Prescripción
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SENTENCIA CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL 0237/2021-S2
Fecha: 09-Jun-2021
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0237/2021-S2
Sucre, 9 de junio de 2021
SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 35051-2020-71-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 30 de julio de 2020, cursante de fs. 116 a 119 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por José
Hernán Gutiérrez Moscoso, Evert Quispe Fuentes y Loida Párraga Cuellar en
representación de Esther Soria Gonzales, Gobernadora del Gobierno Autónomo
Departamental de Cochabamba contra Mirtha Mabel Montaño Torrico y Patricia
Torrico Ortega, Vocales de la Sala Penal Primera y Segunda, respectivamente, del
Tribunal Departamental de Justicia del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memoriales presentados el 20 de febrero y 5 de marzo de 2020, cursantes de
fs. 51 a 59 vta., y 71, la accionante a través de sus representantes manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra José Fernando Peña
Acevedo, Guy Fernando Trigo Iriarte y Andrés García Gutiérrez, por la presunta
comisión de los delitos de peculado, incumplimiento de deberes y conducta
antieconómica, entre otros, durante la tramitación del juicio oral, los acusados
interpusieron excepciones de extinción de la acción penal por reparación integral del
daño y prescripción, emitiéndose una decisión a favor de los nombrados, que van contra
los intereses del Gobierno Autonómo Departamental de Cochabamba, al haberse
declarado extinguida la acción penal por prescripción.
En tal mérito, la mencionada entidad estatal interpuso recurso de apelación incidental,
siendo el mismo resuelto por las Vocales demandadas por medio del Auto de Vista de
17 de mayo de 2019, declarando improcedente su pretensión a través de la exposición
de razones carentes de fundamentación y motivación; puesto que, se desconoció el
contenido de la normativa respecto al instituto de la retroactividad e imprescriptibilidad
de los delitos de corrupción relacionados con daño económico al Estado.
En ese entendido, las citadas autoridades, incurrieron en los mismos errores del Tribunal
a quo; dado que, la propia doctrina y jurisprudencia determinan claramente que en los
ilícitos que tengan consecuencias de daño económico al Estado no es posible aplicar la
irretroactividad de la ley, y tampoco debe considerarse que los hechos relacionados a
dichos actos prescriban; en tal razón, se pronunció una decisión incongruente; ya que, la
decisión arribada no emerge de la sujeción a norma vigente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos fundamentación,
motivación y congruencia, a la tutela judicial efectiva y, al acceso a la justicia; los
principios de seguridad jurídica y legalidad, citando al efecto el art. 115 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo la anulación del Auto de Vista de 17 de mayo
de 2019, ordenando que las autoridades demandadas emitan uno nuevo, debidamente
fundamentado y motivado, acorde a los lineamientos constitucionales, legales y
jurisprudenciales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de julio de 2020, según consta en acta cursante de
fs. 113 a 115 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de sus representantes, ratificó el contenido de su acción de
amparo constitucional y ampliándolo manifestó que: a) Las autoridades demandadas no
realizaron ninguna fundamentación jurídica respecto al art. 29 bis del Código de
Procedimiento Penal (CPP) en concordancia con el art. “111” -lo correcto es 112- de la
CPE, respecto a la imprescriptibilidad de delitos de daño económico cometidos por
funcionarios públicos; y, b) Se incurrió en una errónea interpretación del art. 123 de la
Norma Suprema, ignorando completamente su contenido así como el desarrollo de la
jurisprudencia constitucional relacionada con el caso.
I.2.2. Informe de las demandadas
Mirtha Mabel Montaño Torrico y Patricia Torrico Ortega, Vocales de la Sala Penal
Primera y Segunda, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, a través de informe escrito presentado el 11 de marzo de 2020, cursante a
fs. 105 y vta., manifestaron que: 1) La acción de amparo constitucional interpuesta,
carece de la exposición de motivos y la precisión de los derechos y garantías
supuestamente vulnerados que hagan viable su consideración; y, 2) El Auto de Vista de
17 de mayo de 2019, se enmarca en las disposiciones legales vigentes y jurisprudencia
constitucional, conteniendo la debida motivación; dado que, los delitos endilgados a los
procesados, pese a ser de corrupción, prescribieron.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
José Fernando Peña Acevedo, Guy Fernando Trigo Iriarte y Andrés García Gutiérrez,
no asistieron a la audiencia de garantías ni remitieron escrito alguno, pese a su
notificación cursante de fs. 101 a 104.
