete
Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham.
Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas
nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único
(vv. 11-12).
Escena Ocho
Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado
en un zarzal por sus cuernos, y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto
en lugar de su hijo (v. 13).
Escena Nueve
Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy:
en el monte de Jehová será provisto (v. 14).
Escena Diez
Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por
mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu
hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas
210
del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas
de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto
obedeciste a mi voz (vv. 15-18).
Escena Once
Escena Doce
Las escenas de este pasaje se juntan en cuatro fases (ver figura 26). Las escenas uno
y dos tienen que ver con el llamamiento de salir y comenzar el viaje. Las escenas tres,
cuatro y cinco se llevan a cabo en «el tercer día» teniendo a la vista la montaña. Las escenas
seis a la diez cubren los eventos que se llevaron a cabo en la montaña. Las escenas once y
doce narran el regreso y el final del viaje.
Cinco Pasos
Los episodios de cinco pasos combinan rasgos que ya hemos examinado. Como en
los dramas de dos pasos, se balancea el problema inicial y la resolución final. Como los
episodios de cuatro pasos, el paso dos forma la acción creciente que corresponde al cuarto
paso, o acción decreciente. Estos rasgos combinan con el tercer paso que sirve como el
punto de cambio del pasaje.
Para ilustrar la resolución de cinco pasos, veremos dos pasajes que ya hemos
examinado. El primero es la historia del pacto de Dios con Abram (Génesis 15:7-21) (ver
la figura 27).
El paso uno introduce el episodio del problema dramático. Dios prometió tierra a
Abram y Abram pide certidumbre. En respuesta, Dios ordena la preparación de una
ceremonia de pacto. ¿Qué resultará de esta situación? ¿Tratará Dios a Abram con
misericordia y le pondrá duras responsabilidades de pacto? La tensión se eleva en la acción
creciente. Abram comienza la ceremonia de su propia maldición cortando los animales y
separándoles en mitades como un símbolo que lo que le pasaría al que falle en cumplir sus
obligaciones del pacto. El punto de cambio recoge ansiedades que se iniciaron en los
primeros pasos cuando Abram cae en una oscuridad de pesadilla. Pero también disminuye
la tensión porque Dios le aseguró a Abram que Él daría a sus descendientes la tierra después
de un período de esclavitud. La acción decreciente desenreda la tensión más adelante. Dios
pone bajo juramento Su propia destrucción. La ceremonia que comenzó en el segundo paso
ahora alcanza su realización. Para alivio de Abram, la seguridad de la tierra dependía de
Dios, no de Abram. La resolución termina el asunto; Dios confirmó Su promesa con un
solemne voto de un pacto. La necesidad de seguridad de Abram estaba suplida.
de dos, tres, cuatro o cinco pasos bosquejados aquí son suficientes para la mayoría de los
pasajes.
Conclusión
Preguntas de repaso
1. ¿Cuáles son los tres tipos básicos de trama que se encuentran en las narraciones del
Antiguo Testamento? ¿Qué los distingue uno de otro? Da un ejemplo de cada uno.
2. ¿Cuál es la diferencia entre una escena y una fase en la historia? ¿Por qué ayudan
las fases?
3. ¿Qué modelos de flujo dramático ocurren en las narraciones de resoluciones?
Nombra y describe las funciones de las fases de cada modelo. ¿Cuál es la diferencia
entre una narración de resolución simple y una compleja?
Ejercicios de estudio
1. Lee 1 Crónicas 10:1-6. Divídelo en escenas y divide las escenas en fases. Explica
cómo puede bosquejarse esta historia como un episodio de resolución de tres pasos.
¿Qué simetrías puedes distinguir?
2. Lee 1 Samuel 2:12-17. Divídelo en escenas y divide las escenas en fases. Explica
cómo puede bosquejarse esta historia como un episodio de resolución de cuatro
pasos. ¿Qué simetrías puedes distinguir?
216
CAPÍTULO NUEVE
ESTRUCTURAS DE LA NARRATIVA MÁS AMPLIA
«¡Ven aquí arriba si quieres saber en dónde estamos!», gritó mi amigo desde la torre
de observación. Él había caminado por el bosque por horas y estaba completamente
perdido. Abajo entre los árboles podíamos ver solamente unos kilómetros en cualquier
dirección. «¿En dónde está el lago... el río...la torre?». Necesitábamos tener el cuadro
completo. Así que me uní a mi amigo en la plataforma de la torre.
Cronología y tópicos
Si se nos asignara escribir una historia de los Estados Unidos, podríamos tomar por
lo menos tres estrategias. Primero, podríamos arreglar los datos principales de acuerdo a la
secuencia temporal. En este acercamiento nuestro registro se vería algo como esto:
Capítulo 1: «El siglo XVII»; Capítulo 2: «El siglo XVIII»; y así sucesivamente.
ser: Capítulo 1: «Las Guerras de América»; Capítulo 2: «Políticas de Paz»; Capítulo 3: «La
Arquitectura en América»; y otros temas de interés.
Dominación cronológica
Intereses tópicos
Selección. Aun cuando los escritores del Antiguo Testamento siguieron la secuencia
histórica, tuvieron que seleccionar su material. Frecuentemente estas selecciones surgieron
de consideraciones tópicas. Un ejemplo sencillo ocurre en Génesis 15:1-21. Este pasaje
consiste de dos episodios. El primero (vv. 1-6) presenta la promesa de Dios de dar un hijo
a Abram; el segundo (vv. 7-21) trata con los problemas de la tierra.
¿Por qué están estos episodios uno al lado del otro? No hay duda de que una de las
razones es la proximidad cronológica de los eventos. La ausencia de un asunto explícito al
principio de Génesis 15:7 (wy´mr «Él también dijo […]») sugiere que los eventos de
Génesis 15:7-21 siguieron inmediatamente después a los eventos de Génesis 15:1-6. Pero
debemos recordar que Moisés no tuvo que conservar estos dos episodios. Él pudo haber
omitido fácilmente uno o el otro. ¿Qué explica su decisión de ponerlos juntos?
Las afinidades tópicas causaron que Moisés estructurara su texto de esta manera.
Considera las siguientes similitudes temáticas entre los pasajes (ver figura 29).
219
Abram pide confirmación de la simiente prometida Abram pide confirmación de la tierra prometida
(vv. 2-3). (v. 8).
Dios apunta a las estrellas para mostrar Dios muestra confiabilidad al pasar entre los
confiabilidad (v.5). cuerpos partidos de los animales (v. 17).
Un ejemplo más claro de selección tópica aparece en el registro del cronista del reino
de Asa (2 Crónicas 14:1-16:14) (ver figura 30).
220
Pero el orden histórico no fue el único factor que influyó en los arreglos de estos
materiales. Fuera de todas las cosas que sucedieron en el reinado de Asa, ¿por qué
seleccionó el cronista estos seis episodios? El cronista mismo se dio cuenta de que muchos
otros eventos pudieron haber sido mencionados (2 Crónicas 16:11). ¿Por qué éstos? Él los
seleccionó en base al interés tópico: la importancia de buscar y confiar en el Señor.
Cada episodio contribuye al desarrollo de este tema. En los primeros tres episodios,
las condiciones en la tierra fueron positivas. La tierra estaba «en paz» (14:1, 5, 6); la gente
de Judá «edificada y prosperada» (14:7); Judá derrotó todas las ciudades alrededor de Gerar
y obtuvo «gran botín» (14:14); el profeta Azarías prometió que Judá sería «recompensada»
(15:7); se le otorgó al rey «paz por todas partes» (15:15); y «no hubo más guerra» (15:19)
por muchos años.
¿Por qué eran las condiciones tan positivas para la nación? La respuesta del cronista
a esta pregunta se hace notoria en varios términos claves: «buscar» (drs), «confiar» (s´n),
y «abandonar» (´zb). En el primer episodio (14:1-7), Asa remarcó que la bendición de su
reino ocurrió «porque hemos buscado (drs) a Jehová nuestro Dios; le hemos buscado, (drs)
y él nos ha dado paz por todas partes» (14:7). Un tópico similar rodea el segundo episodio
(14:8-15) cuando Asa clamó en oración: «(…) en ti nos apoyamos (s´n)" (14:11). En el
tercer episodio (15:1-9), Azarías declaró que el estatus de Judá dependía de un principio
básico: «si le buscareis (drs), será hallado de vosotros; mas si le dejareis (´zb), él también
os dejará (´zb)» (15:2). El episodio sigue describiendo cómo el pueblo de Judá «prometió
solemnemente que buscarían (drs) a Jehová el Dios de sus padres (…)» (15:12). Todo Judá
se regocijó porque «de toda su voluntad lo buscaban (drs), y fue hallado de ellos» (15:15).
Al repetir estos conceptos, el cronista dio a conocer su punto de vista. El reinado de Asa
en su primera mitad fue recompensado con prosperidad por buscar y confiar en Dios.
Los últimos tres episodios cuentan un lado diferente del reinado del rey. En el cuarto
episodio (16:1-6), Asa se alió con el rey Sirio Ben-adad contra Baasa rey de Israel. Como
resultado no obtuvo la victoria completa. Además, en el quinto episodio (16:7: 11), Hanani
222
el vidente le declaró a Asa «de aquí en adelante habrá más guerra contra ti» (16:9). El sexto
episodio (16:12-14) reporta la enfermedad de Asa y su muerte eventual.
¿Por qué cambiaron las condiciones en el reino de Asa tan drásticamente? Tenemos
la primera indicación cuando Asa «envió a Ben-adad rey de Siria plata y oro de los tesoros
de la casa de Jehová» (16:2). Hanani condenó este cambio de eventos, explicando de Baasa
escapó del ejército de Asa por «cuanto te has apoyado (s´n) en el rey de Siria, y no te
apoyaste (s´n) en Jehová tu Dios» (16:7). El profeta también le recordó al rey que su
victoria anterior contra los etíopes y los libios ocurrió porque «te apoyaste (s´n) en Jehová»
(16:8). Un tema similar aparece en el sexto episodio. Asa murió de su enfermedad porque
«no buscó a Jehová, sino a los médicos» (16:12). Condiciones desfavorables existieron en
Judá porque el rey falló en buscar y confiar en el Señor.
De este pequeño examen, vemos que el cronista arregló el reinado de Asa, tomando
en cuenta tanto los intereses cronológicos como los tópicos. Él siguió el orden de la
historia, pero seleccionó solamente algunos eventos para enfatizar un tema: las bendiciones
vienen a aquellos que buscan y confían en Dios, pero las maldiciones caen en todo aquel
que lo deja.
Episodio Uno
Judá y Tamar (38:1-30)
Cronología Temas
«En ese momento» (v. 1) [engaño, inmoralidad]
«Ella es más justa que yo»
(v. 26)
Episodio Dos
José en la casa de Potifar (39:1-23)
Cronología Temas
José vendido en Egipto a Potifar (v. 1) [honestidad, moralidad]
"¿Cómo podría entonces
hacer algo tan malvado...?
(v. 9)
Fig. 31: Cronología y temas en Génesis 38:1 – 39:23
En Génesis 38 Judá y sus hijos tuvieron relaciones con las mujeres cananeos. Los
hijos de Judá fueron juzgados por Dios, dejando a la nuera de Judá, Tamar, sin esposo (vv.
6-11). Cuando Judá falló en tratar con justicia a Tamar, ella se disfrazó y lo sedujo (vv. 12-
19). Judá escuchó que Tamar estaba embarazada y la condenó a morir. Sin embargo, al
investigar, parece evidente de que Judá era el padre del niño, y confesó correctamente:
«Más justa es ella que yo» (vv. 24-26).
Eventos sin cronología. En algunos casos los intereses tópicos fueron tan
influyentes que los episodios fueron arreglados con un poco o sin interés alguno en orden,
224
según el tiempo. Estos textos no interpretan mal los hechos históricos; están estructurados
de acuerdo a los tópicos más que a la secuencia de los eventos. Un ejemplo impresionante
de esto ocurre en los últimos cuatro capítulos de 2 de Samuel.
Configuraciones típicas
Grupos
Los grupos son episodios que ilustran diferentes facetas de un tema común. Tienen
algunos paralelos estructurales entre ellos y muy poco o ninguna unidad dramática.
Meramente proporcionan perspectivas sobre un tópico.
Estos episodios difieren unos de otros en muchas maneras. El bien conocido caso
jurídico (1 Reyes 3:16-28) es una narración de resolución en cinco pasos. Los otros
episodios son narraciones de reporte con relación a la burocracia de Salomón (4:1-19),
éxitos económicos (4:20-28), y sabiduría superior (4:29-34).
226
¿Por qué están estos textos uno junto al otro? Una pista aparece en el registro
anterior de la oración de Salomón (3:5-15), en el que el escritor llamó la atención hacia la
sabiduría de Salomón. Resolver el caso de dos prostitutas probó que en Salomón «había
sabiduría de Dios para juzgar» (3:28). El mismo tema aparece en el último episodio de
esta sección, donde se nos dice que «Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy
grandes (…)» (4:29).
Estos pasajes difieren de muchas maneras. Los primeros cuatro episodios son
reportes; el último es un episodio de resolución. Tratan con diferentes materias: la
expulsión de los cananeos, la delimitación de las tribus, el establecimiento de ciudades y
la ordenación de matrimonios entre tribus. Entonces, ¿por qué aparecen juntos? Estas
unidades se agrupan alrededor de dos intereses tópicos. Primero, como lo indica el
resumen, cada episodio se llevó a cabo en las llanuras de Moab (36:13). Segundo, estos
pasajes muestran cómo Israel iba a manejar la herencia de la tierra prometida. El primer
episodio (33:50-56) describe a Moisés recibiendo instrucciones divinas para la gente con
el fin de desposeer a los cananeos y dividir la tierra. El segundo episodio (34:129) examina
este tópico más allá al especificar los límites de la tierra y los procedimientos apropiados
para asignar a cada familia su parte. El tercer episodio (35:1-34) dirige la atención a los
intereses especiales de las posesiones de los levitas y a las ciudades de refugio. El cuarto
episodio (36:1-12) tiene que ver con las leyes del casamiento de las herederas.
Estos episodios parecen no tener conexión entre sí a primera vista; pero después de
reflexionar, podemos ver que forman una variedad de perspectivas sobre la distribución y
posesión de la tierra que la audiencia de Números tenía que recordar en tanto se dirigía
hacia la conquista de la tierra prometida.
227
Resumen (36:13)
Fig. 33: Agrupación de episodios en Números 33:50 – 36:13
Registros paralelos
registros paralelos forman muchos arreglos diferentes. Veremos tres modelos que emergen
con frecuencia: paralelos simples, inclusiones, y paralelos de decusación.
La disonancia entre estos registros hace que el propósito de Moisés sea evidente:
contrastar el carácter moral de los jefes de las tribus de Israel. El jefe de Judá fracasó en
mantener su integridad; pero José, el jefe de Efraín y Manasés, permaneció puro. Este
contraste juega un papel vital en el significado de esta sección para la audiencia original
de Moisés. Explicó por qué Dios trató las tribus de Judá y José como lo hizo, y cómo estas
tribus debieron relacionarse una con la otra. Otro ejemplo de paralelos simples aparece
en las historias de la corte de Salomón en 1 Reyes 2:13-46. Esta sección del reino de
Salomón es separada de su contexto cercano al repetir en 1 Reyes 2:12b: «(…) y su reino
fue firme en gran manera»; y en 1 Reyes 2:46b: «Y el reino fue confirmado en la mano
de Salomón». Entre estos dos versículos, el escritor describe cuatro episodios de cómo
Salomón se condujo con respecto a sus principales oponentes políticos (ver figura 35).
229
Reyes 2:31-33). Simei fue ejecutado porque quebrantó los términos generosos de su arresto
en casa (1 Reyes 2:36-46). Estos paralelos confirmantes revelan que el principal enfoque
en este texto no es solamente reportar lo que hizo Salomón, sino también forman una
apologética para sus acciones. Las propias palabras de Salomón resaltan el enfoque central
de esta sección. Tres veces Salomón mismo declaró que Dios había escogido y establecido
su casa (1 Reyes 2:24, 33, 45). Al reportar una serie de eventos similares, el escritor
defendió la manera en la que Salomón venció a sus oponentes y demostró el apoyo para el
linaje davídico-salomónico.
Como sugiere el bosquejo, esta porción del reino de Salomón se divide en dos
secciones: su gloria nacional e internacional. Ambas secciones están marcadas por
inclusiones.
Seis capítulos después, una nota similar aparece (9:24-25). Luego de largos registros
de la administración sabia de Salomón (3:16-4:28) y sus grandes proyectos de construcción
(5:1-9:9), el escritor de Reyes regresa al asunto de la hija de Faraón y los sacrificios (9:24-
25). Sin embargo, hasta este punto, él dio un paralelo contrastante al reportar que la hija de
Faraón ahora vivía en el palacio y que Salomón sacrificaba tres veces al año en el templo
de Jerusalén. Por medio de este paralelo de 1 Reyes 3:1-3, el escritor formó una inclusión
alrededor de todo el material que intervenía. En efecto, él les dijo a sus lectores que su
registro de la sabiduría doméstica de Salomón había llegado a su fin.
modelo concéntrico cuando los episodios hacen paralelo alrededor de un episodio eje (A
B C B'A'). El primer episodio es paralelo al último, el segundo al penúltimo, y así
sucesivamente. Estos modelos aparecen tanto en escalas pequeñas como grandes.
Cualquiera sea el caso, las estructuras de decusación frecuentemente limitan los lindes de
una sección y nos ayudan a entender el interés del escritor.
Ya hemos notado que los últimos cuatro capítulos de Samuel contienen seis
episodios sin cronología. Si vemos estos capítulos una vez más, podemos ver que forman
una decusación (ver figura 37).
¿Por qué este arreglo? Como hemos visto, este material demostraba el valor del
linaje de David para Israel. Sin embargo, los paralelos en este pasaje revelan varios tópicos
más específicos. El primer episodio y el último son similares de muchas maneras. Dios
despliega su enojo contra el pecado de Israel (21:1 y 24:1); pero los últimos versículos
indican el paralelo más notable entre ellos: una referencia al alivio de la ira de Dios a través
de la oración contestada (21:14 y 24:25). Con este enfoque, ambas historias ilustraron la
intervención eficaz de David enfrentando la ira de Dios contra Israel.
Notar este arreglo de decusación ofrece por lo menos dos beneficios. Primero, los
paralelos establecen límites para la sección. ¿Cómo sabemos que los últimos cuatro
capítulos de Samuel deberían estar separados del resto del libro? Una manera es reconocer
la magnitud en la que se hacen eco el uno al otro. Segundo, las estructuras de decusación
nos ayudan a discernir los intereses primarios de cada sección. Las porciones
correspondientes de una sección confirman y/o contrastan con sus complementos, de
manera que causan dimensiones prominentes del texto para que resalte. Por ejemplo, la
historia del censo de David (24:1-25) puede parecer a primera vista que tiene el propósito
de enfatizar el fracaso de David. Pero el comparar este pasaje con su paralelo en 2 Samuel
21:1-14 muestra que el papel positivo de David como mediador era más importante para
el escritor. De manera similar, los dos discursos poéticos de David (22:1-51; 23:1-7) en
esta sección tienen muchas facetas que pueden ser enfatizadas; pero al compararlas, el
enfoque en el apoyo divino para el linaje de David resalta con más prominencia.
Registros dramáticos
Dos pasos episódicos. Dos episodios adyacentes frecuentemente forman dos pasos
episódicos. Los episodios individuales permanecen solos hasta cierto punto, pero juntos
forman una presentación unificada. En estos casos, el primer episodio presenta un
problema, y el último conduce a la resolución. Por ejemplo, el registro del nacimiento de
Ismael en Génesis 16:1-16 contiene dos episodios (ver figura 38).
235
1. Problema
Agar concibe y es expulsada (16:1-6)
I. Sarai estéril tiene a Agar como doncella (16:1)
II. Sarai y Abram hablan sobre la sustitución (16:2)
III. Agar concibe y ridiculiza a Sarai (16:3-4)
IV. Sarai y Abram hablan sobre el ridículo (16:5-6a)
V. Sarai expulsa a Agar (16:6b)
[Agar concibe, pero se va]
2. Resolución
Agar regresa y da a luz (16:7-16)
I. Ángel encuentra a Agar en el desierto (16:7)
II. Ángel asegura y ordena a Agar que regrese (16:8-14)
III. Agar da a luz a Ismael (16:15-16)
[Agar es enviada de vuelta y da a luz]
Tres pasos episódicos. Un registro dramático también puede consistir de tres pasos
episódicos. El primer episodio presenta un problema, el segundo forma un punto de
cambio, y el tercero forma una resolución. El Antiguo Testamento contiene muchos
ejemplos de estos arreglos.
236
Génesis 15:1-17:27 presenta un registro dramático de tres pasos y trata con tres
asuntos principales: las promesas de pacto a Abram (15:1-21), el fracaso de Abram con
Agar (16:1-16), y el pacto de fidelidad de Abraham (17:1-27) (ver figura 39).
1. Problema
Las promesas del pacto de Dios (15:1-21)
Abram aseguró semilla (15:1-6)
I. Dios promete recompensa (15: 1)
II. Abram solicita confirmación de semilla (15:2-3)
III. Dios confirma la promesa de la simiente (15:4)
IV. Dios asegura señalando las estrellas (15:5)
V. Abram cree en la promesa de Dios (15:6)
Abram aseguró tierra (15:7-21)
I. Dios promete tierra; Abram solicita confirmación (15:7-9)
II. La ceremonia del pacto está preparada (15:10-11)
III. Dios confirma la promesa de la tierra (15:12-16)
IV. Dios demuestra confiabilidad por el ritual del pacto (15:17)
V. Dios jura por la tierra (15:18-21)
2. Punto de inflexión
El fracaso de Abram con Agar (16:1-16)
Agar se convierte en sustituta, pero es expulsada (16:1-6)
I. Sarai estéril tiene a Agar como Doncella (16: 1)
II. Sarai y Abram hablan sobre la sustitución (16:2)
III. Agar concibe y ridiculiza a Sarai (16:3-4)
IV. Sarai y Abram hablan sobre el ridículo (16:5-6a)
V. Sarai expulsa a Agar (16:6b)
Agar regresa y da a luz (16:7-16)
I. Ángel encuentra a Agar en el desierto (16:7)
II. Ángel asegura y ordena a Agar que regrese (16:8-14)
III. Agar da a luz a Ismael (16:15-16)
3. Resolución
Fidelidad del Pacto de Abraham (17:1-27)
I. Dios instruye a Abraham sobre los requisitos del pacto (17:1-21)
II. Dios se va (17: 22)
III. Abraham cumple los requisitos del Pacto (17:23-27)
Este bosquejo es más bien una estructura elaborada. Al principio de este capítulo
vimos que el cronista organizó el reino de Asa en dos partes principales el primer período
en el que Asa buscó a Dios y fue lleno de bendiciones (2 Crónicas 14:1-15:19), y el período
posterior cuando el rey falló en buscar a Dios y fue maldecido (2 Crónicas 16:1-14). Pero
la configuración de este material es todavía más elaborada.
1. Problema
Los primeros años de prosperidad de Asa (14:1-7)
I. Reformas religiosas y seguridad (14:2-5)
II. Proyectos de construcción y prosperidad (14:6-7)
2. Acción ascendente
Victoria, aprobación y obediencia (14:8-15:19)
Victoria en la guerra con los cusitas (14:8-15)
I. Ejército de Asa (14:8)
II. Líneas de batalla trazadas (14:9-10)
III. La oración de Asa (14:11)
IV. Cusitas derrotados (14:12-14)
V. Regreso a Jerusalén (14:15)
Aprobación profética y reformas (15: 1-19)
I. Aprobación profética (15: 1-7)
II. Reformas reales (15:8-19)
3. Acción de caída
Fracaso, desaprobación y pecado (16:1-11)
Fracaso en la guerra con Israel (16: 1-6)
I. Fortificaciones de Baasa (16:1)
II. Alianza de Asa con Ben-adad (16:2-3)
III. Baasa huye de Ben-adad (16:4-5)
IV. Asa destruye las fortificaciones de Baasa (16:6)
Condenación profética y pecado (16:7-11)
I. Desaprobación profética (16:7-9)
II. Pecados reales (16: 10-11)
4. Resolución
Los últimos años de enfermedad y muerte de Asa (16:12-14)
I. La enfermedad de Asa (16:12a)
II. Fracaso de Asa(16:12b)
III. Muerte de Asa y entierro (16:13-14)
1. Problema
Adán en el jardín comisionado para cultivar (2:4-17)
I. No hay árboles porque no hay hombre que cultivar (2:4-6)
II. El hombre creado y el jardín con árboles plantados (2:7-14)
III. Hombre comisionado para cultivar (2:15-17)
2. Acción ascendente
Dios mejora las condiciones para la comisión (2:18-25)
I. Adán necesita pareja (2:18)
II. Animales no aptos (2: 19-20)
III. Dios toma la costilla de Adán (2:21)
IV. Pareja encontrada en Eva (2:22-24)
V. Adán y Eva en sociedad (2:25)
3. Punto de inflexión
Adán y Eva violan la Comisión (3:1-7)
I. Eva tentada a violar por conocimiento (3:1-5)
II. Eva y Adán violan la Comisión (3:6)
III. Adán y Eva conocen su vergüenza (3:7)
4. Acción de caída
Dios confronta a la humanidad acerca de la transgresión (3:8-21)
I. Dios se acerca a los vergonzosos Adán y Eva (3:8)
II. Dios pregunta sobre la transgresión (3:9-13)
III. Dios maldice a causa de la transgresión (3: 14-20)
IV. Dios cubre la vergüenza de Adán y de Eva (3:21)
5. Resolución
Adán y Eva expulsados del jardín (3:22-24)
I. Dios prevé más problemas (3:22)
II. Dios expulsa a la humanidad del jardín (3:23)
III. Ángel puesto a guardia (3:24)
E incluso más, la acción creciente y decreciente también corresponden con cada uno.
En tanto que la acción creciente pone al hombre y a la mujer en una comisión común, la
acción decreciente del cuarto episodio se enfoca en la maldición de Eva al dar a luz a sus
hijos y en la futilidad de Adán al trabajar la tierra. Además, la unidad del hombre y la mujer
es remplazada por la desarmonía.
Conclusión
En este capítulo hemos investigado un buen número de maneras en las que los
escritores del Antiguo Testamento estructuraron secciones largas de material narrativo.
242
Aunque la cronología fue una consideración importante, los escritores del Antiguo
Testamento también arreglaron sus textos de acuerdo a tópicos. Estas motivaciones
formaron largos segmentos de narraciones en grupos, paralelos y registros dramáticos.
Investigar estas grandes estructuras narrativas es un aspecto vital de la interpretación del
Antiguo Testamento.
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
1. Mire una vez más Génesis 2:4-3:24. Examine el flujo dramático de cada episodio.
¿Qué observaciones puede hacer que vayan más allá de la discusión de este capítulo?
2. Mire 1 Samuel 2:27-3:19. ¿Cómo analizaría la estructura de esta sección larga de
material narrativo?
