La Apelación en El Proceso Mercantil en México
La Apelación en El Proceso Mercantil en México
La Apelación en El Proceso Mercantil en México
El Código de Comercio plasma en el artículo 1390 bis que para la procedencia del
Juicio Oral Mercantil no existe limitación en cuantía. Sin embargo, en su segundo
párrafo menciona que contra las resoluciones pronunciadas en el mismo no
procederá recurso ordinario alguno. Dejando claro con ello que cuando se emite
una resolución en este juicio será la definitiva.
Este fundamento legal contiene una limitante a las partes para recurrir dicho fallo,
dejándolas sólo con la opción de iniciar otro juicio para que se revisen todas las
posibles vulneraciones cometidas dentro del juicio oral mercantil: el juicio de
amparo, que no es un medio de impugnación del primero sino que es recurrir a
otra instancia encargada de hacer valer los derechos humanos.
Continuando con el juicio oral mercantil, según el artículo 1390 bis 1 en este no se
tramitan juicios con el carácter de especial establecidos en el mismo código, ni en
otras leyes ni los de cuantía determinada.
“Este fundamento legal contiene una limitante a las partes para recurrir
dicho fallo, dejándolas sólo con la opción de iniciar otro juicio para que se
revisen todas las posibles vulneraciones cometidas dentro del juicio oral
mercantil: el juicio de amparo, que no es un medio de impugnación del
primero sino que es recurrir a otra instancia encargada de hacer valer los
derechos humanos.”
Según el artículo 1390 bis 4, en este juicio el juez tiene la facultad de dirigir el
proceso y aplicar las medidas de apremio que el Código marca.
Una figura jurídica a la que las partes actuantes pueden reclamar en las
audiencias es la nulidad de actuación; de acuerdo al artículo 1390 bis 6, ésta se
hace valer antes de que el juez dicte resolución definitiva del juicio oral y en la
audiencia posterior a la que se quiere anular, con una excepción la de nulidad de
emplazamiento puede realizarse en cualquier momento procesal siempre y
cuando sea antes de que se emita la sentencia.
Las maneras de llevar a cabo estas nulidades son escritas antes de la audiencia
preliminar del juicio, se le dará vista a la parte contraria y se citará a una audiencia
especial para desahogar las pruebas que se hayan admitido y se dictará la
sentencia correspondiente de ésta.
Como todo escrito de demanda, debe cumplir con la forma exigida en la materia
mercantil y será parte del procedimiento inicial para poder fijar la Litis. Cuando la
demanda no cumple con algún requisito que se señalan en líneas anteriores, el
juez señala los defectos mediante el proveído que se dicte y prevendrá al actor
para que en un plazo no mayor a tres días los subsane, en caso de que no lo haga
se desechará dicha demanda, esto según lo regulado en el artículo 1390 bis 12.
Las pruebas que en este juicio se admiten son: de acuerdo al artículo 1390 bis 41
la confesional que consiste en que el oferente puede citar a que su contraparte se
presente a declarar sobre los interrogatorios que en la audiencia se formulen,
estos deben contener hechos propios del declarante y deben ser calificados de
legales; asimismo se realiza el apercibimiento correspondiente a la persona que
deba declarar.
La testimonial regulada por el artículo 1390 bis 42 indica que cada parte estará
obligada a presentar a sus testigos; únicamente cuando estén impedidos para
hacerlo, el juez puede citarlos con el apercibimiento correspondiente.
Según el artículo 1390 bis 43, las preguntas serán oralmente claras, precisas y
sólo en relación a los hechos controvertidos; en todo momento el juez debe
verificar que se realicen apegadas a derecho.
La instrumental que consiste en todos los registros del juicio oral cualquiera que
sea el medio para registrarlos, será de esta forma una prueba plena y acreditarán
el modo en que se desarrolló la audiencia o diligencia correspondiente.
Sobre la prueba pericial se puede decir que debe cumplir con los requisitos que a
continuación se señalan: “señalarán con toda precisión la ciencia, arte, técnica,
oficio o industria sobre la cual deba practicarse la prueba; los puntos sobre los que
versará y las cuestiones que se deben resolver en la pericial, así como los datos
de la cédula profesional o documento que acredite la calidad técnica, artística o
industrial del perito que se proponga, nombre, apellidos y domicilio de éste, con la
correspondiente relación de tal prueba con los hechos controvertidos”.[1]
Para desahogar esta prueba requiere preparación, ya que se debe designar perito,
quien debe cumplir con los requisitos marcados en el artículo 1390 bis 46. Cuando
el juez considera que los dictámenes emitidos son contradictorios y no se pueden
encontrar conclusiones que lo orienten a resolver, podrá designar un tercero en
discordia.
”II. Los anteriores respecto de los cuales, protestando decir verdad, asevere la
parte que los presente no haber tenido antes conocimiento de su existencia;
”III. Los que no haya sido posible adquirir con anterioridad por causas que no sean
imputables a la parte interesada.
Cuando las audiencias terminan debe levantarse un acta según el artículo 1390
bis 27 que debe precisar lugar, fecha, número de expediente, el nombre de las
personas que intervinieron en la misma audiencia, los que no asistieron mediante
constancia, una relación del desarrollo de la audiencia y la firma del juez y el
secretario.
De acuerdo al artículo 1390 bis 32, la audiencia preliminar tiene por objeto la
depuración del procedimiento, la conciliación y mediación de las partes por
conducto del juez, la fijación de acuerdos sobre hechos no controvertidos, los
acuerdos reparatorios, la admisión de pruebas y la citación para la audiencia de
juicio.
Después de la audiencia preliminar se lleva a cabo la audiencia del juicio. Una vez
abierta se procede al desahogo de las pruebas que se encuentran preparadas
debidamente, como ya se mencionó, el juez dirigirá el procedimiento, considerará
las pruebas que no se encuentren preparadas haciendo efectivos los
apercibimientos dictados con anterioridad.
En esta audiencia se concede el uso de la voz a cada parte por una vez para
formular alegatos; seguidamente, el juez dictará de inmediato la resolución
correspondiente.
Ésta se expone por parte del juez de manera oral y de forma breve, en donde el
juzgador menciona los fundamentos de hecho y derecho que motivaron su
sentencia y lee los puntos resolutivos. Después, se pone a disposición de las
partes la misma mediante copia para que las partes puedan solicitar la aclaración
que concede el artículo 1390 bis que es la justificación de este trabajo recepcional,
puesto que el mismo como se ha venido estudiando si bien es cierto que concede
la aclaración de la sentencia no cambia su sentido y tampoco permite medio
ordinario de impugnación contra la misma.