El Liderazgo Educativo para La Dirección
El Liderazgo Educativo para La Dirección
El Liderazgo Educativo para La Dirección
Educativos
El Liderazgo Educativo
para la Dirección
Tema 1. Liderazgo y
líderes
Índice
Esquema 2
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Ideas clave 3
1.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
1.2. Una aproximación al concepto de liderazgo 4
1.3. El liderazgo en los sistemas educativos 6
1.4. Liderazgo y escenarios de futuro 10
1.5. Referencias bibliográficas 15
Esquema
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 73-87 del libro de Arias, A.R y Cantón, I.
(2006). El liderazgo y la dirección de centros educativos. Editorial Davinci.
También puedes leer las páginas 183-214 del libro de Montero, A (2012). Proyecto de
dirección y ejercicio directivo. Wolters Kluwer.
Liderazgo se deriva del verbo inglés to lead, que podríamos traducir como guiar,
conducir o mostrar el camino. Se distingue de otros conceptos tradicionales y que
no son sinónimos. Poco tiene que ver con el poder de mando y obediencia al que lo
asociaba Max Weber, uno de los grandes teóricos sobre el fenómeno de la
dominación y la autoridad. En el enfoque que presentamos, liderazgo se asocia más
con la capacidad de influencia interpersonal, no con la idea de mando, orden u
obediencia.
El sociólogo alemán Max Weber asociaba, en buena parte, liderazgo con autoridad.
El enfoque tradicional de la teoría de las organizaciones tiende a confundir liderazgo
con autoridad, pero la literatura posterior los diferencia. Veamos, sucintamente,
estas diferencias.
En muchos países, en los centros educativos, las directoras y los directores de hoy en
día tienen ante sí nuevos retos y desafíos, impensables hace escasas décadas. La
revolución tecnología y de las comunicaciones, la modificación de las pirámides de
edad, la formación continuada, los nuevos y viejos valores, la mescolanza, y el
enfoque de la calidad en entornos cada vez más competitivos, hace que los directores
gestionen escenarios cambiantes y movibles donde hace falta algo más que el
seguidismo del ordeno y mando.
del conocimiento.
Todos los estudios sobre efectividad escolar vienen demostrando que el liderazgo en
los centros educativos es un factor determinante. Ningún estudio riguroso relaciona
Accede al vídeo «El liderazgo en los sistemas educativos» a través del aula
virtual.
¿Por qué no es lo mismo liderar que dirigir? Son cuestiones distintas. El liderazgo, en
cierta forma, representa la autoridad informal, que pone el énfasis en recursos
emocionales, incluso espirituales, en la capacidad comunicativa, en sugerir y conducir
de forma compartida.
Tal y como podemos concluir al estudiar este cuadro, dirigir supone ocupar y ejercer
unas responsabilidades en la gestión y el mando de una organización. El director
ejercita su influencia a través de la posición que ocupa en la estructura, concentra un
poder legítimo que administra. El líder, en cambio, puede ocupar, o no, un cargo
directivo. Frecuentemente, los líderes tienden a tener seguidores más que
subordinados, y su influencia se fundamenta en su poder personal.
No es suficiente solo con ser competente con lo que hacemos, hay que ir más allá.
Por ejemplo, algunos de los problemas más usuales en la dirección de los centros
educativos radican en encontrarnos con una dirección suficientemente competente,
Si tuviésemos que generar un relato visible para distinguir el director del líder escolar,
y utilizando la analogía, podemos decir que, mientras un director es el capitán de un
barco, aquel que dirige la nave, el líder es quien decide a dónde va el barco y
transmite la seguridad al pasaje de que van a llegar bien al destino.
En definitiva, podemos concluir este epígrafe afirmando que, mientras que los
gestores son necesarios, los líderes resultan del todo imprescindibles.
El esfuerzo por imaginar el futuro, por diseñar el futuro que queremos alcanzar,
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Nuestra implicación con los estudiantes no acaba cuando salen del centro, su
trayectoria futura nos importa y se convierte en un excelente indicador de nuestro
trabajo. Sea cual sea el estilo, y la herramienta básica para la implantación de la
calidad en los centros escolares, la sociedad del conocimiento conlleva un cambio
en la interpretación de la función de la escuela. Debe existir, además, la filosofía
Figura 2. Fundamentos del liderazgo de los centros educativos. Fuente: elaboración propia.
experimentado marinero de cubierta, hay que ser y saber algo más. En la escuela
pasa lo mismo. Montero (2007) insiste en que: «Asociado al carácter pedagógico del
liderazgo del director está, a su vez, la dirección profesional o la profesionalización
de la función directiva» (p. 185).
Vistos los condicionantes a los que se enfrenta la labor directiva, y los escenarios de
futuro, imposibles de acotar con precisión, las capacidades mínimas que debería
exigirse al liderazgo de los centros escolares son las siguientes:
Arias y Cantón (2006) concluyen afirmando que: «Como síntesis, señalamos que la
excelencia educativa, convertida en una faceta del paradigma del nuevo líder
directivo educacional, se alcanza, a través de un proyecto visionario y compartido por
los seguidores […]» (p. 76).
El buen guía nunca olvida que el centro de atención de la labor directiva no es otro
que el aprendizaje y la educación de los estudiantes. Incentiva el cambio y posibilita
recursos para que la comunidad educativa trabaje mejor.
Cada vez son más los profesionales, empresas, gobiernos o instituciones de todo tipo
que usan los análisis de prospectiva o el pensamiento estratégico para reflexionar
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Índice
Esquema 2
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Ideas clave 3
2.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
2.2. El liderazgo educativo en perspectiva 4
2.3. Tendencias europeas en liderazgo educativo 9
2.4. Plataformas educativas y buenas prácticas 13
2.5. Referencias bibliográficas 16
Esquema
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 134-153 del artículo de Moforte, C.,
González, G. y Maureira, O. (2014). Más liderazgo distribuido y menos liderazgo directivo.
Perfiles Educativos, 36(146). Disponible en la Biblioteca Virtual de UNIR.
Accede al vídeo «El liderazgo educativo en perspectiva» a través del aula virtual.
Pero, llegados aquí, ¿qué entendemos por liderazgo educativo? Siguiendo las
indicaciones de Begoña Gros, el liderazgo en el entorno educativo requiere para su
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Los nuevos líderes, solo pueden cumplir con su cometido desde la entrega
total a la misión.
Por otro lado, la UE, en línea con los estudios internacionales citados, incluye el
liderazgo como uno de los ejes centrales para lograr sistemas educativos de calidad.
Los estudios y recomendaciones de la UE ponen el énfasis, de forma prioritaria, en el
papel del profesorado y en los directores de los centros educativos a los que se refiere
de forma permanente como líderes. Sin embargo, diferentes estudios de campo
demuestran que los directores dedican alrededor del 50 % de su tiempo a tareas
administrativas (European Commision, 2012), cuestión que les impide concentrase
en funciones relevantes para su liderazgo.
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Los desafíos que identifica la EPNoSL están relacionados con las funciones del director
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escolar como líder y como gestor. La red, coordinada por la Foundation for Reserach
and Technology-Hellas, involucra a representantes institucionales, profesores,
directores y técnicos de diferentes ámbitos (ministerios de educación, agencias
educativas, asociaciones de directores y profesores, institutos de investigación y
Hay que aprender de los mejores pero evitando reproducir un calco idéntico,
porque las singularidades, frecuentemente, lo impiden.
Flexibilidad.
Horizontalidad.
En un tercer nivel halla otras variables con menor peso en la calidad del liderazgo:
A modo de conclusión, las buenas prácticas en materia de liderazgo tienen una fuerte
relación con las variables contextuales, espaciotemporales, de los centros. No
obstante, la horizontalidad y la flexibilidad son dos características comunes en los
buenos líderes.
La flexibilidad, por otro lado, se relaciona con líderes que son capaces de
conformar estructuras a través de criterios dúctiles en la organización y
coordinación de los centros, que se adaptan ellos y adaptan los espacios y tiempos
a las nuevas realidades, que son, verdaderos agentes de cambio.
European Commission (2012). Supporting the teaching professions for better learning
outcomes. Communication from the Commission. Rethinking Education, Investing in
skills for better socioeconomic outcomes. SWD(2012) 374 final.
http://ec.europa.eu/education/policy/school/doc/teachercomp_en.pdf
Índice
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Esquema 2
Ideas clave 3
3.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
3.2. Las aptitudes 4
3.3. Las actitudes 7
3.4. Las habilidades 9
Esquema
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 91-119 del libro de Palomo, M.T (2011).