243
CAPÍTULO DIEZ
LOS ESCRITORES Y SUS AUDIENCIAS
Una tarde camino a mi oficina encontré una nota que estaba tirada en el suelo.
«Gracias por su duro trabajo en clase», decía. Busqué nombre y firma, pero no había nada.
Puse la nota sobre mi escritorio y me olvidé por completo del asunto. Unos días más tarde
un estudiante vino después de clase. Muchas veces durante el semestre había objetado
fuertemente durante mis conferencias. El temor venía sobre mí en tanto anticipaba otra
confusión. Sin embargo, para mi deleite, preguntó: «¿Recibió mi nota agradeciendo por su
clase?». «¿Tú escribiste esa nota para mí?», respondí incrédulo. «Sí», sonrió abiertamente.
«Quería que supiera que mi actitud ha cambiado. Realmente aprecio lo que está
enseñando».
¿Te puedes imaginar lo que hice cuando regresé a mi oficina? Encontré la nota y la
leí otra vez, esta vez con más interés. Una vez que supe quién la había escrito y que había
sido escrita específicamente para mí, la nota significaba mucho más que antes. De la misma
manera, muchas dimensiones de las narraciones del Antiguo Testamento son tan claras que
las podemos entender y aplicar a nuestras vidas teniendo una leve idea de cuándo fueron
escritas. Pero nuestro entendimiento se enriquece grandemente cuando aprendemos acerca
del escritor y de la audiencia original. Hasta este punto, nos hemos enfocado
principalmente en una investigación intrínseca de las narraciones del Antiguo Testamento.
Nada puede sustituir el cuidadoso examen de los trabajos internos de estos textos. Sin
embargo, ahora debemos ver la investigación extrínseca: ver un texto a la luz de su escritor
y su audiencia. No estamos preocupados simplemente por los textos mismos; ahora
estamos más interesados en las dimensiones pragmáticas del significado original. ¿Por qué
los escritores del Antiguo Testamento compusieron sus historias como lo hicieron? ¿Qué
propósitos tenían ellos para sus lectores?
Dos asuntos preliminares aparecen en primer plano en tanto nos embarcamos en este
aspecto de la investigación: identificar escritores y audiencias y discernir las intenciones
de un escritor. ¿Cómo podemos descubrir loa agentes extrínsecos de las historias del
Antiguo Testamento? ¿Cómo podemos descubrir los propósitos para los que estos textos
fueron escritos?
244
Una amiga mía estaba hablando una vez con una vecina sobre asuntos personales.
Ella habló más o menos por un minuto, pero de repente se dio cuenta de que había marcado
el número equivocado. ¡Mi amiga le estaba contando sus secretos a una completa
desconocida! Terriblemente avergonzada, colgó el manófono. «Aprendí mi lección», dijo.
«¡Pregunta siempre quién está al otro lado de la línea!».
Desarrollo de los textos. Una dificultad que enfrentamos es que la mayoría de los
libros narrativos del Antiguo Testamento no fueron escritos todos al mismo tiempo.
Algunos se desarrollaron al paso de los años, décadas, aun siglos antes de que alcanzaran
su forma final. Los acercamientos críticos hacia el Antiguo Testamento se han enfocado
principalmente en una historia composicional, tomando en cuenta los desarrollos
efectuados en un período de tiempo. Pero la mayoría de estos análisis permanecen
especulativos y no confiables. Muchos métodos usados en estos esfuerzos son
incompatibles con perspectivas evangélicas en cuanto a la autoridad bíblica. Debemos
ejercer precaución extrema en tanto consideramos las reconstrucciones diacrónicas que
ofrecen los intérpretes críticos.
Por otro lado, muchos evangélicos minimizan el valor del análisis diacrónico.
«Tomamos el texto como lo tenemos hoy en día», dicen frecuentemente ellos. «No estamos
interesados en cómo se desarrollaron las narraciones del Antiguo Testamento». Tan
atractivo como pudiera parecer este punto de vista, varias consideraciones hacen
imperativo que tomemos nota de los desarrollos que hay detrás las narraciones del Antiguo
Testamento.
Un ejemplo muy claro aparece en 1 Reyes 8:8. Este pasaje declara que las varas
utilizadas para llevar el arca del pacto fueron sacadas «de manera que sus extremos se
dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaban
ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy» (énfasis agregado).
Aparte de esta historia composicional, este pasaje pudiera guiarnos a concluir que el
libro de Reyes fue escrito antes de la destrucción del templo. El texto afirma que las varas
que se usaban para llevar el arca están «hasta hoy» (1 Reyes 8:8), pero el resto del libro de
Reyes demuestra que la indicación de esta fecha no es posible. Los capítulos finales del
libro de Reyes cubren eventos históricos mucho más allá de la destrucción del templo.
¿Cómo, entonces, explicamos «que quedaron hasta hoy» en 1 Reyes 8:8? Aparentemente,
el compilador de Reyes siguió una fuente anterior y dejó que la referencia del tiempo
permaneciera como había sido escrita. «Hoy» se refería al tiempo de la fuente, no a los días
del escritor. Si fallamos en notar esta dimensión diacrónica en el texto, seremos mal
guiados al tratar de establecer la identidad del escritor y de la audiencia de Reyes.
por el estilo aparecieron en tanto que las narraciones del Antiguo Testamento fueron
pasando de generación a generación. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la lectura
anterior del texto puede reconstruirse por medio de métodos tradicionales de crítica de
texto.
Más aun, los evangélicos han identificado ocasionalmente cambios en un pasaje para
el cual hay poca o ninguna evidencia textual. Estas actividades editoriales generalmente
involucran lenguaje de actualización, nombres geográficos, listas, y detalles similares.
Identificar estos cambios en un texto también puede ser crucial para determinar los agentes
extrínsecos de un libro. Adiciones posteriores pueden dar una impresión falsa de la
composición postrera.
Por ejemplo, en Génesis 14:14 leemos que Abram persiguió a sus enemigos «hasta
Dan». De Jueces 18:29 podemos saber que este sitio era llamado «Lais» en los días de
Moisés. Se le cambió el nombre sólo después de que la tribu de Dan dejó su territorio
original y se mudó al norte (Jueces 18:1-31). ¿Cómo podemos reconciliar la referencia a
«Dan» en Génesis 14:14 con la paternidad literaria mosaica de Génesis? La mayoría de los
evangélicos tratan la referencia como un ajuste editorial postrero.
De la misma manera, E. J. Young nota que Jadúa (351-331 A.C.), sumo sacerdote
durante el tiempo de Alejandro Magno, aparece en Nehemías 12:1-22. Después sugiere
que esta «lista de sacerdotes y levitas (...) pudo haber sido una adición posterior». Esta
observación afecta grandemente el fechado que asignamos al autor y a la audiencia de
Nehemías.
prueba está en aquellos que proponen que el pasaje ha sido retrabajado o extendido. Aun
así, no debemos fallar en reconocer la posibilidad de tales cambios en tanto tratamos de
identificar el escritor y la audiencia.
Falta de información. Una vez que hemos aislado las fuentes y la actividad editorial
en las historias del Antiguo Testamento, se nos deja con un nivel de composición final.
Este material es el sitio del significado original. Pero todos nuestros problemas no están
resueltos. Todavía enfrentamos una falta de información. Las historias del Antiguo
Testamento explícitamente identifican sólo a algunos escritores y algunas audiencias. Los
libros narrativos del Antiguo Testamento permanecen anónimos, excepto los libros de
Moisés.
Los puntos de vista tradicionales sobre agentes extrínsecos han aumentado con
respecto a cada libro. Algunas de estas designaciones son posibles, aun probables. Pero la
mayoría tienen poco mérito y tienden a pasar por alto evidencias contrarias en los propios
libros.
Primero, la forma final de un libro del Antiguo Testamento no pudo haber sido
escrita antes que los últimos eventos mencionados en él. En su mayoría, las narraciones
del Antiguo Testamento reportan eventos que ya han ocurrido. Esta consideración ayuda a
establecer la posible fecha anterior para muchos libros.
Segundo, los escritores del Antiguo Testamento nos dan claves para sus tiempos por medio
de anacronismos -situar una expresión o concepto de sus propios días en un ambiente
anterior de la historia. Las descripciones anacronistas de los personajes, lugares o eventos
revelan los tiempos del escritor.
Por ejemplo, en 1 Crónicas 29:7 se reporta que las cabezas de las tribus
contribuyeron con «diez mil dracmas (´drknym) de oro» para la construcción del templo.
Esta referencia a «dracmas» es claramente anacronista, ya que no existían las dracmas en
los días de David. Entonces este término ha de reflejar la circulación de dinero que se
utilizaba en los propios días del cronista. Si aceptamos este término como original al libro,
250
forma una clave importante para poner fecha a la composición final de Crónicas. El
cronista escribió después de que la circulación del dinero había comenzado a usarse. Los
anacronismos frecuentemente nos indican una fecha anterior de una narración del Antiguo
Testamento. Uniéndolos a otras claves, nos ayudan a limitar las posibilidades. Tercero, los
comentarios de los autores algunas veces sugieren la fecha anterior más posible. Los
escritores revelan sus tiempos por medio de sus explicaciones y observaciones. Por
ejemplo, antes del ritual en el que Booz recibe una sandalia del pariente más cercano de
Noemí (Rut 4:8), el autor proporciona una explicación del parentesco: «Había ya desde
hacía tiempo esta costumbre en Israel tocante a la redención y al contrato, que para la
confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero;
y esto servía de testimonio en Israel» (Rut 4:7). Aparentemente, por el tiempo de la
composición final, esta costumbre había sido olvidada. Así que el escritor explicó por qué
ocurría la práctica «ya desde hacía tiempo». Una cantidad significativa de tiempo había
pasado entre los eventos del libro y su composición final. Este entendimiento es
confirmado por la genealogía al final del libro, que va más allá de los días de Rut (Rut
1:18-22).
Última fecha razonable. Los textos del Antiguo Testamento también presentan
claves que nos ayudan a establecer la última fecha razonable para la composición final.
Este límite en los agentes extrínsecos es más difícil de determinar, pero por lo menos tres
sugerencias están a disposición: referencias externas, ausencia de eventos importantes, y
la ideología del libro.
final abrupto del libro también sugiere que Ciro todavía no había dado el edicto. De la
misma manera, la genealogía de Rut termina con David (Rut 4:18.22). No sigue hasta
Salomón, Roboam, y los otros descendientes de David. Por lo tanto, podría parecer que el
libro fue compuesto durante la vida de David.
Sin embargo, esta directriz también debe ser usada con precaución. Los escritores
del Antiguo Testamento no estaban bajo obligación alguna para registrar todo lo que
ocurría hasta sus días. Un escritor pudo haber omitido eventos por muchas razones.
Tercero, frecuentemente la mejor manera de establecer la fecha posterior de la composición
final es examinar la ideología del libro. Con parámetros amplios en su lugar podemos
hacernos varias preguntas que nos ayuden. ¿Cuál es el enfoque teológico del libro? ¿Qué
escenario en la historia de Israel parece ajustarse mejor para su mensaje? En tanto
entendemos mejor los asuntos prominentes de un libro, somos más capaces de sugerir el
tiempo probable para su composición.
De una manera similar, el libro de Jueces apoya la necesidad de un rey al señalar los
fracasos de los jueces y levitas. No es necesario decir que este argumento funcionó mejor
antes de que los fracasos de los monarcas llegaran a ser tan evidentes para Israel. Esta
consideración levanta la posibilidad de que el libro fue escrito antes de que los problemas
en la casa de David arreciaran.
Las claves ideológicas no son indiscutibles. Los textos pueden hablar a una variedad
de situaciones. Más aun, nuestra valoración del mensaje de un libro depende en gran parte
de la situación extrínseca que suponemos para ese libro. Sin embargo, en unión con otras
sugerencias, estas claves nos ayudan a establecer algunos parámetros para el fechado de la
composición final.
En cuanto a muchos libros del Antiguo Testamento, debemos estar satisfechos con
tener poca certeza de la última fecha de composición final. Sin embargo, en la mayoría de
252
los casos podemos identificar algunos límites razonables basados en claves en el texto (ver
figura 42).
Establecer un rango de agentes extrínsecos de esta manera ofrece por lo menos dos
ventajas. Primero, un rango de posibilidades nos mantiene pensando en lo que realmente
sabemos acerca del autor y la audiencia de un libro. El Espíritu Santo ha negado el
conocimiento preciso de quién escribió la mayor parte de las narraciones del Antiguo
Testamento. Podemos llegar a orientaciones generales en base a las claves que Él nos ha
dado, pero en muchos casos el Espíritu aparentemente no quiso que nosotros tuviéramos
conocimiento específico del autor y la audiencia. Debemos aceptar humildemente lo que
Él nos ha dado.
Cuando vemos los propósitos de los escritores del Antiguo Testamento, enfrentamos
dificultades con diferentes apariencias. Pero tres asuntos son particular-mente
significativos: la complejidad de sus intenciones, la distancia histórica entre ellos y
nosotros, y el estilo sutil de los escritores del Antiguo Testamento.
Primero, los escritores del Antiguo Testamento operaban con jerarquía de objetivos
ideológicos, poniendo más importancia en algunos intereses que en otros. Por ejemplo, en
el registro de la salida de Abram a la tierra prometida (Génesis 12:1-9), Moisés estaba más
preocupado por el llamado de Dios que con el hecho de que «Lot fue con él» y que «era
Abram de setenta y cinco años cuando salió de Harán». La mención de Lot nos prepara
para los episodios que siguen; la edad de Abram añade un detalle vívido. Pero sentimos un
mayor énfasis en el llamado de Dios y en la respuesta fiel de Abram. Al evaluar las
intenciones de un autor, debemos buscar la importancia relativa de los elementos en su
mensaje.
Segundo, cada parte de un texto tiene una contribución única que hace al propósito
ideológico global. Los escritores construyeron escenas, episodios, secciones más largas, y
libros completos para lograr sus fines de una manera acumulativa. Como resultado,
debemos buscar los objetivos detrás de las unidades pequeñas y grandes. Tristemente, los
intérpretes frecuentemente ignoran uno u otro lado. Algunas veces, identificamos el
propósito de una pequeña porción e ignoramos el contexto más grande. Otras veces
agarramos todo el cuadro e ignoramos las intenciones detrás de las pequeñas unidades.
Por ejemplo, el escritor de Reyes comentó que Salomón «puso a Sadoc por sacerdote
en lugar de Abiatar» (1 Reyes 2:35). La diversidad en su audiencia causó que él tuviera por
lo menos tres intensiones ideológicas: animar con sus palabras a los seguidores de Sadoc,
advertir a otras familias sacerdotales en contra de usurpar el lugar de los seguidores de
Sadoc, e instruir a los adoradores a aceptar solamente a los de Sadoc como legítimos sumos
sacerdotes.
Cada escritor del Antiguo Testamento tenía que ver con algún grado de diversidad.
Varios segmentos de la audiencia se mueven a un primer plano de sus intereses de vez en
cuando. En estos casos, múltiples necesidades son tratadas de inmediato.
Cuarto, a la luz de estos tipos de complejidades, debemos asumir que los escritores
del Antiguo Testamento tuvieron varios grados de conocimiento psicológico de sus
propósitos. Como lo observa Polletta:
Toda escritura artística es alguna suma o producto de lo que Coleridge llamó «impulso
espontáneo y propósito voluntario», pero las cantidades precisas de la combinación, y
aun el maquillaje distintivo de cada facultad, variará casi sin límite de escritor a escritor
(...) Detrás de cualquier propósito voluntario pudiera estar la fuerza de la perspectiva
mental del autor, su visión, su manera de percibir y ordenar la experiencia y la realidad;
el propósito voluntario puede ser un impulso de esas partes de la mente que, para usar
la propia definición de Freud de «inconsciente» están «fuera de conocimiento».
Una simple ilustración hará esto más claro. Considera el enunciado: «Yo estoy
pensando en ti». ¿Estaba yo consciente del rango total de intenciones que involucran el
escribir este enunciado? Claro que no. En tanto lo escribía, tenía una idea vaga de pensar
en ti. Pero yo estaba totalmente inconsciente de mover mis dedos, escribir las palabras
correctamente, y usar una estructura sintáctica particular. Estas elecciones vinieron a mí
sin reflexión consciente. Inclusive, yo no estaba pensando en quién eres tú, lo que te he
escrito, lo que escribiré; y en otros aspectos que no son el fin del significado de mi
enunciado. Estas y otras determinaciones vienen a mi conocimiento en tanto que miro
nuevamente mi enunciado. Reflexionando, puedo ver muchas cosas más de lo que vi
mientras escribía.
De manera similar, en tanto que los escritores del Antiguo Testamento componían
sus historias, también no tenían conocimiento de todo lo que lograban. Cuando recordamos
que estos autores fueron inspirados por el Espíritu Santo, vemos con mayor claridad que
su entendimiento era limitado. Siempre hemos de «tener en cuenta la intención del autor
divino, así como la intención de autor humano». Muchos elementos del texto fueron más
allá de lo que los escritores del Antiguo Testamento pensaron conscientemente en tanto
escribían. ¿Estaba completamente consciente Moisés de la configuración compleja que
propusimos para Génesis 2:4-3:24, en tanto componía la historia? No estamos tan seguros,
pero parece improbable. Las interconexiones en este texto son tan complicadas que
probablemente no fueron planeadas totalmente por Moisés. Su entendimiento consciente
del texto no era exhaustivo. Su experiencia al escribir no fue como la experiencia de los
músicos al tocar los instrumentos. Algunos elementos fueron selecciones estudiadas, pero
otras no fueron tan deliberadas. Moisés dijo más de lo que era capaz de guardar en la
vanguardia de su mente.
Nunca podemos estar absolutamente seguros de cuánto entendieron sus textos los
escritores del Antiguo Testamento, así que no debemos limitarnos a sus intenciones
conscientes. También debemos explorar los asuntos acerca de los cuales los escritores no
pudieron haber estado completamente conscientes.
algunos cientos de años de su fecha real. Segundo, un abismo de más de dos mil años de
diferencias culturales aparece entre nosotros. Mayormente, estamos poco familiarizados
con los antecedentes y las circunstancias de los escritores del Antiguo Testamento.
¿Cuánto sabemos de la educación de Moisés en Egipto? ¿Cuán familiarizados estamos
con el ambiente político de la situación post-exílica del cronista? Tenemos dificultades
reconstruyendo los propósitos del escritor porque no estamos familiarizados con los
estilos de vida, estándares y expectativas que compartían con sus audiencias. Una
cuidadosa investigación de la cultura del escritor puede eliminar algunas barreras
históricas. Pero por cada muralla escalada, otras miles permanecen altas y fuertes. No
estamos valorando las motivaciones de nuestros vecinos: estamos reconstruyendo más de
un milenio.
Estilo sutil. La tercera dificultad principal que enfrentamos es el estilo sutil de los
escritores del Antiguo Testamento. En su mayoría, no manifestaron explícitamente sus
objetivos ideológicos. Moisés no escribió por qué compuso Éxodo; el escritor de Ester no
declaró su propósito. Generalmente, se nos deja inferir las motivaciones de los escritores.
Estudiamos sus textos y determinamos las intenciones que mejor explican la forma y el
contenido de sus historias. El estilo sutil de los escritores del Antiguo Testamento también
dificulta la valoración de sus propósitos.
Los detectives se gozan en juntar todas las evidencias para resolver un misterio. Si
te gusta ser detective, te encantará explorar las intenciones de los escritores del Antiguo
Testamento y recolectar las claves ampliamente esparcidas. Un número de indicaciones nos
ayudarán a discernir el punto de vista ideológico de un escritor. Podemos buscarlas en el
texto y en las circunstancias del escritor.
En los capítulos anteriores, vimos un número de claves en el texto que son de ayuda
para discernir el propósito de un escritor. Vamos a repasarlas brevemente y después
veremos más de cerca varias técnicas especiales que se encuentran en las historias del
Antiguo Testamento.
258
Tercero, las estructuras nos ayudan a descubrir los propósitos del escritor. La
elevación y la caída de la tensión dramática proporcionan una escena de problema y
259
Repetición
Quizá la técnica más común que utilizaron los escritores del Antiguo Testamento
fue la repetición. A veces puede ser inadvertida o enfocada en un tema menor. Pero motivos
similares apareciendo varias veces en un pasaje generalmente indican que estos intereses
fueron prominentes desde la perspectiva del autor.
¿Cuál fue el interés principal del cronista? En cada episodio él mencionó el motivo
de la muerte. En el primer episodio (vv. 1-7), el cronista repitió el tema de la muerte varias
veces: los hijos de Saúl murieron (v. 2); Saúl pidió que lo mataran (v. 4); Saúl se mató (v.
4); y su escudero también se mató (v. 5). Entonces todo esto se resume en: «Así murieron
Saúl y sus tres hijos» (v. 6). El segundo episodio trata con el entierro de Saúl. Su cuerpo
encontró descanso solamente después de una severa deshonra. En el tercer episodio, el
cronista comentó sobre la razón para esta penosa muerte. Saúl murió «por su rebelión con
que prevaricó contra Jehová» (v. 13).
¿Cómo nos ayudan estas repeticiones a entender el propósito del cronista? Éstas
demuestran que no estaba en principio preocupado por la guerra, ni con el problema que
los filisteos causaron a Israel. Éstos eran relativamente aspectos menores en su historia.
Más bien, estaba primariamente interesado en la muerte de Saúl y sus hijos. La repetición
del motivo de la muerte da la pista de que el cronista quería que sus lectores se enfocaran
en el significado de la vergonzosa muerte de Saúl. De acuerdo a esto, él concluyó: «por
esta causa Jehová lo mató y traspasó el reino de David hijo de Isaí» (v. 14b énfasis
agregado). El cronista intentó enseñar cómo la deshonrosa muerte de Saúl demostraba el
rechazo absoluto de Dios para con Saúl y la exaltación de la línea de David.
Alusión
La alusión podría ser definida como una referencia en un pasaje de otro. Esta técnica
es similar a la repetición, pero generalmente involucra episodios separados que tienen
algunas otras conexiones. Al divisar alusiones, descubrimos dimensiones importantes en
las intenciones del escritor.
Pero cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres
perversos, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la
casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. Y
salió a ellos el dueño de la casa y les dijo: No, hermanos míos, os ruego que no cometáis
este mal; ya que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. He aquí mi
hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas y haced con ellas
como os parezca, y no hagáis a este hombre cosa tan infame (Jueces 19:22-24).
261
Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de
Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot,
y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que
los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo:
Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas
que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere;
solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi
tejado (Génesis 19:4-8).
Las similitudes son asombrosas: en ambas escenas los hombres perversos están
afuera y llaman al varón invitado, pero el anfitrión ofrece mujeres en su lugar. Aun el
lenguaje es similar en ciertos puntos: «No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este
mal» (Jueces 19:23); «Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad» (Génesis 19:7).
¿Por qué el escritor de Jueces hace alusión a Sodoma y Gomorra en esta escena? En efecto,
lo hizo para demostrar que Israel se había vuelto tan corrupto como las ciudades notorias
en los días de Abraham: totalmente malos y mereciendo el juicio de Dios (Jueces 19:30).
Por medio de esta alusión él sustenta su punto de vista de que Israel necesitaba un rey. Sin
un rey, el pueblo de Dios no era mejor que las ciudades de Sodoma y Gomorra.
Ironía dramática
El término «ironía» tiene muchos usos diferentes. Podemos hablar de ironía verbal,
en la que «el significado implícito propuesto por el emisor difiere de lo que aparentemente
afirma». Un escritor o personaje en su historia dice justamente lo opuesto a lo que él o ella
quieren decir. Otra forma de ironía es la lítote, o la subestimación. Frecuentemente, los
escritores usan este mecanismo para crear dentro de su audiencia la escena de que «una
cosa significa mucho más de lo que dice». Sin embargo, en este punto, estamos más
interesados en la ironía dramática: una situación en la que «la audiencia comparte con el
autor el conocimiento de qué personaje es ignorante». Esta técnica fue una manera efectiva
en la que los escritores del Antiguo Testamento revelaron sus perspectivas ideológicas. La
ironía dramática ocurre tanto explícita como implícitamente. A veces los escritores del
Antiguo Testamento claramente expusieron información que dio a la audiencia
discernimiento más allá de los personajes. De esta manera, el escritor creó tensión en la
audiencia en tanto que lidiaba con la ignorancia del personaje.
262
Ironía explícita
La ironía explícita está en el corazón del libro de Job. En los primeros capítulos, los
lectores se enteran de un concurso celestial entre Dios y Satanás (Job 1:1-12). Sin embargo,
Job y sus amigos no saben de estos eventos. A través de los diálogos del libro, Job quiere
saber por qué sufre, pero no se le otorga ningún acceso celestial. De hecho, Dios reprende
a Job (Job 38-41), diciéndole que él no tiene derecho a ese conocimiento.
Al oír los oyentes originales las soluciones simples de los amigos y la lucha de Job por
sabiduría, adquieren un conocimiento escondido de los personajes. Su conocimiento los
alerta a la condición de aquel que sufre, y a las dificultades de aquellos que tratan de
ayudarlo en ignorancia. Esta ironía dramática explícita forma una dimensión vital de
entendimiento de las intenciones ideológicas del autor.
Ironía implícita
Los escritores del Antiguo Testamento también presentaron sus perspectivas por
medio de la ironía dramática implícita. La mayoría de las historias del Antiguo Testamento
no fueron del todo nuevas para las audiencias originales. Algunos lectores habían
experimentado los eventos por sí mismos y conocían otras informaciones pertinentes.
Además, la audiencia original tuvo la oportunidad de escuchar una historia más de una vez.
Cuando regresaban al texto una segunda o tercera vez, lo hacían con un conocimiento de
resultados que los personajes no poseían. Por esto, la ironía ocurría incluso cuando el
escritor no ofrecía específicamente información especial al lector.
Por ejemplo, en la división de la tierra entre Abram y Lot (Génesis 13:1-18), Lot
escogió la tierra que era «como el huerto de Jehová», situándose cerca de Sodoma y
Gomorra. Sin embargo, después de mencionar estas ciudades, Moisés comentó: «Mas los
hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera» (v. 13). Este
breve comentario no dice nada explícitamente de los eventos que siguen, pero para una
audiencia que sabía acerca de la destrucción de Sodoma y Gomorra, planteó una profunda
ironía dramática. Aunque Lot estaba yendo a una tierra próspera, la audiencia sabía que se
estaba moviendo hacia un lugar de juicio. Apoyándose en este conocimiento, Moisés reveló
su propio punto de vista. Lejos de perder la bendición de la buena tierra para Lot, Abraham
estaba ahora en camino para convertirse en el que intercede por Lot (Génesis 18:22-33).
263
Discurso directo
Además de las claves dentro del texto, las intenciones ideológicas de un autor se
aclaran más al prestar atención a las circunstancias del autor –el contexto histórico en el
que un pasaje fue escrito–. El texto mismo limita las posibilidades, pero para determinar
con más precisión lo que significaba un texto, debemos saber algo acerca de las
circunstancias que lo rodeaban.