I.2.4. Participación del Ministerio Público
La representante fiscal, en audiencia manifestó que estará a las resultas de lo que se
disponga.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal departamental de Justicia de Cochabamba,
mediante Resolución de 30 de julio de 2020, cursante de fs. 116 a 119 vta., denegó la
tutela solicitada, con base en los siguientes fundamentos: i) No existe una debida
enunciación del nexo de causalidad para la emisión de un pronunciamiento respecto a la
supuesta falta de motivación, legalidad y congruencia del Auto de Vista de 17 de mayo
de 2019; ii) Con relación a la seguridad jurídica, imprescriptibilidad e irretroactividad
de los delitos de corrupción, tampoco se cumplió con la exigencia de la suficiente carga
argumentativa que permita analizar tales aspectos, limitándose a enunciarlos y citar
jurisprudencia al respecto; y, iii) Las autoridades demandadas fundamentaron en
derecho la decisión cuestionada, dando respuesta a los puntos apelados en el marco de
lo racional y lógico.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes cursantes en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio de 20 de septiembre de 2017, por el que el Tribunal de
Sentencia Penal Quinto de la Capital del departamento de Cochabamba, rechazó la
excepción de extinción de la acción penal por reparación integral del daño; empero,
aceptó la de prescripción, declarando extinguida la acción penal promovida contra
Andrés García Gutiérrez y Guy Fernando Trigo Iriarte -acusados por la comisión de los
delitos de conducta antieconómica e incumplimiento de deberes- y José Fernando Peña
Cavero -por los ilícitos de peculado, incumplimiento de deberes y encubrimiento-
disponiendo el archivo de obrados (fs. 21 a 37 vta.).
II.2. A través de memorial presentado el 10 de octubre de 2017, Iván Jorge Canelas
Alurralde, entonces Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de
Cochabamba, interpuso recurso de apelación incidental contra la precitada decisión (fs.
38 a 46 vta.).
II.3. Mediante Auto de Vista de 17 de mayo de 2019, la Sala Penal Segunda del
Tribunal departamental de Justicia de Cochabamba, declaró improcedente el citado
recurso de apelación, confirmando el Auto Interlocutorio mencionado supra, siendo
notificado con esa decisión el referido Gobierno Autónomo Departamental el 20 de
agosto de igual año (fs. 14 a 20 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de sus representantes, denunció la lesión de sus derechos al
debido proceso en sus elementos fundamentación, motivación y congruencia, a la tutela
judicial efectiva y, al acceso a la justicia; los principios de seguridad jurídica y
legalidad; puesto que, en el proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancia
del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba contra José Fernando Peña
Asevedo, Guy Fernando Trigo Iriarte y Andrés García Gutiérrez, por la comisión de los
ilícitos de daño económico y otros, tras interponer recurso de apelación contra el Auto
Interlocutorio que declaró probada la excepción de extinción de la acción penal por
prescripción -a favor de los nombrados-, las autoridades demandadas a través del Auto
de Vista de 17 de mayo de 2019, confirmaron tal determinación, sin la debida
fundamentación y congruencia de los argumentos vertidos, debido a la falta de
consideración de la imprescriptibilidad de delitos de corrupción.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones como componente
del debido proceso. Jurisprudencia reiterada
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación
realizada a tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos
que sustentaron su decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, señaló
que: “…la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad
que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una
situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si
la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la
decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución
tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos
rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al
administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los
hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo.
En cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer
todos los puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones
determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas
del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando
la resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se
toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas” (las negrillas nos
corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló
que el debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades
judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad
procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y
la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas.
Abarca un conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los
procedimientos judiciales y administrativos, entre sus elementos se encuentra la
fundamentación y motivación de las resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de
un proceso está obligada a cumplir, no solamente a efectos de resolver el caso
sometido a su conocimiento, sino exponiendo de manera suficiente, las razones que
llevaron a tomar cierta decisión, así como las disposiciones legales que sustentan la
misma, es decir, debe llevar al convencimiento que se hizo justicia, tanto a las partes,
abogados, acusadores y defensores, así como a la opinión pública en general; de lo
contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la resolución sino impediría
que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha autoridad a
asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que
ésta sea concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista
mexicano Javier Alba Muñoz indicó que el debido proceso debemos entenderlo
como: ‘…el razonamiento mediante el cual se da la explicación lógicamente razonable
del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la disposición legal…’ (ALBA
MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y Distribuidor, México, 1998, p.
7)” (las negrillas son nuestras).
