Cierre Contable
Cierre Contable
Cierre Contable
El cierre contable es el proceso mediante el cual tu empresa puede conocer cuál ha sido el
resultado del ejercicio, es decir, saber si has obtenido ganancias o pérdidas. Para hacerlo
correctamente debes revisar bien todas las cuentas.
El cierre, que habitualmente se realiza en los últimos meses del año, conlleva la regularización de
las cuentas de gastos e ingresos para obtener el resultado del ejercicio, de las cuentas de
patrimonio neto y del cierre de todas las cuentas con saldo para que el mismo quede a cero.
Lo más importante es tener en cuenta que el cierre anual es la suma de doce cierres mensuales. Lo
ideal es que el cierre de cada mes se lleve a cabo más o menos el mismo día. De esta forma, la
empresa puede comparar mejor los datos obtenidos.
Por tanto, el objetivo es la supervisión y planificación mensual, para realizar un último análisis
anual. Y es que el cierre contable es una herramienta imprescindible para la planificación y para la
toma de decisiones. Cuanto antes detectes los posibles errores, antes podrás subsanarlos.
El cierre contable es uno de los procesos más importantes en la contabilidad de una empresa. Al
revisar y cuadrar las cuentas se puede determinar con exactitud si el negocio ha generado
ganancias o pérdidas durante el ejercicio. El cierre contable también proporciona una panorámica
general del estado del negocio y se convierte en una valiosa herramienta para la planificación y
toma de decisiones de cara al próximo año.
El cierre contable es un procedimiento mediante el cual se cuadran y finalizan las cuentas anuales
de una empresa dentro de un ejercicio contable, que normalmente implica un periodo de doce
meses y se suele asociar al año natural, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, haciendo
coincidir el fin del año fiscal con el final del año natural. La empresa tiene un plazo de seis meses
para trasladar esa información a Hacienda, ya que es la base sobre la que se calculan las
obligaciones fiscales correspondientes.
Antes de comenzar el cierre contable de la empresa hay que cuadrar la contabilidad. Por tanto,
tendrás que comprobar que los datos coincidan con lo que reflejan los libros de tu negocio y
realizar los ajustes necesarios para seguir adelante con el asiento de cierre contable.
En otras palabras, la ética financiera es una especie de guía que establece un camino a seguir
para los contadores, administradores, asesores financieros, analistas y demás miembros del área
financiera de una empresa. Todo esto, con el objetivo de definir y especificar cuál es la manera
correcta de proceder ante cada situación, actuando siempre de acuerdo a los valores de la
empresa y el régimen legal al que ésta pertenece.
El papel de la ética en la gestión financiera es legal, práctico y moral. Debes mantener tus libros
con honestidad e integridad porque estás legalmente obligado a hacerlo de una manera que
refleje con precisión el funcionamiento financiero de tu empresa. La contabilidad ética también
tiene sentido desde el punto de vista práctico porque un conjunto preciso de libros le dará más
información útil que la ficción pura. Por supuesto, usar una brújula moral en la toma de
decisiones contables y financieras es simplemente lo correcto.
Independencia y objetividad. Para proporcionar información justa y precisa, los contables deben
enfocar su trabajo sin prejuicios ni agenda. Tener ideas preconcebidas puede afectar la precisión
de los datos financieros. Tener una participación en el resultado también puede interferir con
dejar que los números cuenten su propia historia de la manera más clara y honesta posible.
Integridad. Los contables están obligados moral y legalmente a hacer su trabajo con conciencia,
es decir, a ejercer la honestidad y la voluntad de manejar la información de manera exhaustiva y
cuidadosa. Es su responsabilidad participar en informes justos y precisos con respecto a la
veracidad de los datos que proporcionan, así como su integridad.
Competencia. Puede parecer extraño incluir en una guía ética para los contables la obligación de
realizar un trabajo competente. Sin embargo, el acto de realizar un servicio profesional incluye
tanto un compromiso ético como profesional para hacerlo bien. La mala contabilidad pone al
cliente en riesgo de problemas legales y malas decisiones.
Los socios comerciales y las partes interesadas tienen derecho a saber si su empresa está
ganando o perdiendo dinero y si están haciendo inversiones en una organización con una base
firme o inestable. Mostrar un conjunto de libros torcidos puede ayudarte a asegurar un
financiamiento que será conveniente, pero que puede no ser lo mejor para ti ni para el
prestamista si tu modelo de negocio no es lo suficientemente sólido como para que puedas
pagar lo que pides prestado.
