TEMA 7: SANTO TOMÁS DE AQUINO

1. VIDA Y DOCTRINA

Tomas de Aquino pertenece al linaje de Aquino, nace en 1225-26 en Roccasecca, estudia en

Montecassino e ingresa con gran reticencia familiar en la orden de predicadores. Es discípulo de
San Alberto Magno en París y Polonia, enseña geología en parís y en Nápoles. Muere en 1274 en
la abadía de Fossanova cuando se dirigía desde Nápoles al concilio de Lion. Culmina la
adaptación del aristotelismo al pensamiento cristiano, labor que inicia su maestro San Alberto
Magno. Tomas de Aquino es el más importante pensador del Medievo, lleva a cabo una
completa sistematización del pensamiento escolástico que en su formulación y por su autoridad
intelectual se convierte en la filosofía del catolicismo, incluso hoy la cultura católica considera a
la doctrina aristotélico-tomista como la filosofía verdadera e imperecedera.

De su obra destaca fundamentalmente la ‘’Summa Contra Gentiles’’, ‘’Quastiones Disputatae”,

Los comentarios a las sentencias de Pedro Lombado y a la ética y la política de aristoteles, ocupa
un lugar primordial ‘’La Summa Theologica’’ dividida en tres partes, la 2º de las cuales se
subdivide a su vez en otras dos, la prima secundae partis contiene un estudio sobre las leyes y la
secunda secundae partis sobre la justicia. También es importante ‘’De Regimine Principum’’
obra menor que solo en parte es de la autoría de santo tomas.

Santo tomas en su obra aborda el problema capital de la escolástica, de algún modo toda la
filosofía, todo el pensamiento cristiano anterior culmina y se reformula en santo tomas, quién
asume la labor de construir un sólido edificio teórico a partir del pensamiento aristotélico desde
una óptica cristiana. De algún modo, Santo Tomás es uno de los grandes pensadores de la
filosofía occidental, su dimensión como filosofo del derecho va mucho más allá que la de ser
como es uno de los grandes pensadores de la filosofía cristiana para convertirse en uno de los
grandes hitos de la filosofía de todos los tiempos.

El problema capital de la escolástica que subyace al pensamiento tomista y que hasta ese
momento había tenido un tratamiento insatisfactorio es el de las relaciones entre razón y fe,
entre ciencia humana y revelación. Santo Tomás supera con ello a la patrística y a la escolástica
anterior y a todas las contribuciones del cristianismo primitivo, en su opinión fe y ciencia no se
contraponen, por el contrario, la razón establece los presupuestos de la fe, esclarece sus
verdades y refuta las objeciones que a esta se le hacen. Desaparece así la negación de la ciencia
y del conocimiento racional propios del cristianismo primitivo.

A pesar de que se reafirma la primacía de la fe sobre la razón, Santo Tomás no ve ninguna

oposición entre una y otra, se supera así la disensión entre vida sobrenatural y vida mundana,
entre vida según la gracia y vida según la naturaleza. Por eso, a las virtudes teologales
infundidas por la gracia se unen, si bien, en un plano inferior las virtudes éticas o morales del
esquema aristotélico. Santo Tomás construye así un grandioso edificio teórico que realiza
perfectamente la idea medieval de la ordenación a Dios de toda la realidad.

Santo Tomás bajo la dirección de Aristóteles abre así a la razón, a la ciencia humana un
espacio propio en el que pueda ser autónoma. Todo ello se detecta especialmente en ‘’la
ética’’ y en ‘’la teoría de las leyes’’ así como en su teoría política.

Para Santo Tomás el estado ya no es contemplado como una gran empresa criminal y no
necesita estar subordinado a la iglesia para ser legitimo, aunque aparece en un plano inferior al
de la iglesia, se ciñe al bien común de la sociedad humana se diferencia de los fines naturales de
la iglesia. Santo Tomas adopta una actitud moderada frente al más grave problema político del
Medievo que es la subordinación del poder terrenal al poder de la iglesia, es decir, el de las
relaciones entre iglesia e imperio.

De este modo santo tomas anticipa en algún sentido el principio de la separación entre los dos
poderes, lo cual revela el carácter inequívocamente moderno de su pensamiento.

Es un autor que ha sido asociado a las posiciones más conservadoras de la iglesia católica
ofreciéndose una visión deformada y frustrante de su pensamiento. La obra de Santo Tomás de
Aquino contiene alguno de los principios de nuestra concepción del mundo. La filosofía de santo
tomas ha inspirado el pensamiento occidental, incluso el de aquellos que rehúsan cualquier
relación con él. Muchas de las grandes contribuciones del pensamiento cristiano a la filosofía de
todos los tiempos están formuladas en el pensamiento del Aquinate.