Liderazgo y motivación de equipos de trabajo. ESIC Editorial.
Las aptitudes.
Las actitudes.
Las habilidades.
La aptitud está relacionada con la capacidad, con los atributos técnicos o con lo que
sabemos.
La actitud es la disposición que tenemos antes los retos, o lo que hacemos con lo que
sabemos, o con los atributos que disponemos. Es una disposición mental y está
vinculada con la motivación.
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Accede al vídeo «Aptitudes del líder educativo» a través del aula virtual.
Hasta hace bien poco se enseñaba y se aprendía taquigrafía, caligrafía gótica, también
a construir radios de válvulas, ordeñar vacas manualmente o combatir la brujería. No
hay duda de que la obsolescencia y renovación del conocimiento es cada vez más
rápida y ello nos obliga a todos a aprender de forma continuada y renovada. En cierta
manera, debería estar prohibido acostumbrarnos a nada, y menos a lo aprendido,
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Enviar una sonda a Marte ya no es tan simple como elaborar magdalenas. Recrear la
fusión del hidrógeno en un laboratorio, tampoco. No hay recetas para ello. Es
complicado porque intervienen cálculos y probabilidades. Exige coordinación y
conocimientos expertos que no evitan un alto nivel de incertidumbre en cuanto a
los resultados finales. Pero es que, además, prever qué formulas resultarán las más
adecuadas para formar y educar a las personas del futuro es aún más difícil. Es
complejo. La complejidad recae no solo en la singularidad del individuo y de la
evolución de sus preferencias, sino en la imprevisibilidad de variables sistémicas, o
fortuitas, sobre su vida y entorno.
El que sabe mucho y no lo aplica o lo hace de mala gana es peor que el que no
sabe, pero se esfuerza por avanzar.
El ejemplo más sencillo es el de los estudiantes que cursan sus estudios y al final, si
todo va bien, los profesores confirman que han superado las pruebas y una
Por lo tanto, es este un tema de continua batalla política, tal y como indica Xavier
Melgarejo (2013) al comparar sistemas educativos mundiales. Los políticos y otros
actores sociales (estamento docente, patronales, instituciones…) desean influir en
qué debe exigirse (contenido curricular) para que habilite convenientemente (cultura
o ejercicio profesional) y que tenga un impacto positivo y aplicable (que favorezca la
ocupabilidad y la inclusión de las personas). Sus dos objetivos centrales son:
reproducir la cultura y formar a los ciudadanos para adaptarlos a las necesidades
del mercado.
El problema surge cuando emerge con fuerza el fracaso escolar y las necesidades de
los mercados no se cubren, porque la oferta formativa no encaja en el tipo de
demanda. Es decir, cuando hay un desfase entre lo que demandan las empresas y lo
que se ofrece. Si el sistema educativo no forma convenientemente para el ejercicio
profesional, la economía en su conjunto y la sociedad, se resiente y la tasa de
desempleo también. Es este uno de los temas cruciales del futuro que el liderazgo
educativo está obligado a conocer.
Accede al vídeo «Actitudes del líder educativo» a través del aula virtual.
En muchas ocasiones, una buena actitud puede llegar a ser mejor que una buena
aptitud, sin que ello signifique que con predisposición y voluntad se superen todas
las dificultades. Un náufrago en una isla desierta con aptitudes para construir un
barco, pero sin la actitud para hacerlo, es casi peor que otro sin esos conocimientos
pero con voluntad para superar obstáculos.
Las actitudes que cada vez reclaman más las organizaciones son las actitudes abiertas
y proactivas, que se diferencian de sus opuestas, las cerradas e inmóviles. El mundo
de hoy en día es más receptivo a la apertura y la proactividad que a la cerrazón y el
inmovilismo.
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Un tema estrella
La actitud es uno de los temas estrella de la psicología social, pero de difícil manejo
por la diversidad de enfoques, definiciones y escuelas que han teorizado sobre ella.
Leon Festinguer fue pionero en el estudio de las actitudes. Para él, el vínculo entre
De ahí lo que indicábamos respecto al náufrago en una isla desierta. Un náufrago con
aptitudes para la construcción de barcos, pero sin la actitud de pasar a la acción, no
provoca consecuencias. Sin compromiso, o sin implicación personal, no hay acción
posible. Es aquí donde las actitudes despiertan un gran interés ya que cumplen
funciones importantes que podemos dividirlas entre motivaciones y funciones
cognitivas. Las primeras, hablan de las respuestas, las segundas del procesamiento
de la información.
encomendada deduciré de esa actitud un comportamiento futuro —sin más base que
esa observación aislada—. De aquí que las actitudes enmarcan las reglas de juego e
influyen en los resultados.
Accede al vídeo «Habilidades sociales para el liderazgo» a través del aula virtual.
Es este un vacío clásico que tiene la enseñanza más convencional. No obstante, cada
vez más, los centros educativos y las propias familias van contemplando esas
Si bien existen distintas formas de clasificar las habilidades para la vida, la que
propuso la OMS ha conseguido un amplio reconocimiento académico y popular por
su oportunidad y por su aplicación universal. Veamos brevemente estas diez
habilidades:
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como externa, social o medioambiental. Hacer que las cosas sucedan en vez de
limitarse a dejar que pasen o que el azar u otros decidan.
Creatividad: habilidad para ver las cosas desde distintos puntos de vista que
contemplen alternativas originales y adecuadas. Tener capacidad de poder
entender la realidad desde diferentes ángulos permite emprender e inventar
nuevas opciones de respuesta. Pensar fuera del marco mental y cuestionar las
inercias facilita abordar la realidad de otro modo.
Junto a las destrezas cognitivas básicas y habilitantes para el ejercicio profesional, las
habilidades para la vida vienen ocupando una mayor centralidad en la educación de
En definitiva, y como colofón de este tema, deberíamos tener presente que para
cualquier tarea que planteemos a nuestros alumnos, profesores, directivos,
trabajadores o amigos, lo que deberíamos conocer a priori es si quieren
(motivación/actitud), si saben (conocimientos/aptitud) y si pueden
(competencias/habilidades). Estas tres cuestiones, actitud, aptitud y habilidades,
están siempre presentes en cualquier reto actual o futuro.
Un ejemplo final.
Algunos jóvenes pueden tener una estructura corporal apropiada para jugar al
baloncesto, ser muy altos y con buena complexión física, pero tener una mala
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Índice
Esquema 2
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Ideas clave 3
4.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
4.2. Cambio e innovación en los centros escolares 4
4.3. La resistencia al cambio: el primer obstáculo para
el cambio 10
4.4. La metodología de la gestión del cambio 13
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 199-224 del libro de Antúnez, S. (2006).
Claves para la organización de centros escolares. Horsori.
Tal y como comprobaremos a lo largo de las siguientes páginas, la gestión del cambio
es uno de los temas centrales de las nuevas realidades profesionales en el siglo XXI.
Las innovaciones y los cambios son respuestas a una necesidad adaptativa. No hay
crecimiento sin cambios. Nuestro punto de partida es que no hay nada estático en el
universo.
Las empresas, las organizaciones, los centros escolares, están igualmente sujetos al
cambio y a la innovación. Este objetivo se ha acentuado en los últimos tiempos para
adaptarse al entorno y responder a las nuevas demandas. Como cualquier institución,
el centro escolar está sometido a presiones y requerimientos cambiantes.
Los cambios y las innovaciones también son necesarios para satisfacer las
expectativas de la comunidad educativa y para promover un aumento en el horizonte
de posibilidades.
Ante esta pregunta inicial sobre por qué cambiar e innovar, estas serían las
respuestas:
últimas décadas son más frecuentes, más rápidos y afectan a más personas. La
globalización ha jugado un papel determinante en esta tendencia.
Las emociones actúan de forma muy importante en todas las facetas de nuestra vida.
Las distintas emociones humanas que se activan ante el presentimiento que hay un
cambio en ciernes tienden a sucederse de forma secuencial. La primera que se activa
es la preocupación. A esta le sucede el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a no saber
qué hacer. Una tercera etapa sería el enfado y la irritación, hasta pasar a la
aceptación racional, donde predomina la frustración y una cierta nostalgia. En la fase
final, en el mejor de los casos, es donde se llegan a activar sentimientos de curiosidad
y confianza en el cambio.
No nos parece del todo cierto que en función de la trascendencia del cambio la
resistencia será mayor o menor y los recursos para contribuir a facilitarlo también.
