1 Er Propuesta 3er Año
1 Er Propuesta 3er Año
1 Er Propuesta 3er Año
SECUENCIA Nº 1
DOCENTES A CARGO:BAISTROCCHI,ANGELES-GARRIDO
CAROLINA-PEREZ,JORGE-MOREYRA,CARLOS-BARRERA,RAUL
-RIOS, ADRIANA
Saber:
HISTORIA
Clase 1:
Desarrollo:
La independencia en Latinoamérica.
Las reformas aplicadas en América a mediados del siglo XVIII por los imperios Ibéricos
-borbónicas en los territorios españoles; pombalinas en los portugueses- intentaron reducir
parte de la autonomía de la que gozaban los reinos americanos y centralizar el poder en las
metrópolis imperiales.
Los revolucionarios entendieron que la única forma de ejercer el gobierno en sus
respectivas sociedades era mediante la ruptura del vínculo colonial con España. A partir de
ello la independencia pasó a ser el objetivo abiertamente declarado.
Al cabo de quince años de lucha en la América Española, triunfó una revolución que
desplazó a las autoridades monárquicas, declaró la independencia en la mayoría de las
colonias e instaló, en los nuevos países, formas republicanas de gobierno.
Algunos investigadores entienden que las revoluciones de independencia comenzaron
como enfrentamientos entre grupos de españoles nacidos en España y españoles nacidos
en América.
La situación se había vuelto más compleja en 1810. La América Española se dividió en dos
grandes zonas, una leal a las autoridades peninsulares (México, Perú, parte de Venezuela y
de Nueva Granada) y una insurgente (Río de la Plata, parte de Venezuela y de Nueva
Granada).
La lucha se agudizó -a raíz de la Constitución de Cádiz de 1812- instaló la oposición entre
americanos españoles, y profundizó la división entre leales e insurgentes.
Estudio de casos:
La independencia de México
¿Cuáles fueron los sectores sociales enfrentados? ¿Qué intereses defendían?
La independencia de Brasil
Selecciona una parte del texto que refleje el motivo de independencia en Brasil. Explica por
qué.
*Proponer media hora o 40 minutos para desarrollar la actividad de manera individual o por
pareja. Compartir con el grupo. Debatir. Explicar.
Concluir con una síntesis de lo trabajado.
Clase 2:
Docentes a cargo: Baistrocchi, Ángeles - Rios, Adriana
Desarrollo:
Se divide la clase en grupos de no más de cuatro estudiantes para realizar la
siguiente actividad.
Actividad: Leer con atención el texto “La política norteamericana hacia América
Latina”.
1-La Doctrina Monroe se sintetizaba en la expresión “América para los americanos”:
¿Qué significa esta frase?
3-¿Qué afirma la tesis del “destino manifiesto” que defendían tanto la prensa como
los políticos expansionistas norteamericanos en 1840?
Hacia 1840, tanto la prensa como los políticos expansionistas norteamericanos postulaban
la tesis del “destino manifiesto”, es decir, la idea de que Estados Unidos estaba destinada a
ser una gran nación que terminaría dominando el continente de norte a sur. Afirmaban así
su misión civilizadora sobre otros pueblos, a los que consideraba insuficientemente
preparados para autogobernarse.
Clase 3:
Docentes a cargo: Baistrocchi, Ángeles - Rios, Adriana
Desarrollo:
Se realiza una recapitulación de las conclusiones realizadas la clase anterior
y se plantea el tema de la clase estableciendo el contexto y su relación con el
saber del área.
Se trabajará en duplas para promover un mayor compromiso de los/as
estudiantes con la actividad propuesta.
Actividades:
a- ¿Por qué adquirieron importancia las zonas rurales y que rol cumplían los
caudillos?
-ultramarino
-manufactura
-capital
-inversión
3-En el texto se afirma que en esa época Inglaterra fue la potencia que más
consolidó su presencia en el comercio ultramarino con la región:
c-Localicen en el texto el pasaje donde se explican las razones por las que
los países extranjeros invertían poco en la región y explicarlas con sus propias
palabras.