III.2. Principio de congruencia: entendimiento
La SCP 1083/2014 de 10 de junio, respecto a las vertientes interna y externa del
principio de congruencia, entendió que: “…desde una óptica doctrinal, la congruencia
de las resoluciones judiciales amerita una comprensión desde dos
acepciones; primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe entender como
el principio rector de toda determinación judicial, que exige la plena correspondencia
o coincidencia entre el planteamiento de las partes (demanda, respuesta e
impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva,
es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia,
limitando su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos por las partes;
y, segundo, la congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida
como una unidad congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de
orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la identificación de
los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las normas y los efectos
de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma
resolución (…) existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la
misma decisión” (las negrillas son agregadas).
La SC 0486/2010-R de 5 de julio entendió al principio de congruencia en sus vertientes
interna y externa, como el: “…principio característico del debido proceso, entendida
en el ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre lo
peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la
coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que
implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino que
además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la
resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita
de las disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación
que se asume. En base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá
fallos motivados, congruentes y pertinentes”.
III.3. Análisis del caso concreto
De los antecedentes cursantes en actuados, se tiene el Auto Interlocutorio de 20 de
septiembre de 2017, por el que el Tribunal de Sentencia Penal Quinto de la Capital del
departamento de Cochabamba, aceptó la excepción de extinción de la acción penal por
prescripción interpuesta dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a
instancia del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba, declarando
extinguida la acción penal promovida contra Andrés García Gutiérrez y Guy Fernando
Trigo Iriarte -por los delitos de conducta antieconómica e incumplimiento de deberes- y
José Fernando Peña Cavero -por los ilícitos de peculado, incumplimiento de deberes y
encubrimiento- (Conclusión II.1); decisión contra la cual, la citada entidad interpuso
recurso de apelación incidental (Conclusión II.2), misma que fue resuelta por Auto de
Vista de 17 de mayo de 2019, que declaró improcedente el citado medio de
impugnación (Concusión II.3).
Ahora bien, corresponde mencionar que la presunta lesión de derechos denunciada por
la impetrante de tutela, emerge de la emisión del citado Auto de Vista, a través del cual,
las autoridades demandadas declararon la improcedencia del recurso de apelación
incidental planteado por el Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba,
decisión carente de fundamentación, motivación y congruencia, en atención a no
haberse considerado que los ilícitos endilgados a los procesados son imprescriptibles de
acuerdo a la norma.
En ese entendido, a objeto del análisis de las cuestiones denunciadas, corresponde
precisar el contenido del recurso de apelación incidental planteado por el aludido
Gobierno Autónomo Departamental y los fundamentos que mereció como respuesta en
el fallo cuestionado.
En efecto, el mencionado recurso de apelación incidental, contiene la denuncia de los
siguientes agravios: a) Se declaró la extinción de la acción penal por prescripción sin
considerar que conforme a los arts. 23 y 112 de la CPE en materia de corrupción, los
delitos que atenten contra el Estado y causen daño económico, son imprescriptibles y no
admiten régimen de inmunidad, aspecto que es ratificado por la Ley de Lucha contra la
Corrupción, Enriquecimiento Ilícito e Investigación de Fortunas “Marcelo Quiroga
Santa Cruz” -Ley 004 de 31 de marzo de 2010- y que en su contenido sigue los
lineamientos establecidos en la Norma Suprema; y, b) No se consideraron las pruebas
aportadas que demuestran la verdad material de los hechos y refleja el atentado al
patrimonio estatal, aplicando por el contrario el instituto de la prescripción como si se
tratara de ilícitos comunes.
Al respecto, el Auto de Vista de 17 de mayo de 2019, resolvió el recurso de apelación
incidental interpuesto con base en los siguientes fundamentos:
1) Desde el momento de la comisión del hecho ilícito transcurrieron aproximadamente
veinte años, lo cual hace concluir que los delitos atribuidos a los procesados ya
prescribieron conforme lo determina el art. 29 inc. 1) del CPP, al establecer que en ocho
años prescribe la acción penal de los delitos cuyo máximo legal de sanción es la pena
privativa de libertad de seis años;
2) Los hechos acusados fueron cometidos el 2006; es decir, antes de la promulgación
de la Constitución Política del Estado vigente y de la Ley 004, estando establecido por
la “SC 0770/2012” que el análisis de esta norma debe realizase de la forma más
favorable al procesado, siendo la norma aplicable al momento de la comisión del delito
el Código de Procedimiento Penal; y,
3) En lo referente a la trascendencia del daño económico al Estado como parámetro a
considerarse a los fines de la prescripción en delitos de corrupción; se tiene
documentación presentada sobre la cancelación de la totalidad según Nota de Cargo
174/98 y dictamen de responsabilidad civil; lo cual implica que, no existe daño
económico pendiente de reparación, aspecto que no fue rebatido de ninguna manera por
las partes procesales; consiguientemente, se debe reconocer a favor de los acusados la
prescripción.