Un enfoque utilitario del pensamiento ético argumenta que el comportamiento moral produce
el mayor bien para la mayor cantidad de personas. Si presentas estados financieros que inflan tu
patrimonio neto y aseguran el financiamiento de una empresa arriesgada, puedes promover tus
propios intereses a corto plazo, pero engañas a los prestamistas e inversores al no ofrecerles el
beneficio de una evaluación honesta de la solvencia de tu préstamo.
Al pedir prestado dinero que aseguras a través de información falsa, es posible que ni siquiera
estés actuando en tu propio interés, especialmente si estás prometiendo una garantía para un
préstamo. El proceso del banco de evaluar tus informes financieros puede parecer engorroso e
inconveniente, pero está diseñado con el objetivo de los mejores intereses mutuos compartidos
por ti y el prestamista. Si tu empresa no está lista para expandirse o invertir en infraestructura
costosa, no es una buena idea hacerlo.
Incluso si el dinero que pides prestado o el que se invierte en inversiones no está asegurado, y
no pierdes nada al perder el dinero de otra persona, aún puedes causar un daño más amplio al
tergiversar tu situación. Si un banco realiza demasiadas inversiones poco sólidas, se verá
obligado a utilizar criterios más estrictos en el futuro. Esto puede disminuir la posibilidad de que
alguien más merecedor no pueda obtener capital útil. Puedes promover tu propio interés, pero
tus acciones son inmorales según los estándares utilitarios porque, en última instancia, causan
más daño que beneficios.
Por ejemplo, puedes haber tenido un año difícil cuando perdiste dinero, pero comprendes
completamente tu mercado y tus oportunidades, y sabes que una infusión de efectivo sería una
buena inversión para un prestamista o banquero a pesar de tu problemático historial financiero
reciente. Además, puedes tener la oportunidad de crear empleos de alta calidad si recibes la
financiación que buscas.
Es posible que los posibles beneficios morales de tergiversar tu situación financiera superen el
cuestionamiento ético de presentar estados financieros inexactos. Sin embargo, el bien que
proviene de tu capacidad para proporcionar empleos puede verse compensado por el riesgo que
asume para ti y los empleados que contratas. Es importante seguir haciendo preguntas difíciles
incluso si las respuestas no son claras y son inconvenientes.
Tratamiento ético de la información financiera
La ética en las finanzas es un conjunto de normas y reglas morales diseñadas específicamente para
que los especialistas y profesionales del área financiera tengan un estándar bajo el cual realizar sus
actividades profesionales de forma óptima, rigiendo sus acciones de acuerdo a los principios
generales de moralidad, como la integridad, la honestidad y el respeto.
En otras palabras, la ética financiera es una especie de guía que establece un camino a seguir para
los contadores, administradores, asesores financieros, analistas y demás miembros del área
financiera de una empresa. Todo esto, con el objetivo de definir y especificar cuál es la manera
correcta de proceder ante cada situación, actuando siempre de acuerdo a los valores de la
empresa y el régimen legal al que ésta pertenece.
Consideramos importante separar los dos conceptos que convergen en nuestro tema central: la
ética en las finanzas.
Siendo así, partiremos del primer término, ¿qué es la ética? De acuerdo al diccionario de la Real
Academia Española, se puede definir este concepto como el conjunto de normas que rigen la
conducta de una persona en cualquier ámbito de la vida.
Por lo tanto, la ética o moral está presente a lo largo de todo nuestro desarrollo como seres
humanos o, por lo menos, debería estarlo, pues es lo que nos lleva a regirnos bajo los valores que
contribuyen a una vida sana y feliz.
Tal como lo dice Jose L. Pinheiro, filósofo experto en materia de finanzas y profesor de nuestro
curso online de Introducción a la ética empresarial:
“La libertad y la felicidad son la consecuencia de hacer el bien. Pensamos que ser libre es la
posibilidad de elegir entre el bien y el mal, pero esto no es así. La libertad es la consecuencia de
optar por lo correcto”.
Por otro lado, el área financiera de una empresa se encarga de manejar el dinero y el crédito, así
como todos los activos y pasivos que son parte de ella. Una tarea muy importante, que requiere
de profesionales confiables, honestos y responsables para poder llevarse a cabo de manera
correcta.