Por ejemplo, vamos a asumir que el libro de Génesis fue escrito luego del éxodo de
Egipto. ¿Qué estaba haciendo Dios en ese tiempo? Había sacado a los israelitas de la
esclavitud, les hizo andar en el desierto, y había puesto a la segunda generación en los
lindes de Canaán.
Oye palabra de Jehová: He aquí vienen días en que todo lo que está en tu casa, y todo
lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada,
dijo Jehová. Y de tus hijos que saldrán de ti, que habrás engendrado, tomarán, y serán
eunucos en el palacio del rey de Babilonia (2 Reyes 20:16-18).
Al valorar las intenciones del autor, debemos prestar cuidadosa atención a los
eventos histórico-redentores que rodean la escritura del libro. Los escritores del Antiguo
Testamento fueron profundamente influenciados por lo que Dios estaba haciendo en sus
días.
265
Segundo, la cultura del escritor también influyó en su ideología. Los escritores del
Antiguo Testamento no estaban únicamente interesados en las instrucciones divinas, sino
que también lo estaban en la dimensión humana de sus tiempos. Estos aspectos de la vida
no fueron enteramente distintos de las intervenciones divinas. Pero las condiciones
cotidianas en la política, la religión y la economía contribuyeron a sus puntos de vista.
¿Por qué Moisés describe en detalle estos asuntos? ¿Era solamente un registro
sentimental familiar? ¿Estaba solamente preocupado por el pasado? No. Moisés intentaba
instruir a la gente de sus días acerca de sus circunstancias. La cantidad de espacio dada a
las relaciones tribales en Éxodo, Números, Deuteronomio, Josué y Jueces indica que las
tribus tenían muchas preguntas acerca de sus lugares en la estructura nacional. Génesis
48:1-22 anticipa estos problemas. ¿Por qué tenían que ser tratados Efraín y Manasés iguales
que las otras tribus? ¿Por qué la tribu de José recibía una porción rica, doble? Estas
preguntas culturales contemporáneas fueron contestadas por este pasaje: el lugar de las
tribus de José fue establecido por la bendición de Jacob.
Conclusión
En este capítulo hemos visto brevemente dos consideraciones básicas. Con el fin de
entender por qué las historias del Antiguo Testamento fueron escritas, debemos identificar
la fecha razonable más remota y la más reciente para la composición final de cada libro.
Dentro de este marco podemos comenzar a investigar los propósitos del escritor
266
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
CAPÍTULO ONCE
DESCRIBIENDO LAS INTENCIONES DE UN ESCRITOR
Mi grupo de la clase de literatura fue una tarde a ver Lo que el viento se llevó.
Cuando comentamos la película al día siguiente, la maestra preguntó: «¿De qué creen que
trató la película?».
Cuando se acabaron los comentarios, ella preguntó: «¿De qué mundo estaba
hablando realmente la película? ¿El mundo de la Guerra Civil o nuestro mundo
contemporáneo?». Después de un momento de silencio, ella contestó: «Yo creo que nos
habla de los dos».
Este propósito doble nos lleva a considerar una tercera dimensión de las intenciones
del escritor. ¿Cómo conectaron los autores del Antiguo Testamento sus observaciones
históricas con las implicaciones contemporáneas? ¿Cómo ayudaron a la audiencia a
cambiar del pasado al presente?
De una u otra manera, las historias del Antiguo Testamento anticiparon las
circunstancias de sus audiencias al mostrar cómo los eventos del pasado se relacionaban
con asuntos actuales. Estas conexiones tomaron muchas formas, pero los escritores del
Antiguo Testamento siempre anticiparon el presente en tanto componían historias acerca
del pasado.
269
Observaciones
En una ocasión escuché de una maestra de cuarto grado que le encantaba contar
historias acerca de la Revolución Americana. Se sentaba en una gran mecedora del cuarto
y les contaba a sus estudiantes acerca de Washington, Jefferson, y de su patriota favorito,
Patrick Henry. Ella siempre tomaba el mismo acercamiento. Se recostaba en su sillón,
miraba hacia el horizonte y daba un informe detallado de algo especial que habían hecho
estos hombres. Al final de su historia, se echaba hacia delante, miraba derecho a los ojos
de los niños, y decía: «¡Niños y niñas, si hacen lo mismo, ustedes pueden ser héroes
270
también!». Esa maestra de cuarto año obviamente estaba preocupada por sus alumnos; ella
quería que fueran héroes. Pero ella nunca mencionaba eventos contemporáneos en sus
historias. Nunca trató asuntos que confrontaran directamente a aquellos niños y niñas. En
vez de esto, pasó todo su tiempo hablando del pasado. Sus alumnos tenían que escuchar
cuidadosamente sus historias y sacar las implicaciones para sus vidas.
Los escritores del Antiguo Testamento también enseñaron a sus lectores cómo vivir
al darles observaciones del pasado. Si vamos a entender las implicaciones originales de las
historias del Antiguo Testamento, primero debemos ver cuidadosamente sus
presentaciones de la historia. Vamos a explorar tres dimensiones de observaciones
históricas: de hechos, moral y emocional. ¿Qué hechos históricos querían los escritores del
Antiguo Testamento que supieran sus audiencias? ¿Qué asuntos morales del pasado
trajeron a primer plano? ¿Qué aspectos emocionales de este mundo querían que
consideraran sus lectores originales? (ver figura 47).
Los escritores del Antiguo Testamento entendieron este principio. Es por esto que
reportaron muchos hechos históricos a sus audiencias. Podemos poner categorías a estos
hechos en términos de circunstancias, gente y Dios.
Circunstancias. Los escritores del Antiguo Testamento les contaron a sus lectores
acerca de circunstancias históricas. ¿Cuál fue la situación? ¿Qué sucedió? Ellos reportaban
tales cosas como fechas (1 Reyes 15:1), costumbres (Rut 4:7-8), hambrunas (Génesis
41:53-57), victorias (Josué 6:1-27) y derrotas (Josué 7:1-5).
Por esta razón, las condiciones históricas generales formaron una faceta vital de las
observaciones del escritor. Las descripciones de las circunstancias contribuyeron con
frecuencia de una manera muy importante al significado de la historia. Como vimos en un
capítulo anterior, varias circunstancias históricas son centrales en la historia del éxodo de
Abram de Egipto (Génesis 12: 10-20). Por ejemplo, la primera escena menciona un hambre
en la tierra. Superficialmente, esta pequeña información sirve apenas para dar un
antecedente a las escenas que siguen, pero de hecho forma una faceta crucial de las
intenciones de Moisés. El hambre que dirigió a Abram a Egipto simbolizaba el hambre que
llevó a todos los hijos de Jacob a Egipto. De manera similar, la historia reporta que Abram
salió «con todo lo que tenía» (Génesis 12:20). Este dato también parece ser insignificante
hasta que recordamos que Israel salió de Egipto únicamente hasta que habían despojado a
los egipcios (Éxodo 12:36).
272
Gente. Los escritores del Antiguo Testamento también mostraron interés en los
hechos acerca de la gente. Los seres humanos ocupan un lugar central en la mayoría de las
historias del Antiguo Testamento. ¿Quiénes fueron estas personas? ¿Cómo eran? Estos
hechos también formaron una dimensión crucial en las observaciones históricas. A veces,
la mera identidad de un personaje muestra las intenciones del escritor. Considere el registro
del reproche de Mical a David (2 Samuel 6:16-23). No se nos dice que «una de las esposas
de David le riñó». El escritor de Samuel fue muy específico. Tres veces la identificó como
«Mical, hija de Saúl» (vv. 16, 20, 23). Este simple detalle histórico revela una dimensión
importante del punto de vista del escritor. Este evento fue más que una riña entre David y
una de sus esposas: fue una lucha entre David y la hija de Saúl. En la mente del escritor,
este argumento simbolizó el conflicto entre la casa de David y la casa de Saúl. Como David
mismo lo notó: «Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda
tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel» (2 Samuel
6:21). ¿Por qué quería el escritor que sus lectores mantuvieran en mente la identidad
familiar de Mical? Él estaba abordando un asunto de preocupación de su propio día. ¿Iba
a continuar el linaje real de Saúl? ¿Era su familia una alternativa viable al linaje de David?
El versículo final del episodio hace clara la perspectiva del escritor: «Y Mical hija de Saúl
nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte» (2 Samuel 6:23). La unión de Saúl y la casa de
David no produjo descendencia. La línea de Saúl había sido completamente rechazada por
Dios y la familia de David tenía el derecho exclusivo al trono.
Paralelo a estas mismas líneas, el libro de Samuel comienza con una observación
interesante acerca de Elcana, padre de Samuel. El escritor observó que él era «de Ramataim
de Zofim, del monte de Efraín» (1 Samuel 1:1). Este hecho puede parecer trivial, pero
reflexionando un poco podemos ver que transmitió una dimensión importante del propósito
del escritor.
¿Por qué les dice a sus lectores que el padre de Samuel era de Efraín? Lo hizo para
establecer que la dinastía de David no era un diseño judío. Un profeta del norte había
ungido a David.
273
Ya sea que la historia ubique a Dios en el centro del escenario o que lo deje
escondido como el controlador providencial de eventos, Dios es uno de los puntos
principales de enfoque de los registros del Antiguo Testamento. Cualquier cosa que Dios
establece, permanece. Sus reacciones a los eventos revelan Su verdadero carácter. El
significado original de un texto dependía en gran parte de los hechos que los escritores
reportaban acerca de Dios.
Observaciones morales
Los hechos levantan preguntas morales. ¿Cómo debo responder a los insultos de mi
vecino? ¿Qué debo hacer con los que no tienen un hogar en mi ciudad? Las particularidades
de nuestras vidas sacan a flote todo tipo de consideraciones éticas. Los escritores del
Antiguo Testamento reportaban hechos históricos para sacar a flote asuntos de conciencia.
Ellos diseñaban registros para que sus lectores se confrontaran con dimensiones morales
del pasado. En tanto que leían estos textos, se preguntaban: «¿Fue esta circunstancia buena
o mala? ¿Qué debió haber hecho esta gente? ¿Cómo era demostrado el carácter justo de
Dios en estos eventos?».
Todas las facetas de una historia del Antiguo Testamento se juntaron para presentar
observaciones morales. Descripciones de escenas, estructuras, caracterizaciones y otros
numerosos rasgos especiales revelan todo tipo de asuntos éticos del pasado. En muchos
274
casos, estos aspectos de textos son simples para nosotros. No tenemos casi ningún
problema en entender cómo Moisés quería que su audiencia percibiera el asesinato de Abel
(Génesis 4:2b-16), o cómo el escritor de Reyes evaluó la infidelidad de Manasés (2 Reyes
21:1-18; 23:26; 24:3-4).
Pero en otras ocasiones, tenemos dificultad para saber qué hacer con las dimensiones
morales del pasaje. ¿Por qué estaba mal que Acab ofreciera dinero para comprar la viña de
Nabot? (1 Reyes 21:1-3). ¿Por qué trajo juicio Dios contra Usa cuando salvó el arca de
caer? (2 Samuel 6:7). Para entender más estas historias confusas, debemos dejar a un lado
nuestros propios estándares tanto como nos sea posible y adoptar las normas que los
escritores del Antiguo Testamento compartieron con sus audiencias. Dos estándares
importantes de moralidad nos permiten entender con mayor claridad: la ley mosaica y la
revelación especial postrera.
Otras veces, los escritores únicamente indicaron que se había hecho una violación.
Por ejemplo, en la historia de la viña de Nabot (1 Reyes 21:1-29), el autor no hizo referencia
explícita alguna a las leyes mosaicas dadas (Levítico 25:23-28; Números 36:7). Pero
súbitamente le recordó a su audiencia que Acab no había sido considerado para la
legislación. Nabot llamó a su campo una «heredad» (nhlh) (1 Reyes 21:3), el término
técnico mosaico para posesión familiar permanente. Pero Acab y Jezabel se refirieron al
campo simplemente como una «viña» (krm) (1 Reyes 21:2). Al confiar en la familiaridad
de sus lectores con la ley mosaica, el escritor indicó la evaluación apropiada para este
evento.
En tanto que Dios revelaba sus lineamientos morales más allá de Moisés, estas
regulaciones también formaban estándares para reflexionar en la historia. Los escritores
del Antiguo Testamento esperaban que sus lectores hicieran evaluaciones morales a la luz
de estas revelaciones.
Los escritores del Antiguo Testamento hicieron más que recordar a sus audiencias
acerca de los hechos del pasado. También mostraron sus historias para convencerlos de
ciertos rasgos morales de la historia. En tanto que investigamos los propósitos de un autor,
debemos tomar nota de estas observaciones con mucho cuidado.
276
Observaciones emocionales
Nada es más aburrido que una historia sin emoción. Si quieres poner a tu audiencia
a dormir, solamente enlista hecho tras hecho tras hecho tras hecho. Pero los mismos
eventos toman vida cuando los impregna con sentimientos. En tanto que describimos las
emociones de un personaje, sus dudas, temores, alegrías y placeres, le damos poder a la
historia.
Los escritores del Antiguo Testamento atraían a sus lectores a un mundo lleno de
emociones. Describían escenas, personajes, registros estructurales, y usaron cualquier otra
herramienta accesible para ayudar a sus lectores a ver las dimensiones afectivas de la
historia. Ellos querían que escucharan risas y sollozos, probaran el placer y la amargura, y
sintieran la emoción y el desánimo de eventos pasados.
Las historias del Antiguo Testamento describen tanto las emociones humanas como
las emociones divinas. ¿Cómo describían los escritores los sentimientos de los personajes
humanos? ¿Cómo observaban las actitudes de Dios?
Cuarto, muchas veces las reacciones emocionales de los personajes fueron tan
ordinarias y predecibles que los escritores del Antiguo Testamento vieron muy poca
necesidad de mencionarlos explícitamente. En su lugar, se esperaban que sus audiencias
vieran estas actitudes por medio de una lectura empática al preguntar: «¿Qué sentiría si
estuviera en esa situación?». En muchas ocasiones se necesitaban algunas de estas claves
para que viera la audiencia las cualidades emocionales de un evento.
Por ejemplo, cuando Dios llamó a Abraham para que sacrificara a Isaac, tenemos
poca dificultad de reconstruir su reacción inicial al rendir su corazón. Aunque el texto no
dice nada explícitamente acerca de sus sentimientos, se nos dan varias claves: por ejemplo,
Dios mandó a Abraham: «Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra
de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré» (Génesis
22:2, énfasis agregado), recordándonos que Isaac era precioso para Abraham. Al leer esto
empáticamente, vislumbramos lo que debió haber sentido Abraham.
Cuando leemos que los hijos de Elí «no tenían conocimiento de Jehová» (1 Samuel
2:12), no tienen que decirnos acerca de sus actitudes para que tengamos una idea de sus
condiciones emocionales. Mostraron desprecio, que siempre trae consigo dureza e
indiferencia –incluso desdén– para con Dios.
Nosotros sabemos que estos sentimientos estaban presentes en los hijos de Elí
debido al resto de la Escritura y por nuestra propia experiencia. Con un poquito de lectura
empática, los lectores originales podían transferirse ellos mismos a la situación de una
historia para encontrar los gozos y las penas, los encantamientos y horrores del pasado.
Emociones divinas. Los escritores del Antiguo Testamento también señalaron las
emociones de Dios. Las descripciones de Sus actitudes, Sus palabras y Sus acciones
descubrieron las cualidades afectivas del pasado. A diferencia de respuestas humanas, las
reacciones de Dios siempre eran apropiadas. Su amor, gozo, tristeza, pesar y enojo fueron
centrales para las observaciones emocionales del escritor. Las emociones de Dios
278
Segundo, las propias palabras de Dios revelaron cómo se sintió Él mismo. En los
días de Noé, Dios dijo: «Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado,
desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de
haberlos hecho» (Génesis 6:7). Estas palabras descubrieron cómo se sentía Dios acerca de
la humanidad de ese tiempo. La gente debió haber sido tan corrupta que Dios se arrepintió
de haberlos hecho. Su reacción emocional formó una dimensión del diluvio.
Tercero, en muchos casos los escritores del Antiguo Testamento dieron a entender
de forma implícita las reacciones emocionales de Dios. En estos pasajes no tuvieron que
declarar cómo se sentía Dios. El resto de la Escritura y las propias experiencias religiosas
del lector clarificaron Sus reacciones emocionales lo suficiente. Cuando Dios le dio Su
Espíritu a David y lo quitó de Saúl (1 Samuel 16:13-14) podemos ver la aprobación y
desaprobación divina. Similarmente, el escritor de Samuel reportó que «era, pues, muy
grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban
las ofrendas de Jehová» (1 Samuel 2:17). Él no mencionó explícitamente los sentimientos
o las palabras de Dios. Sin embargo, su audiencia pudo discernir fácilmente cómo
reaccionó Dios al pecado: lo condujo al enojo.
En tanto que investigamos las observaciones que los escritores hicieron del pasado,
debemos dar atención a más que puros hechos y preocupaciones morales. A través de estos
textos, los autores del Antiguo Testamento comunicaron dimensiones emocionales de la
historia y desafiaron a la audiencia en un nivel afectivo.
Anticipaciones
He tenido muchos maestros de historia, pero uno resalta por su gran habilidad para
mostrar qué tan relevantes fueron los eventos del pasado para la vida contemporánea. Él
no solamente nos enseñaba fechas, nombres y eventos. Él se tomaba el tiempo para
contarnos cómo la historia anticipaba asuntos que confrontamos en nuestros propios días.
Al hacer conexiones entre el pasado y el presente, este maestro me dio un amor a la historia
de por vida.
279
Establecer
«Papi», le pregunta la niña de cinco años a su papá, «¿Por qué la bandera americana
tiene trece franjas? Creo que se vería mejor con muchas más». «La bandera tiene esas
franjas por algo que pasó hace mucho tiempo», explica él. «Al principio, el país solamente
tenía trece colonias. Aquellas colonias formaban los Estados Unidos. Tenemos trece
franjas en nuestra bandera para representar nuestras trece colonias originales».
Aspectos menores. Muchas veces los aspectos menores de un pasaje tienen una
función establecida. Por ejemplo, después que Moisés describió la reacción de Adán al ver
por primera vez a Eva, comentó: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y
se unirá a su mujer, y serán una sola carne» (Génesis 2:24). En este comentario del autor,
Moisés enfatizó que la práctica contemporánea del matrimonio encontró su origen en la
unión de Adán y Eva. Como hemos visto, este motivo difícilmente fue el asunto central del
pasaje. Más bien, este episodio se enfocó en cómo Dios había equipado perfectamente a
Adán para ser el jardinero del Edén. Moisés aprovechó la oportunidad para hacer notar que
este evento dio a luz que el matrimonio fuera una estructura social perdurable.
tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio
de su muslo en el tendón que se contrajo» (v. 32). Una vez más, encontramos antecedentes
históricos dados a una práctica vigente fuera del enfoque central de un registro.
Modelar
Por ejemplo, la historia de la expulsión de Adán y Eva del jardín (Génesis 2:4-3:24)
tenía el propósito de establecer por qué la imagen de Dios sufre dolor y futilidad. La
violación de nuestros primeros padres llevó a la raza humana al pecado y la muerte. Moisés
compuso esta historia para explicar los orígenes del sufrimiento y los problemas. Dentro
de este gran proceso, Adán y Eva sirvieron como modelos negativos para su audiencia.
¿Por qué los lectores debían tomar en serio los mandamientos de Dios en sus días? ¿Por
283
qué es tan importante la obediencia a la ley? Una respuesta está en el paradigma de Adán
y Eva. Cuando los primeros humanos violaron la Ley de Dios, las consecuencias fueron
severas; lo mismo sería verdad para todo aquel de entre la audiencia de Moisés que violara
los requisitos de Dios.
Aspectos más centrales. Algunas veces el modelar era una preocupación más
central. Algunas historias conectaban el pasado y el presente principalmente al ofrecer
ejemplos. Por ejemplo, a través de los primeros capítulos de Daniel, los jóvenes israelitas
son presentados como modelos de fe. Ellos no hacen nada mal; sirven fielmente en el reino
de Babilonia, pero nunca comprometen su devoción al Dios de Israel. La historia de Sadrac,
Mesac y Abed-nego (Daniel 3:1-30) presenta a estos jóvenes como ejemplos de una vida
piadosa en el exilio. Sus actos de fe al enfrentar una muerte segura demostraron el tipo de
vida piadosa que se esperaba de todo aquel que servía a Dios fuera de su tierra. ¿Cuál es el
resultado de su fidelidad? Dios los bendice y trae gloria a Sí mismo. La conexión con la
audiencia original es clara. ¿Qué debían hacer cuando se vieran tentados a adorar otros
dioses? ¿Cómo podían servir a un poder extranjero y todavía mantener la lealtad hacia el
Dios de Israel? El escritor de Daniel contestó a estas preguntas en los ejemplos de estos
tres hombres.
La historia del becerro de oro (Éxodo 32:1-33:6) ofrece otro ejemplo de modelaje.
Este episodio aparece después de que Dios dio reglas de la adoración en el tabernáculo en
el Monte Sinaí, pero antes de su aplicación entre las tribus. En este pasaje, Moisés reportó
el juicio horrible de Dios en contra de la adoración corrupta de Israel. ¿Qué tenía que ver
este registro con la audiencia de Moisés? ¿Cómo representaba mentalmente su situación?
Moisés reportó este registro para dar a sus lectores un modelo de lo que les pasa a aquellos
que niegan las reglas del culto. Si la audiencia se alejaba de la pureza del culto ordenado
por Dios, incitaría la ira de Dios como lo había hecho al pie del Sinaí.
284
Presagiar
Aspectos más centrales. Los presagios pueden centrarse más en un pasaje. Por
ejemplo, el registro del cronista del reinado de Manasés (2 Crónicas 33:1-20) anunció la
experiencia de su audiencia. Manasés pecó grandemente delante del Señor y fue exiliado a
Babilonia. En tanto que estaba en Babilonia se arrepintió y pidió ayuda. Dios escuchó su
súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén. Ante su regreso, Manasés purificó el servicio de
Israel y reconstruyó la ciudad de Jerusalén.
Al discernir las maneras en que los escritores del Antiguo Testamento establecieron
circunstancias actuales, modelaron conductas apropiadas e inapropiadas y presagiaron las
situaciones que enfrentaban sus audiencias, comprenderemos mejor el significado original
de las historias del Antiguo Testamento.
Implicaciones
Implicaciones informativas
Lo mismo fue verdad para los recipientes de las historias del Antiguo Testamento.
En tanto luchaban para vivir ante Dios, necesitaban hechos confiables acerca de su mundo.
El pecado había oscurecido sus mentes así que frecuentemente interpretaban mal la
realidad. Ellos podían esperar vivir honorablemente ante Dios en tanto que tuvieran
conocimiento genuino de sus días. Para satisfacer esta necesidad, los escritores del Antiguo
Testamento compusieron registros que sirvieran de lentes por los que los receptores podían
ver la vida como lo era realmente.
Circunstancias. Las historias del Antiguo Testamento les contaban a las audiencias
acerca de sus circunstancias. Ya hemos visto varios ejemplos de este enfoque. Muchos
288
dentro de la audiencia de Génesis creían que habían cometido un error en salir al desierto
y Egipto les parecía más deseable que la vida que Moisés les había dado. La historia del
éxodo de Abram (Génesis 12:10-20) ofreció a los lectores de Moisés una perspectiva
apropiada de sus circunstancias. No fue ningún error salir de Egipto: el éxodo era una
bendición de Dios, así como lo fue en los días de Abram.
De igual manera, muchos de los que escucharon las historias de Génesis estaban
convencidos de que las ciudades de Canaán eran invencibles. Habían escuchado reportes
desalentadores de parte de los espías y pensaron que nunca podrían conquistar la tierra
(Números 13:26-33). Moisés escribió la historia de la torre de Babel (Génesis 11:1-9)
para corregir este punto de vista falso. Él contó cómo la gente de Babel quería construir
una torre «cuya cúspide llegue al cielo» (wr’swbsmym) (Génesis 11:4). El pueblo de
Israel pensó que lo mismo era verdad para las ciudades de Canaán. En Deuteronomio 1:28
Moisés relató cómo los espías habían reportado que las ciudades cananeas eran
«amuralladas hasta el cielo» (wbswrt bsmym). Por lo tanto, exhortó a los israelitas a ser
convocados porque Dios había garantizado que de hecho tomarían ciudades «amuralladas
hasta el cielo» (wbswrt bsmym) (Deuteronomio 9:1). Esta conexión entre los discursos
de Moisés en Deuteronomio y la torre de Babel difícilmente parecen coincidencias. Al
escuchar esta historia la audiencia original, sus puntos de vista falsos fueron desafiados.
La famosa ciudad primitiva parecía invencible, alcanzando los cielos, pero Dios la
conquistó y dispersó a la gente. Seguramente podía vencer a las ciudades más pequeñas
de Canaán.
Gente. Los escritores del Antiguo Testamento también escribieron para dar
información apropiada acerca de la gente del mundo de la audiencia. Sus historias hicieron
observaciones acerca de los seres humanos del pasado, pero por implicación también
informaban a los lectores de ellos mismos y de otra gente que vivieron en sus días.
Las historias de Abraham y Lot, Isaac e Ismael, y Jacob y Esaú, reportaron hechos
acerca de este pueblo. Pero estas crónicas también dijeron algo acerca de la gente que vivió
en los días de la audiencia de Moisés. Lot fue el padre de las naciones moabitas y amonitas
(Génesis 19: 36-38); Ismael fue el padre de las naciones árabes (Génesis 25:12-18); Esaú
289
fue el padre de los edomitas (Génesis 36:9-43). En tanto la audiencia de Moisés escuchaba
estas historias, no solamente aprendieron acerca de las relaciones históricas entre sus
patriarcas y las cabezas de estas naciones; sino también aprendieron cómo tenían que ver
a las naciones en sus propios tiempos.
Dios. Los escritores del Antiguo Testamento informaron a sus lectores acerca de
Dios en sus días. Muchas observaciones de hechos se hicieron acerca de Dios, y estos
hechos instruyeron a la audiencia acerca de las maneras de Dios en su situación
contemporánea.
Por ejemplo, hemos notado en varias ocasiones que las promesas que Dios dio a
Abraham se aplicaban a la audiencia de Génesis. Las promesas de simiente, tierra,
protección y bendición (Génesis 12:1-3) revelaron cómo Dios estaba tratando a la nación
de Israel en los días de Moisés. De manera muy similar, la promesa de Dios a David (2
Samuel 7:1-17) tenía implicaciones para la audiencia de Samuel; se podía confiar en que
Dios guardaría esta promesa del pacto.
Implicaciones directivas
Así como las narraciones del Antiguo Testamento se enfocaban en asuntos morales
del pasado, también comunicaban implicaciones directivas a la audiencia. Los escritores
del Antiguo Testamento ayudaron a sus lectores a ver como debían vivir: qué obligaciones
morales se aplicaban a ellos y lo que ellos habían de hacer con sus vidas.