No siempre encontraremos una relación proporcional y directa. Por ejemplo,
cambios menores, que no afecten a la estructura o a los procesos, pero simbólicos y
con gran carga emocional, pueden llegar a provocar una gran resistencia. Por
Sea como sea, y en todo el caso, el punto de partida de cualquier proceso de cambio
pasa por abrir marcos dinámicos de comunicación formal e informal entre los
miembros de la organización, ya que saber explicar el «para qué» es muy
importante. También tener un análisis de posibles impactos, y disponer de
propuestas y recursos para combatir el despliegue emocional de los opositores.
Resulta siempre ingenuo pensar que cualquier propuesta o cambio, por muy racional
que la veamos, será aceptada y acatada sin rechistar. En mayor o menor grado, se
desatará una resistencia y oposición y deberemos estar preparados para combatirla.
Pasar de la preocupación y del miedo, a la confianza, es una travesía inevitable que
hay que saber gestionar. Gestionar la incertidumbre y las dificultades de toda
transformación es una habilidad que debe disponer el director o líder del proceso.
Posiblemente, no sea del todo cierto que las personas nos resistimos al cambio de
forma mecánica y sistemática, ya que el cambio está muy presente en la vida de la
gente. A lo que se resiste la persona es a ser cambiada, a no conocer el sentido del
cambio, a la incertidumbre, al ignorar el papel que jugará en los nuevos escenarios y
a sentirse, minusvalorada o prescindible. Lo que conlleva el cambio es, realmente,
lo que preocupa, no su presencia en la vida de las personas.
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¿De qué depende el éxito o no del cambio? En buena medida de si se ve como peligro
o amenaza, como desafío u oportunidad, del grado y magnitud de las resistencias y
de la oportunidad y eficacia con que se plantee. También del convencimiento e
implicación del promotor del cambio, y del grado de liderazgo compartido que
provoca.
Facilitación y apoyo: deben existir recursos para llevarla a cabo. Hay que propiciar
planteamientos flexibles, recursos suficientes y formación permanente y
actualizada.
Negociación: hay que saber negociar, mediar, intermediar. Hay que disponer de
habilidades contrastadas en este ámbito.
Coerción: no hay que descartar nada. La coerción está en desuso pero, en casos
excepcionales, podría no ser mala una manifestación puntual de autoridad a
través de una sanción, amonestación firme, llamada al orden, advertimiento o
gesto simbólico de autoridad. Este tipo de recursos debe ser ponderado, de baja
frecuencia e intensidad relativa.
Al hilo de estas ideas se resume que hay que explicar el propósito del cambio a través
de un enfoque empático, con una comunicación efectiva que destile una actitud
positiva hacia el mismo y con el compromiso de la dirección del centro de pilotarlo
conjuntamente.
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Accede al vídeo «Estrategias y acciones para la gestión del cambio» a través del
aula virtual.
Disponer de una hoja de ruta para la gestión del cambio es del todo necesario. Los
puntos básicos para gestionar la metodología del cambio son los siguientes:
Gestionar la metodología del cambio exige una serie de acciones. Tal y como sugiere
Serafín Antúnez (2006, p. 208), diez son los capítulos necesarios para gestionar de
forma óptima el cambio:
Planificar: es decir: qué hace quien, con qué recursos, qué resultados persigue, en
qué momento. Nunca hay innovación o cambio sin un trabajo mínimamente
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planificado.
Diferentes estudios sobre innovación y cambio, coinciden en señalar que casi todas
las innovaciones que se llevan a cabo se realizan entre el primer y el segundo año
de trabajo de los directivos. Es decir, el inicio del mandato del equipo directivo tiende
a ser el más fecundo para llevar a cabo cambios y propuestas innovadoras. Si eres un
director novel esperarán de ti cambios, y una estructura a la espera de estos.
En buena medida, una organización solo puede producir cambios cuando es capaz de
aprender a ser distinta de lo que es, cuando hay diálogo e interacción, cuando está
atenta a las exigencias del entorno, cuando es capaz de aprender y de emprender,
de invertir en intangibles.
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Nunca como hasta ahora ha existido una cultura general tan proclive a la innovación
y al cambio. Justificar la no acción porque la organización no la promueve es una
excusa tosca. Los directores tienen un papel destacado en todo ello, los líderes
imprescindible.
Índice
Esquema 2
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Ideas clave 3
5.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
5.2. Objetivos y organización de las reuniones 4
5.3. Cómo conducir bien una reunión 10
5.4. Las reuniones virtuales y los equipos remotos 17
5.5. Referencias bibliográficas 21
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 165-186 del libro de Álvarez, M. (2010).
Liderazgo compartido. Buenas prácticas de dirección escolar. Wolters Kluwer.
Nadie duda que los directores de centros educativos participan en muchas reuniones
y encuentros más o menos formalizados. El presente tema persigue estructurar una
serie de parámetros básicos para gestionar de forma óptima las reuniones.
Algunos de los diferentes perfiles con los que coincidirán en reuniones los directivos
de los centros escolares en algún momento del curso escolar son los siguientes:
profesores, jefes de estudios, directores de departamento, tutores, personal de
administración y servicios, padres y madres, monitores, estudiantes, agentes
externos de todo tipo, como, proveedores, acreedores y deudores, inspectores o
políticos de distinto alcance. Todos ellos forman parte de un universo de personas
donde, en algún momento u otro, deberemos reunirnos con ellos.
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No hay ningún número óptimo de reuniones. La respuesta a esta pregunta solo puede
ser: las necesarias, ni una más.
La primera pregunta que debemos formular antes de convocar una reunión es: ¿el
objetivo u objetivos que se persiguen se pueden lograr con otro medio? Pensando,
quizá, en una comida, tomando un café, en un encuentro informal, en una
videoconferencia rutinaria o una llamada telefónica. Si la respuesta es sí, y no existe
un interés secundario, la reunión debería sacrificarse para ganar en eficiencia.
Los objetivos principales, son los más visibles y se explicitan, son a los que se
desea llegar imprescindiblemente.
Los objetivos secundarios, frecuentemente, son los menos visibles y ocultos.
Cuando hablamos de objetivo, los principales son prioritarios, los segundos, quizá,
menos. Entre los primeros, pueden estar desde: definir un equipo de trabajo para
renovar el proyecto educativo, hasta determinar la planificación de las guardias. Y
entre los segundos: desde preparar el terreno para la renovación a medio plazo del
proyecto educativo de centro, o simplemente reforzar públicamente fidelidades y
compromisos de determinados miembros.
Hay diferentes formas de preparar una reunión. Entre las diferentes fases que
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Definir objetivos.
Establecer el orden del día.
Una vez definidos los objetivos, como elemento central de la reunión, determinar el
día, la hora y el lugar no es sencillo. Aparte de buscar una fecha donde la mayoría de
asistentes pueden acudir, cada momento el día tiene sus pros y contras. No es lo
mismo convocar una reunión a primera hora de la mañana que a última hora de la
tarde o después del almuerzo.
Hay que contemplar también si los asistentes precisarán una información previa o
no, además de informar también sobre la hora estimada de conclusión, costumbre
esta poco frecuente de determinados entornos. Si es importante saber cuándo
empieza una reunión, igual de importante es saber cuándo, estimativamente, puede
acabar. Hay que pensar que los asistentes tienen su propia agenda personal o
profesional. Cuando se convoca una reunión debe aparecer siempre la hora de inicio
y la hora de finalización.
Una forma de calcular los costes de una reunión es contabilizarlos en función del
tiempo que dura multiplicado por el número de asistentes.
En el caso del ejemplo la reunión de los quince profesores, contando que una
hora estándar de un profesor puede estar valorada entre 10-15 euros/dólares,
la reunión habrá costado alrededor de 400 euros/dólares. Hay que tener
siempre en cuenta este cálculo mental.
La mayoría se realizan de pie y son muy habituales, sobre todo, en espacios de trabajo
muy activos, aunque muchas empresas ya las hayan adoptado.
Sus defensores argumentan que durante estas reuniones las ideas pueden ser más
creativas y hay estudios científicos que concluyen que durante las mismas mejora
la comunicación, al derribarse barreras jerárquicas, y existe mayor concentración en
Accede al vídeo «Cómo conducir bien una reunión» a través del aula virtual.
Conducir bien un vehículo es una ecuación que combina: estado del vehículo y del
conductor, velocidad, distancia entre dos puntos, entorno, tránsito, tiempo y carga.