Una sociedad militarizada: Un cambio fundamental ocurrido en aquellos años fue el mayor
peso político que adquirieron las zonas rurales. A pesar de que en la colonia la mayoría de
la población vivía en el campo, la organización política española se estructuró a partir de las
ciudades. La movilización de grandes masas humanas que generó la guerra produjo una
militarización de la sociedad y con ella la aparición de nuevos líderes. Estos líderes,
generalmente rurales, recibieron el nombre de caudillos. La base de su poder residía en su
capacidad de movilizar grupos de personas para intervenir en los frecuentes conflictos
armados.
La libertad de comercio y las dificultades económicas
Una de las características comunes a los nuevos Estados latinoamericanos fue que todos
adoptaron la libertad de comercio. Esto significó que las jóvenes naciones abrieron sus
puertas a intercambios comerciales que antes estaban prohibidos por el sistema monopólico
español. La potencia que más consolidó su presencia en el comercio ultramarino con la
región fue Inglaterra, aunque también Alemania, Francia y los Estados Unidos fueron
penetrando a lo largo de las décadas que siguieron a las independencias. Inglaterra, en
plena Revolución Industrial, ejercía una fuerte presión importadora al intentar colocar sus
manufacturas, especialmente las de su industria textil en expansión. Francia, por su parte,
exportaba a América básicamente mercancías de lujo y algunos productos alimentarios de
origen mediterráneo.
Para poder modernizar las estructuras económicas heredadas de la colonia después de las
devastaciones producidas por las guerras, Latinoamérica necesitaba dinero. Puesto que la
disponibilidad de capitales a nivel local era insuficiente, se imponía la búsqueda de
inversiones provenientes del exterior. En la primera mitad del siglo XIX la inversión
extranjera fue bastante escasa, por varias razones. Por un lado, estos países en formación,
con inestabilidad política y frecuentes enfrentamientos armados, resultaban poco confiables
para los potenciales inversores extranjeros. Por otro lado, los países europeos se hallaban
en pleno proceso de reconstrucción de sus economías luego de las guerras napoleónicas.
La necesidad de desarrollar sus industrias y la infraestructura de transportes
–especialmente el ferrocarril- hacía que sus capitales se destinarán a sus propias
producciones. Más que un lugar donde hacer buenas inversiones, Europa buscaba en los
flamantes Estados latinoamericanos mercados donde colocar sus manufacturas.
La nueva realidad que abría la libertad de comercio, la escasez de capitales y sobre todo, la
creciente importancia adquirida por nuevos rubros productivos cambiaron totalmente la
geografía económica de la región. Las zonas más aptas para la producción agropecuaria
resultaron aquellas que antes eran consideradas periféricas –como el río de la Plata,
Venezuela, América Central o Brasil-. Estas pudieron vincularse mejor con el mercado
mundial que aquellas regiones mineras –como Perú o México- que durante la colonia
habían sido las proveedoras principales de riquezas.
¿Por qué sucedió esto? Porque los procesos de industrialización en los países centrales
demandaban grandes cantidades de materias primas y las regiones más aptas de América
podían proveerlas sin necesidad de fuertes inversiones. En cambio, la industria de la
minería necesitaba mucho capital para recomponerse.
Clase 4:
Docentes a cargo: Baistrocchi, Ángeles - Rios, Adriana
Tiempo: Una hora y media
Desarrollo:
Se realiza una recapitulación de las conclusiones de la clase anterior. Se
introduce el tema del balance de las revoluciones, remarcando la idea de la
importancia de realizar un trabajo comparativo.
Actividades:
Los historiadores han brindado diferentes interpretaciones acerca de las causas de las
independencias americanas. Algunos han puesto el acento en aspectos económicos y
sociales. En estos casos las revoluciones son vistas como producto de planes
preconcebidos por grupos locales que pretendían romper los lazos coloniales para lograr
beneficios económicos. Otros han enfatizado aspectos ideológicos y doctrinarios al
considerar que las nuevas ideas propagadas en el siglo XVIII ejercieron una influencia
directa en el estallido de las revoluciones. En los últimos años, han cobrado fuerza las
interpretaciones que postulan una lectura en clave política de los movimientos
emancipadores: las revoluciones americanas son presentadas como consecuencia de las
crisis imperiales ocurridas en todo el mundo atlántico a finales del siglo XVIII y comienzos
del XIX.