2. LA LEY Y SUS TIPOS

Para Santo Tomás la ley es una “regla y medida de las acciones según la cual uno es inducido a
obrar o a abstenerse de obrar”, su nombre deriva de “ligar” porque obliga a obrar.

La ley en Santo Tomás está vinculada a la razón, la ley pertenece a la razón puesto que esta es
regla y medida de las acciones humanas y es a ella a quien le corresponde ordenar a un fin. Ese
carácter racional de la ley, del derecho, lo expresa Santo Tomás cuando la define como “el
dictamen de la razón práctica del soberano que gobierna una comunidad perfecta”, por
perfecta se entiende aquella comunidad que no es parte de una comunidad superior, por eso no
pueden considerarse leyes las ordenes de un jefe de familia, pues esta forma parte del estado.

Por tanto, hay dos elementos que ya de algún modo están prefigurando o delineando el
concepto de ley en santo Tomás y la naturaleza de la propia ley desde el punto de vista
ontológica, la ley es ley en cuanto es racional, y además, la ley no es solo voluntad, es voluntad,
dictamen y racional. Hay un tercer elemento, que es sustancial, la ley procede de un soberano
que gobierna una comunidad perfecta, hay comunidades inferiores en las que se establece
prefectos que no tienen naturaleza jurídica, por ejemplo, las órdenes del jefe de familia, esto no
es ley.

El fin de la ley es el bien común, al que siempre ha de estar ordenado, y su definición más exacta
es “una ordenación de la razón dirigida al bien común promulgada por aquel que tiene el
gobierno de la comunidad” surge por tanto un cuarto elemento, que define también
ontológicamente la ley, es un elemento de naturaleza teleológica o finalista, la ley para ser tal,
para ser plenamente ley tiene que estar supeditada o tienen que dirigirse al bien común.

La esencia de la ley, en definitiva, en todas sus manifestaciones es por tanto la racionalidad.

Tipos de ley:

Santo Tomás distingue varias clases de leyes:

La lex aeterna:

Es la razón misma de dios en cuanto rector del universo. El universo es una comunidad cuyo
soberano es dios, la razón de dios asume por ello el carácter de ley y dirige todas las cosas a su
fin. Esta ley solamente es conocida por dios y por los santos, aunque, toda criatura racional
puede conocerla en su irradiación. Esa irradiación de la lex eterna en la criatura racional es la lex
naturalis. Aquella parte de la lex eterna que los hombres pueden llegar a conocer, de modo que
el individuo en cuanto a ser racional, participa de la lex eterna. Esa participación de individuo en
la ley de dios es lo que constituye la lex naturalis.

La lex naturalis:
Es parte de la anterior. No es más que una copia imperfecta de la ley eterna, una parte de ella
que se irradia en la razón humana y todos los hombres en cuanto criaturas racionales conocen
la ley natural. En el fondo de todo esto hay una fundamentación de carácter naturalista. Hay
una pregunta que tiene la máxima importancia, acerca del contenido de la ley naturalis, y tiene
tanta importancia porque se refiere a un debate con gran transcedencia histórica ya que todavía
hoy constituye un elemento fundamental para conocer el planteamiento de santo tomas. ¿Cuál
es el contenido de la ley natural? Santo Tomás aborda esta cuestión en el segundo artículo de la
questio 94 de la prima secuandae partis.

Tradicionalmente el pensamiento católico se inclinaba por sostener que de los primeros

principios de la ley natural se puede deducir un conjunto de preceptos perfectamente
determinados, algo así como un código natural eterno e inmutable. Hoy este planteamiento
está en retroceso y tiende a prevalecer una opinión distinta, según la cual el precepto esencial
de la ley natural es “se debe hacer el bien y evitar el mal”, en latín “Bonum faciendum, malum
vitandum” que sería el único precepto esencial e inmutable, pues para Santo Tomás la ley
natural es inmutable y universal, sólo en sus principios. Este principio es puramente formal, que
sea el bonum o el malum no se especifica, establecía una concepción formal de ese principio.
Durante mucho tiempo la tesis de santo tomas se identificaba con una ética material, donde se
tenían que respetar unos principios y si no se hacía ibas contra la ley natural. A partir del primer
principio se deducen los demás principios, esta deducción no es cerrada también depende de la
actuación de la persona para que su proceder sea moralmente correcto. Un ejemplo de ética
formal es no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti, ya que no te dice lo que
tienes que hacer sino como tienes que actuar.