En la conducción de reuniones, en buena manera, sucede algo parecido. El director
de la reunión, o conductor en su acepción más extensa, no solo gestiona su dinámica,
se ve obligado a entender y enfrentarse a influencias internas y externas que
envuelven la reunión.
El calendario.
El contexto económico, social, político o demográfico.
Crisis.
Cambios legislativos o de gobierno.
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Conducir bien un vehículo es una ecuación que combina: estado del vehículo y
del conductor, velocidad, distancia entre dos puntos, entorno, tránsito,
tiempo y carga. En la conducción de reuniones, en buena manera, sucede algo
parecido.
Acosta (2018) explica que las razones para invitar a una persona a una reunión
deberían ser:
A nivel general, cuando más perfilado y concreto sea el objetivo que se persigue,
por ejemplo, determinar el peso que en el currículo tendrán determinadas
actividades, materias o asignaturas, más acotado debe ser el número de
participantes. Este tipo de reuniones lo suelen conformar alrededor de seis personas
y es usual para equipos de dirección. La duración varía, pero, en su formato más
corto, no debería superar los sesenta-noventa minutos.
Belbin (2013) describía algunos de los roles que podían adoptar los integrantes de
equipos de trabajo, y podemos trasladar sus conclusiones a las reuniones. Según su
papel y comportamiento, nos encontraríamos con personas que desarrollan o
adoptan roles de acción, roles mentales y roles sociales: el impulsor, el especialista,
el coordinador o el cohesionador son algunos de esos roles que realizan una serie de
contribuciones al equipo y a los que puede permitirse algunas debilidades.
Sin entrar a desarrollar los roles de equipo de Belbin, sí podemos listar de un modo
más llano y familiar, algunos de los perfiles que más fácilmente encontramos en una
reunión y que son los siguientes:
El agresivo: es directo y contundente. Tiene poco tacto y llega a alzar la voz por
encima de la media. Persigue que todo el mundo acepte su punto de vista. Puede
llegar a paralizar y bloquear. Enmaraña y discute. Puede provocar una polarización
del debate.
Las diferentes tipologías no se acaban en este listado de roles. Tampoco sugiere que
en cualquier reunión nos los encontremos, o sean tan perfilados y precisos.
Simplemente, propone que el conductor de cualquier reunión debe tener
contramedidas para combatir las disfunciones que estas tipologías pueden llegar a
provocar.
Guía: propone las normas de trabajo de la reunión. Evita las desviaciones estériles,
a la vez que administra el tiempo y el clima social.
Clarifica: informa y aclara los temas clave de la reunión. Depura errores o
interpretaciones diferentes de las aceptadas.
Estimula: dinamiza y motiva a los miembros del grupo. Gestiona los silencios con
inteligencia, sin premura, lanza preguntas estratégicas y gestiona los tiempos.
Cuando hay que tomar decisiones que afectan negativamente, hay recordar
que el interés colectivo está por encima del de las personas y trasciende a
este.
Si coordinar una reunión en vivo no es sencillo, con las reuniones virtuales aumenta
la complejidad. La tecnología se impone, a menudo, como un obstáculo que cuesta
salvar y que afecta a la comunicación, en la que se pierde una buena parte del
componente no verbal. Si, además, este tipo de reuniones son frecuentes porque se
trata de equipos remotos de trabajo, la dificultad aumenta.
puede.
Una reunión virtual no deja de ser una reunión, así que sirven muchos de los consejos
válidos para las presenciales. No obstante, habrían de tenerse en cuenta algunos
detalles:
Cuando se activa la cámara no estaría de más estar seguro de que el espacio que
estamos mostrando es el adecuado. No todo el mundo tiene un despacho en casa,
es cierto, pero un fondo lo más neutro posible y que no llame la atención sobre
aspectos personales es una buena idea. Una fotografía, libros cuyos títulos se
identifiquen claramente o un recuerdo personal distraen mucho.
taza de café. Y cuidado con las distracciones como notificaciones en el móvil, leer
la prensa en otra pestaña del navegador, etc.
Hablar lo más pausadamente posible. Tener en cuenta que podemos usar gestos
que enfaticen nuestra intervención, de hecho, es deseable, pero siendo
conscientes de la limitación que supone que la pantalla, seguramente, va a
mostrar nuestra imagen a pequeño tamaño.
Finalizada la reunión, es buena idea cuidar que el equipo está cerrado y apagado.
No sería la primera vez que una cámara o un micrófono abierto cuando no procede
nos juega una mala pasada.
Cada vez nos encontramos más frecuentemente con centros cuyos edificios están
alejados o dispersos geográficamente, trabajadores que practican teletrabajo de
forma parcial o profesores que forman parte de redes de investigación o
comunidades de aprendizaje, por lo que realizar reuniones virtuales y conocer sus
protocolos se hace necesario.
Hoy en día, disponemos de una gran variedad de herramientas que nos permiten la
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Elegir qué tipo de liderazgo necesita nuestro equipo es prioritario. Un líder afectivo,
incluso tipo coach, beneficia la dinámica del equipo. No se trata de ocuparse
solamente de cuestiones laborales y técnicas, sino que estar pendiente de otros
aspectos, como los emocionales, es importante.
Por último, una breve nota sobre los canales de comunicación. Debemos elegir el
más adecuado en función del mensaje a transmitir, gestionando correctamente la
gran variedad de vías de comunicación y atendiendo a que no se produzca
infoxicación o dispersión del contenido. También hay que formar a nuestros
colaboradores en el correcto manejo de archivos: orden común si son compartidos,
privacidad, seguridad, etc.
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Ideas clave 3
6.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 99-112 del libro de Viñas, J. (2004).
Conflictos en los centros educativos. Cultura organizativa y mediación para la
convivencia. Editorial Graó.
También puedes leer las páginas 11-13 y 109-117 del libro de Navarro, M. (2002).
Reflexiones de/para un director. Lo cotidiano en la dirección de un centro educativo.
Narcea Ediciones.
Desde las últimas décadas, la comprensión de los conflictos y el por qué existen ha
sido un tema de investigación académica muy desarrollado en distintas áreas,
particularmente en economía a partir de la llamada teoría de juegos. Las
Accede al vídeo «Los conflictos en los centros educativos» a través del aula
virtual.
Cuando dos o más partes pugnan a raíz de un conflicto no queda claro que actúen
siempre, e irremisiblemente, desde la más estricta de la racionalidad. Pensemos
que cada contendiente, cuando litiga o se enfrenta a su adversario, lo hace con el
convencimiento de que es mejor que el otro, y que la razón está de su parte. Los
conflictos, siendo los bélicos los más visibles, se mueven en esas coordenadas. La
racionalidad no siempre está presente pero, en cambio, es irrenunciable, como
metodología de resolución.
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En las organizaciones el conflicto forma parte del propio mapa de relaciones. Los
centros escolares y educativos, como otro tipo de organizaciones, viven en un clima
de conflicto permanente, que no debe entenderse, necesariamente, como indicador
de una organización deficiente, sino de su propia dinámica. Cuestión que, por otro
lado, no debe justificar actitudes conformistas o pasivas. En los centros educativos
los conflictos son de índole muy diversa. Cualquier profesor o profesora, directivo o
director o directora, ocupa buen parte de su tiempo atendiendo a padres y madres,
a familias y otros actores y situaciones. La casuística de conflictos que emergen y se
gestionan dentro de un centro educativo es muy extensa.
El listado de causas que generan los conflictos puede ser muy amplio. Para nuestros
intereses más inmediatos, las causas más comunes que originan los conflictos las
podemos sintetizarlas en cinco grandes áreas:
Principios: los principios o valores suelen ser tan o más importantes que los bienes
en juego. Cuando nos referimos a principios o valores, hacemos mención a
elementos no materiales, por ejemplo: creencias religiosas, políticas, valores
morales o reputación personal.
En esta primera fase, cada una de las partes intenta prevaler y definir con claridad
cada posición, con la idea de someter a la otra a través de argumentos y estrategias
de todo tipo. Es una fase donde se tiende más a comunicar que no a escuchar. A lo
largo de esta fase aparecen tendencias muy comunes:
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Es una fase donde las partes, normalmente a través de una serie de agravios y
desagravios, han deteriorado sus relaciones mutuas, además de mantener actitudes
ofensivas e insensibles hacia la otra parte donde la sensación común es de cierto
desánimo.
