Posesion Familiar Parte 3
Posesion Familiar Parte 3
Posesion Familiar Parte 3
tíos y sobre todo con ex primos mayores. Sé que lo habrán notado, mi relato se queda corto en
explicar muchas cosas pero en aquellos tiempos no me podrán negar que a los preadolescentes o
a los adolescentes incluso, como quieran verlo no nos tomaban mucho en cuenta, tanto mi
hermana como yo pensamos que con el regreso de mi padre íbamos a recuperar un poco de esa
vida en familia que habíamos perdido tiempo atrás pero por desgracia nada estaba más lejos de la
realidad.
Recuerdo bien cuando fuimos a recogerlo al aeropuerto era un día bastante lluvioso incluso que
tanto mi tío como mi abuelo creían que su vuelo no saldría del distrito federal sin embargo para
sorpresa de todos nosotros mi papá llegó a tiempo; la primera imagen que tengo de mi padre era la
de un hombre demacrado con profundas ojeras negras pelo ralo y con varios kilos de menos mi
papá nos abrazó a mí ya mi hermana a la vez pero por alguna razón sentía como si le hiciera falta
algo. De regreso a casa en el auto recuerdo al abuelo y a mi tío hablando con mi padre y este solo
les daba contestaciones lacónicas y faltas de cualquier equivalente emocional el cual cabría
esperarse después de estar tanto tiempo fuera lejos de su familia; mi hermana me dijo con voz muy
baja “le robaron el alma a papá” y yo de inmediato le respondí que claro que no sea tonta sin
embargo eso mismo venía pensando yo.
Se hizo una cena para celebrar que mi padre había vuelto aunque ésta no fue en casa de los
abuelos, creo que la mayor parte de mis tíos se aterrorizaban con aquella casa solo que ya sea por
su fe o por respeto a los abuelos no decían absolutamente nada; al final de esta velada el tío con el
que nos habíamos quedado le ofreció a mi padre que tanto él como nosotros nos quedáramos con
él, dijo que incluso ya tenía las habitaciones de huéspedes listas para albergar nos el tiempo que
nosotros quisiéramos hasta me parece haber escuchado a mi tío decir la palabra indefinidamente y
cuando mi padre le respondió “no te preocupes volveremos a la casa de los abuelos finalmente
ellos ya están grandes y uno nunca sabe”, cuando le dijo eso la cara de mi tío se descompuso en
una mueca de horrible desasosiego y se llevó a mi padre a su estudio a platicar seriamente; esta
sería otra de las cosas de las que me enteraría años después, pues esa noche mi tío le contó lo
que él y yo habíamos vivido en la casa de los abuelos y que no le parecía justo que expusiera a
sus hijos de esa manera, mi tío salió de su despacho me puso la mano en el hombro y me dijo “hijo
realmente lo intente pero tu papá no entiende razón”.
La primera noche en que mi padre durmió en casa de los abuelos se podía sentir un silencio
antinatural, yo muerto de miedo recuerdo haber estado envuelto y mis sábanas volteado hacia la
pared, no sé desde qué hora habrá comenzado pero en el pasillo donde se encontraban todas las
habitaciones de huéspedes donde estábamos mi hermana mi padre y yo se escuchaban pasos y
por la poca luz que se filtraba bajo la puerta se podía ver una sombra haciendo sus viajes de un
lado a otro, en primera instancia creí que se trataba quizás de mi padre pero después de una hora
de escucharlos y de ver cómo pasaban sabía que algo estaba mal y caí en un sueño intranquilo
para luego despertar con el sonido de alguien que quería forzar el picaporte de mi puerta por
suerte tanto mi hermana como yo instalamos topes de puerta para poder sentirnos un poco más
seguros recuerdo haberme refugiado bajo la cama y esperar hasta que amaneciera para poder
salir. En el desayuno era notorio que mi hermana había tenido una noche tan horrible como la mía
y mi padre parecía consternado aunque no nos dijo por qué; posteriormente supe que aquella
noche él durmió con la puerta abierta y que miraba como el abuelo el abuelo negro se paseaba por
el pasillo desnudo y de cuando en cuando se paraba para ofrecerle una sonrisa, una sonrisa
chueca, en aquel punto debo confesar que ya ni siquiera los abuelos me daban confianza y no
porque han intentado hacerme algo a mí o a mi hermana sino porque era evidente que esa casa
ocultaba secretos.
Así transcurrieron un par de meses en los cuales yo me dormía con audífonos para poder soportar
los sonidos de la casa los pasos los golpes en las puertas paredes y ventanas.
