Tipos de Contrato
Tipos de Contrato
Tipos de Contrato
Nivel: II Semestre
CONTRATO DE DISTRIBUCION
El contrato de distribución es el documento mediante el que una de las partes, denominada
“suministrador”, se obliga frente a otra, denominada “distribuidor”, a cederle el derecho de
comercialización o venta de sus productos por un plazo determinado. Los objetivos del contrato
de distribución son fijar los derechos y obligaciones de cada parte contractual, establecer las
condiciones de utilización de marca y nombre comercial, y la limitación o exclusividad de la
distribución.
Como ya sabrá, existen diversas alternativas para operar en España sin necesidad de constituir
una sociedad o asociarse con otras entidades existentes o sin establecer físicamente un centro de
operaciones en España. Entre ellas destacamos ahora el contrato de distribución.
Estos contratos tienen una estructura común y se caracterizan por:
Son contratos de colaboración celebrados entre empresarios independientes (generalmente
fabricante y comerciante), en los que el distribuidor actúa por cuenta propia y asume el riesgo
de las operaciones en las que interviene.
Son contratos mercantiles, de duración continuada y habitualmente de adhesión.
Aunque son contratos de confianza, están basados en la capacidad técnica, profesional y
financiera del distribuidor.
Conllevan la mayor parte de las veces una cesión de derechos sobre bienes inmateriales
(marcas, rótulos, logotipos, etc.).
Son fórmulas contractuales nuevas y carentes de regulación legal, aunque su frecuente
utilización justifica su tratamiento diferenciado.
La nota esencial que permite diferenciar estos contratos de otros negocios jurídicos es el
favorecer la comercialización de productos o servicios mediante la creación de estructuras
económicas integradas y duraderas a través de empresarios jurídicamente independientes.
Los acuerdos de distribución constituyen una interesante alternativa a la constitución de una
sociedad o sucursal o a la realización de acuerdos de colaboración comerciales con empresarios
ya existentes dada la baja inversión inicial requerida. Debido a su frecuencia, son numerosos los
tipos de acuerdos de distribución existentes. Muchos de ellos, como consecuencia de la carencia
de una regulación específica, permiten a las partes gran libertad en cuanto a su contenido.
CONTRATO DE COMISION
El contrato de comisión es un acuerdo entre dos empresas para realizar una serie de
operaciones. En este contrato mercantil, una parte las realiza a cambio de una comisión (se trata
del comisionista), ese monto de dinero es el que la que la otra, quien ha efectuado el encargo (el
comitente), queda obligada a pagar.
El primer aspecto que ha de quedar claro al hablar de contrato de comisión es que no implica a
un trabajador y un empresario sino a dos empresarios (que pueden ser personas jurídicas o
también físicas, como sucedería en el caso del autónomo).
El acuerdo entre ambas partes debe ser pactado con total libertad y así se reconoce en el
ordenamiento jurídico, que acepta las cláusulas del contrato de comisión como fuente normativa
principal para su regulación.
Son las partes quienes deciden la duración del acuerdo y el resto de sus condiciones, siempre
que estén de acuerdo con lo dispuesto por la ley.
El contrato de comisión puede terminar por acuerdo entre las partes si, por ejemplo, establecen
que su relación se extenderá solo durante el tiempo que dure un proyecto concreto o hasta que
finalice un plazo de tiempo cierto.
El incumplimiento de las obligaciones de las partes, el fin de la causa que tenía por objeto el
contrato o a muerte sobrevenida de alguno de los actores firmantes del acuerdo, podría
constituir también causa de finalización del contrato de comisión.
Teniendo esto en cuenta, al plantearse el contrato de comisión como posibilidad para expandir
la red comercial en un territorio concreto, hay que saber que:
En el momento de realizar acciones comerciales, el comisionista no actuará por cuenta propia,
sino en representación del comitente.
Su actividad no está sujeta a continuidad, por lo que no existe ningún requisito de permanencia
asociado al contrato.
Todos los gastos asociados al ejercicio de la actividad del comisionista correrán a su cargo.
El comisionista es independiente, lo son sus instalaciones, su personal, su organización del
trabajo y su plan comercial y en ninguno de estos aspectos puede intervenir el comitente.