Al respecto, corresponde mencionar que, conforme a la jurisprudencia transcrita en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el derecho a
la fundamentación y motivación de las resoluciones, debe ser entendido como la
obligación de otorgar razones de la decisión asumida, citando los aspectos en los que se
sustenta la misma y el valor otorgado a los medios de prueba, debiendo manifestarse los
argumentos de forma concisa y clara, además de considerarse que dicha exposición no
debe consistir en una mera relación de los documentos ni limitarse a realizar una
mención de los requerimientos de las partes, sino, contener una estructura de forma y
fondo que permita comprender los motivos de la determinación que se toma.
En el caso en análisis, se advierte que las autoridades judiciales demandadas resolvieron
el recurso de apelación incidental interpuesto por la institución accionante, declarándolo
improcedente a través de la exposición de razones suficientemente sustentadas, dando
respuesta a cada uno de los aspectos que fueron cuestionados, conteniendo la decisión
asumida una estructura de forma y fondo que permite comprender claramente los
razonamientos contenidos en ella.
Así, ante los cuestionamientos referidos a la imprescriptibilidad de los ilícitos de
corrupción y la imposibilidad de declarar la extinción de la misma, así como la
existencia de indicios de responsabilidad que acreditarían la comisión de los delitos
endilgados a los procesados, el Auto de Vista cuestionado expuso de forma clara que la
presunta comisión de los mismos data de 1996, y que transcurrieron más de veinte años
desde entonces, siendo aplicable el régimen jurídico que en aquella oportunidad dio
inicio al procesamiento penal como lo es el Código de Procedimiento Penal, en atención
a que, tanto la actual Norma Suprema como la Ley 004 son de data posterior.
Asimismo, se tiene expuesto que en consideración de uno de los elementos de los
delitos de corrupción cual es el daño económico al Estado, se tendría constancia del
pago total del monto calculado por la Nota de Cargo 174/98 y dictamen de
responsabilidad civil, haciendo plenamente aplicable y justificada el uso del instituto de
prescripción de la acción penal.
De lo anotado, se puede advertir que las Vocales demandadas respondieron a las
cuestiones que fueron objeto del recurso de apelación incidental planteado por la
entidad impetrante de tutela, resolviendo el fondo de los agravios expuestos por medio
de la descripción de razones debidamente sustentadas en derecho y con base en los
elementos fácticos propios del caso en análisis, no siendo evidente que la decisión
emitida carezca de la debida fundamentación y motivación; por lo que, no es posible la
concesión de tutela impetrada respecto a este extremo.
Por otro lado, con relación a la denunciada inobservancia de la congruencia externa,
cabe mencionar que la jurisprudencia transcrita en el Fundamento Jurídico III.2 de este
fallo constitucional, establece que este se encuentra referido a la correspondencia que
debe existir entre los aspectos que fueron objeto del recurso o pretensión deducida y la
respuesta o contenido de la decisión cuestionada; es decir, la relación existente entre lo
pedido y lo resuelto.
En el caso en análisis, cabe mencionar que el Auto de Vista de 17 de mayo de 2019,
resolvió de forma precisa los aspectos que fueron objeto del recurso de apelación
incidental planteado, existiendo una clara correspondencia entre los agravios
reclamados y las razones de la decisión asumida por las autoridades demandadas;
consiguientemente, no es evidente que se haya transgredido la debida congruencia
externa como componente del debido proceso.
Finalmente, con referencia a la presunta vulneración de los principios de seguridad
jurídica y legalidad, corresponde mencionar que las atribuciones de este Tribunal en la
resolución de las acciones tutelares se encuentran enmarcadas en la verificación de la
supuesta conculcación de derechos; y, de los principios únicamente cuando estos se
encuentran vinculados con la vulneración de derechos, no siendo posible su tutela de
forma independiente, advirtiéndose en el caso que nos ocupa que la señalada lesión de
los citados principios, no fue debidamente sustentada en derechos y garantías
fundamentales; por lo que, no corresponde su análisis.
Asimismo, en relación a la presunta transgresión de los derechos a la tutela judicial y
acceso a la justicia, de la lectura de la acción de amparo constitucional interpuesta, se
advierte que la accionante, no expuso de qué forma la actuación de las autoridades
demandadas lesionaron tales derechos, limitándose a su enunciación, aspecto que
imposibilita su análisis ante la falta de carga argumentativa que muestre cómo habrían
sido transgredidos.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela solicitada, actuó de
forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad
que le confieren la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 30
de julio de 2020, cursante de fs. 116 a 119 vta., pronunciada por la Sala Constitucional
Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
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