Apoptosis
Apoptosis
Apoptosis
Los procesos apoptóticos pueden ser activados bien por una inducción negativa
(como la pérdida de una actividad supresora, la falta de factores de crecimiento
o la disminución de los contactos con las células que la rodean) o por una
inducción positiva como es el resultado de la unión de un ligando a un receptor o
la recepción de señales conflictivas. Por otro lado, los mamíferos presentan
mecanismos que permiten al organismo dirigir a células individuales a la
autodestrucción, apoptosis «instructiva», especialmente importante en el sistema
inmunológico.
Fase de decisión
Una vez que la célula recibe una señal de muerte, debe decidir si debe sobrevivir o
desencadenar los procesos de muerte. En esta fase de decisión se ha situado a la
mitocondria como organelo fundamental.
Uno de los acontecimientos principales que tienen lugar en la mitocondria es la
alteración de la permeabilidad de sus membranas debido a la formación de un
complejo multiproteico (poro de permeabilidad transitoria mitocondrial) que
conduce a la liberación del contenido intramitocondrial como el citocromo C, el
factor inductor de apoptosis y miembros de la familia de caspasas. Otros episodios
son alteraciones en la cadena transportadora de electrones, pérdida del potencial
electroquímico de membrana y cambios del ciclo metabólico de óxido/reducción.
Fase de ejecución
Una vez que la célula ha tomado la decisión de morir, en su interior se produce una
serie de procesos bioquímicos que conducen a la degradación de proteínas y de la
cromatina.
La proteólisis, a diferencia de la mayoría de las modificaciones postranslacionales, es
irreversible y quizás por ello es altamente específica. Regula fenómenos biológicos
críticos en los que se ve involucrado un grupo reducido de sustrato. La mayoría de las
proteasas son sintetizadas como precursores de muy baja actividad catalítica que son
activados por procesamiento proteolítico mediado por la unión a un cofactor o por la
retirada de un inhibidor.