Entonces, si el principio ético lo podemos aplicar a cualquier ámbito de nuestra vida diaria, es
comprensible que exista también una relación entre la ética y las finanzas, así como en recursos
humanos, marketing y cualquier área de una empresa.
Pero, ¿cómo influye la ética en las finanzas y por qué es tan importante aplicarla? Sigue leyendo, a
continuación te lo contamos.
La ética en las finanzas empresariales cumple un papel vital. Al ser el área financiera la que
controla los bienes de una empresa, ¿no crees que sí o sí el manejo de estos debería ser
transparente?
El papel de la ética en las finanzas es promover y fomentar el manejo correcto de los bienes de la
empresa, alentando a los empleados encargados de estas tareas a mantenerse lejos de las estafas,
los engaños y básicamente todo lo que sea negativo y pueda afectar a los demás. En este caso,
tanto a los clientes y la empresa como a los miembros del negocio.
Cuando decimos miembros del negocio, no nos referimos sólo a quienes reciben las ganancias
directamente, pues una empresa no se limita a sus creadores o accionistas. Los trabajadores
juegan un rol fundamental y es por ello que es importante saber cómo aplicar la ética en las
finanzas.
Piénsalo; si alguien con acceso al capital de la empresa olvida el rol de la ética en el área financiera
y es parte de una acción desleal para el negocio, existe la posibilidad de incurrir en pérdidas de
dinero y caer en riesgos económicos en el futuro. ¡Peor aún! Las malas prácticas que dejan de lado
la ética en las finanzas pueden llegar, incluso, a quebrantar la ley y meter en en problemas a todo
tu equipo, llevando a tu empresa a una crisis financiera y legal.
El riesgo económico, llámase también quiebra o crisis, repercute en todos los niveles de una
organización, pues existe la posibilidad de que muchos enfrenten un eventual desempleo. Por ello,
es importante siempre contar con personas que tengan claro cómo influye la ética en las finanzas
y que estén dispuestas a adoptar los principios éticos de tu empresa.
Además, para incorporar la ética en las finanzas a tu empresa, las personas que trabajan en ella,
no sólo deben conocer todo lo que implica este principio, sino también aplicarlo en sus acciones
diarias.
Muchas veces el concepto de ética en las finanzas no es interiorizado como tal en algunas
instituciones que priorizan el beneficio de sus representantes antes que el bien comunitario. Pero,
¿por qué es importante la ética en las finanzas? Seguro te preguntarás si realmente es necesario
seguir un estándar de valores y principios en el ámbito empresarial tal como lo hacemos en
nuestra vida diaria.
La importancia de la ética en las finanzas radica en el hecho de que si separamos las buenas
prácticas que los principios de la ética aportan a los profesionistas de la contabilidad y las finanzas,
podemos perder la confianza de todos a nuestro alrededor y abrir la puerta a la corrupción, el
engaño, la ilegalidad, el robo, las estafas, los conflictos de intereses, etc.
Por el contrario, si utilizamos la ética en las finanzas a nuestro favor y la ponemos en práctica,
podemos obtener grandes beneficios, entre los que se encuentran los siguientes:
Si aplicas los principios de la ética en las finanzas de tu empresa, tus clientes se sentirán mucho
más seguros y confiarán en ti.
La ética financiera es útil para crear un ambiente de trabajo sano, en el que todos sean respetados
y se sientan cómodos.
Gracias a la ética en las finanzas, es posible evitar la quiebra de una empresa y hacer un mejor uso
de los recursos de la misma.
Si quieres que tu empresa sea calificada como una empresa socialmente responsable, la ética en
las finanzas debe estar presente sí o sí.
Contar con un código de ética financiera ayudará a que tus empleados sepan cómo actuar ante las
situaciones con las que día a día se enfrentan durante sus labores.
Debes mantener tus libros con honestidad e integridad porque estás legalmente obligado a
hacerlo de una manera que refleje con precisión el funcionamiento financiero de tu empresa.
El papel de la ética en la gestión financiera es legal, práctico y moral. Debes mantener tus libros
con honestidad e integridad porque estás legalmente obligado a hacerlo de una manera que
refleje con precisión el funcionamiento financiero de tu empresa. La contabilidad ética también
tiene sentido desde el punto de vista práctico porque un conjunto preciso de libros le dará más
información útil que la ficción pura. Por supuesto, usar una brújula moral en la toma de decisiones
contables y financieras es simplemente lo correcto.