Fue agosto o septiembre cuando al regresar de la escuela y como había varias patrullas aparcadas
y una ambulancia de la cruz roja estacionadas afuera de la casa sin dudarlo corrí, al entrar me di
cuenta que en ella estaba una buena parte de mis tíos los cuales discutían acaloradamente con los
oficiales “cómo es posible que no hayan encontrado a nadie en la casa” preguntaban
“no sé qué quiere que le diga señor diez muchachos revisaron la casa de arriba abajo y no
encontraron señales siquiera de que alguien haya entrado aquí” “pero mi hermano me dijo que esa
persona no corrió hacia la salida sino hacia las habitaciones tienen que haber alguien”, “mire señor
vamos a revisar nuevamente la casa y ustedes nos pueden acompañar para que comprueben que
no hay nadie”; mi padre se encontraba abatido sentado en unos sillones de la sala con la mirada
perdida, fui y me senté junto a él y no sé si por su estado no se percató que había sido yo quien se
sentó a su lado pero comenzó a hablar, “papá y yo nos encontrábamos revisando unos papeles
aquí en la sala cuando desde el fondo me percate que algo se aproximaba corriendo hacia
nosotros era una figura encorvada y pálida y sus pasos no hacían ruido alguno, intenté advertirle a
mi papá aunque esté simplemente no le tomó importancia y de pronto así como lo había visto
aquella visión horrorosa desapareció en un abrir y cerrar de ojos y luego apareció de nuevo
dándole mordidas en el antebrazo tu abuelo y luego como si fuera un animal salió corriendo en
cuatro patas hacia el fondo de la casa” al escuchar aquello me dio un miedo tan terrible que me
tuve que salir de ahí, en la ambulancia los paramédicos estaban poniéndole compresas y vendajes
al abuelo y de manera intencionada le pregunté a uno qué fue lo que pasó me volteo a ver, apretó
la mandíbula y finalmente dijo “fue una drogadicta que se metió a la casa, Guadalajara cada vez
está peor y ese jodido de Cossío no hace absolutamente nada (se refería al entonces gobernador)”
en ese momento mi hermana se me acercó y me dijo “al abuelo lo atacó la abuela blanca” los
paramédicos le sugirieron a la familia que aquellas heridas necesitaban ver las médicos
especialistas además no sé cómo explicarlo pero el abuelo no se miraba bien estaba pálido y
apenas podía mantenerse en pie, ese día el abuelo fue internado en un hospital privado incluso a
lo que recuerdo fue ingresado a terapia intensiva. Mi tío finalmente nos sacó a nosotros y a mi
papá de la casa de los abuelos y a pesar de una férrea lucha de la abuela por no dejar esa casa
finalmente aceptó irse con la condición de que fuera solo mientras el abuelo se pusiera bien;
después sabría por boca de mi tío la verdad sobre aquella noche cuando la abuela se escapó para
ir a su antigua casa, cuando mi tío reunió a todos sus hermanos incluyendo a papá para ir a
buscarla porque tenían una buena idea de dónde es donde la iban a encontrar, encontraron a la
abuela muerta en una habitación del área prohibida, supuestamente había algunas velas
acomodadas en cierto patrón, la causa de la muerte fue una hemorragia cerebral masiva y el
abuelo no tardó mucho tiempo en acompañarla debido a que murió una semana después.
La casa de la abuela duró mucho tiempo abandonada y los hermanos hablaron largo y tendido
sobre qué harían con ella finalmente se decidió demolerla y vender únicamente el terreno “yo no
quiero ser responsable si lo que sea que haya en esa casa afecta a alguien” más dijo el mayor de
mis tíos aunque creo que los demás sólo pensaban en cuánto les iba a tocar de la venta de aquel
lugar; quiero agregar que justo antes de que se demoliera esta casa se encontró una especie de
habitación completamente oculta hasta entonces la puerta a ésta había sido tapizada, su contenido
sin ahondar mucho en el tema no era propio de una persona católica o en su sano juicio por lo
menos,
Transcurrieron varios años con cierta tranquilidad, mi padre tras la muerte de los abuelos jamás
pudo valerse por sí mismo de nuevo.
La navidad de 1996 recuerdo haberme sentado con varios de mis tíos a hablar de hombre a
hombre, quería saber algunas cosas y ellos sabían exactamente qué era eso por lo que les iba a
preguntar, después procedió a decirme: la gente de por aquí tiene historias y les pone nombres hijo
créeme que a lo que yo he visto no sé qué nombre ponerle, harías bien en recordar lo que le
ocurrió a esos niños en Mazamitla, a ti no te tocó conocer a la bisabuela y deberías agradecerle a
dios por eso porque si esa mujer no era una bruja el juro por dios que no sé qué es una bruja
entonces; por aquellos tiempos el negocio familiar comenzó a despuntar pero teníamos que vivir en
el campo en los terrenos de la bisabuela, tu mamá si me puedes creer no tuvo familia la
encontraron en el bosque un amigo de nuestra familia, la bisabuela la llamaba deabru (diablo en
lengua vasca o euskera) o a veces hija del bosque y decía que al rescatarla habían cometido el
peor de los errores desde entonces hubo muertes accidentales en la familia y ciertamente para mí
todo eso era superstición para mí la única bruja que existía era la bisabuela y bueno al parecer mi
mamá también y al terminar su historia metió solo soltó una risa cansada.
Esto este pequeño relato cierra un ciclo de mi experiencia sin embargo comunidad esto no es el
final del relato dado que el resto se ubica en épocas más contemporáneas es curioso ver la historia
familiar plasmada en palabras y aquí parafraseo a un amigo al que yo considero así a pesar de que
para él no sea lo mismo “todos creen que su experiencia ha sido lo peor”