290
Dios. Los escritores del Antiguo Testamento también compusieron historias para
dirigir a sus lectores en sus obligaciones hacia Dios. Ejemplos de estas implicaciones
abundan. Cuando David le dijo a Mical: «(...) danzaré delante de Jehová» (2 Samuel 6:21),
el diseño para la audiencia era evidente. Ellos tenían que adorar con corazones centrados
291
Implicaciones afectivas
Circunstancias. Una vez más notemos que los lectores de las historias del Antiguo
Testamento enfrentaron diferentes clases de circunstancias. Algunas de ellas infundían
ánimo; otras, temor. Algunas situaciones daban confianza a los lectores; otras, les causaban
duda.
Por ejemplo, hemos visto que el escritor de Reyes les enseñó a sus lectores de
muchas maneras que el exilio del Norte y el Sur era «justo». ¿Se dedicó a este tema
simplemente para dar información a su audiencia? ¿Lo hizo simplemente para obligarlos a
obedecer? Parecería que el escritor de Reyes también estuvo interesado en la respuesta
visceral de su audiencia al exilio. Al oír de un evento histórico después de otro que
demostraban la justicia de su expulsión de la tierra, ellos tenían que sentir remordimiento,
tristeza, y humildad sobre sus circunstancias presentes.
292
Cuando la audiencia del libro de Números escuchó de los temores que tuvieron
aquellos que espiaron en la tierra (Números 13:31-33), ¿qué implicaciones afectivas tenía
este evento para ellos? Hizo un llamado a aquellos que temían a tener confianza y fortaleció
las convicciones de aquellos que estaban determinados a tomar la tierra de Canaán.
Gente. Las historias del Antiguo Testamento contenían muchas implicaciones para
las maneras en que debían sentirse las audiencias acerca de la gente. Los escritores de las
narraciones del Antiguo Testamento tenían que tratar con ellos mismos y con otras
naciones. Muchos pasajes les enseñaron cómo reaccionar emocionalmente hacia la gente
con la que interactuaban.
Dios. Las historias del Antiguo Testamento conllevan implicaciones para las
maneras en que los lectores debían sentirse acerca de Dios. En diferentes tiempos y lugares,
los lectores tenían que tener una variedad de actitudes hacia Dios. Reverencia y sumisión
siempre se esperaban, pero las narraciones del Antiguo Testamento enfatizaban
dispensaciones emocionales particulares hacia Dios de tiempo en tiempo. Cuando Dios
hirió a Usa por tocar el arca y David respondió: «¿Cómo ha de venir a mí el arca de
Jehová?» (2 Samuel 6:9), las ramificaciones para la audiencia eran obvias. Aquellos que
tomaron la santidad de Dios en la alabanza ligeramente tenían toda la razón de temer Su
ira. Cuando reportó el mismo registro que el arca finalmente entró en la ciudad en orden
apropiado y con gran celebración, también enseñó a los lectores que aquellos que adoran
deben hacerlo con gozo y placer en la gracia de Dios. De manera similar, como escuchó la
293
audiencia de Moisés de la destrucción en los días de Noé, sus corazones fueron llenos con
temor del poder destructor de Dios en contra de los pecadores también en sus días. Sin
embargo, al mismo tiempo, Dios aseguró a Noé: «Mientras la tierra permanezca, no cesarán
la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche»
(Génesis 8:22). La audiencia de Moisés encontró deleite en Dios en esta parte de la historia;
la estabilidad de la vida fue el regalo maravilloso de Dios para ellos.
Conclusión
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
(mantenga en mente las luchas que enfrentó la audiencia original en tanto escuchaba
esta historia).
295
CAPÍTULO DOCE
PANORAMA DE LA NARRACIONES
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
«Mientras más grande sea el lago, más delgado es el hielo» –una regla de mucha
ayuda para los patinadores de hielo que principian–. Si el hielo tiene que cubrir un área
más grande, tiende a ser más delgado.
En este capítulo vamos a estar patinando sobre hielo muy delgado. Vamos a
investigar rápidamente todos los libros principales del Antiguo Testamento consistentes
primariamente de narrativa. Debido a que esta presentación es muy amplia, debe
permanecer superficial. Nuestro objetivo en este capítulo es meramente sugerir
orientaciones básicas para la investigación postrera. Más información y puntos de vista
alternativos pueden ser fundamentales en introducciones estándares y comentarios.
La mayoría de los libros narrativos caen en grupos de familias literarias, aunque cada
libro retiene sus propios rasgos y propósitos. Cuatro familias sobresalen:
La Historia Mosaica
Sin embargo, la Historia Mosaica no es un solo trabajo unificado. Los libros exhiben
rasgos que fueron composiciones relativamente independientes. Después que termina
Génesis con la muerte de José (Génesis 50:22-26), Éxodo brevemente recapitula la historia
de José (Éxodo 1:1-7). Éxodo cierra con una referencia a las tribus «durante sus viajes»
(Éxodo 40:38), y Números abre en Sinaí (Números 1:1). Números traza la marcha de Israel
hacia la tierra prometida y discute numerosos eventos en los planos de Moab (Números
21:10-36:13); Deuteronomio presenta los discursos mosaicos dados en Moab y algunos
eventos siguientes a los discursos. En tanto que debemos mantener en mente la unidad total
de la Historia Mosaica, no debemos pasar por alto la diversidad reflejada en los libros
individuales.
Génesis
Algunos pasajes revelan actividad editorial menor. La ortografía del libro de texto
hebreo también sugiere que el idioma del libro ha sido actualizado. Pero no hay evidencia
que indique que Génesis alcanzó su forma final después de Moisés. Sin embargo, no
podemos estar seguros de precisamente cuándo Moisés compuso Génesis. Él pudo haber
escrito en Egipto, durante el tiempo en el desierto o en los llanos de Moab. De hecho, el
297
libro pudo haberse desarrollado durante estas circunstancias. Moisés pudo haber
compuesto este libro en cualquier momento desde su llamamiento (Éxodo 3:1-4:31) hasta
su muerte (Deuteronomio 34:5) (ver figura 50).
Moisés escribió el libro de Génesis para enseñar a sus lectores que salir de Egipto y
poseer Canaán era el designio de Dios para Israel. Los hechos primitivos de hacer la
creación desde caos hasta llegar al descanso del Sabbath, restaurar al mundo caído por
medio de aguas de juicio, escoger a los descendientes de Sem para desposeer a Canaán, y
derrotar a la ciudad de Babel, explicaron lo que Dios estaba haciendo para Israel en el
éxodo desde Egipto (I). Las vidas de Abraham, Isaac, y Jacob anticiparon el interés de
Israel en su expansión numérica, posesión de la tierra prometida, y relaciones con naciones
circunvecinas (II). La interacción de José estableció relaciones apropiadas entre las tribus
en los días de Moisés y aseguraró a Israel de su destino en Canaán (III). Las observaciones
de Moisés acerca de las épocas pasadas animaron a sus lectores a alejarse de Egipto y
proseguir con la conquista de Canaán con plena confianza. Las palabras finales de José
revelan claramente el propósito de Moisés: «(…) mas Dios os visitará, y os hará subir de
esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob» (Génesis 50:24).
Este tema principal encaja bien dentro del rango entero de fechas probables para la
composición final. Si Génesis alcanzó su forma final en Egipto, Moisés escribió para
exhortar a los israelitas a dejar Egipto por la tierra prometida. Porque 1. Dios trabajaría por
ellos como lo había hecho en la historia primitiva (I); 2. Dios prometió a los patriarcas que
bendeciría ricamente a sus descendientes (II); 3. Dios conformaría a las tribus de Israel en
una nación y los traería a Canaán como lo demostró en los días de José (III).
Sin embargo, ya sea que Génesis haya sido escrito en el desierto o en los llanos de
Moab, Moisés animó a la gente a seguir hacia delante con relación a la conquista. Israel
podía estar confiado en la conquista porque: 1. las acciones de Dios en la historia primitiva
revelan Su plan de darles en posesión Canaán (I); 2. Dios prometió, dirigió y protegió a los
patriarcas, y Él hará lo mismo por la nación en tanto se mueven hacia Canaán (II); 3. Dios
ordenó las doce tribus en los días de José con el fin de traerlos a la tierra (III). El libro de
Génesis reporta historia desde el principio del tiempo hasta la muerte de José. Pero esta
historia tuvo implicaciones significativas para los lectores de Moisés. En tanto escuchaban
estas historias, ellos aprendían el significado de sus experiencias, sus responsabilidades, y
sus esperanzas para el futuro.
Éxodo
También sabemos que Éxodo alcanzó su forma final antes de la muerte de Moisés.
Algunos pasajes pueden revelar adiciones posteriores, pero no parece viable un marco más
grande y trabajo después de la muerte de Moisés. Por lo tanto, la fecha más razonable de
composición final es poco después de la muerte de Moisés (ver figura 50).
Números
El libro de Números se enfoca en los eventos que ocurrieron en tanto Israel avanzaba
del Sinaí a los llanos de Moab. Trata de sus viajes en varias etapas y reporta tiempos de
obediencia que conducía a bendiciones, y tiempos de rebelión que llevaban a juicio.
El libro de Números enseñó a la audiencia de Moisés que Dios los había llamado a
ser un ejército santo. La primera generación falló en su marcha. Pronto la gente de la
segunda generación tenía que marchar hacia adelante a Canaán. ¿Qué harían ellos?
Deuteronomio
Deuteronomio reporta una secuencia breve de eventos que se llevaron a cabo en los
llanos de Moab. Se enfoca en la despedida de Moisés de la nación y en la transferencia de
autoridad a Josué, y cierra con la muerte de Moisés. Dentro de este pequeño escenario
histórico, los discursos de Moisés reflejan la historia de todo el Éxodo y anticipan los
eventos en la tierra prometida.
El libro describe los eventos en los tiempos de Moisés para guiar a la nación en la
renovación del pacto bajo Josué. Establece los orígenes de la relación de pacto (I); ensaya
el antecedente histórico de la misericordia de Dios (II); bosqueja las expectativas de la vida
de pacto (III); presenta bendiciones, maldiciones y ratificaciones del pacto (IV); y
proporciona la continuación de la administración del pacto (V).
vida como nación. Explicaba y justificaba el programa del éxodo (Génesis), estableció la
autoridad de Moisés y la legitimidad de su orden nacional (Éxodo), dirigió a la nación a
moverse hacia delante como un ejército santo (Números), y enseñó la necesidad de
mantenerse fieles al pacto en la tierra (Deuteronomio). La Historia Mosaica formó un
documento fundamental para todas las historias que Dios daría a Su pueblo en el futuro.
La Historia Deuteronomística
La segunda división mayor del canon hebreo tradicional son los profetas (nby`ym).
El material profético se divide en dos grupos: los «profetas anteriores» (Josué, Jueces,
Samuel, Reyes) y los restantes o «últimos profetas». Hasta este punto investigaremos los
profetas anteriores, o la Historia Deuteronomística, como ha sido llamada en los años
recientes. Esta división del canon da una evaluación profética a la historia de Israel desde
la conquista de Canaán hasta el exilio en Babilonia.
Por otro lado, Martin Noth propuso un punto de vista que ha ganado gran aceptación.
El argumentaba que la forma final desde Deuteronomio hasta Reyes, excluyendo Rut, era
el trabajo de un editor exílico a quien él llamó «el deuteronomista». Noth reconoció que
los libros individuales en esta historia eran diferentes uno de otro. Él explicó estas
diferencias en estilo y contenido como variaciones en las fuentes en las que confiaba el
deuteronomista. Lo que es más, desde la perspectiva de Noth, una perspectiva teológica
principal corría por todos estos libros: que Israel había violado las leyes de Deuteronomio
a tal grado que la nación había sido condenada al exilio justamente.
En tanto que von Rad estaba de acuerdo en que estos libros reflejan una unidad
básica, modificó la valoración negativa de Noth del propósito de la historia. Él se enfocó
en la esperanza mesiánica, especialmente en Samuel y Reyes, y argumentó que el
deuteronomista enfatizó la esperanza en la continuación del linaje de David. A pesar del
pecado y juicio, la promesa davídica no se perdió.
Wolf se acerca a los elementos negativo y positivo de la historia en una manera más
útil. En su perspectiva, la justicia del exilio y la esperanza en la línea davídica encuentra
una conexión en el tema del arrepentimiento. Si los exilios pudieran hacer arrepentirse a la
gente completamente de sus violaciones del pacto, entonces su regreso del exilio ocurriría.
El lugar de Deuteronomio
Los intérpretes críticos típicamente tratan la forma final de Deuteronomio como una
parte de la Historia Deuteronomística. Como ya hemos visto, los evangélicos atribuyen la
paternidad literaria de Deuteronomio fundamentalmente a Moisés, dejando fuera toda
fecha posterior del libro.
Aun así, no se puede negar que Deuteronomio jugó un papel importante en los libros
de Josué a Reyes, aunque la Historia Deuteronomística se apoyaba en otros libros del
Pentateuco también. La terminología teológica, las estructuras de pacto, y muchos otros
motivos teológicos provienen principalmente de Deuteronomio. Desde esta perspectiva
Deuteronomio sirvió para la doble función de cerrar la Historia Mosaica y proporcionar un
fundamente teológico a la Historia Deuteronomística.
La unidad de la historia
Josué
Un número de pasajes indica que la fecha de composición final fue mucho después
que la mayoría de los eventos en el libro. En varias ocasiones el escritor pensó necesario
dar los equivalentes modernos para nombres de los lugares antiguos (Josué 15:9, 49, 54).
Varios incidentes nombrados en el libro ocurrieron después de la época de Josué. Por
ejemplo, el escritor menciona la conquista de Hebrón por Caleb (Josué 15:13; Jueces 1:8-
10), de Debir por Otoniel (Josué 15:15-17; Jueces 1:11-13) y la migración de los danitas al
extremo norte de Israel (Josué 19:47; Jueces 18:27-29). El último capítulo registra la
muerte de Josué (24:29-30) y Eleazar (Josué 24:33). El libro incluso da una evaluación
retrospectiva acerca de los ancianos que sobrevivieron a Josué (Josué 24:31). A la luz de
estas evidencias, podemos concluir que el libro de Josué llegó a su forma final no antes de
una o dos generaciones después de la muerte de Josué.
El libro de Josué se enfoca en los días de la conquista para enseñar a sus lectores
cómo vivir en la tierra que Dios les había dado. Los éxitos y fracasos de la guerra de Josué
demostraron cómo tenía que continuar peleando Israel por la tierra (I). El establecimiento
de la distribución de la tierra y las relaciones entre las tribus enseñó a Israel a manejar la
herencia de la tierra (II). La renovación de la ceremonia del pacto al final de la vida de
Josué mostró la necesidad de vivir en fidelidad ante Dios al comprometerse con el pacto
(III).
Estos motivos principales encajan bien dentro del rango de fechas para la
composición final. Si el libro fue escrito antes de la monarquía, exhortaba a la audiencia:
1. a continuar la guerra santa como Josué lo había hecho (I); 2. a respetar las posesiones
de las tribus, así como la unidad (II); y 3. a continuar la renovación del pacto y la fidelidad
(III).
307
El libro de Josué da un vistazo a los días en que Israel tomó por primera vez la tierra
para enseñarles acerca de sus propios tiempos, bosquejando las maneras de obtener
victoria, seguridad y fidelidad al pacto en la tierra de Canaán.
Jueces
Varios pasajes indican que la fecha más remota para la composición final es el
período monárquico. Cuatro veces contrasta el escritor sus propios días con los eventos
históricos del libro diciendo: «En aquellos días no había rey en Israel» (Jueces 17:6; 18:1;
19:1; 21:25). Jueces 18:30 puede sugerir que el exilio de Israel había ocurrido. Pero la
expresión «el día del cautiverio de la tierra» (h´rs) (Jueces 18:30), puede ser una corrupción
de «hasta el día del cautiverio del arca» (h´rwn). La evidencia de este versículo es incierta,
pero por lo menos apunta a los primeros años de monarquía en Israel (1 Samuel 4:1b-11).
Algunas claves sugieren la última fecha probable para Jueces. El libro de Samuel
retoma la secuencia histórica de Jueces. De hecho, modela el registro del nacimiento de
Samuel después del nacimiento de Sansón. Esta evidencia sugiere que Jueces fue escrito
por lo menos por el tiempo en que Samuel fue compuesto finalmente. El carácter
promonárquico del libro puede sugerir una fecha anterior a los grandes fracasos del reinado
en Israel, pero la nación puso grandes esperanzas en sus reyes aún después de que David y
sus descendientes les trajeron problemas. La presencia aparente de los reyes en los días del
escritor (Jueces 17:6; 18:1; 19:1; 21:25) puede sugerir que la composición final ocurrió
antes del exilio. Pero el mantenimiento de esperanzas reales durante el exilio pudo explicar
estos pasajes también. En tanto que un tiempo anterior a la monarquía parece más probable,
no podemos desechar la posibilidad de una fecha posterior (ver figura 51).
308
Estos temas prominentes encajan bien dentro del rango para la composición final. Si
Jueces fue escrito desde el tiempo en que David subió al poder, hablaba de la necesidad de
un líder de Judá que guiara a la gente a la batalla (I), un rey que proporcionara paz y
seguridad (II), y un rey que reforzara los estándares cúlticos y sociales de la ley mosaica
(III).
Samuel
El libro de Samuel cuenta los eventos en la historia de Israel desde el período de los
jueces hasta los últimos años de David, usando un número de fuentes que fueron cercanas
a los eventos mismos. Los intérpretes críticos han reconstruido muchas fuentes hipotéticas.
La probabilidad de estas reconstrucciones varía, pero, sin duda, muchos registros proféticos
y reales pudieron haber estado accesibles al escritor. La fecha probable más remota para la
309
composición final se basa en dos consideraciones principales. El libro habla de los días
problemáticos en la casa de David (2 Samuel 11-20). También echa un vistazo a las
«últimas palabras» de David (2 Samuel 23:1). Samuel no pudo haber sido escrito antes de
estos eventos. La fecha más remota se remonta más allá por el comentario de que «Siclag
vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy» (1 Samuel 27:6, énfasis agregado). Este pasaje
sugiere que la composición final ocurrió por lo menos después de la división de la nación.
El centro de este libro es el tema de que Israel debe esperar en el linaje davídico, a
pesar del problema causado por las faltas de David. La bendición de Dios sobre Samuel
estableció la legitimidad de la línea de David porque él ungió a David como rey (I). Saúl y
su familia fueron desechados de la realeza porque se alejaron de Dios (II). Dios bendijo a
David mientras permanecía fiel, pero lo maldijo con problemas cuando falló (III). Sin
embargo, los últimos capítulos demostraron que la casa de David era todavía la dinastía
legítima en la que Israel debería poner su esperanza por todas las generaciones (IV).
1. Samuel la estableció (I); 2. el reinado de Saúl fue rechazado (II); 3. la casa de David fue
fundada como la dinastía permanente de Israel (III); 4. Dios eligió la casa de David para
beneficiar a la nación de muchas formas (IV). En un período en que fuertes objeciones se
pudieron haber levantado en contra de la casa de David, este libro habló de un sobrio pero
desesperado mensaje de esperanza.
Reyes
El libro de Reyes demostró que la nación merecía el exilio, pero la restauración era
posible a través del arrepentimiento completo. El escritor comunicó su mensaje al enfocarse
en la gloria de Salomón cuando fue fiel, y en la división y ruina que su rebelión trajo a la
nación (I). Luego él se dirige a los ejemplos de fidelidad y apostasía en el período dividido,
311
La Historia Cronística
poca evidencia segura. De hecho, las memorias de Esdras (Esdras 7:1-10:44) son
autobiográficas, pero estas secciones pudieron ser simplemente una de muchas fuentes.
No es de asombrarse que los intérpretes hayan sido propensos a ver una misma mano
detrás de esta historia. Los libros tienen interconexiones significativas. Por ejemplo, Esdras
también hace mención de los registros del edicto de Ciro que están en Crónicas (2 Crónicas
36:22-23; Esdras 1:1-4). Todos los libros fueron escritos en Palestina dentro de un espacio
de tiempo muy corto. Ellos comparten un profundo interés en el templo y la pureza del
pueblo de Dios. Los libros exhiben un grado significativo de unidad. Aunque esta unidad
no debe oscurecer sus diferencias.
Sin embargo, al mismo tiempo, estudios recientes han tendido a hacer una cuña entre
Crónicas y Esdras-Nehemías. Un número de diferencias ideológicas sugieren fuertemente
que vinieron de diferentes autores. Por ejemplo, el libro de Crónicas enfatiza la doctrina de
retribución divina y el pacto davídico; estos temas están grandemente ausentes en Esdras-
Nehemías. El libro de Crónicas es más conciliador hacia los del norte que Esdras-
Nehemías. Crónicas sustenta la esperanza de la reunificación del norte y el sur; Esdras-
Nehemías no tiene lugar para la participación de los del norte. Sin embargo, la diferencia
más impresionante, es el tratamiento de las esposas extranjeras de Salomón. Crónicas omite
1 de Reyes 11:9-13, donde la división del reino se atribuye a los matrimonios mixtos de
Salomón. Esta omisión es notable a la luz de los problemas con matrimonios mixtos
durante y después de los ministerios de Esdras y Nehemías (Esdras 10:1-44). Aún más,
Nehemías 13:26 desacredita explícitamente a Salomón debido a sus matrimonios mixtos.
Estas diferencias ideológicas ofrecen fuertes evidencias para suponer una paternidad
literaria separada para Crónicas y Esdras-Nehemías.
313
Crónicas
Crónicas cubre un rango amplio de historia comenzando con Adán (1 Crónicas 1:1)
y terminando con el Edicto de Ciro (2 Crónicas 36:22-23). El cronista examinó
rápidamente los eventos anteriores a David a manera de genealogías, listas, y pequeñas
narraciones (1 Crónicas 1:1-9:44), pero trató con la historia desde David hasta el Edicto de
Ciro en gran detalle.
en Jerusalén, que está en Judá» (2 Crónicas 36:23), un tema vital para los primeros
esfuerzos de reconstrucción.
El cronista comienza su historia con un registro del pueblo que pertenecía a la nación
restaurada, trazando el antecedente de Israel y el entendimiento de todas las tribus y las
familias entre los primeros que retornaron (I). Después, presenta un registro idealizado de
los reinados de David y Salomón, que rigieron sobre todas las tribus y se dedicaron ellos
mismos a la construcción del templo (II). El cronista continuó mostrando cómo la
prosperidad y los problemas de Judá dependieron de la confianza de la nación en Dios, de
la obediencia y el compromiso al templo (III). Finalmente, esbozó el reino unificado bajo
Ezequías en tanto se dirigía hacia el exilio; y finalmente regresó a la tierra de Israel (IV).
Si Crónicas fue escrito en los días de Zorobabel, presentó un caso convincente para
el programa de reconstrucción: 1. todas la tribus, especialmente el rey y los sacerdotes,
debían estar en orden apropiado en la comunidad post-exílica (I); 2. los reinados ideales de
David y Salomón fueron modelos para el nuevo reino (II); 3. los efectos de descuidar o
servir al templo en el reinado de Judá nunca deberían ser olvidados (III); 4) el remanente
del reino unificado (2 Crónicas 36:20) debía continuar en devoción al nuevo programa del
templo (IV).
Esdras-Nehemías
El libro de Esdras-Nehemías trata con los eventos desde el Edicto de Ciro hasta los
ministerios de Esdras y Nehemías. Reporta el primer regreso y la construcción del templo
bajo Zorobabel y da un registro de reformas y proyectos de construcción años después bajo
Esdras y Nehemías.
Varias fuentes de los libros vienen desde el tiempo de los eventos. Las memorias de
Esdras y Nehemías provienen de su mismo período. Los documentos tales como el Edicto
de Ciro (Esdras 6:3-5), cartas entre Tatnai y Darío (Esdras 5:6-17; 6:3-12), correspondencia
desde Artajerjes (Esdras 7:12-26), y cartas a Artajerjes (Esdras 4:8-22) reflejan fuentes
316
primarias. Listas de varios tipos entre los libros pudieron haber sido fuentes
independientes.
(III); 4. celebración gozosa de este nuevo orden comunitario (IV); y 5. continuar las
reformas religiosas y sociales en Judá (V). Debido a que el nuevo orden no había traído la
prosperidad que muchos esperaban, este libro defendía la continuación del programa de
restauración.
Otros libros
Rut
El libro de Rut trata con eventos históricos que se llevaron a cabo durante el período
de los jueces. Rut ha sido bien caracterizado como una novela. No existe evidencia para
una confianza extensiva en una diversidad de fuentes escritas. Es posible que el recopilador
final confió en tradiciones orales, pero no es probable que el libro haya tenido mucho
desarrollo de redacción; con excepción de la nota genealógica en Rut 4:17b y la genealogía
completa al final de libro (Rut 4:18-22), la historia se mueve de una manera franca.
los eventos se llevaron a cabo mucho antes, las genealogías al final del libro alinean los
ancestros de Rut hasta David (Rut 4:17b, 22).
La última fecha más probable es menos incierta. Algunos intérpretes críticos han
puesto al libro en el período post-exílico en base a un análisis lingüístico y teológico, pero
estas evidencias son cuestionables. Más bien parece que las genealogías en Rut se
extienden hasta el rey que gobernó en el tiempo de la composición final. Si es así, el libro
llegó a su forma final antes de que se sentara Salomón en el trono (ver figura 53).
que es más, ella fue aprobada con la bendición de Dios (Rut 4:13-17). El libro sigue un
bosquejo simple, formando una narración de cinco partes de resolución y un apéndice:
Ester
El libro de Ester recuenta los eventos que ocurrieron durante el período post-exílico.
Sin embargo, diferente de Esdras-Nehemías, la historia no se ubica en Palestina, sino en
Persia. En tanto que algunos de los exiliados regresaban, muchos permanecieron fuera de
la tierra prometida. El libro de Ester trata lo que les sucedió a algunas de esas personas.
El rango de la composición final para Ester no puede ser establecido con mucha
certeza. El libro fue escrito por lo menos después de la muerte de Artajerjes (c. 465A.C.)
debido a que el escritor se refiere a la historia oficial del estado de Artajerjes (Ester 10:2).
320
El interés del autor en los detalles de la cultura persa sugiere que él vivió en el distrito y
pudo haber escrito cerca del tiempo de los eventos. Sin embargo, la explicación del Purim
(Ester 9:18-32), la discusión del término «pur» (Ester 9:24), y el énfasis en la necesidad de
continuar la celebración (Ester 9:28) sugiere que un tiempo considerable pudo haber
pasado entre los eventos y la composición final. Por falta de influencias helenísticas
extensas en el libro, acuñaremos la última fecha probable anterior a Alejandro Magno (c.
330 B.C.). Los intérpretes han sugerido varios temas principales para el libro. Muchos han
visto al libro como una explicación de la fiesta del Purim. Otros han sugerido que es la
providencia de Dios para los israelitas que permanecieron en el exilio. Estos motivos están
ciertamente cerca del corazón del libro, pero el tema principal parece estar en una dirección
diferente.