¿Revoluciones anticoloniales?
En el caso de las trece colonias de América del Norte, la independencia debe ser pensada
como una respuesta a la brusca reorientación política implantada por la Corona con motivo
de la crisis imperial suscitada en el año 1763 por la Guerra de los Siete Años. El rasgo
distintivo del gobierno colonial angloamericano, que resulta esencial para entender esta
relación de causalidad, era su tendencia al autogobierno. En efecto, a fines del siglo XVII los
colonos se consideraban súbditos en iguales condiciones y derechos que los de la
metrópoli. Por esta razón, los intentos de reforma implementados por la Corona británica en
América fueron enérgicamente rechazados. La intransigencia que mostró la metrópoli para
negociar con sus colonias un mayor margen de participación y de representación condujo a
que la Revolución Norteamericana fuera, desde el comienzo, una revolución anticolonial.
Puesto que en la América británica, la revolución fue producto del rechazo de las reformas
imperiales y de la intransigencia de la Corona para otorgar representación a sus colonias en
el Parlamento, la independencia fue declarada inmediatamente. Una vez declarada la
independencia quedaba pendiente la organización política de los territorios. La tendencia al
autogobierno de las trece colonias norteamericanas facilitó el rápido proceso de
construcción de una forma de gobierno republicana, representativa y federal. A la
declaración de la independencia en 1776 le sucedió una organización política confederal
hasta que en 1787 se dictó la constitución federal que rigió en lo sucesivo.
En contraste con el caso británico e hispanoamericano, donde las luchas por las
independencias implicaron el enfrentamiento bélico entre fuerzas de las metrópolis y fuerzas
rebeldes, la independencia brasileña se estableció en forma relativamente rápida y pacífica.
GEOGRAFÍA
CLASE 1
Desarrollo:
Observamos entre todos el siguiente mapa planisferio y comentamos qué observan en él.
¿Qué vemos en el mapa? ¿Qué significa cada color? ¿y cada fecha? ¿Qué pasó
después de esas fechas? ¿Qué pasó antes de estas fechas? ¿Qué pasaba en
nuestro continente?
a- En forma grupal (no más de 5 integrantes) escriban un texto que explique qué relación
encuentra entre el mapa presentado y la etapa colonial de América.
clase 2
Actividades 1
a partir de la lectura del texto donde ubicamos a américa y la interpretación del
mapa planisferio y los mapas del clima y bioma de américa te invitamos a responder
las siguientes preguntas:
CLASE 3
Desarrollo:
-Lectura y explicación entre todos del primer texto “ El origen del nombre”
ACTIVIDAD: Individual
CLASE 4
Docentes a cargo: Garrido Carolina, Perez Jorge, Gisell
Desarrollo:
DEBATE:
ACTIVIDAD:
CLASE 1 y CLASE 2
Docentes a cargo: Caceres Angelica; Garrido Carolina, Moreyra Carlos; Perez Jorge,
Gisell
Desarrollo:
ACTIVIDAD
Leer en forma grupal el texto: “Abya Yala” y responde las siguientes consignas:
En la lengua del pueblo Kuna, ABYA YALA significa “tierra madura”, “tierra viva” o “tierra en
florecimiento” y es sinónimo de América. El pueblo Kuna es originario de Sierra Nevada, en el norte
de Colombia, habitó la región del Golfo de Urabá y las montañas de Darien, y actualmente vive en la
costa caribeña de Panamá, en la Comarca de Kuna Yala (San Blas). ABYA YALA se viene usando
como una autodesignación de los pueblos originarios del continente en contraposición a América,
expresión que, aunque usada por primera vez en 1507 por el cosmólogo Martin Wakdseemüller, sólo
se consagra desde fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX como un medio de las élites criollas
para afirmarse en contraposición a los conquistadores europeos dentro del proceso de
independencia.