El comisionista no está obligado a prestar servicios en exclusiva al comitente, por lo que no
habrá de recogerse una cláusula similar en el contrato de comisión.
El comisionista no asume los riesgos derivados de la acción comercial en la que participa, ya
que la responsabilidad sobre ellos corresponde al comitente.
CONTRATO JOINT VENTURE
El término Joint Venture apareció en los Estados Unidos de América y ha tenido amplia acogida
a nivel mundial. Es un concepto de muy amplio significado, que, en definitiva, se refiere a los
acuerdos de personas o empresas para emprender un proyecto conjunto, en el que se determinan
las reglas que se aplicarán a su funcionamiento.
La característica principal del Joint Venture es su naturaleza contractual. Se utiliza esta figura
para designar distintas formas de cooperación entre personas físicas o jurídicas con el fin de
realizar un objetivo común mediante la aportación de recursos, sin que las partes pierdan
autonomía jurídica. La aplicación de este tipo de contratos es amplia, por ejemplo, contratos de
comercialización, fabricación, suministro, compraventa, tecnologías, contratos destinados a la
explotación de recursos naturales, entre otros.
No obstante, del tipo de Joint Venture que se elija, un elemento esencial constituye su duración.
Con esto se quiere decir, que necesariamente ha de tratarse de un contrato de tracto sucesivo -no
de ejecución instantánea- pues este tiempo de duración es el que permite a las partes aventurarse
de manera conjunta.
El artículo 585 del Cc define al Joint Venture como:
“Un contrato de carácter asociativo, mediante el cual dos o más personas ya sean naturales o
jurídicas convienen en explotar un negocio en común por un tiempo determinado, acordando
participar en las utilidades resultantes del mismo, así como responder por las obligaciones
contraídas y por las pérdidas”.
En caso de falta de estipulación o de acuerdo entre las partes sobre alguno de los elementos
mencionados, el contrato se regirá por las disposiciones establecidas en el Cc. Por ejemplo, en
caso de no señalar la forma en que se responderá ante terceros, las partes responderán en forma
solidaria o, según el caso, actuarán como coacreedores solidarios.La diferencia específica entre
una compañía y un Joint Venture radica en que esta última no es una persona jurídica. El hecho
de no ser una sociedad con limitada responsabilidad, sino una asociación, conlleva que la
responsabilidad de las partes frente a terceros no está limitada a sus aportes de capital; sino que
depende de lo que sus miembros acuerden. Además, el Joint Venture, se perfecciona con el
consentimiento de las partes en un documento escrito y no está sujeto a ninguna formalidad
adicional, ni al control de la Superintendencia de Compañías y Valores.
CONTRATO DE FRANQUICIA
Suele ser habitual en muchas enseñas la disposición de un documento contractual. A modo de
opción de compra de la franquicia para el potencial franquiciado, permite a las partes avanzar en
la realización de ciertas operaciones y análisis, con anterioridad al otorgamiento del contrato
con el que se pretenda regular el definitivo acuerdo.
Este documento puede recibir varios nombres; precontrato, contrato de reserva o acuerdo de
intención. No significa para el franquiciado más que una posibilidad preferente de adhesión a la
red, mediante la explotación de un centro operativo en un mercado que habrá de establecerse
con anterioridad.
En el acto de otorgamiento del precontrato, el adquirente abonará al franquiciador una cantidad
a cuenta del derecho de entrada. Todo ello siempre y cuando el franquiciador cumpla con lo
dispuesto en Real Decreto 201/2010, de 26 febrero. En su artículo 3, de Información
precontractual al potencial franquiciado
El contrato de franquicia va a ser el documento final que regule los derechos y obligaciones de
franquiciado y franquiciador durante toda la vigencia de la relación. En este documento se
plasma la voluntad de los firmantes de entablar una relación empresarial a través del sistema de
franquicia.
El franquiciado deberá exigir que el documento que firme regule de forma clara e inequívoca las
obligaciones que el sistema de franquicia impone al franquiciador y cumplir con las exigencias
de la normativa.
Esta regulación es aplicable sólo a los acuerdos de franquicia, y permite el establecimiento de
cláusulas cuyo contenido, en otro tipo de acuerdos distintos a los de franquicia, podría devenir
nulo por ser contrario a las normas de defensa de la competencia.