Una forma útil de acercarse a Ester es en términos de las similitudes entre Ester, la
historia de José en Egipto, y los primeros capítulos de Daniel. Todos estos registros tratan
con figuras israelitas en tierras extranjeras que se sobreponen a las pruebas por medio del
apoyo divino. De una u otra manera, vienen en contacto con la corte real extranjera y se
elevan a posiciones de autoridad que le permite influir en las políticas nacionales. Este
patrón sugiere que el libro de Ester ofreció a la audiencia original un modelo para vivir en
fidelidad a Dios fuera de la tierra.
Este tema encaja bien con el rango de los agentes extrínsecos probables. Ya sea
cerca de la muerte de Artajerjes, la época de Alejandro Magno, o una época intermedia, el
pueblo de Dios fuera de la teocracia necesitaba dirección sobre cómo vivir fielmente,
exitosamente, y con influencia en tierra extranjeras. El libro de Ester les proporcionó tal
instrucción.
Jonás
Los eventos en el libro de Jonás ocurrieron en algún tiempo a mediados del siglo
ocho A.C. Jonás, hijo de Amitai, ministró durante el reinado de Jeroboam II (783-743 A.C.)
(2 Reyes 14:25).
Por lo tanto, debemos reconocer un rango amplio de posibilidades (ver figura 53).
Jonás se enfoca en el tema del papel profético de Israel a las naciones. El libro se burla de
Jonás por su justicia propia e hipocresía. Demuestra que Dios recibe otras naciones, aun la
de Asiria, y espera que el pueblo judío sirva como mediador para ellas. La universalidad
de la misericordia de Dios y el papel mediador de Israel son los temas centrales del libro.
Parte Uno
Parte Dos
En tanto que el libro de Jonás implícitamente se interesa por todas las naciones
gentiles, es de mucha ayuda leer Jonás en términos de su enfoque particular en las
relaciones judío-asiria. Antes de la destrucción de Nínive, los asirios perturbaron a Israel
y alimentaron el odio en su contra. Si el libro fue escrito en este período, habló claramente
a la necesidad de los israelitas de reconocer: 1. el llamado de Dios a Israel de ministrar a
los asirios (I); 2. la necesidad de arrepentirse por negar este llamamiento (II); 3. el poder
del ministerio profético entre los asirios (III); y 4. la necesidad de tener compasión como
Dios tuvo compasión (IV).
Si el libro fue escrito después de la destrucción de Nínive, habló a la actitud que los
israelitas debían tener hacia la nación dividida. Ellos tenían que: 1. aceptar su llamamiento
a ministrar a los asirios (I); 2. arrepentirse de sus actitudes pasadas (II); 3. conducir al
322
Conclusiones
Los libros narrativos del Antiguo Testamento cubren muchos períodos en la historia
y emiten una variedad de mensajes al pueblo de Israel. La Historia Mosaica, la Historia
Deuteronomística, la Historia Cronística y otros libros narrativos fueron escritos para
enseñar a sus lectores cómo servir a Dios. Apenas hemos arañado la superficie de estos
textos sagrados, pero esta investigación de su significado original nos da intuiciones que
nos permiten aplicar estas historias del Antiguo Testamento a nuestras propias vidas.
Preguntas de repaso
Guía de estudio
1. Escoja un episodio fuera de cada libro tratado en esta investigación. ¿Cómo encaja
en el bosquejo principal presentado aquí? ¿Cómo contribuyó el episodio a los
propósitos presentados para el libro?
323
PARTE III
APLICAR LAS NARRACIONES
SINOPSIS
El resto de la tercera parte explorará tres variaciones que debemos siempre recordar
al traer las historias del Antiguo Testamento al mundo moderno. El capítulo 14 trata con
ajustes de la época: los efectos de los cambios histórico-redentores de la aplicación. El
capítulo quince se interesa en los ajustes culturales: reconocer las diferencias culturales
entre nosotros y el Antiguo Testamento. Finalmente, el capítulo dieciséis se enfoca en los
ajustes personales: las maneras en que debemos aplicar las historias del Antiguo
Testamento a las necesidades particulares de grupos e individuos hoy día.
326
CAPÍTULO TRECE
ORIENTACIÓN PARA LA APLICACIÓN
Tenemos que hacernos la misma pregunta acerca de las narraciones del Antiguo
Testamento. ¿De qué sirve tenerlas si no las vamos a usar? Dios no nos dio las historias
del Antiguo Testamento para esconderlas en los roperos de nuestras vidas. Él inspiró estos
registros para tratar con los retos de la vida. «Toda la Escritura es inspirada por Dios» (2
Timoteo 3: 16a). Pero ¿con qué fin? «(…) a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra» (2 Timoteo 3:17). A menos que apliquemos
las historias a la vida contemporánea, no tenemos razón alguna para tenerlas.
Objetivo de la aplicación
Una vez me contaron una historia acerca de una pareja que planeó salir un fin de
semana. Ellos pusieron todo en el carro y empezaron a salir del vecindario. Al dar la vuelta
el esposo hacia el norte, su esposa comentó: «¡Creo que estás yendo en la dirección
incorrecta!». «No», contestó. «Sé cómo llegar allá». Ellos siguieron hasta que llegaron a
otra esquina donde tenían que doblar. «¡Estás yendo en el camino equivocado!», protestó
327
ella. «Sé cómo llegar allá», contestó. Después de una hora, la esposa no pudo aguantar
más. «¡Nunca llegaremos a la playa si seguimos este camino!», insistió ella. «¿La playa?»,
gritó él. «¡Creí que estábamos yendo a las montañas!». Entonces la mujer murmuró
sarcásticamente: «Bueno, creo que no puedes saber cómo llegar allá, si no sabes a dónde
estás yendo».
Al aplicar las narraciones del Antiguo Testamento a la vida moderna, tenemos que
saber a dónde estamos yendo. ¿Qué esperamos lograr al aplicar las narraciones del Antiguo
Testamento a nuestro mundo moderno?
Podemos presionar la analogía un poco más allá. Los escritores del Antiguo
Testamento tuvieron tres propósitos principales en escribir. Ellos ofrecían a sus lectores
observaciones, anticipaciones e implicaciones. Estas categorías forman una manera útil de
pensar acerca de nuestro objetivo en la aplicación contemporánea. Hacemos observaciones
para nuestros días, reconocemos anticipaciones para nuestros días, y apuntamos hacia las
implicaciones para nuestros días.
Hace algunos años, yo le pregunté a un pastor cómo aplicaba él las historias del
Antiguo Testamento en sus sermones. «¿Cómo decide qué dejar fuera?», le pregunté. Su
respuesta me sorprendió. «Nunca escogería qué decir», contestó. «¡Yo aplico el mensaje
completo del pasaje a mi congregación!»
Primero, perdemos de vista el rico potencial de estos pasajes. Los intérpretes que
piensan que pueden aplicar el pasaje completo de una narración del Antiguo Testamento
en simplemente algunos sermones tienen muy poca idea de lo que estos pasajes tienen que
ofrecer. El significado original de las historias del Antiguo Testamento contiene
aplicaciones potenciales. Ningún sermón o serie de sermones puede aplicarlo todo.
Para evitar estos peligros, debemos reconocer que todas nuestras aplicaciones son
selectivas. Tenemos perspectivas y tiempo limitados. Siempre hay más que aplicar a
nuestras vidas de lo que ya hemos descubierto.
Debemos tener cuidado aquí. De una u otra manera, todo se aplica a nosotros en las
historias del Antiguo Testamento. No importa cuáles sean nuestras circunstancias
inmediatas. Pero algunos aspectos de un pasaje hablan más vivamente que otros a las
situaciones que enfrentamos en un punto particular. Al abordar las historias del Antiguo
Testamento, debemos preguntarnos qué necesitamos obtener de ese pasaje en este
momento de la vida. ¿Cuáles son los problemas que enfrentamos? ¿Qué desafíos nos
confrontan? Para ser efectivos al aplicar las narraciones del Antiguo Testamento, debemos
aprender a coordinar las prioridades de nuestras necesidades contemporáneas con la vasta
serie de motivos que presentan estos textos. Para tener éxito en la aplicación no solamente
hemos de hacer una exégesis del texto: también debemos hacer una exégesis de nuestro
mundo. Por infortunio, esto es precisamente lo que muchos líderes de iglesia no hacen.
Frecuentemente los pastores y los líderes de iglesias saben mucho de la Escritura, pero
muy poco de la vida actual. Concentrados en sus estudios, viven en un aislamiento relativo,
mientras desconocen grandemente las vidas de la gente a la que ministran.
En un capítulo anterior, vimos que el Espíritu Santo ha guiado a la iglesia hacia tres
acercamientos básicos a la narrativa del Antiguo Testamento: análisis literario, histórico y
temático. Estos acercamientos exegéticos ofrecen diferentes estrategias de selección.
330
¿Cómo decidimos qué forma de análisis usar? ¿Cuándo es más apropiado uno que otro?
Mientras que los tres acercamientos son altamente independientes, debemos enfatizar el
análisis literario, histórico o temático de acuerdo a las necesidades específicas de nuestra
situación contemporánea. A veces el enfoque central de una historia habla forzosamente a
nuestras circunstancias; el análisis literario es el más apropiado en estos momentos. Otras
veces las observaciones históricas tocan nuestras vidas más directamente; el análisis
histórico nos ayuda a satisfacer estas necesidades. En otras ocasiones un tema secundario
de un pasaje sería apropiado a nuestras circunstancias; entonces el análisis temático llega
a ser crucial.
Para mostrar cómo afectó la revelación pasada a sus épocas, los escritores del
Antiguo Testamento también señalaron cómo estos eventos anticiparon las circunstancias
de sus lectores. La revelación desde el pasado estableció un antecedente histórico de las
realidades actuales, ofreció modelos para ser imitados y evitados, y presagió las
experiencias presentes de sus lectores. De la misma manera, como intérpretes modernos de
las historias del Antiguo Testamento, debemos buscar formas en las que estos textos
establezcan dimensiones en nuestras vidas, proporcionen modelos para nuestras vidas, y
presagien nuestras vidas.
No es difícil para nosotros aplicar las historias del Antiguo Testamento que fueron
diseñadas para establecer aspectos de la experiencia de la audiencia original. Por ejemplo,
331
una intención detrás de Génesis 1:1-2:3 fue mostrar que Dios había ordenado el Sabbath
como una parte de Su orden creado. Al enfocarse en el Sabbath, Moisés estableció las
responsabilidades de sus lectores. El descanso del Sabbath todavía debía de ser observado
como una parte integral de la vida. Como lectores modernos podemos ver que esta
ordenanza de la creación establece la observancia del Sabbath para nosotros también. Este
evento del Antiguo Testamento levantó estructuras para la vida humana que se extienden
hasta nuestros días.
audiencia. El trató acerca del orgullo y fracaso del rey (compara 2 Reyes 20:1-21 y 2
Crónicas 32:24-33) y enfatizó sus reformas en el culto. En su gran celebración de la Pascua,
Ezequías reunió exitosamente un remanente del reino del norte con el reino del sur por
medio de una oración intercesora (2 Crónicas 30:17-20). Este evento estableció a Judá
como el representante de la nación entera durante el exilio y la restauración, pero la oración
de Ezequías a favor de los dolientes del norte también lo pusieron como un modelo para la
comunidad post-exílica. El cronista ofreció un ejemplo de actitudes y acciones apropiadas
hacia el norte en tanto que sus lectores enfrentaban los problemas de la situación post-
exílica.
Presagiar. Las historias del Antiguo Testamento también presagian nuestras vidas.
Los escritores del Antiguo Testamento frecuentemente desarrollaron paralelos extensivos
entre los eventos en sus historias y las experiencias de sus lectores. Similarmente, una
historia pudo haber simbolizado la vida moderna de hoy. Para evitar alegorizar
ilegítimamente, debemos basar nuestras aplicaciones en el significado original del texto.
333
Pero en línea con las prácticas de los escritores mismos del Antiguo Testamento, debemos
descubrir frecuentemente los presagios significativos para nuestras vidas en las historias
del Antiguo Testamento.
De la misma manera, debemos ver nuestro mundo a la luz de las historias del Antiguo
Testamento, buscando implicaciones informativas, directivas y afectivas.
Vivimos en un mundo lleno de información falsa que necesita ser corregida por las
historias del Antiguo Testamento. Cuando nos acercamos a estos textos debemos
preguntarnos: «¿Qué información ofrece esta historia con relación a nuestras vidas?»
335
Hemos visto que el cronista compuso su registro del reino de Asa (2 Crónicas
14:216:14) para enseñar a sus lectores cómo responder a las amenazas militares durante el
período post-exílico. Cuando Asa confió en Dios, derrotó a sus enemigos. Cuando él confió
en las alianzas humanas, su reinado fracasó. Mientras los lectores post-exílicos de Crónicas
lidiaban con amenazas militares, ellos aprendieron de la vida de Asa a confiar
completamente en el poder de Dios para protegerlos.
La historia del pacto de Dios con Abram (Génesis 15:1-21) contenía muchas
implicaciones afectivas para la audiencia original. En tanto que los lectores trabajaron con
las primeras porciones del pasaje, ellos se llenaron de miedo y ansiedad. Pero al final de la
historia habían escuchado las promesas de Dios y encontraron gozo y seguridad. Dios
prometió sacar a la simiente de Abram de la esclavitud y darle la tierra de Canaán. Moisés
quería que el entusiasmo y la confianza reemplazaran todas las dudas.
En tanto leemos esta historia, nuestros corazones también se llenan de temor. Pero
al final del pasaje, vemos nuevamente nuestras circunstancias. Dios no nos ha dejado
encontrar nuestra propia salvación: Él nos ha prometido vida eterna en la nueva creación,
así como prometió la herencia de Canaán a Israel. Estas verdades deben llenar nuestros
corazones de confianza y gozo, así como influyeron en la audiencia original.
Proceso de aplicación
Conexiones
Mi esposa y yo tenemos buenos amigos en la parte este de Europa. Cada día festivo
les llamamos, pero por lo regular lleva un poco de tiempo lograrlo. Normalmente se
escucha una grabación: «Lo sentimos, pero no hay líneas que conecten con el país que está
llamando... por favor, llame más tarde». No tenemos otra opción que intentarlo más tarde.
Tenemos que encontrar una línea que nos conecte.
Todo trabajo o texto compuesto en tiempos antiguos y en una cultura antigua tiene su
significado en ese tiempo y cultura, y en nuestro tiempo y cultura puede tener un
significado diferente, o de hecho puede no significar nada (...) un trabajo como la Biblia,
que es un producto de una situación cultural particular (o mejor dicho, que es una
339
Los evangélicos no están de acuerdo con esta perspectiva, pero no debemos ignorar
completamente el problema de la zanja de Lessing. Sus observaciones han levantado
desafíos al proceso de la aplicación que son ineludibles. Por un lado, las narraciones del
Antiguo Testamento están muy ligadas a las condiciones históricas en las que fueron
escritas originalmente. La forma y el contenido de cada texto bíblico reflejan las
convenciones compartidas por los escritores y lectores antiguos. Dios empleó las
personalidades, las experiencias y los antecedentes culturales de los escritores como
vehículo de revelación. También Él acomodó la revelación escrita a las capacidades y
necesidades de los lectores originales.
Por otro lado, nuestros días son diferentes del mundo del Antiguo Testamento. Los
avances tecnológicos crean distancia. No usamos carrozas y espadas; usamos misiles
nucleares y sistemas de defensa de satélite. Sociológicamente, no somos doce tribus
viviendo en Palestina: somos innumerables congregaciones por todo el mundo. Aun el
carácter sobrenatural de muchos de los eventos del Antiguo Testamento los hace distantes
de nosotros. Los evangélicos creen que los milagros en la Biblia de hecho ocurrieron. El
hacha de Eliseo literalmente flotó sobre el agua (2 Reyes 6:1-7); de verdad cayó fuego del
cielo sobre el sacrificio en el templo de Salomón (2 Crónicas 7:1). Pero, ¿cuándo fue la
última vez que viste un hacha flotar o fuego caer del cielo?
Los eventos como estos parecen extraños a nuestras experiencias del siglo veinte.
Como lectores modernos debemos reconocer las diferencias entre nosotros mismos y el
mundo del Antiguo Testamento. Al ir despejando esta distancia, veremos la necesidad de
hacer un puente al vacío para hacer aplicaciones legítimas a nuestros días.
Por ejemplo, Troeltsch (1865-1923) puso la base para muchos intérpretes críticos al
investigar las verdades universales a la luz de los progresos en las religiones del mundo.
En nuestro siglo, Bultmann (1884-1976) propuso una hermenéutica de desmitologización,
lo que consistía en despojar a la Biblia de su mitología primitiva para discernir el corazón
del valor de la existencia humana. En años más recientes, muchos intérpretes críticos han
vuelto a procesar filosofía y liberación social para discernir el valor moderno de la
Escritura.
Estas son algunas de las maneras en que los intérpretes críticos determinan un grado
de relevancia a las narraciones del Antiguo Testamento. Las variaciones son incontables.
Sin embargo, en cada caso, la suposición fundamental es la misma. El pensamiento
moderno ha desacreditado tanto el significado original de la Escritura que es irrelevante en
gran parte y a veces aun repugnante a los lectores contemporáneos. Como resultado, las
únicas conexiones válidas son aquellas que son impuestas en la Escritura por el espíritu de
modernidad.
Desde el principio debemos recordar que los escritores del Antiguo Testamento
respondieron al Espíritu Santo para autorizar sus esfuerzos. Sus aplicaciones más hábiles
y competentes caían en oídos sordos separadas del Espíritu de gracia que obraba en los
corazones de sus lectores. Sin embargo, mientras el Espíritu se movía, incluso los peores
pecadores en el tiempo y lugar más remotos podían entender sus historias y aplicarlas a sus
vidas.
341
Aparte de esto, parece que los autores del Antiguo Testamento confiaron en varias
líneas específicas de conexión entre el pasado y el presente. Ellos basaron sus aplicaciones
en el hecho de que el pasado y el presente siempre involucran al mismo Dios, al mismo
mundo, al mismo tipo de gente.
Mismo Dios. Los escritores del Antiguo Testamento aplicaron el pasado a sus
situaciones contemporáneas porque tanto el pasado como el presente estaban en el control
soberano del mismo Dios. No se enfocaron principalmente en los hechos de otros dioses;
sino en su lugar se enfocaron en lo que su Dios había logrado. ¿Por qué? Porque Su
voluntad en el pasado revelaba Su voluntad para el presente. Dios forma una línea vital de
conexión porque Él es inmutable. La doctrina de la inmutabilidad nos enseña que Dios está
«desprovisto de todo cambio, no solamente en Su ser, sino también en Sus perfecciones, y
en Sus propósitos y promesas». Dios está activamente involucrado en el curso de la
historia, pero Su involucramiento nunca viola Su carácter siempre-consistente, nunca-
cambiante; ni Su Palabra (Números 23:19; Isaías 14:24; 41:4; 48:12; Romanos 1:23,
Hebreos 1:11-12; Santiago 1:17). En fin, Dios nunca se contradice a Sí mismo, aunque
desde una perspectiva humana pueda parecer que cambia (eje. Éxodo 32:7-14). Dios nunca
viola Su naturaleza, sus decretos o promesas.
Muy conectado con la inmutabilidad de Dios está la fidelidad del pacto de Dios. Las
relaciones de pacto que Dios ha establecido permanecen en efecto para siempre. Como
Robertson comenta:
Por la creación Dios se unió él mismo al hombre en una relación de pacto. Después de
la caída del hombre al pecado, el Dios de toda la creación bondadosamente se unió a sí
mismo al hombre otra vez al comprometerse a redimir un pueblo para sí de la
humanidad perdida. Desde la creación hasta la consumación, el lazo del pacto ha
determinado la relación de Dios hacia su pueblo. La magnitud de los pactos divinos
abarca desde el principio del mundo hasta el fin del tiempo.
342
La Escritura enseña a través de toda la historia que Dios es fiel a los lazos de Su
pacto (Génesis 17:7; Deuteronomio 29:13; 2 Samuel 7:13-16; 1 Reyes 8:15-16, 56;
Hebreos 6:16-20). Esta fidelidad es la base de la aplicabilidad de Su Palabra de generación
en generación.
Mismo mundo. Los escritores del Antiguo Testamento también aplicaron los
eventos antiguos a las vidas de los lectores porque ambos se llevaron a cabo en el mismo
mundo. A pesar del hecho de que el mundo externo de la revelación pasada discrepó del
mundo de los escritores y lectores del Antiguo Testamento, parte significativa de lo físico,
cultural e ideológico todavía continúa. Estas conexiones hicieron posible que los escritores
del Antiguo Testamento aplicaran sus historias a sus lectores por lo menos de dos formas.
Primero, los escritores del Antiguo Testamento apuntaron los eventos que hicieron
marcas imborrables en las vidas de sus audiencias. Josué había guiado a Israel en la
conquista de la tierra (Josué 1:1-12:24); los lectores del libro de Josué pudieron aplicar este
material porque vivían en esa tierra. Los pecados de Manasés enviaron a la nación al exilio
(2 Reyes 23:26-27; 24:3-4); la audiencia de Reyes pudo aplicar este evento porque estaban
en el exilio. En muchos casos, los lectores originales podían relacionar los eventos pasados
con sus vidas porque estaban experimentando el impacto de esos incidentes en su mundo
contemporáneo.
Podemos aplicar las historias del Antiguo Testamento a nuestras vidas por la misma
razón. El Antiguo Testamento ha dejado una marca duradera en muchos aspectos del
mundo moderno. Los eventos bíblicos no se llevaron a cabo en un vacío, sino sucedieron
en la historia real y marcaron el curso del mundo para siempre. ¿Qué eventos históricos
pueden ser más esenciales para el mundo como lo conocemos que la creación y la caída?
¿Qué serie de creencias religiosas han afectado más la vida que aquella del antiguo Israel?
No hay lugar alguno donde los eventos del Antiguo Testamento no hayan dejado alguna
marca en la vida contemporánea. Estas influencias en la vida hoy en día hacen posible que
nosotros veamos similitudes entre nuestras vidas y las historias del Antiguo Testamento.
343
Mismo tipo de gente. Los escritores del Antiguo Testamento también encontraron
una línea de conexión entre el pasado y el presente porque estuvieron tratando con el
mismo tipo de gente. En la perspectiva bíblica, toda la gente es la imagen de Dios caída en
pecado (Génesis 1:27, 9:6; Isaías 53:6; Romanos 3:9-18, 23; 1 Corintios 11:7, Colosenses
3:10). Estas características universales de la humanidad hicieron posible que los escritores
del Antiguo Testamento conectaran el pasado con el presente. Aunque los escritores del
Antiguo Testamento sabían que la gente era diferente en varios períodos históricos,
también reconocieron que tenemos similitudes básicas como imagen de Dios caída. Entre
otras cosas, compartimos habilidades lingüísticas, capacidades mentales y naturaleza
moral.
sentido, nuestras habilidades lingüísticas dadas por Dios nos permiten aplicar las
narraciones del Antiguo Testamento al mundo moderno.
Así es que los escritores del Antiguo Testamento encontraron las líneas de conexión
entre el pasado y el presente. Ellos se apoyaron en el mismo Dios, el mismo mundo y el
mismo tipo de gente. Nosotros podemos enfrentar los desafíos de la aplicación siguiendo
sus ejemplos (ver figura 56).
Ajustes
Necesidad de ajustes. ¿Por qué debemos hacer ajustes al aplicar las historias del
Antiguo Testamento? ¿Por qué no simplemente seguimos el significado original tal como
es? Puesto de forma simple: debemos ajustar nuestras aplicaciones porque no estamos
precisamente en la misma situación en la que estaban los lectores de las narraciones del
Antiguo Testamento. Tenemos diferentes necesidades y puntos fuertes. Experimentamos
diferentes logros y desafíos. De hecho, si aplicamos las historias del Antiguo Testamento
precisamente como lo deberían haber hecho los lectores originales, podríamos desobedecer
a Dios.
Por ejemplo, la historia del becerro de oro (Éxodo 32:1-25) enseñó a la audiencia
original de Moisés que deberían adorar a Dios conforme al diseño de la ley de Moisés. Su
respuesta apropiada era evitar la idolatría y adorar en el tabernáculo que Moisés había
construido para ellos. ¿Cuál debería de ser el resultado si simplemente imitáramos lo que
los lectores originales tenían que hacer? Si levantamos un tabernáculo mosaico y seguimos
los procedimientos ordenados para esa estructura, desobedecemos a Dios. De hecho, nos
hemos revelado en contra de Él porque Cristo ha sustituido el tabernáculo de Moisés. Como
argumentó el escritor de Hebreos, adorar de tal manera en nuestros días es desobedecer la
obra de nuestro Salvador (Hebreos 9:1-10:18).
El libro de Números fue diseñado para inspirar a Israel a pelear como un ejército
santo en la tierra de Canaán. ¿Deberíamos seguir simplemente la respuesta apropiada del
antiguo Israel a este libro? Si lo hacemos, todos estaríamos en Canaán peleando en contra
de los ocupantes de esa tierra. ¡Claro que no debemos aplicar este libro al mundo moderno
por mera imitación!
Guías de ajustes. Si los ajustes son necesarios en la aplicación, ¿qué guías nos
pueden mostrar las variaciones que debemos seguir? Tres indicadores nos ayudan a ver
dónde dan vuelta las líneas de conexión.
Tipos de ajustes. Entonces, ¿qué tipos de ajustes debemos de hacer? Hemos visto
que nuestras vidas se conectan con las narraciones del Antiguo Testamento porque estamos
tratando con el mismo Dios, el mismo mundo y el mismo tipo de gente. También debemos
tratar con tres variaciones correspondientes: la de época, la cultural y la personal.
Primero, con el fin de aplicar las narraciones del Antiguo Testamento a nuestras
vidas, debemos hacer ajustes de época. Las variaciones de la época ocurrieron en la
Escritura porque Dios progresivamente se reveló a Sí mismo a la humanidad; la doctrina
de la revelación progresiva es crucial para una aplicación legítima. Dios ha permanecido
el mismo a través de la historia, pero Él ha expuesto su naturaleza, requisitos y la forma de
salvación poco a poco. La revelación posterior nunca contradice a la revelación previa,
pero más revelaciones desarrollan y van más allá de lo que fue dado de antemano.
Segundo, debemos hacer ajustes culturales. Vivimos en el mismo mundo que los
creyentes del Antiguo Testamento, pero las costumbres sociales, las estructuras
sociológicas y los avances tecnológicos hacen que nuestras responsabilidades y
necesidades sean diferentes.
Aunque estas variaciones han sido afectadas por la revelación progresiva, han sido
resultado principalmente de la diversidad de los recursos naturales, de las habilidades y de
las ideas. Aun los creyentes que viven en la misma época de la historia de la redención
viven en diferentes culturas y hablan diferentes lenguas. Algunos en naciones en guerra, y
otros en paz. Algunos países cuentan con avances tecnológicos, otros se están
desarrollando. Estas variaciones culturales deben considerarse en tanto aplicamos las
narraciones del Antiguo Testamento.