El declive del conflicto está relacionado con la reducción de las tensiones. En esta fase
los tempos varían y pueden ir desde escasos días, cuando los conflictos son entre
personas jóvenes por causas de males entendidos, a meses o años si son entre
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La premisa base es que todos los conflictos tienen un fin, sin que ello suponga la
desaparición del conflicto en la vida de los individuos o las organizaciones. El conflicto
se acaba de una forma u otra, por la sencilla razón de que el conflicto es más costoso
que el no conflicto. Desaparecen o se desactivan unos y emergen o se reproducen
otros.
A pesar de que, según cada caso, el conflicto merece una atención individualizada,
existen, una serie de líneas generales de planificación estratégica en la resolución de
los conflictos. Son las siguientes:
Las tres aéreas que influyen y condicionan la evolución de los conflictos son:
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Hay pocas dudas de que, sin menospreciar la importancia de los aspectos económicos
y legales o de otra índole, las emociones y los sentimientos son un punto central en
la resolución de conflictos.
En los centros escolares la figura del mediador cada vez cobra más peso, ya sea a
partir de un perfil concreto, o de la práctica llevada a cabo por miembros del equipo
directivo o docente, cuando aplican métodos y habilidades para desencallar y
resolver conflictos de todo tipo. Como indica Viñas (2004, p. 111), de un tiempo a
esta parte, en los centros educativos de los países económicamente más avanzados,
se han extendido actuaciones concretas en la implementación de programas de
mediación y resolución positiva de conflictos, tanto a nivel individual como grupal o
en el ámbito de la estrategia del centro.
En el ámbito escolar, la mediación, por tanto, no solo debe ser entendida como un
modo de resolución de conflictos, sino también como una metodología de
enseñanza en la que se estimula la comunicación interpersonal.
Las características más relevantes que definen la mediación son las siguientes:
Neutralidad.
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Imparcialidad.
Cooperación.
Voluntariedad.
Confidencialidad.
preciso considerar.
La segunda fase consiste en escuchar lo que cada parte quiere explicar. Es preciso
practicar la escucha activa. No se debe dar nada por sentado. Se ha de considerar que
el problema que explica cada parte les afecta de verdad y trasmitir que entendemos
cada visión del problema. El mediador debe de ayudar a las partes a iniciar un
intercambio fecundo de información acerca de los temas en disputa que les
preocupan.
Es la fase donde se visualizan los problemas, donde se perfilen las áreas de disputa.
El mediador debe facilitar que las personas puedan expresar todo lo que deseen. Con
frecuencia, permitir desfogarse alivia y facilita un nivel de mayor reflexión después
de que se haya reducido el nivel de agresividad verbal. Aun así, el mediador ha de
controlar la situación.
Búsqueda de intereses
Las posiciones son las cosas concretas que desean las partes: el dinero, los plazos, las
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Llegado a este punto de la mediación, las partes enfrentadas han podido ya definir
los parámetros de la disputa, aclarado las cuestiones e identificado intereses
comunes y conflictivos. La tarea central de los mediadores en la etapa de generación
de alternativas, consiste en desarrollar soluciones de arreglo aceptable para las
partes.
Una vez que todas las opciones han sido formuladas, el mediador deberá haber
replanteado nuevamente la cuestión y se llegará a un acuerdo que deberá estar
diseñado por las propias partes. El acuerdo puede ser total (resuelve el conflicto
manifiesto, así como el posible conflicto latente), o parcial (se resuelve solo una
parte, o fundamenta las bases para que el acuerdo final se consiga en un futuro).
Índice
Esquema 2
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Ideas clave 3
7.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
7.2. ¿Qué es el tiempo? 4
7.3. El estrés y su gestión 8
7.4. El tiempo colectivo de la comunidad educativa 17
7.5. Referencias bibliográficas 20
Esquema
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Para estudiar este tema puedes leer las páginas 212-226 del libro de Campo, A. (2010).
Herramientas para directivos escolares. Wolters Kluwer.
¿Qué es el tiempo?
El estrés y su gestión.
El tiempo colectivo de la comunidad educativa.
Accede al vídeo «La gestión del tiempo en el ámbito educativo» a través del aula
virtual.
El tiempo ha sido a lo largo de la historia uno de los temas más universales que ha
ocupado a pensadores de todo tipo y condición. Ha generado infinitos debates
filosóficos a lo largo de la historia. La relatividad del tiempo o su medición y
absolutidad han copado batallas dialécticas de todo tipo.
El tiempo siempre, de una forma u otra, se ha medido, pero solo con la aparición y
propagación del reloj, el tiempo comienza a medirse con precisión. A partir de la
industrialización, más que nunca, se empieza a segmentar, contar, evaluar y medir
hasta extremos inimaginables.
¿El tiempo es finito o infinito? Desde una perspectiva general, para la cultura
occidental que emerge con fuerza tras la Revolución Industrial, el tiempo es
considerado finito. Tiene una duración que se consume y acaba. Para la cultura
oriental, en cambio, el tiempo no es finito, es cíclico, es periódico, no se acaba. Está
sujeto a ciclos. Este debate exige más matizaciones pero, a nivel general, la
concepción de la finitud del tiempo puede segmentarse en estas dos grandes áreas.
tiempo se ralentiza y se alarga. Desde una óptica científica, el tiempo no es sino una
variable relativa asociada a la velocidad y al espacio.
Administrar bien el tiempo es administrar bien uno de los recursos más importantes
de la gestión de los centros escolares.
El tiempo es, en esencia, relativo. Unos consideran que se gasta, otros que se
regenera, unos que es inflexible, otros que es elástico. Todos tienen algo de
razón.
Figura 1. Matriz de la administración del tiempo. Fuente: elaborado a partir de Covey, 2011.
Un ladrón del tiempo es aquella distracción o desenfoque que nos aleja de lo que
nos ocupaba en primera instancia. Saber gestionar bien el tiempo exige identificar
quiénes son nuestros ladrones del tiempo y combatirlos.
En buena medida, el estrés es una imaginable distancia que separa lo que anhelamos
o deseamos y lo que tenemos u obtenemos, o también entre lo que somos y hacemos
y lo que se espera que hagamos o seamos. Aparece cuando la presión exterior es
superior a nuestra capacidad de respuesta. Las manifestaciones de cuadros de
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En ningún caso podemos afirmar que el estrés es absoluto, varía de unas personas a
otras. Mientras que, para algunas, determinas situaciones provocan un gran estrés;
para otras, les estimula y motiva. El liderazgo educativo aplicado a la dirección de
centros es aquel que tolera bien la incertidumbre.
En situaciones graves el estrés puede llegar a paralizar a las personas, las desactiva
para enfrentarse a los retos. La práctica médica coincide en señalar tres grandes fases
por las que pasan las personas antes de quedar paralizadas por el estrés:
El liderazgo educativo debe saber que uno de los elementos más estresantes de la
comunidad educativa se asocia con el sentido de la actividad que cada uno realiza.
Con su trascendencia de la actividad que nos ocupa, con su utilidad, con el sentirse
partícipe y protagonista de algo que está fuera de nosotros.
Los estresores
Un liderazgo implicado en el centro escolar debe procurar, entre otras cosas, que los
factores que provocan estrés a la comunidad estén dentro de unos márgenes
Los estresores más importantes que influyen en el profesorado de los centros y que,
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siguiendo a Alejandro Campo (2010, p.210), pueden ser controlados desde los
directivos de los centros educativos son:
Los motivos en el entorno docente van desde excesivo volumen de trabajo hasta falta
de realización profesional o perspectivas de desarrollo, pasando por ambientes
hostiles, mala comunicación institucional, relaciones conflictivas con los compañeros,
inspección o rendición de cuentas y excesiva burocracia.
Para hacer frente al estrés que nos puedan producir situaciones como las descritas,
tenemos la opción de:
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Lograr bienestar laboral es solo una parte. No solo somos trabajadores, así que
tendríamos que aspirar a lograr un equilibrio también con nuestra vida personal.
Cuidar nuestra salud y nuestra alimentación, hacer ejercicio, dedicar tiempo al ocio y
practicar actividades que nos gustan son cosas necesarias. No es infrecuente
ponernos enfermos el primer día de vacaciones. Como si esperásemos a poder
dedicar tiempo al malestar cuando terminamos de trabajar.
La gestión del tiempo del alumnado y del profesorado es una de las prioridades
centrales del director. Uno y otro están sujetos a una normativa legal, con unos
márgenes muy estrechos de actuación. El tiempo colectivo del centro se estructura a
partir de un horario fragmentado y uniformizado, con un enfoque academicista cada
vez es más cuestionado.