Para santo Tomás la ley natural es la forma dentro de la cual el hombre debe encauzar su querer
y esta forma es la de la racionalidad ya que “es propio del hombre estar inclinado a obrar
conforme a la razón”. La ley natural no puede ser borrada del corazón de los hombres, solo
puede ser oscurecida en el momento de su aplicación por las pasiones.
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El derecho natural consiste por tanto en la norma que la razón reconoce como válida con
relación a la concre
ta relación que la norma misma está llamada a regular, por tanto, aun
dentro de su validez absoluta, el derecho natural es relativo a las circunstancias históricas, y
por tanto no es inmutable, es permeable, flexible… a la propia historia.

La lex divina:está por encima de todas las demás. La ley revelada por dios.

A diferencia de la ley natural y la ley positiva, que guían al hombre en la consecución de sus
fines terrenos, la ley divina revelada directamente por dios procura un fin sobrenatural, la
felicidad eterna del hombre. La ley divina como ley positiva de dios, además de guiar al
hombre al logro de la felicidad eterna supera las incertidumbre e imperfecciones de las leyes
humanas. Con la lex divina, Santo Tomás consigue dos objetivos:

- Superar la dificultad de justificar una ley de dios diferente de la ley natural,

dificultad que se haya presenta en la patrística.
- Evitar la identificación de la ley de dios con la ley de la naturaleza, bastante
frecuente en el medievo

La finalidad de la ley divina deslindar

es el espacio de la razón y el espacio de la revelación,
algo que estaba muy mezclado en el pensamiento cristiano anterior, por lo que de algún modo
lo que intenta santo Tomás es algo que se hará mucho después. Deslindar para decir dónde
está el terreno de la ley que debe inspirar al derecho positivo, la ley que se ocupa de lo
mundano y que tienen que ver con la organización de las sociedades políticas. La ley divina
tiene una naturaleza ultraterrenal. Por tanto, en el trasfondo de esto está ación
la separ
de
iglesia y estado.

La lex humana

Santo Tomás reconduce a la lex naturalis directamente la lex humanis, es decir, el derecho
positivo establecido por el hombre, para que quien no se someta por sí mismo a la disciplina
de la virtud sea inducido por
a fuerza
l y el temor a abstenerse de hacer el mal. La ley se
manifiesta así en toda su dimensión y en sentido amplio como ordenación racional dirigida a
un fin. Es la ley humana la que procura el bienestar terrenal y material.

Para Santo Tomás, la ley huma

na está así ligada a la ordenación racional que implica la ley
natural.

Mientras el derecho natural nace de la misma naturaleza de las cosas, de las relaciones que la
naturaleza regula, el derecho positivo nace de la voluntad común, ya sea, en virtud
n de u
acuerdo privado, por acuerdo de todo el pueblo o por mandato del príncipe.

¿Qué ocurre si una norma de derecho positivo no es conforme con la lex naturalis? En
principio, la ley humana deriva de la ley natural de modo que la conformidad con esta es
conditio sinecua non (condición imprescindible) de la validez de aquella, es decir, si la ley
positiva no se adecua a las exigencias de la ley natural, esa no adecuación o adecuación es
imprescindible para que la ley sea válida.
 Santo tomas reconduce a la ex naturalis directamente la lex humana, es decir, el derecho
positivo establecido por el hombre para que quien no se someta por si mismo a la disciplina
de la virtud sea inducido por la fuerza y el temor a abstenerse de hacer el mal. La ley se
manifiesta en si en todas sus dimensiones y en sentido amplio como ordenación racional
dirigida a un fin es la ley humana deriva de la ley natural de dos maneras diferencias:

1. Permorum conclusiorumesto es por reducción de los ppos del mismo modo que en las
ciencias se extraen conclusiones de las premisas, en este caso, la ley humana se
materializa en el derecho de gentes (Ius Gentium)

2. Permorum determinatiornis es por especificación de normas más generales, y en ese

caso, la ley humana se materializa en ius Civile que es el que rige las relaciones entre
los miembros de una misma comunidad.