349
En un nivel general, un texto puede tener la misma aplicación para diferentes tipos
de personas, pero mientras más específica sea nuestra aplicación, habrá más variaciones
en la aplicación individual. El mismo texto del Antiguo Testamento se aplica de manera
diferente a un padre y a un hijo. Tiene un sentido diferente en la vida de un creyente
obediente que de un apóstata rebelde. Se aplica de diferente manera a un hombre de
negocios que a una ama de casa. Las necesidades y responsabilidades de esta gente
requieren de ajustes en la aplicación.
Conclusión
Preguntas de repaso
1. ¿De qué manera son las observaciones, las anticipaciones y las implicaciones
aspectos de nuestro objetivo en la aplicación? Distinga estos propósitos. Dé un
ejemplo de cada uno.
2. ¿Cuáles son los tres tipos de anticipaciones e implicaciones que podemos derivar de
las narraciones del Antiguo Testamento?
3. ¿Cuáles son las líneas de conexión entre el mundo del Antiguo Testamento y
nuestros días? Ilustre cómo son útiles en la aplicación.
4. ¿Por qué debemos ajustar el significado original en un texto con el fin de aplicarlo
en la vida moderna? ¿Cuáles son los tres tipos principales de ajustes que debemos
considerar?
350
1. Examine la historia de la torre de Babel (Génesis 11:1-9). Escoja uno de los temas
del pasaje. ¿Cómo anticipa este tema nuestros días? Dé un resumen de una
aplicación informativa, directiva y afectiva.
351
CAPÍTULO CATORCE
DE ÉPOCA A ÉPOCA
En el capítulo anterior, vimos que aplicar las narraciones del Antiguo Testamento
al mundo moderno requiere ajustes de época, cultura y persona. Estas consideraciones son
como mapas de varias escalas que guían nuestros esfuerzos. Los ajustes de época nos dan
un panorama más amplio, las consideraciones culturales se enfocan en más detalles, y las
variaciones personales tratan más específicamente las consideraciones individuales. En
este capítulo bosquejaremos los ajustes a gran escala que se deben hacer cuando aplicamos
los motivos del Antiguo Testamento a través de las grandes épocas de la historia de la
redención. En los próximos dos capítulos pondremos consideraciones culturales y
personales dentro de este gran marco. Las aplicaciones a través de los años abarcan un
buen número de asuntos importantes. Tomaremos tres: la estructura de la época de la
historia de la redención, las narraciones del Antiguo Testamento y Cristo, y la teocracia
cristiana. ¿Cómo describe la Escritura las épocas de la historia de la redención? ¿Qué lugar
tiene Cristo en la aplicación moderna? ¿Cómo debemos aplicar las historias del Antiguo
Testamento a nuestra época?
Es difícil concebir la vida fuera de las categorías históricas. Casi siempre pensamos
en términos del pasado, presente y futuro. La Biblia también refleja un conocimiento agudo
de la historia; los escritores bíblicos estaban preocupados con el origen, el desarrollo y el
destino del mundo. Tenían perspectivas individuales, pero sus puntos de vista
contribuyeron a una perspectiva unificada. Nos enfocaremos brevemente en dos
dimensiones de esta perspectiva bíblica: divisiones entre las épocas y unidad entre las
épocas.
353
Tanto los pediatras como los padres te dirán que los niños no maduran en un ritmo
constante, sino que pasan por ciclos de crecimiento y desarrollo más rápido en unas épocas
que en otras. De muchas maneras, esto es verdad para la historia bíblica. Dios se reveló a
sí mismo a Su pueblo a través de los siglos, pero los desarrollos dramáticos ocurrieron en
varias ocasiones. Estos oleajes en la historia de redención se llevaron a cabo en tanto que
Dios intervenía decisivamente en el mundo para llevar a Su pueblo hacia nuevas edades de
bendición.
Divisiones dentro de la historia del Antiguo Testamento. Los escritores del Nuevo
Testamento tomaron muchas perspectivas en divisiones dentro de la historia del Antiguo
Testamento. En tanto examinamos sus perspectivas, podemos ver que dividen el Antiguo
Testamento de diferentes maneras. Pero estas perspectivas diversas contribuyen a un plan.
A manera de ilustración, contrastaremos las estructuras de la época del Antiguo
Testamento bosquejadas por Pablo y Lucas.
Una de las maneras más útiles de bosquejar los desarrollos de las épocas del Antiguo
Testamento combina los períodos que Pablo, Pedro y Lucas enfatizaron en los pasajes que
acabamos de mencionar. Este esquema se enfoca en los eventos principales del pacto en
los días de Adán, Noé, Abraham, Moisés y David. Estos períodos de tiempo se ven
principalmente a la luz de las relaciones del pacto establecidas durante esos tiempos. El
período de Adán se enfocó en la caída de la humanidad de las perfecciones del Edén; el
período de Noé se interesó en el juicio de Dios en contra del mal y la promesa de un mundo
estable; Abram abrió al interés del período patriarcal con la promesa de la simiente, la tierra
y la bendición; el pacto mosaico enfatizó la ley y la constitución de Israel como nación; y
el período davídico trató con el establecimiento de la dinastía de David sobre Israel. Un
número de intérpretes han seguido este modelo básico.
355
Ya sea que sigamos cualquier esquema, los desarrollos de las épocas dentro del
Antiguo Testamento influyen en la aplicación por lo menos en tres formas.
Por ejemplo, en el jardín del Edén, Dios le dijo a Adán: «De todo árbol del huerto
podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que
de él comieres, ciertamente morirás» (Génesis 2:16-17). No podemos entender
apropiadamente este mandato sin considerar la época de Adán y Eva. En ese entonces ellos
eran siervos sin pecado en el jardín santo de Dios. Dios los puso a prueba para examinar
su fidelidad. ¿Cumplirían ellos su comisión o se rebelarían en contra de su Hacedor? En
este sentido el mandato a Adán y Eva estaba ligado específicamente a su período histórico-
redentor.
El mismo tema ocurre en otras épocas del Antiguo Testamento. En los días de
Abraham la obediencia al llamado de Dios dirigió a los patriarcas hacia las bendiciones; la
desobediencia trajo dolor y problemas. En el período davídico, los profetas llamaron al
arrepentimiento a Israel y ofrecieron prosperidad y bendición para los que guardaban
devoción a los mandamientos de Dios. En todas las épocas el pueblo de Dios, u obedecía
Su Palabra o sufría severamente por su desobediencia.
356
Con estas palabras Pablo dividió toda la historia en dos períodos: «este siglo» y «el
venidero». Su significado no es como el uso moderno de estos términos. Pablo no se refería
a nuestro tiempo actual y el tiempo después del regreso de Cristo. Sino que siguiendo el
uso común rabínico de estas categorías para describir el tiempo antes de la venida del
Mesías («este siglo») y el tiempo introducido por la aparición del Mesías («el venidero»).
Para Pablo, «este siglo» se refería a todo lo que había pasado en la historia antes de Cristo;
«el venidero» se refería a todo lo posterior a Su primera venida.
Cristo ha sido descrita como la era de la «ley», y la historia después de Cristo ha sido
conocida como la era del «Evangelio». La centralidad de Cristo en la historia de la
salvación ha sido un sello de la teología cristiana ortodoxa.
No obstante, este pasaje tiene implicaciones poderosas para la adoración del Nuevo
Testamento. La ira de Dios en contra de Uza nos advierte sobre la irreverencia al acercarnos
al trono celestial de Dios. Si su ira se encendió contra Uza por maltratar el arca del Antiguo
Testamento, ¿cuánto más se encenderá contra aquellos que deshonran el trono de
misericordia celestial por medio de la hipocresía y la irreverencia en la adoración?
Para decirlo de forma simple: Cristo siempre está entre las historias del Antiguo
Testamento y la iglesia. Siempre que buscamos aplicaciones modernas, debemos trazar
motivos del Antiguo Testamento por medio de la revelación decisiva que tuvo lugar en
Cristo. El contenido de Su enseñanza, los efectos de Su vida, muerte, resurrección,
ascensión y las instrucciones de Sus apóstoles nos guían a ajustes significativos del sentido
original para nuestros días.
Esta perspectiva reconoce tanto las discontinuidades como las continuidades entre
las épocas. Por un lado, el modelo orgánico reconoce las diferencias notables entre las eras
de la historia de la redención. Para un observador casual, un roble difícilmente parece lo
mismo que una bellota. Descartando un escrutinio cuidadoso, es difícil ver muchas
similitudes entre las primeras etapas de la fe bíblica y las edades que siguieron.
promesa, que tiene que ver con las promesas hechas a Abram. Después Dios dio Su ley,
pero el pueblo judío la desobedeció. Después de esta época vino el período de la gracia,
que se extiende desde la cruz hasta el regreso e Cristo. De acuerdo con el pensamiento
dispensacionalista estándar, actualmente estamos viviendo esta época. La última
dispensación es la era escatológica del Reino.
En esta perspectiva existe muy poca continuidad entre una época y la siguiente; lo
intérpretes deben dividir correctamente el mundo de verdad (2 Timoteo 2:15), guardando
los principios de cada época separadas de las otras.
Esta perspectiva toca el corazón de las narraciones del Antiguo Testamento. Como
hemos visto, los escritores del Antiguo Testamento presupusieron la validez de la ley
mosaica. Si los estándares mosaicos no tienen autoridad sobre los creyentes del Nuevo
Testamento, es difícil imaginar cómo las historias del Antiguo Testamento pueden
aplicarse a sus vidas.
En décadas recientes, los dispensacionalistas han suavizado las barreras entre las
épocas, y muchos de ellos están empezando a ver más continuidad. No obstante, aun los
dispensacionalistas modernos todavía tienden a tratar con los períodos de la historia de la
redención como entidades separadas, permitiendo relativamente que algunos principios de
fe se transfieran de una época a otra.
Con todas las variaciones que existen en los círculos dispensacionalistas es difícil
no caricaturizar el movimiento. Sin embargo, en su mayoría es seguro decir que los
dispensacionalistas presumen de discontinuidad entre las épocas a menos que la revelación
de un período posterior reafirme específicamente un principio de un período anterior.
Desde esta perspectiva, algunas ramas de una época anterior deben ser unidas al árbol de
361
una época posterior, pero el árbol nuevo debe aceptar expresamente las ramas de un árbol
arraigado. Otra vez, antes de que un principio de una época anterior pueda aplicarse en un
período posterior, debe ser específicamente reafirmado en la Escritura, en un texto que
represente al período posterior. De otra forma, la enseñanza del período anterior se presume
obsoleta.
Por ejemplo, los teonomistas admiten que las ceremonias del tabernáculo y del
templo están radicalmente ajustadas para los creyentes del Nuevo Testamento, pero los
códigos penales de la ley mosaica permanecen principalmente sin cambios para el mundo
moderno. Los hijos incorregibles y los blasfemos todavía deberían ser ejecutados (Éxodo
21:15-17; Levítico 24:16); los que quebrantan el Sabbath deben someterse a un
procedimiento criminal civil (Éxodo 31:15). De una manera general, la suposición con que
trabajan los teonomistas es que a menos que los estándares del Antiguo Testamento hayan
sido específicamente alterados por la revelación del Nuevo Testamento, permanecen sin
cambio significativo alguno.
Poner barreras impermeables entre las épocas está en oposición directa a las
prácticas de los escritores del Antiguo Testamento. Ellos apoyaron sus esfuerzos en la
presunción de continuidades significativas, instruyendo a sus lectores libremente por
medio de la revelación que había ocurrido en épocas previas. En el libro de Génesis, por
ejemplo, Moisés cubrió eventos que ocurrieron durante el período de inocencia de Adán,
la caída de Adán, Noé y los patriarcas. Como hemos visto, no reportó simplemente esta
historia para contarle a sus lectores acerca de la vida durante aquellos períodos: él enseño
acerca de la vida de su propia época. Moisés escribió Génesis asumiendo continuidades
principales entre las épocas previas y la suya propia.
Sin embargo, en contraste con los teonomistas, entendemos que ningún tema del
Antiguo Testamento queda sin ser afectado por el desarrollo de los períodos posteriores.
Como lo reconoce la Confesión de Fe de Westminster, él único pacto de gracia tiene
«varias dispensaciones». Mientras que la revelación del Antiguo Testamento permanece
363
autoritativa para todas las generaciones, debemos recordar que fue acomodada al pueblo
de Dios en su contexto histórico-redentor particular. Como lo puso Calvino:
Si un padre de familia instruye, rige y guía a sus hijos de una manera en la infancia, de
otra en la juventud y de otra cuando ya son adultos jóvenes, no lo podemos llamar débil
(vacilante) y decidir que ha abandonado su propósito. ¿Por qué entonces marcamos a
Dios con el sello de inconsistencia ya que él tiene otro tipo de marcas que lo distinguen?
La comparación anterior debe satisfacernos completamente. Pablo vincula a los judíos
con niños; a los cristianos con adultos jóvenes. ¿Qué fue lo irregular del hecho de que
Dios los restringió al enseñarles rudimentos correspondientes a su época, pero nos ha
entrenado por medio de una disciplina más firme y más varonil?
Por esta razón toda la revelación anterior debe ser reinterpretada a la luz de los
principios de la revelación postrera.
El adulterio siempre es malo, pero para los escritores del Antiguo Testamento este
principio no puede estar enteramente separado de los castigos prescritos en la ley de Moisés
(Levítico 22:10). A la luz de la enseñanza del Nuevo Testamento, el adulterio dentro de la
iglesia ya no debe ser asociado con el castigo capital, sino con la excomunión eclesiástica
(1 Corintios 5:1-13). La blasfemia en el Antiguo Testamento incluía la profanación de los
rituales del tabernáculo mosaico (Levítico 19:5-8), pero no en nuestra época. Las
prohibiciones en contra del robo en el Antiguo Testamento incluían respeto por la heredad
permanente de la tierra de un prójimo israelita (1 Reyes 21:1-19), pero no en nuestro
tiempo. Si resumimos los principios del Antiguo Testamento en categorías y términos
históricos, inconscientemente hemos comenzado a hacer ajustes a la época. Pero si los
definimos de acuerdo a su situación original, la necesidad para los ajustes de época en
todos los aspectos se vuelve evidente. Para aplicar las historias del Antiguo Testamento a
nuestros días, siempre debemos ver el significado original en términos de los desarrollos
364
orgánicos de la historia de la redención. Todos los motivos de las historias del Antiguo
Testamento permanecen autoritativos para nosotros porque nuestra época se edifica sobre
la revelación de épocas anteriores. No desechamos o negamos la autoridad de cualquier
enseñanza en las historias del Antiguo Testamento. Pero el árbol de la revelación divina ha
madurado. Las variaciones de la época entre las etapas inmadura y madura afectan la
aplicación moderna de cada dimensión de estas historias.
Un amigo mío recientemente pasó por una enfermedad muy seria; varias veces hasta
estuvo a punto de morir. Pero Dios contestó las oraciones y lo restableció nuevamente. La
experiencia de la enfermedad lo cambió dramáticamente. «Tengo una nueva perspectiva
de la vida», comentó un día. «Veo todo de diferente manera por lo que pasó en el hospital».
Todos nosotros tenemos experiencias dramáticas que cambian nuestras perspectivas: una
enfermedad, el nacimiento de un bebé, el matrimonio, la pérdida de un ser querido. Estas
experiencias se vuelven lentes por los cuales vemos el resto de nuestras vidas.
De la misma manera, el señorío de Cristo le pone color a todo lo que leemos en las
historias del Antiguo Testamento. La confesión básica cristiana «Jesús es Señor»
(Romanos 10:9; 1 Corintios 12:3) forma una consideración hermenéutica crucial cuando
orientamos estos versículos a la vida moderna. Dios hizo que el mundo existiera
(Colosenses 1:16); lo sostiene día a día (Colosenses 1:17); Él es el fin de todas las cosas
(Romanos 11:36). Como seguidores de Cristo, debemos luchar por ver cómo las
narraciones del Antiguo Testamento revelan Su señorío sobre nosotros. Cada aplicación es
una respuesta personal a Cristo mismo.
fueron tan válidos para la vida de Israel que requirieron ungimientos especiales de Dios.
Como «el Cristo» (el ungido), Jesús cumplió cada uno de estos oficios de unción.
Profeta
Como nuestro Profeta, Jesús reveló a Dios a Su pueblo. Él enseñó la ley con Sus
palabras y obras (Mateo 5:17-20; 22:34-40; Marcos 1:44; 7:9-13). Él proclamó juicio en
contra del pecado y llamó al arrepentimiento y fe (Mateo 5:21-22; 12:36-37; 4:17; Lucas
13:3, 5; Juan 3:16, 18, 36; 9:39). Él fue más allá que Moisés al dar una nueva revelación.
Por medio de Su enseñanza Jesús reveló más acerca de Dios que lo que jamás se había
sabido antes (Lucas 10:22; Juan 1:17-18).
La dimensión profética del señorío de Cristo da luz a los pasajes del Antiguo
Testamento de dos formas. Primero, si un pasaje se refiere explícitamente a un profeta del
Antiguo Testamento, nos dirige hacia la obra profética de Cristo. Por ejemplo, por todo el
libro de Éxodo, Moisés actuó como un profeta que instruía a los israelitas. Debido a este
enfoque del trabajo profético de Moisés, podemos aplicar este libro al ministerio profético
de Jesús. Él también advierte contra la hipocresía e insiste en que Su pueblo viva fielmente
ante Dios. Como cristianos, vemos a Moisés como una figura histórica en el libro de Éxodo
que prefiguraba a Cristo, el gran Profeta.
Sacerdote
Como nuestro Sacerdote, Jesús nos trae en comunión con Dios. Él se ofreció a Sí
mismo como un perfecto sacrificio en pago por nuestros pecados (Juan 1:29); Romanos
8:1-4; 2 Corintios 5:21; Hebreos 9:28). Nuestros pecados son perdonados (Romanos 6:18);
somos justificados (Romanos 3:24; 5:1; 8:30) y santificados (1 Juan 1:7; 3:6-10) en el
servicio de Dios por el trabajo sacerdotal de Cristo.
Muchas historias del Antiguo Testamento revelan el señorío de Cristo por lo menos
en dos maneras. Primero, muchos textos se refieren explícitamente a los sacerdotes. Por
ejemplo, en 1 Samuel 2:12-17 los hijos de Elí profanaron los rituales de adoración. Dios
condenó su rebelión y proveyó un reemplazo por el bien de Israel (1 Samuel 2:34-36). Los
lectores originales de esta historia aprendieron sobre los sacerdotes y los sacrificios del
Antiguo Testamento. Al aplicar este pasaje a nuestro tiempo, aprendemos de Cristo,
nuestro Sacerdote. En los días de Jesús, Dios rechazó la profanación de la adoración de
Israel, pero Jesús abrió el camino para las bendiciones de Dios a través de su propio
sacrificio e intercesión sacerdotal.
Segundo, muchas historias del Antiguo Testamento tocan temas asociados con la
función sacerdotal sin mencionar específicamente a los sacerdotes. Perdón de pecados,
sacrificios, adoración, oración y comunión con Dios toman el primer plano en muchos
367
pasajes. Cuando aparezcan estos motivos, debemos hacer conexiones con el oficio
sacerdotal de Cristo.
Por ejemplo, la historia de Jacob en Bet-el (Génesis 28:10-22) tiene que ver con la
presencia especial de Dios en la vida de Jacob. Jacob responde a su visión de la escalera
hasta el cielo diciendo: «No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo» (v. 17).
También adora y hace un voto de pagar el diezmo. Los lectores originales de Moisés
asociaron esta historia con su adoración en el tabernáculo, pero también aprendemos de
Cristo en este pasaje. Él es nuestro Mediador, nuestra escalera al cielo. Como Jesús mismo
lo dijo: «De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles
de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre» (Juan 1:51).
Las narraciones del Antiguo Testamento revelan el señorío de Cristo a medida que
tocan motivos que anticipan Su oficio sacerdotal. Por medio de su enfoque específico en
tratados generales de adoración, perdón y otras funciones sacerdotales, podemos ver qué
tan central debe ser Cristo en nuestra aplicación de las historias del Antiguo Testamento.
Rey
Nuestro Rey Jesús reina sobre todas las cosas, y llama a Su pueblo a someterse a Su
gobierno (Salmo 2:10-12). Nos defiende y va delante de nosotros a la batalla (Salmo72:4;
Juan 10:28-29; Apocalipsis 19:11-14), para conquistar el mal y asegurar una herencia
eterna para Su pueblo (Juan 14:2-3; Efesios 1:13-14, 18-19ª; Hebreos 2:14; 12:28; 1 Juan
3:8).
El Reino de Cristo está relacionado con las narraciones del Antiguo Testamento en
dos maneras. Primero, Cristo es el cumplimiento del reinado divino. A través de todo el
Antiguo Testamento, sólo Dios es el monarca absoluto en Israel (1 Samuel 12:12; Salmo
24:7-8; 29:10; 44:4, 47:2-8; 48:1-2; 89.18; Daniel 4:34; 6:26). Los reyes humanos
gobernaron como Sus vice-regentes, pero nunca como Sus sustitutos. Como la segunda
persona de la Trinidad, Cristo es la expresión suprema del gobierno divino sobre el pueblo
de Dios.
El primer libro de Samuel 8:5 reporta que Israel pidió «un rey que nos juzgue, como
tienen todas las naciones». Su deseo por la seguridad de un rey humano con poder absoluto
fue un rechazo a Dios como Rey. «No te han desechado a ti, sino a mí me han desechado,
para que no reine sobre ellos», le dijo el Señor a Samuel (1 Samuel 8:7). Este pasaje recordó
a los lectores originales del reinado de Dios sobre Israel. Para los intérpretes cristianos
368
apunta hacia Cristo, el Rey divino. La renunciación de Israel a confiar en Dios como Rey
es un paralelo de nuestro fracaso en confiar en Cristo. Cuando nos dirigimos a otras fuentes
de seguridad y fortaleza, repetimos su fracaso.
Segundo, Cristo es el Rey humano perfecto. Jesús nació como Hijo de David y
cumplió la esperanza de una dinastía davídica permanente (Mateo 1:1; Marcos 11:10;
Lucas 1:32-33). Consecuentemente, los registros del Antiguo Testamento de reyes
humanos en Israel también apuntan hacia el reinado de Cristo.
Por ejemplo, el registro del cronista del reinado de Asa (2 Crónicas 14:1-16:14) se
enfoca en la obediencia y el fracaso del rey. Mientras Asa fue fiel a Dios, experimentó gran
victoria; pero cuando siguió su propio camino, fracasó miserablemente. Estos pasajes
captaron la atención de los lectores originales a los reyes davídicos, pero como intérpretes
cristianos, podemos también ver la conexión con Cristo. Cristo fue completamente fiel en
su llamado real, asegurando una victoria eterna para Su pueblo. En donde todos los otros
reyes fallaron, Él triunfó. Más aun, este reinado de Cristo se anticipa donde sea que las
historias del Antiguo Testamento traten con paz y guerra, victoria y fracaso, castigo y
recompensa. Estos motivos siempre estuvieron muy asociados con el reinado y apuntan
hacia el trabajo de Cristo como Rey. Por ejemplo, cuando Abram venció a sus enemigos y
rescató a Lot (Génesis 14:1-16), la bendición de Dios de victoria fue una demostración de
Su poder real. Los lectores de Moisés ganaron confianza para sus conquistas en Canaán de
esta historia. Como intérpretes cristianos, se nos recuerda de la gran victoria sobre el
pecado y la muerte lograda por nuestro Rey, Jesucristo.
Siempre debemos ver las narraciones del Antiguo Testamento a la luz del señorío
de Cristo. Para lograr este objetivo, podemos comenzar con una simple pregunta. ¿Cómo
se enfoca en las dimensiones profética, sacerdotal y real de la vida del Antiguo Testamento
el pasaje que está ante nosotros? Al tocar los textos estos motivos, nos guían a considerar
los tres oficios de Cristo (ver figura 59).
La teocracia cristiana
Como hemos notado en varias ocasiones en este capítulo, los cambios entre las
épocas en la historia de redención han hecho diferencias entre el vivir fielmente ante Dios
hoy en día y el vivir fielmente ante Dios en los tiempos del Antiguo Testamento. Estas
diferencias resultan del carácter de nuestra teocracia cristiana. Para darnos cuenta de estas
369
variaciones, veremos el ideal teocrático y Cristo, fases de la teocracia cristiana, y los ajustes
a la teocracia cristiana.
Un motivo une todas las narraciones del Antiguo Testamento: el ideal de la teocracia
nacional de Israel. La Historia Mosaica trató con su establecimiento; la Historia
Deuteronomística examinó su continuación y declinación; y la Historia Cronística se
enfocó en la restauración de Israel como una teocracia. A pesar de las diferencias obvias,
todas estas tradiciones tuvieron que ver con el gobierno de Dios sobre Israel como unidad
nacional.
hogar del rey elegido por Dios; el templo era el lugar de adoración. De una u otra manera,
los escritores del Antiguo Testamento diseñaron sus libros para instruir a Israel acerca de
este ideal teocrático nacional.
El Nuevo Testamento enseña que la salvación vino por medio de la sangre de Cristo
rociada en el trono de gracia celestial (Hebreos 9:11-14; 10:19; 1 Pedro 1:1-2), no a través
de sacrificios de animales. En lugar de un hijo ordinario de David, el Hijo eterno de David
tomó su lugar en el cielo (Hechos 2:22-36). En lugar de una sola nación, el Nuevo
Testamento habla de la ciudad celestial (Apocalipsis 21:1-4) y del reinado eterno de Cristo
sobre los cielos nuevos y tierra nueva (Isaías 9:6-7).
La inauguración de nuestra era también se extendió a la obra del Espíritu Santo entre
los apóstoles. Cuando Cristo ascendió en las alturas, Él otorgó dones del Espíritu Santo a
Su Iglesia (Efesios 4:7-13). Sus apóstoles esperaron en Jerusalén por el fortalecimiento del
Espíritu (Lucas 24:49; Hechos 2:1-4) para que se convirtieran en testigos de Cristo a las
naciones. El Espíritu vino en Pentecostés (Hechos 2:1-11), y los apóstoles propagaron el
Reino a Judea, Samaria y hasta «lo último de la tierra» (Hechos 1:8).
En su ministerio terrenal, Jesús abrió una entrada entre el Reino de Dios y todas las
instituciones políticas de este orden del mundo, incluyendo al Israel nacional. Jesús enseñó
372
a Sus discípulos: «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas» (Mateo 6:33). Las ganancias materiales en este mundo deben tomar el
segundo lugar para el avance del Reino de Cristo. Cuando Pilato preguntó a Jesús, Él
respondió simplemente: «Mi reino no es de este mundo» (Juan 18:36). En línea con las
expectativas del Antiguo Testamento, Jesús comenzó una transformación completa de la
teocracia nacional. El liberó al Reino de los amarres geo-políticos del Antiguo Testamento,
en tanto navegaba hacia la teocracia extendida a todas las naciones.