Aunque los diferentes pueblos originarios que habitan el continente atribuyeran nombres propios a
las regiones que ocupaban ‑Tawantinsuyu, Anauhuac, Pindorama‑, la expresión ABYA YALA es cada
vez más usada por los pueblos originarios del continente objetivando la construcción de un
sentimiento de unidad y pertenencia. Pese a que algunos intelectuales, como el sociólogo
catalán‑boliviano Xavier Albó, ya habían utilizado la expresión ABYA YALA en contraposición a la
designación consagrada de América, la primera vez que la expresión fue explícitamente usada con
ese sentido político fue en la II Cumbre Continental de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de
ABYA YALA, realizada en Quito en 2004. Nótese que en la I Cumbre, realizada en México en el año
2000, la expresión ABYA YALA aún no era invocada, como se puede leer en la Declaración de
Teotihuacán, cuando se presentan como “los Pueblos Indígenas de América reafirmamos nuestros
principios de espiritualidad comunitaria y el inalienable derecho a la Autodeterminación como Pueblos
Originarios de este continente”. A partir de 2007, sin embargo, en la III Cumbre Continental de los
Pueblos y Nacionalidades Indígenas de ABYA YALA, realizada en Iximche, Guatemala, no sólo se
autoconvocan como ABYA YALA, sino que también resuelven constituir una Coordinación Continental
de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas de ABYA YALA “como espacio permanente de enlace e
intercambio, donde converjan experiencias y propuestas, para que juntos enfrentemos las políticas
de globalización neoliberal y luchar por la liberación definitiva de nuestros pueblos hermanos, de la
madre tierra, del territorio, del agua y de todo patrimonio natural para vivir bien”. Poco a poco, en los
diferentes encuentros del movimiento de los pueblos originarios, el nombre América va siendo
sustituido por ABYA YALA, indicando así no apenas otro nombre, sino también la presencia de otro
sujeto enunciador del discurso, hasta aquí callado y subalternizado en términos políticos: los pueblos
originarios.
La idea de un nombre propio que abarcara todo el continente se impuso a esos diferentes pueblos y
nacionalidades cuando comenzaron a superar el largo proceso de aislamiento político a que se
vieron sometidos tras la invasión de sus territorios en 1492, con la llegada de los europeos. Junto con
ABYA YALA hay todo un nuevo léxico político que también se viene construyendo, donde la propia
expresión “pueblos originarios” gana sentido. Esa expresión afirmativa fue la que esos pueblos en
lucha encontraron para autodesignarse y superar la generalización eurocéntrica de “pueblos
indígenas”. A fin de cuentas, antes de la llegada de los invasores europeos, en el continente había
una población estimada de entre 57 y 90 millones de habitantes que se distinguían como maya, kuna,
chibcha, mixteca, zapoteca, ashuar, huaraoni, guarani, tupinikin, kaiapó, aymara, ashaninka,
kaxinawa, tikuna, terena, quéchua, karajás, krenak, araucano/mapuche, yanomami, xavante, entre
tantos y tantas nacionalidades y pueblos originarios del continente. La expresión “indígena” es, en
ese sentido, una de las mayores violencias simbólicas cometidas contra los pueblos originarios de
ABYA YALA en la medida en que es una designación que hace referencia a las Indias, o sea, a la
región buscada por los negociantes europeos a fines del siglo XV. La expresión “indígena” ignora,
así, que esos otros pueblos tenían sus propios nombres y su propia designación para sus territorios.
Paradójicamente, la expresión “pueblos indígenas”, en la misma medida en que ignora la diferencia
específica de esos pueblos, contribuyó a unificarlos no sólo desde el punto de vista de los
conquistadores/invasores, sino también como una designación que, en principio, servirá para
constituir la unidad política de esos pueblos por sí mismos, cuando comienzan a percibir la historia
común de humillación, opresión y explotación de su población y la dilapidación y devastación de sus
recursos naturales.
FUENTE:
https://www.facebook.com/abyayalauniversalollin/photos/abya-yala-el-verdadero-nombre-de-e
ste-continenteesta-denominaci%C3%B3n-es-dada-al-con/2007719406035085/?locale=es_LA
CLASE 3
CLASE 4