Independencia y objetividad. Para proporcionar información justa y precisa, los contables deben
enfocar su trabajo sin prejuicios ni agenda. Tener ideas preconcebidas puede afectar la precisión
de los datos financieros. Tener una participación en el resultado también puede interferir con
dejar que los números cuenten su propia historia de la manera más clara y honesta posible.
Integridad. Los contables están obligados moral y legalmente a hacer su trabajo con conciencia, es
decir, a ejercer la honestidad y la voluntad de manejar la información de manera exhaustiva y
cuidadosa. Es su responsabilidad participar en informes justos y precisos con respecto a la
veracidad de los datos que proporcionan, así como su integridad.
Tus informes financieros representan tu situación de pérdidas y ganancias, patrimonio neto y flujo
de caja. Cuando los usas para comprender y mejorar las operaciones, es un imperativo ético
presentar esta información de manera clara y honesta. Ya sea que estés evaluando la eficiencia y
la rentabilidad o si tiene sentido invertir en el crecimiento futuro, abordar estos documentos con
una brújula moral sólida te ayuda a proporcionar a las personas que los revisan la información que
necesitan para tomar las mejores decisiones posibles.
Los socios comerciales y las partes interesadas tienen derecho a saber si su empresa está ganando
o perdiendo dinero y si están haciendo inversiones en una organización con una base firme o
inestable. Mostrar un conjunto de libros torcidos puede ayudarte a asegurar un financiamiento
que será conveniente, pero que puede no ser lo mejor para ti ni para el prestamista si tu modelo
de negocio no es lo suficientemente sólido como para que puedas pagar lo que pides prestado.
Un enfoque utilitario del pensamiento ético argumenta que el comportamiento moral produce el
mayor bien para la mayor cantidad de personas. Si presentas estados financieros que inflan tu
patrimonio neto y aseguran el financiamiento de una empresa arriesgada, puedes promover tus
propios intereses a corto plazo, pero engañas a los prestamistas e inversores al no ofrecerles el
beneficio de una evaluación honesta de la solvencia de tu préstamo.
Al pedir prestado dinero que aseguras a través de información falsa, es posible que ni siquiera
estés actuando en tu propio interés, especialmente si estás prometiendo una garantía para un
préstamo. El proceso del banco de evaluar tus informes financieros puede parecer engorroso e
inconveniente, pero está diseñado con el objetivo de los mejores intereses mutuos compartidos
por ti y el prestamista. Si tu empresa no está lista para expandirse o invertir en infraestructura
costosa, no es una buena idea hacerlo.
Incluso si el dinero que pides prestado o el que se invierte en inversiones no está asegurado, y no
pierdes nada al perder el dinero de otra persona, aún puedes causar un daño más amplio al
tergiversar tu situación. Si un banco realiza demasiadas inversiones poco sólidas, se verá obligado
a utilizar criterios más estrictos en el futuro. Esto puede disminuir la posibilidad de que alguien
más merecedor no pueda obtener capital útil. Puedes promover tu propio interés, pero tus
acciones son inmorales según los estándares utilitarios porque, en última instancia, causan más
daño que beneficios.
La mayoría de las prácticas poco éticas en contabilidad y finanzas provienen del deseo de obtener
más dinero que no se ha ganado legítimamente. Si esta búsqueda decidida del dinero a expensas
de la honestidad, la integridad y la amabilidad fuera una práctica universal, entonces los principios
éticos serían en gran medida irrelevantes, y la caridad y la generosidad serían obsoletas. Aunque
esto puede parecer un salto al simplemente pasar algunos números en tus informes financieros, la
evaluación ética basada en un imperativo categórico requiere que tomes esta perspectiva.
Por ejemplo, puedes haber tenido un año difícil cuando perdiste dinero, pero comprendes
completamente tu mercado y tus oportunidades, y sabes que una infusión de efectivo sería una
buena inversión para un prestamista o banquero a pesar de tu problemático historial financiero
reciente. Además, puedes tener la oportunidad de crear empleos de alta calidad si recibes la
financiación que buscas.
Es posible que los posibles beneficios morales de tergiversar tu situación financiera superen el
cuestionamiento ético de presentar estados financieros inexactos. Sin embargo, el bien que
proviene de tu capacidad para proporcionar empleos puede verse compensado por el riesgo que
asume para ti y los empleados que contratas. Es importante seguir haciendo preguntas difíciles
incluso si las respuestas no son claras y son inconvenientes.
Si necesitas un profesional que lleve las cuentas de tu empresa con ética y experiencia, contacta
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