Jesús continúa siendo nuestro Profeta, Sacerdote y Rey. Como nuestro Profeta, Él
enseña por medio de la fiel predicación de la Palabra (2 Pedro 3:2). Como nuestro
Sacerdote, Él intercede en nuestro favor ante el trono de gracia. Como nuestro Rey, nos
guía hacia la batalla, nos protege y cubre nuestras necesidades.
Sin embargo, la continuación del Reino ha de describirse como el «ya, pero todavía
no». Vivimos con muchas bendiciones de la era por venir. Tenemos al Espíritu Santo (2
Corintios 1:21-22), renovación interna (2 Corintios 4:16; Colosenses 3:10) y una Iglesia
que se extiende (Colosenses 1:6). Pero el Reino no ha venido en su plenitud. El barco de
la teocracia cristiana ha salido del viejo puerto del nacionalismo judío pero no ha llegado
a su destino final del dominio mundial. Como resultado, los seguidores de Cristo no son
ciudadanos de una teocracia geo-política. Más bien, «nuestra ciudadanía está en los cielos»
(Filipenses 3:20). El pueblo de Dios ahora vive como un remanente teocrático
desilusionado, una subcultura dispersa por todas las naciones de la tierra. Estamos pasando
por este mundo, comprometidos en una guerra espiritual (Efesios 6:12), y mirando hacia
el nuevo mundo que vendrá (1 Pedro 1:7; 2:11). En este tiempo, somos más bendecidos
que en cualquier otro tiempo del pasado; los tipos teocráticos viejos y las sombras han
pasado. Pero nosotros todavía esperamos la consumación de la teocracia en la segunda
venida de Cristo.
373
Por ejemplo, hemos mencionado que los cristianos deben relacionar la actividad
profética de Moisés con Cristo, pero tres opciones están ante nosotros. Podemos llamar la
atención a las enseñanzas de Cristo en tanto estuvo en la tierra; podemos enfocarnos en la
continuación de Su ministerio por medio de la predicación y la enseñanza de la Palabra; y
podemos apuntar hacia la revelación de Dios en la segunda venida. Las implicaciones de
un texto dado para las audiencias modernas incluyen todas las fases de la obra profética de
Cristo.
De manera similar, hemos sugerido que el quitar a los hijos de Elí del servicio como
sacerdotes en 1 Samuel 2:12-36 anticipa la perfección del sacrificio y adoración en Cristo.
Esta historia nos recuerda de las maravillas del sacrificio perfecto de Cristo en la cruz;
llama nuestra atención a Su continua intercesión ante el trono de la gracia; y nos guarda
374
siempre con la esperanza del perdón y la comunión con Dios que Cristo nos dará en la
segunda venida.
Podemos manejar pasajes que se enfocan en el Reino de una manera similar. Como
hemos sugerido, el registro del cronista acerca del reinado de Asa (2 Crónicas 14:116:14)
se aplica a la victoria y seguridad provistas por Cristo el Rey. Para aplicar este texto a la
teocracia cristiana, debemos recordar el establecimiento del Reino en la primera venida de
Cristo. Nos dirigimos hacia el poder de Cristo expuesto para nosotros día tras día a medida
que Su Reino continua, y se nos recuerda de la gloria de Su victoria cuando el Reino
encuentre una expresión universal en la segunda venida.
Los pasajes que hablan del reinado pueden aplicarse a todas las fases de nuestra era.
En tanto evaluamos las necesidades de los creyentes modernos, podemos enfatizar una
dimensión de aplicación moderna más que otra. Sin embargo, cada historia del Antiguo
Testamento nos dirige a considerar cómo Cristo es nuestro Profeta, Sacerdote y Rey en la
inauguración, continuación y consumación de la teocracia cristiana (ver figura 60).
La ideología de los escritores del Antiguo Testamento debe ajustarse a la luz de los
cambios en la teocracia cristiana. Estas modificaciones pueden ser complejas. Será de
ayuda comentar brevemente acerca de los tipos de reordenaciones que deben hacerse con
el fin de hacer aplicaciones a partir de historias específicas del Antiguo Testamento.
¿Cómo se aplican estos libros a la gente que vive en la teocracia cristiana? Cuando
ajustamos las perspectivas de los textos del Pentateuco a la forma del Reino de Dios en
nuestra era, encontramos un sinfín de implicaciones para un vivir responsable en Cristo.
No estamos siguiendo a Moisés por el desierto hasta Canaán, pero Génesis nos enseña
cómo Cristo nos sacó de la esclavitud del pecado y la muerte. Nos explica la necesidad de
seguirle en nuestras vidas diarias, yendo lejos del pecado y hacia nuestro destino final.
Génesis también nos anima a continuar confiando en que Cristo nos traerá un día a la tierra
prometida de un cielo nuevo y una tierra nueva.
Éxodo exhortó al pueblo a someterse al orden social y cúltico de Moisés. Una vez
más, ya no estamos atados a los tipos y sombras de la era de Moisés, pero Éxodo nos
instruye a reconocer la autoridad de Cristo como el que aplica la ley de Moisés a Su Reino.
del pacto y nos llama a una fidelidad diaria como pueblo de Dios. Finalmente, esperamos
el cumplimiento de las promesas del pacto de paz y prosperidad por toda la tierra al regreso
de Cristo.
Jueces nos enseña sobre nuestra necesidad de Cristo, nuestro Rey; sin Él nuestra
conquista fracasaría. Otros líderes, en el mejor de los casos, pueden proporcionar sólo
alivio temporal. Con Cristo, nuestro Rey, estamos seguros de victoria y bendición.
Samuel nos enseña a afirmar nuestro compromiso con el Rey Jesús, el Hijo de
David, a pesar de los problemas que hostigan a su Reino. Cristo fue sin falta, pero Su Reino
experimenta dificultades. Aun así, sabemos que las promesas de Dios descansan en Él. El
libro de Reyes nos recuerda no tomar los logros de Cristo como licencia para pecar; Dios
castiga a sus hijos cuando se descarrían. Así como el escritor de Reyes proporcionó una
esperanza de restauración, nosotros también podemos ser restaurados por medio del
arrepentimiento y la fe.
Cuando vemos estos libros como cristianos, encontramos que hablan poderosamente
a nuestras responsabilidades en la teocracia cristiana. Nosotros somos el remanente del
pueblo de Dios. Así como el cronista hizo un llamado al pueblo para regresar a los ideales
de la teocracia nacional, se nos exhorta a renovar nuestro compromiso con los ideales del
Reino de Cristo. La unidad del pueblo de Dios, la centralidad de Cristo como Rey, y la
importancia de una adoración apropiada son esenciales para recibir la bendición de Dios
en nuestros días. Como Esdras-Nehemías se enfocaron en la importancia de la santidad y
los esfuerzos prácticos para restaurar el Reino, podemos ver la importancia vital de la
separación de lo pecaminoso del mundo y la devoción a la construcción del Reino de
Cristo.
Otros libros. Los libros narrativos que quedan también hablan una palabra
relevante a nuestros deberes teocráticos. El libro de Rut apoya la legitimidad de la línea de
David a pesar de la presencia de una moabita en sus ancestros; como cristianos seguimos
a Cristo, cuyo derecho de reinar constantemente es desafiado. El libro de Ester enseñó al
pueblo de Israel cómo servir a Dios fielmente en tierra extraña; debemos aprender a servir
a Dios en un mundo pecaminoso. El libro de Josué puso en sus lectores originales la
importancia de llevar la Palabra de Dios a otras naciones. Hoy en día, los cristianos están
comisionados a llevar la Palabra de Cristo por todo el mundo también.
Conclusión
En este capítulo hemos bosquejado varios aspectos vitales al aplicar las historias del
Antiguo Testamento a nuestra época. La historia de la redención consiste de muchas
épocas, pero la venida de Cristo trajo el giro más significativo en la religión bíblica. Como
resultado, Cristo es el punto focal hermenéutico de todos los intentos de traer estos pasajes
a nuestra era. Debemos ver las narraciones del Antiguo Testamento a la luz de Sus oficios
profético, sacerdotal y real. Como pueblo de Dios viviendo entre la primera y la segunda
venida de Cristo, debemos también tener en cuenta las diferencias entre la teocracia del
378
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio
1. Haga una lista de diez temas principales que aparecen en las historias del Antiguo
Testamento. Reflexione en cómo fue modificado cada tema al progresar la historia
de la redención en el Antiguo Testamento y en Cristo.
2. Examine 2 Crónicas 12:1-12. Enliste tres implicaciones originales de esta historia.
Haga conexiones de cada implicación con los oficios de Cristo en las tres fases de
la teocracia cristiana.
3. Examine Génesis 11:1-9. Repita los pasos del ejercicio 2.
379
CAPÍTULO QUINCE
DE CULTURA A CULTURA
Yo crecí en una ciudad pequeña y tuve poco contacto con personas de otras partes
del mundo. Había aprendido en la escuela que otras culturas eran diferentes a la mía, pero
todos los que conocía eran como yo. Compartíamos las mismas costumbres y perseguíamos
los mismos sueños. Sin embargo, cuando me mudé a una gran ciudad, aprendí rápidamente
que las personas de otras culturas pueden ser muy diferentes. Los diversos antecedentes
culturales dan a las personas diferentes perspectivas y direcciones en la vida.
Incluso los escritores del Antiguo Testamento reflejan el entorno social de su época.
La inspiración del Espíritu Santo los mantuvo alejados del error, pero las perspectivas de
los autores surgieron de su mundo. No pensaban como personas modernas, sino que
miraban la vida en gran medida en términos de la antigua cultura del Cercano Oriente.
Por esta razón, las historias del Antiguo Testamento reflejan perspectivas culturales
y tradiciones que son diferentes de las nuestras en muchos sentidos. Estas diferencias
desafían a todo intérprete serio. ¿Qué podemos hacer para superar la brecha cultural?
¿Cómo podemos aplicar estas historias antiguas a la vida moderna?
Muchos temas surgen a medida que lidiamos con estos asuntos. Tocaremos tres: la
evaluación de las variaciones culturales, la cultura en el Antiguo y Nuevo Testamentos, y
la aplicación a la cultura moderna. ¿Cómo debemos evaluar las diferencias entre una
cultura y otra? ¿Qué efecto debe tener la venida de Cristo en nuestra visión de la cultura?
¿Qué ajustes culturales debemos hacer cuando aplicamos las narraciones del Antiguo
Testamento al mundo moderno?
380
Cuando aplicamos las narraciones del Antiguo Testamento a la vida moderna, tanto
la Biblia como la experiencia contemporánea nos confrontan con una amplia gama de
ideales culturales. ¿Hay alguna manera de juzgar entre estas normas? ¿Cómo debemos
evaluar las costumbres de los días del Antiguo Testamento? ¿Cómo podemos distinguir
entre lo bueno y lo malo en las culturas modernas?
Para responder a estas preguntas desde una perspectiva bíblica, debemos reconocer
que las culturas provienen de dos fuentes principales: la religión y la naturaleza. A medida
que comprendamos estas influencias, descubriremos pautas vitales para evaluar las
variaciones culturales.
Religión y cultura
Nadie puede escapar a los efectos de la revelación general, por lo que muchas
dimensiones de nuestras sociedades cumplen al menos externamente con la voluntad de
Dios. De diferentes maneras, las naciones exhiben tanto rebelión contra Dios como
cumplimiento de Su orden.
382
Pablo se opone a las perspectivas populares sobre la cultura actual. Vivimos en una
época de relativismo cultural, donde no hay un estándar universal para todas las personas.
Consideramos que todas las normas sociales son igualmente legítimas.
Los escritores del Antiguo Testamento aprobaron muchas prácticas culturales. Por
ejemplo, en 1 Crónicas 18:15-17, el cronista informó que David estableció una burocracia
política muy similar a otras naciones de su época: «Joab (...) era general del ejército, y
Josafat (...), canciller. Sadoc (…) y Abimelec (…) eran sacerdotes, y Savsa, secretario. Y
Benaía (…) estaba sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los príncipes
cerca del rey». Hasta donde sabemos, Dios no mandó específicamente a David que
siguiera esta forma de gobierno; David ejerció su propio juicio y adoptó una práctica de
su tiempo para el reino de Israel. ¿Cómo debemos evaluar la política del rey? ¿Era
correcto? En este caso, el cronista aprobó explícitamente las acciones de David al decir
que beneficiaban a Israel (l Crónicas 18:14). David cumplió con su responsabilidad como
rey de Israel, por lo que seguir esta norma cultural resultó ser una elección positiva.
promesa de Dios a sus propios esfuerzos carnales y había violado la revelación de Dios.
Las acciones de Abram fueron erróneas, a pesar del hecho de que eran culturalmente
aceptables.
Evaluar la sociedad contemporánea tiene dos lados. Por un lado, las prácticas que
son contrarias a la revelación de Dios deben ser vistas negativamente, como rebelión
contra Dios. Las políticas opresivas, la perversión sexual, el robo: todo esto está mal sin
importar cuáles sean los estándares de una sociedad. Para aplicar las narraciones del
Antiguo Testamento a la vida moderna, debemos reconocer estas prácticas por lo que son
a los ojos de Dios.
Por otro lado, cuando las sociedades modernas están de acuerdo con la revelación
de Dios, debemos evaluarlas positivamente. A los evangélicos a menudo les resulta más
fácil ser más negativos que positivos sobre la cultura contemporánea. Vemos rebelión
contra Dios a nuestro alrededor y tendemos a pasar por alto los valores culturales
positivos, como las leyes que restringen el mal y los patrones sociales que promueven la
justicia y la misericordia. Debemos apoyar las prácticas que traen honor a Dios. Cuando
evaluamos la cultura moderna, siempre debemos buscar tanto lo que está bien como lo
que está mal.
Naturaleza y Cultura
Evaluar la cultura requiere una perspectiva equilibrada. Aunque la religión juega un
papel importante en la formación del carácter de las naciones, no es el único factor a
considerar. Las variaciones en la naturaleza también dan forma a la vida humana. Las
culturas son el resultado de una interacción de valores religiosos y diversidades naturales.
Mi esposa y yo una vez vivimos en un apartamento encima de un artista. Su trabajo
fue notable en muchos sentidos, pero me impresionó más su amor por la diversidad.
Trabajaba bien muchas de formas de arte: tejido, costura, dibujo, pintura y cerámica.
Recuerdo que un día comenté: «Creo que ella puede hacer arte con cualquier cosa».
Cuando examinamos el mundo que Dios ha hecho, se hace evidente que Él también
ama la diversidad. Él no creó un orden social monolítico para Su imagen. Por el contrario,
Dios estableció innumerables diversidades naturales que generan muchas diferencias entre
nosotros. Como dijo Pablo: «Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para
que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los
límites de su habitación» (Hechos 17:26).
Los antropólogos culturales han señalado muchas causas naturales detrás de las
diversidades culturales, tres de las cuales parecen especialmente influyentes. El entorno
físico juega un papel importante en la cultura. Los patrones climáticos, la geografía y los
recursos naturales dan forma a las dimensiones vitales de la vida humana.
Los grupos que se asientan cerca del mar desarrollan medios de subsistencia
diferentes a los de sus contrapartes en el desierto; las personas que viven entre las montañas
inventan modos de transporte diferentes a los de las llanuras. Muchos patrones culturales
crecen a partir de las circunstancias físicas en las que viven las personas.
Además, Dios ha dotado a los seres humanos de diversos dones y habilidades
naturales. La observación ordinaria nos dice que tanto los individuos como los grupos de
personas tienden a tener diferentes fortalezas. Algunos poseen habilidades artísticas
agudas; otros están dotados de habilidades técnicas. Algunos son muy pragmáticos; otros
son más reflexivos y filosóficos. A medida que estos diversos tipos de personas dominan
una sociedad, conducen sus culturas en diferentes direcciones.
Finalmente, la diversidad cultural resulta del paso del tiempo. Los cambios
históricos causan muchas diferencias entre nosotros. A medida que las generaciones se
basan en el pasado y enfrentan los desafíos de su mundo cambiante, sus patrones culturales
cambian una y otra vez. Los cambios temporales también crean muchas diversidades.
385
Sin embargo, las diferencias naturales no están más allá de toda evaluación. Por el
contrario, todavía debemos evaluar estos asuntos de acuerdo con los principios generales
de las Escrituras. ¿Viola dicha práctica las amplias directrices morales que se encuentran
en la Biblia? ¿La costumbre pasa la prueba de los mandamientos de Dios? Las
motivaciones y los resultados de todos los patrones culturales se mantienen o caen a la
luz de las normas morales divina.
Por ejemplo, Abraham viajó al monte Moriah en un burro (Génesis 22:3); David
cuidaba ovejas (l Samuel 17:15). Sin duda, estas acciones eran elecciones morales para
estos hombres. Abraham estaba respondiendo al llamado de Dios a sacrificar a Isaac;
David estaba sirviendo como un hijo obediente. Estas acciones eran prácticas culturales
apropiadas para cumplir con las responsabilidades divinamente ordenadas. Todos los
creyentes deben obedecer los principios bíblicos de fidelidad y servicio como lo hicieron
estos hombres. Pero no tenemos que viajar en burro ni convertirnos en pastores. Estas
expresiones de obediencia del Antiguo Testamento resultaron del apego a las creencias
religiosas en el contexto de las diversidades culturales naturales.
386
Nuestros valores occidentales nos han llevado a esperar tanto una única respuesta
correcta a cada pregunta como la superioridad de las respuestas desarrolladas por los
académicos occidentales a las respuestas desarrolladas por los miembros de cualquier
otra cultura.
Las mismas normas morales pueden ser cumplidas en diferentes circunstancias por
medios diferentes pero igualmente legítimos. El lenguaje es un don que debe usarse de
acuerdo a la voluntad de Dios, pero esto no significa que todos debamos hablar el mismo
idioma. Los gobiernos deben ejercer el poder de la espada contra el mal, pero los medios
precisos para lograr este fin variarán. En diferentes tiempos y lugares, las normas de la
revelación divina requieren diferentes expresiones de obediencia.
estos principios, estaremos mejor equipados para evaluar las variaciones culturales (véase
la figura 61).
Cuando comparamos las historias del Antiguo Testamento con la cultura moderna,
rápidamente nos damos cuenta de que estamos tratando con algo más que desarrollos
históricos ordinarios. Los cambios histórico-redentores que tuvieron lugar en la primera
venida de Cristo han causado diferencias dramáticas entre nosotros y el Antiguo
Testamento. Para explorar estos cambios, examinaremos la cultura tanto en el Antiguo
Testamento como en el Nuevo Testamento.
Una lectura superficial de las historias del Antiguo Testamento revela que la ley
mosaica regulaba toda la sociedad israelita. Nuestras distinciones entre las esferas secular
y religiosa de la vida eran inconcebibles para los escritores del Antiguo Testamento. De
una manera u otra, la ley de Moisés gobernaba cada faceta de la teocracia nacional: la
adoración, los arreglos políticos y legales, y los asuntos interpersonales. Ningún área de
la vida fue impasible ante los preceptos de la revelación.
Sin embargo, la ley del Antiguo Testamento no regulaba estrictamente todas las
facetas de la vida. Dios abordó algunos aspectos de la cultura de Israel más
específicamente que otros. Por una parte, Él permitió que Israel siguiera las costumbres
antiguas siempre y cuando no violaran los principios de Su revelación; pero por otra parte,
ordenó regulaciones específicas para gobernar algunos aspectos de la vida cultural de
Israel. Cada dimensión de la teocracia nacional cayó en algún lugar dentro de este rango.
Ayudará el examinar ambos extremos del espectro: la flexibilidad cultural y la legislación
cultural.
Como resultado, muchos aspectos de la teocracia del Antiguo Testamento eran muy
similares a otras antiguas culturas del Cercano Oriente. Las habilidades tecnológicas de
Israel, las formas de arte, las prácticas domésticas y similares se desarrollaron a partir del
contexto histórico en el que vivía Israel. Los escritores del Antiguo Testamento trataron
estos patrones como diversidades naturales legítimas. No prescribieron instrucciones
específicas sobre asuntos como la etiqueta al comer, el color de la ropa, las formas de
entretenimiento o los modos de transportación.
20:8) afirmó la necesidad de una observancia fiel del sábado. Algunos temas específicos
fueron abordados en otras leyes e historias. Pero estos decretos no aclararon muchos de
los detalles de la observancia del sábado. Muchas facetas de la observancia del sábado
seguían siendo asuntos de conciencia.
Tercero, había muy pocas leyes específicas en el Antiguo Testamento. Si bien las
listas pueden parecer largas desde una perspectiva moderna, abordaban sólo unas pocas
áreas de la vida cotidiana. No se ocupaban de enormes porciones de la cultura del Antiguo
Testamento.
Por estas razones, podemos concluir que en muchas facetas de la vida Dios permitió
la flexibilidad cultural. La nación siempre estuvo limitada por los mandamientos de Dios.
pero muchas prácticas particulares no fueron legisladas.
¿Por qué Dios reguló la sociedad de Israel con tanto detalle? ¿Ató a su pueblo en
una camisa de fuerza cultural? La respuesta a estas preguntas está en las palabras a
Moisés: «Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águila,
y os he traído a mí mismo. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardares mi pacto,
vosotros seréis mi especial tesoro; porque mía es toda la tierra» (Éxodo 19:4-5).
Puesto de manera sencilla: la ley teocrática del Antiguo Testamento fue diseñada
para glorificar a Dios y para beneficiar a Israel. Separó la teocracia de las demás naciones
e hizo de Israel el «especial tesoro» de Dios (sglh). La ley de Moisés enseñó a Israel cómo
agradar y honrar a Dios. Además, protegió a Israel del poder destructivo del pecado y
señaló el camino hacia una vida fructífera (Josué 1:7-8). A través del tiempo, el pecado
convirtió a la ley en una carga pesada (Romanos 7:7-11), pero el propósito de Dios al dar
la ley era bendecir a Su pueblo. Como Moisés predijo:
390
Más allá de esto, Dios prescribió normas culturales contrarias a las prácticas de otras
naciones. La prostitución cúltica estaba prohibida (Deuteronomio 23:17); los israelitas no
debían comer alimentos que otros consideraban aceptables (Levítico 1 1:1-47); la ley
mosaica prohibía formas de opresión económica que estaban muy extendidas entre los
vecinos de Israel. Dios prescribió muchas prácticas para su pueblo que distinguían a Israel
como un pueblo santo separado de las costumbres comunes en el antiguo Cercano Oriente.
En resumen, Dios concedió a Israel áreas de libertad cultural, pero muchos aspectos
de la vida también fueron directamente regulados por la ley de Dios. Este alto grado de
regulación cultural distinguió a Israel de otras naciones, formando a Israel en una
expresión geopolítica del gobierno de Dios en la era del Antiguo Testamento.
Muchas preguntas son planteadas por este cambio de época. ¿Qué normas culturales
se requieren en la subcultura teocrática cristiana? ¿Cómo deben los cristianos expresar su
fe dentro de las diversas naciones a las que pertenecen? Cristo ha ordenado flexibilidad y
legislación para su pueblo hoy como en el Israel del Antiguo Testamento, pero estas
facetas de la vida teocrática han cambiado significativamente. Examinaremos la
legislación cultural y la flexibilidad cultural en la teocracia cristiana.
negociables para la iglesia cristiana. Para estar seguros, deben aplicarse con sabiduría a
circunstancias particulares. Pero sin importar dónde vivamos, todos los cristianos están
llamados a observar estas regulaciones.
Las normas bíblicas que gobiernan la subcultura cristiana nos hacen un pueblo santo.
Aunque estamos dispersos por todo el mundo, Dios nos ha dado pautas especiales que nos
hacen Su preciada posesión. Vivimos como Su pueblo sólo cuando seguimos estas
regulaciones teocráticas del Nuevo Testamento en todas partes del mundo.
Cristo derribó el muro que dividía a judíos y gentiles al «abolir en su carne la ley
con sus mandamientos y ordenanzas» (Efesios 2:14-15). Ahora no hay «ni judío ni griego,
esclavo ni libre, hombre ni mujer» (Gálatas 3:28). En consecuencia, muchas de las
extensas regulaciones diseñadas para separar a Israel de las otras naciones ya no sirven
para separar al pueblo de Dios de los incrédulos de hoy. Muchas de estas normas se
redujeron al estado de diversidades culturales naturales. Se convirtieron en asuntos
regulados por los principios generales de las Escrituras en lugar de una legislación
específica.
Por ejemplo, Génesis 17:1-27 enseñó a los lectores de Moisés que la circuncisión
debía observarse como la señal del pueblo del pacto. El Nuevo Testamento, sin embargo,
enseña que en Cristo Jesús «ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen ningún valor»
(Gálatas 5:6). No es que la circuncisión sea mala: Pablo se sintió libre de circuncidar en
algunos casos (Hechos 16:3) y de negarse en otros (Gálatas 2:3-5). Con la venida de
Cristo, el aislamiento relativo de Israel como teocracia nacional terminó. Así que el rito
de la circuncisión se redujo a una cuestión de diversidad cultural.
394
Los creyentes del Antiguo Testamento debían observar un ciclo anual de días santos.
Romper con este arreglo en los tiempos del Antiguo Testamento era violar la voluntad de
Dios. Sin embargo, Pablo instruyó a los colosenses a no permitir que nadie «os juzgue
(…) en cuanto días de fiesta» (Colosenses 2:16). Estas orientaciones del Antiguo
Testamento no eran más que «sombra de las cosas que estaban por venir» (Colosenses
2:17). Como dijo a los romanos: «Cada uno esté plenamente convencido en su propia
mente» (Romanos 14:5). La observancia de los días santos se convirtió en una cuestión
de libertad cultural para la subcultura cristiana.
La amplia flexibilidad cultural no es una mera opción para los cristianos, sino que
la Escritura lo demanda. El Nuevo Testamento nos dirige a elevarnos por encima de los
patrones de cada cultura mundial. La descripción de Pablo de su propio estilo de vida
ilustra esta responsabilidad: «A todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve
a algunos» (l Corintios 9:22).
Los cristianos han sido enviados al mundo como testigos de Cristo. Para llegar a
este fin, debemos acomodarnos a las variaciones naturales entre culturas tanto como sea
posible. Mientras no violemos los principios de las Escrituras, debemos ejercer
flexibilidad cultural para ganar a otros para Cristo.
Los padres de niños pequeños dan muchas reglas: «No toques el fogón. Mantente
alejado de la calle». A medida que los niños crecen, los límites del comportamiento
aceptable cambian, pero las lecciones aprendidas de la primera infancia permanecen con
ellos. Es posible que un joven de dieciocho años no tenga que mantenerse alejado de la
estufa, pero es mejor que recuerde que las estufas son peligrosas. Una joven de quince
años puede no mantenerse fuera de la calle, pero aun así debe tener cuidado con los
automóviles.