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El eje de abscisas y ordenadas del cuadro nos muestra gráficamente como el tiempo
dedicado a una actividad que busca la excelencia debe establecerse en una distancia
En definitiva, tener una agenda bien organizada que chequee las funciones que
acabamos de citar. Planificar y diseñar objetivos son dos elementos imprescindibles
en el liderazgo y la gestión del tiempo directivo.
Una buena gestión de tiempo no es, necesariamente, trabajar deprisa, sino trabajar
bien, porque el tiempo nunca será suficiente para todo lo que deseamos realizar. Por
tanto, hay que priorizar y planificar. Gestionar bien el tiempo para un liderazgo
efectivo no es funcionar como un autómata insensible al entorno, es planificar
congruentemente, determinar qué debe hacerse, fijar objetivos, a corto, medio y
largo que los hagan posible y programar su ejecución, además de asignar los recursos
precisos e implementarlos para conseguir los objetivos fijados.
Holmes, E. (2014). El bienestar de los docentes: guía para controlar el estrés y sentirse
bien personal y profesionalmente. Narcea Ediciones.
Índice
Esquema 2
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Ideas clave 3
8.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
8.2. La negociación y sus elementos clave 4
8.3. El método de negociación de Harvard 10
8.4. La importancia de la comunicación en la
negociación 16
Esquema
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 94-118 del libro de Funes, S (2009).
Gestión eficaz de la convivencia en los centros educativos. Wolters Kluwer.
El objetivo principal del presente tema es estudiar las habilidades necesarias para la
negociación. Es este un elemento central en las relaciones humanas. Negociar es algo
consustancial al ser humano. Este tema se desarrollará a partir de tres apartados.
Preparar la negociación.
El precio de reserva.
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El nivel de aspiraciones.
Las concesiones.
El anclaje.
Los elementos de valor.
El factor tiempo.
Nunca se nos ocurriría salir de viaje sin una mínima preparación y planificación.
Cuando nos disponemos a negociar es algo muy parecido. Siempre debemos
preparar bien cualquier negociación. Hay que disponer de una lista de temas
importantes trabajados previamente, debemos informarnos sobre asuntos que
pueden incidir en el curso de la negociación o en la actitud de la parte negociadores.
Preguntas sobre la otra parte, tales como: ¿cuál es su situación financiera, familiar,
laboral…? ¿Tiene problemas internos? ¿Está sometido a la presión del tiempo?
¿Cumple sus compromisos? ¿Cuál es su reputación general? ¿Qué fama tiene como
negociador?… ayudan a preparar la negociación. Ir a una negociación sin
información previa es como embarcarnos en una travesía sin disponer de un mapa.
El precio de reserva
El nivel de aspiraciones
Al hablar del nivel de aspiraciones nos referimos a una idea clave: lo máximo que
cada una de las partes pretende obtener y lo divulga a los cuatro vientos y la primera
de cambio para influir en la mente de la otra parte. Es el precio de salida. Es el objetivo
máximo que cada una de las partes pretende alcanzar y que está situado a un margen
de distancia del precio de reserva.
La idea fundamental para la negociación es que, cuanto más alto se aspire, tanto más
puede conseguirse, siempre y cuando ese objetivo sea una posibilidad real. Querer
que nuestro claustro de profesores trabaje de lunes a domingo es irreal, pero no que
tenga una implicación determinantes en el proyecto del centro. El nivel de
aspiraciones debe de ser razonablemente ambicioso.
Los dos modelos tipo que con más frecuencia podemos encontrar en una negociación
estándar son: modelo competitivo y modelo colaborativo.
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Como concesiones entendemos los valores reales o ficticios que, en una negociación,
cada parte cede a favor de su adversario y no tienen por qué ser materiales,
necesariamente.
Hay una regla general que debemos retener con precisión: nunca hay que aceptar
una primera oferta, si es muy tentadora, sospecha, sin ser desconfiado. Pregunta e
interésate por si hubiese «letra pequeña». Es preciso reservarse suficiente campo
para negociar y poder administrar las concesiones. Por regla general, el vendedor
debe empezar razonablemente alto y el comprador, razonablemente bajo.
Debemos tener en cuenta que las concesiones deben ser como un pequeño tesoro,
nunca deben enseñarse de golpe, a la primera de cambio. Hay que saber
administrarlas guardarlas y dosificarlas. A medida que avanza la negociación, el grado
de concesiones y su trascendencia tiende a reducirse.
El anclaje
Cuando hablamos del anclaje hay que tener presente que la primera oferta es la que
condiciona (la que ancla), todo la secuencia posterior de una negociación. Es la
primera imagen fija que se retiene en nuestra mente. Cuando en un aparador veo
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unos zapatos y bajo ellos el precio de 100 euros, esa cantidad se ancla en nuestra
mente que, junto con el presupuesto que nosotros llevamos para comprar unos
zapatos, configuran el segmento básico de la negociación.
Salir a navegar sin rumbo y sin conocer la dirección del viento nos puede llevar
a cualquier parte, incluso a naufragar. Cualquier negociación, por pequeña o
modesta que sea, debe prepararse convenientemente.
no solo por el sueldo, quizá también porque está cerca de su casa o el entorno sea
saludable y rodeado de vegetación. Por tanto, para cada una de las partes
negociadoras es muy importante descubrir si la otra parte otorga un elevado valor a
algunos aspectos de la negociación.
Es muy importante retener que al hablar de los elementos de valor, una parte los
tiende a relativizar y otra a ensalzar. El candidato doctor que quiere optar a la plaza
de director, puede plantar que es doctor como algo importante, y la persona que
quiere contratarlo lo puede relativizar. Uno lo relativiza, otro lo ensalza. Siempre hay
un juego relativo sobre el grado de ventaja o utilidad de lo que se plantea.
El factor tiempo
Tal y como hemos visto, el factor tiempo juega un papel muy importante en las
negociaciones. No hay que olvidar nunca que el que no dispone de tiempo para
negociar parte de una posición de desventaja, y más si la otra parte lo sabe.
Cualquier negociador que tenga prisa, motivada o no, se encuentra en una posición
claramente de desventaja. El negociador que está dispuesto a esperar más tiempo
será el que tenga más éxito. El negociador menos impaciente por llegar a un acuerdo
obtiene mejores resultados y el más impaciente aumenta sus concesiones, ya que,
cuando existe la presión del tiempo, hay una tendencia a formular demandas
inferiores y hacer concesiones más rápidas.
Accede al vídeo «El método de negociación de Harvard» a través del aula virtual.
El tema de las emociones y el de las percepciones son dos apartados que hay que
considerar de forma destacada.
Los intereses siempre tienden a definir el problema. La posición es algo que uno
decide por sí mismo, los intereses son los que motivaron que uno tomara tal posición.
Decidir gastarse 100 euros en unos zapatos es una posición, es un movimiento, el
interés que lo provoca puede ser querer ir elegante o mejorar la propia autoestima.
Los intereses más poderosos son las necesidades humanas básicas: seguridad,
bienestar económico, reconocimiento, control sobre uno mismo, etc. Por ello, el
problema básico en una negociación no reside en las posiciones, sino en el conflicto
entre los intereses, en las necesidades, deseos, preocupaciones y temores de cada
lado.
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Una posición es probable que sea concreta y explícita. En cambio, los intereses que
la rodean pueden ser intangibles, poco o nada explícitos, o quizás inconscientes. Los
intereses son algo que acostumbran a estar ocultos, como la parte hundida de un
iceberg. Es aquello que no se manifiesta, que no se ve, pero que está detrás de lo que
Comúnmente, las cosas no son tan finitas o limitadas como nos parece. En una
negociación es importante crear objetivos más amplios, intentar expandir el pastel
antes de repartirlo. La habilidad para inventar soluciones que puedan ser ventajosas
para ambas partes es uno de los activos más valiosos que puede tener un buen
negociador.
Juicio prematuro: creer que todo está inventado y no hay nada que hacer.
La búsqueda de una respuesta única: que la razón es única y, usual y
curiosamente, siempre está de nuestra parte.
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Los criterios objetivos han de ser independientes de la voluntad de cada una de las
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Los criterios objetivos hay que saber buscarlos o crearlos. Por ejemplo, si estamos
negociando el número de días por año trabajado que debería aplicarse en una
indemnización a un profesor que hemos despedido, se puede recurrir a la práctica
Hablar con claridad: hable con claridad para que te comprendan. Una negociación
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Un cierto sentido del humor: recientes aportaciones, como las que recoge el libro
de Silvina Funes (2009), sugieren que el sentido del humor siempre es beneficioso.