Santo Tomás retoma así el temor de San Agustín y también su afirmación según la cual no
parece que pueda existir una ley que no sea justa. La ley debe ser justa, esto es “recta según la
norma de la razón”. La ley positiva que difiera de la ley natural en celebre expresión de Santo
Tomás ya no sería ley sino corrupción de ley (quaestio 95 de la suma teológica. Esta afirmación
ha tenido una gran repercusión en la historia del pensamiento, y es de algún modo la piedra
angular del iusnaturalismo ontológico(supedita la validez de la norma a su justicia), sin embargo,
esta afirmación es posible que está sacada de contexto, porque en otros lugares de la suma
teológica Santo Tomás no se expresa con tanta contundencia, no parece negar la existencia de
leyes injustas, les niega valor moral, pero reconoce su validez jurídica, las llama “violencias más
leyes” y llega a afirmar que estas leyes pueden obligar en conciencia “para evitar escándalo y
deshonra”

3. LA JUSTICIA

Santo Tomas se ocupa de la justicia en la secundae partis inspirándose para ello en el

tratamiento que le da Aristóteles primero y Cicerón después. Inicia su estudio sobre la justicia a
partir de la discusión de una definición que se contiene en el digesto en virtud de la cual justicia
est constant et perpetua voluntas ius suum cuique tribuere (la justicia es una constante y
perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho) Santo Tomas modifica esta definición en
sentido aristotélico y la fórmula del siguiente modo ‘ disposición del espíritu por el que con
constante y perpetua voluntad se atribuye a cada uno su derecho’ Santo Tomas insiste en el
carácter intersubjetivo, alteridad, de la justicia que ya se encontraba en Aristóteles. Y se concibe
como virtud ad alterum, la justicia concibe una diversidad de sujetos ya que no existe justicia
sino de hombre a hombre. Santo Tomas acepta también la distinción, de algún modo simplifica
la definición aristotélica, y simplifica la clasificación entre justicia conmutativa que tiene lugar
entre los individuos y tiene por objeto los intercambios entre particulares que se rige por el
principio de la autonomía de la voluntad y la justicia distributiva que ordena la sociedad de
forma vertical y que regula las relaciones entre sociedad e individuos y distribuye lo que es
común en medida proporcional. Esta distribución de bienes, cargas y honores se realiza en
función de la aportación de cada uno al bien común y constituye una de las grandes cuestiones
de la filosofía política y jurídica de todos los tiempos.

Para unos los bienes deben distribuirse según sus méritos, sus capacidades, según sus
necesidades, según su trabajo, etc. Y en base a esa distribución se construye la discrepancia
entre las grandes filosofías políticas que conocemos. Ej.: pensamiento liberal tiende a dar
prioridad al principio de mérito y capacidad que por otra parte está recogido en el aart.103 de
nuestra constitución. Por otro lado, la filosofía marxista se identifica con la distribución de los
bienes según las necesidades de los individuos y las fórmulas en los siguientes términos ‘de cada
uno según sus necesidades a cada uno según sus necesidades’ cita con la que pretende expresar
justamente la necesidad de que cada individuo contribuya según sus capacidades al bien común
y reciba de la sociedad según sus necesidades.

En nuestras modernas sociedades caracterizadas por la democracia liberal impera una

distribución de los bienes y las cargas a partir de un principio mixto en el que prima el mérito y
la capacidad, pero se considera también importante la satisfacción de las necesidades de los
individuos y esa satisfacción de las necesidades justifica precisamente la intervención del
estado de derecho en la labor de distribución o mejor redistribución de los bienes para
garantizar otro principio de honda raigambre liberal que conecta con la tradición
socialdemócrata que es la justa igualdad de oportunidades.

Las inspiraciones de toda la doctrina tomista de las leyes tienen importantes consecuencias ene
le plano jurídico y político. El aforismo romano en el función del cual la voluntad del principie
tiene fuerza de ley (quod principio placuit legis habet vigorem) debe ser entendido en el sentido
de que se trata de una voluntad racional, no cualquier voluntad tiene fuerza de ley, Santo
Tomas reformula ese aforismo romano diciendo que no todas las voluntades tienen fuerza de
ley sino que solamente tiene fuerza de ley una voluntad racional, la racionalidad forma parte de
la indisoluble de la ley ya que ‘ de otro modo la voluntad del príncipe sería más que una ley una
iniquidad (injusticia)’ esta afirmación parece recoger la enseñanza de Aristóteles en virtud de la
esencia del estado consiste en la soberanía de la ley. Equivalente a la soberanía de dios y la
razón.

Algunos escritores del S.XVII que son considerados los iniciadores de los pensamientos político-
ético-jurídico se remontan en efectos, aunque sea indirectamente al pensamiento de Santo
Tomas.