De la misma manera, Dios guio las prácticas de Israel como un padre que enseña a
niños pequeños. En nuestra era, Cristo ha llevado al pueblo de Dios más allá de las etapas
inmaduras de la teocracia del Antiguo Testamento. Sin embargo, las regulaciones del
Antiguo Testamento no deben ser olvidadas. Así como las reglas de la infancia continúan
informando a los adultos de principios importantes, las normas culturales de la teocracia
del Antiguo Testamento tienen mucho que ofrecernos en nuestros días.
396
El aplicar las historias del Antiguo Testamento a la cultura moderna requiere todas
las consideraciones básicas que hemos esbozado en este capítulo. Pero podemos
organizar estas perspectivas en tres pasos: el enfoque en la cultura del Antiguo
Testamento, en la enseñanza del Nuevo Testamento, y en nuestra subcultura.
Otros reyes usaban escudos y espadas. El escritor de Samuel incluso informó que
David usó otras armas que no eran una honda (l Samuel 25:13).
De manera similar, Dios le ordenó a Josué que marchara alrededor de Jericó durante
siete días (Josué 6:2-5). La actuación de Josué en Jericó fue una orden directa de Dios,
397
pero ¿fue una regulación teocrática categórica? ¿Esperaba el escritor que los israelitas
siempre siguieran esta prescripción específica, o debían buscar un principio más amplio?
Otros relatos de batalla indican que este patrón preciso de guerra nunca fue prescrito
de nuevo. Así que podemos concluir que Josué simplemente ilustró el principio de seguir
la dirección divina en la batalla. Este concepto aparece en todo el Antiguo Testamento
como un requisito para Israel. Cuando Dios revelaba un plan de batalla, los israelitas fieles
debían obedecer. Sólo el principio era normativo para la teocracia del Antiguo
Testamento.
Las comparaciones con otras porciones de las Escrituras revelan que los eventos de
personas reportados en las historias del Antiguo Testamento no eran una práctica
normativa para Israel. En estos casos, debemos mirar más allá de la cuestión en particular,
hacia los conceptos o principios que preocupaban a los escritores. La aplicación a la iglesia
debe descansar en los eventos particulares como ilustraciones de verdades más generales.
De manera similar, en Éxodo 32: 1-35 Moisés informó cómo Israel sufrió la ira de
Dios por adorar al becerro de oro en el Sinaí. Cuando comparamos esta historia con la ley
mosaica (Éxodo 20:4-6; Deuteronomio 4:15-31), es evidente que Moisés presentó este
evento para condenar la introducción de ídolos en la adoración de Israel. Israel había
transgredido la legislación específica que rige el culto. Este pasaje se centró en el tema
particular de la idolatría en la adoración, una norma que todos los israelitas tenían que
guardar con cuidado.
A medida que acortamos la brecha entre la cultura del Antiguo Testamento y nuestra
cultura, debemos comenzar con la evaluación de un texto a la luz de las normas teocráticas
del Antiguo Testamento. Si un pasaje lidia con cuestiones de flexibilidad, debemos mirar
398
más allá de los detalles a los principios más generales involucrados. Pero cuando los textos
presentan acciones e ideas más específicas que eran vinculantes en la teocracia del
Antiguo Testamento, debemos orientar nuestra atención más hacia las acciones
particulares a la vista.
Una vez que hemos decidido que un pasaje apunta a normas específicas o generales
para la cultura del Antiguo Testamento, podemos avanzar hacia la aplicación a nuestra
cultura enfocándonos en la enseñanza del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento se
desarrolla sobre temas del Antiguo Testamento de muchas maneras, a veces directamente
y otras veces indirectamente. Cualquiera sea el caso, la enseñanza del Nuevo Testamento
ofrece una guía indispensable para pasar de la cultura del Antiguo Testamento a nuestros
días.
Muchos principios generales en las historias del Antiguo Testamento son afirmados
y aplicados en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, el principio que derivamos de la
negativa de David a usar la armadura de Saúl (l Samuel 17:38-39) resuena con la
instrucción de Pablo sobre nuestra guerra espiritual. Pablo expresa la necesidad de ponerse
«toda la armadura de Dios» (Efesios 6:11), no la armadura humana. De la teocracia
cristiana extraemos «la verdad, (...) la justicia, (…) el evangelio de la paz (...) la fe, (…)
la salvación, y la espada del Espíritu» (Efesios 6:14-17). Si alguna vez la iglesia trueca
estas herramientas de guerra por sabiduría humana, poder político o coerción física, hemos
faltado tanto a las instrucciones de Pablo como a la lucha ejemplar de David contra Goliat.
Los textos del Nuevo Testamento también nos ayudan a ajustar la legislación
teocrática específica para la cultura moderna. Por ejemplo, los escritores del Nuevo
Testamento prohibieron estrictamente la idolatría (2 Corintios 6:16; 1 Juan 5:21;
Apocalipsis 2:20; 9:20) así como Moisés la prohibió en la historia del becerro de oro
(Éxodo 32: I-35). Nuestra adoración a Dios está regulada por la santidad del templo
celestial en el que ahora adoramos (Hebreos 9:11-27). Tampoco se permite el sincretismo
en nuestra adoración. Los escritores del Nuevo Testamento afirman claramente la
enseñanza de Moisés.
Los textos del Nuevo Testamento median entre la cultura del Antiguo Testamento y
nuestro mundo, ofreciendo pautas fundamentales para los ajustes que debemos hacer. A
medida que vemos cómo los autores del Nuevo Testamento manejaron los textos del
399
Antiguo Testamento para la iglesia, descubrimos muchas ideas sobre los tipos de
aplicaciones que debemos perseguir.
Nuestra Subcultura
Las aplicaciones legítimas también requieren un enfoque en nuestra subcultura. Dios
originalmente diseñó las historias del Antiguo Testamento para dirigir la vida en el Israel
nacional. Él no los inspiró principalmente para las sociedades egipcias, hititas o
babilónicas. Sin duda, las Escrituras tenían implicaciones para estas naciones, pero su
enfoque principal era la cultura de Israel. De la misma manera, las historias del Antiguo
Testamento hablan especialmente a la teocracia continuante en Cristo. Estos textos tienen
implicaciones para el mundo en general: llaman al mundo a arrepentimiento y fe, y revelan
los estándares de justicia que deberían existir en todas las naciones. Pero los cristianos son
los principales herederos de las historias del Antiguo Testamento. Hemos sido adoptados
en la familia de Abraham y heredamos las promesas dadas a sus descendientes (Romanos
4:1-25); por lo tanto, las narraciones del Antiguo Testamento nos pertenecen y nos
benefician en maneras que el mundo nunca disfrutará.
Por esta razón, la aplicación a la vida moderna requiere una cuidadosa atención a la
subcultura cristiana. Debemos concentrarnos en las formas en que estos textos desafían a
la iglesia en áreas de legislación y flexibilidad. Hemos sido llamados a un estilo de vida
distintivamente santo, pero también hemos sido llamados a la flexibilidad cultural. Los
temas del Antiguo Testamento se aplican a nuestras vidas en ambos niveles. Confundir uno
con el otro puede conducir a errores graves en la aplicación.
Así como Éxodo 32:1-35 requirió que los israelitas abandonaran todas las formas de
idolatría, la subcultura cristiana debe, sin excepción, resistir la idolatría. Del mismo modo,
debemos humillarnos ante Dios en arrepentimiento como lo hicieron Roboam y los líderes
en sus días (2 Crónicas 12:1-12). No se trata de una cuestión de flexibilidad cultural. Sin
embargo, nuestras aplicaciones a la comunidad cristiana deben reconocer las diferencias
legítimas dentro del pueblo de Dios. Aunque algunos aspectos de nuestra subcultura dejan
poco espacio para las variaciones, muchas facetas de la práctica cristiana están abiertas a
una amplia diversidad. Por ejemplo, señalamos anteriormente que el rechazo de David a la
armadura de Saúl (l Samuel 17:38-40) nos dirige a llevar la armadura de Dios a nuestra
guerra espiritual. Todos los cristianos deben cumplir con este mandato, pero vamos más
allá de los límites de la aplicación legítima si no reconocemos que los diferentes entornos
culturales requieren que la iglesia luche esta guerra de diferentes maneras. Los creyentes
en la Unión Soviética pueden difundir la fe de manera diferente a los cristianos
400
Conclusión
moderna. Estos principios nos ayudarán a hacer aplicaciones legítimas de las historias del
Antiguo Testamento de cultura a cultura.
Preguntas de repaso
1. Haga una lista de diez prácticas que Dios legisló específicamente para la teocracia
del Antiguo Testamento. ¿Cómo se aplican cada una de estas regulaciones a la
subcultura cristiana?
2. Haga una lista de diez áreas de flexibilidad cultural en la teocracia cristiana que
resultan del carácter internacional del Reino de Cristo. ¿Qué principios generales se
aplican a estas áreas?
3. Examine la historia del llamado de Abram (Génesis 12:1-9). ¿Cuáles fueron las dos
maneras en que este pasaje habló a la cultura en el Antiguo Testamento? ¿Qué
enseñanza del Nuevo Testamento nos ayuda a aplicar estos motivos? ¿Cómo deben
responder los cristianos como participantes de la subcultura teocrática?
402
CAPÍTULO DIECISÉIS
DE GENTE A GENTE
En los dos capítulos anteriores, hemos explorado formas de abarcar las distancias de
época y culturales que nos separan de las historias del Antiguo Testamento. El hacer ajustes
a nuestra edad y cultura nos permite acercar las narraciones del Antiguo Testamento a los
creyentes modernos, pero estas preocupaciones a gran escala por sí solas no las acercarán
lo suficiente. También debemos prestar atención a los ajustes personales, abordando las
necesidades de grupos específicos e individuos.
Cuando visito iglesias, a menudo escucho las mismas quejas. «Nuestro pastor es
demasiado abstracto». «Él no sabe lo que está pasando en mi vida». «No es práctico». «No
le importan las personas, sólo las ideas».
Nunca estoy muy seguro de cómo manejar estas críticas, especialmente cuando son
en contra de mis estudiantes y amigos. A veces, las acusaciones reflejan la falta de interés
del crítico en el aprendizaje. Pero tengo que admitir que con frecuencia las valoraciones
son exactas: muchos líderes de la iglesia están más interesados en las ideas que en las
personas.
¿Por qué nos resulta difícil abordar las necesidades prácticas a medida que
403
interpretamos las narraciones del Antiguo Testamento? Tres obstáculos juegan un papel
central: nuestras insuficiencias, los abusos por parte de otros, y la naturaleza de las
narraciones del Antiguo Testamento.
Nuestras insuficiencias
Hace unos años le pregunté a un pastor experimentado cuál era la parte más difícil
de la preparación del sermón. Esperaba que dijera: «entender el hebreo», o «idear un
esquema simple». En cambio, confesó: «La parte más difícil es aplicar el pasaje a mi propia
vida… Paso horas preguntándome cómo necesito cambiar. Una vez que hago eso, puedo
ver lo que mi iglesia necesita escuchar». Ese pastor reconoció uno de los mayores
obstáculos para la aplicación efectiva: su propia condición espiritual.
Todo intérprete debe aprender esta lección. Para satisfacer las necesidades de otros,
hemos de empezar por nosotros mismos. Cada vez que leemos una historia del Antiguo
Testamento, debemos preguntarnos: «¿Cómo me desafía este texto?», «¿Cómo debo
aplicarlo a mi vida?» Entonces podemos volvernos hacia los demás.
Por otro lado, los maestros pueden querer hacer aplicaciones prácticas, pero es
posible que no sepan cómo. Con pocas excepciones, la educación teológica formal presta
poca atención a estos asuntos. Los estudiantes aprenden acerca de las habilidades
exegéticas básicas y las doctrinas eclesiásticas. Estos temas son esenciales para una
interpretación sólida, pero muy poco tiempo es dedicado a las formas en que los textos del
Antiguo Testamento abordan los problemas particulares a los que se enfrentan las personas
hoy en día.
404
Descuidar la aplicación personal hace que muchos de los líderes de la iglesia que se
acercan a las historias del Antiguo Testamento de ese modo sean en gran medida
irrelevantes para los creyentes comunes. Estamos preocupados por las variantes textuales
y nos apasionan las estructuras literarias; tenemos interés en los trasfondos históricos;
queremos saber cómo se han manejado los pasajes a lo largo de la historia de la Iglesia.
Estos son temas importantes, pero a menudo nos distraen de tratar con las necesidades de
los creyentes en el banco.
¿Qué necesitan los cristianos modernos? Aunque la lista varía de persona a persona,
la mayoría de los creyentes anhelan cosas similares. Necesitan ser corregidos en sus errores
y sentir seguridad de perdón. Buscan guía al tomar decisiones difíciles. Anhelan ser
alentados en sus pruebas. Quieren que sus relaciones se fortalezcan. Buscan sanidad de su
pasado y coraje para el futuro.
Todos nos hemos encontrado con creyentes bien intencionados que tratan las
historias del Antiguo Testamento como comunicados desde el cielo emitidos
personalmente para sí. Seleccionan un pasaje e intuitivamente sienten que Dios les habla
de maneras que a menudo tienen poco que ver con el significado original.
Una vez escuché sobre un joven que se acercó a un profesor con gran entusiasmo.
Había estado luchando durante varios meses con la posibilidad de asistir al seminario.
«Dios me dijo qué hacer ayer», dijo con alegría. «Leí 1 Samuel 14:12: “Subid a nosotros,
y os haremos saber una cosa” ... Dios me dijo a través de este pasaje que fuera al seminario
a recibir clases de usted».
405
«No sabía qué pensar», me dijo el profesor con una sonrisa. «¡Me estaba llamando
o filisteo o asesino!»
En reacción a tales abusos, enfatizamos con razón las reglas básicas de interpretación
que hemos estado discutiendo a lo largo de este libro. El. Significado original es la guía
para todas las aplicaciones legítimas. Debido a que muchos creyentes manejan mal las
Escrituras de esta manera, es sabio indicar cómo nuestras aplicaciones están arraigadas en
el significado original. Esta práctica ayudará a otros a ver la importancia de una exégesis
cuidadosa.
descendientes tribales.
El amplio enfoque de las narraciones del Antiguo Testamento hace que sea fácil
permanecer en el nivel de las generalidades cuando aplicamos estos textos. Los pastores
alientan a sus congregaciones a amar a Dios, obedecer al Señor, tener fe y ser amables con
sus prójimos. Estas aplicaciones son importantes, pero a menudo dejan a las personas con
pocas ideas de cómo responder a la Palabra de Dios con acciones específicas.
Sin embargo, debemos recordar que las historias del Antiguo Testamento también
fueron diseñadas para su aplicación a grupos e individuos en Israel. En el período del
Antiguo Testamento, sacerdotes, levitas y profetas enseñaron la Ley y sacaron a relucir las
implicaciones de los textos para el pueblo (Levítico 10:11; 2 Reyes 22:11-20; 2 Crónicas
15:3; 17:7-9; Esdras 7:27; Nehemías 8:7-8, 11; Malaquías 2:7-9). A los cabezas de familia
se les ordenó «repetirlas a sus hijos, y hablar de ellas estando en casa, y andando en el
camino, y al acostarse, y al levantarse» (Deuteronomio 6:7-8). Los reyes debían tener
copias personales de la Ley (Deuteronomio 17:18-20). Josías escuchó la Ley de
Deuteronomio y vio su responsabilidad personal (2 Reyes 22:1-23:25). Nehemías recordó
las palabras de las Escrituras y se dio cuenta de las implicaciones para su vida (Nehemías
1:5-11). De la misma manera, los maestros de las Escrituras tienen la responsabilidad de
aplicar las historias del Antiguo Testamento a las necesidades específicas de las personas.
Debemos trabajar duro para mostrar las implicaciones de estos libros en la vida de grupos
e individuos. Deberíamos hacer una pausa en ocasiones y preguntarnos: «¿Soy demasiado
general en mis aplicaciones? ¿Estoy abordando las necesidades específicas de mi
audiencia»
Los intérpretes que desean ser relevantes en sus ministerios enfrentan muchas
dificultades. Nuestras propias insuficiencias, abusos por parte de otros y la naturaleza de
las historias del Antiguo Testamento en sí mismas plantean obstáculos formidables. Si
esperamos alcanzar la meta de la aplicación personal, debemos reconocer estas dificultades
y estar decididos a superarlas (ver figura 64).
407
¿Qué medidas prácticas podemos adoptar para superar los obstáculos contra la
aplicación personal? El proceso de aplicación personal puede seguir muchos caminos, pero
de una manera u otra, debemos tratar con al menos tres asuntos: la audiencia original, los
principios inferidos, y la audiencia moderna.
Audiencia original
Aun así, pronto se hace evidente que ciertas historias del Antiguo Testamento se
centraron más directamente en algunos elementos de la nación que en otros. A veces los
408
textos eran muy generales; en otras ocasiones, específicos. Para explorar estos asuntos,
examinaremos tres niveles de enfoque: general, grupo múltiple y específico.
El pasaje comienza con las palabras de David acerca de sus propias ofrendas (1
Crónicas 29: l-5a NIV): «Con todos mis recursos he provisto para el templo de mi Dios (...)
en mi devoción al templo de mi Dios doy ahora mis tesoros personales» (1 Crónicas 29:2-
3 NIV). Entonces David se dirige a la asamblea con un desafío: «Ahora, ¿quién está
dispuesto a consagrarse hoy al Señor?» En respuesta, «los jefes de familia, los príncipes de
409
las tribus de Israel, los jefes de millares y de centenas, y administradores de la hacienda del
rey ofrecieron voluntariamente». Al final del pasaje, el cronista agregó que «el pueblo se
regocijó por la respuesta voluntaria de sus líderes, porque habían dado libremente y de todo
corazón al Señor».
Pero esta historia también tuvo implicaciones para las personas que no eran
sacerdotes. El libro de Levítico también abordó cuestiones que les concernían a las personas
ordinarias (1:1-6:7; 18:1-20:27; 26:1-27:34). En consecuencia, podemos suponer que
Moisés no pretendía que la historia de Nadab y Abiú fuera únicamente para la instrucción
sacerdotal. Los hombres, mujeres y niños de Israel también debían aprender acerca de la
santidad de los servicios del tabernáculo. Este pasaje les habló sobre su concepto de
adoración, sus acciones en servicio a Dios, y su actitud hacia todos los asuntos sagrados.
Hacer aplicaciones personales de las historias del Antiguo Testamento a los lectores
modernos comienza con el reconocimiento de las variaciones dentro de la audiencia
410
original. Para comprender las muchas implicaciones originales de estos textos, es útil hacer
algunas preguntas básicas: «¿Cuáles fueron las implicaciones de este pasaje para toda la
nación de Israel? ¿Cuáles respuestas específicas de diferentes grupos e individuos dentro
de la nación fueron apropiadas?». A medida que reconocemos estas diversidades originales,
comenzamos a ver algunas de las muchas formas en que podemos formar aplicaciones
personales para nuestros días.
Inferir principios
Para lograr este fin, debemos mirar las implicaciones originales a la luz de los
cambios de época y cultura que han tenido lugar entre el entorno original y nuestros días.
Podemos preguntar: «¿Cómo ha desarrollado este motivo la venida de Cristo? ¿Qué
desarrollos culturales nos ayudan a acoplar el significado para nuestra actualidad?».
Para aplicar este aspecto del significado original a nuestros días, reafirmamos las
411
Más allá de esto, también debemos evaluar los desarrollos culturales. La guerra
espiritual de la Iglesia varía en diferentes culturas. En algunas, la Iglesia está social y
físicamente oprimida. Otras religiones atacan con osadía las creencias de la iglesia
cristiana. Luchamos con las sutilezas del sincretismo dentro de la Iglesia. Nuestra guerra
espiritual toma muchas formas diferentes. Por esta razón, debemos reformular el mensaje
de Moisés en Génesis 22: 1-19 de una manera que reconozca la necesidad de confianza en
cualquier batalla espiritual que nuestra cultura presente.
Segundo, vimos que 1 Crónicas 29:1-9 fue diseñado para llamar a los diferentes
segmentos de la comunidad post-exílica a apoyar el templo. El cronista enseñó a sus
lectores a dar de sí mismos y de sus recursos para los servicios del templo a fin de que las
bendiciones de Dios llegaran a la comunidad restaurada. Pero este resumen del texto no se
transfiere fácilmente a las audiencias modernas. La preocupación del cronista reflejaba las
cuestiones específicas que enfrentaba la comunidad post-exílica. No vivimos en Jerusalén;
no tenemos ningún proyecto de templo ante nosotros.
Para avanzar hacia la aplicación moderna, los intérpretes cristianos deben ratificar
el propósito del cronista de manera que reemplace los distintivos del Antiguo Testamento
con las características de nuestra época. En este caso, podemos decir simplemente que el
pasaje enseña al pueblo de Dios a ser dedicados a la adoración en Cristo para recibir las
bendiciones de Dios. Le damos todo lo que somos a Él porque Él «habitó entre nosotros»
(Juan 1:14) y se ofreció a sí mismo como nuestro sacrificio (Romanos 3:25-26; Hebreos
9:14). Él media en el templo celestial por nosotros (Hebreos 9:11-15) y nos llevará a la
presencia de Dios en Su segunda venida (Apocalipsis 21:3-4). Esta reformulación abre el
camino para traer este pasaje a la vida de las personas hoy en día.
Las variaciones culturales en nuestra época también nos llaman a considerar a Cristo
como santo en cada entorno cultural. Debemos resistir los intentos del mundo de alejarnos
de la devoción pura hacia la honra y la adoración de Él.
Audiencia moderna
ancianos se les advierte contra persistir en prácticas tradicionales que desagraden a Dios.
Los jóvenes deben ejercer precaución al introducir nuevas prácticas en la adoración. A
medida que permitimos que esta historia arroje su luz sobre diferentes personas, vemos su
vasto potencial para la aplicación práctica.
Para descubrir las aplicaciones personales de las historias del Antiguo Testamento
para los creyentes modernos, primero debemos examinar las diversidades dentro de la -
audiencia original. Luego inferimos principios a la luz de los cambios de cultura y época.
Finalmente, ajustamos las implicaciones de estos textos a las diversas necesidades de la
audiencia moderna (ver figura 65).
Cristo enseñó que el mandamiento más grande es «amar al Señor tu Dios con todo
tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente» (Mateo 22:37; ver Deuteronomio 6:5).
En una palabra, Él nos llamó a someter todo nuestro ser en servicio leal a Dios. En
consecuencia, el summum bonum (bien supremo) de la interpretación es aplicar las
Escrituras a toda nuestra existencia. Van Til resumió el asunto:
Aplicación conceptual
Primero, debemos creer la información que estos textos nos dan sobre la vida
moderna. Todos los creyentes tienen conceptos erróneos acerca de Dios, el mundo y la
humanidad. Pensamos que Dios es de cierta manera, cuando, de hecho, Él es justo lo
contrario. Creemos que nos hemos entendido a nosotros mismos cuando en realidad hemos
entendido mal. Por ejemplo, a muchos cristianos les resulta difícil creer que Dios ordenaría
a alguien sacrificar a su hijo. Pero la historia de la prueba de Abraham nos dice que esto
fue precisamente lo que Él hizo. Por difícil que sea, debemos renunciar a nuestras
perspectivas y aceptar esta información acerca de Dios. Las historias del Antiguo
Testamento presentan perspectivas apropiadas sobre todos los hechos. Es nuestra
responsabilidad recibir esta información y cambiar la forma en que pensamos.
Aplicación conductual
Aplicar las narraciones del Antiguo Testamento a la vida moderna implica más que
la concurrencia cerebral: esto es solo el comienzo. Dios también requiere que nuestras
acciones se ajusten a Su revelación. Tocaremos la importancia del comportamiento y las
áreas de aplicación conductual.
Primero, la información que nos dan los textos del Antiguo Testamento nos enseña
cómo comportarnos. Considere Génesis 1:1-2:3. Este texto enseña que Dios es el Creador.
Siempre que vivimos de maneras que oscurecen o niegan esta verdad, hemos fallado en
aplicar esta información a nuestro comportamiento. El pasaje también nos dice que Dios
vio Su orden creado original como bueno. Siempre debemos comportarnos de manera que
419
afirmemos esta realidad. El texto revela que los seres humanos son la imagen de Dios.
Cuando tratamos a los demás o a nosotros mismos como algo menos que esto, hemos
violado esta información. Nuestro comportamiento debe ajustarse a la información que
recibimos de las narraciones del Antiguo Testamento.
Aplicación emocional
Las historias del Antiguo Testamento también fueron diseñadas para ser aplicadas
en un nivel emocional. Estaban destinados a afectar nuestras actitudes, motivaciones y
disposiciones.
Primero, la información que derivamos de los textos del Antiguo Testamento tiene
el potencial de un efecto emocional. Por ejemplo, aprendemos del libro de Jueces que Cristo
ha cumplido con nuestra necesidad de que un rey piadoso nos gobierne. Esta implicación
no es un dato infructuoso, pues nos recuerda que Cristo es nuestra única esperanza. ¿Qué
trae mayor gozo y confianza que la comprensión de que Él ha provisto nuestra liberación y
seguridad? Génesis 2:4-3:24 nos enseña que las dificultades en la vida provienen de nuestra
rebelión contra Dios. Difícilmente se nos puede recordar este hecho sin un sentido de
humildad y gratitud por la gracia redentora de Dios. Estas implicaciones informativas
deberían tocarnos emocionalmente.
podemos estar mortificados por nuestra propia negativa a obedecer Su Palabra. Nosotros
entendemos el requisito de pureza sexual en la historia de Judá y Tamar (Génesis 38:1-30).
¿Qué respuesta emocional deberíamos tener? Los que son castos se regocijan; los que son
inmorales han de temblar de miedo.
En tercer lugar, las influencias afectivas de las historias del Antiguo Testamento
también deben aplicarse emocionalmente. La aplicación de las dimensiones afectivas de
estos textos va más allá de la comprensión al sentimiento real. La prueba de Abraham nos
da razones para la confianza en el futuro. Sin embargo, hemos aplicado esta verdad a
nuestras emociones sólo cuando nos sentimos genuinamente confiados y seguros sobre el
futuro. El gozo de David al traer el arca a Jerusalén (2 Samuel 6:12-19) revela el gozo que
fue para todo el pueblo de Dios encontrarse en Su presencia. No sólo debemos estar
convencidos de que esto es cierto, sino también experimentar la alegría.
Pasar por alto las necesidades específicas de los creyentes puede causar serios
problemas en la vida cristiana. El énfasis excesivo en la aplicación conceptual conduce al
intelectualismo, y nuestra fe se reduce a meras ideas. Demasiado énfasis en la aplicación
del comportamiento resulta en legalismo, y la vida religiosa equivale únicamente a hacer
lo correcto. Exagerar la aplicación emocional y ser negligentes hacia los otros niveles
conduce al emocionalismo, y los creyentes se vuelven completamente embaucados en sus
sentimientos.
simples: ¿Qué problemas conceptuales modernos aborda este texto para mi audiencia?
¿Cómo se ve desafiado por este texto el comportamiento moderno? ¿Qué necesidades
emocionales de mi audiencia satisface este texto (ver figura 66)?
Conclusión
Preguntas de repaso
Ejercicios de estudio