En cualquier caso hay que despreciar, siempre, apreciaciones ofensivas o de mal
gusto. No explique chistes de mal gusto, o que menosprecian a determinados
colectivos. Las personas con más sentido del humor tienen a ser más creativas.
Negociar no presupone estar amargado, con mala cara, ni con una actitud agria.
Cultive un cierto sentido del humor. A las personas nos gusta envolvernos de
personas agradables y simpáticas, no secas, distantes y agrias.
Es preferible hablar sobre uno mismo que sobre los demás: es mejor decir: «en
esta negociación me siento desconcertado», que no: «usted nos está
desconcertando», o decir: «me siento discriminado», en lugar de: «usted es un
racista». En estos casos, se comunica la misma información pero sin provocar una
reacción defensiva. Habla en primera persona, siempre que sea posible, o utiliza
el plural mayestático, el que se refiere a uno mismo mediante la primera persona
del plural.
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La comunicación no verbal
Postura: es la impresión total de la persona. Esta está influenciada, sobre todo por
la actitud del torso. La postura del cuerpo informa sobre el estatus del
interlocutor.
• Los brazos: cruzados encima del pecho, o de la mesa, son barreras: la persona
está a la defensiva. Le costará más convencerle. Unos brazos relajados
manifiestan una actitud más abierta.
Los ojos: el que no mira a los ojos denota inseguridad, vergüenza, o una posible
mentira. Mantén siempre el contacto visual con tu interlocutor. Hay que mirar con
reconocimiento, no agresivamente.
Sobre las mentiras: no toleres la mentira. Algunas culturas son tolerantes con ella.
La anglosajona no lo es, la mediterránea la tolera más. Por regla general, no la
toleres. Son muchos los estudios que manifiestan que las personas que mienten
alteran incidentalmente su comportamiento en el momento de mentir, por
ejemplo: rascándose o moviéndose ligeramente, mirando a otro sitio.
Índice
Esquema 2
Ideas clave 3
9.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 39-46 del libro de Forest, C. y García, F.
J. (2006). Comunicación cooperativa entre la familia y la escuela: una guía para promover
la colaboración entre profesores y padres. Nau Libres.
También leer las páginas 319-364 del libro de Palencia-Lefler, M. (2008). 90 técnicas de
relaciones públicas. Manual de comunicación corporativa. Profit Editorial.
La estructura básica del contenido de este tema se organiza a partir de tres grandes
apartados:
La comunicación es, sin lugar a duda, el eje principal sobre el que pivota toda
organización escolar. Si en cualquier organización humana resulta muy difícil poder
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Sistema formal, aquel que se fundamenta sobre las normas escritas y formales.
Sistema informal, aquel que actúa con una dinámica propia y diferente del
sistema formal.
Director.
Jefe de estudios.
Claustro de profesores.
Equipo directivo.
El Consejo escolar de centro.
Asociaciones de padres y de alumnos.
Equipos de ciclo.
Departamentos didácticos.
Departamentos de orientación.
Comisiones de coordinación.
Entre ellos se establecen redes formales de comunicación que son determinadas por
la organización, ya sea por voluntad propia o siguiendo indicaciones normativas de
mayor rango con el objetivo de hacer llegar la información necesaria a los públicos
definidos.
La relación que establece la dirección del centro con cada uno de ello, o la que
establecen ellos entre sí, se fundamenta, comúnmente, a través de comunicaciones
informales y, de manera excepcional, a través de la formalidad de la comunicación
escrita o de las reuniones y los acuerdos que quedan reflejados formalmente en las
actas que de ellas se derivan.
No nos parecería exagerado afirmar que la sala de profesores es, en buena medida,
la verdadera «cocina» del centro, un lugar donde se «cocinan» determinadas
decisiones que posteriormente se validan formalmente. Y también al contrario: se
generan en órganos formales, como, por ejemplo, en la dirección, y se envía a ella,
También hay que tener presente, que igual que deben valorarse los aspectos
positivos de las redes informales, no hay que minusvalorar los aspectos negativos.
Los más importantes están relacionados con las interpretaciones subjetivas de la
información, las malas intenciones o las distorsiones. Los rumores infundados o las
conspiraciones son el ejemplo más destacado de este tipo de externalidades
negativas de las redes informales. Tampoco deben minusvalorarse esos riesgos o
amenazas.
Mientras, las redes sociales permiten y favorecen la interacción de los usuarios con
el centro y de los usuarios entre sí. Facebook, Twitter, Instagram o YouTube son los
espacios más utilizados por los centros en este sentido. Estas redes sociales deben
ser gestionadas por un perfil de community manager que favorezca el diálogo, cuide
a la comunidad y evite trolls y haters, gestionando de manera eficaz posibles
situaciones críticas que se produzcan en este entorno.
Hay que tener en cuenta, además, las comunicaciones que tienen lugar por medio
del correo electrónico institucional o por medio de las plataformas escolares.
Protocolos de actuación deben señalar los plazos máximos de respuesta a estos
mensajes para que no se produzca una imagen de desatención y falta de interés.
Aunque no son pocas las familias que, a pesar de recibir información vía mail, no
utilizan la misma vía para su respuesta manifestando que prefieren una interacción
más directa y personal: una llamada telefónica o pasarse por el centro.
Es la etiqueta que se sigue online, es decir, una serie de reglas que regulan el
comportamiento de los usuarios en Internet y redes sociales para facilitar la
comunicación, mejorar la convivencia y evitar conflictos. Podemos tener en cuenta
las siguientes:
Compórtate como lo harías en la vida real y como si estuvieras cara a cara sin
ampararte en el anonimato.
En las respuestas ante crisis como las mencionadas más arriba, resulta
imprescindible determinar un portavoz que sea el que canalice la respuesta del
centro ante la adversidad. Usualmente, suele ser el director del centro, o en su
ausencia, alguna otra figura destacada del organigrama escolar con capacidades
comunicativas contrastadas. Debe tenerse en cuenta que, ante crisis como las
citadas, todos los medios de comunicación, de forma casi inmediata, establecerán
contacto con el centro escolar solicitando declaraciones y el posicionamiento del
centro.
Si hacemos caso a Aula CM (2020), es necesario dar rápidamente los siguientes pasos
para gestionar correctamente una crisis online:
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Detectar de dónde o de quién parte la crítica: ver sus perfiles en redes, intentar
entender qué quiere, estar atento a las respuestas que recibe y, a veces, valorar si
es o no necesario contestar.
Dos buenos ejercicios en este caso son diseñar protocolos de actuación en caso de
crisis, que todo el equipo debe conocer, probándolos en simulaciones, e incluir todo
lo aprendido en el manual de crisis, que será un documento vivo.
El plan de comunicación
Recordemos que, en buena manera, somos lo que los demás dicen que somos. No
hay objetividad u hechos objetivos, solo interpretaciones de la realidad que
percibimos.
No hay duda de que el tipo de relación que se establece entre los diferentes actores
de la comunidad educativa es un buen indicador de calidad. Aquí, nuevamente, la
comunicación es primordial. La relación entre padres, profesores y alumnos es una
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Los profesores.
Los alumnos.
Las familias.
Los profesores
El profesorado puede mantener una relación más viva con los delegados de cada
curso, o con grupos más reducidos, cuando de lo que se trata es de coordinar
determinadas acciones (viajes, salidas del centro, actividades extraescolares, actos
internos, etc.).
Los profesores-tutores mantienen una relación estrecha con las familias de los
alumnos. Usualmente, a lo largo del curso, se establecen un determinado número de
reuniones con los padres de cada alumno para intercambiar puntos de vista sobre su
evolución.
Desde una perspectiva escolar, el alumno tiende a relacionarse con sus padres de
forma irregular y descendente a medida que va progresando en el proceso curricular.
Mientras que en los cursos más tempranos las comunicaciones del centro con las
familias se fundamentan en el correo electrónico o en el soporte papel, a través de
comunicados o anotaciones en la agenda de los niños que los padres tienden a mirar
de forma casi sistemática, además de las comunicaciones telefónicas, cuando van
pasando de curso esta comunicación tienden a reducirse de forma más que notable.
Las familias
Usualmente, las familias mantienen una implicación con el centro inversa a la edad
de sus hijos. Mayor, a edades tempranas, y más difusa a media que avanzan en su
proceso de aprendizaje.
El tipo de comunicación que establece la familia con el centro puede tener diversas
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Las familias se relacionan también con el centro a través del AMPA, que acaban
teniendo una cierta relevancia en determinados temas de la organización escolar.
Tal y como indica Gordó (2010, p. 6), la relación triangular entre estos tres actores
está afectada por una serie de disfunciones que dificultan la fluidez deseada.
Podemos enumerar diferentes aspectos:
Rubio, F. (2020). Los 12 pasos imprescindibles para Gestionar BIEN una Crisis Online.
Blog de Aula CM.
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https://aulacm.com/plan-gestion-crisis-online-pasos/
Índice
Esquema 2
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Ideas clave 3
10.1. ¿Cómo estudiar este tema? 3
10.2. El lenguaje publicitario 4
10.3. Marca e imagen 9
10.4. Marketing y nuevas tendencias 15
10.5. Referencias bibliográficas 23
Esquema
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Para estudiar este tema, puedes leer las páginas 29-46 del libro de Barranco, F.J (2005).
Marketing social corporativo. Pirámide.
También leer las páginas 141-152 de libro de Woycikowska, C (coord.), (2008). Cómo
dirigir un centro educativo. Guía para asumir las funciones de director. Editorial Graó.
El lenguaje publicitario.
Marca e imagen.
Marketing y nuevas tendencias.
marca. Nadie puede promocionar lo que no existe, lo que no se ha creado, sea cual
sea su formato o virtualidad. La publicidad es la comunicación de mensajes
comerciales a públicos concretos. Si hablásemos de mensajes políticos, haríamos
referencia a la propaganda, no a la publicidad, que es el lenguaje de los productos y
servicios comerciales.
El lenguaje publicitario.
enfoques han sido ricos y variados. En los primeros momentos, con mercados
imperfectos o poco abastecidos, con escasez, pobreza, necesidades no cubiertas y
penurias, el comportamiento del consumidor podía decantarse más por un enfoque
más racional que emocional. Los recursos eras muy escasos y había que
racionalizarlos al máximo.
Pérez-Latre (2017) señala siete principios en los que se pueden resumir el modo de
comunicar de la publicidad:
poderosos. Cuidado, no se trata de llamar la atención porque sí; debe haber una
intencionalidad detrás que puede ser añadir valor a la marca, acercarse al público
o mejorar la sociedad. Precaución también con llamar la atención de forma
negativa, lo que genera controversia y puede alejar públicos.
Confianza: perder la confianza del público es lo peor que le puede suceder a una
marca. Hoy, más que nunca, pierde vigencia esa idea de «que hablen de mí,
aunque sea mal». La deshonestidad va a estar cada vez más penalizada por el
mercado, la legislación y la opinión pública.
social.
Planificación y evaluación: ambas cosas son necesarias, la cuestión es que hay que
hacerlo en entornos cambiantes y complejos, con diversidad de medios y de
públicos. Social media y dispositivos como smartphones y tablets han acelerado el
El público objetivo
El público objetivo.
Recuerda que cuanto más grande sea el público objetivo, es decir, cuanto más
universal sea el producto al que se dirige y se publicita, más estándar será el
lenguaje publicitario (por ejemplo, pasta dentífrica). Y al revés, cuando más
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La marca es uno de los elementos más destacados del marketing. Lo que define a la
marca es su carácter identificador. Una marca identifica a una empresa, a un servicio
o al producto con el fin de distinguirlo del resto. Una marca es, como indican Rom y
Sabaté (2009, p. 82), fundamentalmente, una imagen mental. Es una imagen,
consecuencia de una suma de experiencias que el consumidor tiene con el producto
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Como señala Velilla (2010), las marcas se enfrentan a un panorama en el que los
públicos ya no son masivos, las audiencias cada vez están más fragmentadas, existe
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La publicidad frontal llega incluso a generar rechazo; tan integrados encontramos los
mensajes publicitarios en nuestro día a día. Cobra especial relevancia el concepto de
engagement, así como el consumidor que, de manera libre, se convierte en
prescriptor de la marca, elaborando y difundiendo información positiva sobre la
misma, lo que los coloca en el lugar de líderes de opinión.
Por otro lado, los cambios en los valores de los consumidores han hecho que
numerosas marcas hayan debido adaptarse, poniendo en marcha, por ejemplo,
programas de responsabilidad social corporativa: igualdad, sostenibilidad,
medioambiente, salud, etc. son temas preocupantes a nivel social.
Algunas de estas figuras retóricas podrían ser las siguientes, aunque hay muchas
otras:
Onomatopeya: el uso de las palabras nos sugiere un ruido o un sonido. Hay que
cuidar este recurso ya que las onomatopeyas pueden ser diferentes en función del
idioma. Es comúnmente aceptado utilizar «clicar» para referirse a hacer clic con el
botón del ordenador, por ejemplo.
Oxímoron: busca armonizar dos conceptos opuestos del que surgen un tercer
concepto que engloba ambos, por contradictorio que pueda resultar el mensaje.
A pesar de que no existe una coincidencia clara entre autores sobre los elementos
clave para implantar una estrategia de mercado y conseguir los objetivos del
marketing, Kotler considera que son cuatro los elementos necesarios para
conseguir sus objetivos. Conocidas como las cuatro «P» del llamando marketing
mix, son:
Producto: sea cual sea, desde teléfonos móviles a un centro educativo. El producto
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Por eso, a finales de los noventa, el mismo Kotler publica su teoría de las 8 «P» del
marketing de servicios, que añade a los anteriores los siguientes pilares del
marketing:
Presencia: también conocido como evidencia física, y tiene que ver con el contexto
en el que se presta el servicio o se vende el producto. La identidad audiovisual
corporativa nos ayuda a transmitir la imagen adecuada.
En este contexto, cobra cada vez mayor importancia, también para los centros
educativos, el diseño de una estrategia de marketing que conecte con los deseos de
nuestro público.
No caigamos en los que son, según señala Monferrer (2013), tres errores comunes e
ideas preconcebidas en torno al marketing:
Que solo tiene que ver con publicidad y ventas, ya que son solo dos áreas
relacionadas con esta disciplina.
Inbound marketing
Como explican Moral y Fernández (2012), este tipo de marketing trata de «fijar la
atención no solo en la satisfacción y retención del cliente, sino, además, en la
necesidad de “implicar” al consumidor por medio de la vinculación emocional que se
produce por el disfrute de la experiencia que le genera al individuo la adquisición de
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Son cinco las experiencias que conforman el marco del marketing experiencial
(sensaciones, sentimientos, pensamientos, actuaciones y relaciones) y dan lugar a
cinco tipos de marketing:
Neuromarketing
Marketing de afiliación
Consiste en que la empresa paga una comisión por cada venta que realice a través
de un afiliado, es decir, una persona que se dedica a promocionar determinado
producto o servicio a través de sus contactos personales o canales sociales. Para que
el sistema funcione, es necesario que el afiliado sea honesto, transparente y
transmita su experiencia directa con el producto.
Marketing móvil
La clave de este tipo de marketing son los micromomentos en los que realizamos
búsquedas, solucionamos algún problema inesperado o interactuamos en nuestras
redes sociales. Es decir, según Google, los cuatro momentos clave del marketing
digital: cuando el usuario quiere saber, quiere ir, quiere hacer o quiere comprar.
En estos micromomentos, los usuarios son más propensos a interactuar con marcas
porque tienen una necesidad específica. Así, el trabajo de las marcas está en
identificar estos momentos para ofrecerles el valor que buscan, teniendo en cuenta
que el usuario es extremadamente impaciente, ya que pretende tener contenidos
relevantes de manera muy rápida.
Trata de llegar a usuarios con dispositivos móviles o que utilizan de redes sociales
para enviar información que le pueda resultar de interés por su ubicación. Localiza y
conecta en un mapa digital a posibles clientes con puntos de venta, sucursales y
competencia como un modo de llegar a un nicho más específico y cercano.
Marketing de guerrilla
La teoría del marketing de guerrilla dice que sus inversiones deberían ser tiempo,
energía e imaginación. Tiene que haber un factor de novedad y creatividad
Marketing viral
Para que un mensaje se convierta en viral debería ser creativo, generar una de las
seis emociones primarias, ser fácil de recibir y transmitir y ser gratuito. Algunos de
estos mensajes virales son creaciones con aspecto casero, emitidas por la propia
marca. Mientras que otros, son fruto de iniciativas particulares que devienen en
éxito para la marca o que, por el contrario, pueden convertirse en auténticas
pesadillas para esta.